Partida Rol por web

- Precisamente eso es lo que quería hablar con ustedes. Hasta donde se, el Sr. Brown es el último contacto de Ned antes de que...le perdiéramos la pista. A Edward le llamo la repentina suavización de la desaparición de su tío, pero no tanto como el  Perdiéramos...ya eran equipo oficial...con Daniel. Que Dios les pillara confesados.

- Pero...¿a que te refieres con el único?- Aquella pregunta pseudo retórica de Edward parecía haber llamado la atención del conspiranoico, que había pasado a alzar a Edward como uno de los suyos tras aquel planteamiento.

Edward dedicó unos instantes a reflexionar acerca de lo que estaba a punto de hacer. Por un lado, estaba la desaparición de su tío, y quería arreglarla. Por otro, estaba Lynda, a la que también quería encontrar. Pero, ¿estaba dispuesto a implicarse con un pirado (o dos) de las conspiraciones con tal de tener una mínima posibilidad de encontrarlos? Decidió dar a Daniel el mínimo de información posible, para no implicar demasiado a los Charlmers.

- No sé de qué te sorprendes. Tu mismo has dicho antes que "ellos" han usado las últimas desapariciones para enmascarar el secuestro de mi tío, pero ¿y si hay más gente allá fuera que ha sido abducida -el uso de esta palabra hizo sentir estúpido al abogado, pero la situación ganaba en dramatismo - de manera que parezca una desaparición? Podríamos estar ante un caso de secuestros en masa, y eso no sería bueno... Pero antes de nada, necesito saber qué pistas tenéis sobre mi tío. - Bradley tuteó intencionadamente a ambos. Si Daniel estaba dispuesto a considerarlos un equipo con su "perdiéramos", el le iba a mostrar que el hombrecillo no era ninguna clase de líder de escuadrón. Porque si hay un campo donde no puedes pelear con un abogado, es en la retórica barata.

Ulysses se sentía confuso enmedio de todo aquello. No conocía a aquel tipo, Bradley...bueno, tampoco conocía a Daniel aunque le hubiese visto una vez en su despacho. Y toda aquella historia de los secuestros, las desapariciones...¿qué tenía todo aquello que ver con él? Se sentía abrumado y superado por todo lo que estaba sucediendo. Sí, aquello, definitivamente, le venía grande. Demasiado grande.

- Bueno, yo... -empezó a decir- no sé muy bien qué está sucediendo, y tampoco cómo podría ayudar a encontrar a Ned... ¿Otra desaparición? ¿Una chica? Ulysses recordó por un momento aquel acontecimiento de su juventud cuando encontró a la pequeña perdida en los túneles del metro... -Sigo pensando que no creo que les sea de gran ayuda... A Ned no lo conocía como para saber dónde puede encontrarse, pero si puedo echar una mano... Era un gran tipo, me caía bien...

Ulysses hizo memoria de sus últimos encuentros con Ned. Ultimos y únicos, porque tras la caja de rosquillas que le dejó en su oficina como agradecimiento a la grabadora recuperada, ya no volvió a saber nada de él. Intentó ponerse en contacto con Ned a través del blog, le dejo un mensaje, pero Ned le había dejado una nota....

-Ah, ya está! ya lo recuerdo!

Todos lo miraron con cara de sorpresa. De un sesentón de apariencia apocada y falta de cualquier protagonismo, la expresión de su cara pasó a inundar el entorno inmediatamente cercano que los envolvía. De repente las miradas se posaron en él, interrogantes, ávidas de saber...

-Ya recuerdas....qué?

-El viaje de Ned!! Un viaje a los Grandes Lagos a ver "a una tal Bessie" y a unos amigos...o algo así... Fue el motivo por el que intenté contactar con él a través del blog ya que necesitaba su ayuda para...para...pa...

La cara de Ulysses palideció por un instante, su frente se perló de un sudor frío y sus ojos adquirieron un tamaño desmedido en proporción con el resto de la cara. Sus fantasmas, esos malditos terrores de la infancia que jamás le habían abandonado, volvían a desfilar dentro de su cabeza, recorriendo su cerebro como si fuesen los túneles del metro.

La sensación de terror no pasó inadvertida a Daniel ni a Bradley.

La descripción del Sr. Brown era, siendo generosos, bastante borrosa para alguien totalmente descontextualizado como Edward. El señor parecía querer explicarse de una manera clara, pero se aturulló en un punto de su narración como si estuviera demasiado asustado para hablar. Al menos tenía un detalle: su tío iba a algún lado relacionado con los Grandes Lagos a ver a una tal Bessie.

- ¿Para qué iba el tío Ned a los Grandes Lagos, y cuándo era eso? Porque yo había quedado con él hoy. -el abogado miró a Daniel, que parecía mucho menos asustado. - ¿Qué más datos puede compartir que nos puedan servir para ubicar a mi tío? - decidió omitir por el momento el hecho de que Ulysses sabía algo de una chica desaparecida. ¿Sería Lynda?

Daniel soltó una pequeña risa triunfal antes de dar un leve golpe a la mesa que hizo tintinear el plato de la taza de café, llamando la atención de la camarera por un segundo, que decidió que estaría mejor sin llevarse los disgustos de ese trío tan rato y desapareció en la cocina.

- Bessie es un monstruo que habita en uno de los Grandes Lagos. señaló Daniel con una sonrisa de satisfacción. Ned siempre ha sido un fan de la cripzoología. Aunque eso sigue sin justificar por que no nos ha avisado a ninguno más de su viaje...Reflexionó, pensativo. ¿Cuando le dejó esa nota, Sr. Brown?

- Pues...déjeme recordar... hace ya unos días, sí. Llegué a mi despacho temprano, como de costumbre y encontré sobre la mesa una caja de rosquillas -regalo de Ned por haber encontrado su grabadora perdida- y bajo la caj una nota donde me comentaba que ya nos veríamos a la vuelta de su viaje... No había recordado hasta ahora esa nota con el revuelo que he tenido últimamente acerca del extraño incidente en los túneles...

Ulyses hizo una pequeña pausa y continuo ante la mirada de curiosidad de sus interlocutores.

- Bajo la caja de rosquillas y la nota tenía mis partes de trabajo pendiente: una puerta de seguridad de acceso a un túnel de ventilación apareció arrancada de cuajo... algo muy extraño, por la violencia con la que había sido destruida y por unas marcas como....garras...en el acero... Pensé que quizá Ned -que últimamente andurreaba investigando por los túneles- podría arrojar algo de luz sobre qué podría haber causado aquello. Quizá había visto algo parecido en otro lugar, o había escuchado hablar de algo similar en algunos de sus viajes...

La expresión de Edward oscilaba entre "será verdad lo que cuenta este tipo" y "estoy perdiendo el tiempo escuchando a este loco". Daniel, por su parte, volvía a esbozar esa risita triunfal característica, que le daba un aspecto aún más siniestro...

- Si lo desean, podemos ir a mi despacho, puede que aún conserve la nota junto a la caja de las rosquillas y...... Y quizá podríamos echar un vistazo a esa puerta de ventilación.

Conforme el relato y la conversación avanzaba, Edward comenzaba a no saber qué era exactamente lo que estaba haciendo. Habían pasado rápidamente del "Tengo que encontrar a mi tío secuestrado (o no) por una organización secreta" al "Vayamos de cacería de monstruos por los túneles del metro". ¿Qué sería lo siguiente, buscar a los caníbales?

- Vamos a ver. No quiero parecer un muermo ante tan... apasionante plan, pero ¿cómo nos puede ayudar dar un paseo por los túneles del metro para encontrar a quien se ha llevado a mi tío? - ¿O a mi queridísima jefa?, pensó para sus adentros. - Por otro lado, sabemos que tenía planeado viajar hasta los Grandes Lagos, pero no tenemos prueba alguna de que emprendiera el trayecto... - dijo volviendo a desviar el tema a cómo encontrar a Ned, que era lo que quería en ese momento.

- Si, ciertamente Ned estaría muy interesado en indagar en ese conducto del que hablas...añadió pensativo. El "Ned" dejaba implícito, conscientemente o no, que a Daniel no le interesaba tanto meterse en un lugar oscuro y estrecho para llenarse de barro. Las conspiraciones a nivel mundial se urdían en amplios y cómodos salones, no en lugares incómodos y fríos. ¿Acaso se imaginaba a alguien a un conjunto de hombres de negro sentados a cuclillas en aquel conducto?

- Pero creo que lo más importante ahora mismo es localizarle...y la última pista que tenemos de él es ese viaje. Añadió, mirando a Edward. Se que nada nos lo confirma pero...se encogió de hombros, con una leve suficiencia. Es lo mejor que tenemos. Llama a tu tío si quieres. Al menos a mí no me ha cogido el teléfono...

Hombre, ¡si el señor con las gafas pensaba de una manera medianamente coherente! Era lógico tirar del único cabo que tenían si querían encontrar al tío Ned, y no meterse a hurtadillas por túneles bajo tierra. Edward comenzó a preocuparse de que su tío pudiera tener el teléfono de alguien como Daniel. Aunque era cierto que no había dicho ninguna tontería, y el abogado sintió algo de vergüenza y rabia hacia sí mismo por no habérsele ocurrido una simpleza tan grande como hacer una llamada.

Con un deje de la mano derecha, sacó de su chaqueta uno de sus móviles y marcó el número de su tío desde la agenda de contactos. Con un poco de fortuna, Ned cogería el teléfono y Bradley le echaría la bronca por llegar tarde, y por gastarle una broma tan pesada.

Pero Edward no creía en la suerte. Aunque bien visto, tampoco creía en sociedades conspiratorias secretas ni en monstruos que habitan en lagos.

El teléfono ni siquiera llegó  a comunicar, y el enervante aviso de que el número al que llama está apagado o fuera de cobertura creó un nudo en el estómago del abogado. ¿Acaso había algún lugar sin cobertura en pleno siglo XXI? Y lo peor de todo...¿tendría que ir allí donde su querido teléfono sería poco más que un reloj muy caro?

Con rostro de frustración, Edward colgó el teléfono para informar a sus interlocutores.

- Apagado o fuera de cobertura. Lo cual quiere decir que o está en un rincón oculto del planeta, o se ha quedado sin batería, o alguien más le ha apagado el móvil por algún motivo, y no creo que mi tío haya conocido a una ardiente joven que le haya hecho desatender el teléfono. - Bradley se sintió idiota por hacer una broma como esa en un momento como ese, aunque no lo mostró en su rostro.

Le daba vueltas a la cabeza en silencio mientras miraba a la cara a Daniel, impasible tras sus gafas metálicas. Tenía que salir de Nueva York. Tenía que ir a los Grandes Lagos, en busca de cualquier pista que le llevara a su tío. Tenía que dejar tirados a su jefe y a Lynda.

Hay momentos en los que la mente hace click. Se activa un interruptor inexistente que conecta y enlaza dos ideas aparentemente inconexas. En ése momento, uno se puede sentir el sujeto más brillante del planeta, o un estúpido por no haberse dado cuenta de una relación aparente con anterioridad. Y es que estar rodeado de teóricos de la conspiración y paranoicos puede que no le venga tan mal a Bradley.

- Decidme, ¿habéis visto la exposición "Más allá de la Vida y la Muerte", del museo antropológico? - soltó Edward, aunque aparentemente no viniera a cuento.

Ulysses intervino, aunque no tenía mucho que decir...

-Yo...yo...estuve la semana pasada, pero la verdad, no me enteré de mucho... Lo siento, pero no soy muy dado a esas cosas...

- No...respondió Daniel, algo sorprendido por lo repentino de la pregunta y por ser incapaz de unir el pensamiento del abogado. ¿Debería?

- Per..per..perdonen por la indiscreción, pero por qué comenta lo de la exposición, Sr. Bradley? Cree que la desaparición de Ned puede tener algo que ver con algo que haya en aquellas salas? Quizá él visitó la exposición y vio algo interesante que le empujó a cambiar de idea e investigar acerca de eso?

El mismo Ulysses se sorprendió a sí mismo haciendo esas preguntas y pidiendo explicaciones a aquellos tipos tan "instruidos". El, un simple viejo ignorante, casi analfabeto...