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Asesinato en Puerta de Baldur

Aventura | 2. Aishël y Aldafein

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28/09/2016, 02:55
Ciudad Alta, día

Caminando a buen paso, no tardas en alcanzar una de las salidas del mercado. La gente que está por aquí ya no te reconoce: no han visto tan de cerca el combate y tu ropa no es especialmente llamativa, sino al contrario. Una viajera más: aspectos más extraños se han visto en la Puerta. A tu espalda, oyes lejana la voz grave de un hombre. Cuando te giras para mirar, ves a un tipo con un tabardo rojo -con algún tipo de bordado blanco en el pecho- hablando a la multitud desde la tarima. Una voz quebrada te saca de tu ensimismamiento.

Señora... Hermosa señora... —dice aquella voz con entrenada zalamería—. Por el amor de Ilmater... ¿Tendríais la bondad de darme una limosna?

Cuando te giras, ves al dueño de esa voz: es un viejo encorvado, abrigado con una capa harapienta y apoyado en un cayado. Un sombrero de ala ancha le protege de la llovizna y le cubre la parte superior de la cara: la parte a la vista es blanquecina y verrugosa, los labios agrietados y sucios. En una mano enguantada con trapos lleva un taza de peltre con algunas monedas de cobre.

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28/09/2016, 02:55
Aishël
Sólo para el director

Era una suerte que toda esa gente ya no la reconociese, no lo había hecho, ni mucho menos, por el reconocimiento, ni la gloria, lo había hecho porque le parecía lo correcto, nada más, así que no esperaba, ni quería, que le diesen las gracias por hacer lo que era correcto. Ensimismada en sus pensamientos como iba, casi no se daba cuenta de aquel anciano que se puso delante de ella, en ese instante atendió al hombre, quería irse a su bosque cuanto antes, pero... era de buen corazón y no podía negarle al hombre las pocas monedas que tuviese, de todas formas, nada había allí que le hubiese interesado y el dinero no era algo que le hiciese falta en el bosque, el bosque le daba todo lo que necesitaba. Echo mano a la bolsa que tenia del cinto, saco unas cuantas monedas y las echo en la taza -Tome buen hombre- susurro. Lo que hiciese con ellas ya no era asunto suyo, esperaba que las usase bien, pero ya no eran suyas.

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28/09/2016, 02:56
Aldafein

Las monedas caen tintineando en la taza metálica, junto a otras. Por el sonido, probablemente has soltado alguna pieza de plata.

Gracias... Gracias, mi señora... Mi noble señora... —murmura el mendigo, que se lleva la lata hacia sí, como para contar el botín—Sí: se nota que sois de buena cuna... Oh, sí, señora... Tan desprendida, tan generosa... —Un halfling pasa junto a vosotros y os mira. El mendigo balbucea.— Pero me pregunto... Ahora me pregunto... —El halfling deja de miraros.— ...si también accederás a tomarte una cerveza con una sombra del pasado.

Su voz ha cambiado: ya no ha sido la voz quebrada, rota, de un mendigo humano que ha bebido mucho alcohol y dormido muchas noches al raso. No: ha sido la voz de varón, pero algo más joven, más grave y más melodiosa. Y tú reconoces esa voz. Cuando rápidamente te giras para mirarle, el mendigo está sonriendo: sus dientes son roñosos aún, sus verrugas siguen ahí. Sin embargo, ahora te mira y puedes ver la parte superior de su rostro: más limpia, menos verrugosa... más oscura... Y esos ojos. También reconoces esos ojos.

Sé de un sitio donde tendremos cierta privacidad —añade Aldafein.

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28/09/2016, 02:57
Aishël
Sólo para el director

Por alguna razón el pasado volvía y no le hacia ningún daño, pero recuerda, esos ojos y ese mechón de pelo que un día le rebelaron la identidad de la raza de ese que fue su maestro.... una raza peligrosa, cuando él mismo le enseño una valiosa lección que, por suerte,  aun no había tenido que poner en practica, si ves un drow corre todo lo rápido que te den tus piernas, pues nunca hay uno solo ¿Seria esta vez una de esas? ¿Debería huir de él? ¿porque no matarla allí? Demasiada gente quizás, de ahí lo de llevarla a otro lugar... pero accedió, sin dejar de estar alerta -Parece que te olvidas, yo no bebo cerveza, soy más de vino especiado ¿ya no te acuerdas de casa?- sonrió ampliamente, como hacia mucho que no hacia.

Echo a andar, esperando que la guiase a ese lugar más privado.

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28/09/2016, 02:58
Ciudad Alta, día

La respuesta de Aishël, burlona y rebelde, arranca una sucia sonrisa al drow.

Habrá vino especiado e incluso leche de teta —te contesta socarrón—, si el vino te resulta muy fuerte. Lo que necesitéislady Dordienh —añade sarcástico. Te lanza unos de sus harapos apestosos—Ponte esto y sígueme.

No es una sugerencia: nada más decirlo, Aldafein se interna a buen paso en una cercana y desolada callejuela. Erguido, ya no parece viejo, pero no abandona el disfraz de vagabundo: en la Ciudad Alta de Puerta de Baldur, a plena luz del día, un drow se encontraría con problemas. Al cabo de un rato de dar vueltas, llegáis a un callejón donde sólo ves una puerta y una ventana al fondo, tras unas escaleras, bajo el nivel de la calle. No hay cartel, pero parece una taberna. Entráis sin llamar: es un pequeño tugurio abovedado con apenas media docena de mesas redondas, cuatro ya ocupadas por grupos cuchicheantes que os miran al entrar antes de volver a sus asuntos.

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28/09/2016, 02:58
Aldafein

Sin dejar su persona, Aldafein pide dos vinos especiados al tabernero (un mestizo de orco o un ser humano especialmente feo), que está tras la sencilla barra. Os sentáis en una de las mesas libres. Él se sienta entre la mesa y la pared.

Vas a probar uno de los caldos más asqueroso de la Superficie, todo un mérito —te susurra—, pero no se me ocurría ningún otro sitio cerca en el que un falso mendigo y la más reciente celebridad local... —Se interrumpe al ver acercarse al tabernero.— Sí, te he visto en el mercado. —El tabernero os deja las bebidas. Aldafein le paga con el dinero que le diste.— No estuvo mal... para una niña. Impresionaste al ganado, eso seguro.

Después de tantos años juntos, teniéndoos el uno al otro prácticamente como única compañía, no se te escapa su incomodidad: este sitio, el camarero, los demás comensales, ese disfraz que lleva... Todo le produce repulsa. Estás segura de que, si pudiera, iría vestido con sus mejores galas y su lengua afilada ya se habría cebado con el mestizo.

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28/09/2016, 03:00
Aldafein

Después de aquella pulla inicial, y ante tu silencio -defensivo, o desafiante, o quizás sólo juguetón-, Aldafein cambia de estrategia. Como quien no quiere la cosa, distendidamente, comienza a hablar de cómo ha cambiado la región desde la última vez que os visteis. De algunos temas de los que te habla apenas sabes algo, pero todo te suena: la erupción del monte Hotenow, que dejó Neverwinter -hace ahora treinta años- en un estado ruinoso del que poco a poco va saliendo; las constantes conquistas de la ciudad-estado flotante de Umbra, retornada al mundo tras milenios en otra dimensión; los progresos de los elfos en la reconquista de Myth Drannor, la gran ciudad élfica tomada hace siglos por las sombras; la creciente desconfianza entre los miembros de la Liga de la Marca Argéntea, al norte; la increíble transformación de Calimshan, ahora un país de genasis; la anarquía en Luskan; las hazañas del joven reino de Elturgard, al este; la guerra del viejo Cormyr contra Umbra y Sembia; historias de Amn... El tipo de cosas a las que un aventurero prestaría atención. Nada de Silvanesti, ni de su propio pueblo. Tampoco nada personal: ni suyo, ni tuyo.

Mientras habláis -quizás has contribuido, reticente, o quizás simplemente le has dejado hablar, para que se confíe-, el tiempo pasa volando cómo sólo a un par de elfos le podría ocurrir. Los parroquianos ya no son los mismos que cuando entrasteis. Medio siglo no es mucho tiempo para vosotros -os sentís como se sentirían dos seres humanos que llevan un lustro sin verse-, pero el mundo gira muy rápido desde que los hombres llevan las riendas, y más rápido aún en los últimos cien años.

Tras un silencio especialmente largo, el que fue tu mentor -aún disfrazado de mendigo- vuelve a tomar la iniciativa.

No debes irte aún de la ciudad —dice, para tu sorpresa. Baja el tono, buscando discreción. Tras unos breves instantes, continua.— De un momento a otro, Puerta de Baldur puede estallar como una fruta podrida dejada al sol. —Antes de que le preguntes cómo lo sabe, añade:— No, no acabo de llegar, como tú. —Y prosigue:— Durante años, escoria fugitiva de todas las guerras del mundo se ha arrastrado hasta aquí—De esto sí sabes algo: ayudaste a muchos a cruzar los bosques.— Si este fuera un lugar sanolos habrían convertido a todos en esclavos... Pero no: los débiles gobernantes de la ciudad -como ese duque Adrian- les permitieron instalarse en los alrededores—El asco, el desprecio de Aldafein es evidente: es un drow y siempre será un drow, por mucho que tu padre consiguiera inculcarle.— Ahora esa chusma crece sin control, cada vez más violenta y osada: la gente de la ciudad teme una revuelta, y aún así los duques y ese «Parlamento» son tan pusilánimes que no se atreven a pasar por la espada a todos esos pulgososQuizás creen que ignorando a esas ratas arrabaleras va a solucionarse el problema... En fin—Se encoge de hombros. No le importa la ciudad: sólo le enerva la estupidez y la debilidad.— Pero la cosa se mantiene, y eso te beneficia. —Sonríe lobuno, mostrando sus dientes de elfo entre los labios agrietados, y te mira.— ¿No lo entiendes, lady Dordienh—pregunta burlón—. Una revuelta provocaría inestabilidad, y eso atraería a los reinos vecinos como la sangre atrae a los vampiros. Tarde o temprano, todo acabaría en guerra: adiós a tu bosque. —Pega un sorbo a ese vino insípido y aguado que os han servido.— Adiós a tu paz. ¿Lo pillas?

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28/09/2016, 03:01
Aishël
Sólo para el director

Estaba contenta de haberse encontrado con Aldafein, hace tiempo, cuando se separaron sabía que se volverían a ver, pero no se imaginaba que sería en ese sitio, con tantas razas, tan concurrido, un sitio donde nadie esperaría encontrarse a un drow, realmente era raro incluso que ella estuviese allí.

No negaba que el disfraz fuese bueno, la había engañado con él, pero echaba de menos, esa melena blanca, esos ojos rojos, esa sonrisa picara y su vestimenta con esos pantalones de cu..... ¡¡Aishël céntrate!! ¿que haces? ¡¡es un drow!! tu gente te  repudiaría si... tu gente ya te ha repudiado. Al escucharlo salio de sus pensamientos. 

Se inclino un poco sobre la mesa para evitar oídos indiscretos -¿y que esperas? ¿que mate a los fugitivos que me encuentre? ¿que matemos a la mitad de la cuidad? sabes que los elfos de la superficie no matamos a sangre fría, ni sin razón- le sonrió, quería saber que esperaba de ella.

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28/09/2016, 03:01
Aldafein

¡Ja! —rie Aldafein, ignorando al resto de la sala—. Ya me gustaría que fueras capaz de eso... —murmura, más para sí mismo que para ti, con una (¿fingida?) lástima—Pero no, no es eso lo que estoy sugiriendo... Verás... Mal que me pese, esta ciudad no está condenada: puede superar esta situación. Cosas más raras se han visto. —Una frase que en Faerûn es especialmente cierta.— aún así, no lo conseguirá si alguien la empuja al caos... Piénsalo: uno de los cuatro duques, aquel querido por todos y odiado por nadieacaba de ser asesinado. ¿Tiene eso sentido para ti? ¿Crees que es casual? —No espera a tu respuesta.— No: alguien ha decidido que ha llegado la hora de la sangre... Quién, no lo sé, y difícilmente podré saberlo —te explica mientras se echa hacia atrás y abre los brazos, mostrándote sus pintas—Pero tú sí. —Sonríe y te mira mientras das vueltas a lo que está diciendo.— Ya lo entiendes, ¿verdad? —Tu mentor te mira satisfecho.— La gente ha visto ahí fuera cómo plantabas cara a la bestia. Cómo la matabas. Cómo les salvabas... ¡Los culos más fofos y engalanados de la Puerta ya deben de estar buscándote para comprar tus servicios! Tú puedes llegar a donde yo no puedo, y no sólo por tu cara bonita: ahora eres la heroína de la ciudad, niña—Te mira con intensidad, como una serpiente a punto de saltar contra su presa.— Déjate mimar —ronronea, insinuante—. Ayúdales a encontrar la manzana podrida.

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28/09/2016, 03:02
Aishël
Sólo para el director

La sonrisa que se había dibujado en su rostro por la alegría de volver a verlo, se desvaneció tan rápido como apareció y lo miro con aquella mirada azul e intensa -No quiero permanecer aquí, ni que me contraten, ni reconocimiento y  mucho menos ser una heroína- en parte sabía que él tenia razón, después de todo, era cierto que había luchado contra lo que se había convertido el duque, pero ¿por que lo hizo? ¿supervivencia?, negó para si , la había visto demasiada gente.

-¿Que sacas tu con todo esto? tu raza no se define por ayudar a las razas de la superficie, en realidad, a ninguna sea o no de la superficie, algo debes de sacar en beneficio propio- lo miro, sabia que era un drow, y gracias a él y a las enseñanzas de cuando era niña conocía esa raza tan enemiga de la suya, Aldafein era algo distinto, pero no dejaba de ser un drow después de todo y no eran nada altruistas ¿que más le daba aquella cuidad?

Notas de juego

Sorry, es dura de pelar XD

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28/09/2016, 03:03
Aldafein

Mientras le hablas, Aldafein hace una señal al tabernero para que os traiga más de ese insulto al vino. Al ver el gesto, no puedes evitar preguntarte si, tras tantos años, y a pesar de sus palabras, el drow no se habrá encariñado con el mundo de la superficie, por inferior y repugnante que le parezca. Aunque ni eso explicaría su interés por Puerta de Baldur.

Mientras os sirven el vino, no ves que Aldafein esté contrariado por tu resistencia. Quizás es por eso que dicen de que a los drows, como a los gatos, les gusta jugar con la comida.

¿Que qué saco yo con todo esto? ¿¡Pero qué preguntas!? —pregunta fingiendo afectada indignación—. ¡Pues el bienestar de todas estas almas inocentes, querida—exclama casi riendo. No sabes en que momento dejó el común, pero ahora te habla en élfico.— Los de la Superficie os creéis todos unos ángeles... —murmura para sí, recobrando la calma—. ¿No recuerda ya lo que te enseñéjoven Dordienh? Eel mundo no hay buenos y malos —repite en tono paternalista—: sólo malos en bandoenfrentados. —Sonríe condescendiente.— Pues bien: resulta que hay «malos» que no quieren ver arder la Puerta y que los fanáticos de Elturgard se beneficien de la situación, y que están dispuestos incluso a pagar a un drow para evitarlo.

Así que es eso: ¡política! El vecino Elturgard, fundado hace menos de un siglo y gobernado por los paladines de Torm -dios del deber y la rectitud-, rodea los dominios de Puerta de Baldur por el este, el noreste y el sureste. Elturgard no tiene mar: Puerta de Baldur lo impide. Ambos estados son aliados, pero sólo los dioses saben qué pasaría si la Puerta se viera arrasada por el caos. O qué haría Amn, el vecino reino sureño, en tal caso.

Tú y yo, por motivos distintos, tenemos un objetivo común: el orden en la Puerta. Somos aliados fortuitos. Extraños compañeros de cama, si prefieres —añade, incapaz de dejar pasar la oportunidad de soltarte un doble sentido—Ahora sabes lo que yo sé. Está en tus manos: puedes hacer algo o ir buscándote un nuevo hogar.

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28/09/2016, 03:05
Aishël
Sólo para el director

Miro aquellos ojos carmesí, y alzo una plateada ceja -Sin duda deben estar desesperados para contratar a un drow, o no conocen a tu raza....- negó -recuerdo perfectamente bien tus enseñanzas y de hecho las he comprobado más de una vez- sonrió -bien, pues ya se lo que sacas tu de todo esto, si están dispuestos a pagar a un drow, es evidente lo que sacas- se echo hacia atrás en la silla y casi pierde pie al escuchar su referencia a compañeros de cama. Abrió mucho los celestes ojos, pero finalmente gano el autocontrol, lo miro, pues sabía que estaría sonriente, en ese drow la sonrisa maliciosa era perenne -ya te gustaría que lo fuésemos....- y rápidamente cambio de tema, no descartaba que la repuesta de él, pudiese descolocarla nuevamente -sin duda tienes razón con respecto a mi hogar... y solo por eso ayudare a que esto se mantenga en pie, pero solo por eso- lo miro -pero a ti.. no te recibiran ocn los brazos abiertos, eres demasiado... morenito- le dijo riendose

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28/09/2016, 03:05
Aldafein

Todas tus palabras despiertan alguna respuesta gestual en Aldafein: tu referencia a los engaños de su raza encuentra una sonrisa de orgullo, mientras que la burla con la que le llamas «morenito» se topa con una sonrisa irónica y visiblemente falsa, como queriendo decir «mira qué graciosita se ha vuelto la niña». Siempre has tenido un don para molestarle si te lo propones. Con todo, tiene algo que decir a esto último.

No, no me recibirán así... Por eso yo no iré contigo: irás sola, o con esos amiguitos que has hecho en el mercado... —¡Lo vio realmente todo!— Ahí, a tu gusto. Seguro que puedes encontrarles alguna utilidad... Sobre todo al enano: dicen que son buenos para calzar mesas —bromea con un profundo desdén hacia el Pueblo Robusto—.Da igual: cualquier líder de la ciudad aceptará tu ayuda. El comandante Ravengard estaba en el mercado, por ejemplo, y te vio.

El tal Ravengard, como te explica Aldafein, era hasta hoy el segundo hombre más importante del Puño Ardiente, la compañía mercenaria que hace de ejército de la ciudad y de guardia en la Ciudad Baja. Muerto Adrian, sin duda pasará a ser el nuevo general. Tiene su cuartel en Roca del Draco, en las afueras.

Por mí no te preocupes: no me iré. Cuando me necesites —que no «si me necesitas»—, podrás encontrarme en un edificio abandonado de Los Acantilados.

Se trata de un barrio de extramuros. Sus indicaciones son claras: podrás encontrar el lugar. Por lo demás, notas que se ha acabado su vino y no ha pedido más, lo que significa que está listo para irse.

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28/09/2016, 03:06
Aishël
Sólo para el director

Puso los ojos en blanco escuchándolo -Amigos... poco me conoces si crees que ya son amigos, son aliados casuales y ni eso porque cada uno combatía por su lado- le miro sonriendo -Así que lo viste todo y no te dignaste a echar una mano, aunque bueno, no lo necesitaba, demasiado lento para mi- aunque no solía alardear de sus logros, estaba ante un drow, se merecía hacerlo, más si él la había enseñado.

-Una compañía de mercenarios para proteger una cuidad, que inteligencia la de estas gentes ¿no saben que solo responden ante el dinero?- negó -me presentaré ente esa panda de brutos descerebrados, a ver si puedo conservar mi hogar intacto- le guiño -Si te necesito- remarco el SI -se donde encontrarte... ¿preocupada por ti? dudo que sea necesario... morenito- le saco la lengua y casi pareció por un momento la elfita que salvo.

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28/09/2016, 03:07
Aldafein

Aldafein escucha divertido tus comentarios sobre tus aliados y sobre el hecho de que no le necesitabas, pero no obtienes más respuesta que una sonrisa maliciosa.

Sí, vi bien cómo te movías —contesta divertido, con evidente doble sentido—. Se nota que has tenido un buen maestro... —También responde a tu comentario sobre los mercenarios, aunque ya con la cabeza en otra cosa.— Te sorprendería lo leal que es un mercenario: nadie contrata a una puta que no es de fiar. En cuanto la Puerta, tiene una larga experiencia subcontratando a sus héroes —concluye sonriéndote, mientras se levanta de la mesa con fingida debilidad.

Podríais seguir conversando toda la noche, poniéndoos al día de los últimos cincuenta años, pero Aldafein no está por la labor: ya se dirige hacia la puerta. No debéis nada: él ha pagado mientras bebíais, con dinero seguramente mendigado a engañados viandantes. Incluso te invitó a algo de comer tras un rato charlando.

Por cierto: espero que lleves tu carta de linaje contigo —comenta sin mirarte—. Aunque no tengas mi piel, recuerda que tu aspecto tampoco es el de una elfa corriente —comenta mientras recorréis de nuevo los callejones que os llevaron a aquella taberna—. En la Puerta son bastante cosmopolitas, pero no bajes la guardia.

Durante ese trecho, Aldafein también contesta a tus últimas preguntas. Es pasada la media tarde y en las calles de la Ciudad Alta a las que vais a salir probablemente haya aún bastante gente paseando, chismeando o haciendo negocios.

Notas de juego

Haz las preguntas que quieras, porque Aldafein tiene la intención de despedirse. También hazme saber, de un modo u otro, lo que planea hacer Aishël a continuación, con lo que queda de tarde y de noche.

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28/09/2016, 03:08
Aishël
Sólo para el director

Al escuchar lo que él decía de la carta, se palpo instintivamente y sutilmente el pecho, donde llevaba el anillo de su casa colgado de un cordoncito, normalmente lo llevaba oculto bajo sus ropas, como en este caso y simplemente asintió, si era cierto que su aspecto era algo... exótico, quizás después de todo sus raíces le sirviesen para algo más que para recordar.

-Y eso es todo ¿no? vienes para despedirte nuevamente ¿desaparecerás otros 50 años?- lo miro, con algo de tristeza quizás -¿sabes que?- recordó cuando le aconsejo que si viese un drow saliese corriendo, pues no habría solo uno -He visto un drow y no he salido corriendo, quizás he olvidado lo que me enseñaste y necesite un refresco-sonrió, luego negó con la cabeza -Creo que tenemos ambos asuntos que atender- se acerco y beso aquella mejilla oscura, como la que besa a un hermano -espero que nos volvamos a ver pronto, morenito- se despidió de él, guiñándole un ojo.

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28/09/2016, 03:08
Ciudad Alta, día

Aldafein sonríe encajando deportivamente tus bromas sobre los cincuenta años y sobre los drows, pero ahora está distraído, preparándose para retomar del todo su papel: antes de que pueda responderte nada, le plantas un beso en la mejilla, lo que, para tu recocijo, deja sin palabras a esa boca que siempre ha tenido una respuesta hiriente lista para ti. Tras despedirte, seguramente satisfecha, avanzas unos pasos internándote en una calle mayor, comprobando peligros a la vista. Cuando vuelves a mirar hacia atrás, ya no le ves: ahí sólo hay un viejo mendigo encorvado que se aleja de ti, agitando su taza de peltre hacia los transeúntes, que se preguntan cómo diantres ha entrado alguien así en la Ciudad Alta.

Aún queda un rato para el ocaso, aunque la fina llovizna y las nubes persisten, ensombreciéndolo todo. Sola de nuevo, ya tienes claro a donde vas a ir: por grande que sea el peligro que pende sobre esta ciudad, y por decidida que estés a ayudar, tu corazón tiene claras cuáles son tus prioridades. Si vas a estar una temporada viviendo en la Puerta, debes dejar antes resueltos los asuntos que tienes pendientes en tu «casa», tu cueva en el Bosque de la Capa. La loba a la que cuidaste de sus heridas probablemente ya esté sana y pueda volver a ocuparse de sus lobeznos, pero necesitas comprobarlo. En tres o cuatro días probablemente estés de vuelta. ¿Qué es lo peor que podría pasar?

En todo esto piensas al dirigirte a la puerta de la muralla más apropiada para tu viaje, que no es aquella por la que llegaste esta mañana -la del Dragón Negro, la del noroeste-, sino la que llaman «del Basilisco», al este. Mientras caminas, pensando sobre cuál puede ser tu mejor plan de acción (¿partirás ahora mismo, cuando apenas falta una hora para el ocaso, para caminar de noche y volver cuanto antes? ¿O pasarás la noche en la ciudad y saldrás mañana temprano?), te percatas de las miradas que te echa la gente. ¿Es porque te reconocen del Amplio? ¿O es por tu peculiar aspecto?

También escuchas aquí y allá sus conversaciones, mientras atienden sus negocios. El tema más frecuente es la muerte del duque Adrian, sus extrañas circunstancias y sus posibles consecuencias. La mayoría culpa a los extranjeros, ya sea potencias como Elturgard o Amn, ya a los emigrantes calimshitas que desde hace años se han ido instalando en los arrabales de extramuros, huyendo de la guerra y «trayendo consigo sus cultos demoníacos», según oyes. (Muchos atribuyen la transformación del duque a la brujería del sur, por ejemplo.) Los hechos del Amplio se repiten aquí y allá deformados: un monstruo mató al duque, aquel monstruo medía cuatro metros, el monstruo volaba, el monstruo y los asesinos mataron a cientos de personas, los asesinos gritaban cosas en idiomas extraños, los asesinos eran «de la Cofradía»...

Notas de juego

En base a lo que hablamos en el off topic.

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28/09/2016, 03:10
Aishël
Sólo para el director

Todo aquello iba de mal en peor, no le gustaba ser observada, de hecho le gustaba más pasar desapercibida, cosa que conseguía rara vez, por su aspecto exótico hasta para una elfa.

Miro al cielo, estaba casi al caer la noche, no era algo que la preocupase demasiado, conocía bien los caminos, pero casi seria mejor llenar el estomago y dormir un poco, salir mañana repuesta, haría el camino más rápido.

Decidio dirigirse hacia una posada donde poder tomar algo, asearse e irse a descansar cuanto antes. No necesitaba dormir, pues lo elfos no dormían, pero si algo de tranquilidad y reposo para sus músculos y articulaciones.

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28/09/2016, 03:10
Ciudad Baja, día

Era de esperar, joven en Aishël: en esta ciudad populosa, lejos de tu bosque -donde eres la ama y señora de tu vida, prácticamente sola todas las decanas- y también de tu hogar natal -donde las comodidades de tu familia te permitían ignorar al resto-, es normal que te sientas incómodamente observada. Pero esto es Puerta de Baldur: por mucho que te miren al pasar, mañana tu recuerdo se habrá confundido con el de cien extranjeros más.

Siguiendo tu camino, pero ya buscando alojamiento, llegas a la Puerta de Balduran, lugar que da nombre a la ciudad y punto de paso en la muralla interna que divide la ciudad en dos partes: la Ciudad Alta, de la que vienes, con sus calles limpias, sus edificios y su ambiente opulento y refinado; y la Ciudad Baja, más prosaica, ruidosa y ajetreada, pero sin ser pobre. En un lado, la puerta está custodiado por hombres con los familiares tabardos rojinegros de la Guardia; en el otro, los soldados visten tabardos rojos con un puño gris en llamas y parecen más ariscos. A estas horas, las calles ya están un poco más vacías, pero aún así te maravilla el ajetreo, el tráfico, la actividad. Un enano ha tratado de venderte comida de tapadillo, y en una plazoleta te has encontrado a un grupo de acróbatas. ¡Incluso unos pilluelos han tratado de robarte otra vez! Por suerte, les pillaste antes de que lo consiguieran. Quizás la actividad se deba a que es el Día del Retorno, pero algo te dice que no: la gente parece acostumbrada.

Caminando en busca de un alojamiento cerca de la Puerta del Basilisco, una voz te interpela desde un lado de la calle:

Eh... uh... Oye... —Hipo.— ¡Tú eres la elfa del Amplio! ¡Yo estaba allí!

El dueño de la voz es un humano borracho que parece estar tomando el aire a la puerta de una taberna. El cartel del local muestra el rostro de expresión triste de una dama cantando, aparentemente una elfa. Es un edificio de dos pisos, grande y de elegante construcción, aunque algo deteriorado por el paso de los años. Parece antiguo. Quizás aquí te puedan decir de algún lugar donde pasar la noche*. Del interior llega el fuerte ruido de numerosas conversaciones, pero no música.

Si buscas a... —Hipo.— ...tus amigos, se acaban de... —Hipo.— ...largar por allí —te dice el borracho, señalando en dirección Puerta del Basilisco.—. Pero si buscas compañía para... —Hipo y sonrisa lasciva.— ...esta noche, yo puedo ser tu amigo...

Notas de juego

* Una taberna no ofrece camas.

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28/09/2016, 03:11
Aishël
Sólo para el director

Paseaba por las calles de aquella cuidad abarrotada de gente y realmente se preguntaba como era posible que pudiesen vivir así, con tanto ruido, tanta gente, ese alboroto... suspirando echaba de menos la tranquilidad y los sonidos relajantes de su bosque, el aire limpia y refrescante. Mientras seguía inmersa en sus pensamientos, escucho una voz que la llamaba, al volverse se llevo una desagradable sorpresa. Un humano, aparentemente con más alcohol que sangre en su cuerpo, la había reconocido, iba a asentir a que si era al elfa, cuando escucho el segundo comentario del hombre, por lo que se paro en seco antes de asentir y levanto una ceja mirándolo -No gracias... es usted muy amable, pero prefiero pasar la noche sola- sonrió y sin más entro a la taberna a ver si podían informarla de algún sitio donde pasar la noche.