Partida Rol por web

Ebby asiente efusivamente a las palabras de Ryûsei y no puede evitar reír al momento de escuchar a Ao referirse a sus problemas sociales. Por supuesto que ella también tiene una buena cuota de cosas con las que lidiar, pero en el momento no es el foco ni de la conversación ni de sus pensamientos, ¡Y su risa no va cargada con malicia! Al contrario, le alegra. Sin embargo la que más captó su atención en ese momento fue Yukino, quien le hizo adoptar una actitud mucho más pensativa que de costumbre mientras se lleva un gelatinoso dedo a los labios para pensar con más detenimiento.

-¿Fan... Service?- Es... La maravillosa idea que se le ocurre con respecto a cómo idear nuevas estrategias para el quirk de Yukino, mirando a la chica con la cabeza ligeramente ladeada. Aunque claro, apenas pasan unos segundos antes de llegue a meditar sus propias palabras, pegar un leve brinquito y acotar algo rápido. -¡O-Osea!... Es que si es para atraer gente... ¡Eso atrae mucho!- Asiente varias veces. Tampoco era mala idea, tal vez. Después de todo un héroe posee fans, así que...

¡Cómo sea! Su mirada pronto pasó tanto a Eru como a Sora, aunque no pudo evitar quedarse un tanto pegada en esta última ante la basta cantidad de palabras que comenzó a soltar, hasta el punto en que la pobre slime comenzaba a perder el hilo de la conversación. -¿23.000 segundos...?- Pregunta un tanto mareada. Sin embargo no tarda en recuperarse de ese "mareo" en cuanto la chica menciona una de sus mayores debilidades y temores. Y la verdad es que... Aquello provoca que Eby se encoja sobre sí misma, realmente incómoda de recordar una situación como esa. Es innegable que se trató de una experiencia poco placentera y que no ha podido olvidar a día de hoy. 

La muchacha se tomó bastante tiempo de silencio antes de dar una respuesta, primero tartamudeando un poco un par de murmullos indescifrables antes de por fin tomar el valor de decir algo. -Ao-kun y Ryûsei-kun me ayudaron con una de mis debilidades...- Comenta, esta vez levantando un poquito la vista en dirección hacia Eru, a modo de respuesta a su comentario. Luego miraría a Sora, aún con bastante duda en su expresión va a abrir la boca para responderle... Pero calla, vuelve a mirar a Eru... -¡Ha-Hablar con gatos suena bien!- ... Y derechamente no responde. Definitivamente no es un tema con el que sepa lidiar y, al parecer, tampoco está muy lista para intentarlo ni es especialmente sutil a la de esconderlo.

Cuando terminé de hablar me quedé un poco nerviosa porque no sabía cómo podría tomar Koizumi mis palabras. Tenía mis manos entrelazadas a la altura de mi pecho mientras la observaba y Muto también quería decirle que no estaba sola, pues al fina era eso y también los héroes podían trabajar juntos. Para ayudar a los demás el camino de la soledad no siempre era una buena opción, pues la confianza a los demás era un pilar para lograr alcanzar nuestros objetivos; lo hemos visto con nuestros profesores, entre ellos se apoyan mutuamente. ¿Por qué no iniciar eso desde que iniciamos nuestra carrera de ser héroes y más si nace desde la sinceridad?

Aunque... mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando Hiroshima la abrazó así de repente y una pequeña sonrisa comenzó a dibujarse en mi rostro. Era extraño, pero quería apoyarla a su manera y eso era muy tierno. Por supuesto, a nuestra compañera también eso le tomó por sorpresa y cerré mis ojos un momento para luego abrirlos y asentir para mí misma por lo que diría después.

-Koizumi-san. Esto tomará tiempo, y lo sabes. Sin embargo, tal y como dijo Muto-san, no estás sola-esperaba que no se presionara. El pasado siempre estará con nosotros, pero depende de uno cómo tomarlo para seguir-. Puede que aún no veas cómo superarlo, pero lo lograrás porque quieres hacerlo. Ese es el primer paso.

Y entonces se dio un abrazo grupal. Abrí mis ojos porque no esperaba eso y me pareció que aquello sería muy reconfortante par Koizumi tras las palabras de Muto. Me quedé pensando si unirme... me miré mis manos, cubiertos por guantes, para saber si podría hacerlo o no. Apreté en puño ambas y exhalé. Debía intentarlo. Así, con cuidado, me uní al abrazo grupal mientras dejaba escapar una pequeña risita por lo que estaba haciendo.

 De un momento a otro, Yukino se encontraría siendo víctima de la avalancha de preguntas formada por Sora: y eso que las lanzaba todas dándole la espalda mientras enjabonaba platos…

 -¡A-Ah…! ¡Y-Yo…! -ciertamente no encontraba manera de empezar a responder, siendo que la chica había lanzado más preguntas de las que Yukino se habría planeado a pensar en un momento, y si esto no fuese suficiente entonces Eby soltaría aquel comentario que haría que al chico se le disparasen los colores - ¿¡Q-Qué!? ¡P-Pero yo no soy así! -se excusó avergonzado mientras se llevaba ambas manos al rostro. Entre las preguntas de Sora y las palabras de Eby ya no sabía qué hacer, al punto de que las palabras de Eru CASI pasan desapercibidas. -. B-Bueno… Supongo que nunca he intentado controlar el nivel del efecto… -reveló.

 Por otro lado, Sora continuaría contando a detalle su agotador plan de entrenamiento, llegando a preocupar a Yukino de que la chica realmente esperase que hiciese algo como eso…

 Aunque la manera en la que Sora empezó a “atacar” a Yukino le sacó una leve risa, lo que más llamaría a Ciel sería aquel comentario de Eby, el cual inútilmente la slime intentaría explicar.

 -Vaya, Eby-san: no conocía eso de ti -bromeó con un doble alzamiento de cejas, claramente deseando picar un poco a la slime con lo del fan-service.

 Ya decidiendo no molestar por un rato, se limitaría a escuchar el “sencillo” entrenamiento de Sora, y en su lugar prestar más atención a los problemas que tenía Eby y a los enfoques que quería probar Eru sobre su quirk.

 -Hm… Ahora que lo pienso, por la ciudad suelen haber muchos gatos por la calle: ningún villano sospecharía de uno a menos que sepa de tu quirk y te esté esperando -concluyó el chico, apoyando la opinión de Eru.

 Por otro lado, no pasaría por alto el obvio hecho de que Eby ignoró por completo el tema en el que tanto Sora insistía: llegados a ese punto, supuso que era buen momento para ayudar a su compañera con los temas de la sutileza, por lo que aprovechando que Eby estaba concentrada en otros del grupo, esté se llevó un dedo a los labios para hacer a Sora un gesto de “silencio” y que así no siguiese con el tema de entrenar con la slime, al menos de momento.

 El ambiente en general le resultaba agradable a Ryusei, quién no pudo disimular en su momento que también le tomó por sorpresa el comentario de Eby sobre el fan-service, cosa que se vió reflejado en su enrojecido rostro durante un rato, hasta que el tema pasó a hablar nuevamente de otros entrenamientos.

 Escuchar a Sora hablar de esa manera le resultaba sorprendente, y verla tan dedicada a entrenar ciertamente le servía de motivación a él y a otros, pero también se percataría de como afectaba a Eby recordar lo sucedido durante el entrenamiento, algo que se haría más obvio por como evadía ahora de manera directa la propuesta de Sora.

 Sin decir nada, el chico extendería una mano hacia el hombro derecho de la slime a modo de apoyo, y en caso de que esta se diese la vuelta le dedicaría una cálida sonrisa antes de continuar ayudando a arreglar todo. No como un gesto de animarla a aceptar la propuesta de Sora o los consejos del resto, sino más bien para hacerle saber que todos le entendían y que no tenía que apresurarse a nada.

 Viendo como Sora bombardeaba a Yukino con preguntas y consejos, el chico perro se preocupó ya un poco más en serio por la chica y su poca discreción a la hora de decir las cosas, aunque tal vez quién se habría llevado el premio haciendo explotar a Yukino seria Eby con su idea expontanea, sacando una leve risa a Akainu quién continuaría arreglando antes de poder unirse a la conversación.

 -¡Y aún nos falta entrenar mucho más! -señaló el chico a Eru al escuchar su mención del entrenamiento que tuvieron.

 Dado que nadie comentó nada para que se apartase, Hiroshima se quedó allí abrazando a Yume sin decir nada, con la mirada en alguna parte mientras continuaban con la conversación, siendo que solo la unión de Yusio al abrazo le sacaría de donde sea que estuviese para devolverse esa sonrisa energética que tanto le caracterizaba.

 -¡Sí! -apoyó el comentario del pelirrojo, la cual se ensancharía cuando Saori también decidió unirse. Ciertamente, un lindo momento entre compañeros.

Sora inspiró profundo ojeando el gesto de Ciel de forma nada sutil, y tras unos momentos cedió, continuando con su alarmante y creciente pila de espuma y labor doméstica. Salpicaba agua aquí y allá también al enjuagar las cosas. No era nada peligroso como fuego, pero se notaba que quizá dejarle lavar no hubiese sido la mejor idea. De hecho, fijándose mejor, estaba usando una cantidad ingente de jabón para cada plato al punto de que haría sentirse mal a un lavador obsesivo de vajilla presente.

Después de todo, Sora había demostrado en el primer día andar con cosas como tarjetas de crédito haciendo gastos despreocupados, y su habitación reventaba de cosas caras y cosas que le gustaban, siendo una niña rica aunque no pomposa al respecto.

En resumen: claramente no había tocado un plato para lavarlo en su vida. Pero al menos cada cosa que terminaba y dejaba secando estaba muy reluciente, y su mirada atenta y entusiasta indicaba que estaba divirtiéndose con ello, quizá recordando juegos de agua de verano, o quien sabe.

-¡¡El fanservice es bueno en su justa medida!! -declaró sin perder el ritmo- Todos tenemos formas de levantarnos el ánimo o indulgirnos. Pero por ahora, deberíamos comenzar a prepararnos para el día, comenzandolo de buena manera. Gracias por la comida, Eru.

Muto-kun reaccionó como cabría esperar: con una risa divertida. Era alguien capaz de levantar el ánimo de los demás sólo con su actitud. Por otra parte, Shikare-chan también trataba de animarme, de una manera algo diferente.

—Espero que sí, Shikare-san. —«Ojalá tengas razón».

A continuación, Muto-kun decidió que Hiroshima no sería el único en darme un abrazo. Se acercó y me rodeó con sus brazos. Si hubiese querido huir, no hubiese podido, ya que aún estaba envuelta en los brazos de Hiroshima, aunque tampoco es que quisiese hacerlo, claro.

De seguido, Shikare-san también decidió unirse, aunque de forma más tímida y cauta. Entonces, ya definitivamente, volví a mi humor habitual. Solté una alegre risotada.

—Ja, ja, ja, ja. Gracias, amigos. Definitivamente, no estoy sola —dije con alegría. Traté de devolverles el abrazo, con dificultad, porque mis brazos habían quedado atrapados entre sus cuerpos y apenas los podía mover—. Siento haberos preocupado. Debería ser más positiva.

Permitiría que continuasen abrazándome el tiempo que quisieran. Después, propondría volver al comedor. —Quizás deberíamos volver con los demás, ¿no? Van a empezar a preocuparse…

Me alegré mucho de ver que Hiroshima dejaba aquella expresión tan seria para volver a sonreír como de costumbre, viendo como también Saori se animaba y luego de darle consejos y palabras de apoyo a Yume se nos unía al abrazo. Al ver que estábamos todos en aquel abrazo conjunto, traté de envolver en mis brazos lo mejor posible a todos, sonriendo al ver que todos volvíamos a estar de buen humor y contentos -Jeje, exacto, aquí sola no vas a estar- dije sonriendo, quitándole importancia a que nos hubiera preocupado -Si venga, volvamos al comedor, a ver como estan allí... seguro que se alegran de verte más contenta- terminé diciendo asintiendo a sus palabras del final.

Np pude evitar reír un poco apenada y estaba agradecida con que mi poder no se hubiese manifestado en estos momentos que me sentía nerviosa por el abrazo grupal. Fue reconfortante compartir esto y más porque fue un gesto que nació de todos para apoyar a Koizumi, por eso cuando escuché su risa me alivié bastante aunque no por eso quería romper el abrazo. Se sentía cálido.

-Estamos aquí para apoyarnos-expresó con mejor color en mi voz. Aunque esto era para ayudarla, yo misma me sentía más animada y con mejores energías. También me afectó el tema que tocó Sora, pero debería tomar eso para impulsarme y no quedar rezagada-. No importa qué.

Con una sonrisa más grande en mi cara, de la cual no me había dado cuenta porque fue algo involuntario, escuché su propuesta de volver al comedor y asentí una sola vez, concordando con la idea de regresar con los chicos y así notaran que todo acabó bien, pues aunque cada uno podía albergar sus propias frustraciones y heridas, no debía ser impedimento para seguir en este camino heroico que decidimos tomar.

-Claro. Vayamos...-concordé.. aunque no quería ser quien se alejara primero del abrazo.

Sip, en efecto estámos saturando de información a la pobre de Yukino. 

Notó el gesto de Akiyama y asintió, además agradeció en silencio a Ciel por terciar. - Si lo entreno bien sería sumamente beneficioso, si un villano sospecha de un gato tendría que sospechar de todos los gatos, y un lugar donde fuese frecuente su presencia y de repente no hubiera sería dudoso.

Pero primero necesito entrenarlo y ser cuidadoso, ser pequeño, veloz y sigiloso puede tener su utilidad. 

Veo que todos estuvimos ocupados - aquello incluía el agradecimiento para Akainu, Koizuma todavía no sabía exactamente si lograría integrarse en el grupo o ser sociable con ellos, pero cuando menos reconocía el esfuerzo que ellos hacían por recibirle con las puertas abiertas- no, gracias a todos por lo que hicieron en mi habitación.

Creo que hay que empezar a ir al Salón para ver que menú nos tiene preparado Aizawa-sensei.

Eby pega un respingo en cuanto siente la mano de Ryusei en su hombro, un tanto desorientada, como si acabase de sacarle de un mal trance. Le mira fijamente, y en cuanto ve su sonrisa... Ella también sonríe un poquito y le da un abrazo limoso. No tarda, eso sí, en darse cuenta de que puede ser un tanto inapropiado y con una prisa enorme se separa de él y mira hacia otro lado, nerviosilla.

Por suerte consigue distraer su atención cuando Ciel la pica con lo del fanservice y, sin ser capaz de controlarse mucho, muestra un sonrojillo de vergüenza a la par que infla un mofletito. Aunque no queda muy claro si el sonrojo ha sido a raíz de lo del abrazo o lo de Ciel. -¡N-No! ¡S-Sólo lo escuché en la tele...! ¡Akainu-kun!...- Espeta al chico perro por su risa, aunque la verdad es que su frase también abre la duda sobre qué clase de programas miraba la pobre chica limo. ¡Pero bueno! No había mucho más que poder hacerle. Eso sí, algo le llama la atención en cuanto a la sugerencia de Ciel hacia Eru, intercambiando la mirada entre ambos chicos al tiempo en que se llevaba un dedillo a los labios. -¿Entonces los villanos matarían gatos...?- Pregunta con un tono entristecido. Tampoco le parece la mejor solución del mundo.

-¡Es verdad! Vamos a llegar tarde a la lección de Aizawa-sensei- Exclama la muchacha y con esa torpeza que la caracteriza parte hacia su habitación a buscar su mochila y el resto de sus cosas. -¡Estaba muy rico todo, arigato Koizuma-kun!- ... ¿Todo? Apenas ha probado un par de platos, pero... Bueno. Todo. 

-He pensado en esa posibilidad, el tipo de la otra vez o los del autobús venían con intenciones igual de peligrosas.

Pero no te preocupes, antes de empezar a planificar cómo ser debo elegir el tipo de héroe, algunos gustan más de inspirar a otros en público y aparecer en los medios, a otros les sirve mantener sus agencias en reserva, así pueden proteger a las personas.

Es una decisión personal y de aptitud.

Entrecerró los ojos y esperó a que todos estuvieran listos para partir. -Me alegra que les gustara, en el futuro cocinaré más.

 Aquel abrazo por parte de Eby tomaría un poco por sorpresa a Ryusei, quién luego de que se apartase la slime quedaría mirando hacia otro lado al igual que lo hacía ella, con una sonrisa nerviosa como si no hubiese pasado nada.

 Más allá de lo preocupantemente emocionada que le parecía estaba Sora por lavar platos, y la especial interacción entre Eby y Ryusei que tendría en cuenta para más adelante, el chico continuaría concentrado en el asunto de las habilidades de Eru.

 -Ciertamente, dependería un poco de la situación todo -opinó antes de escuchar la preocupación de Eby. -. Bueno, son villanos… Seguramente habrá alguno que sea capaz de hacerlo, pero no creo que todos lo vayan a hacer porque sí. ¡Pero para eso estamos nosotros: para que no puedan hacer nada malo!

 Realmente Hiroshima destacaba en ese momento por sus acciones silenciosas, siendo que ya habiendo dado su apoyo a Yume con el abrazo no parecía que fuese a decir mucho más.

 -Muy bien, ¡Vayamos! -apoyó la idea de regresar con el resto, siendo que los acompañaría de vuelta con el resto con una de sus amplias sonrisas.

 Ya entonces aquellos que se habían ido regresarían a la sala común, y en general todos ayudarían a acabar lo poco que faltaba para dejar todo arreglado antes de que llegase el momento de ir cada quién a su habitación a cambiarse y así poder empezar el día de clases.

 A partir de entonces, todos empezarían a apuntar hacia arriba.

 Con el festival deportivo prácticamente encima, los entrenamientos empezarían a convertirse en algo más personal que algo general, y el sentimiento de mejorar y superarse llevaría a muchos a llenar sus rutinas con nuevas prácticas luego de clases, algunos incluso aplicándolas durante estas, como Ryusei que parecía usar más frecuentemente su poder sin que Ra tomase el control, o Ciel que se dejaba tocar momentáneamente por el sol, siendo que aunque este último siempre acababa en algún rincón lamentándose por el exagerado dolor que le causaba unos simples segundos de luz, era un ejemplo de cómo todos estaban buscando buscando maneras de mejorar.

 Y así, a tan solo un día del festival…

 Era domingo por la tarde, siendo un día libre para ti y para el resto de tu clase, algo que solo podría ser mejorado por el hecho de que, al dar un paseo por la academia, te encontrarías conque en la entrada de esta estaba aquel anciano sujetándose en su bastón, esperándote con una agradable sonrisa antes de saludarte con la mano: Joshua te había ido a visitar.

 -¡OOhhh! ¡Eby-chan! -te saludaba alegremente, desprendiendo energías a pesar de su visible edad.

 Era innegable que la relación con tus compañeros había mejorado en los últimos días, más no así el profesor Aizawa se mantenía ahora algo más… distante, profesional dicho de otra manera. Ciertamente, con todo lo que la clase había hecho por ti no tenías esas ansias por escabullirte por la noche para ir a ver al hombre de las vendas, pero ahora que era de noche empezaste a considerar que tal vez era buen momento para hacerle una visita: después de todo, mañana serie el festival deportivo.