Partida Rol por web

Cuando la normalidad se hizo en la taberna, las conversaciones comenzaron a fluir de nuevo, pero duró poco la calma, pues el senescal entró de nuevo pocos minutos después y con un ademán hizo callar a los músicos:

-Ciudadanos de Bree, disculpen todos este inusual interrupción de los festejos, pero los acontecimientos así lo requieren.

Tras el senescal aparece un hobbit de aspecto acomodado de unos sesenta años, amoratadol, con sus caras ropas sucias y ennegrecidas y sangrando por un costado, y tras él el mismo guardia que vino a buscar al mandatario.

-Este hobbit es Bantobo Sacovilla, y se dirigía a la feria desde Hobbiton con una carreta cargada de mercancías para la venta. Fueron sorprendidos por bandidos, en gran número que acabaron con toda la expedición -mientras habla, el rostro del Hobbit refleja profundo pesar, pero aún así le hace una seña al senescal para continuar él la historia.

-Hacía poco que cruzamos el puente del Brandivino, en el camino del este. Nuestra caravana la componían tres carretas, e íbamos siete hobbits, algunos jóvenes y fuertes y... mi hijo, de tan sólo 15 años de edad. No los escuchamos, y cayeron sobre nosotros sin darnos opción -habla con un hilo de voz, tan afligido que en toda la estancia no se escuchaba un murmullo-. Yo recibí una lanzada en el costado, y caí inconsciente. Cuando desperté vi a todos mis compañeros muertos, todos -rompe a llorar mientras habla, pero continúa estoicamente-. Se llevaron las mercancías y los ponys, que ya poco me importan, quemaron las carretas y... mi hijo, desaparecido, se han llevado a mi hijo. Estuve buscando por los alrededores, y sólo vi algunos rastros que se adentraban en el bosque viejo, pero no encontré a mi hijo y traté de correr todo lo posible hasta llegar aquí.

Tras la perorata el hombre rompe en sollozos y el senescal vuelve a tomar la palabra.

-Ciudadanos de Bree y visitantes. Yo, como senescal de la Feria de Otoño, ofrezco tres hombres de la guardia de la Feria para ir en busca de los bandidos, y tratar de recuperar al hijo de Sacovilla y su mercancía. No me es posible desprenderme de más hombres, por lo que pido la ayuda de todo el que pueda y quiera ayudar a este anciano que lo ha perdido todo. Convoco al corazón y ofrezco el 50% del valor de la mercancía encontrada, así como una generosa recompensa por el hijo del hobbit. Los que estén interesados que me acompañen, el resto, lamento que el inicio de la feria se vea empañado por tan desagradable acontecimiento.

Tras sus palabras le hace un gesto a Mantecona, quien sale de la barra para acompañar al dirigente a otro salón de la posada, seguido por el hobbit y el guardia.

 -Mi nombde ez Guégodi -parece pensárselo mejor- el Gdán Gdégodi, a zu zevicio -termina con una pequeña reverencia durante la cual se le cae la capucha en la cabeza, pero rápidamente se la quita de encima-. Y dizcúlpeme zu zeñodía -le responde, tras reincorporarse rápidamente, al otro hobbit que se ha acercado- pedo zi tal coza le padece eztraña,a pezá de zé muy normal entde loz hobbyz de mi claze, zedá podque zu codta educación no pedcibe que entde loz de mi alcudnia hay tamaña cantidá de nombez y apedidoz famozo, que zi loz tuvieda que citá cada ve que me pdecento, eztaría hazta el amanecé habdando de miz iluztrez apedilloz y loz de miz familiadez. Y loz ricoz hobbyz con loz que zuelo hablá, puez lo mizmo. Y nadie habladía de otda coza. De modo que al finá, nozotroz loz gdandez noz limitamoz en nuezta humildá a da zolo un nombde beve ¿Entiende, zeñó hobby? -concluye terminando la cerveza de otro trago, con lo que podría decirse que casi ha bebido su propio peso en cerveza-.

Entonces entró el alguacil con su petición de auxilio. Al joven Gregori le brillaron los ojos mientras oía la historia, quizás por el efecto del alcohol, o quizás porque su sangre noble le hacía emocionarse con aquellas historias dramáticas que sazonaban su vida. En cualquier caso, cuando se pidieron los voluntarios, el hobbit fue el primero en trepar con bastantes dificultades por la barra del bar, primero agarrando el borde con ambas manos para a continuación dar un salto, y patalear salvajemente con sus piernecitas hasta por milagro acabar coronando la cima.

-¡Cuenta con mi ezpada! -exclama con su voz aflautada en mitad del silencio, mientras desenvaina una espada corta mellada y sucia de entre sus sucias ropas- ¡El Gdam Guégodi zalvadá a tu hijo!

Hasta ahora el ritmo de los acontecimientos habían mantenido a Giroth pendiente de ellos. La llegada de nueva gente, las palabras de sus compañeros de conversación, el estropicio de un humano con la bebida de un enano y, lo más importante para el buscavidas, el acontecimiento de los bandidos. Desde el momento en que el senescal había abandonado la posada, el instinto de de Giroth se puso en marcha y llegó a la rápida conclusión de que problemas en la feria podrían suponer ingresos para él. 

Ya no importaban las palabras de sus compañeros y mucho menos cuando volvió a entrar el senescal confirmando el hecho de que Giroth podría sacarse algún dinerillo.

Estaba apurando la cerveza cuando la voz de Gregori, uno de los hobbit que le acompañaba, saltó por encima de la del resto de presentes ofreciendo su espada para la misión de rescate. 

Parece que voy a compartir con el este pequeño más que unas meras palabras de taberna...

Una vez tomada la decisión de participar en el rescate y esperando que el senescal volviera, intentó recordar dónde había quedado la conversación...

- Vengo de la Ciudad Blanca. He recorrido un largo viaje de aldea en aldea buscándome la vida como he podido - hizo un pausa para coger un pedazo de pan y llevárselo a la boca - La verdad es que la feria en Bree ha sido pura casualidad,... 

¡Bendita casualidad!

- Ahora, caballeros, si me disculpan, creo que presentaré mis respetos al senescal y el pobre hobbit que ha perdido a su hijo. Maese Gregori, ¿venís conmigo?

Cogiendo otro pedazo de pan el humano se despide de sus compañeros de tertulia y camina hacia la habitación donde han ido el senescal, el posadero y el hobbit. 

(Antes, durante y tras la primera actuacion del Senescal)

El imponente enano llega finalmente a la barra, no sin fijarse antes de la presencia de un misarable y asqueroso elfo... Malditos y bastardos ladrones de terrenos...Buaggg!... donde le espera esa deliciosa y enorme jarra de cerveza... Si señorrrr, como debe serrrr, sin esperas... porrrr algo El Poney Pisadorrrr es conocido incluso en Tumunzaharrrr dice entre dientes al llegar a la barra, levantar la jarra y dar un largo trago que logra saciar en parte su sed... Tras posar la jarra, puede apreciarse una nube de espuma sobre su frondoso bigote y barba, que acto seguido se limpia con el puño... ahhhhh!!!! Deliciosa!!!

Apenas le da tiempo a volver a coger de nuevo la jarra, siiii, otrrrrooo sorrrrbo para saciarrrr mi sed..... cuando un flacucho humano, con su flachucha armadura, y su flacucha espada derrama toda su cerveza por la barra llegando incluso a salpicar algo la cara y barbas de Tosur... PERROOOO QUE RRRAYOSSS....!!!!! Sin tiempo para decir nada mas y encararse al humano, este ofrece sus humildes disculpas y le convida al doble de lo que estaba bebiendo... Sin decir nada, tan solo poniendo cara de perro enseñando toda su dentadura, grrrrrrrrrrr!!!!! Tosur recoge ambas jarras y bebe de ambas, derramandose algo de cerveza en su armadura y nuevamentes en sus barbas... Parece que el embriagador aroma de la cerveza de Mantecona ademas de calmar su sed hace lo respectivo con su temperamento.... Estamos de suerrrte... esta me sale grrratis!!!

Con todo este pequeño altercado o revuelo, apenas se fija en los demas individuos de la taberna, ni falta que hace, en las conversaciones de los mismos, y mucho menos en las palabras y salida de la persona que se ha referido a toda la posada...

(Durante y tras la segunda actuacion del Senescal y de Bantobo Sacovilla)

Algo mas contento, quizas la palabra seria algo ebrio pues siete jarras de cerveza empieza a ser un numero considerable incluso para un fornido enano, Tosur se muestra sonriente, podria decirse afable si esa palabra existiera en su vocabulario, e incluso se podria decir que seguia ligeramente el ritmo de la musica, si la longitud de sus piernas lo permitiera... montar a caballo y sobre todo bailar nunca han sido unas acciones estrechamente relacionadas con los enanos y menos con Tosur...

De repente su semblante cambia al ver entrar en la taberna al Senescal, a un guardia de la ciudad y a un pobre hobbit magullado y con los ojos llorosos... Tosur reconoce el peligro y los problemas incluso con varios litros de nectar amarillo en el cuerpo... o no? Tosur escucha todo lo atento que puede al Senecal y posteriormente el relato del pobre mediano, malditos ladrrrronesss, hip! si no tuvierrra que seguirrr hip! bebiendo hip! esta rrrrica cerrrveza, iban a saberrr hipppp! ellos como se las gasta Tosurrr hippp!!!! hijo de Teburrr de la Montañas Azules hipp!!!!.... masculla al finalizar el hobbit y levantando de nuevo la octava jarra de cerveza...

(Tras la tercera actuacion del Senescal)

... que termina en un trago excesivamente largo, de forma que apura al maximo esa octava jarra mientras que, un mediano con habla extraña en primer lugar, y seguidamente un humano zarraspastroso se muestran deseosos de ayudar al pobre hobbit...

... Ajá!!! Asi que generosa recompensa, ehhh???....

Con abundante espuma sobre sus barbas, totalmente ebrio, y levantando su enorme hacha en alza, Tosur comienza hablar en voz alta....

- SEEEE... HIP! NESCAL!!! HIPPPP!!!  OOOOF...FFRRRRRE HIIPP!!.. EZZCO HIPP!!! MIIII HIP! HAAAC...CHA HIPP AHHPP!!!! PAAA...RRRRRA.....

Acto seguido, sin poder acabar la frase pero dejando clara su intencion, Tosur se desploma hacia atrás, cayendo boca arriba al suelo, totalmente borracho haciendo un estruendoso ruido, y roncando como un puerco...

Escucho jarra en mano la explicación del senescal, así como el relato del mediano. Luego el extraño dialecto del otro hobbit me genera una pequeña mueca sonriente, y ni hablar del enano cayendo a mi lado.

De un trago termino mi jarra, la apoyo sobre la barra y al ver que el mediano de acento chistoso y otro hombre se dirigen tras el senescal, el hobbit y Mantecona levanto una maño y les grito...

- Hey! Dénme una mano con nuestro amigo aquí. Yo  también iré a ayudar al comerciante y creo que cuando se le pase la borrachera su gran hacha será de ayuda...

Me agacho, levanto al enano de las hombreras de la armadura hasta ponerlo en pie, sin embargo vuelve a tambalearse y cae de frente al suelo... Me rasco la cabeza, lo levanto nuevamente, y me mantengo agachado con su brazo sobre mis hombros, esperando que alguien venga a ayudarme.

Mientras ese enclenque de humano intenta levantar al gran Tosur, este permanece profundamente dormido, incluso despues del segundo golpe... sus ronquidos van en aumento, y una pompa de moco se hincha y desaparece intermitentenente a un frecuencia considerablemente alta...

Enanos. Fieros en la batalla, astutos con un hacha en la mano... Sin duda, el brazo del enano sería una gran ayuda si finalmente podían ayudar al pobre hobbit a recatar a su hijo. Giroth se da la vuelta y asiente con la cabeza.

- Veamos si podemos echar una mano antes por aquí. ¿Os parece, Gregori?

Sin esperar la respuesta del hobbit, camina hacia el enano y se remanga los brazos. Al llegar se cruza de brazos y da una leve carcajada.

- ¡Ja! Creo que vamos a necesitar más manos - dice a modo de chanza - He visto muchos enanos en mi vida, pero creo que este es el más grande que he visto. Venga a la de tres - se agacha y empieza a contar - Una, dos y...

Tosur empieza a notar demasiado sobaqueo, por lo que se despierta de repente todo alterado...

- COMO? QUE? HIP!!! QUE PASA AQUI!!!!! QUIETOS!!! QUITARRRRME LA MANOS DE ENCIMA DELGADUCHOS HUMANOS!!!! TABERRRRNERO!!! UNA JARRRRA DE CERRRVEZAAA!!! HIP! en ese momento vuelve a tambalearse un poco.... wooeeeeeeoooooo!!!!! Que marrreo porrrr Aulë!!!! hip!!! Quizas debierra tomarrrr el frrrresco.... dice cayendo de culo al suelo, y manteniendose sentado durante unos instante con cara de asombro y borrachera simpatica...

 Giroth retira las manos del enano y se pone de cuclillas para ponerse a la altura del enano sentado en el suelo. 

- Bienvenido, maese enano - dice dándole una palmada amistosa en la espalda - Creo que será lo oportuno. Vayamos fuera un momento para tomar el aire fresco y después vayamos a prestar nuestros servicios... ¿Recordáis? El hobbit, su hijo raptado... 

Tosur siente como su espacio vital es invadido por ese humano...

- ... eh! si.. ah si!! hip! Y la rrrrecompensa! hip! No olvidemos la grrratificante rrre- hip!! compensa!!!

Finalmente se levanta torpemente y se dirige hacia la salida de la taberna dando tumbos, acompañado por el humano...

Suelto al enano por segunda vez, y me tapo la cara nuevamente al ver que por segunda vez, je, cae al suelo.

-No se si sería una buena idea.. el aire fresco puede llegar a marearlo aún más...

Miro al espadachín y le guiño un ojo..

-Además seguramente alguien con la resistencia de un enano de vuestro linaje seguramente podrá resistir unos minutos mientras el hobbit nos dá mayores detalles para que lo ayudemos..

Parado al lado de la puerta y viendo como el enano trataba de recomponer sus ideas, sigo mirando de reojo para ver si algún otro aventurero en la posada atina a levantarse.

Impacientándome por el enano que se toma demasiado tiempo, y recordando el apetito voraz de esos seres trato de acerlerar un poco su regreso...

-Sabes? he oido que los hobbits son grandes cocineros... Seguramente además de la recompensa, si recuperamos a su hijo dará un gran baquete en nuestro honor... se imaginan? ciervo ahumado... esa carne jugosa con el toque justo de grasa para hacerna tierna y sabrosa...

Antes de llegar a la puerta de la taberna, Tosur se da la vuelta como puede, todavia torpe al oir una de sus palabras preferidas....

- Cierrrrvo! He oido cierrrrvo? dice sin apenas mostrar ya casi signos de su borrachera... donde?

Giroth mira al humano que les acompaña y niega levemente con la cabeza.

No sé si la mejor carta e presentación es un enano ebrio...

- No creo que el aire fresco le venga mal... - el espadachín mira al enano - Aunque, si vos os sentís mejor, podemos ir yendo.

El elfo escucho atento la intervención del hobbit y el Senescal de la feria. Sin duda este último llevaba la razón, si aquel pobre padre de familia quería encontrar a su hijo vivo o muerto la única posibilidad de hacerlo era montar un grupo de voluntarios que se dedicaran a buscarlo, con aquella multitud de gente por los alrededores de Bree el número de guardias disponibles para el rescate sería muy pequeño.

Aquella era una muy buena oportunidad para entrar en acción y de paso ayudar al conpungido hobbit por lo que Narmo no tardó en decidir que se uniría al grupo de rescate. Lo que ocurrió después no le gustó tanto, y es que una taberna en tiempo de fiestas no es un sitio demasiado bueno para reclutar aventureros capaces de llevar aquello a buen termino. Los voluntarios que se iban presentando eran examinados con lupa por el elfo, un hobbit que o bien estaba demasiado borracho como para hablar o tenía algunos problemas para comunicarse, un enano que sin duda estaba demasiado borracho, a secas... aún así Narmo se levantó y se despidió cortesmente de sus compañeros de mesa.

-Siento dejaros amigos, pero creo que ire a ayudar a ese hombre, sin duda lo necesita. Gracias por la agradable compañia y por permitir que me siente con vosotros para descansar un poco, será dificil que volvamos a encontrarnos pero si lo hacemos y puedo devolveros tan amable gesto, lo haré-

Sin postularse públicamente como voluntario, el montaraz se dirigió a la sala donde el Senescal se reunía con el grupo de rescate.