Partida Rol por web

Al fin llega el día de la fiesta. Todo está preparado para la llegada de los invitados y esperas con tus mejores galas a que suene el timbre de la puerta. Después de un tiempo que se te hace eterno, cinco minutos antes de la hora fijada, suena la puerta, golpeada con nudillos nerviosos.

Al abrir la puerta, ves a una mujer alta, de cabello negro largo y rizado y la mirada perdida.

Al verte se sorprende y comienza a hablar muy rápido, casi sin respirar.

Hola, soy Lilu Francoise. Sé que llego pronto pero las trabas... las trabas a veces me juegan malas pasadas... Prefiero llegar pronto, así no llego tarde, porque si me agarran no llego y para evitar llegar tarde tengo que llegar pronto.

Se la ve muy nerviosa, nada parecido a la descripción que te dio Niriad de la chica ida a la que le constaba mantener una conversación.

Hola. Saludó efusivamente a la visitante. Soy Anastasia, la anfitriona de la fiesta. Por favor, pasa, pasa y deja en esta humilde casa algo de la felicidad que portas. Mientras hablaba e indicaba a la invitada la sala principal, se fue figando en sus ropas y su forma de actuar, algo era calo, era una mujer muy nerviosa. ¿Qué tal el viaje? pregunto finalmente tratando de romper el hielo.

Te fijas más en ella. Parece joven, no mucho mayor que tú, pero su rostro desencajado hace que se le marcen las arrugas y las ojeras. Va vestida con sudadera de capucha roja y pantalones vaqueros muy desgastados, con convers negras en curioso buen estado.

Mirando más allá, intentando contemplar su forma changeling, puedes comprobar que sus rasgos tensos se acentúan aún más en esta forma: el cabello lo teine encrespado y erizado, en lugar de caído y ondulado, la mirada es totalmente blanca y tiene heridas en las mejillas feéricas.

Lilu entra tras tu invitación y parece cambiar por completo de personalidad. Se queda absorta, contemplando la decoración de tu mansión. Ya no se la ve nerviosa, pero es complicado hablar con ella, solo murmura con la mirada fija en un punto.

Anastasia intento hablar con la sluag mientras hacía tiempo para que vinieran el resto de invitados. Incluso trato de llamar su atención contando alguna de las historias de la ciudad. ¿Puede que para hablar con ella tenga que hacerlo desde el ensueño? Pero enseguida descarto la idea no podía entrara desde ahí en el ensueño. ¿O puede que tenga que usar algún poder?

Prestando atención consigues dilucidar parte de lo que dice. El resto es incomprensible no porque no la oigas, sino porque es un balbuceo ininteligible.

Ya estoy en la casa... los meggeth ya no atacarán... La Corte... Soles corruptos... Frías garras...

Antes de poder decidir qué hacer siquiera con tu invitada, vuelve a sonar la puerta. Allí se encuentran Niriad y Sarah.

Sarah está riéndose y porta una pequeña cajita.

Mira, Anastasia. He traído insectos que he recogido. Me ha costado mucho, porque no me han podido ayudar mis compis de la Banda del Patio. No quería que se enteraran de la reunión.

Niriad parece hastiada por la alegría de Sarah, y te mira con rostro derrotado.

¿Qué tal todo? ¿Ha llegado alguien?

Anastasia miro complacida a Sarah. Un poco de alegría en la fiesta no vendrá nada mal. Y acompaño a la pequeña Sluag al salón.

No, solo ha llegado Lilu. Contesto a su mentora. Supongo que aún es muy pronto y la gente importante se hará de rogar. 

Niriad se fija en Lilu y se acerca con rapidez.

¿Qué tal el viaje, Lilu? ¡Cuánto tiempo sin vernos! Ante el aspecto que presenta Lilu parece sorprenderse.

Murmura: Esto no es normal

Sarah se acerca detrás de Niriad para saludar a tu huésped pero ante lo que dice Niriad su rostro feliz cambia por completo y decide quedarse cerca, en silencio, esperando.

Mientras tanto, oyes unas voces fuera, en el jardín delantero de tu mansión:

Iotho, estás tan feo como siempre. Note sienta nada bien la luz. ¿Lo coges? ¿Luz? Venga ya, no me mires así.

Ante la pronta llegada de más invitados Anastasia se dirigió a la puerta y con disimulo miro por la mirilla para ver quiénes eran los próximos invitados. Tranquila Anastasia por ahora está yendo todo bien. 

Ves a dos hombres por la cerradura. uno es Iotho Masked, con un extraño traje de chaqueta de cuero y corbata de cadenas. El otro hombre va exageradamente arreglado, con un frac colorido, de tonos rojizos y gran cantidad de pañuelos aquí y allá, sobresaliendo de cada bolsillo. Un sombrero de copa negro decora un rostro de bigote y perilla cuidados. Debe ser Charles H. P.

Siguen hablando, uno con la voz casi inaudible, el otro con un torrente de voz poco habitual en los sluagh.

Sí... Lo cojo, Charles. Es un placer volver a verte... Hace mucho de la última vez...

¿La última vez? Me extraña que te acuerdes de la última vez después de caer dormido por uno de mis elixileres y despertar en ese prostíbulo. Y comenzó a reir de manera exagerada.

Muy gracioso... Por favor, ¿podemos dejar las conversaciones para cuando entremos? No es lo adecuado...

Anastasia espero hasta el último momento para abrir la puerta. Buenas noches mis camaradas. Espero que disfruten de la fiesta y dejen en esta humilde morado un poco de la felicidad que traen. A la sluagh le pareció gracioso utilizar la manida frase que usaba el Conde Drácula para dar la bienvenida a sus invitados a su castillo, le parecería igual de graciosos a sus invitados.  Pasen, pasen. La fiesta está empezando.