Partida Rol por web

Aullidos en el Bosque de Velar

[03] Las Cavernas de la Catarata

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04/10/2021, 11:24
Berenice

Berenice seguía agitándose de un lado a otro mientras el troll la mantenía en el aire y ella giraba. Como el asunto no iba a pasar a mayores, desistió y finalmente, la criatura la dejó en el suelo.

-Gracias -exclamó, colocándose la túnica en su lugar otra vez. Seguro que desde abajo le habían visto la ropa interior, qué vergüenza. Se alisó las arrugas y se pasó las manos por el cabello para peinarse un poco-. No se han sorprendido al ver a Galatea, dicen que están acostumbrados a ver licántropos en el bosque. Ah, y bueno, Rya, les ha gustado tu maza -dijo señalando el garrote de su compañera y luego el montón, imitando los gestos del troll-. Que es muy bonita, quieren saber si estás interesada en cambiarlo por algo que tienen ahí, en su montón.

Luego miró al troll que la había cogido en volandas.

-A lo mejor nos puedes ayudar -le dijo, aunque no entendiera una puñetera palabra. Señalo a Galatea y luego señaló al resto del bosque, primero al norte, luego al este, al oeste y al sur-. Buscamos a alguien así. ¿Los habéis visto?

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05/10/2021, 09:28
Rya Shaleel-Balthus

Rya no tenía la menor intención de hacer un trueque con su arma. Aunque su factura y su encantamiento no eran tan inusuales como las de las armas que portaban otras aventureras de su veteranía, la había encargado a un hábil armero con instrucciones específicas para poder introducir una de sus varitas en la empuñadura.

La idea de que esos trolls parecían ser algún tipo de mercader no terminaba de entrarle en la cabeza. Jamás había visto a los suyos comportarse de tal modo durante toda su carrera. Los que no se habían lanzado al combate de inmediato, se habían contenido por cautela, no por falta de ganas de matar a ella y a sus compañeros.

Sin perder de vista a los monstruos, la paladina los rodeó para observar el montón de trastos que cargaban. Inspiró profundamente y canturreó las sílabas de un conjuro que le permitía ver los puntos en los que algún lanzador de conjuros había anudado la Sagrada Urdimbre, o un servidor de lo divino había intercedido para canalizar la voluntad divina.

Unos minutos más o menos no harán diferencia, dijo a Galatea. ¿Algo de todo eso que llevan te huele a los mercenarios o Aedelwulf? 

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07/10/2021, 17:15
Galatea

«Unos minutos más o menos son lo que nos ha hecho perder el rastro»

No creía realmente que lo fueran a recuperar pero el estar allí parada sin hacer nada no la hacía sentir mejor.

Si aquellos trolls habían visto más licántropos por Velar la teoría de que la manada de Malar anduviera por allí ganaba todavía más puntos. Y aquello no era bueno. Aunque si tenían suerte quizá habían visto alguno hace poco, y quizá ese uno fuera Aedelwulf, y quizá pudieran señalarle hacia donde si entendían lo que Berenice estaba intentando indicar.

«Y quizá luego me caigo de la cama y me despierto» suspiró en su fuero interno.

Cuando la pregunta de Rya la sacó de sus pensamientos señaló ligeramente con la cabeza a los trolls.

Me temo que son demasiado aromáticos para que pueda oler cualquier otra cosa...

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08/10/2021, 10:06
Troll de la Chatarra

(Gigante) Pero, ¿qué dice esta?

(Gigante) Creo que dice que hay muchos como ella por todo el bosque, pero eso ya lo sabemos.

(Gigante) Ya os dije que no eran muy listos.

(Gigante) Mira, la enana quiere revisar las mercancías. Si quiere algo de vuestros sacos dádselo y ya haremos cuentas más tarde, ¿vale? Ese garrote tiene una pinta genial.

Los trolls descargaron sus fardos sobre el suelo. Deshicieron los nudos y extendieron sus contenidos en el suelo. Allí había literalmente de todo, desde una copa de bronce a un sombrero de piel de mapache. El hechizo que canturreó Rya reveló las auras de varios objetos mágicos entre toda aquella chatarra: una varilla de vidrio translúcido, un cuerno de hueso con flejes de hierro, unos brazaletes de acero con la imagen de una mano alzada y una cadena con gruesos eslabones de oro de un palmo de longitud.

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09/10/2021, 20:07
Rya Shaleel-Balthus

Rya señaló a sus compañeros los objetos encantados que había entre los montones de chatarra de los trolls. Ella era capaz de ver las aura mágicas, pero no de identificar la naturaleza precisa de los encantamientos que sus creados habían entrelazado en los objetos. Tal vez Savinian o Kora conocían las adivinaciones pertinentes.

Empero, no le gustaba nada cómo miraban su garrote los trolls, y no tenía intención de entregarlo a cambio de ninguno de ellos. Aunque si alguno les servía para encontrar el rastro de Aedelwulf, antes de que él hallara lo que le habían enviado a buscar, podía plantearse otro tipo de trueque.

Puede que Aedelwulf haya ido en busca de los otros licántropos malaritas del bosque, dijo. Al fin y al cabo, Kazok había hablado de declarar una cacería contra ellos.

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11/10/2021, 14:39
Galatea

No sé por qué habrá salido corriendo de la cueva—respondió a Rya alzando los hombros y dejándolos caer—. Pero esa es una teoría tan buena como cualquier otra.

Observó los objetos que su amiga señalaba.

Bueno, parece que no recogen sólo chatarra—añadió—. El problema es que no tengo claro ni que nos sirva alguna de esas cosas porque no sabemos qué propiedades tienen, ni que podamos realmente cambiárselas por algo que les interese.

Lo único que tenía claro era que el símbolo de los brazaletes se parecía al de Helm, solo que no lo era.

«Seldarine... de todas las cosas que podría arrojarnos Velar a la cara hemos ido a topar con unos trolls mercaderes... » suspiró para sus adentros con una mezcla de estupefacción y desconcierto «¡Trolls mercaderes!»

—¿Qué han dicho, Bere?

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13/10/2021, 11:33
Berenice

-Ha dicho que no somos muy listos -comentó la sacerdotisa con disgusto-. Y que si queréis algo del saco, que podéis cogerlo, que después ajustarán cuentas. Monetarias, supongo. Les gusta mucho tu garrote, Rya. A mí no me importa darles alguno de mis objetos si lo que tienen es más poderoso. Además, también podríamos vendérselo a Pinna y... bueno, ya sabéis, que intente recuperarse de lo ocurrido.

Berenice sacudió la cabeza.

-He intentado decirles si han visto a alguien como tú -dijo a Galatea-. No me entiende, dice que ya sabe que hay criaturas como tú en el bosque. No sé cómo explicarme, es dificil cuando no me entienden. A ver si puedo dibujarles algo y me entienden.

La oráculo sacó pergamino y utensilios de escritura de la mochila y garabateó un hombre lobo, junto a un grupo de soldados a los que puso espada, y un par de drows, que eran como los soldados pero con la cara pintada de negro y una ballesta en la mano. Después dibujó un bosque, trazó una flecha que empezaba en el grupo, y terminaba en el bosque, y luego marcó un signo de interrogación. Se preguntó si los trolls si quiera sabían lo que era un signo de interrogación... es más, seguramente ni sabían leer, pero el dibujo lo podía entender.

-¿Dónde están? -preguntó la sacerdotisa muy despacio, mientras les mostraba el horrible dibujo que había hecho.

-¡Por Selûne! -murmuró entonces-. Kora, ven aquí.

Cuando la bardo se acercó a ella, Berenice le tendió un cristal de vidrio redondo de buena manufactura, arodnado con un aro de oro.

-Ponte esto y mira los objetos, así podrás identificar sus propiedades. A mí no me queda poder para detectar las auras. Oye, tú, mira esto -le dijo al troll, enseñando de nuevo el dibujo-. ¿Dónde están?

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13/10/2021, 11:50
Kora "Silver Melody"

-Ay, Sune nos ha bendecido -exclamó Kora al revisar la carga. Curioseó los objetos durante bastante tiempo-. Ah, qué maravilla, tienen cosas muy interesantes. Mirad, esta varilla sirve para hacerse uno invisible... Oh, ese cuerno es perfecto -dijo alzándolo para observarlo mejor-. Es excelente para acompañar mi música. Los brazaletes provocan que los enemigos retrocedan. Y esto -revisó con atención la cadena-, esto, querida Galatea, te será de mucha utilidad.

Notas de juego

Kora se coloca el Monóculo del Artífice que le entrega Berenice.
Lanza Detectar magia sobre los objetos (up to 9 minutos) y emplea 1 minuto en estudiar cada objeto por separado (4 minutos en total).

- Varita eterna de invisiblidad, 2/dia
- Brazales de rechazo, acc rápida, 3/día, los enemigos a 10' de distancia o menos deben superar una TS For CD 19 o retroceder 5' de la posición del lanzador (no afecta a criaturas Enormes o mayor, pero sí a las incorporales.
- Cuerno de resistencia, acc estándar, 2/día, los aliados a 30' de distancia obtienen RD/5- durante 5 asaltos. Si se tiene la aptitud de Inspirar Grandeza, se puede usar el cuerno para otorgar 50 pg temporales durante la duración de la canción de bardo.
- PRENDEDOR SALVAJE

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13/10/2021, 14:14
Rya Shaleel-Balthus

Tras esperar con disimulada impaciencia, aunque sin duda no tanta como había demostrado Galatea, Rya descruzó los brazos y se apoyó sobre su garrote, paseando una mirada fulminante por el rostro de cada uno de los trolls.

Puedo vivir sin eso, dijo. Pero no sin esto, añadió, señalando su arma con las pupilas.

Durante los minutos que Kora había pasado estudiando los tesoros recopilados por el cuarteto, la paladina, entre malas caras y peores miradas había estado reflexionando, y había formado algunas ideas. Los trolls no les habían atacado al toparse con ellos, y la naturalidad con la que les mostraban esos trastos que cargaban evidenciaba que estaban acostumbrados a hacerlo. Eran mercaderes, y Rya, que aunque había seguido su propio camino procedía de dos familias de mercaderes, sabía que para justificar la existencia de mercaderes, eran necesarios proveedores y clientes.

¿Con quién diantres mercadean estos cuatro? se preguntó, y preguntó, al mismo tiempo, en voz alta.

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15/10/2021, 14:42
Galatea

¿Por qué? ¿Qué hace?—preguntó Galatea a Kora cuando esta hizo referencia al broche, luego se encogió de hombros ante la pregunta de Rya—. Buena pregunta pero, sinceramente, ni idea. Lo último que me esperaba encontrar en Velar es algo como esto.

Se cruzó de brazos y frunció el ceño con gesto pensativo. Tenía sus dudas de que fueran a entender la pregunta de Berenice: si no sabes un idioma no lo sabes, por muy lento que te pregunten. Aunque si entendían algo de lo demás y resultaba que habían visto a Aedelwulf igual servía de algo.

Al margen de todo, por lo que había dicho Kora, aquellos objetos mágicos podrían resultarles útiles, y si los trolls tenían ganas de comerciar hasta el punto de fiar cosas...

Creo que puedo intentar darles a entender que podemos encontrarnos aquí de nuevo mañana con ellos si quieren "ajustar cuentas después"—dijo—. Pero para eso tenemos que tener claro qué podemos cambiarles por los objetos para entonces. Porque dudo que el dinero les importe lo más mínimo... así que si alguien pudiera aprovechar para traer preparado un conjuro que permita que nos entendamos en ambas direcciones estaría genial. ¿Os parece?

Así al menos sería más sencillo darse a entender cosas más complejas sin tener que parecer mimos.

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16/10/2021, 09:09
Troll de la Chatarra

El troll miró fijamente al dibujo, después a Berenice y por último otra vez al dibujo. Se rascó la cabeza.

(Gigante) No pensará vendernos el dibujo, ¿no?

Otra de esas criaturas se había aproximado a mirar por encima del hombro.

(Gigante) No, idiota —dijo soltándole una sonora colleja—. (Gigante) Lo que quiere es saber dónde están estos tipos. Ya verás.

El troll señaló al soldado de negro que Berenice había dibujado, a Savinian y por último en dirección norte. A continuación señaló al hombre lobo, a Galatea y en dirección noreste. Por último señaló a los soldados, a Rya y hacia el oeste.

(Gigante) Una táctica sólida. Nunca falla —dijo sonriendo y haciendo una O con los dedos índice y pulgar en dirección a Berenice.

(Gigante) Tú eres tontísimo. ¿Y por qué de repente hablas con ese extraño acento? —le recriminó uno de los trolls antes de dirigirse a Rya diciendo:—. (Gigante) A ver, enana, ¿quieres algo por el garrote o no?

Aquellas palabras pronunciadas en el idioma gutural de los gigantes parecía una amenaza, pero en cambio el troll rebuscó en su montón de basura y sacó un estoque cuyo filo tenía apenas dos dedos de ancho.

(Gigante) Esta arma es mucho más apropiada para alguien tan pequeño como tú. Mira, es ligera como una pluma —dijo, y tendió el arma a Rya por la empuñadura—. (Gigante) Pruébala.

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17/10/2021, 14:45
Rya Shaleel-Balthus

¿Qué te crees que soy? replicó Rya, sintiéndose insultada por el ofrecimiento del troll, sin necesidad de comprender sus palabras. Con la mano libre, apartó la mano del troll, rechazando la empuñadura del arma que le ofrecía.

Rya no había usado siempre un arma tan pesada y torpe como el garrote que blandía. Cuando era paje en la orden de la Llama Mística, en Riscorvo, había entrenado con armas de todo tipo: espadas, martillos, mazas, lanzas, hachas. Eran esas últimas sus favoritas, tanto en combinación con el escudo como a dos manos. Y las lanzas de caballería cuando montaba.

Había adoptado el garrote, la clava, cuando Kovalka le regaló la “Trenza de Metsavana”. El poder del viejo espíritu arbóreo con cuyas barbas se había elaborado el bastón rúnico dormía en las hebras de madera enredadas, y podía conferir a las armas el poder de golpear como si fueran varias veces más densas, o más grandes. Mas la magia solo funcionaba con armas sin filo o punta, y Rya había decidido practicar con estas. Primero, con el propio bastón, y temiendo que a pesar del encantamiento se rompiese, después, con grandes clavas como la que ahora blandía.

¿Quieres que te muestre cómo uso mi arma? preguntó, haciendo una floritura con su garrote. Rya no tenía fuerza sobrehumana como el troll, pero estaba tan habituada a su arma, que podía hacerla girar entre las manos como si fuera ligera como una varita. Te puedo prometer que no quieres.

Hazlo, respondió a Galatea. Y prosigamos, si ninguno de esos utensilios os son de urgencia.

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17/10/2021, 17:53
Berenice

-¡Me ha entendido! -exclamó Berenice, dando palmaditas y saltitos de alegria-. Bien hecho, ¡gracias! -le dio al troll unas palmaditas en el enorme brazo-. Que Selûne te bendiga por ser tan listo.

Alborzada por haber llegado a un entendimiento, sacó de su morral una ballesta y se la entregó al troll sin más. Después les explicó a sus compañeros lo que habían dicho.

-Dicen que los drow han ido hacia el norte, los mercenarios hacia el oeste, y Aedelwulf hacia el noreste. Ay, Rya, estaba siendo amable -correteó hacia su amiga para calmar la tensión entre ella y los trolls-. Le gusta tu garrote, no lo puede evitar. Se dedican al trueque, consideran que el estoque es más apropiado para ti y se preguntan qué podemos querer a cambio de tu arma. Yo no tengo ningún conjuro que me permita hacerme entender con ellos y estos objetos son interesantes para cualquier aventurero. Seguro que volvemos a encontrarnos con ellos. ¿Seguimos rastreando a Aedelwulf o... seguimos charlando con ellos?

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18/10/2021, 00:27
Rya Shaleel-Balthus

La hechicera destensó los músculos, pero respondió con un bufido a la idea de que estaban siendo amables ofreciéndole el estoque. Era obvio que estaban considerándola débil, y se equivocaban de pleno.

Aedelwulf, respondió. El licántropo era el más importante de los enemigos a los que perseguían. Era un inconveniente que se hubiesen separado, si era cierto lo que decían los trolls, porque no podrían acabar con todos ellos de un plumazo, y porque justamente él era sin duda el más rápido y escurridizo de entre todos ellos.

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18/10/2021, 18:53
Kora "Silver Melody"

Kora volvió a enseñarle el colgante a Galatea.

-¡Es para ti, querida lobita! -exclamó la bardesa mientras se quitaba el monóculo y se lo devolvía a Berenice-. ¡Es de oro! No, es broma. Sirve para que parte de tu equipo se funda contigo cuando adoptas la forma de un animal salv... de un animal. Aunque, obviamente, no había visto uno de esta manufactura tan extraordinaria, lo bueno del oro es que no se oxida. Si no lo quieres, me lo quedo yo, que me queda monísimo. 

Lo colocó en el dedo índice y comenzó a darle vueltas.

-Genial, vamos a por ese tipo desagradable a ver si Rya puede hacerle entrar en razón de un castañazo con ese garrote.

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19/10/2021, 14:31
Galatea

Galatea aplanó las orejas a ambos lados en un cómico gesto enfurruñado. 

Los gestos los hemos entendido, Bere. Eso no hace falta que lo traduzcas...

Ahora resultaba que aquellas ratas se habían separado. Estaba empezando a sentirse francamente irritada con que Aedelwulf lo único que pareciera saber hacer fuera correr. O bueno, ser un bocazas y correr. Y separarse para ser aún más irritante. Era como intentar perseguir a una cucaracha dentro de un cubo; no tenía la decencia ni de morirse ni de estarse quieta por más que no cambiase nada, pero lo hacía sólo por molestar.

 Y aun así tenía la incómoda sensación de que lo de separarse no era casual. Selûne bendita, necesitaba un maldito respiro o terminaría arrancando un trozo del árbol más cercano de un mordisco.

Bien—respondió escuetamente a Rya.

Luego se acercó a los trolls y con una mano señaló hacia arriba, hacia el sol encima. Aunque por un momento dudó de si entenderían "copas de árboles" en vez de "sol" así que se agachó un instante y dibujó con una garra un círculo rodeado de palitos. Luego volvió a señalar arriba para recalcar: "sol".

Con el brazo así estirado en vertical  trazó una circunferencia perpendicular al suelo, como si siguiera toda la trayectoria de ese imaginario sol dando la vuelta hasta volver de nuevo al sitio en el que había estado en un principio. Era el modo más explícito que se le ocurría de expresar "un día". O lo que era lo mismo: mañana.

Señalo a los trolls con ambas manos primero.

«Vosotros»

Señaló con ambas manos a si misma y al grupo.

«Nosotros»

Señaló el suelo con ambas manos.

«Aquí»

Dejó la mano derecha señalando a si misma, "nosotros", y la izquierda volvió a señalar a los trolls, "vosotros". Tras lo cual alternó ambas varias veces: vosotros, nosotros, vosotros, nosotros, en algo que pretendía dar a entender que estaba moviendo algo de un grupo a otro. Nuevamente, el modo más explícito que se le ocurría de expresar "intercambio". No obstante, para matizar que fueran objetos, señaló la maza de ría y señaló la montaña de cosas, luego volvió a expresar "intercambio".

—No pienso darles tu maza—le dijo enseguida a la paladina en previsión de protestas—. Pero es para que entiendan que lo que queremos es cambiar los objetos... no a nosotras o yo qué sé. Además, lo que quieren es una maza grande como la tuya. No tiene por qué ser la tuyasuspiró hondamente. Aún no podía creerse que estuviera haciendo aquello—. Supongo que será más fácil de hablar todo con el conjuro.

Miró en derredor, suponía que aquellas criaturas sabrían orientarse en su propio bosque pero su grupo igual necesitaba alguna guía así que arañó un pedrusco cercano de nuevo con la zarpa para hacer una flecha que apuntaba al suelo. Finalmente se volvió hacia Kora y le quitó el broche de la mano cuando se puso a decir que le quedaba monísimo.

El material es lo de menos—dijo—. Si puede hacer que alguno de mis objetos mágicos no pierda su poder si me transformo, definitivamente me interesa. Igual les vale a cambio de esa maza, o de lo que sea que se nos ocurra decirles mañana.

Sí, ya sé que Kora ha dicho que se fusionan cuando es justo lo que impide pero he hecho como que lo ha dicho bien ya que asumo que ha sido un lapsus al escribir, no a que sea boba y diga justo lo contrario que le dice el monóculo.

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21/10/2021, 09:47
Troll de la Chatarra

El troll que había ofrecido el estoque sonrió cuando Rya hizo la floritura con la clava.

(Gigante) Mirad, parece un bebé agitando su primer garrote —dijo con jocosidad, mostrando una sonrisa llena de colmillos desiguales y cubiertos de sarro.

La paladina había acertado en su suposición: la creía menos fuerte de lo que era en realidad.

(Gigante) Y a esta ¿qué le pasa? —dijo confundido uno de los troll, contemplando atónito como Berenice daba saltitos en el suelo.

El troll cogió la ballesta que le tendió la celestial, aunque más que mirarla, la olisqueó con atención.

(Gigante) Bah, no es mágica —decidió, y solo entonces le echó un vistazo. Cogió el torno del arma utilizando solo el índice y el pulgar y lo hizo girar—, pero el mecanismo funciona.

(Gigante) ¿Y te lo da? ¿Así, sin más?

(Gigante) No conocen las reglas. ¿Cómo iban a saberlo? —dijo el aludido, encogiéndose de hombros.

El troll en cuestión dejó la ballesta en su montón de basura y lo contempló durante unos instantes. Se rascó la cabeza, miró a Berenice y contempló de nuevo la chatarra como si estuviera resolviendo un acertijo de difícil solución. Desistió y se fue a mirar las pilas de sus compañeros. El rostro se le iluminó cuando extrajo de ellos un par de zapatos de baile. Eran de color amarillo y tenían circones incrustados. Estaban sucios, pero eran bonitos.

El gigante miró con ojo crítico los pies de Berenice. Debió pensar que eran de su talla, y un precio justo a cambio de la ballesta, porque se los puso en la mano y después los empujó con la manaza hasta su pecho indicando que ahora eran de ella1.

Los otros tres trolls asistían a la representación de mímica de Galatea. Cuando terminaron se miraron entre sí.

(Gigantes ¿Qué dice esta?

(Gigante) ¿No es evidente, imbécil? Quiere que nos veamos mañana aquí para comerciar.

(Gigante) ¡Deja de llamarme imbécil, retrasado!

Los dos troll se empezaron a dar empujones, el otro se encogió enfáticamente de hombros.

(Gigante) Quizá. Probablemente. Ya veremos. Pero no nos hagáis perder el tiempo esta vez y traednos ese garrote mágico.

 

1: zapatillas de baile con circones engastados (mundanas, valoradas en 40 po).

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21/10/2021, 09:47
Savinian

Os despedisteis de los trolls de la chatarra y os encaminasteis en la dirección en la que os habían señalado la presencia de Aedelwulf. Caminasteis casi dos horas por el escarpado Bosque de Velar mientras Galatea os hacía de Cicerone, viajando hacia el noreste, girando una y otra vez para poder ir por senderos transitables, evitando barrancos, peñascos y riachuelos. Galatea captó en el aire el olor de los depredadores, de sangre, de la adrenalina disparada por la cacería. Fue perfectamente consciente de que os estabais internando profundamente en el territorio de una manada. Si Aedelwulf había pasado por allí su olor difícilmente podría ser percibido entre tantos efluvios que saturaban su olfato. Escuchasteis unos aullidos lejanos, y una sensación de peligro embargó a Berenice erizándole el vello de los brazos, como en un presagio funesto.

Ajeno a la reacción de la profetisa, Savinian os pidió que os detuvierais cuando os encontrasteis un montón de calaveras ensartadas en varias estacas de madera afilada. El drow se arrodilló junto a ellas y se quitó sus anteojos esmerilados para examinarlos con detalle. Algunos cráneos parecían de alguna criatura humanoide, pero la mayoría de ellos pertenecían a animales y monstruos.

Debemos estar cerca de Colina Aullante —informó el mago, que había vivido en los bosques de Velar durante muchos años, junto a su padre, en la congregación de Eilistreítas elfos y drow que había en el Calvero de Sombraltos—. Aquí vive una manada de licántropos que adora a la luna.

Sonrió.

Las sacerdotisas de Eilistraee y ellos solían celebrar cacerías sagradas nocturnas en honor a Selûne y Eilistraee. Son amigos —se incorporó y se sacudió la tierra de la rodilla—, lo que significa que quizá hemos malinterpretado las indicaciones de nuestros amigos los trolls. Dudo que Aedelwulf viniera aquí, aunque quizá puedan ayudarnos a encontrarle de todas formas.

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21/10/2021, 16:18
Rya Shaleel-Balthus

Si no los han matado también, se dijo la paladina, recordando lo que le había pasado a los druidas del Círculo. Si es que aún queda alguien de bien para oponerse a esos monstruos en el Bosque de Velar, además de los cinco aventureros, de Sésperis y Áscalon. Qué dimensiones alcanzaba la tragedia.

¿Es normal lo de los cráneos? preguntó Rya. Una de sus amigas era una licántropa que adoraba a la Selûne, y nunca le había parecido el tipo de persona que decora la entrada de su territorio con las calaveras de animales, y desde luego, no de humanoides. Sin embargo, incluso abriendo el sexto sentido que le permitía encontrar el mal que acechaba en las personas y lugares, no había en la colección de calaveras nada tan perturbador como lo que habían encontrado en el altar de Silvanus profanado.

Si la manada no había sucumbido, podían encontrar en ellos aliados en la lucha por derrotar al mal que había echado raíces en el bosque. Y, tal vez, si alguno de los druidas del Círculo había conseguido escapar, se encontraba entre los licántropos selunitas.

Merece la pena intentarlo, dijo. Si habían perdido la pista de Aedelwulf, incluso si conseguían volver a encontrarla, les llevaría varias horas de ventaja que no sería nada fácil recuperar cuando su presa era una criatura de la espesura.

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23/10/2021, 13:57
Galatea

Muy para su desgracia, a Galatea el camino sólo le sirvió para sentir aquella invisible garra helada estrujándole el corazón otra vez. Y más que cualquier olor a depredador, lo que más la mortificaba eran los aullidos; no podía dejar de pensar en Felinal

«Madre Luna, protégelo... » volvió a pensar con amarga impotencia.

Sin embargo, fueron las palabras de Savinian las que la sacaron de sus pensamientos provocándole una sensación extraña: esperanza y temor por igual. ¿Más licántropos selûnitas? Se acordó en ese instante que en algún momento había oído a Aleera hablar de ello... pero recordar a su hermana sólo aumentó la desagradable sensación mixta. ¿Quizá algún druida había logrado escapar del Círculo refugiándose allí? ¿Quizá lo había hecho ella? ¿O quizá se estaba agarrando a un imposible y la manada había sucumbido también? ¿O... ?

Un sudor frío le recorriera la espalda sólo para ser seguido de una oleada de calor. No. No quería pensar en aquello. Pero ya lo había hecho y de pronto se encontró sintiendo una especie de repentino pánico creciente que no había sido invitado. Molesta, la parte racional de su mente lo ató a toda velocidad en corto, aunque siguió sintiéndose tensa.

Son trofeos—respondió a Rya poniendo todo su empeño en que nada se reflejase al exterior—. Yo no lo haría, al igual que no le veo sentido a colgar una cabeza de ciervo en el salón... pero no hay nada raro o malvado en ellos; si Savi dice que son cacerías sagradas dedicadas a Selûne y Eilistraee puede que simplemente tengan un significado religioso, o que incluso sirvan como aviso para criaturas malvadas o alguna cosa así.

Al parecer los trolls habían entendido que Berenice buscaba "hombres lobo" y no a uno en concreto. Pero al menos tampoco les habían conducido a algo que fuera un callejón sin salida. Ahora sólo quedaba descubrir si había sido para bien o para mal.