Partida Rol por web

Bajo las luces de New York

A Detective's Story: Bloody Track.

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01/05/2013, 20:58
Director

 

Comisaria de Policía de Nueva York

"Son las 07:00 ¡Levántate, dormilón! Nos espera un gran día 23 de Noviembre, ¿verdad Mike?

 

¡Así es! ¡Y es que apenas falta un mes para Nochebuena y tenemos un magnífico día soleado aunque frío! ¡No se olviden las chaquetas en casa y procuren no pasar por el corte de la 42 con la 13: todos los coches parecen haber querido pasar por el mismo sitio!

¡Gracias Mike! Y ahora vamos a escuchar una gran canción para empezar el día con ánimo."

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01/05/2013, 21:02
Director

 

Thomas llegó como siempre puntual a la comisaría, el maldito despertador se había ocupado de ello, aquel trasto se empeñaba en amargar el día al viejo inspector desde el mismo día que lo compró. Por suerte había pocas mañanas que no pudiesen solucionarse con un café lo bastante cargado.

Dentro de la comisaría todo seguía como siempre, ese calmado ajetreo que caracteriza a la policía de New York era el ambiente habitual a primera hora de la mañana. Un par de borrachos salían por la puerta después de haber pasado la noche en el calabozo y algún ratero de tres al cuarto esperaba en una silla a que llegara su abogado. Nunca era pronto en esta ciudad para que un policía hiciera su trabajo. O al menos aquellos que lo tuvieran...

La mesa del inspector Jackson llevaba vacía desde hacía semanas. Algún que otro expediente por multas de trafico, o incluso si había suerte un par de atracos con arma blanca, pero Thomas lo sabía, su carrera llevaba estancada mucho como para que ahora le llegase algo gordo. Con mucha calma se sentó en su mesa dispuesto a pasarse otro día afilando lapices pero algo extraño lo esperaba en su mesa. Ante él había un dossier que no estaba allí la noche pasada. Que era aquello y como había llegado allí.

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01/05/2013, 21:03
Thomas Jackson [Muerto]

 

Thomas enarcó una ceja, mirando de reojo por el pasillo no fuera a ser una broma de mal gusto... Aquello apestaba a Wagner que tiraba para atrás; pero una vez verificó que no parecía haber moros en la costa respiró hondo y se sentó.

Como seguramente no tuviera nada mejor que hacer en todo el día se propuso tomárselo con calma y disfrutar de la posibilidad de que fuera algo de verdad y no un atropello de gatos más... odiaba los atropellos de gatos y a sus quejumbrosas dueñas. Le recordaban demasiado cómo de sola puede acabar una persona: únicamente animales por compañía y de pronto ¡BAM! un taxi amarillo de un indonesio sin licencia.

-Seguro que se han equivocado y tengo en media hora la cantamañanas de turno diciendo que esto es suyo...-pensó aún recelando mientras lo abría y empezaba a leer el dossier. Si aún le quedara café estaría dándole sorbos en esos momentos.

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01/05/2013, 21:05
Director

 

Estimado señor Jackson, estoy seguro de que se ha sorprendido de ver esta carpeta en su mesa. Comenzaba una nota en la primera pagina. Puede estar muy tranquilo, esto no es ninguna broma. Hace mucho que le observo y creo que es usted la clase de policía que necesito en estos momentos. Por ello he pedido amablemente a sus superiores que no le molesten con ningún otro asunto. En esta carpeta encontrará información relativa a las desapariciones acaecidas en los últimos días, aunque algunas se remontan algo mas atrás. Mi equipo y yo hemos tratado de aportar toda la información de la que disponemos, con lo que esperamos que usted pueda iniciar la investigación. Estaremos a la espera de sus resultados. Atentamente A. D.

La nota estaba escrita a mano con una perfecta caligrafía y salvo por las dos iniciales no había ninguna pista más sobre quien era el autor. Aun así en el interior del dosier aparecía una treintena de nombres, apellidos, localización y testigos relativas a las supuestas desapariciones que mencionaba.

Por supuesto que Thomas había oído hablar del caso, y sabía que la policía estaba siguiendo varias pistas, pero aquella información no solo era abundante sino hasta cierto punto ridículamente minuciosa para no estar relacionada con los ficheros de la policía.

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01/05/2013, 21:06
Thomas Jackson [Muerto]

 

Durante un momento Thomas pensó que era blanco de una broma muy elaborada pero, ¿en serio requería tanta molestia que alguien se riera de él? Tras dudar unos instantes la parte de viejo policía se impuso sobre la cínica y echó mano de un cuaderno y un maravilloso lapicero perfectamente afilado -meses de práctica- y empezó a anotar lo más relevante de los casos que tenía encima de la mesa: nombres, lugares, fechas... 

También copió íntegramente la copia manuscrita de la nota que acompañaba al dossier. Sólo por pura precaución profesional; no sería la primera vez que se "perdía" algún caso relativamente gordo porque apuntara a quien no debía. Lucía una sonrisa depredadora mientras transcribía los detalles más importantes. Esa libreta se iría con él siempre, y usaría el dossier para moverse por la comisaría. 

-Claro que sí joder, el puto Thomas Jackson ha vuelto- se decía mientras mantenía la sonrisa. -y aún me acuerdo cómo se hacen esas cosas... - recogió un poco el escritorio, se guardó la libreta en el bolsillo de la gabardina colgada del perchero y echó mano del dossier.

Iba a bajar a evidencias, a ver si se documentaba un poco sobre algo que ya tuvieran sobre esas desapariciones. A fin de cuentas ellos se suponía que eran la jodida Policía de Nueva York... algo tendrían que no hubiera en los informes. Por mucho que sus imberbes representantes en la actualidad fueran unos redomados inútiles. Y, qué demonios, esos casos eran la comidilla de la ciudad; más les valía tener algo.

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01/05/2013, 21:07
Director

 

El agente Jackson llegó a evidencias como un rayo, hacía mucho que no iba por el lugar, tanto que el muchacho joven que estaba sentado en la ventanilla de solicitudes no le era ni tan siquiera familiar. El chico no pasaría de los veinte, aun tenía hasta granos en la cara de su adolescencia y, tan pronto como era de mañana, tenía un café y un periódico sobre la ventanilla. Sin siquiera mirar quien era quien había entrado en su sala le tendió una hoja de registros.

Si me vas anotando aquí tu nombre tu grado y el archivo que buscas... se lamió el dedo para pasar de pagina. Aquello fue todo, el chico no terminó ni su propia frase. Parecía absorto en alguna de las noticias que venía en la primera tirada del periódico.

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01/05/2013, 21:09
Thomas Jackson [Muerto]

 

Thomas inspiró profundamente, calmando sus ganas de cantarle las cuarenta al chaval. Sería nuevo y todo lo que quisiera, pero había formas de tratar a los veteranos; ¿o acaso se pensaba que se había colado allí como un ladronzuelo? Guardándose para si mismo el mal humor rellenó lo que le pedía el crío, rellenando de cabeza el número del caso. Él era un policía de verdad... habiendo leído tres veces una cosa ya la tenía grabada.

-Ahí tienes -dijo secamente, dejando el formulario encima del periódico que estaba ojeando el otro.-¿hace falta también que te enseñe la placa de detective?- se notaba enfadado porque un imberbe becario ni siquiera prestara atención a gente de la que podría aprender un oficio de vocación y estuviera allí ignorándolo-¿Y ahora me vas a traer lo que pido o te tendré que decir también dónde buscarlo?-decidió que iba a hacerle pasar un mal rato, por capullo.

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01/05/2013, 21:10
Director

 

El muchacho de policía pestañeó un segundo al oír la respuesta del agente. por primera vez desde que había empezado la conversación miró a Thomas a la cara, después mirando lo que había escrito salió como una bala al interior del almacén sin decir ni una palabra. Diez minutos más tarde el muchacho volvió con una caja en las manos.

Siento el retraso dijo con voz cortada y la cara pálida. Esto es todo lo que hay. no tiene ninguna referencia y esta un tanto desordenado dijo al abrir la caja y mostrar un montón de papeles superpuestos. Por favor, no le ponga ninguna queja a mi superior, pensé que era algún guardia de trafico que venía a molestar a primera hora. No es normal ver a alguien de su categoría a estas horas en evidencias.

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01/05/2013, 21:11
Thomas Jackson [Muerto]

 

Thomas miró de reojo al chaval mientras cogía la caja con las poca información al respecto. Por un momento se acordó de un crío hacía ya más de treinta años, tembloroso al hablar con sus superiores y casi -sólo casi- se compadeció del novato que estaba delante suyo.

-No tengo tiempo que perder en hacer de policía dentro de la policía...-miró fijamente al chaval para dejarle claro un par de cosas antes de marchar- pero acuérdate lo que pone en tu placa: "Proteger y Servir". En estos momentos tu tarea para cumplirlo es ayudar a todos los que pasen por aquí, sean inspectores de tráfico despistados o inspectores que siguen haciendo su trabajo desde primera hora de la mañana. No te olvides de eso y nos llevaremos muy bien.- dijo con una breve contracción en un lateral del labio. En Thomas eso era una sonrisa.

Tras terminar de rellenar los formularios pertinentes salió de evidencias para volver a su despacho, no necesitaría café por el momento y tenía trabajo por delante poniendo algo de orden a todo eso y enterándose un poco de qué iba el asunto y cotejarlo con el dossier misterioso. Seguramente aquello le llevara un buen rato, pero creía que podría finiquitar un primer vistazo en profundidad para ir al archivo de comisaría más tarde para más referencias cruzadas.

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01/05/2013, 21:11
Director

 

Una vez sentado en el despacho, con el dossier y las escasas evidencias que figuran en la caja, Thomas por fin pudo ponerse a trabajar en serio.

Lo que el viejo policía tenía delante eran, básicamente, casos de desapariciones. De todo tipo, a decir verdad. Mujeres, hombres, de un rango de edad que iba desde los 17 hasta los 53. Diferentes clases sociales y, a juzgar por las fotografías adjuntas en el dossier, sin ningún aspecto común.

Y como suele pasar en las desapariciones, no había demasiadas pruebas. La mayoría eran testimonios y declaraciones de la gente, que venían a decir poco más que "mi hijo/sobrino/amante ha desaparecido". La lista de nombres ascendía a once desde la primera, localizada el 21 de Octubre. La última: apenas hacía dos días. 

Lo que si pudo encontrar el ojo crítico del policía es que la mayoría de las personas habían desaparecido "por que no llego a la hora a casa". Era probable que las desapariciones sucedieran por la noche, en los jóvenes en las horas de fiesta, pero eso tampoco significaba demasiado. ¿Quién va a desaparecer a plena luz del día?

Sin embargo si que había algo llamativo. Varías cosas, en realidad. Tres de las desapariciones implicaban un bar, elLúmiere.Ni siquiera sabía donde estaba ese antro, pero si algo bueno tenía el siglo XXI era la posibilidad de mirarlo todo por internet. Podía ser pura casualidad, pero el alma policial de Jackson hacía tiempo que había dejado de creer en la bondad, en Papa Noel y en las casualidades.

La segunda es que varias personas denunciaban "el móvil daba línea cuando llamamos al principio, pero luego ya no".Alguien había apagado esos móviles, y o la gente se iba a un lugar secreto donde no querían que les molestasen, o alguien tenía acceso a aquellos aparatos.

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01/05/2013, 21:13
Thomas Jackson [Muerto]

 

Thomas echó un vistazo largo y somero al dossier cotejándolo con lo poco que había referente a esas desapariciones en la caja que le dio el novato. No estaba seguro si el crío la habría cagado o si no había nada más. 

-Aunque, pensándolo bien... si este dossier no tiene señales de la policía era de esperar- pensó para si mismo, maldiciendo entre dientes al imbécil del alcalde y su puñetera normativa anti humo. Le vendría bien un cigarro en esos mismos momentos en su despacho, pero el detector de humos le disuadía.

Planteándose seriamente taparlo durante un rato se percató de una especie de factor común a todas las desapariciones... el club "Lumiere". No lo conocía y, siendo la hora que era, estaría cerrado sin lugar a dudas. Pero eso no quería decir que se fuera a quedar de brazos cruzados.

Encendió el ordenador de su despacho, el brillo actínico del monitor iluminó su cara y se vio reflejado en él; sorprendido de ver una sonrisa torcida en el reflejo. Decía muy poco a su favor que hiciera falta algo tan horrible como esa serie de desapariciones sin pistas para hacer que se manifestase alguna emoción positiva. Pero maldita fuera su estampa, estaba disfrutando aquello, sintiendo de nuevo lo que era ser un policía.

Y, como les dijeron en aquel curso de nuevas tecnologías... había que hacer uso de la web esa para su trabajo. Había un par de buscadores maravillosos que le darían toda la información que buscaba sobre el sospechoso club nocturno aquel. Sentía que podía tener mucha importancia en aquella investigación poco oficial, y eso sólo lo hacía más dulce aún.

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01/05/2013, 21:14
Director

 

A Thomas le costó encontrar alguna referencia del Lúmiere, lo que dejaba claro que seguramente entrase en la categoría de antro. Consiguió localizarlo en el mapa de la ciudad y, poniendo el muñequito ese a andar por las fotografias de aquella zona, pudo ver que aspecto tenía. No parecía un local muy grande, pero tampoco demasiado escabroso: un bar de clientela relativamente familiar, que distaba mucho de ser lo mejor de la ciudad. Eso si: mételos en los barrios bajos y no durarían ni cinco minutos. Malos de la burguesía, le gustaba llamarlos.

Un lugar en el que yendo de paisano no le costaría mucho entrar.

Por suerte, un par de adolescentes amantes de la vida nocturna lo habían recomendado por ahí entre blogs y foros con muchas fotos de jovenes con cantidades tan ingentes de alcohol que hizo que a Thomas se le cerrase el estómago. Al parecer aparte de su clientela más madura el bar tenía alcohol muy barato y muy poco control de la edad de los crios que querían ir a un sitio resguarecido para emborracharse. Concordaba con los adolescentes desaparecidos. A lo mejor solo estaban pudriendose en algún callejón tras caer en un coma etílico.

Otra buena noticia es que el bar abría a las seis de la tarde. Y, volviendo a activar su sentido del tiempo, el estomago del policia rugió. Thomas se dió cuenta de que llevaba trabajando más de tres horas seguidas sin darse cuenta, y que eran prácticamente las cuatro de la tarde. Hacía años que no le pasaba aquello: la adrenalina había vuelto a su cuerpo por fin.

Y tenía la sensación de que no se iría en cierto tiempo...

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01/05/2013, 21:15
Thomas Jackson [Muerto]

 

En un momento de gloriosa iluminación su estómago comenzó a rugir, lo que hizo que Thomas se molestara en mirar el reloj para recordarle que aún era un humano atado a nimios procesos biológicos como el comer. Suspiró, había estado bien sentirse como "El Policía", un ser que vivía puramente para resolver casos y hacer que los culpables fueran llevados ante la Justicia... pero eso sonaba más a historieta barata del quiosco de la esquina a dolar cincuenta.

Se levantó de la mesa, oyendo como le crujía la espalda -Auténtico glamour de "defensor justiciero"-pensó con cierta sorna mientras recogía un poco los papelajos y notas de la mesa. Tras bloquear su terminal de ordenador y guardar propiamente el dossier salió al pasillo pensando qué le apetecía más a su maltrecho estómago. El local aquel abría a las 6, se llenaría una hora o dos más tarde por lo que, en principio, tenía tiempo más que de sobra para cubrir sus necesidades biológicas y decidir si se metía en la boca del lobo ese mismo día.

La parte reflexiva le recomendaba tomarse un día más de preparación, pero tampoco podía ignorar por completo el gusanillo en el vientre, no el hambre, que le agitaba ese sexto sentido de detective que ha olfateado una pista de un caso relevante. Antes de que pudiera darse cuenta, perdido en sus pensamientos, se vio nuevamente en su despacho con una hamburguesa doble con todo y un refresco.

-Poderes del "Policía"-sonrió torvamente mientras mordía con ganas.

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01/05/2013, 21:16
Director

 

La voz de su secretaria rompió el agradable almuerzo de Jackson. En su vida de policía sin apenas tiempo y nadie que le cocinase había aprendido a disfrutar de las pequeñas maravillas de la comida basura, y las hamburguesas después de recibir un caso sabían a victoria. Hacía tanto que no disfrutaba de aquel único sabor que esa simple hamburguesa de restaurante de barrio le estaba sabiendo a gloria.

Pero no todo podía ser bueno ¿cierto? Llevaba un día demasiado completo como para...

- Jackson, suben para tramitar una denuncia de desaparición. Nunca pensó que la voz de esa petarda hastiada adicta a los minijuegos pudiera alegrarle el día. Thomas estaba convencido de que Jessica estaba ahí por orden explicita del comisario para amargarle todas y cada una de sus mañanas, y seguramente esperaba que el informe de esta desaparición se perdiese junto con los demás.

Se equivocaba.

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01/05/2013, 21:17
David Stanford [Superviviente]

 

David, refunfuñando no sólo por dentro, subió las escaleras con pies de piedra, como si aquella escalera fuese un lago y él se hubiese metido con la mafia. Haría falta algo más que una botella de whisky y un pavo relleno con amor para alegrarle el puñetero día. Probablemente el beso de su a veces mujer y a veces condena apenas fuese suficiente como premio de consolación, y tenía muy claro que eso sólo tendría lugar si recuperaba a la cría de una vez.

Tercer despacho a la derecha. Llamó con los nudillos dos veces, a sabiendas de que había escuchado ya dos veces el nombre del agente. No le bastaba sólo con ser anodina y vulgar, por supuesto, no, esa arpía tenía que ser también repetitiva como los viejos CDs llenos de arañazos.

Ansioso y con la sangre hirviendo en sus venas de vividor sin vida, no pudo contenerse. El autocontrol nunca había sido el punto fuerte de David, y había muy pocas cosas que pudiesen cabrearle, pero aquel maldito día lo estaba consiguiendo. Dios tenía que estar meándose de la risa ahí arriba, desde luego, porque se estaba cobrando con intereses los pecados capitales de aquel triste hombrecillo. Sea como fuere, David abrió la puerta, revelando su apariencia. Barba de día y cuarto, el jersey que había improvisado en casa, viejo pero limpio como era menester en casa de su esposa, y con aquella marca de colilla en la manga mal disimulada, vete a saber en qué fiesta de qué década cosechada. Colgando de aquella prenda, a la altura del cuello, en total ausencia de sintonía, unas Ray Ban impecablemente nuevas, haciendo chirriar los oídos de cualquier modista.

- Encantado, Thomas... supongo- saludó el hombre, sin esforzarse en fingir, pues parecían estar entre hombres-. Se trata de mi hija. La parienta dice que tuvo que llegar anoche a casa, pero no fue así. Su vuelo llegó ayer, con éxito, pero ni rastro de la cría. Llevo toda la resaca buscándola- confesó, usando un lenguaje más propio para hablar con su padre que con un amigo o un desconocido. No en vano, estaba hasta las narices de tirar de la manta, y necesitaba unos segundos para apoyarse en una silla y descansar antes de seguir revolucionando el motor de aquella monstruosa carrocería.

Tenía claro que, desde luego, si ponía la denuncia no ayudaría a que apareciese para la cena, pero cada hora que pasaba comenzaba a apretarse los nudillos con más fuerza. Al acabar el día siguiente, si no había aparecido, su nochebuena iba a convertirse en el prólogo de su próxima novela. Desde luego.

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01/05/2013, 21:17
Thomas Jackson [Muerto]

 

Desde luego aquello volvía a parecer un despacho de un detective importante... casos a medio estudiar, comida a medio terminar y un inesperado visitante con una necesidad urgente, todos tenían prisa, al que habían dejado pasar.

Apenas habían sonado los golpes de la puerta cuando Thomas se levantó limpiándose las manos como buenamente pudo en un pañuelo usado de su bolsillo. Sin embargo no llegó a alejarse del escritorio pues la persona que su secretaria había permitido pasar ya estaba abriendo la puerta, todo él convertido en un torrente de palabras.

Thomas mantuvo una expresión seria e inalterable, profesional podría decirse, ante los hechos que exponía rápidamente el recién llegado. Le echó un vistazo rápido de arriba a abajo con precisión nacida de años de práctica: olía a periodista buscando una exclusiva, si bien cabía la posibilidad que hubiera algo de verdad en lo que decía y por ello tendría que preguntarle como haría con cualquier otra persona. De todas formas no le emocionó especialmente la informalidad del trato, a simple vista le superaba en una década en edad y Thomas pensaba que había que respetar las canas. Especialmente cuando era él quien las tenía alrededor de unas entradas que cada vez parecían más una calva.

-Tranquilo por favor, siéntese y permítame tomar nota de todo lo que ha dicho- lo cierto era que parecía tener relación con el condenado dossier que Thomas empezaba a sospechar que iba a volver su vida muy interesante-vayamos por pasos, si le parece adecuado. Soy el inspector Jackson- señaló levemente su placa, que asomaba por el bolsillo de la chaqueta raída que llevaba puesta- me gustaría saber con quién estoy hablando. También podría proporcionarme todos los detalles sobre la desaparición de su hija: nombre, edad, altura, descripción física, ropa habitual- y en una corazonada añadió-lugares por los que se solía mover en la ciudad... esta información será la base con la que empezaremos las labores de búsqueda.-

Hizo una pausa, dándole tiempo a asimilar lo que le pedía y él mismo tomó asiento entre tanto. Volvió a sacar su libretilla y un lapicero, de esos que tanto tiempo podía dedicar afilando, y se preparó para tomar las notas pertinentes. Si bien toda la información ya estaba dando vueltas en su cabeza, valorando posibilidades, la experiencia le había enseñado que la gente se sentía mucho más tranquila si veía que lo que decían quedaba por escrito.

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01/05/2013, 21:18
David Stanford [Superviviente]

 

Mierda.

David se había sentado en la silla, escuchando pacientemente al hombre. Gracias a un atisbo de suerte en aquel condenado mundo, parecía que el tipo sabía lo que hacía. Si alguien podía encontrar a la pequeñaja, era él, seguro. Parecía, al fin, un hombre de provecho. Quizá a la hora de moverse fuese un patán redomado, o una barriga de sofá, pero no tenía pinta. Parecía el típico policía pardillo de las películas, más por su ideología y forma de vivir. Para un hombre como David, con un estilo de vida tan alternativo, ese servicio y lealtad por la ley era algo totalmente disparatado, una palabra de la que él sabía mucho. Pero toda esa sarta de divagaciones no hacía que aquel poli pareciese un inepto más. Como mucho, un cuadriculado más.

Pero ese no era el problema. Al novelista le encantaba la idea de que pidiesen tantos datos sobre su hija. No tenía ni idea de si todo eso era el protocolo habitual o marca del dependiente, pero el hecho de que perdiese su tiempo en recopilar todos los datos ya era algo. Lo malo era que David no tenía ni puñetera idea de cómo responder a la mitad de las cosas.

Así pues, el hombre no pudo hacer más que resoplar, echando la espalda contra el respaldo de la silla y exhalando como si tuviese los pulmones llenos de nicotina. Sacó un paquete de tabaco, pero justo cuando fue a levantar la tapa, lo dejó sobre la mesa, cambiando de parecer por el momento. Aquel hombre que se sentaba enfrente no se merecía una falta de consideración así. No tras mostrarse como un profesional en toda regla, propia de las películas donde los polis buenos existen de verdad, como parecía ser. Casi le había tocado la lotería, aunque su escepticismo era arena de la misma playa, por desgracia.

- Soy David Stanford- aclaró recomponiéndose al tiempo que sacaba la cartera del bolsillo trasero derecho del pantalón, sobre a la nalga. La piel marrón, al abrirse, reveló la fotografía tamaño carnet de una mujer rubia, sonriendo, con la nariz algo aguileña pero no por eso menos bella. A su lado, en otra imagen, una niña pequeña, de unos doce años, morena y con la cara redondeada. Lástima que actualmente tuviese seis años más.

Aquellas eran las personas que más quería, y que por suerte, aún estaban a su lado, pero eso no lo hacía relevante de cara al hombre que sujetaba el bolígrafo. Junto al monedero de billetes verdes y la tarjeta donde asomaba una"T" mayúscula, inicial de un nombre, estaba el carnet de identidad de David. Sin muchos reparos, lo sacó y dejó caer sobre la mesa. Tras un giro con dos dedos, el carnet reveló toda la información sobre el novelista. Al parecer, aquel socarrón con la cabeza llena de nubes grises tenía ya 47 largos años, bien o mal aprovechados según el criterio.

Si no estuviese denunciando la desaparición de su hija, hubiese sonreído. Era agradable que no te conociesen, la verdad. Suponía un tremendo alivio poder dejar de sonreírle a un agente de la ley, pues en cuanto llegase a casa tendría que volver a mantener, no sólo su precaria calma, sino la de los demás. Y tendría que ser tan irreverente como siempre, pues dar más muestras de seriedad de lo normal cuando David se ponía serio hubiese sido un problema aún mayor.

- Mi hija es Clare, Duchovny por parte de madre- el apellido, por supuesto- 23 años, aboga... arquitecta- quería haber estudiado derecho, pero cambió a última hora, y al padrazo aquel siempre se le olvidaba-. Se saltó un curso- obvio, pues había terminado la carrera y estaba trabajando, pues no importaba la crisis económica cuanto tu padre es famoso y tú tienes las notas que hacen envidia en el pasillo-. Metro setenta, más o menos, como su madre. Es delgada, o lo era la última vez que la vi- se permitió sonreír de medio lado, ensimismado en su propio desconocimiento mientras negaba con la cabeza. Su propia hija, y ni sabía cuántos centímetros medía ni si había engordado tras las vacaciones. Desde luego, la madre de David no estaría muy orgullosa de su hijo, al menos en ese sentido, aunque era muy improbable que la niña hubiese engordado. Más que nada por haber crecido leyendo las novelas de su padre, criado bajo el lema de un abuelo que en su último año de vida osó decir, literalmente, que "la vida es demasiado corta para bailar con gordas". Valiente machista superficial.

Tras una pequeña pausa para dejar escribir y seguir poniendo en orden sus deshilachados pensamientos, David volvió a hablar mientras guardaba su documento de identidad en la cartera, a tiempo para revelar que aquella "T" era una tal "Tracy". David sabía con qué compañías juntarse, la verdad, y aquella tarjeta rosa con tal pseudónimo sugería bastante.

- Rostro alargado, más que delgada, poco más que anoréxica, la verdad- demasiadas mujeres bellas en demasiados libros autodestructivos como para no sembrar un complejo afectivo que afectase a su autoestima y patrón alimenticio, aunque el rostro ya vendría en sus datos junto con aquella melena rizada y morena, simbiosis de ambos progenitores-. Perdona- volvió a comenzar mientras se sacudía las últimas gotas de la resaca, al fin con las manos en los ojos-, medirá metro sesenta y ocho, o como mucho, uno o dos centímetros menos. Sí, seguro- la marca en el marco de la cocina no avanzó de ahí, centímetro arriba o abajo, pero sin alcanzar el metro setenta y poco que medía su madre-. Viste de etiqueta para el trabajo, pero hace años le encantaba vestir de negro- sin llegar a ser una pedante gótica como todas aquellas locas que escuchaban a Marilyn Manson y pegaban grititos al oír su canción en la radio. Ella hacía lo primero, pero no lo segundo-. Ahora creo que tendrá un punto hippie, como su madre- divagaba, mucho, pero era parte del complejo de escribir en quinientas páginas lo que podía decirse en cincuenta. Vamos, que se perdía en los detalles cuando tenía que hablar de algo que no sabía muy bien cómo describir. Le daba vueltas para que el lector se marease y olvidase todo, y aunque no se daba cuenta, aquello no debía de ayudar al pobre agente de la ley-. No lo sé, joder, eso y adonde demonios habrá ido lo sabrá su madre, pero no quiero preocuparla más.

Derrotado, levantó el paquete de tabaco.

- ¿Le importa que fume?- preguntó, necesitando recuperar el aliento mientras dejaba en su interlocutor la pesada carga de procesar aquella retahíla de mierda y pedirle que corrigiese todo lo que había hecho mal. David, por desgracia, era un hombre muy poco acostumbrado a dar explicaciones, por lo que le costaba un imperio describir algo así. 

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01/05/2013, 21:19
Thomas Jackson [Muerto]

 

Thomas escuchó el nombre del teórico denunciante. Le era vagamente familiar... -¿Famoso o he oído el nombre hace poco en alguna película?- pensó mientras pasaba todos los detalles que le había comentado a la libreta junto con sus propias anotaciones.

-Apellido de la madre, puede que sea famoso y la intente proteger o que la hubiera abandonado- se fijó que llevaba el anillo, pero eso significaba más bien poco-duda mucho entre las respuestas como si no conociera bien a su propia hija; será más bien lo segundo...-cuando terminó de escuchar a David se tomó unos instantes de reflexión antes de responder.

-Verá señor Stanford- empezaría por el final- a mi personalmente me importa más bien poco que fume, pero al imbécil de nuestro alcalde y a ese detector de humos de ahí creo que sí les importa bastante, por lo que agradecería que no encharcara la habitación.- extendió la mano hacia él-Agradecería si me pudiera prestar un segundo esa foto de su hija.-

Acto seguido llamó a su secretaria. Ya iba siendo año de que la tocara hacer cosas de secretaria y dejara el puto solitario, o ese condenado juego de estrellar pájaros.-Jessica por favor, ven un momento, necesito que saques una copia a color de una posible evidencia-por ahora lo dejaría ahí. La petarda tendría que acabar la partida antes de entrar.

-De acuerdo, aún tengo unas cuantas preguntas para usted señor Stanford- aquello iba a hacerlo bien, tenía la sensación que había relación con esos casos de desapariciones, pero no iba a dejar ángulos sin cubrir- entienda por favor que estas cuestiones representan meramente una recolección de información para dar un mejor servicio en la búsqueda de su hija...- había gente que se molestaba por preguntas personales así que mejor curarse en salud- ¿Cómo era la situación económica de su hija?- no tenía por qué saberlo, pero podrían descartar ajustes de cuentas- ¿Conocía a alguna de sus amistades para que podamos preguntarla también? ¿Qué origen tenía el avión en el que vino y a qué hora llegó?-empezaba a formarse una idea en su cabeza... tal vez tuviera que visitar el aeropuerto y sacar a pasear la placa un rato. Sin dejar de preguntar se le ocurrió mirar si por alguna casualidad la susodicha desaparecida tenía algún antecedente policial en la base de datos computerizada; nunca se sabía.

En lo que cargaba la información solicitada siguió apuntando las respuestas de David, y aunque no se sentía culpable por hacer bien su trabajo sí le pareció adecuado añadir algo

-Espero que entienda que no tengo más intención que ayudarle a encontrar a su hija y que toda colaboración será bienvenida...-en otro alarde de inspiración añadió una pregunta un poco sorprendente- por cierto...¿conoce usted el club Lúmiere?- en principio no tenía ningún indicio que apuntara relación entre todo, pero su..."sentido de Policía" estaba encendido.

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01/05/2013, 21:20
David Stanford [Superviviente]

 

El teléfono de David vibraba en su bolsillo. Sin embargo, cuando David lo sacó, no reconoció el número. Fantaseó con la idea de que fuese la chiquilla del aeropuerto con más datos, pero tuvo que descartarlo. Lo más probable es que fuese... cualquiera. Una mujer de la noche anterior, un agente intentando acordar una cita para traicionar a Charlie, o alguno de sus viejos ricachones pidiendo algún favor. Y daba igual, porque estando frente a un tío que sabía hacer las cosas bien y tenía verdadero interés en preguntas que seguramente cosechaba por instinto no iba ponerse a hablar con teléfono con cualquiera. Si hubiese sido su esposa, o su hija, o cualquiera de aquellos que tenía registrados en la agenda, podría haberlo hecho, en función de quien fuese, pero no así.

El índice de David presionó la tecla táctil de colgar llamada. Quería darle a entender a su interlocutor que no podía o quería cogerlo, y que no se iba a molestar en dejarlo sonar. Estaba ocupado, sin más, por lo que ya le devolvería la llamada cuando saliese de ahí. No le apetecía tener esperando al pobre policía, que por una maldita vez podría ser una pequeña buena noticia durante la cena, cuando tuviese que explicar la continuada desaparición de su hija.

- Disculpe- se excusó, volviéndose a guardar el teléfono en el bolsillo con una sonrisa, típica cada vez que tenía que hablar por teléfono, pues David solía mantener aquella fachada de falsa alegría. Por supuesto, la sonrisa se borró al seguir hablando con Jackson-. La fotografía es de mi hija pequeña, Becca. De Clare, la desaparecida, no tengo- se encogió de hombros, componiendo una mueca de desagrado y resignación. Saltaba a la vista que aquel hombre, si tenía fotografía de una pero no de la otra, sería por algo, pero si la buscaba cuando desaparecía, también-. Mi mujer probablemente sí, pero si le digo que estoy en comisaría, cuando le diga que no estoy entre rejas sino denunciando la desaparición de mi hija, bueno, le dará un ataque de histeria- aclaró, pues esperaba que hubiese una fotografía de su hija en las bases de datos a las que se conectase el ordenador. No sabía si tenía o no antecedentes personales, aunque lo dudaba. Clínicos seguro, porque de pequeña tenía anemia y se desmayó unas cuantas veces, pero no solía meterse en problemas con la ley, precisamente porque había visto los errores de su padre y ella cometía otros muy distintos, pero no por ello menos relacionados.

Escuchó el resto de las preguntas del oficial, y la verdad es que le temblaron un poco las manos, lo cual le obligó a cogérselas. Eran preguntas que podría responder en casi todos los círculos sin problemas, aunque de forma muy imprecisa. Pero ahí, bastante más serio de lo normal y con los nervios a flor de piel, mientras guardaba el paquete de tabaco e intentaba sobreponerse a uno de sus múltiples vicios, no tenía tanto espíritu.

- No se preocupe- comenzó, con la voz algo cascada, más propia de un alcohólico o un bronquítico-. Es buena, o debiera serlo- se negaba a hablar en pasado, porque eso sería aceptar del todo una realidad muy triste-. Su familia no tiene problemas de dinero, y ella conseguía trabajo sin problemas- cierto era, no obstante, que esa niña no le hubiese pedido dinero a su padre salvo que fuese a morirse de hambre del todo, porque ya de normal no gastaba mucho dinero en comida. Luego estaba la realidad de que era atractiva, y sabía, gracias a su padre, cómo conseguir al hombre que quisiese. No, salvo que ella quiera o se deje, el dinero no le supondría un problema- No tengo ni idea de sus amistades- volvió a comenzar, sacando el móvil del bolsillo y buscando el número de la oficina de arquitectura. Cuando lo hubo localizado, enseñó los dígitos al policía dejando el teléfono sobre la mesa-. Trabaja aquí. Tendrá amigos ahí, y me cogió esta mañana el teléfono una cotorra que parecía bastante cotilla. Quizá ahí sepan algo más de con quienes se juntaba- seguía sin querer recurrir a su mujer, pues si bien ella hubiese sabido un poco más, la chica seguía siendo bastante independiente, y no quería tener que llevarla al hospital.

Tras dejarle tiempo al tipo tras la mesa para que apuntase los dígitos, volvió a guardar el teléfono móvil, intentando no olvidarse de llamar a ese número después.

- Sé que mi hija pidió vacaciones en el trabajo del 22 al 25. Compró un asiento desde Boston hasta NY a las 12:43, código...- consultó su teléfono móvil, pues le era imposible recordar un dato así de memoria- AR9087. El avión llegó con un poco de retraso, a las 15:27. Se recogió el equipaje de la chiquilla- se acercó un poco al agente, jutando las manos sobre la mesa e inclinándose en el asiento-. El problema es que, según mi esposa, dijo que llegaría a casa a las 20:00. No tengo ni idea de qué demonios habrá hecho en esas horas muertas, pero algo tramaba, estoy seguro.

David era novelista, no policía, por lo que no debería tener acceso a datos como el código del avión. Cierto era, sí, pero también los contactos y la fama son un detonante para abrir puertas, y si David seguía vivo con 47 años era gracias a la ayuda de los demás. Mientras tanto, volvía a dejar espacio al agente para apuntar lo que le diese la gana, y formuló su nueva pregunta.

- Ya ya, no se preocupe- volvió a decir mientras se reclinaba en la silla, moviendo en el sitio la mano con los dedos entreabiertos, indicando que le daba igual decir cosas así a un agente de la ley. Total, les había dicho cosas mucho peores y le habían visto en situaciones más indecentes-. Puede ser que lo conozca, pero tengo una resaca de océano. Sólo sé que llevo, en el pecho, con rotulador permanente, PARTYROCK BFFs4EVER. Lew, el productor de mi serie, sabrá más, pero le pillé bastante indispuesto esta mañana, y me pareció mucho más urgente mi hija. ¿Por qué lo dice?

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01/05/2013, 21:21
Director

En el archivo figuran dos Clare Duchovny. Efectivamente, madre e hija. Esta última está afincada en Bostón, capital, en un barrio bastante céntrico. Al parecer su padre tiene razón: poca gente de su edad podría permitirse algo así.  Sus datos físicos concuerdan con lo que ha dicho David, así como su edad.

Su expediente está limpio salvo un par de multas de tráfico: una por exceder velocidad y otra por aparcar en lugar indebido. Y, curiosamente, esta última es del día anterior por aparcar en el cruce de la 37 con la 12...NY. Obviamente no figura como pagado, y al parecer ha sido remitida a su cargo por una empresa de alquiler de coche esta misma mañana.

Ya tenían una nueva pista pero sonaba poco probable que la chica siguiese allí dentro...