Partida Rol por web

- Pues entonces yo tambien me voy a dormir. Esperaremos a que el mago identifique los objetos y aunque no pretenecemos a vuestro grupo supongo que en el reparto de lo encontrado contareis con nosotras. Al fin y al cabo os hemos ayudado un poco en vuestra misión. - os dice la rubia minetras se dirige a sus habitación - ¿Vienes Sarrah? -

- Vete yendo tu que yo me voy a quedar charlando un poco de los viejos tiempos con Duncan -

-Eso es, los viejos tiempos que maravilloso era todo cuando solo te preocupabas de que aquél gordo guardia no te pillara y...-Duncan cierra la puerta de su dormitorio cuando Sarrah traspasa el umbral pero la abre al instante.-No me molesteis aunque asedien el castillo.- 

Ataulfo sonríe maliciosamente tras escuchar las palabras de Duncan y, cuando éste cierra la puerta, dice - bueno, Duncan ya ha elegido su parte del tesoro. Repartamos el resto que hay una dama a la espera de poder dormir en condiciones- y dicho lo cual, hace hueco en la mesa del pequeño comedor para vaciar el saco - me parece que vamos a acabar pronto.

- Bueno, antes sería mejor esperar a mañana para aclarar unas cuantas cosas y poder hacer un reparto más justo y equitativo - comenta el guerrero mientras recoge el saco con los objetos - mañana nos vemos, chicos - dice mientras se introduce en la habitación de las mujeres, ocupada tan solo por Erren, cerrando la puerta tras de sí.

Ataulfo entra en el cuarto de la mujer sin ningún pudor, quitándose el casco y descolgándo su mandoble de la espalda - buenas, tu compañera me ha quitado la cama, así que espero que no te sea mucha molestia... - dice sin cortarse un pelo.

Siriel entró en su habitación. Estaba muy cansado así que se apresuró a quitarse la armadura, asearse un poco y a meterse en la cama. Se giró hacia su compañero...Que descanses

Suaves ronquidos no tardaron en emerger de su cuerpo

Entro en una cualquiera, me duelen mucho los pies, así que me los masajeo para desgracia de cualquiera que esté cerca, ya que los tengo bastante sudados. Luego media hora de murmullos en forma de rezos y a dormir.

- ¡Ja, ja ,ja! - rie la bella mujer - Desde luego no se puede decir que eres un mojigato y afortunadamente para ti yo tampoco, addemas de que debajo de ese casco eres bastante agraciado. Asi que no estaria mal celebrar que estamos vivos y mas ricos de lo que eramos ayer. Pero antes de empezar con nuestro "combate" se un caballero y trae un poco de vino que creo que vamos a tener sed dentro de poco. -

una vez en la habitación con una copa de vino en la mano, unos cuantos besos, y menos ropa encima la encantadora Sarrah responde a tu pregunta - Mi bello Duncan compenderas que no teniamos pensado ir a Penhaligon a vender nuestra mercancia, pero si que averiguamos que hay un mago que vive a las afueras de la ciudad llamado Magnus Nelaine que se dedica a encantar e identificar objetos magicos. Seguramente es una buena opción para saber si lo que hemos encontrado es magico, que supongo que lo sera al estar escondido. Pero bueno con estos magos nunca se sabe -

Ataulfo devuelve la sonrisa pícara y responde -¿vino?, muy bien, creo que es lo menos que nos merecemos, y alguna que otra fruta también. Dan mucho juego esos manjares, ¿sabes?  - tras lo que sale al pequeño salón, sin cerrar la puerta, para recoger una jarra de vino, un par de copas y un plato con uvas y fresas.