Partida Rol por web

Asesinato en Puerta de Baldur

Aventura | 6. La pista de la alquimista (SUSPENDIDA)

Cargando editor
01/04/2018, 13:50
Yssra Brackrel

Por la rendija de la puerta, un rostro de muchacha, tiznado y atento, se asoma prudentemente. Sus dedos, finos e igualmente manchados, se aferran al borde de la puerta. Dos ojos brillantes y grandes os examinan extrañados, primero a ti, Rotryn, luego a tus cuernos ocultos en el turbante, y finalmente a los demás. Lleva el cabello recogido en un gorro de trabajo, apenas un saco de tela. Dos orejas puntiagudas indican la presencia de sangre élfica. Parece bajita. Del interior, o quizás de la propia chica, os llega el olor de sales esenciales y otras sustancias alquímicas. Detrás de ella, suena un suave borboteo constante.

¿Sí? —pregunta con vocecilla asexuada—. ¿Qué desean?

Notas de juego

Es mediodía.

Cargando editor
02/04/2018, 18:54
Caedwyr

Me abstengo de hacer comentarios, no es mi labor de momento, pero...¿Esta chiquilla una agente? ¡Pero cómo va a ser una peligrosa enemiga de Puerta de Baldur esta pequeña medio elfilla!

Niego con la cabeza levemente. Luego miro por los alrededores otra vez, como si alguien nos estuviera gastando una broma. Finalmente, recuerdo unas palabras de mi viejo mentor...

«Nunca te fíes de las apariencias, pedazo de alcornoque. Siempre lo haces y siempre tengo que corregirte»

Cargando editor
04/04/2018, 15:07
Rotryn

"Buenos dias" - responde el tiflino con parsimonia.

"Estamos buscando a Yssra Brackrrel, la mejor alquimista de la cuadra..."
Dejó que sus palabras calaran un par de segundos y luego esbozó una sonrisa.

"Debe ser usted, nos habían dicho que podíamos encontrar precios convenientes si veníamos directamente a usted, una persona tan afamada en esto de la alquimia, y , debo decir, es una satisfacción personal tenerla tan cerca..."

"Ahh..pero que maleducado soy... mi Nombre es Rotryn, a su servicio, yo y mis compañeros acá andamos en busca de algo interesante.."

Nuevamente esperó unos segundos para ver la reacción de la alquimista.

"Podría atendernos? o la importunamos?"

Notas de juego

La idea es ver como reacciona a este primer encuentro y despues ir avanzando.

Cargando editor
05/04/2018, 01:54
[X] Rees

Debido a su pequeño tamaño, alguien poco familiarizado con los halflings podría pensar que es frecuente que pasen desapercibidos. Sin embargo, esto sólo es cierto a medias: aunque sí son más difíciles de percibir cuando se lo proponen -cosa de la que suelen sacar partido-, su proverbial curiosidad suele hacerles protagonistas de accidentes e incidentes, razón por la que los demás habitantes de Faerûn han acabado desarrollando un instintivo estado de alerta ante su presencia. Quizás por este motivo, y para tranquilizar a la sospechosa, para cuando la puerta se abre Rees ya está bien visible junto a Rotryn.

Buenos días, señora. O buenas tardes ya —saluda sonriente y educado—. Yo soy Rees.

Al saludar, con una mano mantiene su libro de mago -que lleva en una bolsa al hombro cuya correa le cruzan el pecho- fuera de la vista de la joven. Quizás, no sabiendo qué opinión tiene la hechicera sobre los magos, prefiere no hacer ostentación.

Cargando editor
05/04/2018, 01:56
Yssra Brackrel

Oh, ¡sí! Claro… ¡Sí! —contesta Brackrel cortés aunque tímidamente—. ¡Pasen, pasen!

Sus acciones acompañan a sus palabras, pues al momento os abre la puerta del todo y con gestos os invita a la amplia estancia rectangular que es la vivienda. El olor alquímico se vuelve más fuerte.

S-siéntense, por favor, ¡sí! —os pide mientras se quita sus guantes de tripa. Podéis ver que viste un sufridísimo mandilón de tela que le llega casi a los zapatos.

Con un movimiento apresurado, la mujer aparta un par de prendas de ropa de las banquetas que flanquean una mesa central rectangular y las tira sobre un jergón que hay a vuestra izquierda, contra la pared. Unas cortinas permiten aislarlo del resto de la estancia. Siguiendo esta pared de la izquierda, larga y alta, veis un hogar sin fuego donde se aburre una pota. Platos sucios, papeles y nabizas ocupan la mesa central. En cuanto a la pared de la derecha, larga también, es mucho más baja que la otra, pues el techo -es decir, el tejado del edificio- cae de izquierda a derecha. En esta otra pared se abren dos pequeñas ventanas y contra ella se alinean baúles, cestas y estanterías bajas con aperos comunes y materiales de todo tipo. Por último, frente a vosotros y a la puerta, unas cortinas bastas y pesadas cuelgan de una viga, cruzando la vivienda de una pared larga a la otra y creando así un espacio privado al fondo.

Ahora estoy con ustedes, ¡sí! —os dice Brackrel, que quita torpemente el polvo de las banquetas y, a continuación, desaparece tras las cortinas que dividen la vivienda.

La mitad izquierda de este telón está extendida y no permite conocer que hay tras ella. De ahí procede el borboteo, y ahora también oís a vuestra anfitriona tararear algo. La mitad derecha, en cambio, está recogida: estantes y un mesado con velas, redomas, potas, estantes, frascos, códices, cuencos y papeles dibujados son visibles al otro lado.

Notas de juego

¿Qué hacéis?

Cargando editor
12/04/2018, 18:53
Caedwyr

Echo un atento vistazo, moviéndome con placidez disimulada por la habitación. ¿Habrá algo incriminatorio a simple vista? ¿Podría llegar a ser tan despistada una agente enemiga?

— A este ritmo, no va a haber niños suficientes en toda la Puerta —dejo caer en voz baja, pensando en el conseguidor y sus retoños.

Al cabo de un rato breve dejo de moverme, pues no creo que lo logre en excesivo silencio con tanta armadura. Allí parado al lado de mis camaradas, escucho los borboteos y demás ruidillos. La primera impresión visual acerca de Yssra no es la que esperaba.

—¿Y qué decimos? —susurro— ¿Tenéis algo en mente? Ella no…

Me callo por un momento. ¿Quién me dice que, en su propia guarida, una hechicera no tendrá medios de escuchar lo que se dice a sus espaldas? ¿Aunque sea en susurros?

- Tiradas (2)
Cargando editor
13/04/2018, 12:35
Paso del Draco, día

En el breve rato que esperáis, durante el cual Ysrra canturrea detrás de las cortinas, tú, Caedwyr, no encuentras con la mirada nada que te llame la atención. Lo que ves es lo que esperarías encontrar en la casa-laboratorio de una alquimista, y de una bastante pobretona, por cierto. Desde luego, no parece haber nada por la habitación que la incrimine.

Cargando editor
13/04/2018, 12:35
Yssra Brackrel

Finalmente, el borboteo se apaga suavemente y vuestra anfitriona/sospechosa se presenta ante vosotros sin su mandilón y sin su gorro. Viste ahora unas ropas corrientes de color verde y lleva el pelo suelto, lacio y algo despeinado. No sólo es de corta estatura, sino también delgada como una anguila, de lo que se deduce que no debe de comer muy bien.

Sí… ehm… ¿Y bien? —os pregunta una vez sentada a la mesa con vosotros. Os mira con los ojos bien abiertos y brillantes, como si fuerais un fenómeno de estudio. Especialmente, a Rotryn—. ¿Qué es lo que están buscando?

Ante vuestro silencio y aparente indecisión, que espesan el ambiente, Ysrra se revuelve en su asiento, incómoda.

Cargando editor
13/04/2018, 13:17
[X] Rees

Rees te mira con inquietud, Rotryn: después de verte tomar la iniciativa momentos antes, Rotryn, probablemente ha esperado que tú lleves la voz cantante. Al cabo de unos instantes de silencio, el halfling carraspea.

Ehm... Estamos buscando... hm... Sí, estamos buscando... —Está improvisando. Su mente busca algo a lo que aferrarse.- Ah, sí: una poción de resistencia. —Sonríe. Os mira, Rotryn y Caedwyr: es lo que tú, Rotryn, le pediste al mercader en la calle.— De resistencia al relámpago. Eso es. Hemos oído hablar de usted y hemos pensado que podría ayudarnos.

Cargando editor
13/04/2018, 13:23
Yssra Brackrel

Ahora es Ysrra la que enmudece brevemente.

¿Una poción de resistencia al relámpago, sí? —pregunta, no sabéis si incrédula o algo azorada, pero sin dejar de miraros con sus enormes ojos—. C-creo que se han equivocado, sí: para hacer una cosa así hacen falta un saber y unos poderes que yo... uhm... B-bueno: no tengo. No.

Para no perderos como clientes, Yssra continúa hablando, desgranando de forma algo desordenada todo lo que os puede ofrecer: ácidos, colas, espabilantes, narcóticos, fuego de alquimista, piedras tronantes, ahumadera... [1]. Productos, como explica ella, cuyas propiedades se derivan de las de los propios materiales que la componen y de los procesos alquímicos a los que los somete, y no de energías mágicas. Os da a entender, sin embargo, que ella es maga. Maga y no hechicera, como os dijeron. Parece que vuestro patrón no tiene los mejores informadores, o que los métodos de sus "interrogadores" no son perfectos.

Cargando editor
17/04/2018, 13:37
Caedwyr

¡Una maga! Pues no es lo mismo, por todos los dioses. La impaciencia empieza a hacer mella en mi persona. Dejo caer el peso del cuerpo en una pierna, luego en la otra…

—¡Basta!

Avanzo un paso hacia Ysrra. Hay que hacer un movimiento audaz o no sacaremos nada de éste encuentro y el tiempo apremia.

—Escúchame señorita, sabemos que estás metida en algo turbio. Pareces buena chica, así que tal vez haya posibilidades reales de que salgas bien librada, pero has de colaborar con nosotros. Responde a unas preguntas con sinceridad y te doy mi palabra de que habrá una oportunidad de redimirte esperándote.

Antes de esperar siquiera la reacción de mis sin duda asombrados camaradas, miro fijamente a Ysrra.

—¿REalmente te importa el bienestar de la gente que te rodea, el pueblo de Puerta de Baldur? 

Solo es el comienzo, a ver en qué acaba esto.

- Tiradas (3)

Notas de juego

He tirado (con mala fortuna, leches) persuasión para ver si mi bravata le influye algo, y perspicacia para estar atento a sus reacciones. Intimidar, por si valía de algo, pero los dados me han jodido a base de bien.

Cargando editor
20/04/2018, 00:48
Rotryn

El tiflino se vio complicado por un momento cuando Rees intervino. [*] El mediano le había sacado de un embrollo. Su aplomo anterior había fallado por poco, pero Rees le había ayudado. Se propuso felicitarlo luego por ello.

Algo le complicaba en su cabeza, sentía nuevamente esa presencia, esa maldad (?) que no lo dejaba concentrarse completamente en lo que hacía. No sabía si eran los vapores malolientes u otra cosa, pero su cabeza empezó a recordar: el mar, el fuego rodeándolo, la voz... Esa voz...

Repentinamente, la voz de Ysrra, ya un poco azorada, lo sacó nuevamente de su ensoñación. [*] Lejos, muy de lejos aún sentía su propia voz resonar entre calderos humeantes, burbujeantes y un calor atípico, que sentía pero que no lograba hacerle daño. Mientras intenta volver a concentrarse, le queda algo claro: Ysrra no es hechicera, sino maga... como, al parecer, el pequeño Rees.

Ok, entonces, si la información que teníamos no es fidedigna, entonces deberemos enfocarnos en otra estrategia, pensó.

-Ent...

Su frase no alcanzó a salir. [*] Caedwyr había explotado. Rotryn se sobresaltó.

-Pero tranquilicémonos... -Ya era tarde, el plan de subterfugio ya se había estropeado.  Repentinamente, la voz resonó en su cabeza: "Stroggnofghar". El tiflino se paralizó un segundo para después continuar.- Señorita, dejándonos de rodeos, hay algunas cosas que necesitamos preguntarle...

Caedwyr había tomado la inicitiava, y él le seguiría el ritmo. Le miró e instó a que continuara, asintiendo levemente con la cabeza.

Notas de juego

[*] Nota del DM: Tan sólo he borrado las citas a los otros posts. Prefiero que no haya citas. Ya veis que se puede hacer igual.

Cargando editor
20/04/2018, 22:39
Yssra Brackrel

Cuando tú, Caedwyr, avanzas hacia ella y alzas la voz con exasperación, Ysrra, recién sentada a la mesa, se echa para atrás, luego se levanta y finalmente retrocede un paso. Su delgado cuerpo se ha plegado, como un muelle, a la defensiva.

¿Q-quiénes sois vosotros? ¡S-sí! ¿Q-queréis? —pregunta, mirándoos a todos, pero sin dejar de atender a Caedwyr. Entonces, reuniendo el valor suficiente, se yergue y os suelta:— N-no sé de qué habláis: ¡yo m-me dedico a la alquimia, sí! N-nada más, no —Os señala la puerta.— N-no traten de hacerme daño, no... Se d-defenderme.

Una mano se va sutilmente hacia su cinto, pero ahí no encuentra nada. Trata de ocultar su contrariedad. Rees te mira atento, Caedwyr, preocupado quizás, a lo mejor preguntándose a donde puede llegar todo esto.

- Tiradas (3)

Notas de juego

El intento de intimidación/persuasión de Caedwyr ha salido algo rana, y no ha averiguado nada sobre ella tampoco, pero Yssra no se ha vuelto hostil... aún. ¡Adelante, clérigo! XD ¡Despliega tu diplomacia / rudeza!

Cargando editor
21/04/2018, 23:28
Rotryn

"Ysrra, tranquilízate, por favor, de verdad, no tenemos para que conversar en estos términos, pero tenemos información sobre ti, que pudiera impactar a los habitantes de Puerta de Baldur, y mi amigo acá presente ha dicho la verdad."

Se relaja, y mira a la interpelada.

"Todos acá somos personas adultas que quieren conversar, y repito, NO se nos ha pasado por la cabeza hacerte daño. Entiende eso por favor".

Una vez Yssra le presta atención y parece relajarse, le da el paso a Caedwyr nuevamente, tomándolo de un hombro y relajándolo a la vez.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Persuasión para que entienda que esto no es un asalto, y que solo queremos conversar. vaya tirada :)

Cargando editor
22/04/2018, 12:00
Yssra Brackrel

Quizás por contraste con tu aspecto demoníaco, tus palabras, Rotryn, parecen sonarle a Yssra sorprendemente sensatas y amables, pues al escucharte, parece tranquilizarse.

N-no sé que pensáis que he hecho, p-pero… No he hecho nada, ¡no!

Es obvio que no baja completamente la guardia, pero os atiende y parece dispuesta a escuchar lo que tengáis que decirle.

Cargando editor
24/04/2018, 18:57
Caedwyr

Me paso la mano por la frente y suspiro teatralmente. Ha salido mal, por los dioses que no ha cedido la muy…

—Cierto amigo mío, lamento mi salida de tono, pero es que hay tanto en juego…

Miro fijamente a Yssrra. No sé qué pensar de ella, solo que, a partir de ahora, ya no pasaremos desapercibidos a menos de un kilómetro de su persona. Por otra parte, el subterfugio no es lo mío, más bien dar la nota allá por dónde voy. Tal vez sea lo mejor.

—Mi buen colega tiene razón, Yssrra Brackrel. No te haremos ningún daño si demuestras, remarco «demuestras», ser inocente. Ahora bien, quisiera que me explicases por qué rayos y truenos tu nombre figura en una lista negra, no diré de quién. ¡Responde, por Torm!: ¿Tienes enemigos? ¿Qué sabes acerca del Gremio? ¿Alguien que podría desear incriminarte injustamente? ¿Con quién tienes tratos? ¿Eres informadora, espía, metomentodo? —Cojo aire, respiro—. ¿Que no has hecho nada, dices? ¡Pues serás la única en toda la ciudad!

Me acerco a ella, pero sin pretender parecer amenazante.

—Podemos ayudarte si crees que te has metido en líos. Incluso, si colaboras y no nos mientes y dejas de hacerte la tonta, podemos sacarte de la miseria y hacer que tu nombre sea pronunciado con respeto. Si nos mientes o traicionas o me entero que actúas en contra del bienestar de MI ciudad, te juro que lo sabremos y darás con tus huesos en las mazmorras o en algún sitio peor.

Me yergo y atuso los bigotes. Mi diplomacia no da para más en estos momentos, aunque el aspecto desvalido de la muchacha me hace suavizar la expresión.

- Tiradas (2)
Cargando editor
25/04/2018, 23:58
Yssra Brackrel

Yssra se ha mantenido alerta mientras te calmabas y la observabas, Caedwyr. Luego, te ha mantenido la mirada mientras le has explicado tus exigencias y tus promesas, sin hablar, sólo apartándola para vigilar tus movimientos, Rotryn, y los de Rees. Al final, cuando han llegado las nada veladas amenazas, los dos habéis notado como se ha tensado. Ahora se remueve inquieta en el sitio. Está genuinamente asustada, quizás esperando un ataque que no acaba de llegar.

B-bien, sí… —Se relame los labios. No baja la guardia.— C-contestaré a vuestras preguntas… aquí, en mi casa... Hablaré y trataré de daros lo que me pedís. P-pero antes… ¡Quiero que tú jures! —¡Te señala a ti, Caedwyr! Te habla con nerviosismo, pero también con cierta rabia.— Q-quiero que jures por Torm que no me vais a hacer daño y que me vais a dejar en paz luego... ¡Que no me va a pasar nada! Hazlo o… o… ¡O no diré nada!

La joven parece muy decidida a hacer valer sus condiciones.

Cargando editor
26/04/2018, 06:42
Rotryn

"Vamos chica, no te juzgamos ni por tu apariencia ni por lo que haces, si es que no afectas al pueblo de esta ciudad..."

"No estamos acá como embajadores de violencia, sino es que queremos esclarecer las cosas que nos han informado y en las cuales se te tiene por miembro de esa asociación ilícita..."

"Te dijimos anteriormente que no te haríamos daño y mantendremos esa promesa. Sin embargo, tienes que entender que queremos ayudarte, como dijo mi compañero, a que tu nombre salga libre de cualquier especulación u asociación que hayas hecho ya sea por inocencia o ignorancia.."

"Tampoco te podemos prometer que, si has cometido alguna atrocidad, no serás enjuiciada, sino mas bien, que te ayudaremos en lo que podamos, y vaya que si podemos hacer cosas por ti nosotros..."

"Pero para todo aquello, necesitamos tu honestidad" - Rotryn arrastra la ultima palabra para que cale en la interpelada.

Luego de un segundo, que parece eterno, continua.

"Ahora cuentanos, por que crees TU que tu nombre figura en una lista negra?" - sin dejarla aun hablar prosigue con su siguiente pregunta.

"Tienes algún enemigo que te quiera inculpar? que busque hacerte daño?"

"Cuentanos todo lo que sepas acerca del gremio, si eres tan amable..."

Rotryn mira a Caedwyr, le hace un gesto para que nuevamente se tranquilice y prosigan con el improvisado interrogatorio.

- Tiradas (1)
Cargando editor
26/04/2018, 19:45
Caedwyr

Escucho la intervención del tiflino y me quedo pensativo un momento. ¿Debo jurar por El Leal en este caso, me atreveré a ello? Desde luego, si lo hago, de ningún modo puedo faltar a mi palabra, por mucho que luego me arrepienta. En fin, cada paso por el barro entraña sus peligros, no puedo echarme atrás en esto. Gesticulo hacia Rotryn, para dar a entender que estoy calmado.

—Está bien, muchacha —me siento incómodo, carraspeo—. Juro por Torm que, si hablas con honestidad (y Torm se encargará de juzgarte en eso), no te haremos daño y te dejaremos en paz.

Miro a Rotryn y luego a Rees fijamente.

—Amigos, es mi juramento (por insustancial que parezca la situación) y estoy obligado a cumplirlo, como sin duda sabes. Esto se extiende a los aquí presentes, pues en este asunto estamos todos. No tomaré el nombre de mi Señor en vano.

Apenas me he dado cuenta, pero el caso es que el símbolo de Torm se halla bien aferrado en mi mano diestra, en alto como remarcando lo acontecido.

—Bien, ¿satisfecha? Pues ahora habla, Ysrra Brackrel. 

Cargando editor
28/04/2018, 13:23
Yssra Brackrel

Tus maneras, Rotryn, y, sobre todo, tu juramento, Caedwyr, consiguen que Yssra se calme y relaje la guardia. De hecho, hasta vuelve a su asiento, soltando un profundo suspiro. Rees os mira con alivio, aprobación y expectación, todo junto a la vez, y a ti, Caedwyr, te asiente para que sepas que respetará tu juramento.

¡Vale! Os contaré lo que queráis… ¡Pero no soy de la Cofradía, no! ¡Lo juro! —exclama suplicante, mirándoos—. Sólo... Les hago muchos trabajos...

A las Arañas —interviene Rees, recordando el nombre de la banda a la que pertenecían los rufianes con los que os las visteis ayer: «las Arañas de Paso Norte».

Sí… Pero ellos no son nadie, no —comenta con resignada despreocupación—. La Roca vigila el Paso, la mitad sur es territorios de las Ratas de Villa Ribera… y la gente de Canciones Gemelas es muy independiente... Hay un sacerdote de Tempus al que siguen los vecinos. No quieren saber nada de la Cofradía, no.

Tú, Caedwyr, sabes quién es ese personaje: recuerdas que tu madre te contó, cuando hace unos días la volviste a ver, que alguien había matado a un chico del barrio y que el clérigo, Ferral, había reunido a los vecinos y habían linchado a un oriental por ello.

Chica: si trabajas para ellos, eres de la Cofradía —comenta Rees, tratando de que se centre y suelte la información.

¡No! —protesta—. No sabéis cómo funciona. Vale: escuchad bien…

Durante largo rato, escucháis e interrogáis a Yssra. Según ha entendido, la Cofradía tiene una estructura en varias capas. En la cúspide están los capos, los jefes de las bandas, que controlan el territorio de la banda. El capo de las Arañas es un tipo al que llaman Tajada. Por debajo de ellos están los agentes, que son la columna vertebral de la organización, la élite, los hombres más peligrosos y de más confianza de los capos. Los agentes supervisan el día a día de la organización, dirigen a los hombres e intervienen si es necesario. Un tercer nivel lo forman los ejecutores, el músculo de las bandas, quienes hacen el trabajo duro, ingrato y cotidiano. Gente de fiar. Y, finalmente, los «zarpas», los criminales de poca monta: carteristas, estafadores, matones de callejón, corredores de apuestas… Son la Cofradía para la mayoría de la población, aunque es sabido por muchos que la Cofradía simplemente les protege porque sus crímenes distraen a la Guardia y al Puño mientras los ejecutores hacen el negocio real. Los zarpas son la última mierda de las bandas, prescindibles.

¿Y tú dónde encajas en todo esto? —presiona Rees, haciéndose eco de vuestras propias preguntas e intereses.

Se piensa lo que va a decir antes de decirlo.

A ojos de la Cofradía, todo el mundo tiene un lugar. Ellos dividen a la gente en tres grupos…

Para la Cofradía, la gente fuera de las bandas se dividen en liebres, clientes y peones. Las liebres son las personas que no tienen ninguna relación con la Cofradía, salvo ocasionalmente ser víctimas de sus negocios o de los zarpas. Son potenciales clientes. Los clientes, en cambio, son la gente «en deuda» con la organización: tenderos que no pagan, jugadores que se han endeudado literalmente con ellos, o cualquiera al que la Cofradía haya hecho un favor.

Aquí, en los arrabales, todos los artesanos y comerciantes son clientes. Todos, sí —dice con énfasis, como no queriendo decir más por miedo a que alguien la oiga—. La Cofradía es la que mantiene el orden y la gente paga —se encoge de hombros—. En la ciudad, en cambio —añade—, la Guardia y el Puño son la ley, así que la Cofradía tiene muchos menos clientes. Pero tiene, sí.

—¿Y los peones? —interviene el mago.

Yssra suspira profundamente.

—Yo soy un peón.

Los peones son personas a las que la Cofradía paga por unos servicios continuados. También se los llama «activos», una palabra del mundo de las finanzas que quiere decir «recursos». La mayoría de los peones son trabajadores -estibadores, camareros, etc.- y mendigos que hacen de informadores, pero también hay gente poderosa: oficiales públicos corruptos, jueces, soldados, guardias, sacerdotes y, según se dice, incluso miembros del Parlamento.

Les hacemos falta, sí, pero no se nos cuenta nada que no necesitemos saber...

¿Entonces cómo sabes todo esto? —pregunta Rees.

Al principio, no fui consciente de que estaba tratando con la Cofradía, pero los pedidos se fueron haciendo más... turbios —se remueve incómoda en la banqueta—, y no tardé en sumar dos más dos, no. Con el tiempo, cogieron confianza y empezaron a hablar abiertamente de sus asuntos conmigo delante.

¿Qué me dices de Nuevededos? —insiste vuestro compañero halfling.

¿Nuevededos? ¿El maestre cofrade? ¿La mente brillante que mantiene unidos a los jefes de las bandas y que está detrás de las principales operaciones de la Cofradía y su auge? -A la mestiza se le escapa un bufido de burla.- ¡Eso es una leyenda, sí! Un cuento karaturiano. Los capos son los que mandan, punto. Se dieron cuenta de que les sale mejor colaborar. —Se encoge de hombros.— Quizás alguno mande más que los otros… No sé, no —niega con la cabeza.

Rees os mira, Caedwyr y Rotryn, esperando vuestras propias preguntas.

Notas de juego

Asumo que le preguntáis, le tiráis de la lengua, le escucháis, le corregís... Lo propio de una conversación. Me detengo aquí para daros pie a que preguntéis.