Partida Rol por web

Entiendo pues que Emma es la única que se embarca a la desesperada a buscar a su hermana y que los demás os lo quedáis mirando contrastando la peligrosidad del asunto, quizá Bost es la única otra persona que está apunto de seguir a Emma.

En tal caso desmarcad a Emma de vuestros diálogos hasta nueva orden.

De momento vas retrocediendo, lentamente, mientras oyes las voces de las tres chicas al exterior llamándote.

Los perros no te dejan mucho margen de maniobra.

Me planteo volver a entrar en el campo de riñones. Pero al dar dos pasos casi me siento como si me acabaran de dar una paliza y debo pararme para seguir ocupándome de respirar.

Me paro y me quedo momentáneamente a la espera.

Emma se introduce en la jungla para buscar a la otra chica.

¡Mierda! No puedo respirar bien... En estas condiciones no puedo salir en la búsqueda de nadie... Malditos chuchos... Volved vivas...

Zulene extiende la mano hacia el campo de riñones...

- Emma, espera, Pensemos algo antes de volver a .... 

Las palabras se pierden en el aire, pues no está para escucharlas ya su destinataria. Viendo que nadie más hace ademán de seguirla Zulene se mantiene junto al grupo. Escudriñando de puntillas el lugar por donde Emma desapareció y escuchando cualquier otro ruido que pueda aportar alguna pista d elo que esté pasando.

Pasan unos minutos en los que no sabéis como pueden ir ninguna de las dos chicas .... y finalmente ...

Emilie emerge algo nerviosa de entre el campo de riñones, parece que ha conseguido salir por su propio pie ...

Continuas avanzando cada vez mas deprisa hasta que vuelves a estar corriendo con los perros detrás. No es hasta al cabo de unos momentos que te das cuenta, entre jadeos de cansancio, que los perros ya no te siguen.

Y de repente, terminas saliendo de entre el campo de extrañas plantas para terminar con Zulene, Bost y Ellis.

Ellis y Bost están sentados en el suelo respirando muy pesadamente, parece que la carrera los dejó KO ... Zulene estaba andando impacientemente por la zona, levantando la vista por encima de las plantas.

Has avanzado sola por el campo, te das cuenta que nadie mas te ha seguido ... algunos de ellos estaban realmente agotados por la carrera, o quizá tenían miedo de perecer aquí.

No hasta al cabo de unos momentos en las que te sientes absolutamente sola que empiezan a cruzar por tu mente ideas desagradables sobre lo que te puede pasar a ti o a tu hermana.

Avanzas a ciegas entre las grandes plantas, apartándolas con tu frágiles manos y cada vez avanzando mas lentamente ... te sientes observada, quizá por el silencio, y sabes que si empiezas a gritar, llamaras la atención de todas las bestias que estén por aquí.

Se te pasa por la cabeza que no has escuchado gritos de tu hermana, ni de dolor ni de ayuda ... ¿y si salió por otro extremo y está a salvo buscando vuestra posición?

Y luego es cuando llegas a donde no debías ... delante de ti se encuentra, enredada entre los enormes riñones vegetales y otras malezas, la planta central de campo que las bestias parecían proteger ... sus enormes flores blancas casi son tan grandes como tu cabeza y hombros y al acercarte estas cambian de colores en un extraño arco iris iridiscente.

Escuchas un pequeño gruñido y saltas a la defensiva oteando a tu alrededor ...

Cerca de ti se encuentra uno de los chuchos con algunas crías, el chucho esta tumbado ... como demasiado cansado para levantarse, y entre sus patas ... mamando de sus urbes, están unos cuantos cachorrillos aun húmedos.

Hay mas perritos por aquí que se te acercan con curiosidad y pronto te mordisquean jugetonamente los cordones de las botas ...

Y justo en ese momento, de entre la plantación empiezan a escucharse aullidos de rabia cuando los perros se dan cuenta que alguien se ha acercado a sus crías, y puedes escuchar claramente sus pasos como se acercan y sus gruñidos de incontrolable rabia que incluso espantan a los pequeños cachorros.

De ... puuuuuta ... madre - Mustio entredientes al ver a parecer a Emilie, pero no su hermana. - Primero una y después la otra. El puto cementerio esta lleno de héroes.

Me gustaría maldecir con mas énfasis, pero sigo agotado. Mi respiración ya es normal, pero mi cuerpo se resiente aun del esfuerzo.

Me levanto del suelo y me acerco a Emilie para verla un poco mas de cerca. - ¿ Estas de una pieza ? - Sin dedicarme a hacerle ningún chequeo meticulóso, le doy un rápido vistazo por si parece estar bien (¿ no le falta ninguna extremidad, ni media cabeza, ni esta empapada en sangre, ni con las tripas por el suelo ? ... bien).

Después de eso me giro hacia la plantación de riñones para gritar, levantando un poco la voz a la vez que con cierta cautela (Que se me pueda sentir a 30 o 40 metros, pero no a 300 metros).

Esto ... - ¿ como se llama ?. Joder, soy malo de cojones para eso de recordar nombres - ... ¡¡ Princesita valiente !! ¡¡ VUELVE !! ... Que tu hermana ya esta aquí !

- ¡Eh! Es Emilie. Ayudemosla a llegar hasta aquí, señalando la zona en la que estamos, suficientemente lejos del campo de riñones. 

Y en voz más baja añado a mis compañeros:

- Y evitemos que pueda volver a entrar tras su hermana o estaríamos en el cuento de nunca acabar.

¡Joder...!

Emilie llega hasta ellos y se apoya en sus rodillas tratando de tomar aire, cuando se levanta, ve a Ellis comprobando que esté bien. Ella sonríe de medio lado.

Estoy bien, me caí, pero los perros no me atacaron... qué raro, ¿no? Creo que tú tenías razón. - los miró a todos, frunciendo el ceño al ver que faltaba alguien - ¿Dónde está Emma? - su mirada se dirigió a la plantación de aquellos riñones raros.

- Tranquila. Ahora estás a salvo.

Zulene pone las manos sobre los hombros de Emilie.

- Tu hermana volvió a entrar a buscarte. Pero debemos esperar a que salga por su propio pie o podríamos estar entrando y saliendo todo el día, buscándonos unos a otros.

Emma observa todo fascinada, aquello era una unión entre fauna y flora, una unión maravillosa.

Cuando se le acercan los cachorros, los mira con ternura y les acaricia y les habla con mucho cariño. Sin embargo, los gritos que provienen de entre las plantas, no le gustan ni un pelo.

A sí que no se lo piensa dos veces, si los cachorros han huído, de hacer lo mismo en dirección contraria a la que vienen los aullidos.

Mas nos vale que no empecemos a tontear con que ahora entro y ahora salgo. - Matizo, aun visiblemente cansado, hacia Emilie.

Después de esto sigo dando algunas voces al aire, para ver si Emma se da por enterada y vuelve.

A lo lejos puedes escuchar las voces de tu compañeros llamándote.

En todo caso, no parece que tengas muchas elecciones donde huir ... los aullidos vienen de todos tus flancos, parece que las plantas blancas han dado la "alarma" a todos los chuchos del campo.

Los cachorritos te miran desde debajo de una planta riñón de estas.

Emma decide impregnarse del olor de los cachorros y de la selva, para que su esencia no supusiera una gran amenaza tan grande. Luego buscaría algun sitio para esconderse, pues no era plan de salir corriendo hacia dónde provenían las voces, sabiendo que por allí estarían viniendo más perros de estos. Esperaría a que las cosas se calmasen. Podían pasar muchas cosas.

O conseguía esconderse a sus ojos y olor y conseguía ir hacia sus compañeros.

O conseguía esconderse solo a sus ojos y no a su olor y se la comían.

O ni siquiera conseguía esconderse a sus ojos y al notar el olor de sus crías en ella no le hacían nada (remota posibilidad).

O la descubrían y se la comían.

Bueno, impregnarse de olor no es tan fácil como puede parecer.

A no ser que pretendas despellejar un perrito y restregarte su piel como su fuera un trapo. Cosa que dudo.

En todo caso te intentas esconder en el único lugar donde crees que es posible ... básicamente a los pies y raíces de la gran planta que parece gobernarlo todo desde su altura, entre un par de abotargados riñones vegetales y algunas crías de perro que se te quedan mirando con curiosidad y olfateando.

Donde estas te percatas que se te acerca un chucho de esos un poco mas grande que los cachorros, es joven aun, pero ya es lo suficiente maduro como para presentar un peligro. Aun así su inexperiencia lo hace acercarse a ti con curiosidad ... se tumba a tu lado, olfateando y mirando con confusión allá donde miras tu, como esperando ver algo.

Emma deja que la huela, sin hacer ningun movimiento brusco.

No se le había tirado encima, y eso ya era algo. Mueve su mano lentamente, acercándola si él está interesado o atrasándola si se asusta o se siente amenazado, siempre analizando la situación.

Intenta mantener la calma y enviar buenas vibraciones: sonríe, sus susurros y articulaciones con la boca son calmados y sin ningun tipo de señal alarmante. Si ese joven animal delataba su posición, estaba muerta.

El perro te husmea la mano con curiosidad, no parece que sea muy hostil. De hecho parece estar contento con tu presencia.

Finalmente aparecen ya algunos de los perros adultos que cargan hacia el nido, gruñen rabiosos mientras buscan con la mirada donde está su objetivo.

El joven perro de tu lado acaba entendiendo la situación ... Tu eres la amenaza!

El perro se pone algo mas nervioso y empieza a olfatear el aire, luego se arrastra hacia atrás por debajo de la planta, abandonándote en tu lugar ... o no, te das cuenta que esta mordiendo tus pantalones dándote tirones por donde está el.