Partida Rol por web

Dawn intentó llevarse a ese perro en su espalda, pero este por alguna razon se le hizo muy pesado, como si cargara un monolito de piedra, aún no recuperaba del todo su fuerza. 

Parecia que la guerrera queria llevar a su mascota, lo cual no era un problema para la guerrera dragón, era incluso mejor, así podria concentrarse en su hermana Platinium. Volteó hacia su hermana y le dijó:

-No puedo creer que olvidaras a Kinna, tu familiar. El nos platicó lo que te estaba pasando y dijó que no queria verte si te comportabas así. Tan retorcida por las tinieblas.

Antes de decir otra cosa sencillamente Cursed desaparecio de la vista de Platinium y apareció en frente de ella con una esfera de fuego la cual lanzó hacia su hermana.* No habia terminado, volvió a desaparecer y apareció detras de ella disparando una rafaga de escarcha sobre la espalda de Platinium*^2.

Regresó hacia enfrente de ella y le dijó señalandola con el dedo:

-No me importa que pienses sobre mi, pero no dejare atrapada en la oscuridad. Te derrotare y llevare a casa. 

Así Dawn empezó la pelea contra su hermana, esperaba hacerla entrar en razon antes de que fuera demasiado tarde. Tampoco ingnoraba las circustancias que pasaban afuera, sabia que habian llegado refuerzos de los titanes y que serian un problema, por suerte estaba una de esas bestias que se encargaria de ellas por el momento, así podria demostrar esa fuerza de la que tanto presumian las guerreras, esas bestias, monstruos.....

Platinium observa la escena, estaba realmente enfadada y molesta, cuando la guerrera dice aquello le observa y dice:

• Tu cállate, no tienes nada que ver en esto, tú y tu presidente no importáis nada

La sola presencia del presidente y de la guerrera le irritaban en lo más profundo de su corazón, aunque ella realmente no tuviera nada contra ellos sentía que les odiaba de forma visceral, entonces una de sus antiguas compañeras le habla sobre Kinna, ella niega y dice:

• No conozco a nadie con ese nombre, no intentes manipularme, lo vi claro, gracias a su majestad vi cómo me traicionareis ahora si podéis

Cursed le ataca y ella trata de defenderse usando el escudo alado

Al escuchar lo que dijo la guerrera dragón, me paré en seco, antes de cruzar la barrera. No quería quedarme allí con Kenta mientras estuviera la mujer de cabellos plateados intentando matarlo, pero era peor salir con aquellos dos fuera. No podía enfrentarlos y defender a Arjimae al mismo tiempo.

Rayos... la única solución es enfrentarla - pensé volviéndome hacia la otra guerra dragón. Si podíamos librarnos de Platinium la situación mejoraría. Puede que con un poco de suerte, incluso pudiera ayudar a las demás.

Las manos estaban pegadas a su pecho mientras intentaba concentrar su fuerza de tal manera que una barrera se levantara y ayudara a todas a escapar, pero era imposible, los ataques de quien fuera que estuviera usando a su compañera, estaban siendo terriblemente efectivos. Hikari debió despear sus manos del pecho, mientras intentaba librarse de aquellas criaturas que las rodeaban. No era posible, no era posible que el mal fuera tan poderoso, Hikari levantó su mirada hacia aquellas criaturas... ¿era acaso el castigo por sus actos?. Esa pesadilla no deja de asomar entre sus pensamientos.

- detente... - era más bien una orden, aprietaba sus dientes, mientras se reusaba a pensar que Reimu fuera desde siempre así, debe estar siendo usada para lastimaras, detenerlas. Mueve sus brazos,  y su cuerpo se va tensando, el miedo no le ayudará, debe serenarse, era la única forma de lograr derrotar a la oscuridad- ... no eres así...- murmuró, aunque no sabía en realidad cómo era. Su cuerpo se fue tensando más y más,pero en vez de atacar, debía buscar la oportunidad para que las demás puedan escapar. Sólo una oportunidad, sin embargo, el peso de las criaturas era enorme, era, y sus fuerzas no eran las suficientes... nunca volvería a ser la misma hasta que cumpliera aquella oscura profesía.

Katherine temblaba levemente sin saber qué hacer. Nada le aseguraba que yendo con Titiritera sus compañeras estarían a salvo, ella misma declaraba que acabaría con todas con placer en su rostro. Miraba de un lado a otro tratando de concentrarse a la vez que aquellas criaturas no cumplían con gran éxito su acometida. <<Maybe we can...>>. 

-No... Titiritera.... Si me quieres... 

Cuando Irisu le pidió que ayudara a los demás, miró a las otras dos chicas en problemas y dio un paso para ir hacia ellas; mas se detuvo  y apretó sus manos en puños. De nuevo viró hacia la peliverde y gritó.

-¡Si me quieres, tendrás que pelear por mí!

Quería ayudar, pero tal vez con esto podría hacerlo.

-Rebelarse contra mi, las dos. Esto va a ser de lo mas interesante. Sin duda. Dijo al ver como tanto Irisu como Katherine se dirigían hacia ella para derribarla. -Yo os voy a matar a todas, a ver que conseguís solo derribandome. Grim! Mata a la pelirroja y luego vuelve a por mi! Devorala, destripala, hazla pedazos! El resto, continuad apartando a esa pesada y detened a estas dos! Dijo mirando al resto de los peluches que la rodeaban, aunque lograran algo, sus peluches continuarían su trabajo casi sin dificultad. Aunque se quedo mirando a un peluche en particular, moviendo los labios suavemente.

-Saca a Irisu de aquí con un buen golpe, no la dañes demasiado pero....dejala un poco marcada pero que parezca creíble.

Cuando creyeron que podrían sacar a Kenta de allí con vida, aparecieron las dos titánides. Lightning cargaría a Kenta en este momento pero ahora, se encontraban en una situación más delicada. Por esto, Lightning decidió regresar al lugar donde se encontraba antes. Después de reflexionarlo y después de las palabras de Healing Dragon, tal vez era lo mejor.

Por su parte, Cursed Dawn hizo gala de aquellas habilidades que antaño tenía y era su rapidez. Se movió a tal velocidad que pudo ejecutar dos ataque. Primero, lanzó una bola de fuego a su compañera, quien a su vez hizo uso de su magia para defenderse del ataque. Sus alas se hicieron más negras y grandes pero a pesar de este despliegue de poder, no logró hacerlo lo suficientemente rápido para cubrirse del ataque de fuego, siendo presa de él. Entonces, Cursed Dawn se desplazó con una gran velocidad detrás de su compañera y, esta vez, recibió el ataque sin poder hacer nada y cayendo hacia el frente.

Allí, las dos titánides comenzaron a atacar la barrera. Si bien no podían entrar, al menos podían intentarlo. Actuó aquella que tenía un látigo en sus manos y la golpeó, haciendo que Healing Dragon lanzara un grito de dolor - Están atacando la barrera. Si la rompen, tendremos mayores problemas - dijo y luego, la titánide de agua mostró entre sus manos una pequeña esfera compuesta de agua, de la cual salió una especie de tentáculo que golpeó contra la barrera pero este no fue lo suficientemente fuerte como para sacudirla, a diferencia del anterior.

Healing Dragon se repuso y miró a Platinium. Bajó su flauta y juntó sus manos donde se supone estaba su corazón. Un brillo intenso de color blanco la rodeó y entonces, ella puso sus palmas hacia Platinium y entonces, una burbuja comenzó a formarse alrededor de ella. Su ser latía y un fuerte dolor la invadió. La Sacerdotisa trataba de entrar a su mente pero el poder que habían usado para ello era mucho mayor al suyo. No pudo hacerlo.

Platinium sentía un terrible mareo y una debilidad grande mientras esa luz seguía rodeándola. Su cuerpo brillaba de ese color blanco mientras Healing Dragon miraba a Dawn - Sea lo que sea que le hicieron, yo no puedo deshacerlo. Es un poder que solo la Reina Oscura debe tener. Tal vez en el pasado hubiera podido, ahora no - dijo con pesar mientras miraba a Lightning - Los dragones tratamos de salvar a Arjimae tanto como tú, Platinium es otro asunto - dijo con un rostro frío e inexpresivo pero con calidez en su voz.

Al escuchar las palabras de su señora Dawn pusó un gesto triste en su rostro, si Healing no podia recuperar a Platinium con sus poderes ¿que iban a hacer ahora?, a ella le habian lavado el cerebro y creia que ellos eran los malvados. No podian matarla pero tampoco dejarla ir, era un peligro para los demas y para si misma, era una situación dificil.Volteó la vista con tristeza hacia su señora y dijó:

-No pasa nada su Excelencia, todos nos hemos debilitado mucho de lo que teniamos en nuestras vidas previas, yo aún no puedo escuchar la voz de las plantas.

Luego de haber consolado un poco a la Gran Sacerdotisa volteó la vista hacia su hermana que se encontraba inmovil frente a ella, no podia atacarla abiertamente así ya que era una falta al codigo de Honor de los caballeros Dragon(nunca atacar a un ser indefenso y/o desarmado), solo le quedaba una salida, empezo a reunir energia en su puño y le dijó a Platinium:

-Perdoname Hermana, ahora no podremos salvarte pero algún dia lo haremos. Lo juro.

Dicho esto arremetió con un fuerte golpe al abdomen de su hermana con la intención de dejarla inconciente.

Mientras Titiritera se enfocaba en Irisu, Katherine aprovechó su oportunidad y se lanzó a Titiritera. En ese momento, Grim se dirigió a Irisu a toda velocidad con sus grandes manos a golpearla pero no pudo alcanzarla. Irisu fue más veloz y se escabulló con facilidad mientras se dirigía a Titiritera, derribándola al mismo tiempo que Katherine. Ahora, Titiritera tenía a dos personas encima de ella y se encontraba en el suelo con las dos.

Los sirvientes de la titánide sostenían a Hikaru tan fuerte que esta no lograba liberarse ni tampoco concentrarse lo suficiente para aplicar aquello que su abuela le había enseñado. Lo intentó pero no pudo. La barrera no se desplegó esta vez. Entonces, Hikaru pudo sentir cómo su cabeza era liberada. Aquel sirviente se dirigió a Irisu con toda la fuerza y le propició un golpe que la arrojó contra una pared de ese lugar y esta pared la absorbió, trayendo a su imagen la cabeza de una ameba absorbiendo su comida. Irisu desapareció. Ahora, estaban solamente Yuuko, Katherine y Hikaru contra Titiritera, además de Grim y sus sirvientes.

Al mirr a Yuuko por un momento, pudieron notar que aún tenía un profundo dolor pero no parecía moverse de allí.

Tuviste que fingir la mayor parte del movimiento pero el impulso del sirviente de Titiritera había sido más que suficiente para poder impulsarte hacia la pared y salir disparada. Así, atravesaste la ilusión creada por Titiritera y te encontraste nuevamente en el hospital.

Miraste hacia el fondo donde se encontraba la vitrina que separaba Cuidados intensivos del resto de las áreas y pudiste ver dos sirvientes de la Reina golpeando algo que parecía invisible, pero podías sentirlo, era una barrera mágica. Les iba a impedir el paso, a menos que la rompieran.

Entonces, viste a Platinium quien se encontraba con la Sacerdotisa dragón y otra guerrera dragón. Miraste un poco más allá y pudiste ver a una guerrera mágica cargando a Kenta. No sabías su nombre pero pudiste ver que era la misma guerrera mágica que habías visto cuando aún te encontrabas en la ilusión de Titiritera.

Viendo que no podía moverse ni hacer nada solo le quedaba poder hablar mientras miraba con odio:

- Malditas, me la pagareis, solo queréis volver a traicionarme, me ibais a traicionar otra vez... malditas, como podéis decir eso cuando me matasteis, me matasteis para ayudar a esos perros...

En su mirada podía verse odio, pero sobretodo rabia

La visión de las dos titánides en mi camino me hizo chasquear la lengua. No podía arriesgarme a salir de la barrera con Kenta con dos enemigas atacando y que lo mataran. Miré atrás, donde las guerreras dragón seguían peleando. Se las estaban arreglando bastante bien con Platinium, lo que me dejaba el problema de las dos titánides. Si echaban abajo la barrera nos encontraríamos en peligro y el grito de Healing Dragon no indicaba que fueran por mal camino. Debía derrotarlas antes de seguir adelante. 

Dejé a Arjimae en el suelo con cuidado y miré a la guerrera dragón - me alegra oír eso, pues sola no podría salvarlo ahora mismo, aunque me cueste admitirlo. Voy a encargarme de esas dos antes de que echen abajo la barrera, dejaré a Arjimae a salvo dentro de mientras - le dije intentando que mi voz sonara conciliadora.

Después, me di la vuelta y crucé la barrera a toda prisa hacia la titánide del látigo. Tan silenciosa y tan rápida como pude, me coloqué frente a ella e intenté propinarle un golpe.

Esquivo los ataques de la sombra y de Aria con éxito... y agrego... -Je je je. Lo sabía... tu deber realmente es retrasarme y quitarme el tiempo nada mas... descuida Chica-Chicky-Darki, si mis colegas no acaban contigo, cuando yo termine lo que tengo que hacer por allá, con mucho gusto regreso y te parto el hocico... pero por ahora estoy ocupada...-

Veo a CALIOPE... -Sé que eres la mejor en tu trabajo, por eso prefiero no estorbarte amiga, ya somos muchos aquí...- (:? miro a ILIFY... -Ahí te vez Jaycee guapo...- XD Salgo corriendo de ahí con mucha apuración...

No lo mostraba, pero en realidad estaba muy angustiada por no poder llegar a tiempo a proteger a mi Comanddante Kenta y mi Amada Kathy... ese era la verdad de mi corazón... pero yo era así, nunca mostrar debilidad ante nadie...

-Arg! Se quejo la Titiritera cuando cayo al suelo derribada tanto por Irisu como por Katherine, por suerte la presión se aligero cuando uno de sus esbirros lanzo a Irisu hacia el portal desapareciendo tras de el. La titiritera se quedo unos instantes mirando el lugar por el que había sido absorbido antes de mirar a Katherine sonriendo, teniéndola a escasos centímetros de distancia. Sus ojos la observaban casi sin pestañear, hipnóticos por la variación de color que tenían.

-Ahora puedes ya considerar que Irisu esta muerta, seguramente habrá dejado su vida en este lugar al traspasar mi barrera. Una lastima, deberías haberme hecho caso cuando tocaba. Que pretendes hacer? Me tienes derribada, en el suelo y no por menos indefensa. Pretendías detenerme de esta manera? Los ojos de la titiritera observaron unos instantes a Grim antes de dar su siguiente orden.

-Buen trabajo Grim, ahora mata a Yuuko! Y mis pequeños quitadme a esta de encima y no descuidéis a la otra. Querías rebelarte contra mi Katherine? Ahora lo sufriréis las tres.

Puse los ojos en blanco ante las palabras de Scarlet. Otra andanada de energía se reunió en mis manos.

-Como sea, tu date prisa y pírate. Mas te vale darte prisa o tendré que hacerlo yo también.- Sonreí divertida. Da igual que estemos en mitad de una pelea, Scarlet siempre tiene que hacer su numerito.- En cuanto a ti, señor dragón, mas te vale no decepcionarme, ¿O es que tengo que hacer yo todo el trabajo duro?

Disparé un rayo paralizante a Aria, esperando ponerselo más facil al chico dragón-oscuro-monocromático.

-¡Freeze!