Partida Rol por web

La Takeshi estaba preparada para atacar, pero su prioridad era la defensa, por lo que siguió sacando Vipers mientras esperaba que los Vipers hicieran el trabajo sucio y se cargaran aquellos misiles que habían lanzado los putos Cylons.
Yamato dijo:- fijen los misiles, baterías principales preparadas para disparar, si los Vipers no destruyen los misiles nosotros dispararemos contra ellos.
Los Vipers, y alguna Orion dispararon contra los misiles, la espera fue corta y en seguida supieron la respuesta de si tenían que disparar o se centraban en la Basestar y los Raiders que venían por el otro lado.

Los experimentados pilotos de vipers de las Orion de Venator reaccionan antes que las tostadoras sorprendiéndoles con rápidas maniobras de fuego concentrado causando graves bajas entre las filas Cylon solo que no es suficiente para ahuyentarles. Los Raiders siguen avanzando en interminables oleadas y en cualquier momento abrirán fuego.

Por el flanco opuesto la Rigel y la Alnilam abren fuego sobre los misiles nucleares destruyendo la mitad de ellos, la otra mitad ya se encuentran a fuego de los vipers de la Takeshi que afortunadamente terminan el trabajo exitosamente. Los dos Raiders Scout emprenden la huida antes de entrar en el área de fuego colonial.

Superada la amenaza nuclear de la retaguardia la Takeshi gira levemente a fin de obtener un mejor ángulo de tiro y descarga sus baterías principales contra la horda de Raiders atacantes. La barrera de fuego logra detener el avance eliminando otra oleada enemiga. El avance no cesa.

Raynor
el bautismo de fuego de la Hyperion comenzó con el pié equivocado. Puedes narrar el impacto de algunos misiles en tu nave. tu flak no fue suficiente. Ponle algo de dramatismo.

En realidad los cylon sacaron pifia y superaste por poco pero has tu narración Cómo puse arriba. No recibes daño oficialmente. ;)

La Hyperion seguía avanzando en punta de la formación. La tripulación guardaba silencio, todos estaban en tensión, como el gatillo de una pistola, a un milímetro de abrir fuego. El Dradis mostraba la multitud de Raiders que se aproximaban a la nave, en eso tenia Raynor fijada la vista. En las pantallas que había sobre la mesa táctica. El silencio, la calma que precede a la tempestad, tan solo rota por las breves comunicaciones por radio.

Raynor respiró hondo, con la mirada aun clavada en la pantalla del Dradis, mientras, lentamente, alzaba la mano, la metálica, sin siquiera pestañear. Aguardaba a que aquellas tostadoras estuvieran mas cerca, podía ver las formaciones de sus Viper alrededor de la Hyperion, sabia que los pilotos, y su CAG, estaban ansiosos, lo único que les contenía era la espera de una orden, aguardaban, preparados, a que su amo soltara las riendas que les sujetaban.

Un sonido, metálico, resonó con fuerza en la sala del CIC, todos alzaron la mirada de sus monitores, todos sabían que significaba, todos mantenían la determinación y el fervor que los uniera como uno solo meses atrás, en 732. Raynor había cerrado su puño, de ahí provenía el sonido. Tras un segundo que parecía hacerse eterno, todos miraron al comandante.

-Ahora, mis bastardos! Mandar a esos cabrones al inframundo!- gritó, sabiendo que su voz resonaría en toda la nave, en cada compartimiento, en cada Viper. Los Vipers zumbaron rápidamente, liberados al fin, en busca de sus objetivos. El mismo pudo sentir bajo sus pies como la Hyperion rugía con todas sus baterías, la nave vibraba, agitándose, pero Raynor sabia que aquel temblor era de jubilo, la nave estaba ansiosa por entrar en combate. El lo sabia. El Dradis parecía volverse loco, todo eran Vipers en combate, moviéndose rápidamente, al igual que los Raiders, que revoloteaban frenéticamente, combatiendo a los Vipers e intentando llegar a la Hyperion.

Algo no iba bien, sus pilotos estaban cayendo, las armas de la nave rugían, abriendo fuego sin cesar, pero no bastaba, había demasiadas tostadoras ahí fuera. Hubo un golpe, unas vibraciones, que Raynor conocía demasiado bien. Estaban siendo alcanzados.

-Hemos sido alcanzados por varios misiles enemigos, señor.- empezó a informar rápidamente Horner. –Los daños son mínimos, el casco esta aguantando, señor.- Raynor asintió con la cabeza, mientras seguía observando el Dradis.

-Darles con todo, maldita sea, destrozarlos!.- Volvió a alzar la voz.- La Hyperion aun quiere venganza, muchachos! Recordad 732!- dijo, en todos los canales de la nave, mientras esta seguía avanzando, envuelta en la tormenta de la guerra. –Eso decimos todos.- terminó, con gesto grave, sintiéndose orgulloso, apenas cinco segundos después, cuando por los diferentes canales de comunicación, volvía a escucharse esa ultima frase, proveniente de cada piloto de Viper, de cada artillero, de cada cargador…Todos recordaban aquel día, todos eran uno, todos compartían la furia de la Hyperion.

El centro de comando de la Hyperion es un hervidero de gente corriendo de u sitio a otro y ordenes cruzadas junto a alarmas y llamados por intercomunicador.

Raynor mira fijamente la pantalla de tácticas y sabe que algo no anda bien. Hay algo fuera de sitio en esa pantalla. ¿Que será? y nuevamente ese zumbido entre tanto caos, tanto ruido. Hace mucho tiempo que no escuchaba aquello...

(por favor tira Percepción 8 + mente 6 + 1d10)

Acturus mantenía su mano sobre el bastón, ayudándose de él para permanecer de pie junto al mapa táctico. Movió la mano derecha sobre los hologramas, ampliando la zona de los raider scout y los viper que iban a interceptarlos. Su gesto no varió ante la alarma de amenaza radiológica. Mantuvo la fe en el buen hacer de los pilotos de la Kokuro y Takeshi, y reduciendo la zona de combate para ampliar otra, la del Grupo Palladium pasando por debajo de ellos según el vector indicado.

- Carguen munición Flak en los cañones supleméntales de la sección inferior y que abran fuego para crear una cortina de fuego entre ellos y las Basestar. - Dijo, con total tranquilidad mientras sus dedos, protegidos por unos guantes de cuero pasaban por el borde de la mesa de proyección holográfica. El anciano seguía meditando, observando el campo de batalla virtual.

Era el claro ejemplo de alguien que no perdía los nervios, no se asustaba, no temía y no mostraba emoción alguna pasara lo que pasara. Un ejemplo total y evidente de templanza forjada por la experiencia y los años. - Buen trabajo, Comandantes. - Felicitó por el éxito de la destrucción de los misiles a Kaori, Yamato y Venator. - Mantengan la alerta, podrían no ser las únicas sorpresas. -

Un nuevo aviso, en forma de puntos rojos con un par de líneas con información desviaron la atención del Comandante Sonnenzorn. Misiles. Según las pantallas, varios habían impactado sobre la Battlestar Phoenix. Acturus sabía que cualquier muerte en aquella nave sería responsabilidad suya directa al haber sido él quien la colocó allí. Ya tendría tiempo más adelante para lamentarse por los caídos. Si lo hacía ahora, era posible que todos corrieran la misma suerte. - Aquí Sonnenzorn a la Takeshi. Avancé hasta colocarse en la formación tras los destructores de Keyes y la Estrella de Combate de Raynor a fin de proporcionar mejor fuego contra los misiles enemigos. -

Uno de sus oficiales se puso junto a él, y Sonnenzorn estiró la mano libre, sin mirar al oficial a fin de que le entregara los informes que había solicitado sobre el estado de las Basestar. Pero según pasaban los segundos, ese informe no llegaba y finalmente, alzó la mirada para amonestar al oficial que parecía más entretenido en perder el tiempo en un momento tan crucial como aquel, que en facilitarle la información.

Pero cuando cruzó su mirada con aquel oficial, se le heló la sangre. El ya de por si pálido anciano quedó más blanco aun, abriendo ligeramente los ojos y soltando el bastón con el cual repartía el peso de su cuerpo. El bastón cayó al suelo, en unos segundos que a Acturus le parecieron ir a cámara lenta.

No fue hasta que el golpe secó llegó y llamó la atención de muchos de los presentes que el fluir del tiempo volvió a su margen natural. Pero, a pesar de todo, Acturus siguió sin la capacidad de reaccionar. Imposible. Se repitió de forma mental, sintiendo un fuerte pinchazo en la pierna y viéndose obligado a agarrarse con ambas manos a la mesa de proyección holográfica para no caer, deformando los hologramas que había sobre ella.

No es posible.

Escuchó sus palabras. Solo un susurro que resonó en la cabeza de Acturus como del más ensordecedor zumbido de motores. Y aun agarrado al tablero, volvió su vista hacia este, falto de aire. - Disparen los misiles diecisiete y dieciocho. - Correspondían a los tubos de lanzamiento asignados para el armamento nuclear. - Código de Activación Victor-Victor-Romeo-Uno-Seis-Tres. Cuenta en T-9. Activación de la cabeza nuclear Uno-dos-Cuatro. Código de Activación Lima-Alfa-Yankee-Bravo-Echo-Tango-Hotel. Cuenta en T-10. Inicien la cuenta. -  Las luces cambiaron a rojo y el aviso de que iban a usarse armas nucleares de inmediato llegó al resto de comandantes.

Por alguna razón, Sonnenzorn vio que era necesario como máxima urgencia tomar posturas tan sumamente radicales y destructivas. Su plan era sencillo: Dispararía un misil a cada una de las Basestar, pero antes de que pudieran detectar la amenaza radiológica, haría detonar la cabeza nuclear en la sonda para cegar a los Cylon y que no pudieran ver el lanzamiento de las dos ojivas.  

En medio del caos reinante, los impactos de misiles, los sacudones y las luces de emergencia un sonido peculiar se cuela entre todo y llega a ti… al principio parece un zumbido, algo típico del efecto aturdidor de una explosión pero ahora lo escuchas claramente por encima de todo lo demás… voces, muchas voces hablando al unísono, cientos de voces hablando? Hablando no. Están rezando… es casi imposible pero es cierto, es una oración, una plegaria o algo por el estilo…

Luego del combate en aquel cementerio de naves Cylon donde Alan fue gravemente herido y posteriormente rescatado de las puertas del mas allá gracias a implantes con tecnología enemiga él paso mucho tiempo en rehabilitación por la pérdida de una extremidad y asimilando su reemplazo mecánico pero hubo algo que nunca conto a nadie. Durante aquellas primeras semanas por las noches despertaba escuchando ruidos y sonidos inexistentes… zumbidos, voces y hasta música que no había allí, luego sin mas todo aquello desapareció… hasta ahora.

Las bolas de fuego comienzan a rodear la formación de la flota de combate como el danzar de infinitas luciérnagas en una noche de verano. El choque de las aeronaves y su rítmico juego de formas imposibles dibujadas en el contraste de la negrura estelar por sus propulsores subsónicos es un espectáculo impresionante acompañado por el abrumador silencio que acompaña la vida en el vacío espacial.

El juego de los cazas da paso de inmediato a la cortina de fuego anti misiles de las baterías flack. Como una lluvia torrencial, los cañones y sistemas de defensa cercana forman una barrera de metralla y acero que neutraliza los perfilados objetos de muerte.

No todos no obstante.

Como parte de la punta de lanza de la formación, la Marathon está en el mecánico ojo de mira de los artilleros de las basestars y en el perfil de reconocimiento fotónico de las cabezas armadas en los misiles que, poco a poco, se acercan inexorablemente al casco del destructor.

Es la hora de la acción.

Me levanto del asiento y me dirijo al puesto de defensa y CIWS en el CIC mientras respiro una, dos, tres veces profundamente contando los segundos que transcurren mentalmente.

Observando los pequeños puntos de muerte que se mueven en la pantalla a la espalda del artillero, pongo una mano en su hombro y con tranqulidad, pero firmeza e ira en mis palabras ordeno.

- Baterías de defensa cercana, fijen blancos de proximidad a 90 grados a proa. A distancia 2000 metros, sincronicen fuego sobre marca única. A distancia 1000 metros, amplíen rango de impacto a 180 grados. Dividan fuego de baterías de estribor y babor. A distancia 500 metros, fuego en cortina. -

En el infinito silencio estelar, los cañones de defensa de la Marathon giran hacia los múltiples blancos y, una vez los misiles penetran en la zona de alcance, abren fuego inmediatamente¹. Como un cañón rotativo bien engranado, las baterías acaban uno por uno con todos los misíles que penetran en el cono de fuego del Tigre.

Asiento en silencio mientras mis ojos siguen el desvanecimiento de los puntitos en la pantalla de artillería del CIC.

Doy una nueva palmada de felicitación al artillero y vuevlo a mi sitio.

- Buen trabajo -

Alzo un dedo al oficial de comunicaciones quién asiente inmediatamente y pone una nueva melodía en el hilo interno de los destructores.

Miro el holograma en el CIC y la retícula de objetivo fija en una de las basestars cylon. Con una maquiavélica sonrisa y frunciendo ligeramente el ceño digo en voz baja.

- Mi turno - alzo la voz - ¡Marathon, baterías frontales, fuego a discreción! - ordeno²

Kokuro
La kokuro avanzo para interponerse entre las naves que defendía y lo que las atacaban y soltó todo su potencial defensivo a la orden de Fuegooo!!!!, esos vipers hacer de pantalla para que ningún misil o raptor llegue a su objetivo!

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Takeshi
Yamato dice : - de acuerdo señor, avanzamos hasta posición. y da las ordenes oportunas para llevar acabo la maniobra cuando se pueda.
- Vamos señores!, ya han oído nuestra nueva localización, vector 234565, distancia 520.

-Que los vipers destrocen a esos Raiders con el apoyo de la artillería! Solo quiero ver ahí fuera chatarra Cyl…- pero Raynor se detuvo a mitad de la última palabra, con la mirada fija en la pantalla del Dradis, pero sin ver nada. –Que cojones?...- pensó, desviando la mirada, poco a poco, hacia su brazo metálico, llevando la mano con la que nació hacia este también. El miedo a lo desconocido, la incertidumbre, se hicieron patentes un instante en el rostro del comandante. Que se sujetaba el brazo metálico al tiempo que respiraba entrecortadamente.

No escuchaba nada, aparte de una única cosa. No sentía nada, aparte de eso. Ni siquiera se percató de que Horner se colocaba a su lado, con gesto preocupado, y empezaba a llamarlo. De donde venían aquellos rezos?...dio una rápida vuelta sobre si mismo, mirando a su alrededor, a los hombres y mujeres que había en el CIC, los cuales le lanzaban miradas de preocupación y extrañeza. –No…no son ellos…- pensó, dándose cuenta de que los rezos no provenía de nadie de su tripulación.

Volvió a mirarse el brazo cromático, esta vez, alzando la férrea mano hasta la altura de su mano. Recordó la música, las voces, los sonidos… -Quien es vuestro dios?- preguntó, sin apartar la mirada de su mano artificial, tragando saliva, ignorando a un Matt Horner cada vez mas preocupado, escuchando cada vez mas y mas rezos, miles de voces. –Todos somos uno…- murmuró, cerrando ambos puños frente a su cara.

Esperaba, sin mas, a que aquella música también apareciera, aquella música que le había resultado extraña tiempo atrás, pero que había terminado por acompañarle en su larga recuperación. -Seguir disparando con todo, Horner.- dijo de repente, sin mirar a su segundo, fija su mirada en la pantalla, ahora parpadeante, con la información de la utilización de armas nucleares por parte de la Nazara. –que esta pasando, viejo?- pensó, hundido una vez mas en sus pensamientos. –que diablos queréis de mi?- murmuró, mientras su nave seguía rugiendo, cada vez mas cerca del enemigo. –Tu también lo sientes, Hyperion?- terminó, con aire distraído y una extraña sonrisa en sus labios, mirando al techo del CIC, sabiendo que tanto el como su nave, tenían algo del enemigo en ellos mismos.

Desde luego, no estaba siendo el de siempre, algo estaba pasando en el interior de Alan Raynor.

La batalla ha comenzado sin darnos tiempo a casi prepararnos, los enjambres de raider y vipers surcan el campo de batalla abriéndose paso entre el fuego enemigo. La amenaza nuclear rápidamente se activa en el CIC por la presencia en el DRADIS de armamento letal, varios misiles son lanzados y alguno consigue atravesar las defensas de la flota produciendo algún daño menos.

La posición de la Nabucodonosor en el centro de la formación le aleja temporalmente del infiernos que se vive en las posiciones de alrededor. Tras los raider dos basestar preparan su armamento a fin de acabar lo que los raiders han comenzado.

Abro el comunicador.

Bien ha llegado nuestro momento, aprovecharemos la confusión de la batalla para realizar un ataque rápido y fulminante. Grupos viper quiero que se dirijan directamente hacia las basestar, atraviesen la línea de fuego y raiders que está atacando la flota en formación de lanza a toda velocidad mientras la confusión nos ampare. No miren atrás no se preocupen de la flota, su misión únicamente debe centrarse en escoltar a los cuatro raptor con armamento nuclear, los raider permanecerán ocultos en medio de la formación de vipers 2 en cada grupo.

Una vez tengan distancia de disparo repleguense de inmediato atrayendo el fuego enemigo y dejando línea libre para el disparo de los raptor. Una vez descargados los misiles vuelvan a la flota por el flanco derecho a fin de realizar una maniobra de pinza sobre los raiders que queden.

Sé que no es una misión fácil, pero nuestros compañeros están muriendo ahí fuera. Hagámosles justicia.

Cierro el comunicador

William distribuya dos equipos, cada uno tendrá como objetivo una basestar y custodiara 2 raptor. Escuadrones Alpha, Beta, Gamma primer grupo. Delta, Epsilon y Zeta segundo. Abra fuego con todas las baterías sobre las basestar a fin de dar cobertura a la misión y cegar a las basetar.

Las ordenes estaban dadas, no eran ordenes fáciles pero eran ordenes al fin y al cabo por lo que William comienza sin dudarlo a retrasmitir las ordenes.

La operación está en marcha…