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Asesinato en Puerta de Baldur

Aventura | 1. Héroes del Amplio

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31/05/2016, 23:07
[X] Gadryck

Un rictus de preocupación ensombreció las facciones del encapuchado al escuchar las novedades que les transmitía el enano. GADRYCK detestaba las sorpresas. Pero odiaba aún más los contratiempos inesperados. Sobre todo cuando intuía que podían esconder algo extraños detrás.

Por un momento, el joven casi deseó que aquello solo fuera una mera excusa para investigar a los paseantes.

Sin embargo, antes de que pudiera aventurar alguna explicación para el intempestivo episodio, el joven notó que el extraño personaje del turbante se las ingeniaba para adelantarse a todos y encarar a los encargados del control. Rápido de reflejos, GADRYCK se escurrió entre el gentío para acercarse a su camarada.

Si el siniestro sujeto conseguía franquearles el paso, era mejor estar cerca suyo. Y, por el contrario, si surgían problemas... también.

Notas de juego

Me parece genial la nota. Excelente redacción.

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01/06/2016, 00:58
Ciudad Baja, día

No es un simple escudo —corrige un hombre al enano rubio—, sino el blasón de la puerta de la oficina —dice, como para explicar el revuelo—. ¡Pero esto no tiene sentido! —protesta, señalando hacia el control—. ¡El que tenga el escudo no va a ser tan necio de intentar salir con él por aquí! Esto es el cretino de Thangol, que nos quiere sangrar...

Pero Rotryn, indignado, ya se dirige hacia el recaudador, avanzando con esfuerzo. Al llegar arriba, gritando, cuatro soldados del Puño Ardiente inmediatamente se interponen entre él y la mesa, con las manos en las empuñaduras de las espadas. Otros seis, que estaban cacheando a los plebeyos que cargan bultos, se detienen, alerta ante lo que venga. Entonces, alguien en la multitud grita...

¡Es el arcanista del turbante, el que venció al duque poseído en el Amplio!

...y justo a continuación escucháis un «¡Alto!» que detiene a los soldados.

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01/06/2016, 01:30
Nant Thangol

De entre ellos surge Thangol, un enano de rostro inusualmente demacrado y vestido con ropas caras. La gente alrededor calla para atender a la escena, pero, más allá, otros siguen hablando y protestando.

¡Ah! Uno de los héroes del Amplio, ¿eh? —exclama sonriente mientras avanza hasta el brujo-. ¡Te saludo! Lamento que hayas tenido que mezclarte con esta chusma... ¡Ah! ¡Y esos deben ser tus compañeros! ¡Acercaos, por favor! Soy Nant Thangol y estáis en mis dominios —se presenta, dándose aires.

Caedwyr y Zhork llegan en ese momento, y Gadryck, aunque nadie se fija en él. El clérigo, serio -quizás porque su compañero ha aireado la existencia de su cita con Ravengar-, pregunta educadamente qué está pasando. El recaudador os lo confirma: el emblema de la oficina del capitán del puerto ha sido robado.

Es una grave afrenta para la ciudad. El paso es franco, pero debo controlar lo que sale. Y, claro: la tarea tiene un coste —comenta con una sonrisilla, y mira hacia la mesa donde se acumulan monedas de cobre. Algunos de los soldados del Puño no parecen cómodos con este comentario—. ¡Pero está claro que vosotros no sois gentuza! Y estoy seguro de que tenéis cosas que tratar con el mariscal —comenta, tras lanzar una furtiva mirada hacia el brujo. Hace una señal a los guardias, que se relajan y dejan de sujetar sus armas—. Podéis pasar.

Notas de juego

Tenéis paso libre.

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01/06/2016, 01:55
Nant Thangol

Nunca le habías visto antes ni te suena: el tal Thangol ha debido de alcanzar -comprar, más bien- el cargo en los últimos años. Un cargo enormemente lucrativo, por otro lado: cualquiera que quiera entrar o salir a pie de la ciudad debe hacerlo por la Puerta del Dragón Negro o por la Puerta del Basilisco, y debe pagar derechos de paso. Mucha gente, ergo mucho dinero. Si encima sumase el cargo de aduanero -lo que, a juzgar por los gritos de los allí reunidos, no es el caso-, podría ser un hombre muy rico.

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06/06/2016, 14:41
Caedwyr

Que la corrupción haya llegado hasta este punto, me deja consternado. Hay una misión que cumplir, eso está más que claro, pero no puedo contenerme.

—Señor Thangol, nos veremos con el mariscal en breve, y seguramente no le gustará saber un par de cosas: una, que haya desaparecido delante de las narices de la guardia un blasón tan emblemático. Otra, que se les limite de esa manera el paso franco a los ciudadanos en un día tan señalado, por una falta que no es la suya. Eso también es una afrenta a la ciudad.

Dejo una pausa, a ver qué cara pone el dichoso enano. Por si acaso, poso mi mano en la maza que descansa en mi cinturón.

—Por supuesto, como tendremos cosas más importantes de qué tratar, puede que se nos olvide comentarle nada de ello, siempre que sepamos que el paso vuelve a ser libre para los ciudadanos de Puerta de Baldur. ¿Acaso cree que alguien osaría ocultar el escudo bajo sus ropas, delante de los guardias? De hecho —añado en voz alta y clara—, cuando mis tareas principales me lo permitan, me ofrezco para ayudarles a buscar al culpable del robo, sin coste por mi parte más que una donación voluntaria a la iglesia de el Leal. Y si mis valerosos amigos creen conveniente echarme una mano —no me atrevo a mirarles— no dude de que lograremos resultados.

Ya está, ya me he metido con un elemento indeseable, uno que podría meterme en problemas en cuestión de segundos. En fin, son gajes del oficio.

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07/06/2016, 00:09
Zhork

Me llevé la palma de mi mano al rostro. Estos clérigos y sus sentidos de la moralidad y el deber... No sabían callarse ni cuando el no hacerlo podía meterles en problemas. Y, sinceramente, meterse con ese tal Thangol no parecía desde luego lo más sensato. Pero bueno, ya estaba dicho...

—Está bien — pegué un resoplido —. Yo también echaré una mano, como el clérigo, cuando termine mis tareas principales... Al menos hasta que me surja un nuevo trabajo o hayamos cumplido nuestro deber encontrando ese maldito blasón.

Si me meten en el ajo, yo no voy a ser de los que se echan para atrás. Pero... de todas formas, me encargué de echarle una mirada bien directa al clérigo para que no volviera a abrir la boca, al menos en un rato.

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08/06/2016, 06:29
Rotryn

Al ver el ìmpetu del caballero de armadura, presumiblemente clerigo o paladín, Rotryn dió un suspiro. A la vez le enorgullecía andar cerca de un caballero con la convicción clara, y a la vez le repugnaba generar tanta atención.

Recordó sus tiempos mozos, cuando los ideales valían, y cuando el mismo los hacía valer en el mar...

Ahh que recuerdos aquellos, cuando aún uno podía ser feliz.. se dijo para si mismo.

Aunque la oportunidad de ser feliz no era TAN asociada a enfrentarse con la guardia, y eso que sólo iban recién a una reunión, miro a la vez al enano y al clérigo y dijo:

"Si, ayudaremos a buscar ese escudo, si es necesario removeremos la ciudad completa!!!" - las palabras salieron de su boca un poco antes de que las pensara, pero fueron sinceras.

 

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10/06/2016, 05:19
Nant Thangol

Puede que Thangol haya oído vuestro ofrecimiento de ayudarle a encontrar el emblema, y puede que no. Lo que está claro es que no le ha gustado un pelo la amenaza del clérigo: por unos instantes su mirada sólo expresa desprecio, hasta el punto de que no os parecería descabellado que os echara a los guardias encima en ese mismo instante. Sin embargo, parece pensárselo mejor: a una señal suya, los guardias vuelven a cerrar filas, sus manos en las armas. La plaza no está en silencio -hay gente que no ve lo que está pasando-, pero el ruido disminuye notablemente.

¡No sabéis con quién estáis hablando, señores—responde el enano delgaducho con rabia contenida—. ¡YO soy Nant Thangol! ¡Esta es MI puerta! —estalla, furioso—. ¿Vais a hablar con el mariscal Ravengard? ¡Habla! Hablad de cómo habéis tratado de chantajear a un oficial público... De hecho, esto merece una multa. —Sonríe mezquino.— Una pieza de plata cada uno.

No os mete prisa: el patente estado de alerta de los hombres del Puño Ardiente, que observan la escena, es suficiente. En la plaza, algunos gritan: «¡Thangol, hijo de puta!», «¡Son los héroes del Amplio!» o el clásico ¡Chupóptero cabrón!». Aquello no parece afectarle.

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14/06/2016, 19:56
Ciudad Baja, día

Notas de juego

Por añadir algo de información: todo indica que, en cuanto le paguéis, podréis seguir; por el contrario, si no le pagáis, probablemente pueda hacer que los soldados se enfrenten a vosotros.

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15/06/2016, 03:00
Rotryn

Al final, parecía cosa de tiempo antes de que todo estallara, nuevamente...

Rotryn se sintió nuevamente en ese barco, nuevamente enfrentándose a lo que por derecho TENIA que enfrentar.

La rebeldía se apersonó en el, y su semblante demudó, echando el turbante para atrás, su voz, amplificada por quien sabe que truco, aumentó hasta convertirse en un sonoro rugido, en una respuesta que nadie esperaba, ni siquiera el:

"Y yo soy Rotryn, uno de los héroes del amplio, y no soy un desconocido por la población, somos los que venimos a liberar de la tiranía a este pueblo que ya tienes oprimido, y al cual buscas oprimir por la veleidad de tu ser, estúpido arrogante, y si piensas de que nosotros somos tan corruptos como para aceptar esta tiranía, te equivocas, y vas a caer junto con tus guardias, pues, no soy solo yo, sino todos los que acá estas oprimiendo, los que finalmente te acabarán..."

Los ojos del brujo se iluminaron con un verde resplandor, que, en contraste con su piel roja, lo hacían ver incluso mas atemorizante...

"Ahora, dejanos pasar luego, y sin pagar tus caprichos, o verás de lo que somos capaces...".

Un rápido giro hacia la multitud y sus compañeros y luego un gesto del brazo para que todos avancen junto conmigo.

"Vamos gente, dejemosle saber a este pequeño tirano que no somos las babosas que el cree puede pisotear cuando quiere!!!"

 

 

- Tiradas (3)

Notas de juego

Por cierto, tire intimidar 2 veces como si estuviera en ventaja por haber usado en este turno "Taumaturgia".

Intento intimidar al enano, si no funciona, invoco al pueblo para que le demos su merecido!

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15/06/2016, 11:17
Zhork

Por las barbas de mi padre, ¡Rotryn daba miedo! Sólo un necio podría llevarle la contraria en un momento como éste... un necio o un codicioso que quisiera por todas las maneras posibles algunas monedas más de oro para su bolsillo. No sabría decir si a Thangol le faltaba alguna de estas dos características...

En cualquier caso, esto olía a problemas. Así que llevé mi mano al martillo y observé sin perder detalle a los guardias.

—Jojojo, no derramemos sangre innecesaria, jovencitos.

Obviamente, se lo decía a los guardias, no a mis compañeros. Estaba con ellos, y lo que hicieran... para bien o para mal, tenía que ver conmigo también. Total, no sería la primera vez que colgaban un cartel con mi cabeza en una ciudad...

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16/06/2016, 12:41
Caedwyr

Estoy yo en fase de contener mi ira, tratando de poner un perfil apuesto y noble, ya listo para soltar un discurso. Ya alzada mi mano izquierda, en un gesto acusador pero que a la vez pretende ser conciliador (¿Qué cómo se puede hacer eso? ¡pues he estado practicando durante años!)…

Y me quedo congelado, mientras miro embobado el estallido de Rotryn. Ya no me sorprende que se vea secundado por el simpático aunque beligerante Zhork. Notable llamarada de pasión, que hará que todos en cien metros a la redonda salgan con los traseros chamuscados.

—Eh…¡ejem!—me aclaro la garganta, pues un poco heroico gallo amenaza mi apostura—. Ya escuchas a mis colegas, Thangol, nos has soliviantado a todos por un puñado de monedas. Pero escúchame ahora, antes de emprender una acción. Me has entendido mal cuando hablas de chantaje, cuando tan solo era una advertencia, una oportunidad de enmendarte antes de que te pasen factura tus actos. El bienestar de la ciudad es lo primero, debemos unir fuerzas ante aquello que, evidentemente, la está corroyendo por dentro —¡Oh no, he caído en mi tendencia al sermón, que Torm nos ayude!— ¿Acaso no lamentas la triste caída del bien amado Abdel Adrian en tales circunstancias, y sobre todo, las consecuencias de semejante catástrofe? ¿No tiene ya bastante esta gente, que es la que sostiene a la ciudad? ¡Pues esta no es «tu» puerta, Thangol, tan solo la han dejado a tu cargo!

Miro a los guardias, trato de calibrar cuál será su actitud. Me parece obvio que cumplirán con su deber.  

—Te ruego, por el bien de todos, que dejes de aprovecharte de tu posición y permitas el paso franco. Y reconsidera lo de la multa, totalmente arbitraria… ¡piensa en tus hombres, honrados soldados que cumplen tus órdenes!

Aquí también miro a mis compañeros. Me encojo de hombros, finalmente.

—Y sobre todo, piensa en los pros y las contras de seguir adelante con esta situación. Nosotros tenemos prisa en acudir a ver a tu superior, tal vez el destino de Puerta de Baldur esté en nuestras manos —Ahí me he pasado ¿sí o no? Da igual, la gloria nos espera— la gente está exaltada, tú estás bien situado pero un conflicto con los héroes del Amplio no te beneficiará…¡el orden es necesario, no el caos! 

Desbocado como una cotorra, no sé si los presentes me escuchan la parrafada. Con los ánimos tan caldeados lo más probable es que solo se queden con algún que otro concepto suelto. Aprieto el puño, todavía en alto, y grito, volviéndome hacia todos…

—¡Gloria a Puerta de Baldur!

Mi mentor, a veces decía de mí que aunque tenía mucho potencial, estaba un poco pasado de vueltas, que rozaba la chifladura y el infantilismo pese a tanta rectitud. Siempre me pregunté en qué se basaba para decir tamaña insensatez. 

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19/06/2016, 02:55
Ciudad Baja, día

En el momento en el que Rotryn se transfigura -su voz, sus ojos, su rostro-, un silencio murmullante se extiende por la plaza y todos los presentes quedan como petrificados de la impresión -Thangol y los guardias incluidos-. Al lado de ese despliegue de poder, las palabras parecen poca cosa, pero parece que son precisamente esas palabras, tanto las de Rotryn como las de Caedwyr -todos le dejáis un buen rato para que hable-, lo que saca a Thangol de su parálisis: ¿rebelión? ¿¡Revolución!? ¡Eso no iba a permitirlo! ¡No en su ciudad! ¡No en SU puerta!

¡Es un truco! —grita a los hombres del Puño, y ordena alarmado:— ¡Soldados: prended a estos hombres!

No tiene que dar la orden dos veces: al momento, uno de los soldados -un humano de bigote y perilla negros- hace una señal a sus compañeros. Entonces, los otros nueve soldados dejan lo que estaban haciendo, desenvainan y avanzan unos pasos hacia vosotros, momento en el que el soldado de bigote les detiene y, dirigiéndose hacia vosotros, dice:

En nombre de Puerta de Baldur —declara muy serio, poniéndose en guardia—, rendid las armas y daos por presos.

A continuación, la plebe ve su oportunidad y estalla el caos: los más cercanos a la puerta comienzan a cruzarla hacia fuera, llevándose consigo sus cosas. Detrás de ellos, el resto. Sólo un grupito parecen moverse con discreción y observaros. Thangol, en cambio, se acerca a su mesa y allí, junto a una gran caja de caudales que procede a cerrar con llave, desenvaina también un arma. A vuestra espalda quedan sólo estatuas, la calle principal y las otras tres que llegan a la puerta. En algún lugar debe de estar el joven de la capucha. O no.

- Tiradas (2)
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20/06/2016, 17:26
Caedwyr

Me quedo mirando al guardia con cara de pasmo absoluto. Alrededor todo es caos…¡no puede ser, todo ha salido mal! ¡Tenemos que vernos con Ravengard…! Aunque si ese es el comandante que ha metido a éste mequetrefe de Thangol de guardián de la Puerta, ya no estoy seguro de poder confiar en ese hombre.

—¡Calma, calma, soldados…!—levanto las manos en un intento de parecer razonable—. Esto no tendría que haber pasado, no levantaré la mano contra los soldados de Puerta de Baldur. El enemigo es otro, y aguarda escondido a saber en qué rincón oscuro.

Será mejor contenerse, pues en nada ayuda que se consume una escabechina entre quienes deberían de ser aliados. Me siento abatido, está claro que he metido la pata por no tener paciencia, como mi mentor me dijo que acabaría pasando tarde o temprano (¡ha sido muy temprano, maldita sea!). Al menos la gente se marcha, ahora que la atención se centra en nosotros. En cierto modo se está haciendo algo de justicia, pero a base de pasarse la «ley» por…por ciertas zonas delicadas. ¡Que falta la mía!

—¡Perdóname por mi osadía, Señor de los Justos y Leales!— digo mirando al cielo, o mejor a la ventana—. En fin, todo se aclarará, no deseamos revolucionar nada ¿verdad chicos? En absoluto pues inocentes podrían resultar heridos —digo de cara a mis compañeros, a los que lamento haber metido en éste brete—. Mis amigos son extranjeros, no conocen las costumbres locales y mi actitud les ha confundido, han actuado por lealtad y yo asumo toda la culpa. Llevadme a mí preso y dejadles marchar a ellos, «Héroes del Amplio», para que cumplan con el compromiso con el comandante, lo cual sin duda salvará la situación. Os doy mi palabra de que podéis confiar en mí.

No he calibrado bien la fuerte personalidad de mis recientes acompañantes. Creí poder desafiar a ese mentecato de Thangol sin llegar a estos extremos, pero el brujo es fuego puro y yo he prendido la chispa…y el enano, pues eso, es un enano. Al menos espero que el encapuchado…¿dónde está el encapuch…?

—Ojalá que el destino de la ciudad no esté echado —digo sin mirar a nadie en concreto.

Esgrimo la maza con una floritura bastante resultona que llevo tiempo practicando, y se la tiendo por el mango al guardia bigotitos. 

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21/06/2016, 10:56
Zhork

No puedo entender a Caedwyr... de verdad. No le tiembla el pulso para llamar la atención a Thangol para luego disculparse cuando la situación se pone algo más tensa. ¡Clérigos! ¡Quién los entendiera...! En cualquier caso, ¿de qué estaba hablando? ¿Dejarse llevar prisionero?

—Muchacho, no has hecho nada para que te lleven preso — luego miré a Thangol fijamente —. Además, Ravengard nos quería a todos, estoy seguro de que no le sentará bien que falte uno de los héroes.

Me encogí de hombros y negué un par de veces con la cabeza.

—Pero... si es lo que el gran Thangol quiere, no tendré problemas en decirle que ha sido él quién lo ha llevado preso. No sería faltar a la verdad después de todo.

Confiaba en que la voluntad de Thangol se viera ligeramente alterada con la sola idea de tener que enfrentarse a Ravengard. Al fin y al cabo, Ravengard tenía reputación de estricto y malhumorado... dudo que se tomase bien que nuestro retraso fuese por culpa de alguien como Thangol.

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21/06/2016, 20:03
Rotryn

"Bien, esto ha salido bien!" -pensó Rotryn cuando estalló la confusión y vió como la gente de la puerta de Baldur podían finalmente pasar...

Sin embargo algo pasó, repentinamente el pequeño tirano hizo de tripas corazón, y, a pesar del tumulto generado por Rotryn y su carácter justiciero/rebelde, las cosas se ponían color de termita.

Nuevamente había explotado. No le gustaba perder los cabales, pero cuando la injusticia se presentaba, normalmente Rotryn hacía lo que le dictaba su corazón, y ésta, no había sido la excepción.

Miró a sus compañeros mientras sus ojos, ya normales, pasaban de uno a otro, como no entendiendo porque se retractaban tan rápidamente de sus posiciones. Incluso aquel, que parecía un paladín o clérigo, parecía echarse para atrás cuando lo presionaban.

"Mmmm, esto no pinta nada de bien" -pensó el brujo- "si bien es probable ​que yo pueda contra este pequeño tirano, las cosas se complican con toda esta gente, que sólo sigue órdenes, son víctimas, al igual que los habitantes de la puerta, si, victimas que no quisiera llevar a la tumba, al menos, no sin una pelea, digamos, justa"

Claramente no entendían lo que estaba en juego, era la justicia que tanto buscaba su carácter indómito y rebelde, ese mismo carácter que lo había llevado a sobrevivir -- hasta ahora -- era esa voluntad indómita y temeraria que asomaba, y que muchas veces lo ponía en problemas, esa voluntad era el REAL fuego que ardía en su alma, no sus poderes, ni su apariencia, ni sus conjuros, no, nada de eso era lo que mantenía a Rotryn en pié.

Ahora estaba en juego el asunto de su personal venganza... Ayudaría esto a encontrar mas indicios? o empeoraría la situación?

La espada y la pared - pensó Rotryn - mientras sus ojos pasaban del clérigo (?) a los guardias, que no quería lastimar, pero que tendría que hacerlo si querían seguir permitiendo tamaña injusticia.

Miró a sus compañeros, extrañado y como aún intentando entender que cosa querían realmente.

"Vamos Caedwyr, no me vas a decir que tolerarás la injusticia de esa forma?" - miró esperanzado al hombre, intentando hacerlo razonar.

"Realmente no hemos hecho NADA o es que acaso tu permitirías que gente inocente salga lastimada?" -siguió su plática.

Si era necesario, y se probaba lo correcto, Rotryn iría siempre hasta las últimas consecuencias. 

Evitó las miradas de los guardias, e incluso la de Thangol, esto ya no era una pelea por la injusticia, sino por los ideales.

- Tiradas (1)

Notas de juego

-Atento a las circunstancias, no detengo mi vista en nadie, sino en Caedwyr. Por NINGÚN motivo permitiré que le detengan, al menos , ni solo, ni sin llevarme a nadie a la tumba con nosotros.

-Si fuera necesario, dejo la tirada de persuasión.

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22/06/2016, 03:00
Ciudad Baja, día

La extraña forma de hablar de Caedwyr provoca miradas de circunstancia entre los soldados presentes, pero su actitud pacífica y cooperativa parece ganarse el respeto del superior, quien, dando las gracias con un cabeceo, toma la maza de las manos del clérigo y se la da a uno de sus hombres.

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22/06/2016, 03:01
Nant Thangol

Thangol, en cambio, no tiene las mismas ganas de acabar la cosa por las buenas.

¿¡Que no habéis hecho nada!? —gruñe desde detrás de la línea de soldados—. Empezasteis acusándome de no sé qué delito, exigiéndome que abandonase mi tarea... ¡Mi deber! —exclama enfurecido: realmente parece creerse en posesión de la razón—Y cuando os puse una ridícula multa por esos ataques... ¡Me habéis acusado de tirano, me habéis amenazado y habéis agitado a la chusma contra mí! ¡Esto podría haber acabado en un... un... un motín! ¡No se puede tolerar!

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22/06/2016, 03:03
Bigotitos

—Lo que dice maese Thangol es cierto, señores —responde Bigotitos mirando a Zhork y Rotryn con dureza y determinación—. Por eso es mi deber arrestarles...

—¡Basta de tonterías! —protesta Thangol al ver el clima de diálogo que se ha formado—. ¡Arrésteles de una vez, estúpido!

Esa gota parece colmar el vaso de la paciencia del soldado Bigotitos.

Señor Thangol: vigile sus palabras o vendrá usted también con nosotros —responde girándose y lanzando al enano una mirada que se agarra a la valla de la profesionalidad para no despeñarse por el cañón del desprecio—. Y cálmese: aquí se cumplirá la ley. —Luego se dirige a Caedwyr, calmado, pero tenso ahora.— Los extranjeros no están exentos de cumplirla: tus compañeros vendrán pacíficamente o se atendrán a las consecuencias. Ya que Ravengard os espera, podréis defenderos directamente ante el mariscal. —Mira a Zhork, como dando por finiquitadas sus objecciones.— Es a Roca del Draco a donde vais.

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22/06/2016, 03:05
Ciudad Baja, día

Cuatro de los guardias se acercan a Rotryn y Zhork con las espadas desenvainadas, pero sin llegar a echarse sobre ellos: todo indica que están esperando cuál es la reacción de los dos aventureros. ¿Aceptarán el enano y el tiflino el arresto o combatirán? ¿Se unirá Caedwyr a ellos si luchan? ¿Y dónde está el chico encapuchado? La muchedumbre deja gradualmente la escena por la gran puerta, deseando estar lo más lejos posible cuando el brujo explote o los guardias del Puño Ardiente queden libres. Los pocos que se movían más lentamente también se largan ya.