Partida Rol por web

"ha encontrado algo"

hago un gesto a los demás para avanzar y camino hacia Duncan vigilando las sombras del pasillo tras el. Me detengo a un par de metros de el a ver que es lo que examina

Te agachas y tras tocar una de las manchas notas que no es fresca y esta un poco reseca pero no demasiado, quizas sea de hace un un dia o dos.

-Hay rastros de sangre de hace un día o dos, posiblemente de las orcas. Creo que deberíamos seguir ese rastro a ver a donde nos conduce-.

"No me parece mal, pero insisto en que antes de continuar deberíamos recuperarnos. No sabemos lo que nos podemos encontrar delante y estamos muy mermados" insistió el clérigo.

"Es mejor buscar algún lugar lo más seguro posible y reestablecernos lo máximo posible. ¿Has visto algún lugar que te parezca seguro?"

"Duncan, si tú te encuentras bien, si podías ir haciendo incursiones de exploración. Eso si, no deberías arriesgarte lo más mínimo. Sobre todo deberías tener especial precaución sobre las posibles trampas que pudieran haber."

 -¿un lugar seguro para descansar? claro, podemos volver al pueblo, aquí abajo no hay ningún lugar seguro, y ¿cuanto tiempo van a necesitar para recuperarse de sus heridas? días. Si lo que decís es que nos retiremos decidlo ya, intentar acampar en cualquier lugar de estás cuevas es simplemente estúpido-

Aunque mis palabras son duras no las digo de malhumor, comprendo que han recibido algunas heridas importantes, pero no esperen montar un campamento aquí o acabaremos como las orcas

"Raangar, nadie está hablando de montar un campamento aquí, pero seguir en nuestra situación actual es ir directos a la tumba. Cuanto menos, deberíamos intentar vendarnos las heridas y recuperarnos un poco mientras Duncan explora estas cavernas. No estoy dispuesto a arriesgar sin más la vida de nadie.

No debemos continuar hasta que no estemos en unas mínimas condiciones para poder enfrentarnos a lo que quiera que nos encontremos ahí delante."

-No tengo ninguna gana de avanzar ciegamente hacia la muerte descuida, pero no veo como sentarnos un par de horas nos va a ayudar-

Yo puedo cuidaros mientras descansáis.-se ofreció el halfling,después de escuchar la conversación

Rom,¿viste cómo herí al bicho ese que te atacó?Yo creo que fue de muerte,que lo dejé atontado para que lo rematárais vosotros,tampoco me voy a llevar yo toda la gloria del combate ¿no?.-continuó dirigiéndose a su amigo

"Uhm.. quizá tengas razón, Raangar. Para curar estas heridas necesitaremos mucho tiempo. Recemos a Petra para que vele por nosotros." - dijo Vasily con preocupación, dirigiéndose al mago.

"Duncan, ¿cuánto tiempo crees que tiene ese rastro de sangre que has visto?".

-Un par de días, está reseca pero se puede raspar bien. Uhm...-Duncan se rasca la perilla pensativo.-No tenemos tiempo de volver atrás para descansar y tampoco podemos montar un campamento aquí por razones obvias, pero, los que estén más heridos, que se pongan en medio del grupo en los corredores y atrás en los combates, que utilicen armas a distancia, siempre con cuidado de no dar a nadie que no sea el enemigo.- Yo tengo una pequeña ballesta si alguien no tiene arma a distancia se la dejo, pero no podemos esperar a que vengan a por nosotros, la sorpresa es una gran aliada.-  

Una vez se ha vendado la herida y comprueba que el sangrado se ha detenido lo suficiente, Romualdo se poen de pie y sonríe a Siriel.

-Sin duda amigo!! Tu intervención ha sido gloriosa- Le comenta animando al pequeño halfling. tras eso, mira al resto con gesto preocupado.

- Podemos avanzar un poco mas, pero con suma cautela, nuetro primer enfrentamiento ha sido mas duro de lo que pensaba, y quien sabe lo que hay allá abajo.-

Mientras hablas con tus compañeros notas algo raro, has dejado de escuchar un sonido casi imperceptible pero en el silencio absoluto de esta caverna te llama poderosamente la atencion, era una especie de sonido de roer.....de algo o alguien royendo algo duro.

- Si sigamos - dice el elfo ahorrando el palabras, sin duda esta aguantando el dolor de su brazo lo mejor que puede. La verdad es que no quiere ser un inconveniente para el grupo asi que hace todo lo posible para no retrasarlo.

- Si me veo muy mal, me tomare la poción que me dio Vasily - acaba diciendo mientras sigue a los demás.

- Panda de nenazas - dice el guerrero, afectado aún por su actuación en el combate previo - No hemos venido aquí para volvernos a las primeras de cambio. Si queremos conseguir éxitos y gloria no podemos estar reculando cuando empiezan a surgir contratiempos - dice escupiendo las palabras de manera algo tosca.

- Duncan, continúa. Con cuidado, si quieres, pero continúa ya - intentó moderar un poco su tono, pero sus palabras sonaban más a orden que a otra cosa.

El ladrón retrocedió saliendo del pasillo, mientras Ataulfo le decía algo que no pudo comprender sacó otra daga de detrás de la capa dejando la linterna en el suelo iluminando el corredor.-No estamos solos, preparaos-.

Voy asintiendo entretenido al tono severo de Ataulfo, el guerrero no entiende de diplomacia y a mi me parece bien que piense que el manda.

Pero el humor desaparece de mi cara al escuchar las palabras de Duncan, si son los devoradores de cadáveres mas nos vale hacerlo mejor que contra esos gusanos. Doy unos pasos rápidos para colocarme a nuestra retaguardia y elevo mi lampara por encima de mis compañeros para iluminar lo que se acerque

El clérigo se giró espectante hacia la dirección donde estaba Duncan. Sacó su maza y la apretó fuertemente con la mano. Todavía le dolían las heridas que le habían hecho los gusanos y no estaba dispuesto a dejarse dañar más.

Observó a todos los miembros del grupo y comprobó que también estaban preparados.

Pensó que, sin duda, el tono de voz de Ataulfo había llamado la atención de lo que quiera que estuviese ahí.

"¿Qué ocurre, Duncan? - le preguntó, casi susurrando.

El halfling volvió a sentir el cosquilleo y la tensión de la adrenalina en su cuerpo y el sabor metalizado que te deja el miedo en la boca al oír las palabras de Duncan.

Tragó como pudo y agarró su arma con firmeza preparándose para lo que se le venía encima