Partida Rol por web

Boston Nocturno

Escena privada de Elijah Page

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08/05/2015, 17:48
Director

El policia detuvo el coche y se bajó encendiendo un cigarrillo, Amûnet se acercó haciendo un gesto con la cabeza a Elijah para que también se acercara. Tras saludar al oficial y presentar a Elijah, usando sólo el nombre, señaló con la cabeza detrás suyo, hacia el cadáver. 

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08/05/2015, 17:50
Amûnet Sun-Nuk

-"Ahí le tienes, De Pedro" - no hizo caso del inspector cuando le recordó que ahora se llamaba Peterson, no De Pedro - "Elijah lo vio todo. Pero hay un problema, verás ahí arriba vienen... ya sabes la gente que le gusta... probar otras cosas en el sexo." - Elijah sabía que eso no era cierto, pero por lo visto el policía no - "Para él sería un serio problema que se hiciera público que estaba aquí, porque se acabaría sabiendo por qué. Así que te agradeceríamos que lo tramitaras todo como una denuncia anónima." - al joven vampiro, tal vez porque sabía la verdad, le pareció que Amûnet mentía fatal, no creía que a él le hubiera engañado, pero no estaba seguro de si al policía si.

El oficial comenzó una protesta, pero Amûnet también le hizo callar, adelantándose a las quejas que parecía iba a plantear.

-"Ya, ya lo sé, eso son un montón de horas extra, papeleo y trabajo que nadie te va a agradecer. Error" - le hizo una seña a Elijah señalando el bolsillo dónde guardaba el dinero - "Nosotros te agradecemos el favor. ¿Verdad, Elijah?"

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08/05/2015, 18:00
Pedro Peterson

El inspector miró a Elijah con desconfianza, mientras éste manipulaba sus pertenencias.

-"¿Si? ¿Me lo agradecerás? ¿Y cómo, si puede saberse? Aunque también estaría bien que me convencieráis de que no ha sido cosa vuestra." - miró a Amûnet levantado las manos en señal de paz y disculpa - "O de él, mora, no te mosquees conmigo, pero sé por experiencia que te gusta cuidar de tus polluelos. ¿Cómo se que no estás cuidando de él como haces con otros? Joder, yo que sé, ni siquiera sé si sería necesariamente malo. Esto es muy raro, la verdad. ¿Tú que tienes que decir, pollo*?" - 

Elijah sabía que el inspector quería creerles, aunque no estaba seguro de por qué, miraba a Amûnet con respeto, pero sin miedo. Suponía que, al fin y al cabo, él también había visto algo raro en la expresión corporal de la vampiresa.

Notas de juego

* pollo lo dice en español. Tu decides si con su reserva de 4 Elijah conoce el contexto de ese arcaísmo.

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08/05/2015, 18:11
Elijah Page

Fingir ponerse pálido era la parte fácil, ahora venia el resto del show. Por suerte, o por manipulación, Amunet había elegido un tema que él conocía bien.

-Bueno este no es el sitio más común,… hay otros sitios mucho más frecuentados. Pero vengo a este porque es más discreto. Si… si se supiese lo que me gusta… seria una vergüenza. Creo que mi madre se moriría del infarto. Y mi prometida… traga la inexistente saliva …¿Se imagina lo que diría ella? ¡Anularian la boda! Por favor, sea discreto. Me arruinaría la vida. Yo le pago las horas extras y el papeleo. De verdad, el dinero no es problema, al menos mientras no me repudien en la familia… ¡¡Ay  mi pobre madre, le daría un mal si supiera…!! *

-No, yo le pago el trabajo extra. De verdad.-  Saca el 90% de la cantidad que la vampiresa había indicado. -Pero por favor, tienen que coger al que hizo esto… Podría… podría haber sido yo.- Con estas palabras tiembla y se pega a Amunet.

Luego saca el otro 10%  de su cartera. –Y le invito a una cena con su familia o amigos. A cambio de su discreción sobre… las circunstancias.- Le ofrece el dinero. No es un soborno, es pagar su justo trabajo y luego un regalo a cambio de la debida confidencialidad. O, en otras palabras, un soborno.

 

-¿Ser yo? ¿El asesino? Pero si no puedo hacerle daño ni a mosca. Además  a poco me da ayer un infarto moviendo una mesa de sitio y lo que ha pasado allí abajo... Ayy ha sido ¡terrible! ¡Terrible! *

 

En algún momento alguno de los dos de se cansara de su parloteo de reinona nerviosa y le invitará a describir los “hechos”. El papel le resulta extraño. Por un lado le trae recuerdos duros: el temor a ser descubierto y a las consecuencias. Por otro lado es como una especie de terapia, una katarsis.

Traga saliva y arranca a hablar para callarse a las dos silabas varias veces, hasta que Amunet le toca el hombro garantizándole que el inspector es una persona discreta.

-Yo vine aquí hara como (25 minutos antes de que amunet llamara al policía)… tenía ganas de… bueno, tenía ganas. Y el… el… el muerto estaba por la zona de la farola. Estuvimos mirándonos un rato para asegurarnos de que no éramos gente paseando por el parque, que veníamos a lo mismo. Pero, de repente, vino él. De aquella dirección- (señala).

-Era un tío muy macho, ya sabe, alto (marca la altura, señalándola con la mano) fuerte, mandíbula cuadrada, unos brazos muy fuertes, pelo oscuro, barba de un par de días de las que pinchan. Sus rasgos eran norteamericanos, pero tenía un color de piel como de latino, como si tomara mucho el sol,…-

-Era casi en exceso de masculino. No sé si me explico, no era guapo, tenía la nariz rara, como ese boxeador tan famoso que ponen carteles suyos… (Nombre de boxeador de la época con nariz rota) Pero esa forma  de moverse, como si el mundo fuera suyo, esa cantidad de musculos, esa mirada de macho depredador. Alguien asi es muy deseado en estos sitios. Vamos, que podia elegir a dedo a quien le apeteciese. Y le hizo un giño al otro… pobre tipo.-

-Yo me quede por el camino, esperando a ver si venia alguien más. Pero como no aparecía nadie decidí irme a casa… pero se me ocurrió que si tenía cuidado podía acercarme sin que me vieran, para verles… o al menos oírles.-  Baja la vista al suelo, como avergonzado de confesarse un mirón pajero.

Solo un carraspeo de uno de los dos le hace seguir con la historia.

-Me acerque de puntillas y los vi a la luz de la luna. Él le folla… penetraba con fuerza, sujetándole la cabeza, tapándole la boca para que no gritase. Pensé que era algo consentido, un poco de violencia puede dar mucho morbo y más con alguien así. Pero cuando vi que le agarraba del pelo y le empujaba la cabeza en la tierra, me asuste mucho… pero no hice por ayudarle… Si hubiese sido más fuerte esto no habría pasado** Pero me acojone y no hice nada. Cuando el tío grande empezó a gemir a punto de correrse, tiró del pelo del otro para levantarlo… y le atravesó el cuello con un cuchillo.

Salí corriendo, Señor Peterson, corrí hasta que volví a la zona de edificios. Amunet me encontró temblando junto a una cabina de teléfonos, a punto de hacer una llamada anónima. Pero ella insistió en llamarle a usted.  

Notas de juego

*Ejijah suelta alguna pluma y amaneramiento. Como si al ponerse nervioso dejara ver su lado más afeminado.

**Esta frase puede decirla con total sinceridad. Como dice su señor padre: la mejor forma de colar una mentira es que haya datos reales dentro de la misma.

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11/05/2015, 13:39
Pedro Peterson

Las dudas que pudiera haberle planteado la actuación de Amûnet al policía le quedaron despejadas con la de Elijah. El sí le había engañado, no es que fuera una solución perfecta: el recién revivido pudo intuir un cierto desagrado en el policía, sobre todo cuando acentuaba su comportamiento, evidenciando una cierta homofobia más bien latente; pero se quedó convencido, más bien se auto convenció, si le había calado bien, de que lo que decían era verdad.

Cogió el dinero, muy rápido y guardándolo con prisas y mirada elusiva, como con vergüenza. Y cabeceó en un asentimiento a regañadientes y dubitativo.

-“Vale. Supongo que está bien. El asesino paga y nadie sale perdiendo. Lo haremos así, por ti, mora. Ya me encargo yo, podéis iros, aunque tal vez tengas que venir a una rueda de reconocimiento anónima en unos días.”  - lo último lo dijo mirando a Elijah.

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11/05/2015, 13:39
Amûnet Sun-Nuk

Amûnet, con media sonrisa por primera vez desde que la había conocido, frunció el ceño.

-“Gracias, De Pedro, eres un buen poli. Pero te he dicho cien veces que no soy mora, ni siquiera soy árabe.” – le hizo un gesto con la cabeza a Elijah, mientras empezaba a andar hacia el coche. Subieron a él dejando al policía rezongando y mascullando. Y yo a ti que ahora me llamo Peterson, le pareció que decía.

Cuando entraron en el coche, Amûnet lo dirigió de vuelta al centro, conducía de forma precavida, nerviosa, concentrada y suave, pero muy precisa. No se la notaba cómoda al volante y a pesar de todo podría haber servido como chófer profesional.

-“Bien. Ahora te dejaré en el centro otra vez” – ya era tarde, habían tardado mucho más de lo que pensaba, los nervios habían acelerado las últimas tres horas y ya era más de medianoche. Apenas quedaba gente por la calle – “Pero de camino te contaré lo que tienes que hacer por mi. Lo que debería haber estado haciendo yo hoy, en lugar de esto… y lo que me queda, porque ahora debo cubrir bien a Peterson con sus jefes y con la prensa. Mañana tengo que ir al norte y no sé cuándo podré volver.” – hizo una pausa estaba concentrada en su conducción, distrayendo sólo una parte de su mente para hablar.

– “Me han dicho algunos contactos que están distribuyendo drogas nuevas en un par de locales de mala reputación del centro. Cuentan historias raras respecto a ellas, aunque eso es normal cuando hablamos de drogas y quienes las toman, queremos comprobar que sean tonterías y exageraciones. No sería la primera vez que algún sobrenatural hace el bobo para ganarse unos dólares. Sólo tienes que investigar y averiguar si hay algo raro o no, no hace falta que intervengas: no estás preparado para meterte en líos con traficantes, quizá nunca lo estés.” – le pasó un papel con un número de teléfono y una dirección de Lynnfield, un pueblo dormitorio al norte de Boston – “En ese bar se puede localizar a Rolf, si te metes en serios problemas físicos puedes llamarle o huir allí.”

Para ese momento había parado el coche, cerca de la galería de Frank. Mientras Elijah bajaba Amûnet volvió a zaherirle, como despedida.

-“Y contrólate los próximos días. No tengo más personal para hacer de niñera ahora. No eres el único neonato de éstas noches en Boston. Estamos en pleno baby boom” - ni su voz dura ni su gesto adusto cambiaban al bromear.

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11/05/2015, 13:42
Director

Una vez sólo Elijah descubrió que no estaba sólo, allí en su interior, como una sensación física estaba el asesinato, la violación, el degüello a sangre fría de un cadáver y la inculpación de un inocente, por poco inocente que fuera como persona. Sentía una parte de sí mismo tratando de justificarlo todo, de olvidarlo, de darlo por bueno, sabía que había algo hambriento y oscuro en su interior, dispuesto a devorarlo, a quedárselo y ocupar el lugar en el que estaba que tanto dolía, de modo que él pudiera olvidarlo abandonar ese trozo hiriente de su alma.

Notas de juego

 

Ahora sí toca la tirada de degeneración, la dificultad dependía de cómo siguieras interpretando el sentimiento y las decisiones que te quedaban por tomar. La dificultad, la vamos a dejar en 7, la interpretación ha sido muy buena y podríamos dejarlo en 6, pero el degollar el cadáver y cargar el muerto a otro la vuelven a subir. Si lo prefieres, en vez de una a 7 puedes hacer dos a 6, para representar una y otra. Un solo éxito es suficiente para “salvar” la humanidad, aunque convierten las primeras semanas de Elijah en un infierno personal de remordimiento, cuantos más éxitos, menos traumáticos son los remordimientos y más fáciles de sobrellevar.

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13/05/2015, 21:51
Elijah Page

Le dedicó una sonrisa sincera a la vampiresa. -Cuídate en lo que sea que tengas que hacer en el norte- Salio del coche y casi cerró la puerta pero, en el ultimo momento, se agachó para añadir algo. -Sé que es tu trabajo y todo eso, pero gracias por tu ayuda.- 

Solo cuando la vampiresa arrancó, se animo a llamar desde una cabina al taller de Frank. No le apetecía verle, se sentía fatal consigo mismo y sabia que de encontrarse intentaría emplear a su padre, el marine/modisto, como paño de lagrimas para su culpa. No, tenia que cargar con ello. Azotarse con las palabras violador y asesino hasta hacerse el equivalente mental a sangre. Tenia que pagar su crimen. 

Cuando le cogieron el teléfono, dejó un anodino mensaje: Soy Elijah, dígale a Frank que ya he solucionado lo de la tela. Pero que voy a pasar la noche haciendo unos encargos que tengo pendientes. Ah, un saludo para Sharp. 

Se marchó en dirección a la zona de bares, tocaba buscar camellos y hacerse con una muestra. El sórdido mundo de la vida nocturna pegaba con él más que nunca. Sobornar policías, conocer camellos. La guinda a una noche que había empezado por todo lo "alto". 

Ayer era un vampiro, algo molón, eterno, con poderes, e invulnerable a una muerte injusta. Hoy también se siente como un vampiro, pero de otra manera: un muerto viviente, un ser deforme de dedos largos y blanquecinos, colmillos mortales. Cuando llego a la zona de bares había echo una conexión evidente: el era una muerte injusta. Se había librado de una enfermedad mortal pero en el proceso se había vuelto una enfermedad en si mismo. 

-Alejaros, no queréis contagiaros, conmigo no hay agonía para ponerte en paz. Te rompo el culo y te desangro. Ese soy yo, una enfermedad llamada sed- Pensó mientras entraba en el primer garito. -Una sed no solo de sangre. Amunet tiene razón soy peor que los demás vampiros.- Aunque tenia en mente un objetivo claro, buscar la gente autodestructiva, los colgados y drogatas y ganarse su simpatía. La camadería entre desconocidos que solo puede surgir a las tres de la mañana fruto del alcohol, la coca, y lo que sea que sea el nuevo mejunje. 

- Tiradas (1)

Motivo: Conciencia

Dificultad: 7

Tirada (3 dados): 4, 9, 5

Éxitos: 1

Notas de juego

Librada de humanidad, por los pelos. : )

Elijah se marcha a buscar gente con cara de autodestructivos para intentar consegir comentarios y rumores sobre la droga nueva

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14/05/2015, 16:30
Director

Amûnet se había despedido con un ácido “agradécemelo mejor no metiéndote el líos en una buena temporada”, pero era difícil decir cómo de serio lo decía, dado que seguía sin mutar la expresión.

En la oficina le habían dicho que pasarían el mensaje a Frank… Y un ofendido “pero, melón, que Sharp soy yo”.

Ahora ya esos entornos, confortables y controlados aunque fueran aterradores, peligrosos o desagradables a veces o por ciertos motivos, estaban atrás. Los locales que había nombrado Amûnet estaban en la zona más sórdida de Chinatown y dentro de ella no eran los simples locales para grupos sociales alternativos, como los que él frecuentaba por su sexualidad, sino que eran los más extremos, uno de ellos, el que prefirió evitar era un tugurio de rateros, vándalos, drogadictos, borrachos y la peor escoria en general. El tipo de sitio dónde si le hubieran dicho que vendían órganos o niñas tailandesas, lo habría creído. Era un sitio para hombres duros y anárquicos que sólo respetaba la ley de la fuerza; la mera idea de ir allí le hacía temblar y más con el disfraz de David Bowie que le había prestado Frank. No podía dejar de preguntarse cómo pensaba Amûnet, una mujer y con ese aspecto, ir allí y sobrevivir sin practicar lucha libre americana con la Mascarada.

El otro lugar era más razonable para alguien con un mínimo de civismo, incluso había estado allí durante su pasado más oscuro alguna vez. No dejaba de ser un antro peligroso por llenarse con lo más bajo de la sociedad, pero su anarquía era más de tipo libertario, del todo está permitido y todos son bienvenidos. Allí las formas de pensar se mezclaban más, nadie te juzgaba por tu aspecto, ideas o sexualidad, era enorme (un viejo edificio de apartamentos reconvertido en macro discoteca decrépita) y tenía plantas o zonas para toda tribu urbana; pero la fauna que se reunía era un conjunto heterogéneo de lo peor de cada una, los más borrachos, adictos, desfasados o radicales. Peor, obviamente, era la elección más razonable, al menos después de que los camellos callejeros de la zona le mirasen como si estuviera con un colocón de ver elefantes rosas o tratasen de colocarle la misma mierda de siempre prometiéndole experiencias nuevas e increíbles.

No había portero, de modo que pudo entrar sin mayor problema. Los precios eran miserables, de modo que se pudo permitir pedir una copa de lo mejor del local; aún así, se alegraba de no poder beber, porque era de la peor calidad. Tal vez ese fuera el sitio donde había bebido las cosas más inmundas de su vida.

En esa noche, tardía, entre semana y en diciembre, no había demasiada gente. Todo el local podía albergar en sus buenos momentos más de mil personas. En ese momento, entre todas las plantas abiertas – dos de las seis – y descontando el par de parejas de camarero/camarera que había en cada piso y los cuatro matones que minimizaban las peleas, sólo habría medio centenar de clientes. Uno de cada cinco era un camello, probablemente a comisión del dueño. Algunos le sonaban de la época en que consumía pero la relación nunca había sido para tirar cohetes, allí la hierba y el ácido justos para ir tirando era menos que menudeo. Nunca fue un gran cliente.

La fiesta estaba muerta a gran escala, la gente se divertía en una docena de grupitos pequeños que charlaban, bailaban o se drogaban entre ellos sin hacer caso de las pistas de baile ni, la mayor parte del tiempo, a la barra. La excepción eran cinco o seis de los camellos que estaban en las esquinas más estratégicas aburridos y muertos del asco hasta que alguien se les acercaba para una transacción rápida. No había perspectivas de que aquello fuera a cambiar en lo que restaba de noche, más allá de que un grupo se marchase u otro llegase.

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16/05/2015, 12:48
Elijah Page

Segun Frank era capaz de despertar la fascinación en los demás de la misma manera que él era gustosa victima de la del modisto. Este era un buen momento para explotar dicho talento, así que intentando ser lo más carismático posible se acerco a alguno de los camellos que conocía. 

-¿Que pasa Karl? ¡Cuanto tiempo! No me mires así, que no te voy a pedir veinte gramos de hierba y un trippy. Ahora la vida me va un poco mejor. A poco la palmo de cáncer ¿sabes? Pero ahora tengo pasta y ganas de recuperar el tiempo perdido. ¿Que tienes en tu bolsillo de fantasía que sea fuerte? ¿Algo nuevo y espectacular? 

El plan era burdo y obvio, tenia la sutileza de una una manada de monos rabiosos en una tienda de cristales swarovski. Pero habia perdido mucho tiempo por culpa de sus instintos asesinos. Y cuando salia el sol no es que su carroza se volviera una calabaza y perdiera el zapato, es que de él solo quedaba el zapato humeante. Además, no cree que el resto de los clientes de este tipo le entren hablándole de Dostoievski, ni que esta noche tenga mucho donde elegir.

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18/05/2015, 14:19
Director

-“Coño, tío, pensaba que habías estirado la pata. La última vez tenías muy mala cara. Qué bien verte.” – el traficante tenía la voz algo ida que evidenciaba que no estaba en su mejor momento, parecía un poco más cascado que la última vez que le había visto. Elijah pensó que le recordaba a él, justo cuando la bicha que le condujo a los brazos de Frank le acababa de morder pero aún no le sabía; siguiendo con la idea del camello, era como si hubieran intercambiado las caras desde su última visita. Mientras una parte de su mente le recordaba el alivio que sentía con ese cambio por sí mismo, la otra le recordaba la cara del hombre que había matado esa misma noche para pagar esa 'operación de cambio de look'.

-“¡Hala! Y tienes pasta, tío. Eso mola mazo. Tengo una mierda excelente, si tienes pasta. Pura de Marzuecos, en África, tío, la mejor de todas, casi pura. Puedes cortar una china con tabaco cuatro veces y sigue siendo mejor que lo que puedas sacar por ahí. O unas pirulas nuevas que son guays, éxtasis que traen de España, directita de la ruta del bacalao, tronco. Lo que se lleva en Europa, lo último para los pijos.”

Cuando le insistió en que se decía que lo último era algo más espectacular que eso, le cambió la cara, a una a medio camino entre la desolación, la furia, el resentimiento y el abatimiento.

-“Vale, pues lo penúltimo. Pero lo mio es mejor en relación calidad precio. Y mi mierda no tiene efectos secundarios raros.” -

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20/05/2015, 12:51
Elijah Page

Elijah le compro una buena cantidad de hachís y algunas pastillas, para hacerle un buen gasto y que no recelara de él.

-Tú eres “el doctor”, si dices que lo último es basura rara que no hay que tomar, me fio. ¿Qué le pasa pues a la gente que lo toma?... Te apetece fumar conmigo- dice señalando la piedra y comenzando a liarse uno sin esperar respuesta -¿Y cómo se llama? Para decir que no, no me apetece que se me caiga el pito ni nada así.

Menudo mundillo más deprimente. La vida era una puta, te daba felicidad y colores, ya fuera por alegría, placer o drogas. Y luego venia el palo: enfermedad, vejez, efectos secundarios, enfermedades mortales. Y la única forma de salir del ciclo por lo visto era ser un psicópata de mierda. Solo que ahora podía ver las telarañas en las esquinas, las arrugas en los rostros, e incluso los olores… Estar sobrio en un sitio de fiesta era un asco, y auspex no mejoraba la experiencia. Aun así le dedico una buena sonrisa al camello, intentando ganarse su afecto. -Solo quiero respuestas de ti, es cruel. Pero créeme que podría ser peor.

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21/05/2015, 16:06
Director

Karl no parecía muy hablador al principio, miró ceñudo a Elijah ante sus preguntas incluso después de que le hiciera una compra importante, tan importante de hecho que podría haberle hecho empezar a pensar cómo iba a pasar el mes, si no tuviera tantas cosas más importantes en la cabeza en ese momento. Suponía que no necesitar comida y calefacción le iba a ayudar en el futuro, al menos en el inmediato.

La invitación le dio pie a no perder la presa antes de la pelea. Karl se relajó algo y pronto, incluso antes de que la droga hiciera efecto, Elijah notó que la voluntad de cautela del camello se perdía muy rápido; incluso intuía una mirada a medio camino del arrobo que suponía era una lejana y difusa sombra de la que él había puesto alguna vez con Frank. En parte, el cambio de actitud de Kart le recordaba a cuando su vecina pelirroja dejó entrar y Frank y sentarse en su casa poco menos que diciendo vengo con el vecino extraño que cuenta historias raras.

Pero ahora estaban hablando, y el traficante bajó el tono y se acercó, pero no como una maniobra de ligue, ni nada parecido; era obvio que aunque venciera el recelo, tenía sus reservas con aquel cotilleo y prefería intimidad para dar más información, incluso cuando ésta era sólo especulaciones, bulos y suposiciones.

-“Es una movida de gente con pasta, tío. Yo no he hablado con los que se lo chutan, tronco, sólo vienen, pillan y se piran... Hasta suelen traer sus matones, no son la basca que frecuenta éstos antros. Esa mercancía la trafican unos que laburan para una banda de gangstas hiphoperos y es cara de cojones, sólo trabajan en fin de semana. Un chute te dura dos horas, o menos, y cambian fajos de billetes bien gorditos, lo menos diez Benjamines engomados, macho. Yo creo que no venden más de una docena a la semana.”

No había dejado de hablar más que para dar caladas, se estaba fumando casi entero el porro; pero eso no preocupaba a Elijah que hasta ese momento no se había dado cuenta de lo complicado que era para él fumar, aunque seguía respirando por acto reflejo, en realidad inspiraba y expiraba el aire normal, sin cambiar y no tragaba por la garganta. El resultado era que le costaba un esfuerzo mental simular el proceso normal de fumar y no actuar como una simple chimenea. Para colmo, la droga no le estaba afectando lo más mínimo, aunque eso ya se lo había adelantado Frank: se acabó el comer, beber, fumar y… bueno, en realidad, parecía que había cosas que variaban de un vampiro a otro, así que tal vez no todo lo que le dijo fuera exactamente así. Karl siguió hablando, ahora de los efectos secundarios que había dicho

-“La peña dice que con la droga te pones a tope, como si tuvieras una sobredosis de esteroides y anabolizantes, me han contado que uno se puso a hablar con una rata y que otros desaparecieron de repente y luego reaparecieron dormidos por alli cerca sin acordarse de nada, hay rumores de que algunos han sufrido cambios físicos horripilantes y que casi todos tienen sueños extraños. Y, amigo, vaya si es adictiva, dicen que no la puedes dejar, que te obsesionas desde nada más tomarla. Y eso te lo juro yo mismo. ¿Conoces a April Tooly? La modelo”

Elijah la conocía, personalmente, de hecho. Era, en su opinión una de las futuras top model por belleza y talento; tuvo la suerte de que el período de esplendor de Elijah, antes de la enfermedad, coincidió con el de eclosión de ella y pudo permitirse pagarle su caché para un par de trabajos, descubriendo a una chica trabajadora y muy competente. April había crecido mucho y ahora mismo no podría pagarla ni aunque su estatus laboral no hubiera sido arrasado por el SIDA. El camello tomó su lento asentimiento por sorpresa, más que entender que estaba pensativo, de modo que siguió con su historia

-“Pues hace unas tres semanas empezó a venir a comprar, con gente, su manager y sus gorilas, supongo y siguió haciéndolo a menudo; tras pillar se largaban sin tomar ni agua. Vale, pues el viernes pasado vino sola... aunque ya no estaba tan buena, me costó un poco reconocerla. Estuvo rogando por una dosis, llorando, suplicando… Acabó haciendo mamadas en los baños a todo el que tenía 50 pavos para pagarsela. Como te lo cuento, estuvo media noche ahí dentro.”

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23/05/2015, 13:10
Elijah Page

April Tooly, la modelo venida a menos. Aunque se podía llegar más bajo, 50 pavos era un buen cache por ese servicio. Ella era un buen hilo del que tirar, al menos hasta que llegara el próximo viernes y con él los chicos de los gangstas hiphoperos para vender esa mierda.

Tenía una sospecha en la mente: Ghouls de pago. Aunque podía tratarse de otra cosa claro, química normal. La clave era si el que hablo con la rata tuvo una conversación real con ella o solo lo flipo y si las deformidades tenían que ver con los “nosferatus” (No le había costado quedarse con el nombre de ese clan, gracias a la película alemana)

Parloteó con el camello un poco más. Para que no pareciese que había venido solo a preguntarle por la droga nueva. De paso preparo una excusa para estar aquí el fin de semana -El viernes igual vengo a verla, seguro que ahora no es tan exquisita a la hora de aceptar o rechazar un posado. Aunque si se ha echado a perder… Pero el maquillaje hace milagros.–

Se marchó del antro. Ya no pintaba nada allí, tenía que volver a casa antes de que comenzase a amanecer. Quizá encontrar el teléfono de la modelo podría hacerlo antes de “acostarse” en la bañera, bien por sus propios medios, bien recurriendo a Frank. Seguro que el modisto estaba al tanto de los agentes de modelos de la ciudad y quien representaba a quien.

Las calles se le antojan vacías y muertas cuando abandona el centro. No había apenas tráfico, y de peatones ni hablar. Era normal, a esas horas uno siempre camina en guardia, atento a ver quien más hay en la calle. Ahora lo entendía, no es que fuera miedo a los atracadores. La soledad y la oscuridad eran el hábitat de monstruos, era algo que todos sabían subconscientemente. Ahora él era el monstruo, podía caminar sin miedo a atracadores ni asaltantes,… pero tampoco podía regodearse mucho. Había monstruos más viejos y fuertes en la ciudad.  

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25/05/2015, 14:00
Director

Elijah recibió una llamada en el teléfono de casa antes de acostarse, no era la primera vez que sonaba mientras estaba ausente, indicaba la pequeña pantalla digital. Cuando contestó, enfadado por el agotamiento y con su cuerpo amenazando con morir de nuevo en cualquier momento, era Frank que quería asegurarse de que hubiera llegado a casa; el modisto sonaba tan cansado como se sentía él, de modo que apenas hablaron más que para decirle que estaba bien.

La interrupción no evitó que llegase a tiempo a su bañera, pero apenas lo justo para pensar en lo incómodo que hubiera resultado antes hacer algo así y, además, cada noche antes de cerrar los ojos un momento por el agotamiento.

Se despertó de nuevo con la extraña sensación que provocaba pasar un segundo con los ojos cerrados y saber que había pasado un día entero en el exterior. Aún no se había hecho una nueva rutina, despertarse por la noche en lugar de por la madrugada, no tener que desayunar, estar peinado nada más levantarse… Eran cambios que precisaban otros cambios en el comportamiento y aún no había tenido tiempo de ajustarlos.

La televisión, dando las noticias de fondo mientras se aseaba y se cambiaba el traje de imitador de David Bowie por uno más de su estilo, era un murmullo que sus finos oídos podían interpretar claramente, de una forma que hacía unos días hubiera sido increíble. Normalmente las noticias de asesinatos y muertes en la ciudad no le hubieran hecho pensar en ellas dos veces, todos los días mataban a alguien en una ciudad grande como aquella, uno no podía gastar lágrimas o pensamientos por todos esos infelices sin convertir su vida en un valle de lágrimas. Al dolor ajeno uno se acostumbraba rápido.

Pero una de las noticias pasó su filtro, como una flecha al centro de su espíritu. En forma no se distinguía de los otros dos asesinatos del día anterior, o de los cientos que había habido en el año que acababa: Ernst Svalinski, casado, dueño de una casa de empeños había sido asesinado, ofrecían detalles truculentos y escabrosos, el amarillismo informativo destacándoles y regodeándose por su componente sexual. El asesino había sido identificado y salían imágenes para ayudar en la busca y captura.

Los recuerdos amargos y la sensación de culpa, que se habían mitigado con el letargo y el nuevo objetivo volvieron a aferrarse a su alma, distrayéndole mientras trataba de volver a ponerse en marcha. Le sorprendió sólo a medias el viejo teléfono de April ya no estuviera disponible y aún menos que no apareciera en la guía telefónica: ahora era una estrella prometedora, ya no podía dejar su número al público si no quería ser acosada día y noche.

Le costó algo de trabajo* convencer de que estaba en negocio y al alza a viejos contactos que le habían dejado un poco de lado al entrar en su espiral descendente. Al final uno de ellos le dio los datos de contacto de April, aunque de un modo ligeramente despectivo: 'al fin y al cabo ella también está hundiéndose, hacéis buena pareja'. Aquello fue un recuerdo de otra tarea pendiente en su nueva vida: recuperar el prestigio y su modo de vida, que había perdido-abandonado cuando dejó de hacerle falta un futuro.

Al marcar el nuevo número de teléfono sonó durante la mayor parte de un minuto, luego descolgaron, pero no contestaron a su saludo, sólo un pequeño golpe como si hubieran dejado el auricular sobre una mesa. Agudizando mucho los oídos pudo escuchar sonido de pasos subiendo una escalera, alejándose del teléfono. Los siguientes intentos de volver a llamar dieron el pitido característico de línea ocupada.

Notas de juego

 

* Entiendo de tu post que prefieres intentarlo por tu cuenta antes de llamar a Frank, tu reserva es suficiente para conseguirlo aunque tardarás unas horas. Si llamas a Frank es más rápido porque sus trasfondos de fama e influencia en el espectáculo y su reserva ligeramente más alta le dan más éxitos.

 

Recuerda rebajar la reserva de sangre por despertar.

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05/06/2015, 20:20
Elijah Page

La televisión le dio una punzada de dolor y culpa. De buena gana la habría arrojado por la ventana, pero ella no tenía responsabilidad alguna en lo acontecido. -¿Cuántos muertos habría por culpa de su nueva especie, cuantos inocentes encarcelados?-

Todo aquello era una locura, por la cabeza se le pasaba la idea de que si Frank no le hubiera abrazado, morir de mala manera tal vez habría sido mejor. Pero el Elijah que veía en el espejo le hacía sentirse feliz de nuevo. Era muy superficial, cierto. Pero verse libre de enfermedad, con un aspecto atractivo y sano aunque pálido, le reconfortaba. Puede que lo que hubiera después de la muerte fuera maravilloso, pero él podía quedarse aquí un tiempo más, con suerte para siempre. El mundo era un sitio lleno de guerras, asesinatos, secuestros, codicia y maldad, pero le gustaba. Así que podía mortificarse por su asesinato, pero a la vez se alegraba de ser un vampiro.  

Elijah sonrío divertido cuando aquel viejo contacto les insulto de manera tan gratuita. Esa clase de ataques gratuitos le hacían sentir mejor? No merecía la pena ni anotarlo en la “libreta de agravios”. Aunque el cuento chino que le había contado le despertaba una serie de preguntas: ¿Iba a retomar su carrera artística? No le había ido mal, al menos hasta que el VIH le obligo a dejarlo todo tirado. También podía dedicarse a ejercer la prostitución, sería una buena forma de conseguir sangre a la vez que se ganaba algunos dólares, aunque desde luego no llevaría una existencia muy lujosa si se decidía por eso. Casi prefería ser un fotógrafo relevante y la fama atraería el dinero y los donantes de sangre.

Hablando de eso… iba a pasarse por alguna zona de cruissing a darse una alegría. Ahora entendía que tenía que ir siempre saciado, para poder controlar más fácilmente su lado más salvaje.

Volvió a llamar a su contacto, sí, al que les había insultado. Evidentemente no podía usar presencia por teléfono, pero sí dejarle descolocado con una reacción amable a unas palabras brutas. –Hola soy yo de nuevo, el número que me has dado no es el correcto. ¿Te importa darme la dirección y paso a ver si la pillo en casa?- Uso el tono de voz más amable que supo encontrar, como si no hubiera escuchado el canterior comentario sobre fracaso. Con sus nuevo súper oído pudo casi escuchar los movimientos de sorpresa de su interlocutor. Espero con un bolígrafo en la mano y una sonrisa en los labios. Si no le daba la dirección, la averiguaría a través de Frank. Aunque no queria abusar, pronto iba a tener que pedirle dinero para que la exmodelo se comprara un par de chutes, uno para que Elijah pudiera llevárselo a la Sheriff.

Salió de casa, en mente tenia darse un paseo por una zona de sexo casual en la que satisfacer su sed y después acudir donde Frank, contarle el encargo y su plan de de contratar a la modelo, solo para conseguir una muestra.

- Tiradas (1)

Motivo: Cazar

Dificultad: 8

Tirada (7 dados): 1, 8, 7, 2, 4, 4, 1

Éxitos: -1 Fallo

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10/06/2015, 14:56
Director

Elijah tuvo una muestra de lo complicado que podía ser la alimentación. Tradicionalmente ligar no había sido un problema demasiado grande, sus habilidades eran buenas en ese aspecto y sus atributos atractivos; bastaba con ir el fin de semana a algún lugar de ambiente y triunfaba casi siempre, si no era un día era el siguiente y si no, una semana no era tanto. Ahora un día u otro podía significar la muerte de alguien y una semana… Una semana era vivir en el infierno.

Pero entre semana los lugares estaban casi muertos, al menos en esa época del año a las horas que podía ir él. La mayoría de la gente tenía una vida, no la parodia de ella que le quedaba a Elijah, y ésta se desarrollaba por el día, al menos de lunes a viernes.

Tras un par de horas sólo había tenido un éxito moderado, el camarero del local, que desde el principio le había puesto ojitos, pero que en la penumbra del sitio al principio había descartado, al confundirle con una chica de aspecto ligeramente masculino. El problema era que cuando llegó el momento, el muchacho parecía de los extremadamente discretos e insistía en esperar a acabar el turno - dentro de dos horas - y hacerlo en su casa… que estaba en Providence: ir, venir, estar un rato, total 4 horas. Le partiría la noche y le ocuparía la mitad del tiempo que le quedaba, otro problema más de su nueva vida, antes volver de día a casa o quedarse a dormir en casa de un extraño no era un problema ni una limitación.

Mientras pensaba si acudir a la cita con el camarero andrógino, aprovechó para tratar de enterarse de dónde vivía April. Su contacto resultó un poco más difícil de lo que esperaba, pero su amabilidad como respuesta a su rudeza, rayando en la falta de educación y amenazando con provocar a su bestia, tuvo su recompensa y tras repetirle el teléfono y mofarse porque no distinguiera que no le contestasen con tener mal el teléfono, acabó por darle la dirección, más que nada para que le dejase en paz. A Elijah no le pasó por alto que el tipo sentía por April lo mismo que le llevaba a maltratarle a él: un menosprecio condescendiente por el que había caído por el camino.

La chica no seguía viviendo en Rochester, como ya se había supuesto. Tenía un ático en uno de los rascacielos más pequeños de la Back Bay, apenas a 25 minutos andando desde el taller de Frank.

Notas de juego

 

Has hecho la tirada de cazar, pero no la descripción, entiendo que prefieres que sea yo quien decida qué y cómo pasa. En principio 1 éxito te permite volver a tirar con +1 dado, así que lo planteamos como la posibilidad de conseguir una tirada de 2 éxitos automática si quieres o no tirar y no perder las 4 horas.

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10/06/2015, 17:58
Elijah Page

Notas de juego

Ay. Se me olvida siempre lo de los unos, tanto en la tercera edición como en tu sistema. Tengo gravado a fuego que si hay mas unos que éxitos es una pifia XD. Estaba esperando tu mini relato en el que Chuck Norris me veía sacar los colmillos antes de tiempo y me cruzaba la cara o algo así. Ahora me pongo a ello.

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10/06/2015, 19:03
Elijah Page

Sentado en la barra de aquel garito se analizo un poco. ¿Por que seguía queriendo sexo? Había dejado atrás respirar, comer, dormir (en el sentido tradicional, al menos)  y, en general, todas las necesidades de la vida. ¿Por qué seguir necesitando satisfacer ese vicio? ¿Por qué la sangre consumida sin él no le alimentaba? Había leído algún articulo en revistas sobre el sexo tántrico y la energía sexual. Quizá todo eso del kundalini era más real de lo que parecía. Sospechaba que la sangre no les alimentaba por el hierro o los glóbulos blancos, sino que era por algo más místico. Además el apodo de su clan era "degenerados", así que no podían acusarle de desencajar, sino de todo lo contrario.

Miro al chico andrógino. Debería rechazarlo. Centrar su tiempo en cumplir la misión. Pero no podía jugársela, ya había demostrado su auto control frente al monstruo que vivía en su interior. No era un perro al que tratar de controlar. Era uno que te tiene acorralado contra la esquina de la habitación y al que tiras toda la comida que puedas conseguir para posponer que tu mismo seas devorado. Necesitaba estar completamente lleno, por mucho tiempo que le costara lograrlo. Se suponía que el tiempo ya no era un problema para él.

Todas estas escusas se dio a si mismo para esperar dos horas por un camarero desgarbado. Pero había lago más, algo  que le resultaba  duro de asumir. Necesitaba mimos, y que le pusieran ojitos, necesitaba que, al acabar, le abrazaran y acariciaran. Sentirse una persona valida, valiosa, no alguien prescindible, e indigno de afecto. Necesitaba de los demás el amor que no podía darse a si mismo.Se sentía así desde la adolescencia, y haberse vuelto un muerto viviente y un asesino no ayudaba. Por eso esperó a que aquel chico terminara su turno, sus miradas de deseo le hacían sentirse mejor. Aunque el que solo fuera algo sexual luego le hiciera sentirse sucio y un objeto, aun más necesitado de afecto. Hundiéndole un poco más en su particular circulo vicioso. 

Era carne de psicoanalista. Lastima de mascarada. 

***

Aquel chico podría acabar muerto con la garganta abierta a mordiscos y su cuerpo empapando de rojo las sabanas mientras un Elijah salvaje e incontrolado lamia la herida como una hiena. Pero, en cambio, disfruto de una buena noche. Fueron a su casa, mientras el fotógrafo "fumaba" hachís y le ofrecía. Ya fuera por fumar activa o pasivamente, eso justificaría su posterior mareo. Metidos en su cama, le animo a ir más rápido, a embestirle más de golpe. Necesitaba que le doliera, porque era un asesino y si no se castigaba el mismo no iba a hacerlo nadie. Cuando su compañero llegó a los espasmos del orgasmo, le clavó los colmillos. Acariciándole el pelo mientras sorbía entre sus temblores. Ya saciado se recostó hacia atrás apoyando la cabeza del chico contra su pecho, pero rápidamente fue el quien se tumbo a su costado, cambiando los papeles. Se acabo tener la cabeza de nadie sobre su pecho, al menos mientras la ausencia de latidos fuera un secreto que preservar. Además escuchar el corazón de su victima latir era reconfortante, se había alimentado con éxito, sin heridos. Y, por un momento, se sentía conectado. El tenia parte de la sangre que ese musculo bombeaba. Los mimos que hubo después eran lo que realmente había venido a buscar, pero no se permitió ni diez minutos de ellos antes de decir que debería irse y salir prácticamente en fuga.

***

Termino de exponer los detalles a Frank:
-Eso fue lo que me contó el camello sobre la droga y sobre la modelo, ¿te lo puedes creer? Prostituta de baño de discoteca. Por eso he pensado ir a hablar con ella ahora mismo, aunque va a ser una visita muy rápida y a horas muy extrañas. Por suerte vive aqui cerca. Quizá hablando con ella, si me cuenta sus sensaciones con la droga, pueda averiguar si es sangre de vampiro, y si no le financiare su siguiente chute, a cambio de que me consiga otro para mi que entregar a Amûnet.- Se pone un poco cohibido antes de añadir -aunque si te parece buena idea me temo que en realidad quien puede financiarlo eres tu. Prometo devolvértelo cuando retome mi carrera. De hecho, ya que voy a fingir contratarla, quizá aproveche para contratarla de verdad. Hay belleza en la decadencia. Si sabes poner una iluminación adecuada. 

- Tiradas (1)

Motivo: Autocontrol

Dificultad: 7

Tirada (4 dados): 8, 2, 10, 8

Éxitos: 3

Notas de juego

Le tomo dos puntos de vitae y relleno la reserva

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10/06/2015, 20:30
Director

Volver desde Providence en el autobús nocturno le había dejado con el tiempo justo para ir a ver a Frank. Para colmo la ruta del autobús pasaba frente al parque maldito donde Ernst... donde él se había ido. Se preguntaba si, como dijo su sire, llegaría el día en que no le importaría, en que podría pasar por allí sin que la sangre amenazara con salirle por los ojos y para ese día seguiría existiendo el parque. Recordó por un segundo la primera vez que vio llorar a Frank y cómo pensó que tenía Evola, o algo así.

La conversación con su sire no dio para mucho, de hecho estaban cerrando ni siquiera estaba ya Sharp en la oficina.