La Sluagh suspiro. No, son de otras ciudades. Ya conozco a todos los changeling de la ciudad. ¿Podrías decirme alguien que tenga contactos fuera de la ciudad y pueda ayudarme?
Con aquí, me refiero a Gran Bretaña. Si que he tenido que hablar con Sluagh de todas estas islas y no me suena ninguno de esos nombres, niña. Parece algo molesto pero no sabes exactamente por qué. Conozco a tu mentora, Niriad. Ella seguro que sabe quiénes son.
Anastasi suspiro esta vez mucho más fuerte. Si no queda otro remedio... Dijo con tono melancólico. ... Visitare a Niriad.
Pues eso, iré a ver a mi queridisima mentora.
Después de pasar por su casa y ver que no está, supones que se encontrará en el feudo. Parece que últimamente pasa demasiado tiempo allí.
¿Qué tal los preparativos de la fiesta? Espero que bien porque nuestros invitados son muy exquisitos.
Si, va muy bien. ¿Como iba a ir si no? Contesto forzado una sonrisa de satisfacción. Y precisamente venía a hablar de instituto invitados. Soy la anfitriona y debería de conocerlos.¿Podrías contarme algo de ellos?
Niriad medita tus palabras. Parece sorprendida, luego enfurecida, por útlimo, resignada.
Madame Hiruko proviene de Japón. Nació en Kyoto y es mi mayor contacto para todo lo que sucede en ese continente. Es peculiar. Le gusta vestir de blanco. Supongo que es por motivos culturales. Tengo entendido que el blanco allí es el color del luto.
Charles H. P. es un engreído norteamericano, texano. Y no es casualidad lo de H. P. Asegura que su mentor coincidió en una fiesta sluagh con H. P. Lovecraft. Es mi contacto para todo lo que tiene que ver con Concordia, el reino Changeling que comprende Estados Unidos.
Por último, está Lilu, Francoise. Como supondrás es francesa, del Norte, Paso de Calé. Viaja mucho, sobre todo por el Ensueño. Si necesitas saber algo de las tierras de fantasía ella es tu mujer.
Y te preguntarás: ¿por qué Niriad no ha invitado a ningún sluagh de Reino Unido? Porque son unos fracasados engreídos y no necesito ninguna información suya. Tengo mi sistema para infromarme de lo que pasa en las islas.
La Sluagh fue apuntado mentalmente todos los datos que le proporcionaba su mentora. Era raro que no le pidiera nada a cambio, puede que ser la anfitriona fuera bastante pago. ¿Deberi saber algo más, algo con lo que meter la lo pata?
Niriad medita profundamente.
Demasiadas cosas... Los sluagh somos tan reservados... Cada uno con sus caprichos y sus triquiñuelas. Son gajes del oficio. Improvisa.
La Sluagh miro a su mentora con cara de aba, una cara resultado de la mezcla de un expresión de incredulidad y de estupidez. ¿se está ríendo en mi cara o simplemente no lo sabe?
vale, en resumen, que tenga cuidado a la hora de hablar.
Viendo que no estás muy convencida se extiende un poco en las explicaciones.
De Charles no te tienes que preocupar, más bien debería preocuparse él mismo de vez en cuando sobre lo que dice. Es un bocazas y un engreído. Pero es muy útil, sabe mucho. Olvídate de sus impertinencias y céntrate en sus datos.
Sobre Hiruko... Está enamorada de la cultura japonesa. Pero no del manga y el anime y lo habitual, sino de la "antigua y milenaria cultura japonesa", como dice ella. Sus normas sociales son inaccesibles para cualquiera... Finalmente, ha decidido despreciar en silencio a todo aquel que no entiende sus normas sociales.
Y Lilu... bueno, está algo perdida. Viajar tanto en el Ensueño pasa factura a cualquiera. Ve cosas que los demás no ven y es difícil a veces mantener una conversación fluida con ella. Ten paciencia si no se estresará.
Interesante, al final todos terminamos teniendo nuestros pequeñas taras sociales. Claramente Anastasia también tenía una de esas taras sociales, era extremadamente tímida. En cierto modo le consolaba que otras personas también tuvieran sus problemas, eso la hacia menos rara. Aunque quitar un grano de arena en la gran montaña de rarezas de Anastasia ni modificaba en nada su estatus de "bicho raro".
¿Y hay que seguir algún protocolo en la fiesta? Dijo entrando en materia referente a su papel de anfitriona.
Hiruko seguro que está a disgusto con cómo organices la fiesta. Los demás consideramos que se debe organizar como el anfitrión decida. Lo habitual es una recepción en el vestíbulo, charla desenfadada, tentenpie y por último encargarse de asuntos importantes: información, intercambios...
Niriad empieza a aburrirse. Parece que no le gusta demasiado el papel de mentora.
Anastasia empezó a darse cuenta que Niriad estaba a disgusto. Intuía que si seguía con la conversación su mentora se aburriría mortalmente y seguramente la próxima vez que necesitara ayuda ni siquiera la recibiría. Creo que con esto ya tengo suficiente para meditar y preparar la fiesta.
Creo que podemos pasar a la Fiesta.
Ok, dame un tiempo para que lo organice todo y estoy. Si quieres ir describiendo qué haces, qué preparas y cuáles son tus planes mientras tanto soy todo oidos.
Anastasia volvió a su mansión dándole vueltas a las palabras de su mentora y como con esa información podía mejorar la fiesta. Estaba claro que por muchos objetos o guiños a la cultura japonesa que metiera en su fiesta Hiruko la despreciaría, de forma que decidió no meter ninguno. Compraría una botella de saque en el restaurante japonés de la ciudad y la dejaría agriar, pero no haría nada más.
Cuando tengas tiempo, por mi parte no hay prisa.