Partida Rol por web

Animae fue asintiendo ante las instrucciones de Ilify y poco a poco fueron comprando los ingredientes necesarios. Eso sí, las raciones fueron para las de un dragón y no uno de Andelivian, por lo que se adquirió 2.5 kilogramos de la carne de cromp y se aplicó la misma proporción al resto para que ambos disfrutaran del platillo.

Entre pequeñas risas y bromas el tiempo pasó y el mediodía hizo su arribo. Para ese momento ya habían terminado de comprar lo que requerían y así, Animae ya tendría hambre de nuevo.

-¿Dónde cocinamos? -miró a Ilify esperando que le iluminara esa duda-. No se si pueda prepararlo en el Templo o buscamos otro sitio para prepararlo. Además, prefiero que solo tu y yo lo comamos... si me sale bien puedo prepararlo para las demás, si no entonces debo tener tiempo para esconder la evidencia.

Que sabias son las palabras de esta niña!

-Tienes razón, la diplomacia también es muy importante. Evita el dolor y la tragedia que vienen con la guerra. Aunque a veces no se puede evitar. Que triste, verdad?

Ilify arqueó una ceja, desde que estaba en la universidad que no cocinaba y desconocía si en el templo se podía cocinar, echándole morro cogió de la muñeca a Animar y se coló en un pequeño restaurante en el que solía comer - ¿disculpa Eniok podemos robarte la cocina una horita? - casi sin dar tiempo a una respuesta, entró en la cocina del lugar, más de ocho fogones ardientes e independientes y un cocinero señalando el más alejado de la entrada para que no se molestaran mutuamente.

Ilify tomó algunos utensilios y se acercó con algo de mala cara - bueno, no me gusta mucho el fuego, quema,... - dijo como si no fuera obvio, cogió aire, lo aguanto un momento y lo soltó con calma, para aclarar las ideas y lanzarse al desafío. Limpiando los pimientos y separando semillas y rabillo para la basura.

No se acordaba mucho de la receta, así que esperaba que no les saliera mal.

-Es algo triste... pero debemos ser mejores que la adversidad.

Animae sonrió educadamente ante esto último y cruzó los brazos mirando a Nereida. Asintió para sí misma como si hubiese llegado a una decisión e hizo señas con su rostro para indicar algo lejano.

-¿Gustas que busquemos los salones de clases? Así ubicaremos dónde se impartirán las materias y no perdernos en las primeras semanas.

Animae ya estaba lista siguiendo las instrucciones en la cocina, platicando con Ilify de sus dudas y esperando que todo resultara bien, pues se trataba de una comida draconiana y sería la primera vez que lo prepararía. Aunque estaba acostumbrada a los alimentos Andelivianos le daba curiosidad aprender algo nuevo.

Después de un rato entre "pica eso", "pásame lo otro", "cuidado con el fuego", y etc., el platillo estaba listo y Animae fue la primera en darle un bocado. Comenzó a saborearlo y a los pocos segundos miró al guerrero dragón sonrojada de pena.

-Al... menos se come....-agachó la cabeza avergonzada de que no hubiese salido como esperaba-... puedo invitarte de comer algo mejor...

Usualmente habría estado animada ante la idea de seguir mejorando, pero por alguna razón se sentía triste de que no hubiese salido rico frente al chico ya que quería hacer que se sintiera bien, algo que provocó que su corazón se acelerara. Esperaba la sentencia de Ilify sin atreverse a mirarlo.

El dragón comía encantado, aunque en realidad sabía algo mal, y los dos se habían concentrado al máximo, las instrucciones de ilify tal vez fueron la causa del fracaso. Aun y así Ilify comía sin dudar, no era su costumbre desperdiciar un alimento.

Miró a Animae con una risita, no de vergüenza, si no que le parecía divertido - ya lo ves, te enseño un plato de Hardak y sabe al plato que haría un crío en su primer intento - pese al sabor parecía disfrutar el plato, puesto que por lo menos, las mariposas de humo si saltaban del alimento. Tal vez era lo único que por las propiedades autónomas del pimiento volcánico no iba a fallar. Solo podía esperar que no l sentara mal - si no te gusta no te fuerces a comerlo ¿de acuerdo? Ya acabaré yo con nuestro "pantano de mariposas".

Cuando el propietario del local se acercó a ver lo que habían hecho, se llevó la mano a la cara y bromeó - por lo menos habéis limpiado bien los utensilios, recuerda me que no te contrate de cocinero - riendo al ver nuestro destrozo, preguntó a Animae i quería que le diera otra cosa para comer, pues el estómago sin remedio del dragón ya lo conocía, pero no quería que la muchacha sufriera una intoxicación.

Salgo unos pasos del bar... y siento la brisa de la noche... entonces vuelvo la mirada a Titiritera... con una sonrisa torcida... -((Es Amor apesta... ahora me duele mucho mas, hehehehe...... Titi ¿Me haces un favor amiga?... ¿Por favor?... ve a la tras tienda del bar y atranca la puerta de salida....... ¿por favor?...))-

Entonces me regreso a entrar al bar... y cierro la puerta con seguro rompiendo la chapa... el subo todo el volumen a la música de la rockola musical...

Dije... -((Esto es lo que soy, por ésto, y por ésto muero...))-

Saqué mi guadaña de combate... -((Sonrían... voy a liberarlos de su sufrimiento... en el limbo del olvido... no hay mas dolor...))- Levanto mi arma y empiezo a matar a los empleado y gente del bar... 

Di un paseo con esa chica, que me gustaba su compañía... yo no entendía lo que sentía, pero me hacia sentir tan bien estando cerca de ella... yo miraba las cosas del mar... y decía... conforme más convivía con ésta chica... mi tono de voz incluso cambiaba paulatinamente a un tono menos tosco... -Tu mundo es... muy bello Nereida...-

Al poco tiempo yo ya estaba bañada en sudor por el clima tropical, cálido húmedo, pero no me importaba por solo estar con ella. ^u^ -Yo no estoy muy acostumbrada al sol y a tanto calor, hihihi... deseo refrescarme ¿Quieres tomar un helado y un zumo de frutillas Nereida?...- 

Animae seguía un poco apenada porque la comida no había resultado bien y esperaba pasar un buen tiempo con Ilify, por lo que se sorprendía que el guerrero dragón sí diera bocados grandes y que no hiciera gestos que indicasen que hubiese salido bastante mal. Sus ojos azules mostraban un gran agradecimiento hacia el chico y se le hizo que tenía su propio encanto, cosa que le provocó sentir comodidad hacia su presencia.

-Te ayudaré a comerlo. Conozco un remedio de mi planeta para ayudara un malestar estomacal si nos llegamos a sentir mal-sentía, irónicamente, mariposas en el estómago y su sonrojo se hizo evidente.

Poco a poco su humor se iba recuperando y la llegada del cocinero del restaurante, en vez de hacerle sentir mal, provocó que se riera un poco cubriendo sus labios con una mano mirando a Ilify como si hubiese sido su cómplice.

-Tal vez un postre ayudaría a quitar el mal sabor-respondió a la sugerencia del propietario y colocó una mano sobre el hombro del guerrero-. Gracias.

Sus ojos brillaban diferente. Parecía haberse recuperado de la pena anterior.

-Claro, tomate tu tiempo. Dijo la Titiritera mientras cogía bien a Grim y se iba a la parte de atrás. En cuanto comenzó a escuchar que la guadaña salpicaba de sangre y los gritos comenzaron a sonar por todo el lugar la Titiritera no obedeció su petición, simplemente tiro a Grim al suelo para que empezara a volverse mayor. Sus ojos comenzaron a expulsar humo negro mientras sus dientes se abrían haciendo un ruido de ultratumba.

-Querido, porque no te comes… Una persona salio del interior del bar buscando la salida, pero se encontró con la enorme marioneta. -A todo aquel que intente salir? Con un gesto macabro y con lentitud Grim cogió a esa persona y se la fue comiendo hundiéndola en su boca de cientos de dientes afilados como espadas, esperando a que saliera otro para ser devorado. -Ahora a esperar a que la loca de dentro se tranquilice.

Ante el entusiasmo de Animae, Nereida no pudo más que sonreir.

-Buena idea! Juntas encontraremos el salón mas fácilmente.

Nereida se alegro mucho al saber a esa niña le gustaba el mar

-Jaja, verdad que es lindo este lugar? -dijo sonriendo- Que bueno que te guste tanto como a mí!

Entonces, ella menciona algo sobre el calor

-Ahora que lo mencionas, yo también tengo un poco de calor -dijo con una mirada pensativa- Creo que es buena idea. Vayamos por unos refrescos!
 

El dragón asintió a todo lo que pudo sin ahogarse, miró al dueño con una sonrisa torcida y comento - ¿y como sabes que no ha salido perfecto ¿eh? - solo el color ya lo decía todo, pero aun y así le hizo tragar un buen bocado.

Entre complicidades, y la petición de postre de la guerrera, ambos se miraron y al unísono lo dijeron a la vez - Pudin de fuego - el postre por excelencia de aquella zona, dulce, suave, con un ligero toque picante en su parte superior y uno especialmente refrescante en el interior, como si a medida que comías dicho puding sofocaras unas llamas.

Miró a la guerrera y le dijo que si quería podían dar una vuelta por los puestos cuando acabaran, un paseo ligero antes de volver a la rutina.

Seguí hasta cansarme... hasta que el último no se movió...

Cuando ya no hay mas ruidos ni gritos adentro... voy caminando a la puerta trasera... -((Voy a salir... por favor, que no me vaya a morder Grim... ya estoy bien...))- digo pensativa unos segundos... y luego salgo del local y cierro la puerta tras de mi...

Y mientras empiezo a llamar a las tinieblas para que nos vayan envolviendo y borren nuestro rastro, para que nadie nos vea salir... le digo a Titiritera... -((¿Tienes algo en mente para que hagamos?... ¿O puedo irme al departamento a bañarme y cambiarme de ropa?...))-

-((La noche aun es joven...))-

-Manos a la obra.

Animae hizo señas para irse junto a Nereida a buscar los salones. Era agradable ver la diversidad de adelivianos que estudiaban en distintos años. Además, les tocó pasar por los campos de entrenamiento y ver a los alumnos de grados avanzados practicar con armas, por lo que la pelinegra se emocionó al pensar que perfeccionaría su tiro con arco.

Tiempo después llegaron al que sería el salón del coro y la chica sonrió.

-Entremos para que vayas conociendo cómo será tu aula.

Que sensaciones tenía... jamás había sentido algo así... y entre más estaba con ella... más quería tenerla cerca... y más cerca... y más cerca... ¿Por que?... no lo podía comprender... yo solo conocía la violencia, peleas y el odio... y con Nereida, todo eso carecía de color... le invité a Nereida unas piñas coladas... y me senté junto a ella para mojar los pies en el agua de mar... ^u^ -Estoy es muy refrescante, hahaha...- reí... ¿yo estaba riendo?... se sentía, bien hacerlo... y entonces la miré... -Nereida ¿Puedo llamarte Nery?... ¿Y a que te dedicas?...-

Animae disfrutó de aquél postre como si fuese un manjar de los dioses debido al mal chasco que se llevaron por preparar algo junto a Ilify. No obstante, luego de haber estado mal porque no salió como esperaba, de cierta manera fue una experiencia de la que debía aprender y fue agradable que fuese al lado del guerrero dragón.

-Claro, vayamos de paseo un rato.

Agradeció al dueño del local luego de pagar el postre y salió junto al chico a caminar. No sabía a dónde irían, por lo que optó seguirlo confiando en él.

-No me rendiré. Me debe salir ese platillo sí o sí. ¿Y qué harás luego? Si se puede saber, claro.

El postre fue un premio magnífico para un estómago a punto de llorar, pero al final valió la pena. Cuando la guerrera le preguntó sobre lo que haría después el dragón no tuvo que pensar mucho - cuando la luz de Hardak llene el firmamento de rojo otoñal será hora de volver al templo por si de ser necesaria mi presencia, estar para proteger a la sacerdotisa, supongo que ambos tenemos esa misma misión ¿verdad?

Aun tenían bastante tiempo. De hecho, no sabía si ella tenía hasta el atardecer como él, pero si podía disfrutar un poco del lugar era suficiente. Sin prolongar la espera, le llevó al primer puesto de aquella feria eterna, el pescapirañas; una gran pecera de agua entintada, en la que llevándote por las ondas del agua y el instinto, se tenía que pescar de un solo movimiento a uno de estos famélicos peces.

El puesto venía con un cartel de advertencia: No introducir la mano por más de un segundo / si coges una piraña no pagas

El juego no entrañaba ningún riesgo siempre que cumpliera la norma de no sumergir la mano mas de un segundo. Las pirañas en cuestión eran de mordisco fuerte, pero lento.

El dragón se concentró, mirando el agua y observando las ondas, cogía aire poco a poco y lo mantenía antes de soltarlo de nuevo, lo hizo un par de veces hasta que logró sentir el tenue movimiento de unas branquias y,... ¡zas! Como si se tratara de un felino buscando su presa, dio un zarpazo sujetando a la piraña por el cuerpo. Sonriendo con una piraña de colores en su mano, el encargado del puesto se llevaba las manos a la cara, algunas risas de niños que nunca lograban su presa a sus espaldas, decían que si no fuera por algunos adultos, que lograban coger a las pirañas, se pensarían que en realidad no habían peces.

- ¿quieres intentarlo? Pago yo - dijo retando a Animae mientras le daba su piraña por la cola al dragoncito más pequeño que vio a sus espaldas, recordándole que tenía que meterla en una pecera antes de tres horas, pues ese tiempo es el que duraban vivos esos espécimenes fuera del agua.

Cuando llegaron al salón del coro Nereida se quedo boquiabierta. El salón era enorme. Su techo era altísimo, lo que le daba una acústica impresionante. Había instrumentos musicales por todos lados, una biblioteca repleta de partituras con las mejores composiciones de todos los tiempos, carteles pegados en las paredes anunciando toda clase de conciertos, eventos, concursos de talentos...

-Genial! Esto es como un templo de la música! -dijo Nereida mientras giraba y giraba en medio del salón en una especie de danza improvisada- jaja, que divertido! Este será mi segundo hogar! Ven, Animae, canta conmigo

Y sin esperar la respuesta de su compañera, comenzó a cantar

-Jaja, Nery. Que ocurrente eres. Es muy gracioso. Nunca se me habría ocurrido -le dijo mirándola con una sonrisa- Yo soy estudiante de la escuela de guerreras mágicas. Apenas soy una novata, pero me estoy esforzando mucho.

Miró denuevo las tranquilas aguas del mar y agregó:

-Espero poder defender este hermoso lugar algún día. Y también... quiero conocer a la reina. Ella... es muy buena. Nos ha cuidado y se ha preocupado por todos nosotros durante muchísimo tiempo y, bueno, tú sabes, yo, solo... quiero agradecerle por todo lo que hace y... devolvérselo aunque sea un poco, con mis servicios.