Partida Rol por web

-Eh, ¿donde vas pequeño bribón?- Dice Knoss con cierta desconfianza mientras examina el polvo explosivo.

La idea de enecnder los barriles y convertir a los goblins en confeti era tentadora. Demasiado tentador.Miró a sus compañeros buscando una mirada de confirmación.

- Olvidas a la joven mediana que tienen secuestrada. Me parece que deberíamos, al menos, intentar rescatarla antes de hacer confeti a nadie...

Knoss no sabe que responder por un momento. ¿Realmente Kaliber pensaba que quería detonar explosivos así sin mas? Prefirió no contestar nada.

Viendo que Lindel no le hace caso, el viejo brujo decide seguir sus pasos con toda la precaución de la que son capaces sus carcomidos huesos.

Vamos allá... a por un poquito de acción, jejejejeje.

Sigo de cerca y en silencio los pasos de Knoss...

Bien. Seguís al mediano escaleras arriba con la sabia decisión de no usar, al menos por el momento, el "confeti" que menciona el mago Kaliber. Lindel parece entusiasmado cuando asciende las escaleras y encuentra una amplia y antigua sala, húmeda y oscura, con la sola presencia de paredes de piedra agrietadas por el paso del tiempo, otras escaleras al fondo y una jaula colgante que parece ser el motivo de entusiasmo del mediano.
Efectivamente, en ella se encuentra Hansel, la mediana familiar secuestrada por los goblins, y junto a Lindel protagonizan una escena de reencuentro feliz. No obstante no es oro todo lo que reluce, ya que la cerradura de la jaula requiere una llave que no tenéis. Hansel os cuenta que la tiene el guardia carcelero, un goblin torpe y atontado aposentado escaleras arriba.

Sin más, tenéis que idear un plan de rescate y otro de huida.

La sonrisa de Titiana al ver los barriles, delata que es hija del vizir, pues han pensado lo mismo. - Esto se va a ver desde Calandos hasta las estepas nubladas de Osmodh - Presagió con deseo de no perderme el espectáculo.

...

Rauda, sigo a Padre cuando este sigue al mediano, que sigue a su apasionado, pero estúpido, corazón. Encontrándome con la escena del reencuentro, no muestro mucha empatía hacia ellos, como si no entendiera que están haciendo. Mi atención se dirige al guardían de las llaves, y a la los otros accesos que pueda haber en la sala.

El sigilo no es mi fuerte, así que supongo que la pequeña Titiana tiene ahora la voz cantante.

En cuanto a plan de salida. Supongo que podemos chamuscar unas cuantas arañas y abrirnos paso hasta la salida, mientras hacemos explotar los barriles de dinamita dejando un reguero del mismo y encendiéndolo cuando estemos más o menos a salvo... ¿no?

El vizir contempló al goblin guardián con cierto resquemor.

Era una lastima que hubiera gastado su conjuro de sapo con ese ogro y que no hubieran podido descansar. Si no las cosas serian bastante mas fáciles.

Tenia el hechizo de camaleón, lo que le permitiría acercarse para robar las llaves, pero reconocía que no era su fuerte y podría acabar mal en demasiados puntos. A fuera se escuchaba ruido, lo que podría ocultar algún golpe furtivo que se pudiera suceder.

-Bien, o mandamos a alguien a recuperar esa llave ... o hacemos que la chica llame al carcelero mientras nos ocultamos y cuando entre en esta habitación lo linchamos.-

En el fondo de su mente aún tenia pendiente como resolverían el problema arácnido, pero prefería centrarse en una cosa a cada momento.

Lo que ya había decidido es que subirían los barriles aquí arriba, quería que la explosión mandara las piedras de las paredes como proyectiles a cualquier criatura o estructura que hubiera en el exterior.

Me siento identificada con ese "alguien", por lo que aseguro la capucha sobre mi cabeza. - ... y el perezoso dragón dormilón soñaba y soñaba, mientras el pequeño bribón Yal, le robaba y robaba. - Me agacho un suspiro para coger un par de guijarros del suelo y me hundo en las sombras, jugando traviesa con ellos en mi mano izquierda.

(Luego edito para ponerlo en plan rolero. Que ahora estoy en el curro.)

Viendo que Titiana se está metiendo en líos, Knoss baja hacia abajo a los barriles.

-Coge una antorcha.- Le susurra a Kaliber.

Cuando la intrépida y joven Titiana se hace con la necesitada llave que salvará a la mediana entonando una de sus dulcemente irónicas melodías, uno de los ojos del roncante goblin se abre vagamente para dar paso a una mueca de incredulidad. En lo que tarda un ojo en pestañear, Titiana sale pitando escaleras abajo mientras no puede evitar oir un poderoso rugido de alarma. Cuando por fin llega a la sala de la celda, escucháis un fuerte portazo y el murmullo de montones de esos monstruos cabreados que van a por vosotros.

- Rápido! - apremia Lindel desde la puerta de la celda donde se encuentra Hansel.

Echo a correr como alma que lleva el diablo, procurando dejar atrás a los goblins. - ¡¡¡ Vámonos, rápido !!! -. Grito a pleno pulmón, esperando que mis palabras lleguen a las verdes orejas de nuestros perseguidores - Necesito tiempo, un poco mas de tiempo. Esto va a ser como hizo Lord Lithgairan en la batalla de las 5 noches.

Agarro a ambos medianos por el cogote en cuando les alcanzo bajando las ultimas escaleras y les empujo a un lado, mandándolos sin muchos miramientos detrás de los barriles - ¡ Quietos ahí ! Esconderos. - Les susurro con un tono imperativo que no deja lugar a objeciones.
Yo salto detrás suyo, pero de cayendo de pie. Inmediatamente agarro uno de los barriles y me preparo para levantarlo mientras llamo al mago mas joven - ¡ Kaliver, ayúdame con esto !. ¡ Padre, necesito que abra y vuelva a cerrar el portón !

¡¡ Cerrad la puerta al salir !! - Vuelvo a gritar en alto y dirigiendo mi voz hacia las escaleras.

Con la ayuda del mago le doy instrucciones para lanzar el barril contra el portón, esperando que al impactar con este, se rompa derramando su contenido por el suelo. Si todo sale bien, el el pie esparzo el polvo negro ocupando varios pasos a la distancia por delante del portón.
Vuelvo a mirar a Kaliber e insto a los dos magos a esconderse también tras los barriles - Kaliber, en cuando estén encima de la pólvora, ya sabes que tienes que hacer. - Le guiño un ojo, como dejando claro que la respuesta es obvia.