Partida Rol por web

Alejandro te mira encogiéndose de hombros. -Ya tardaba en venir, en fin. Nunca entendí que le veías la verdad...- dice arrugando la frente. Toda la gente de la taberna se ha girado para miraros con curiosidad.

Tu prometido te coge de la mano, llevandote hasta tu cuarto. Te estrecha entre sus brazos con una mirada dulce.  -La culpa es mía por haber esperado tantos años, no se ni como me dijistes que si, pensé que ibas a pasar de mi. Habái perdido toda esperanza.-

Sonrio de forma divertida y cuando em tira en la cama lo acaricio introduciendo mis manos bajo su ropa - Pues si Beckett es un capullo pero es muy buen amante y de los que sabes que no se enamoraran de ti y te acosa...- si iba a decir acosaran pero el tb lo hacia aunque no fuera por amor..... Ains... Menudo caos... Cambio de tema mirando a Alejandro con una gran sonrisa - Cariño... llevo 20 años esperando que te atrevieras a tocarme, te aseguro que no te iba a dejar pasar...

Lo haces sonreir como siempre.

-Si es tan buen amante, entonces tendré que esforzarme mucho. Y menos mal que no has pasado del patán que te pidió en matrimonio.-

Y desde luego se esfuerza. Esta noche tu prometido se dedica a "compensarte" para que te olvides completamente de los brazos de Beckett.

Los sueños vuelven a acosarte, de forma diferente esta vez. La niña sale del mar, cogida de la mano de una bella mujer pelirroja a la que llama mamá. Alejandro y tú estais juntos. Tu llevas a un precioso niño en brazos. Cuando la mujer pelirroja se gira para verlo, Merryth la apuñala por detrás, riéndose feliz.

A vuestro alrededor, Avalon empieza a resquebrajarse. Tal vez la solución a vuestros problemas esté con esa mujer.

Me despierto incorporandome de golpe y jadeando, con la respiracion agitada y el cuepro sudando, me pase las manos por la cara y apoye mi cabeza en ellas, me estaba volviendo loca y cada vez estaba mas nerviosa. Mi corazon parecia que iba a saltar de mi pecho por lo fuerte y rapido que latia.

Alejandro te toca la cara con las manos.En contraste con tu piel, estás frías, es una gozada que te toque.

-Kate, era una pesadilla, nada más. Ya está.- te abraza suavemente, acunándote un poco, besándote la frente -¿Qué soñabas, hablamos de ello?.-

Me recueso sobre el y acaricio mi vientre aun temblorosa - no...esta bien... solo...solo quiero descansar a tu lado...¿vale? - no queria preocuparlo mas de lo que estaba y ya bastante teniamos encima, cuando todod estuviera mas calmado hablaria con el.

-Claro cariño.- te dice mientras te tumba en la cama, entre sus brazos. Te acaricia y te besa tiernamente hasta que empiezas a sentirte mejor.

Te mira a los ojos sonriendo. - Kate, tenemos que intentar tirar adelante. Me refiero... quiero buscar la forma de evitar la gesa, ¿vale?. Pero no quiero que pienses en ello a cada segundo. Las cosas saldrán bien.- dice en tono suave.

Sabes que tiene que estar tan disgustado como tu, pero parece más preocupado en hacer que te sientas mejor que en nada más.

Solo quieor pasar unos dias d epaz y tranquilidad contigo, sin herencias, sin boda, sin tio, sin maldiciones, sin ex amantes... sin nada solo tu y yo queriendonos y haciendonos disfrutar. - Era lo que mas deseaba en este momento, volver a cuando teniamos 18 años, pasar un dia en puerto con el neniendo bailando y jugando a las carta, solo que esta vez ya no solo dormiriamos....

-Nos iremos unos días, ¿te parece?. Podemos hacer un pequeño viaje. Seguro que a Marcell no le importa.-

Te acaricia tiernamente, sonriéndote. -Y podemos ir a los bares, a que intentes estafar a alguien. Te lo pasarás bien. E iremos por los pueblo, encontraremos cosas bonitas para la casa, y para el barco...-

Sornio contenta abrazandome a el con fuerza - Me parece perfecto... Desde que... bueno... desde que te decidiste al fin aun no hemos tenido unos dias solos, todo a sido un poco caotico y la verdad es que echo de menos estar solo contigo... y eso que ahora es mucho mejor - Me rio de forma picara acariciando su torso.

-Pues nos iremos unos días. Podemos pasar a visitar a mi amigo el druida, está deseando conocerte. Lleva toda la vida escuchando hablar de ti... Por la noche podemos ir a las tabernas a que estafes a algún pobre incauto. Y después a Luthon, a la capital. Es un sitio diferente a nuestra ciudad, creo que te gustará.- dice haciendo planes muy emocionado.

Lo miro con cariño sin dejar de acariciar su cuerpo con mis manos - ¿Y que le has contado de mi? - Pregunte de forma curiosa y juguetona, hacia mucho que sabia lo que sentia por mi Alejandro, pero la verdad es que nunca habia hablado con el de aquella epoca. Todo el mundo decia saber que terminariamos juntos, que estabamos destinados, pero hubo algunos momentos en los que perdi la esperanza de ello, supongo que la autoridad e mi padre era una gran intimidacion para el.

Alejandro sonríe mientras te das cuenta de que tus caricias empiezan a hacer reaccionar su cuerpo.

-Verás, en un ocasión, le pedí un filtro amoroso para una niña de coletas rojas que me tenía loco. Me dió una buena azotaina. Creo que tenía ocho años. Y desde entonces ha escuchado mucho sobre esa niña. Cuando te empachastes a dulces en la feria, y te tuve que llevar a casa, cuando te emborrachastes por primera vez y te tuve que llevar a casa, cuando te caistes al mar porque estabas en las nubes, y te tuve que llevar a casa... esas cosas, ya sabes.- bromea haciéndote reir.

Me echo a reir a carcajadas - Joder... mas que mi pretendiente pareces mi angel de la guarda jajaja - Me subo sbre el divertida mirandolo con una enorme sonrisa - ¿Y nunca pensaste uqe no te hacia falta ese filtro con esa niña de coletas rojas? - Vale...yo siempre habia sido una vive la vida....peor aun asi estaba bastante claro que me gustaba Alejandro...al menos para mi y mi padre eso seguro, bueno y mi tio ahora que lo pienso...y perro loco..y que narices para todos.

Desliza las manos por tu cuerpo,a cariciándolo con suavidad y con pasión. Cuando llega a tus partes más íntimas, consciente de tu evidente excitación, introduce en tí tres de sus dedos, empezando a moverlos lentamente.

-Es que no quería que le pasase nada a mi futura esposa.- dice mordiéndote el labio -después pasaron los años y, siempre que llegaba a puerto, parecía que tenías un amante nuevo. Pensaba que sólo me veías como un amigo de la infancia. Asi que empecé a tener yo tambien muchas amantes.- se sincera.

No puedo evitar retocerce de placer ante sus manos, mi excitacion era enorme pero Alejandro... el lo hacia justo como me gustaba, como si pudiera leer en mi mente lo que  queria en cada momento. Deslice mi manos por su torso y su abdomen para despues llegar a su pene y comenzar a masturbarlo con la misma intensidad uqe me lo hacia el a mi.

-Si..- un jadeo me interrumpio - Si... llegas a hacer algo una de esas noches que me dejabas en cama... - unn nuevo gemido me invadio - Me abria dado a ti completamente... hacia mucho que te deseaba... que te queria... pero...- Aumente la intensidad de mi mano - Pero pensaba que me veias como a tu hermana pequeña...

Alejandro se muerde el labio, intentado seguir hablando a pesar del placer de tus caricias.

-A veces me arrepiento de haber esperado tanto... pero creo que ha sido lo mejor. Los dos hemos podido recorren mundo y volver a lo que de verdad  importa.-

Notas como iintenta contenerse, pero colmas su paciencia. Se sienta en la cama, poniéndote a tí encima. Entra con calma, tal vez demasiada.

-Por lo menos, ahora estamos juntos.- te susurra mientras te abraza.

Me encanta cuando me pone sobre el, al entrar en mi no puedo evitar morderme el labio con un gemido ahogado, me gustaba demasiado, no era solo como lo hacia era...que lo hiciera el. - Y me encanta que lo estemos... - Comence a moverme con un poco mas de intensidad buscando en su mirada lo que le hacia sentir y dejando que el viera lo muchisimo que me gustaba.

- Poseeme, hazme todo con loq eu fantaseabas antes de que fuera tuya... - Susurre en su oido justo antes de morderlo y dejarme llevar completamente por la pasion.

Alejandro se suelta completamente. No tienes muy claro hasta donde ha viajado, pero sin duda, a aprendido cosas que tu no habías visto antes. Intentas contener los gemidos, pero llega un punto en el que medio barrio debe saber lo que estais haciendo.

Despues de un buen baño, bajais a la taberna. Los clientes os miran con una sonrisa en la cara. Marcel se acerca en cuanto llegais a la barra.

-Nada de sorpresas antes de la boda, ¿me habeis oído?. Como mi sobrina no llegue al altar con la misma talla que ahora, te las verás conmigo, por mucho capitán que seas.- dice. Os sirve cerveza y pescado en salazón.

La mención a un posible embarazo, hace que vuestro buen humor decaiga un poco.