Partida Rol por web

-Somos unos románticos-contestó Katherine ante las palabras de Jaycee sintiendo la mano de él sobre su mejilla mientras valoraba la sonrisa que él le estaba brindando en ese momento. Afortunadamente, su mente atrajo el recuerdo del inicio de su sueño en donde estaban juntos... y sin poder evitarlo sus mejillas se colorearon acompañándose de una enorme sonrisa que por fin le regresó el brillo completo a sus ojos azules. Además, que le hablara en su lengua natal era algo que siempre agradecía-... Entonces hay que cuidarnos y apoyarnos mutuamente.

Iba a decir algo más, pero una compañera llegó a saludarle y con una mirada rápida a Jaycee le indicó que lo que dijo era verdad. Estarían ayudándose entre sí.

Katherine estaba sentada cerca de Jaycee mientras conversaban*.  De vez en cuando se le veía saludar a quienes iban llegando, deteniéndose en su conversación con el chico para cuando Kuroryuu se acercó para platicar de algo y que luego ella volviese a dejarlos solos. En medio de todo se podía ver que los rostros de ambos se mostraban serios, tal vez enfrascados en una plática importante; sin embargo, de un momento a otro el semblante de la inglesa comenzaba a relajarse y se vio que luego picoteó la cara del chico a modo de juego, él dejándose en todo momento con ese rostro estoico. Después ella le sonrió, hubo un intercambio más y ella le tomó la mano mientras él acariciaba con cuidado la mejilla de la ojiazul. Aunque él continuaba con esa frialdad, Katherine sonrió y el bajo ánimo con el que había llegado se había desvanecido.

Era una pareja extraña. Él siempre así de seco y ella más afable, pero nunca se había visto que llegasen a discutir ni nada por el estilo, siempre apoyándose entre sí: ella explicándole cómo hablar inglés, él instándole en mejorar su japonés; preguntándose dudas entre sí sobre alguna tarea o ejercicio escolar; conversando con otros compañeros en donde él era callado y ella rebosando con su voz, pero los dos prestando la atención debida; no llegaban juntos aunque procuraban salir al mismo tiempo. 

-Buenos días, Lety-saludó a su compañera cuando tuvo la oportunidad, pues ella luego de hablar con Hikari ahora estaba con Chidori; sin embargo, el saludo de Shiro fue recibido por una sonrisa que estaba acompañada de unas mejillas ruborizadas que se originaron cuando Jaycee y ella terminaron de hablar y correspondió el gesto de la castaña con un movimiento de mano-. Hi, good morning-no había que ser muy ciega para notar que Shiro llegó con su rostro rojo luego de ver a Haruka-. ¿Lista para el viaje, Shiro? Espero que tengas todo listo para que no salgas apresurada de todo. ¿Descansaste bien?

Irisu saludaba alegremente a todos los presentes, aunque a los que le devolvían el saludo, extendía su mano para con un gesto mas jovial desearles buenos días.

-Aimi-chan, buenos días. Hay que darlo todo hoy.

-Mariko-chan, estoy bien. Creo que hoy podrían pasar buenas cosas, ademas tenemos cerca un evento que ayude a planear –Esa actitud alegre notaba que de no ser la presidenta del consejo, abrazaría a todos por saludo y que se hubiese lanzado al cuello de Mariko para platicar más amenamente.

-Espero que organizar parte del viaje valga la pena, pensé en algunas actividades y sinceramente espero que todos puedan pasarla bien a su modo.

Irisu a pesar de sus apellidos era bastante amigable, sencillamente algo había que evitaba que ella entablar relación con los demás, y era su posición.

Pero era presamente su puesto el que evitaba que ella actuase de esa manera.

Solo una sombra cruzo por sus ojos al ver a Leticia, al verla entrar no puedo evitar preguntar.

-Buenos días Leti… Leticia-chan –Siempre se equivocaba con su nombre. ¿Todo bien?

Conocía su historial, quería ayudarla, pero parecían vivir en mundo muy diferentes. Ese “algo” le hacía querer mejorar la escuela, que todos tuviesen la oportunidad de pasarla bien.

Algunos simplemente estaban en su mundo, otros conversaban sin problemas, podía ver a Katherine conversar con alguien, a otros sentarse y meditar en mundo.

Pero ella tenía algo que hacer.

Se colocó al frente de la clase y con su prístina voz, dio su frase de todos los días.

-Buenos días compañeros. Esforcémonos juntos.

Con una cándida sonrisa trato de esforzarse por hacer sentir a sus compañeros que tenían a alguien en quien confiar, de poder compartir ese pequeño trozo de felicidad que ella tenía.

Aunque algunos la ignorasen, o la tildaran de loca les dijo lo mismo.

-Hoy puede ser un gran día.

Al ver que Leticia pasó de ella, Aimi hizo un gesto algo decepcionado.

- Hola, Leticia-san - le sonrió por ser amable. Realmente Aimi era una chica agradable, a pesar de no ser la mejor amiga, pero ver cómo actuaba con Chidori y Hikari le sorprendió un poco.

Se volteó a mirar al peliazul con algo de tristeza y luego volvió a la chica.

Su semblante se suavizó al ver la jovial actitud de Irisu. Ella hacía un estupendo trabajo, eso sin duda.

De repente, el eco de unos tacones altos resonó en los pasillos, además de las exclamaciones de algunos estudiantes que parecían retirarse con algo de afán hacia sus salones de clase. Ya se habían acostumbrado a aquella sensación, pero igualmente era difícil comprender cómo la atmósfera podía pasar a ser tan helada a causa de una sola persona.

La profesora del curso, Mika Usui, era una mujer paciente y nunca le habían visto enojada, pero ese no era el problema. El problema es que nunca le habían visto sonreír, alegrarse por algo, apenarse, disfrutar nada. Era una mujer completamente plana en su actuar. Algunos le llamaban Yuuki-sensei: fría como la nieve.

Entró al salón con su perfecto atuendo sin nada fuera de lugar, su cabello perfectamente peinado, su maquillaje intacto y con su usual porte de elegancia y buen gusto. Saludó a Irisu con una reverencia y le indicó que ya podía tomar asiento, mas no sin antes agradecerle por saludar a sus compañeros.

- Buenos días, clase. Pido a todos tomar asiento que comenzaremos. Sé que están emocionados por el viaje de hoy, pero aún nos queda un día para estudiar - sus frases eran átonas y carentes de emoción. A un estudiante se le ocurrió echarle agua una vez para comprobar si hacía corto circuito, pero lo único que ganó fue una suspensión. Yuuki-sensei ni siquiera se enojó por ello, solo fue y se cambió de ropa por un conjunto exactamente igual. Al parecer, era requisito del instituto que los maestros fueran excéntricos en sí mismos.

Muchos se preguntaban qué podían estudiar en un solo día, pero sí que había sido intenso. Cuando Usui-sensei se ponía en la tarea de ser exigente, podía cansar hasta al más enérgico de todos.

Llegado el momento del receso, Usui-sensei les miró y dijo - Ahora les debo dar una indicación sobre la excursión de mañana. El punto de encuentro será el parqueadero del instituto a las 7 a.m. Quien no esté a esa hora, tendrá que llegar por su cuenta porque el bus parte a las 7:30 a.m. a más tardar. Me aseguraré de ello - y no les cabía la menor duda -. Como medidas de seguridad, serán agrupados en pareja, de modo que sea más sencillo velar por su seguridad. Esas parejas las he de asignar yo, así que me dispongo a leer la asignación. No hay cambios, no hay negociaciones, no hay peros. Quien desobedezca, será reprendido - descansó un momento para copiar la lista en la pizarra.

Irisu Dairokuten Mao - Katherine Tempus

Chidori Maki - Leticia García

Hikari Umino - Mamoru Tsukaima

Eiren Echizen - Ren Aragami

Jaycee Yamamoto - Aimi Kitamura

Haruka Otsusuki - Koichi Ayase

Shiro Kasumi - Mariko Kitsune

Isabella Girelli - Masaru Okasaki - Shiro Kuroryuu

- Al ser diecisiete, solo habrá un grupo de tres personas. Deben permanecer en las parejas en todo momento durante las caminatas, los dormitorios y demás actividades. Se cuidarán mutuamente y vigilarán que no vayan a separarse. Al ser el día de le excursión mañana, la directora Murakami ha decidido que les dejará ir a esta hora. Pueden ir a sus casas y alistar todo. Nos vemos mañana a las 7 a.m. - dicho esto, cerró su libro y se dispuso a recoger todos sus útiles. Había sido un día intenso de estudio, a pesar de haber sido tan corto. Se encontraban exhaustos, pero emocionados con lo que les esperaba. 

Pudo dar clases sin problema, pero si nadie se había fijado había seguido las lecciones casi de memoria, con lo que ya había leído o estudiado por su propia cuenta. Pues... Pese a ser bastante serio y ordenado, parecía haber entendido algo mal. ¡Iba con su bolsa delrtiva! Pensando que el viaje ese se realizaría tras las clases, o tenía muchas ganas de ir o leyó el anuncio con la mayor desgana posible, fuera una u otra, por suerte los profesores sabían sobre su impregnada seriedad.

- con suerte me hubieran sancionado sin excursión... Así habría tenido excusa para no ir - bostezo, no podía hacer más... Solo tomar el autocar durante horas, seguramente con el aire acondicionado estropeado y kilómetros interminables de baches por unos amortiguadores de 5a, gritos y canción citas de acampada hasta cansar, prohibiciones o críticas del profesorado... Estaba claro, a Jaycee las excursiones le estresaban.

Aun así se esforzaba por cumplir el programa escolar, pues en su seriedad, respetaba el trabajo duro realizado por los demás.

Se incorporó acercándose a Aimi - Kitamura... te gustaría ir en coche en lugar de tomar el autocar? - "llegar tarde" era una opción, fuera esa llegada tardía real o no. Si por el fuera dormiría media hora de más y luego adelantaría al autocar en su cómodo vehículo, a salvo del asfixiante panorama jovial. Quizás visto desde un punto de vista externo, pensaba en la calma que busca un amable y calmado octogenario. No por no mostrarse joven a menudo, si no por esa preferencia de escoger relajarse, quizás unas aguas termales en las montañas niponas pegaban más con su imagen.

Incluso si algún rumor creado en su entorno hiciera a mas de uno suspirar decepcionado, estaban por ir a una excursión que desmentiría el tópico de chico con toda la espalda tatuada.

Lo percibió casi al instante. Esa inquietud que tan pocas veces podía ver en el Rey, sin poder evitarlo cerró los ojos y tomó aire con suavidad, tenía que serenarse, tenía que recuperar el control de su mente y emociones. Pero era tan difícil... Su corazón aún latía con fuerza y en su mente aún quedaban algunos restos de aquella risa diabólica. Subió la mano hasta dónde debía estar su colgante y la dejó allí.- Ojalá pudiese decir que no lo noto cómo un presagio...-Al abrir los ojos sonrió con tristeza.- Pero me temo que... Al igual que tú, puedo sentir esa inquietud a mi alrededor.-Con el dorso de la mano se acomodó bien la montura de las gafas.

- Si alguna vez caigo... Será protegiéndote. Por lo que no debéis preocuparos por mi.-Se rascó la cabeza y tras eso sonrió de aquella manera que sólo ella sabía hacer. Aquella sonrisa que podía hacer aletear los corazones más tristes y oscuros.- Sé que lucharías hasta el final... Pero, pese a que sé que puede pasar, no puedo imaginarme el levantarme un día y darme cuenta de que no volveré a verte.-La joven se rió y negó con la cabeza un par de veces.- Creo que ahora desearía poder tener el poder para rebobinar en el tiempo para que no tuvieras que escuchar tales cosas.-Se separó un poco de la puerta y hizo un leve gesto en el aire, señalando su cuarto.- Creo que será mejor que me vaya... 

- Creo que nuestro enemigo se mueve en las sombras. Debemos ser más cautelosos que nunca - sonrió nuevamente.

Te escuchó sin siquiera intentar interrumpirte y su rostro pasó a ser uno más serio; no expresando desagrado, mas sí su determinación.

- Siempre has luchado a mi lado y así seguirá siendo. Nunca me perdonaría si algo te pasara sabiendo que yo no moví un dedo para ayudarte. Perderte a ti sería terrible para mí, Oni - sonrió y prosiguió.

- Tienes razón, es hora de que te vayas al instituto. No sería bien que llegues tarde -.

Aimi escuchó las asignaciones y se sorprendió bastante.

Miró a Katherine y le hizo un gesto de disculpa mientras mascullaba un - Lo siento - para luego ver cómo Jaycee parecía algo enojado. ¿Molesto, tal vez?

Se le acercó y le habló con tranquilidad al chico - Jaycee-kun, recuerda que la excursión es mañana - rió simpática para luego agregar.

- Si te digo la verdad, me gustan los viajes en bus. Me parece de lo más divertido el camino y las canciones y el ruido... Yo preferiría irme en este, pero tú puedes irte en carro si prefieres. lo importante es que durante las actividades permanezcamos juntos - sonrió.

Su teléfono sonó, al igual que el de algunos de los presentes, leyó el mensaje y se volvió a girar a Jaycee.

- Bueno, nos vemos después - y comenzó a recoger sus cosas.

Sus móviles timbraron y notaron para su sorpresa que fueron todos a la vez. Al ver de quién se trataba, era Mariko.

Nos vemos en casa de Kuroryuu en 3 horas. Es importante.

Tres horas eran más que suficientes para caminar por la ciudad o ir a sus casas antes de dirigirse al punto de encuentro. En un segundo mensaje, recibieron la dirección para quienes no la tenían. 

Suspiró, lo correcto era ir con la pareja asignada, por ello ofreció ir en coche a Aimi y no a otras personas, al ver que varios móviles llamaban la atención de algunos de los presentes, caminó hasta la puerta, girándose en espera de Katherine; para irse con ella.

Mantener el móvil encendido estaba en contra de las normas, mantenerlo en modo de vibración no era excusa, pero en fin, no era él el profesor y no iba a criticarlo.

La sensei nos asignó las parejas. Me había tocado con Mamoru. Me preocupaba no poder estar con Lety, pero estaba seguro de que Chidori cuidaría de alla. Por otro lado, hacía tiempo que no hablaba con Mamoru. Tal vez sería útil para ponernos al día.

Al poco tiempo sonó mi celular.

¡Vaya! ¿Que habrá pasado?

La clase había transcurrido de manera normal para la ojiazul, entre tomando notas y prestar más atención de la debida para seguirle la pista a la profesora Usui, agradeciendo que no tuviese un acento muy acelerado o marcado de alguna otra región de Japón porque así se le habría complicado bastante. Llegada la hora del receso se permitió estirar su espalda y relajarse mientras oía las instrucciones, solo tomándole por sorpresa que la distribución fuese de esa manera; eso sí, se alegró demostrando con una sonrisa que le había tocado con la señorita Irisu, aunque probablemente la ojiazul se habría puesto contenta con cualquiera que le hubiese tocado porque ella era así, intentaba llevarse con todos en el salón.

Guardó sus cosas y miró su teléfono para saber bien qué hora era. Su primer pensamiento era que su hermano estaba dormido y al recordarlo cayó en cuenta de cómo fue la distribución de parejas y una enorme sonrisa que intentó reprimir apareció en su rostro. Se levantó y le hizo señas a Jaycee que si podía esperarle un momento más y luego se acercó a Aimi.

-Oye... antes de que te vayas... creo que deberías pasarte a mi casa. Hay que tratar un asunto con quien ya sabes-soltó una leve risa y un suspiro imaginándose alguna escena por si se enteraba de algún otro lado-. Entre más pronto mejor, creo.

Luego buscó con la mirada a sus compañeros y con algunos ya se despedía con la mano, pero cuando topó con la presidenta asintió y le puso una mano en su hombro para luego decir.

-No se preocupe, señorita Irisu, vamos a divertirnos juntas y seguiré las reglas-le sonrió de manera jovial  a pesar de tener unas pequeñas ojeras. Eso sí, el semblante de Katherine estaba muy tranquilo. 

Mamoru llegó corriendo a la clase, había tenido que madrugar y preparar varias cosas en el nuevo lugar donde vivía dejando todo listo. Apenas a tiempo, apenas unos momentos antes de que llegará Yukki-sensei.

Estricta, fría, exigente e implacable, eso describía a Yukki-sensei. Todos en su clase debían seguir su ritmo severo de estudio y en caso contrario se le cambiaba de clase. Por suerte el no era un mal estudiante y sabia mantener el ritmo. Habiendo sobrevivido otra clase tocaban los anuncios y esto crispó a Mamoru.

—No quiero ir no quiero ir.—pensó crispado.

Era el viaje a la playa, el cual todos celebraban. En especial cuando Yukki-sensei se fue.

Como siempre el salón estaba lleno de vida tras sobrevivir al infierno, sus compañeros charlaban, reían y se emocionaban por el viaje escolar que iban a tener a la playa. Mamoru no compartía su entusiasmo, estaba cansado de ir de un lado a otro, debido a ciertas circunstancias en los últimos tres meses sus fines de semana fueron ir de Osaka, Hiroshima, Kyoto entre otros más; por esos motivos no lo alegraba viajar.

Antes de salir se "murió" en su pupitre y recostó la cabeza.

—Estoy muerto.—dijo cansado.

Por un segundo se le erizó la piel, como si algo lo espantó momentáneamente. Dejo de lado ese sentimiento y siguió recostado en su pupitre. En eso cerró los ojos y por un momento vio algo raro, una chica de pelo blanco y poca ropa estaba sufriendo por el calor, exactamente sentada en un pupitre y con la lengua de fuera mientras agitada su blusa esperando refrescar su escote. -¡¡Que calor!-se quejó la chica. Mamoru abrió los ojos y se enderezó en su asiento.

—¿Otra vez?—dijo sobresaltado.

No era nuevo ese sueño. Habían empezado desde hacia 6 meses luego de la luna roja y no se habían detenido, lo curioso es que siempre era distinto y relacionado a lo que el estuviera haciendo. Si el comía un helado podía jurar que en su cabeza esa chica comía un bow de helado gigante, si el se bañaba podía jurar que la chica en su cabeza chapoteaba en una tina gigante, si el iba a clase de nado podía jurar que la chica en su cabeza tomaba el sol usando un ceñido bikini; y así con muchas situaciones en su día a día, esa personita en su mente imitaba sus acciones pero "a su manera".

—Un momento ¿un sueño puede tener personalidad propia?.

—No.—desecho rápidamente su inquietud. Solo debía estar cansado y sobrepensaba demás.

En eso se acordó que le habían asignado a Umino-kun de compañero de excursión. Iba a saludarlo y ponerse de acuerdo pero lo vio en el móvil así que se contuvo.

—Debe ser importante.

-Aaaaw- vuelvo a bostezar en clase mientras apoyo mi mentón sobre una de mis manos mirando hacia la ventana. Era el ultimo día de clases, así que no importaba mucho si me echaba una cabezadita. Esos son mis pensamientos, por lo que paso la mayor parte de la mañana cabezeando viendo fragmentos de clase antes de que todo se volviera negro y otro fragmento apareciera. Mi cabeza parece pesar una tonelada, de nada sirvió mi el despertar que tuve luego de la carrera en bici....bueno también es que estaba bastante aburrido.

Felizmente mi cabeza se resbalo de mi mano justo cuando Usui-sensei estaba por explicar lo de la excursión de mañana. El golpe que me di en la frente fue un buen despertador y puso mis sentidos alerta... sobre todo el del tacto y dolor. -Ooow- me quejo en voz baja, viendo si alguno mas escucho el golpe y sobndome la frente.

-Al final parece que me asignaron con....Eiren Echizen- pienso mientras busco en mi mente quien es. Ha pasado solo un mes asi que aun no me aprendo todos los nombres. Ladeó la cabeza intentado recordar quien es mientras recorro con la mirada el salón buscándola. Cuando mis recuerdos conectan la reconozco rápidamente. Esta sentada mas adelante que yo, bueno casi todos lo están, pero logro reconocerla. Hecho esto me levanto y me dirijo hacia a ella, pero antes...

Hago una parada rápida en otro pupitre. -Hey- llamo sonriendo a Isabella dándole un golpecito con un dedo en la frente. Ladeo la cabeza para poner a la altura de la suya -Te espero como siempre en el portón ¿vale?- digo relajadamente mientras sigo mi camino hacia mi futura compañera de excursión.

Viendo que el pupitre delante suyo esta vació me siento en el y me volteo en la silla apoyando mentón en el respaldar -Holaaa ¿que tal?- saludo con una gran sonrisa -Parece que nos toca ir juntos de excursión- digo alegremente -¿Emocionada? Yo si, suena bastante divertida la playa. Es la primera vez que voy asi que no se que esperar ¿Tu has ido alguna vez? ¿Te gustó? ¿Es cierto que el agua es toda transparente?- una lluvia de preguntas salen de mi boca -Aunque creo que mejor sera que lo vea por mi mismo-  me callo a mi mismo en el siguiente instante -Pero bueno, vamos a tener que pasar algún tiempo juntos asi que ¿Quieres planear algo ahora o prefieres improvisar en el momento?- le pregunto alegremente al final.

Me hago el dormido varias veces a lo largo de la clase mientras observo a los demás chicos del salón. Entro en la mente de algunos, aunque de manera superficial por ahora. Ya se ha hecho una rutina. Aunque es estresante escuchar todo estos problemas adolescente, lo soporto e intento diferenciar entre lo útil e inutil de todo los pensamientos que hay en el lugar.  

La mujer que actua como profesora del lugar, explica algunas cosas de la excursión. Para atender me caigo sobre el pupitre con el objetivo continuar con el papel que me he formado. No importa si alguien lo nota o no, lo importante esta en los detalles.

Al final, parece que me van a asignar un compañero. Al oirlo, no puedo evitar levantar una ceja. -Esto va a ser molesto- pienso para mis adentros algo fastidiado. Si tenia a uno de estos chicos sobre mi hombro toda la excursión, me va a ser mas difícil actuar. Por desgracia no tengo opcion. 

-Mmmm con que Eiren Echizen...- pienso mientras la localizo al frente mio. -Chica callada y solitaria. Proviene de familia adinerada pero padres fallecidos, según se. Es interesante lo fácil que se consigue en esto llamado Internet de los humanos. Sobre todo de personas importantes o famosas. Muy recta, así que dudo que me deje hacer algo arriesgado. No tiene amigos aparentes, puede que por que no quiera o le cueste interactuar. Si es lo segundo, puede ser un buen punto de quiebre- ordeno mis pensamientos mientras me levanto de mis sitio.

Paso por el sitio de Onirica y le pido que se reúna conmigo en el portón. El viaje sera un buen momento para buscar al hermano traidor. A ver si terminamos rápidamente con esto.

Luego sigo mi camino hacia Eiren. Es una chica frágil, eso viene bien. Podría seguir con ella. Koichi ya esta bastante controlado, por lo que puedo seguir con una persona mas. Mientras mas controle, mas rápido podre encontrar a ese tipo. -Podría romperla y salir en su ayuda en el último momento. Mmmm eso seria muy rápido, ademas no se que tan fragil es...no quiero pasarme. El control mental ayuda, pero si lo uso mucho sera sospechoso. Tal vez si me ganó poco a poco su confianza....tambien dificil....necesito mas información- pienso mientras me acerco a su sitio y la saludo. -Primero empezare por ver como reacciona a esto- 

Hablo de manera activa y bastante alegre, para ver su reacción. Dependiendo de como es tal vez pueda idear como controlarla

Lo único que logro sacarme de ese ensimismamiento fue el ingreso de la maestra Usui al salón, quien tras unas rápidas instrucciones, procedió a asignar a las parejas para el viaje, de verdad no esperaba que nos asignaran una pareja, puesto que imaginaba actividades generales pero con la libertar de elegir participar o no, a lo que había panificado quedarme en algún lugar tranquilo del resort leyendo algo o simplemente disfrutando de algo diferente a lo que tuviera en casa, bueno, no es que la mía fuera un resort, pero entre piscina, servidumbre y demás mucha diferencia no habría.

Ren Aragami… pensé, observé al salón buscando asociar ese nombre y no, nadie me parecía tener cara de llamarse Ren, por un momento creí que fue el chico que entro al final de la clase, pero algo me hizo desistir de esa idea.

La maestra se fue y en algún momento había entendido que partiríamos hoy al viaje, mire mi maleta y una risa se dibujo en mi rostro dándole un aire muy dulce e infantil, me pareció tan graciosa la equivocación, paseándome por medio instituto con mi maleta con ruedas para nada, oculte tras mi mano una leve sonrisa, ese detalle había dado una gota de diversión a la mañana.

Me dispuse a tomar mi maleta y regresar a casa, no sin antes enviarle un mensaje a Elijah para que enviara al chófer por mi, pero ni siquiera alcance a levantarme del asiento cuando un chico… si el chico al que casi atropella mi chófer, sentarse frente a mi y bombardearme con preguntas que a mi impresión las decía sin siquiera respirar.

Hice el gesto de como alejarle moviendo la cabeza hacia atrás y pegando mi espalda al respaldo de la silla, espere a que terminara recuperar el aliento y lo observe unos momentos, analizando si responderle o darle una bofetada, con una mano cubrí la otra empuñada, volviendo a ese control que jamás debía perder.

-Si, al parecer así será- respondía sus primeras preguntas de forma fría -No me gusta el mar- le dejo en claro, finalmente me pongo de pie y tomo el asa de mi maleta -Ya tengo decidido lo que haré- respire profundo antes de continuar.

-Espero llegues mañana con cuidado, no andas solo en la calle- finalmente le dije como una suerte de reproche de lo de antes.

-Hasta mañana Aragami- y así sin más me despedí y me dirigí a la puerta con la intención de volver a casa.

Subió hasta el aula, una vez allí se dirigió hasta su pupitre. Dejó la bolsa de los patines junto a la mesa y tras eso se acomodó en su lugar. La profesora no tardó en llegar y casi al instante paró la música a la par que se quitaba los cascos y guardaba todo en el bolsillo delantero de la mochila. Al volver a su postura se dio cuenta de que Ren dormitaba, apunto estuvo de levantarse para darle una colleja, pero el Karma se encargó de castigarle. Isy desvió la mirada y se cubrió los labios con la mano conteniendo una carcajada. Tomó aire, mucho aire.... Y tras eso carraspeó para centrarse. Sólo le faltaba ser expulsada el último día. "Qué no se te ocurra reírte..."

"Masaru Okasaki y Shiro Kuroryuu" Pensó al ver los nombres en la pizarra, tras eso los buscó con la mirada la joven de cabellos blancos estaba detrás de ella, le mostró una sonrisa.- Parece que nos ha tocado juntas, Isy.-Dice alargando la mano hacia ella a modo de presentación, aunque casi al instante de darse cuenta retira la mano y sonríe avergonzada.- Perdón, aún me cuesta recordar todos los formalismos...-Musita sonrojada.- Soy Isabella Girelli, puedes decirme Isy si prefieres.-Dijo corrigiéndose y haciendo un gesto de cabeza.- Si te parece bien, podemos quedar en la entrada un poco antes, y así hablar un rato... O si os apetece quizás podríamos ir esta tarde a comer un helado. Para que mañana no seamos unos extraños...-Se apuró a escribir su número de móvil en un papelito.- Toma, mi número, si te parece bien... Mándame un mensaje.

Se giró para recoger sus cosas, pero en ese instante se encontró con Ren y un golpe en su frente.- Ouch... -Levantó una ceja y sonrió al ver que aún tenía la frente roja por el golpe.- ¡Tooorpe! -Le dijo mientras se alzaba un poco y le apretaba la zona lastimada. Tras eso asintió con firmeza.-  ¡Dónde siempre! ¡Intenta no matar a nadie y llegar de una pieza! -Exclamó cuando se alejaba. Isy pese a hablar perfectamente el japonés, tenía acento Italiano, aunque ella intentaba ocultarlo.- Espero que podamos quedar esta tarde, Shiro.-Recogió sus cosas y se levantó, ahora quedaba....

- ¿Él? -Sí, era él. Se acercó con decisión y apoyó las manos sobre el pupitre, tamborileando con los dedos.- Hola, soy Isy. Le decía a Shiro que si os parece bien, tal vez podríamos quedar esta tarde para tomar un helado y... Conocernos un poco más. Por eso de que estamos en el mismo grupo... Y no ser unos desconocidos totales. 

Irisu miro las notas y sonrió, todos tenían pareja, ya habían pasado seis meses desde su última salida y salvo vagos recuerdos, no tenía muy presente lo que había ocurrido en esos tiempos, estaba ocupada tratando de escalar para ser parte del comité estudiantil.

-No te preocupes Katherine, me asegurare de que todo salga bien. Ya tengo tu numero… espérame un momento.

Sacando con un elegante movimiento su móvil se dedicó a intercambiar números con sus demás compañeros.

-Chicos, si alguien quiere tener mi número, en caso de que se pierdan o necesiten algo durante el viaje –Sonrió para aclarar esa frase. Sé que no somos niños, pero nunca esta demás ser precavidos ¿Alguien que guste intercambiar números? No es obligatorio. Pero también pueden intercambiar entre ustedes para estar más seguros.

Pensando que agregar para que algunos se animaran, dedico una expresión alegre mientras sacudía su cabellera como cada vez que se le ocurría un plan y añadió.

-Aquellos que se animen, les invitare una bebida en el viaje.

Antes de la llegada de la Profesora Usui...

Antes de dejar a su amigo Umino oigo lo que me dice, y entonces solo lo miro parando la tropa de mis labios... -Mmm me estas mintiendo u ocultandome algo, te conozco bien Biscochito...- y le doy un leve pellisquito en su mejilla... -tienes que decirme lo que te pasa Umino ¿Ok? o no voy a volver a hablarte... fijate que yo tambien he tenido sueños de lo mas raros...- y luego le hago una caricia, y le hago un guiño... -uyyyy no es cierto no es cierto, no puedo enojarme contigo aunque quisiera hacerlo... venga venga vamos ya...- 

Con su amiga Chidori, cuando me pone su mano en mi cabeza solo recargo mi frente sobre su hombro... -La gente mala hace maldades... yo no soy mala Ojitos ¿Verdad? no soy mala...- y cuando me dice lo de sus ensayos... sonrío ampliamente... -pues si te sirve, yo puedo aprender a tocar el triangulo mientras ensayas, hihihi...- saco la lengua y hago un guiño... y cuando se me acerca mas me sonrojo y sonrío ampliamente... (n//u//n) -¡Siiii lo pasaremos genial en la playa, sera algo grandioso!-

Entonces Lety sale de su asunto cuando escuchó detrás de ella la voz de su compañera Katherine... y mirandole por encima de su hombro con una leve sonrisa le contestó en voz baja... -Hola, Compañera...- a veces la chica se preguntaba que era lo que Tempus realmente queria de ella y su forma de tratarla como cuando Lety parecia una niña, aunque ahora las cosas fueran muy diferencia, ahora las niñas demasiado bien portadas era algo que no me venia muy bien... solo la segui con la mirada mientras Tempus seguia su camino hasta llegar a Jaycee, quien por alguna razon me provocaba un repentino repelús en la espalda...  

Solo una sombra cruzo por sus ojos al ver a Leticia, al verla entrar no puedo evitar preguntar.

-Buenos días Leti… Leticia-chan –Siempre se equivocaba con su nombre. ¿Todo bien?

Pero cuando escucha esa voz... se voltea casi de inmediato... y su gesto cambia repentinamente a algo nada amigable, y su mirada se vuelve dura, con la que recorre a la Presidenta Irisu del pies a cabeza...