Partida Rol por web

- Vaya, no ha funcionado. - Pienso cuando el tipo se interpone y no nos deja entrar. Me aparto un paso hacia atrás y dejo que Andrew lleve la iniciativa de la conversación.

Mientras tanto, utilizo mis capacidades visuales mejoradas para ver, primero, si el sujeto va armado y, segundo, escrutar dentro de la vivienda en busca de más gente o utensilios sospechosos, tales como armas.

Cuando hablas de que le vean siendo interrogado, tuerce la boca en una sonrisa nerviosa, pero no dice nada hasta que hablas de Chong.

- ¿Chong? Esa sucia rata amarilla. Yo solo le he dicho que su mierda de comida apesta a toda la finca. Maldito inmigrante de mierda, se traen aqui sus comidas, y sus asquerosas especias, y se creen que pueden apestar el jodido edificio entero. ¿Dice que si me veran los vecinos? HE VECINOS. COBARDES HIJOS DE PUTA. grita recorriendo con la vista las demas puertas del pasillo, pero ninguna se abre. La mitad de mis vecinos estan cagados de miedo hasta de su propia sombra. Pero preguntenles, preguntenles si no estan harto de la peste a gato muerto con salsa agridulce. Pero claro, el negro se queja y es un delincuente... que tipico.

El tipo no va armado. Dentro de la vivienda hay una mancha de calor que indica que hay alguien en posicion de tumbado en una cama. Sin embargo tu vision de rayos X no te permite cubrir toda la casa, por lo que no sabes nada mas. Si ves que dentro de la casa hay una comoda y en ella hay una pistola. No obstante tener armas en casa no es ilegal, lo es llevarlas por la calle cargadas sin licencia.

Hicks tuerce el gesto cuando el tipo habla de "inmigrante de mierda". Ya... seguro que el tal Jones es descendiente de los primeros colonos, bah. En cualquier caso, cuando el sujeto comienza a vocear hace un gesto de tranquilidad con las palmas de las manos hacia el suelo para que baje el tono.

- Ya... entiendo, señor Jones. Sin embargo me surge una pregunta... si tanto odia la comida que el señor Chong vende, ¿por qué va a su tienda? Según el propietario es habitual que usted entre a echar un vistazo pero que, finalmente no compre nada. ¿Hay algo que no sea "comida" que sí le interese de Tony Chong? 

Waldo te mira un momento en silencio, y duda antes de responder.

- Es un pais libre ¿no? si no quiere que entre gente en su tienda que la cierre.

Andrew sonrió socarronamente ante la afirmación del tipo.

- No por ello deja de ser curioso que alguien que detesta la comida del señor Chong ande siempre pululando por su tienda casualmente en los días anteriores a los que se ha producido un robo en la misma. Aunque usted, claro, no sabe nada de eso, ¿verdad?

El detective hizo una breve pausa como tratando de hacer una pequeña transición entre temas. Su pregunta retórica iba cargada con toda la sorna y la ironía de la que era capaz. Daba por sentado que no le acusaban de nada ya que aún no tenía ninguna prueba para hacerlo pero quería dejar claro también que si el tipo había tenido algo que ver no tardarían en encontrar algo con lo que incriminarlo.

- Me gustaría hacerle una pregunta un poco personal señor Jones. ¿Es usted un mejorado? Por supuesto si no quiere no tiene porque responder salvo que lo sea y esté sujeto al registro de la ley 18 en cuyo caso, ocultar tal información podría ser constitutivo de delito. - Andrew se permitió una sonrisa algo más amplia. - ¿Lo es señor Jones... es un mejorado?

Observo, alerta, como discurre la conversación. Mientras, continúo inspeccionando los alrededores.

No quito ojo de la "mancha de calor" tumbada en la cama, por si se levantase.

Así mismo, me fijo en la pistola y calculo a cuanta distancia está del señor Jones, por si en un arrebato de ira, o de vete tú a saber qué, quisiera usarla en nuestra contra.

- Oiga, eso tiene poco sentido. El señor Chong vende muchas cosas ademas de comida. Ademas, ¿insinua que yo le he robado a ese chino cabron? ¿Me ha acusado el? porque le voy a partir... voy a tener una conversacion con ese chino de mierda.

- ¿Mejorado? Ah.. un mutante, coño, ¿tengo pinta de monstruo?

- No se altere Señor Jones. El señor Chong es la víctima y nosotros somos los detectives. A menos que usted sea el ladrón no tiene de qué preocuparse.

Andrew deseaba internamente que aquello condujera a algo más sólido. El tal Jones era un muro de ladrillos y, aunque no esperaba ni por asomo una confesión sí algo que le delatara o por lo menos fuera suficiente para tenerlo en el punto de mira. Ya hablarían por sí mismas la huella y la fibra... vaya que sí.

- ¿Monstruo...? - preguntó Andrew con especial inquina. - ¿Le parezco yo un monstruo, señor Jones? - dijo con la mirada fija en los ojos del tipo. Durante unos eternos segundos se limitó a sostenerle la mirada tratando de intimidarle. Aquello no era la Gestapo pero ese tipo y sus lindezas empezaba a tocarle las pelotas. - Bueno... supongo que conseguir ese dato es tan sencillo con buscar su ficha policial. Que pase usted un buen día señor Jones.

El tipo esta claramente intimidado por tu afirmacion, y te mira como tratando de adivinar que clase de mejorado eres. Cuando te despides se queda en la puerta rigido, aunque tambien parece aliviado.

Veo que la cosa no va a buen puerto, así que intento ponerle algo de salsa al asunto. Me concentro en la puerta y hago que ésta se cierre a las espaldas de Jones, con un portazo, dejándole en el pasillo y sin llaves.

- Las corrientes de aire, son muy traicioneras. - Digo, haciendo una mueca de "qué se le va a hacer".

Me quedo quieto, observando su reacción.

Waldo se queda sorprendido ante el golpe. Trata de abrir la puerta sin lograrlo, y finalmente se sienta en el pasillo lanzandote una mirada de odio pese a que no esta seguro de si has sido tu o no.

- Joder, que mierda

- ¡Tsch! - Chasqueo los labios, torciendo el gesto - Y tal como te llevas con los vecinos no creo que le hayas dejado una llave a alguno, por si pasaba esto, ¿verdad? Vas a tener que llamar a un cerrajero.

Niego con la cabeza, mirando la pared. - ¡Qué putada! - Aprovecho que miro la pared para comprobar si quien está en la cama reacciona de alguna manera. Luego, hago como para irme, a ver cómo reacciona.

Andrew comenzó a caminar por el descansillo en dirección a la escalera, justo de espaldas al tal Jones. Aprovechando la cobertura se permitió sonreir ampliamente ante la jugarreta que George le había propinado. Bendita telekinesis... eso si era un buen poder. Sabía que George le iría siguiendo de cerca ya, aunque se deleitaba viendo al tipo apurado, allí ya no había nada más que hacer.

- Mmm... estoy muerto de hambre. - comentó Andrew en tono cotidiano mientras comenzaba a bajar los primeros peldaños. Entre la reunión a las nueve, la tienda de Chong, el asunto del autobús, comisaría y vuelta para aquí no se había dado cuenta que iba por el mundo con un mísero café de máquina en el cuerpo.

El tio mira a George y farfulla algo que suena bastante similar a "capullo", aunque no lo dice tan alto como para que lo oigais claramente.

- No necesito cerrajeros, poli, solo esperar.

El tono de Waldo es de todo menos simpatico, pero evidentemente se esta controlando para no decir alguna burrada y que os lo lleveis.

- Sí, vamos a comer algo. Pero que no sea comida china, por favor. - Le digo a Andrew.

Me detengo en mi amago de marcharme y vuelvo a dirigirme a Jones.

- ¿Esperar? Ah, sí, parece que estabas esperando a alguien cuando hemos llegado nosotros. Dime Waldo, ¿a quién esperas?

Escupe las palabras con mala cara.

- No es asunto suyo.

Le dedico con una amplia sonrisa.

- Ya nos vamos. Permíteme encender la luz, no vaya a ser que nos matemos por la escalera y te acusen de asesinato de dos polis. - En estas que alargo la mano y pulso el timbre de su puerta, con insistencia. - ¡Vaya! Me confundí. Siempre me pasa. - Me giro hacia donde está el interruptor de la luz y, ahora sí, la enciendo. Mientras tanto, me fijo en la reacción de quien está echado en la cama.