Partida Rol por web

Tras mi conversación con Katherine, volvía por la playa inmersa en mis pensamientos cuando una sombra se proyectó sobre la arena justo frente a mi. Alcé el rostro y mi mirada se topó con la de Haruka. Mi corazón dio un vuelco y los recuerdos sobre Haruka y Allan abarrotaron mi mente.

- Haruka... - susurré su nombre más para mi que para llamar su atención. Un ligero rubor cubrió mis mejillas, pero traté de que mi actitud tímida no delatara mi nerviosismo - ho-hola, ¿dando un paseo? Ayer no pude hablar contigo tras... lo que había pasado, ¿qué tal te encuentras?

Haruka estaba allí, tal vez desde un rato inmóvil mirando al infinito, abstraído en sus propias ideas. Portaba una camisa desabotonada de color blanco y su traje de baño azul, el cual llegaba hasta sus rodillas. Su cabello estaba desordenado, pero nada fuera de lo ordinario. El joven tenía un aire meditabundo mientras seguía distraído y sólo reaccionó cuando escuchó su nombre en tus labios.

Se giró perezoso hacia ti y sonrió débilmente - Hola, Kasumi-San. ¿Cómo estás? - respondió con una voz amable, pero sin sacar las manos de los bolsillo, pero te observó algo preocupado.

- E-estoy bien, solo un poco... Abrumado - el chico no solía mostrar mucho sus preocupaciones a nadie. Al menos siempre lo habías visto sonriente y sereno.

- ¿Tú cómo estás? No pareces estar del todo bien - se giró hacia ti -. ¿Puedo hacer algo para animarte? - su mirada era cálida como siempre. 

¿Que no le dijera nada? ¿Que haría volverle a matar? - sin importar que sea su reencarnación, no soy él, pero ten por seguro que a mi modo siempre estaré metido en problemas rewlacionadsos con esa invasión, quizás no como Ilify, pero ten por seguro que ofreceré el apoyo posible. Señaló con su dedo un triángulo [b]- todo pasa siempre en verano... ¿Tendrá el triángulo de verano un portal a los desastres? Espero que Orihime se asegure de que su puente de urracas no es utilizado por malas personas...*

Miró a Katherine aún estirado en el banco - cuando vayas a necesitar ensuciarte las manos, dímelo, dehbo asegurarme de que no sientas que se quedan sucias, no es un sentimiento agradable. ¿Y... Que inconveniente hay en que sepa que soy Ilify? ¿Esa mejillanse debe a él? ¿Puedo darle un buen puñetazo?

Al fin dijo lo que quería, preguntar directamente hubiera sido brusco, por lo que esperar a que el tema fuera en la dirección apropiada era un don de paciencia. Quiso distraerla de sus pensamientos, pero volviendo a ellos pese a su intento, le invitaba a entrar en el.

Que fuese correspondida del abrazo fue algo gratamente para Katherine. Había pasado por mucho y tal gesto fue un alivio grato que le reconfortó, pero aquella sensación se desvaneció un poco al ver esa mirada en Kasumi.

I know it....

Pensó para dar paso a una sonrisa triste y negar con la cabeza cuando se le preguntó si estaba herida. 

-No, no me pasó nada. Y de estar bien... pues... no creo que se pueda afirmar eso ahorita, pasamos por mucho-se encogió de hombros para luego ver la atención al mar por parte de la castaña hasta que le habló. Su corazón comenzó a acelerarse a medida que la chica hablaba, recordando "ese primer encuentro" con nostalgia porque cuando la vio correr a la escuela se había alegrado de verla... viva-. Oh, Kasumi...-comentó en un tono preocupado para tomar sus manos y apretarlas para transmitir un poco de alivio-. Aún puedo contarte esas historias si quieres... y... es normal estar confundida, no debió ser fácil... y perdona...-su acento, de por sí marcado, comenzó a flaquear-. Puedes preguntarme todo lo que quieras, si es que gustas. No estás sola.

Recordó que esa misma frase se la había dicho a alguien en esa madrugada... pero era cierto, nadie estaba solo y más con todo lo que había sucedido.

-Claro que no eres él, así como yo no soy Animae-respondió Katherine resuelta aún de espaldas. Se dio cuenta que estaba evitando ver el rostro de Jaycee y quiso mantenerse así-. Yo lo relacionaría con la piedra de Carlisle*, ocurren muchos desastres cuando alguien la coloca, seguramente un incauto puso el monumento en tierras niponas y por eso ocurren estas cosas.

Cuando el chico mencionó sobre el hecho de que le avise cuando ensucie sus manos, la chica miró sus palmas y las apretó sintiendo la brisa del viento acariciar su mejilla. La noche era fresca, esperaba que no empeorase conforme el tiempo transcurriese.

-Aimi me dijo que no luchara sola... tú y ella saben expresarse-de nuevo colocó sus manos detrás, negándose a voltearse y que solo Jaycee mirase su cabello-. No, él no me golpeó, fue Aimi... -soltó un suspiro para retomar fuerzas y hablar-. Fui a buscar a mi hermano para saber cómo se encontraba; Aimi estaba con él y si no has ido al cuarto no sabrías que ella no descansaba en tu habitación. Conversando con Edward me reveló confundido y agobiado que rememoraba ser Ephorus... Lo último que recordaba de su vida anterior no era la guerra donde ocurrió la traición... sino de cuando Animae y yo lo matamos en Kal'Ahd.

Decir aquello quebró su voz para, por fin, permitir que una que otra lágrima resbalara hacia su quijada. Se aclaró la garganta y comenzó a caminar alejándose del chico y llegar a una orilla para apoyarse en el barandal e intentar ver la oscuridad del mar que se perdía a su vista.

-¿Recuerdas cuando nos sometimos a las pruebas dentro de los espejos? Kal'Ahd tenía cautivo el alma de Ephorus y para liberarlo había que matarlo. Animae estaba destrozada y lo hizo con la mayor rapidez posible; y que Edward lidiara con eso me rompió-su voz se hacía aguda, pero no flaqueaba ante la revelación-. Aimi me abofeteó para que reaccionara y le agradezco que lo haya hecho. Creí que me odiarían y que no querrían verme de nuevo, caí en la ansiedad e incluso pensé que debía alejarme de todos, incluyéndote... y, por eso mismo, quisiera que no dijeses nada. Él tiene la idea de que los dragones siguen siendo enemigos y quiero contarle todo una vez que supere el shock de los recuerdos. Y... ya se que lo harás, pero no le digas a nadie lo que ocurrió en Kal'Ahd. Hasta ahora solo mi hermano, Aimi y ahora tú saben, no me siento capaz de revelarlo a más personas.

Irisu se cruzó de brazos, su porte era regio, sin llegar a ser amenazante, aunque apenas herida alguna le había tocado en el último incidente, no podía mostrar signo de debilidad alguna.

-Lo recuerdo todo.

Antes de que pudiese reaccionar Mariko, alzo su mano indicando que la dejase continuar.

-No me interesa el pasado, estoy reconciliándome con mis memorias, Enola se fue y no volverá cosa que acepto con cierta resiliencia, solo quiero saber el significado de nuestro anterior encuentro.

Y con tranquilidad pidió una bebida para ella, algo sin alcohol, para beber despreocupada.

-Como dije, no tengo nada en contra de ustedes, cierto, perdí y a nadie le gusta perder, en especial si lo que se pierde es una vida. Sin embargo, igual me han librado de un peso enorme, no sé si agradecerles o odiarlas por mi cuenta.

Aquellas palabras estaban cargadas de sinceridad, revelando que ella no lo estaba pasando fácil.

Irisu disfrutaba aquellos paseos, pero estaba atada de manos en cuanto ayudar a su amiga, por lo que la pregunta le calzaba como anillo al dedo.

-Las disfruto con responsabilidades o sin ellas, cada uno de nosotros tiene su manera de sobrellevar la vida, unos forman bandas de música, otros pelean por Bentos en los supermercados, pero yo disfruto de estar con ustedes y de poder ser responsable de algo.

Para llevar las cosas por el camino correcto, se puso seria y pregunto directamente.

-¿Te pasa algo? He notado ciertas cosas que me inquietan, y si no me equivoco hacen que tu estés más intranquila que yo.

Miro la mar con nostalgia, si su amiga quería responder era su asunto y quería remarcar eso sin palabras, si ambas lo decidían, aquellas últimas palabras nunca se dieron y ese paseo seguiría sin problemas.

Bufo, no era que tuviera sentido contárselo más allá de molestarle un poco, y no le iba a destrozar el día por ver su respuesta. Bueno de hecho dudo que me hospede en la misma habitación que Aimi, llámame antiguo pero no lo veo correcto, además no se a que hora volveré a la habitación y no quisiera despertarla en caso de dormir...[/b]

Se incooró sentándose sobre sus rodillas - al final no importa, está vivo, el sentimiento de morir siempre estará en el como está en ti o en mí, lo que importa es superarlo y darse cuenta que lejos de esos recuerdos, seguimos vivos. Y mientras seguimos vivcos, podemos cargar ese peso, algo así como el dicho de "duele, por tanto estás vivo".

Miró de nuevo las estrellas pensativo - Si te aloejas de mí dejarás un agujero en mi pecho mayor al de la reina oscura - intentó bromear con ese humor negro quizás demasiado oscuro suyo - ¿y si transformamos el desastre en una tradición de familia? el tono de esa segunda frase parecía más serio - 7 de Julio del año que viene, Tanabata ¿te gustaría reservarme dicho día? Dos deseos escritos en dos papeles, atados juntos con un mismo deseo... Creo que solo celebré el tanabata una vez, aunque mi deseo era imposible de cumplir... ... ... - cogió aire y suspiró tras decir eso último - esta vez podríamos pedir algo que puede que sea más posible de cumplir "que ningún incidente azote de nuevo nuestro mundo", da igual si solo nosotros entendemos el significado, puede ser una bonita tradición en la que tomarse un día de descanso, "deseo, ofrenda, paseo o parque temático o donde sea que queramos ir, y cena en un buen restaurante",...

La sonrisa que Mariko tenía dibujada en su rostro cambió al instante por una expresión de sorpresa, llegando a una de tal vez decepción o tristeza. Era una expresión complicada de interpretar. Hizo ademán de hablar, pero respetó el gesto que hiciste y decidió escucharte.

Te hizo la señal para que te pusieras cómoda y esperó a que recibieras tu bebida, la cual llegó con rapidez. 

- Como recuerdas, yo pasé mucho tiempo como esclava de la Reina Oscura. Yo no tuve opción de elegir y comprendo que tengas sentimientos encontrados hacia nosotras. A decir verdad, yo también los tengo y los sigo teniendo. Cuando te miro a ti o a Lety, recuerdo todas las atrocidades que cometí. También cómo me torturaron y colgaron en cadenas hasta desangrarme. Una parte de mí quería culparlas, pero la otra comprendió que la Reina de cristal quería darles una oportunidad más y respeta aquello - dio un buen sorbo a su bebida y pidió otra.

- Mi trato hacia ti nunca fue desde la hipocresía, por si te lo preguntas. Siempre busqué acercarme a ti desde la honestidad para cuidar que pudieras vivir tranquila. Como humana. Fue el juramento que hicimos terminada la batalla. Si decides poner distancia entre nosotras, no te detendré. No te culpo, pero me entristecería - su mirada expresaba una profunda tristeza.

- Con respecto a nuestra batalla, yo también morí, pero más que eso perdí a Arjimae. No logré siquiera pedirle perdón por todo lo que hice, sino que lo vi morir. Yo luché contra ti con todo mi ser por defender mis ideales y sé que tú hiciste lo mismo y te respeto por eso. No me disculparé por haberlo hecho porque creo que sería un insulto a tu poder. Enola se ha marchado, pero tu voluntad es tan férrea como la suya. Me dio gusto morir junto a una rival tan formidable - sonrió débilmente.

- Aunque probablemente no quieras escuchar eso de tu asesina. Solo dime lo que tengas en tu pecho. Grítame, golpéame. Tienes mi permiso - te miró y puso su cuerpo frente al tuyo, expuesto y sin intención de protegerse -. Merezco todo aquello y más -. 

-He estado peor -dije mientras me sentaba a la mesa- Yo no tengo mucha información- proseguí- Sólo lo que me dijo la reina: Que esas criaturas obedecían a una antigua guerrera que ya no debería estar aquí. Creo que nuestra prioridad debería ser averiguar quien es ella y qué es lo que quiere.

Abstraída en mis pensamientos no me había dado cuenta de que Haruka había estado allí mirando a algún lugar en la lejanía. Parecía que, a pesar de que llevaba el bañador puesto, no había ido a la playa a bañarse sino a pensar. ¿Le habría sucedido a él también algo? Tendría él recuerdos de... no podía ser, el parecido era sólo una coincidencia. Lo observé atentamente. ¿O tal vez no?

- Yo estoy bien, no me ocurrió... nada - dudé un poco en la última palabra, pues no me gustaba mentir, pero no había más remedio, por lo que sonreí amablemente - algo confundida con lo que sucedió ayer, fue muy repentino. ¿Abrumado?

Lo miré tratando de descifrar sus reacciones. La verdad es que lo entendía, yo misma también me sentía abrumada por todos los recuerdos del día anterior, todo lo que aquello implicaba, mi vida anterior... alcé el rostro al darme cuenta de algo. ¿Significaba acaso que él también había...? 

- Estoy bien, en serio, pero si quieres hacer algo, podemos ir a nadar juntos - no quería meter la pata hablando de más, por lo que al mismo tiempo que intentaba animar yo también a Haruka traté de descubrir si mis sospechas eran ciertas o no - había pensado teñirme de rubio y dejarme crecer de nuevo el cabello, ¿crees que me quedaría bien? - pregunté inocentemente.

3 días tras el ataque, reunión informativa

- esa guerrera era Zmiy, y creo que me quería a mí, lamentablemente... ilify ya no está, la auténtica pregunta, es ¿quien trae a gente que debería estar descansando plácidamente? Y ¿con que objetivo?

El té se cernía humeante ante el, figuras de humo ilusorias que le ayudaban a pensar, pero que en esos momentos poco aportaban. Quedaba solo escuchar a los demás esperando que alguien pudiera arrojar algo de luz al asintió.

Algo en la triste sonrisa de Katherine hizo que mi corazón se oprimiera. Sentía que desde el día anterior había ganado algo que había perdido, pero que ahora perdía algo que tenía. Me habría gustado preguntar por lo que había pasado el día anterior y por lo que había pasado, mas temía la respuesta.

- Ese cuento, ¿cómo acababa? Nunca lo supe... nunca llegaste a contármelo - apreté sus manos y esperé la respuesta ansiosa por oírla. ¿Cómo había terminado... el cuento?

-Ese cuento... tiene un buen final si lo ves de cierta manera-miró al horizonte dejando que la brisa marina elevara su cabello azabache pata después acomodárselo y seguir viendo el mar.

-Algunos cayeron en el camino y el resto tuvo que seguir luchando. La guerrera del rayo-volteó a verla directamente suspirando y tratando de mantenerse serena-había caído en manos del enemigo, pero su alma fue liberada y los demás combatieron hasta el final dando su vida en el proceso: un dragón de hielo, una dragona de luz y oscuridad, una guerrera de agua, una dragona que peleaba con fuego y hielo y una guerrera que manejaba el viento.

Desvió su mirada de nuevo y sonrió, recordando las palabras que le había dicho Jaycee sobre luchar por la paz.

-Sin embargo, todos tuvieron la oportunidad de renacer gracias a los designios de dos diosas y llevar una vida normal. Algunos podían recordar aquella guerra y otros no-centró su atención en Kasumi y ladeó un poco su cabeza manteniendo esa sonrisa-. Los que poseían sus memorias juraron proteger a aquellos que no para que su paz perdurara, pero no esperaban que aquello se tornaría complicado. La historia continúa escribiéndose, Kasumi. Algunos lo hacen con decisión, otros titubeando y unos tomando posturas que a su criterio es la correcta; pero al final deben seguir dando vuelta a la hoja y seguir. ¿Qué crees que diría la guerrera del rayo?

-¿Pelear por bentos*? Vaya, esa era una tradición japonesa que no conocía.

Katherine se mostró sorprendida ante esa información que desconocía del país nipón. Vivía ahí hace más de dos años, pero nadie le había dicho que ocurría eso  sin siquiera pensar que a lo mejor se trataba de una broma de la presidenta. Continuó escuchándola con atención sabiendo que ella tenía razón en que cada uno llevaba la vida como quisiera, pero al notarla seria y que dijese eso, la inglesa sonrió un poco. Sin embargo, tal sonrisa escondía melancolía y pasaron unos segundos hasta que se animó a responderle.

-Te respeto mucho, por eso no quiero que me malinterpretes con lo que te preguntaré y que tiene que ver con lo que tengo. ¿Te suena el nombre de Enola?-inquirió parando su andar para verle directamente sus ojos. 

-Ella no estará por esta noche en el cuarto. Igual, si quieres tener tu propia habitación adelante. Más espacio para ti-quiso contestarle respecto a compartir cuarto con Aimi, pues aunque no hubiese caso decirlo a ella no le molestaba ni nada. Tampoco lo veía inmoral, pero al final era decisión suya si irse o no-. No es lo mismo que hayamos muerto a que hayas matado. Pero entiendo lo que quieres decir.

Apoyarse para no tener que soportar el peso de su cuerpo le daba cierto descanso, aún mantenía esa espalda como única vista a pesar del comentario del agujero en el pecho. No le agradaba esa dependencia suya, pero podía comprender por qué se comportaba de esa manera. Además, no sacaría el tema en este momento porque deducía que era una broma con tintes reales.

-Promesa entonces. Tenemos una cita el 7 de julio-afirmó Katherine sonriendo un poco, aunque ese gesto él no podría verlo-. Tendrás que explicarme luego en qué consiste el Tanabata, aún no me aprendo del todo sus tradiciones-y haciendo acopio de su voluntad, por fin se volteó para verle. Así, Jaycee notaría que aún mantenía sus ojos húmedos, pero sonreía-. ¿Puedo quedarme unas horas contigo? No quiero volver aún a mi cuarto. 

A medida que las palabras de Katherine iban formando un relato que hacia mucho tiempo que me habría gustado conocer, el peso que sentía se iba aligerando al mismo tiempo que mi nostalgia se hacía cada vez más insoportable. Un torrente de emociones me embargaron y me abrumaron, balanceándome entre sus aguas como una frágil embarcación que no sabía donde tomar tierra.

- Es un final triste y alegre, una lucha de sacrificio y valentía que tuvo un buen final, pero donde se perdió tanto - con una expresión tranquila trataba de tener mis emociones bajo control. Miré su rostro con una afable sonrisa y, después, alcé el rostro al cielo - creo que la guerrera del rayo diría que no hay que temer a lo que venga, que siempre hay una solución para todo.

Entonces, me volví hacia Katherine y ya no pude contenerme más.

- Tu lo recuerdas... lo recuerdas todo - mis ojos se nublaron cuando comenzaron a llorar y una lágrima se escapó mejilla abajo mientras miraba a mi amiga. Apenas conteniendo la alegría del momento la abracé de nuevo fuertemente - me alegro de que todo terminara bien. Ha tenido que ser muy duro para ti, lo siento mucho, mi querida amiga. Quiero seguir escribiendo esa historia contigo, con todos, no necesitas cargar con tantas responsabilidades. 

Aimi se veía preocupada ahora que hablaban de Ruka, pero las menciones de Haruka y Eiren daban de qué pensar, ya que ninguno de los dos había padecido la guerra anterior, pero y si... 

- Si hubiera más reencarnados, tendría mucho sentido. Si es así, debemos tener cuidado con Ruka. Si Scarlet ha regresado, podría engañarnos fácilmente haciéndose pasar por ella. Lo hizo antes, lo haría ahora - su tono era certero.

- ¿Entonces hablarás con todos? Ten cuidado. No queremos despertar recuerdos en ellos innecesariamente -. 

-Se puede decir que se perdió mucho, pero a cambio se obtuvieron otras cosas... como por ejemplo... Mi hermano-su voz quebró, pero manteniendo esa pequeña sonrisa para no desalentar a la castaña-. Él pudo volver a la vida y tener la vida que merecía...

A la declaración de lo que "Lightning" diría, la sonrisa de Katherine se ensanchó aún más porque recordó ahora lo que Aimi le había dicho en la madrugada. Sin embargo, ver llorar a Kasumi provocó que ella hiciese lo mismo, correspondiendo al abrazo para darse ese apoyo que tanto se necesitaba en un momento como este.

-No fui la única que lo recordaba todo... Kuroryuu, Mariko, Hikari, Chidori, Aimi, Jaycee...-no tenía caso ocultarlo o que ella lo descubriese por su cuenta, era mejor declararlo para que entendiese mejor la situación-. Me dolía que tú y Mamoru no tuviesen memorias de lo ocurrido y pensamos que era para bien; sin embargo, espero que no estés tan abrumada y gracias por querer seguir con nosotros.. Pero.. -la abrazó aún más porque se negaba a verle el rostro por la pena que sentía-. Tengo miedo de perderlos a todos de nuevo...

Esa simple frase revelaba más que una incertidumbre simple. Katherine tenía mucho miedo, un terror que apenas se dejó escapar cuando comentó eso.

-Si quieres pelear es decisión tuya y así compartir esa responsabilidad-se alejó para ahora sí verla y limpiar con cuidado alguna lágrima de la joven-. Cuando puedas habla con Mariko o con cualquiera de nosotros, salvo que quieras mantener oculto que recuperaste las memorias. 

-¿Crees que será conveniente advertirles a todos de esto? Es decir, sé que debe hacerse, pero... ¿Ruka dominará sobre Scarlet o será al revés? Y Mamoru... ella está con él... En cuanto podamos hay que ir al hospital.

La pelinegra se frotó los ojos por el cansancio que sentía, pero aún así asintió a las indicaciones de Aimi porque comprendía lo que eso significaba.

-Solo sería con ellas dos, las considero amigas y quisiera ver cómo tomaron el evento. Sin embargo, si Irisu recuperó sus recuerdos tendremos que hacernos a la idea de que con Ruka y Leticia pasó lo mismo. Sé que nosotras recuperamos nuestros poderes y supongo que Chidori igual... Pero si los titanes también...

Katherine negó con la cabeza y sonrió para después hablar en un tono lacónico.

-Buscaré a Jaycee y saber cómo tomó todo esto. No hay que dejar que la ansiedad se descontrole. Trata de descansar junto a mi hermano, que pasen la noche juntos seguramente reanime sus ánimos.