Partida Rol por web

Por fortuna esquiváis el coche que viene a toda pastilla y os incorporáis a tiempo de ver cómo va en línea recta directo hacia el surtidor de gasolina que hay en medio de ambos comercios, estrellándose frontalmente y provocando una tremenda explosión.

La deflagración rompe puertas, ventanas y cristales cercanos Genera un ruido enorme que hace que os piten los oídos y la onda expansiva os sacude con fuerza, os tiraría al suelo si no estuviéseis ya en él. Salís de una nube de humo y os metéis en otra. Cuando por fin os levantáis, la zona entre ambos comercios está ardiendo y veis a varias personas que de Spanky´s arrastrándose, seguramente heridas.

A vuestra espalda ahora en la dirección en la que venía el coche, se acerca un 4x4 a gran velocidad y detrás medio centenar de personas a pie, caminando muy despacio, penosamente.

¡¡Ahi vienen más de esos...!! -grité, señalando a la masa de personas que venía detrás de nosotros junto a un vehículo todoterreno-. Será mejor que vayamos al Spanky o al taller de coches... Mejor a éste último, y veamos si hay algún coche disponible... ¡Tenemos que ser rápidos! -dije, levantándome como pude y comenzando a ir al trote hacia el taller. ¡Venga, creo que podría arrancar alguno haciendo algún empalme con cables! -dije esperando que los tres me siguiesen. Lo cierto es que aquello era sinónimo de ir hacia la bola de fuego, pero en realidad el taller no había ardido... aún.

Sue también empieza a levantarse, algo mareada pero sobretodo, aterrorizada. Saca fuerzas de donde no las tiene y va a por Bobby a quien coge de la mano y luego hacia Walter.

-Vamos venga, hay que encontrar un coche.-dice pero casi sin voz, ya no sabe cómo reaccionar. Una parte de ella sigue creyendo que esto es un tipo de pesadilla, pero hay otra parte que duda de ello y cuánto más rato pasa, más convencida está de la realidad.

-¡Venga Ian!

Bobby abre los ojos como platos ante la explosión, mirando a Ian. Él también quiere saber hacer empalmes con cables y otras cosas que suenan super molonas. La verdad es que Ian es super molón, todo el mundo le hace caso en las salidas de boy scouts. Y le dejan llevar navaja, ¡y el silbato de líder! Bua, eso sí que mola.

- Ian, ¿me enseñarás a hacer enpames con cables a mí también? -formula, trabándose un poco-. Yo soy muy rápido. Venga, hacemos una carrera hasta ese coche. Venga, verás qué rápido soy, Ian. ¿Vale, Ian, vale? ¡Preparados, listos, fuego, YA! ¡Piuuuuuum!

Y dicho esto, empieza a correr sin mirar atrás, esperando a que Ian no le adelante, directo hacia el taller y la bola de fuego.

¡Sí, Bobby! -le respondí gritando mientras miraba hacia atrás-: ¡Pero sólo si no te separas de tu hermano! ¡CORREE! -le grité al pequeño Scout-.

Echo a correr y acelero rapidamente para alcanzar a Bobby. Le cubro con un brazo para redirigirlo y estar entre Bobby y el fuego, pero sin parar de correr.

-Con cuidado, Bobby!

Siguiendo la idea de Ian, me pongo a buscar un coche adecuado, tal y como ha dicho.

Ya estan aqui... Pienso, visualizando a los que siguen al todoterreno.

Corréis a toda velocidad hacia los comercios. Por detrás el 4 x4 llega a vuestra altura y os adelanta, veis a un tipo moreno que os hace una peineta cuando pasa y grita algo que no entendéis.

Cuando llegáis a los comercios, os dais cuenta de que el taller se ha llevado la peor parte. Todos los cristales han reventado, las dos entradas están destrozadas y los coches del parking se ven bastante dañados, uno de ellos de ellos ha sido desplazado y tiene todas las ventanillas rotas. El otro está abollado y también tiene las ventanillas rotas. Hay un tercero que parece estar en mejores condiciones. El calor es insoportable aquí fuera, tenéis el fuego muy cerca y la nube negra os envuelve, no paráis de toser. No podéis quedaros aquí fuera mucho raro u os ahogaréis.

El tercero de los coches está casi intacto pero no tiene las llaves, está cerrado. Os asomáis al taller y veis tres cuerpos tendidos. Una mujer mayor tiene cristales y cascotes encima, está destrozada, inmóvil. Un poco más hacia dentro hay otra mujer más joven, despatarrada junto a la pared y en el centro del taller varias máquinas han aplastado a una tercera persona, un hombre de mediana edad.

No sabéis con certeza si están muertos o gravemente heridos.

Sue no se lo piensa dos veces, recoge una piedra o algo similar del suelo y trata de romper el cristal del vehículo para meter el brazo luego si no es peligroso y abrir la manilla desde el interior.

Ví que Sue se me adelantó en llegar al taller, más concretamente al coche en mejores condiciones*. Me gustaba la iniciativa de la chica. Desde luego, la masa de gente que venía detrás de nosotros, y ese tipo que pasó con el todoterreno no parecían muy alentadores. ¿Tiene llaves, Sue? ¡Míralo, por favor! ¡Creo que podría hacer un puente con los cables...! Creo... -añadí más bajito-.

Dejo a Bobby cerca del coche y le susurro, mientras saco la pistola.

-Voy a asegurar la zona. No te muevas de su lado, compañero.

Me separo de él para inspeccionar visualmente el interior del coche, y después el perimetro, buscando algun rastro de peligro.

A Bobby le han encomendado una misión. Y si algo tiene claro Bobby, es que él, las misiones, las cumple. Walt puede estar tranquilo. Frunce el ceño, levanta sus brazos como un boxeador, en guardia, y mira hacia los lados, dispuesto a defender el coche con su vida.

Mientras rompen la ventanilla y buscan las llaves, evalúas el entorno. El 4x4 se pierde por la carretera, pasando de largo de Spanky´s sin siquiera aflojar. El medio centenar de personas sigue caminando hacia vosotros, cada vez más cerca, despacio pero sin pausa, sin aflojar.

Ves a una persona en Spanky´s que viene caminando hacia vosotros, se trata de una mujer de unos sesenta, que viene andando muy muy despacio. Parece estar herida, tiene las piernas dobladas hacia dentro, como si tuviese algún hueso dislocado o roto. También te fijas en que lleva la ropa destrozada. Los heridos del taller también se mueven. La mujer mayor que tenéis más cerca está levantándose poco a poco y la chica despatarrada mueve las piernas y trata de incorporarse.

¿Deberíais ir a ayudarles?

Abres el coche con cuidado de no cortarte con los cristales de la ventanilla. Empiezas a buscar frenética las llaves. No están puestas. Empiezas a rebuscar en la guantera, en los parasoles de arriba, en las alfombrillas, en todos los asientos, en todos los compartimentos del coche...

Veis claramente cómo además de acercarse cada vez más la gente que viene por la carretera, las dos mujeres heridas del taller empiezan a moverse. La mujer mayor que tenéis más cerca se está levantando poco a poco y la otra mujer intenta incorporarse. Quizás estén heridas y necesiten ayuda. Mientras tanto Sue está buscando las llaves del coche tras haber roto la ventanilla y Walter hace un barrido con la pistola y otea el horizonte, también se ha dado cuenta en que las mujeres se mueven.

-No hay llaves...¡Ian, trata de arrancarlo!- dice muy rápido saliendo del coche para que el monitor pueda acceder a la caja de cables desde el asiento del conductor- vamos por favor, inténtalo.

En cuanto Sue salió, apelando la necesidad de encender ese gran cacharro de la manera más burda, no dudé en introducirme en él. Entonces me agaché, miré bajo el volante y traté de rascar con las uñas la placa acolchada donde estaban los cables electrónicos del arranque. Una vez logré divisarlos, traté de buscar los dos cables exactos que lo harían arrancar...

El ve,ve,verde... con el... ¿rojo? Noo... Ian, ¡no! -me decía a mi mismo-. Tras empalmar con la mano algunos cables que había pelado a base de tirar de ellos, aquello no arracaba... Que no, que no ¡Sue! ¡Ni trata de Arrancarlo ni por Dios! -grité desesperado, faltando a mi calma como sí lo hacía con los chavales Scout-.

-Cuidado, hay más gente herida. Es como en el accidente...

Con la lección de la prudencia aprendida en la autopista, mantengo las distancias con los heridos que no hacen gestos de dolor.

Busco algo que usar como arma y para apartar a quien intentase liarse a dentelladas con nosotros. Como una pata de cabra o una llave inglesa bien grande.

-Ian, creo que tenías razón, cuidado con la gente -digo en dirección al grupo, y añado. -Sue, nena, ayudame a buscar algo para defendernos; cómo herramientas pesadas.

Bobby no dice nada, pero deja caer los hombros, visiblemente decepcionado. Su ídolo, Ian, no ha podido hacer algo. ¿En qué lugar deja eso al crío, que no sabe hacer ni la mitad de cosas que sabe hacer Ian?

- I-Ian, ¿quieres que te ayude? -se ofrece, tartamudeando, sólo para mostrar apoyo, igual que el monitor ha hecho tantas otras veces con él-.

Notas cómo algo no marcha bien, eres plenamente consciente de que algo malo ocurre con la gente que hace un momento parecía estar muerta. Un sexto sentido te dice que son peligrosos, que quieren hacerte daño y que los tenéis justo detrás.

Mientras Ian intenta hacer un puente al coche sin éxito - en las películas parece fácil pero en la vida real no lo es y depende mucho del modelo de coche - las dos mujeres heridas se ponen en pie y se tambalean hacia Walter que rápidamente toma un trozo metálico alargado de una de las ventanas del taller que han reventado.

La mujer mayor está casi encima de Walter, de alguna manera sabéis que quiere hacerlos daño, sus intenciones no son pacíficas,  extiende sus brazos y trata de agarrarle mientras se defiende con el arma improvisada. La orta mujer está algo más lejos.

Los ojos de la mujer son del todo inexpresivos, tiene la mirada perdida y el pecho hundido hacia dentro, está destrozada, su cuerpo está hecho guiñapo, como si fuese de trapo.

Por el rabillo del ojo veis que viene otra persona desde Spanky´s.