Partida Rol por web

Bajo las luces de New York

New York, New York

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03/12/2012, 23:55
Director

David sintió como el móvil vibraba en su bolsillo con insistencia. Sin embargo el número que marcaba la pantalla le resultaba desconocido. ¿Sería Adele?

Notas de juego

Lamento la brevedad del post, pero servidora mañana madruga. Si respondes, añade a Violet a la conversación de movil, que te ha dejado un amable -¿Señor Standford? en su anterior post ;)

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04/12/2012, 08:25
Thomas Jackson [Muerto]

Thomas escuchó el nombre del teórico denunciante. Le era vagamente familiar... -¿Famoso o he oído el nombre hace poco en alguna película?- pensó mientras pasaba todos los detalles que le había comentado a la libreta junto con sus propias anotaciones.

-Apellido de la madre, puede que sea famoso y la intente proteger o que la hubiera abandonado- se fijó que llevaba el anillo, pero eso significaba más bien poco-duda mucho entre las respuestas como si no conociera bien a su propia hija; será más bien lo segundo...-cuando terminó de escuchar a David se tomó unos instantes de reflexión antes de responder.

-Verá señor Stanford- empezaría por el final- a mi personalmente me importa más bien poco que fume, pero al imbécil de nuestro alcalde y a ese detector de humos de ahí creo que sí les importa bastante, por lo que agradecería que no encharcara la habitación.- extendió la mano hacia él-Agradecería si me pudiera prestar un segundo esa foto de su hija.-

Acto seguido llamó a su secretaria. Ya iba siendo año de que la tocara hacer cosas de secretaria y dejara el puto solitario, o ese condenado juego de estrellar pájaros.-Jessica por favor, ven un momento, necesito que saques una copia a color de una posible evidencia-por ahora lo dejaría ahí. La petarda tendría que acabar la partida antes de entrar.

-De acuerdo, aún tengo unas cuantas preguntas para usted señor Stanford- aquello iba a hacerlo bien, tenía la sensación que había relación con esos casos de desapariciones, pero no iba a dejar ángulos sin cubrir- entienda por favor que estas cuestiones representan meramente una recolección de información para dar un mejor servicio en la búsqueda de su hija...- había gente que se molestaba por preguntas personales así que mejor curarse en salud- ¿Cómo era la situación económica de su hija?- no tenía por qué saberlo, pero podrían descartar ajustes de cuentas- ¿Conocía a alguna de sus amistades para que podamos preguntarla también? ¿Qué origen tenía el avión en el que vino y a qué hora llegó?-empezaba a formarse una idea en su cabeza... tal vez tuviera que visitar el aeropuerto y sacar a pasear la placa un rato. Sin dejar de preguntar se le ocurrió mirar si por alguna casualidad la susodicha desaparecida tenía algún antecedente policial en la base de datos computerizada; nunca se sabía.

En lo que cargaba la información solicitada siguió apuntando las respuestas de David, y aunque no se sentía culpable por hacer bien su trabajo sí le pareció adecuado añadir algo

-Espero que entienda que no tengo más intención que ayudarle a encontrar a su hija y que toda colaboración será bienvenida...-en otro alarde de inspiración añadió una pregunta un poco sorprendente- por cierto...¿conoce usted el club Lúmiere?- en principio no tenía ningún indicio que apuntara relación entre todo, pero su..."sentido de Policía" estaba encendido.

Notas de juego

Por mi parte sin problema si te quieres explayar :) Así tengo más que responder.

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04/12/2012, 13:12
David Stanford [Superviviente]

El teléfono de David vibraba en su bolsillo. Sin embargo, cuando David lo sacó, no reconoció el número. Fantaseó con la idea de que fuese la chiquilla del aeropuerto con más datos, pero tuvo que descartarlo. Lo más probable es que fuese... cualquiera. Una mujer de la noche anterior, un agente intentando acordar una cita para traicionar a Charlie, o alguno de sus viejos ricachones pidiendo algún favor. Y daba igual, porque estando frente a un tío que sabía hacer las cosas bien y tenía verdadero interés en preguntas que seguramente cosechaba por instinto no iba ponerse a hablar con teléfono con cualquiera. Si hubiese sido su esposa, o su hija, o cualquiera de aquellos que tenía registrados en la agenda, podría haberlo hecho, en función de quien fuese, pero no así.

El índice de David presionó la tecla táctil de colgar llamada. Quería darle a entender a su interlocutor que no podía o quería cogerlo, y que no se iba a molestar en dejarlo sonar. Estaba ocupado, sin más, por lo que ya le devolvería la llamada cuando saliese de ahí. No le apetecía tener esperando al pobre policía, que por una maldita vez podría ser una pequeña buena noticia durante la cena, cuando tuviese que explicar la continuada desaparición de su hija.

- Disculpe- se excusó, volviéndose a guardar el teléfono en el bolsillo con una sonrisa, típica cada vez que tenía que hablar por teléfono, pues David solía mantener aquella fachada de falsa alegría. Por supuesto, la sonrisa se borró al seguir hablando con Jackson-. La fotografía es de mi hija pequeña, Becca. De Clare, la desaparecida, no tengo- se encogió de hombros, componiendo una mueca de desagrado y resignación. Saltaba a la vista que aquel hombre, si tenía fotografía de una pero no de la otra, sería por algo, pero si la buscaba cuando desaparecía, también-. Mi mujer probablemente sí, pero si le digo que estoy en comisaría, cuando le diga que no estoy entre rejas sino denunciando la desaparición de mi hija, bueno, le dará un ataque de histeria- aclaró, pues esperaba que hubiese una fotografía de su hija en las bases de datos a las que se conectase el ordenador. No sabía si tenía o no antecedentes personales, aunque lo dudaba. Clínicos seguro, porque de pequeña tenía anemia y se desmayó unas cuantas veces, pero no solía meterse en problemas con la ley, precisamente porque había visto los errores de su padre y ella cometía otros muy distintos, pero no por ello menos relacionados.

Escuchó el resto de las preguntas del oficial, y la verdad es que le temblaron un poco las manos, lo cual le obligó a cogérselas. Eran preguntas que podría responder en casi todos los círculos sin problemas, aunque de forma muy imprecisa. Pero ahí, bastante más serio de lo normal y con los nervios a flor de piel, mientras guardaba el paquete de tabaco e intentaba sobreponerse a uno de sus múltiples vicios, no tenía tanto espíritu.

- No se preocupe- comenzó, con la voz algo cascada, más propia de un alcohólico o un bronquítico-. Es buena, o debiera serlo- se negaba a hablar en pasado, porque eso sería aceptar del todo una realidad muy triste-. Su familia no tiene problemas de dinero, y ella conseguía trabajo sin problemas- cierto era, no obstante, que esa niña no le hubiese pedido dinero a su padre salvo que fuese a morirse de hambre del todo, porque ya de normal no gastaba mucho dinero en comida. Luego estaba la realidad de que era atractiva, y sabía, gracias a su padre, cómo conseguir al hombre que quisiese. No, salvo que ella quiera o se deje, el dinero no le supondría un problema- No tengo ni idea de sus amistades- volvió a comenzar, sacando el móvil del bolsillo y buscando el número de la oficina de arquitectura. Cuando lo hubo localizado, enseñó los dígitos al policía dejando el teléfono sobre la mesa-. Trabaja aquí. Tendrá amigos ahí, y me cogió esta mañana el teléfono una cotorra que parecía bastante cotilla. Quizá ahí sepan algo más de con quienes se juntaba- seguía sin querer recurrir a su mujer, pues si bien ella hubiese sabido un poco más, la chica seguía siendo bastante independiente, y no quería tener que llevarla al hospital.

Tras dejarle tiempo al tipo tras la mesa para que apuntase los dígitos, volvió a guardar el teléfono móvil, intentando no olvidarse de llamar a ese número después.

Sé que mi hija pidió vacaciones en el trabajo del 22 al 25. Compró un asiento desde Boston hasta NY a las 12:43, código...- consultó su teléfono móvil, pues le era imposible recordar un dato así de memoria- AR9087. El avión llegó con un poco de retraso, a las 15:27. Se recogió el equipaje de la chiquilla- se acercó un poco al agente, jutando las manos sobre la mesa e inclinándose en el asiento-. El problema es que, según mi esposa, dijo que llegaría a casa a las 20:00. No tengo ni idea de qué demonios habrá hecho en esas horas muertas, pero algo tramaba, estoy seguro.

David era novelista, no policía, por lo que no debería tener acceso a datos como el código del avión. Cierto era, sí, pero también los contactos y la fama son un detonante para abrir puertas, y si David seguía vivo con 47 años era gracias a la ayuda de los demás. Mientras tanto, volvía a dejar espacio al agente para apuntar lo que le diese la gana, y formuló su nueva pregunta.

- Ya ya, no se preocupe- volvió a decir mientras se reclinaba en la silla, moviendo en el sitio la mano con los dedos entreabiertos, indicando que le daba igual decir cosas así a un agente de la ley. Total, les había dicho cosas mucho peores y le habían visto en situaciones más indecentes-. Puede ser que lo conozca, pero tengo una resaca de océano. Sólo sé que llevo, en el pecho, con rotulador permanente, PARTYROCK BFFs4EVER. Lew, el productor de mi serie, sabrá más, pero le pillé bastante indispuesto esta mañana, y me pareció mucho más urgente mi hija. ¿Por qué lo dice?

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04/12/2012, 14:06
Thomas Jackson [Muerto]
Sólo para el director

Notas de juego

¿Tengo que tirar algo para ver qué encuentro en las bases de datos de la Policía? Necesitaría esa información para el post.

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04/12/2012, 15:18
Director

Figuran dos Clare Duchovny. Efectivamente, madre e hija. Esta última está afincada en Bostón, capital, en un barrio bastante céntrico. Al parecer su padre tiene razón: poca gente de su edad podría permitirse algo así.  Sus datos físicos concuerdan con lo que ha dicho David, así como su edad.

Su expediente está limpio salvo un par de multas de tráfico: una por exceder velocidad y otra por aparcar en lugar indebido. Y, curiosamente, esta última es del día anterior por aparcar en el cruce de la 37 con la 12...NY. Obviamente no figura como pagado, y al parecer ha sido remitida a su cargo por una empresa de alquiler de coche esta misma mañana.

Ya tenían una nueva pista pero sonaba poco probable que la chica siguiese allí dentro...

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04/12/2012, 15:39
Director

Y...colgó. Violet saludó como una boba al teléfono cuando empezó a comunicar, acostumbrada como estaba a ser el absoluto centro de atención. Pero no esta vez, nena. David Standford tenía cosas más importantes que hacer, como morirse de resaca, por ejemplo. Conociendo las noticias que solía protagonizar, Violet lo tenía claro.

Sin embargo poco le duraron los motivos para su furia transexual. Cuando llamó al timbre, que sonó realmente como el de una mansión, enseguida oyó ruido dentro. Murmullos. Tuvo que picar con insistencia hasta que, al fin, pudo oir unos pasos farfullando en ruso acercarse hasta la puerta. Podía estar preparada para poner su mayor cara de incencia y sensualidad, para resultar los más profesional posible o poner su mayor cara de zorra (aunque para esto último vendría bien un chupito de emergencia), pero no estaba preparada para lo que venía.

Dimitri Ivanovich. Nombre de mafioso o jefe del petroleo ruso. Había dos modelos de ruso para aquello, todo el mundo lo sabía: tipo orondo y tipo mazado peligroso. Gorbachov y Putin. Y Violet había encontrado a quizás el único ejemplo que osaba desafiar las leyes de los estereotipos.

En su puerta, con poco más que una toalla de mano en sus partes pudendas, tenía un hombre de metro ochenta y bastante. Músculado pero no lo bastante como para entrar en la categoría de peligroso (al menos después de sobar los hombros de Asthon), lucía unas cuantas inscripciones en el pecho, entre ellas una en permanente que rezaba MARICON FIESTERO junto con un movil de teléfono. Desde luego, no era un mazado peligroso, por mucho que llevae un tatuaje comunista en el antebrazo. Que por cierto, era un poco irónico viviendo en una casa así.

- Tiradas (3)

Notas de juego

He obviado que llamas porque por algo habrás ido y así acelerar un poco el ritmo. Espero que no te moleste ^^

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04/12/2012, 15:41
Thomas Jackson [Muerto]
Sólo para el director

Notas de juego

¿Cómo de cerca está 37 con la 12 del Lúmiere?

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04/12/2012, 15:43
Director

No demasiado lejos, pero lo suficiente para si vas a aparcar mal un coche, seguramente intentar aparcarlo más cerca.

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04/12/2012, 15:44
Dimitri Ibrainovich

El hombre, seguramente el propio Dimitri pues sería demasiado peculiar tener un mayordomo nudista, se quedó durante unos segundos mirando a Violet, como si no esperase su presencia. Curiosamente parecía más contrariado que contento de tener una exhuberante belleza exótica en la puerta de su casa.

- Vaya, creí que eras el tio de la comida china. dice, con halo de tristeza. Ya han pasado los veinte minutos y estamos a punto de comernos unos a otros...suelta una breve risa, antes de de tenderte la mano. ¿Tu eres?

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04/12/2012, 18:34
Thomas Jackson [Muerto]

El inspector tomó nota mental de los datos que la pantalla del ordenador le mostraban. Parecía que algún tipo de relación había por ahí, miraría más adelante. Pero no iba a descartar por el momento ninguna línea de investigación en particular por lo que, volviendo a la libreta, siguió preguntando a David.

-Hm, no era por nada en particular- comentó desviando la pregunta sin responderla- veamos señor Stanford, no quisiera parecer descortés y valoro muy positivamente su iniciativa y ayuda...por lo que le ruego que no se tome como algo personal las siguientes preguntas.-

Años de experiencia le decían que por norma general a la gente no la sentaba bien que sospecharan de ella; no entendían que era parte del trabajo policial. Y de otra cosa no, pero de ese tema particular Thomas sabía bastante.

-¿Esta búsqueda por su parte interfiere de alguna forma en el acuerdo de divorcio?-dijo tirándose un poco a la piscina, aunque era una hipótesis razonable- después de todo sería bastante... molesto para todos que el esfuerzo de la investigación quedara en nada por un tecnicismo judicial-miró fijamente al peculiar sujeto- como podría ser la custodia de una hija de la que parece no saber nada desde hace cierto tiempo.-se recostó en la silla nuevamente alternando posiciones agresivas y relajadas, eso solía despistar a los interrogados y pillarles con la guardia baja.

-Dígame señor Stanford, ¿debo proceder a avisar a la madre de Clare Duchovny para no incumplir la ley? ¿Pretende formalizar la denuncia de desaparición?- apenas sin dejarle respirar añadió-¿Sería tan amable de facilitarme el teléfono de contacto de su agente así como el suyo propio?-

Thomas sospechaba que posiblemente eso fuera una pérdida de tiempo; pero se había mencionado un agente. Eso implicaba dos cosas, la primera que su interlocutor era hasta cierto punto conocido, y la segunda, había alguien más a quien preguntar.

-Y algo más que buscar después...David Stanford.-

-Tan pronto como sepamos algo referente a este caso le informaremos.- se levantó para darle la mano, dando por finalizada la conversación. Tan pronto como le fue correspondido atrajo un poco hacia sí a David y añadió-Un par de detalles de última hora señor Stanford. La Policía de Nueva York valora muy positivamente la colaboración ciudadana; pero la línea que separa la colaboración del "vigilante" no debe cruzarse- nuevamente su mirada estaba fija en David. Si había calado bien al sujeto aquel recordatorio no estaba de más- Ah sí para finalizar dígame... ¿dónde estuvo usted ayer entre las tres de la tarde y las nueve?-añadió sin soltarle la mano.

Thomas suponía que "no se acordaría", pero tenía que preguntar. No sería el primer caso que se resuelve por pillar a contrapie al supuesto denunciante. De todas maneras ni él mismo lo tenía claro, únicamente cubría todas las posibilidades

Notas de juego

Madre, menudo tercer grado...

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04/12/2012, 21:13
Scott Dawson.

Scott intentó mantener la mirada de Kate, pero la periodista se dió cuenta de que le fue imposible. Acabo cerrando los ojos y agachando la cabeza con un suspiro, antes de cruzar los brazos y ceder. Al menos en parte.

- Lo intentaré, pero no te prometo nada ¿de acuerdo? Scott volvió a alzar la vista y sus dedos estaban a punto de bucear de nuevo en sus bolsillos en busca de la PDA, pero pareció cambiar de opinión. El Sr. Black es un hombre muy discreto y de muchos principios, y hablando de este tipo de cosas siente que estuviera rompiendo la confianza que se deposita en él. Hablaré con él, de todos modos. dijo desganado, antes de volver a suspirar. El chico no parecía tener todas consigo, a decir verdad, pero Kate sabía que después de aquel gesto no podía decirle que no. Miraré a ver si es posible reuniros a los dos en algún sitio discreto cuanto antes, pero ya te digo que salió de la ciudad ayer mismo por la noche.

El joven secretario intentó cambiar el tema de conversación, a sabiendas de que si seguían así la periodista insistiría e insistiría. Al fin y al cabo había sido culpa suya: había puesto delante de sus ojos un plato demasiado suculento como para ignorarlo con facilidad. Aquel no era solo un articulo buenísimo sino importantísimo. Y muy peligroso, para que negarlo. Si conseguía sacar aquella información a la luz no solo estaría poniendo sobreaviso a la gente, sino que también sería una importante crítica al criterio de investigación que llevaba la policia metropolitana en esos últimos años. ¿Cuando se había convertido aquel servicio público en los detectives privados de los poderosos?

- Tienes...¿algo con lo que ir tirando mientras?- preguntó. Como dos adictos al trabajo que eran, aquella era la pregunta más personal a la que podían aspirar sin resultar demasiado falsos o forzados y ambos lo sabían. Scott parecía estar arrepintiendose por momentos de haber soltado la bomba de aquella manera, pero ambos sabían que era lo mejor que podía haber hecho...

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04/12/2012, 21:36
Director

Ulysses volvió algo cansado hasta la oficina. Apenas se dió cuenta del viaje de vuelta a casa, perdido como estaba en sus pensamientos. Aquella grabadora pesaba como el infierno en sus manos, la preocupación por no saber que sentir sobre lo que acababa de escuchar. El metro, aquel lugar tan familiar, tan hogareño para Ulysses, se había convertido en un criadero de mounstruos en el inconsciente del afroamericano, que intentaba borrar aquello con todo el sentido común que podía encontrar.

Sin embargo, no fue suficiente.

Pronto estuvo en casa, aunque en realidad el viaje se le hizo eterno. No se sentía con fuerzas para entrar en casa y sonreir como si no hubiera pasado nada delante de su mujer. Arrugando su bigote, Ulysses se encaminó casi sin darse cuenta hasta el taller de su hijo. El olor a aceite y el ruido de las maquinas, que empezaban a apagarse dado el avanzado estado de la tarde. La voz de su hijo dando las últimas ordenes del día llegó a sus viejos oidos, y tuvo que admitir cona lgo de verguenza que aquello le tranquilizó sobre manera, como un bebe que escucha la voz de su madre. Como cambian las tornas...

Los trabajadores de su hijo le vieron entrar y le saludaron con mas o menos efusividad, algunos muy centrados en recoger las cosas a tiempo. Ulysses no era desconocido en aquel taller, pero también era verdad que no solía pasar por allí demasiado a menudo, y algunos se quedaron algo sorprendidos al verle. Entre otros, su hijo.

- Ey ¡Papa!- su hijo se acercó sonriente, limpiándose las manos en un trapo blanco ahora manchado con los tinzones del aceite. Por un momento vió de nuevo a aquel niño pequeño jugando con aquel viejo juego de construcción de segunda mano, corriendo con su set de bricolaje de plástico...Al menos parecía que para alguien había sido un buen día, aunque él siempre estaba así de alegre. ¿Como te ha ido el día? ¿Que haces por aquí?

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04/12/2012, 21:57
David Stanford [Superviviente]

Al pobre David casi se le encendieron los ojos en llamas al oír aquella pregunta. Conocía a su mujer desde hacía más de veinte años, y aquel era su talón de aquiles más grande. Sin embargo, aquel pequeño estallido en el pecho, si bien le calentaba los ennegrecidos y marchitos pulmones, consiguió no salir por la garganta. Durante un segundo se mostró ceñudo y molesto, apunto de escupir algún improperio frente a esa presuposición y falta de tacto, pero optó por callarse y tomárselo a bien. No quería que su vida personal influyese más de lo necesario en aquel asunto.

- Mi mujer y yo no llevamos bastantes años separados, pero nunca hemos llegado a divorciarnos, y no estamos en trámites para ello- dijo, esbozando una sonrisa final, sincera y simpática, como si aquello fuese una de las pocas en la vida que fuesen un motivo de verdadera alegría para el escritor. Las mujeres, el alcohol, las drogas y el tabaco podían darle una pequeña sonrisa, pero nunca sería radiante como la que consigue una familia unida y un corazón satisfecho-. Debo reconocer que no tengo mucho trato con mi hija la mayor- se volvió algo soñador y taciturno, pues aquello, si bien era una lástima, era agua vieja- pero no tiene nada que ver con la relación para con mi esposa- le encantaba poder emplear aún esa palabra, pero paró en seco, pues aunque sabía que lo dicho allí sería confidencial, al menos en teoría, no le gustaba nada la idea de tener que ahondar en tema, y estaba convencido de que no tendría nada que ver con la desaparición de la chiquilla- nunca hemos tenido problemas con el tema de la custodia, y toda la familia está ya demasiado vieja para ponerse tontorrona con estas cosas.

Concluyó con el tema, recuperando poco a poco aquel donaire de sonrisa pacífica y relajada, propia de cuando se tiraba las noches viendo la televisión con su hija mientras le enseñaba los acordes de la guitarra, hará más de quince años. De memoria, el novelista recitó su móvil, y después de su agente, un tal Charlie Runkle. Sí, quería formalizar la denuncia, obviamente, pero prefería no tener que avisar a su mujer, o al menos, no quería que se hiciese hasta mañana, pues prefería darle él la noticia de forma apropiada. Se levantó, apoyando las manos en la silla, y recibió la mano del hombre, pero conforme fue hablando, el pobre diablo no pudo sino ensanchar su sonrisa, soltando una carcajada al final. En el fondo aquel tipo seguía siendo un irreverente, incapaz de tomar como serios algunos giros de la ley.

- ¿Dónde estuvo usted? Ahórrese toda esa mierda, por favor- dijo sin más, sonriendo de oreja a oreja. No lo hacía por incomodarle, ni mucho menos, pero tampoco lo tenía en cuenta. David, sencillamente, podía tener una falta de tacto considerable para según qué temas-. Estaba en plató, grabando. Puede llamar a mi agente para más datos, si lo cree necesario, pero ya le digo yo que había un montón de gente- Abrió la palma de la mano, dejando de estrecharle la mano a ese hombre-. No, no he secuestrado a mi hija, y si no quiere que acabe vomitando sobre sus apuntes le recomiendo que no vuelva a sugerirlo.

No comentó nada más sobre el tema. Era obvio que David seguiría moviéndose por toda la ciudad buscando a la chiquilla, pero aquello no era una serie de televisión americana. Ese hombre ya tenía una serie de televisión americana, y ni siquiera ahí tenía las habilidades necesarias para encontrar a su hija. A él se le daban bien las palabras en máquina de escribir, y las mujeres, pero era un paquete investigando, y si era incapaz de encontrar sus calzoncillos menos iba a poder dárselas de algo tan absurdo como el prototipo de "vigilante" americano.

- ¿Puedo hacerle yo una pregunta, Jackson?- comenzó él nuevamente, tomando la iniciativa por primera y deseaba que última vez-. Quisiera saber a qué ha venido lo del club, si no le importa. Salta a la vista que no me conoce- como figura pública, por supuesto, o ya hubiese cambiado de parecer conforme el hombre entraba por la puerta-, por lo que es obvio que lo ha dicho por algo, sea o no particular.

No estaba obligado a responder, y David tenía demasiadas cosas por hacer como para perder tiempo en cosas que no fuesen de vital importancia, por lo que prefería acabar rápido con aquella mierda. Aclarar lo de su mujer, confirmar que todo estaba en orden y dejar las teorías repulsivas a un lado, pues al pobre David se le revolvía el estómago con la idea de secuestrar a su propia hija, hasta el punto de que notase cierta angustia en el pecho, quizá también por no haber comido más que el desayuno.

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04/12/2012, 23:25
Violet
Sólo para el director

¡Me ha colgado! UNBELIEVABLE. Más le vale tener una buena excusa o si no junto con la invitación le voy a dejar marcada la suela de mis Manolos en toda la cara.

Pero todavía le quedaba mucho trabajo por hacer así que mudó el rostro y mostró la más cándida de sus sonrisas mientras llamaba a la puerta.

Podría haberse esperado cualquier cosa menos aquella. El Dios de los Travestis le había concedido uno de sus mayores deseos: que le abriera la puerta un macizorro desnudo (o casi desnudo). Qué adonis, qué cuerpo, qué cabello rubio al viento... Qué... Mariconazo...

El radar de homosexuales de Violet dio la alerta fucsia al detectar el tatuaje del pecho, las cejas bien cuidadas, la piel hidratada... Aquello era un mariquita de manual.

Qué desperdicio de hombre...

-Vaya, creí que eras el tio de la comida china. Ya han pasado los veinte minutos y estamos a punto de comernos unos a otros...

Sí, de comeros los rollitos de primavera, ¡bribón!


-¿Tú eres?

-Violet -respondió la muchacha mientras le tendía cortesmente la mano con una sonrisa-. Supongo que es usted el señor Ibrainovich. Vengo en representación de la discoteca Electro Sand para invitarle a la grandiosa inauguración que tendrá lugar mañana. Estaríamos realmente encantados con su presencia -en aquel momento ella habría aprovechado para colocarse el cabello y así mostrar mejor su escote, pero sabía que no serviría de nada con aquel hombre tan... Sensible-. Asistirán las mayores personalidades de la ciudad y, entre usted y yo, tenemos confirmada la asistencia de varios modelos de Calvin Klein -Violet acompañó esta última frase con un pícaro guiño. ¡A lo mejor se hacían hasta amigas!-. Aquí tiene su pase VIP, como corresponde a una persona de su estatus – La muchacha le tendió la invitación a Dimitri.

Continuó sonriendo a la espera de una respuesta y sólo desviando la mirada de vez en cuando para echar un breve vistado a la enorme virilidad de aquel hombre.

¡Qué desperdicio!

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04/12/2012, 23:28
Director

- Ah, genial- dijo, con bastante entusiasmo mientras echaba un ojo a la invitación que le había tendido la bailarina. Escuchó con fingida atención las palabras de la chica, como un niño que solo quiere que le den el postre, y en cuanto tuvo el sobre en las manos lo abrió para cotillear dentro, mientras soltaba un par de frases en ruso al interior de la casa sin mirar hacia atras.

Dentro se oyeron un par de gemidos de queja y nuevos pasos se dirigieron hasta la puerta, mientras Dimitri lanzaba alguna pregunta que otra pregunta a Violet. Seguramente, los modelos de Calvin Klein personales de Dimitri.

- ¿Me da solo para un acompañante, no?- murmuró, algo pensativo, mientras una sombra se acercaba por detrás. Bueno, tampoco pasa nada. Puedo pagar 60 euros...

A su lado apareció una chica lo bastante despampanante para competir con Violet en el noble arte de provocar torticolis al pasar por la calle, vestida con una lencería más bien escasa. Tenía el pelo completamente revuelto y lo que años de práctica hacían que Violet pudiese identificar como una perfecta cara de resaca+no dormir+tu ya sabes que. Dimitri le tendió el sobre con otra breve explicación en ruso, haciendo que la chica abriese los ojos y mirase a Violet con visible emoción.

- ¡Oh! ¡Tu baila Electrosand! pegó un salto que hizo que sus pechos pegasen un bote, antes de acercarse a la bailarina. Adooooro Electrosand. Miami. dijo, antes de empezar a bailar. Desde luego el faltaba mucho para ser profesional, pero era suficiente para animar a un tio lo bastante borracho. Ni mucho menos con la elegancia que tenía Violet, pero...

Un momento. 60 euros. A 15 euros la entrada, eran cuatro entradas. Y si esa era su acompañante...

Una terriblemente heterosexual imagen se formo en su mente mientras escuchó el tropel de modelos rusas llamadas por los gritos de emoción de su compañera. Allí estaban, todas saltando desde detrás de Dimitri como acosadoras personales de Violet. Por dios, ¡si juraría que una de ella miraba sus Manolos con lujuria! Pero el hombre parecía estarse divirtiendo, y una sonrisa de superioridad se dibujó en su rostro.

- Y eso que no les he dicho nada de los modelos de Calvin Klein...añadió, antes de entrar hacia dentro dejándo a la pobre tailandesa con aquella jauría de pibones rusos. ¡Nos vemos mañana! declaró, imitando el guiño de Violet junto con una pequeña risa.

Notas de juego

Las modelos te acosan un poco más y te dejan marchar a tu siguiente destino. Te dejo que te regodees con las perrerias que quieras que te hagan :P

Cargando editor
04/12/2012, 23:49
Violet
Sólo para el director

Del interior de la mansión salió una mujer de escándalo que hizo que, durante un instante, Violet se replantease su homosexualidad... O heterosexualidad... Buff, qué lío. 

Lo joven pareció realmente entusiasmada con la invitación. ¡Y eso que ella no estaba invitada! De repente comenzó a hablar sobre la discoteca de Miami, en la que la misma Violet había trabajado, y a bailar imitando a las bailarinas del lugar.

¡Oh!¡Una fan!

Invadida por el entusiasmo del momento, comenzó también a bailar, ejecutando sus delicados pero provocadores movimientos y fusionando su coreografía con la de la chica del este. La expresión de lujuria de Dimitri comenzó a decirle a Violet que su radar de gays no era tan infalible como pensaba. 

El tropel de modelos que emergió en aquellos instantes de la casa, terminó de confirmar sus sospechas. 

Menuda bacanal tiene montada. Aunque no me extraña, con ese kalashnikov... Si a mi me hubieran criado con ese biberón otro gallo cantaría. 

Pero aquellas féminas de pechos turgentes (aunque operados, por lo que tenía menos mérito) no venían en son de paz. Se comportaban como niñas con una sobredosis de cafeína. Le dieron pellizcos, le tocaron el culo. Una de ellas le preguntó por el cirujano que le había operado los pechos y alabó el ángulo que formaban las mamas en su unión. El colmo llegó cuando una de ellas mostró interés por sus zapados.

Eso no. LOS MANOLOS NO.

Con agilidad atlética, ejecutó uno de los giros característicos que solía hacer cuando bailaba en la barra americana para deshacerse de sus captoras, provocando que cesasen en su hostigamiento (y alguna que otra señal de admiración). 

Tras escuchar la confirmación de la asistencia del señor Ibrainovih, volvió al taxi y le mostró el sobre sin nombre. 

-Lléveme a esa dirección -el conductor asintió mientras disimulaba una pequeña risilla. Al parecer había visto todo lo ocurrido. 

Era momento de visitar al invitado sorpresa del día, aunque después de ser recibida por un hercúleo varón en porretas iba a ser difícil sorprender a Violet.

Cargando editor
05/12/2012, 00:20
Director

El taxista, aguantándose la risa (y seguro que una erección, pensó Violet. Demasiadas tetas bien operadas jugando unas con otras como para que no fuese así) volvió a adentrarse en la ciudad. En la jungla de cristal, dirían los más poéticos y fans de Bruce Willis. Y en este caso era bastante literal.

Poco a poco se fueron acercando a la zona de negocios de la ciudad. Enormes rascacielos altísimos desafiaban a la gravedad, hijos de metal y cristal. Apenas quedaban edificios de corte antiguos, y lo únicos edificios que se atrevían a desafiar la norma era para regodearse de la poca originalidad del resto, resaltando curvas orgánicas y colores puros y claros. Por las calles paseaban ejecutivos y empresarios de traje (y tacón, pues en plano siglo XXI el poder no distingue de sexos) y la mayoría de los coches eran lo suficiente elegantes como para dar a aquella zona un aspecto pulcro y aislado. Nadie con chandals ridiculamente anchos, nadie con los cascos a todo trapo. Puro business.

Después de recorrer un par de calles, el taxi paró al fin frente a uno de esos edificios. Tan alto como el resto, absolutamente impresionante por si solo, sin embargo no conseguía destacar en la inmensidad de construcción que tenía a su alrededor. No parecía una cuestión de mal diseño, sino el simple hecho de que es dificil destacar rodeado de gigantes...

Repitiendo el proceso, el hombre se quedó esperando a Violet en la puerta, al menos hasta que una señorita trajeada se acercó para indicarle que no podía parar allí el coche. Con un gesto indicó a la tailandesa que iba a buscar aparcamiento. Solo esperaba que no pretendiese que pagara ella el coste de estacionamiento en aquel sitio...¡Ni que el sueldo de las bailarínas fuese un lujo!

No había puerta para llamar, obviamente, sino una enorme puerta de cristal giratoria que daba a un hall espectacular. Violet se sentía como en una de esas películas. No sabía muy bien en cual, pero desde luego aquel lugar era demasiado de película como para no sentirse así.

Y no ayudó a la situación que, pocos segundos después de que contemplase embelesada el lugar, dos hombres perfectamente trajeados con pinganillo y gafas de sol puro estilo Men in Black se le acercasen. No parecían especialmente grandes: Violet podía asegurar que los porteros de Electrosand eran mucho mas corpulentos, pero si que tenían una tensión que hacían que resulten algo amenazadores, aunque no lo suficiente para hacerle sentir incómoda. Quizás era eso precisamente lo que necesitaban: autoridad para controlar la situación, y no fuerza bruta para liarse a mamporros. Que esto no era Texas...

- ¿Violet Carson?- preguntaron, aunque quedó claro con rapidez que era una mera formalidad. Síganos, por favor.

Con un paso que era pura terribilitá, aquellos hombres acompañaron a Violet hasta el ascensor. Verse rodeada de dos maromos trajeados en un ascensor hubiera activado al momento el erosensor de la bailarína, pero había algo en aquellos dos que le resultaba incómodo. Eran demasiado...frios, controlados. Le resultaban demasiado amenazadores, pero no suficiente para alcanzar una de esas perversiones que no se cuentan a nadie.

Activando el ascensor con su identificación, Violet sintió ese leve golpe en el estómago que indicaba que estaban subiendo a buena velocidad. Mirando el panel con algo de nerviosismo mientras sonaba música clásica de fondo, se dió cuenta de que estaban subiendo hasta el último piso. Por fin la puerta se abrió y con alivio salió a respirar el aire del pasillo. Por allí desfilaba algun secretario completamente inmerso en su PDA, había una máquina de agua y una par de mujeres charlaban con un cafe, cogiendo el ascensor que ellos habían dejado.

Una oficina normal. Muy chic, eso sí.

- Por aquí, por favor.

Recorriendo un gran pasillo de madera, Violet acabó llegando a una inmensas puertas de cristal ahumado gracias al cual intuia una silueta masculina sentada en el despacho. Uno de los hombres asintió, como si le diese un par de segundos para alisarse la falda, antes de abrir la puerta.

- Violet Carson, Señor.

La figura allí sentada ni siquiera levantó la vista de una PDA similar a la que Violet había visto usar al resto de la gente en aquel pasillo, antes de añadir con voz despistada.

- Que pase. Esperen fuera.

- Señor.-saludaron los hombres, antes de cerrar la puerta tras la bailarina, dejándola sola con su destinatario sorpresa.

- Tiradas (1)
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05/12/2012, 00:43
Señor

Con un suspiro, el hombre dejó la PDA sobre la mesa, arrastrándola hasta la esquina con un gesto tan exacto que tenía que haber sido prácticado mil veces. Se recostó en la silla de escritorio, un prodigio ergonómico de diseño que debería de costar bastante más que toda la casa de Violet. Siendo sinceros, sentado allí y con la enorme cristalera de fondo dejando ver el distrito financiero, parecía una versión moderna de un poderoso rey.

Como si con ese breve ritual se hubiera liberado de una carga, alzó la vista para clavar sus ojos en los de Violet con una sonrisa amable. La mujer nunca había visto una mirada tan fija, y empezaba a temer que las gafas de aquellos hombres apostados tras la puerta fuesen solo para evitar que petrificasen a alguien. Habilidad de los miembros de la empresa o algo así.

- Tome asiento, me sabe mal verle de pie con esos tacones. No hizo falta que señalase la única silla situada frente a él. Mientras Violet tomaba asiento en la silla (que por dios, que cómoda era), el hombre realizó un par de gestos rápidos y precisos en la pantalla de la PDA sin ni siquiera mirarla. Workholics. Desde luego, tenía que ser estresante ser directivo de una empresa, pero si las sillas eran así...Quizás aquel torno fuese un orgasmo solo de sentarse.

Siendos sinceros, ahora el pase VIP que llevaba en sus manos le resultaba muy necesario. Ese hombre necesitaba despejarse de tanto trabajo. Incluso aunque eso significarse alejarse de aquel pedacito de cielo hecho silla. Pero aquella sensación de los guardaespaldas, que se repetía con el jefe, le hacía ser un poco reticiente a tomarse la confianza que solía tener la joven para decir esas cosas.

Y lamentablemente, era Violet la que tendría que hablar. Los ojos del hombre seguían fijos en los suyos. Y en sus ojos de verdad, no en los de abajo, como solía ser más habitual. Parecía saber bastante bien que hacía la chica allí, pero quería oir sus propias palabras.

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05/12/2012, 08:19
Thomas Jackson [Muerto]

Thomas ni se molestó en alterar el gesto que lucía ante las respuestas de David. Ya le había advertido y él había hecho caso omiso...

-Señor Stanford, me permito recordarle que le avisé que las preguntas podían no ser de su agrado. -finalmente soltó la mano del hombre- mi trabajo no es preocuparme por sus sentimientos heridos, sino resolver casos como el de su hija. Si para ello tengo que hacer enfadar a unas pocas personas entienda que lo haré sin dudarlo.- por primera vez en bastantes años el inspector se volvía a sentir como un policía de verdad y vaya, había olvidado que aquello era su verdadera vocación.

El instinto, la psicología, la satisfacción del deber cumplido... todas esas sensaciones habían desaparecido durante mucho tiempo o, mejor dicho, estaba aletargadas. Esperando una ocasión como la actual para resurgir, el fénix de los inspectores. Por parte del agente la entrevista estaba acabada; no así su trabajo, pues tenía pendiente varias llamadas al respecto. Sin embargo el flamante denunciante y juerguista declarado parecía haberse obsesionado con el detalle del club.

Tras sopesarlo unos instantes Thomas decidió comentarle el motivo, pues no veía mal en ello.

-Verá, el caso de su hija es muy importante y no lo negaré; pero no es el único en el que estoy trabajando en estos momentos.- se encogió un poco de hombros- usted ha reconocido que ayer, día de diario, estuvo de fiesta de tal forma que ni se acuerda... es de suponer que esté familiarizado con los locales de ocio de la ciudad. El Lúmiere puede estar relacionado con otro caso, me limito a hacer mi trabajo y recabar información de toda fuente posible señor Stanford. Las casualidades no existen, sólo la ilusión de la casualidad.- lo cierto es que ni siquiera era una media verdad, a fin de cuentas no tenía pruebas que relacionaran ambos casos, sólo su intuición.

-Pero como ya le he comentado descuide-su gesto era ya más amable- tan pronto sepamos algo de su hija se lo haremos saber. Y avise a su agente para que esté disponible; tengo intención de hablar con él pronto. Y ahora si no tiene ninguna gestión o cuestión más, agradecería que me permitiera seguir con mi trabajo.-miró por encima del hombro de David hacia la puerta, de forma muy poco discreta. Empezaba a ser tarde y él tenía mucho por hacer. Tener a un denunciante en su despacho le impedía dedicarse por completo a todo lo que tenía pendiente.

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05/12/2012, 09:32
Rick Rogers [Muerto]
Sólo para el director

Rick miro el teléfono, y se puso a tantear en busca de un cigarro y fuego. Estiro la espalda, le dolía de haberse quedado dormido en la silla.
Termino de recoger el estropicio del vaso, se adecento y salió a la calle. El frio invierno se le cayó encima y lo trajo de vuelta de su  mente. “Joder que frio…”

Entonces se encamino a la comisaria en busca de Thommy, tenía que ponerse ya manos a la obra, al menos para quedarse tranquilo.

Por el camino se paro y compro algo para comer, mientras divagaba en sus cosas habáa olvidado desayunar.

Notas de juego

Me voy a buscar a Thommas, supongo que mucho aparcamiento en NY no habrá, por lo que voy a patita/transporte publico