Partida Rol por web

No había más que rascar, y el grupo salió del reservado para avituallarse antes de la partida. Para salir de la posada había que pasar por el salón principal, donde de nuevo la música sonaba y las risas y el jolgorio lo inundaba todo, tanto o más que los efluvios de la cerveza y de la carne asada tan característica de Mantecona. Esto es la Feria de Otoño, y por muy lamentable que sea la situación de Sacovilla, el resto de Bree no va a dejar de disfrutar de su fiesta anual.

Fuera cae una fina lluvia, y mientras unos van a recoger los enseres, los dos eorlingas, quienes, a pesar de lo que podría esperarse, no se conocen de nada, van a por sus dos fantástiscos cabalos mearas, que esperan tranquilos y con su porte orgulloso. En el exterior poca gente circula, pues quien tiene ganas de fiesta está en la taberna, y el resto duermen esperando hacer mañana buenos negocios.

Una vez todo está dispuesto, Hal os dice:

-Es el momento de partir. Tomaremos el camino del este hasta el lugar del encuentro, antes del puente del Brandivino, tal y como el buen Sacovilla nos ha dicho. Espero que no estén muy cansados, pues viajaremos de noche, y puede que no tomemos un buen descanso hasta mañana bien entrado el día, cuando tengamos alguna pista a la que agarrarnos. ¿Están ustedes de acuerdo?

Tras la respuesta, sea cual sea, os ponéis en marcha por el viejo camino del este, en dirección a la comarca. Vais todos a pie, y bastante cargados de vituallas, por lo que el ritmo es lento, mucho más de lo que sería recomendable. De vez en cuando los dos jinetes se adelantan para reconocer el camino, pero a estas horas de la noche no hay un alma. Todo está tranquilo.

Un par de descansos solo, durante todo el camino, y alguno ya empieza a sentirse agotado, hasta que al fin, casi al alba, llegáis al lugar de la emboscada, y de eso no hay la menor duda, pues los restos de las carretas están todavía en el camino, atufando a carbón, pues están todas quemadas. En el suelo hay seis cadáveres de hobbits, de distintas edades y tamaños, todos con heridas violentas, entre golpes certeros en la cabeza y puñaladas en espalda y pecho. No hubo tregua para los medianos, ni piedad alguna.

Asombrados por la violencia del ataque os permitís unos segundos, con los que superar la horrible visión que se os presenta. Y si antes teníais la firme intención de rescatar al hijo de Sacovilla, ahora tenéis también el deseo de hacerles pagar lo que han hecho.

Gregori comienza a cantar al poco de salir de Bree, ya que bailar no puede pues prácticamente lleva su peso en enseres. Parece estar bastante feliz de salir de aventura, y camina a buen paso ignorando la lluvia y el sueño, como si llevase haciéndolo durante toda su vida:

-Vamo a viajá, viajá viajá
pod donde todoz han iiiiiido
y como Guégodi tambien va
el viaje no zedá abudiiiiiido.

Tadadadá tadá tadá -termina canturreando más para si que otra cosa. En algún momento, antes de perder de vista a Bree, se para para echar un último vistazo a la aldea que ni de noche duerme.

Sin apenas poder responder a la pregunta de Hal, Tosur y los demás comienzan a andar....

- Clarrro que estamos de acuerrdo! Estoy mas que impaciente porrrr parrrtir!!!!jajajajaja Los enanos no nos cansamos jamas!!!! dice entre dientes....

Caminan durante toda la noche. Para Tosur no es mas que un simple paseo bajo la fina y refrescante lluvia y las hermosas estrellas del firmamento, incluso cargando con su equipaje y parte del resto... Realmente se le ve radiante y deseoso de entrar en acción, como un galgo que espera ser desatado en busca de una liebre...

Sin embargo, al llegar al punto de encuentro, lugar de la maldita emboscada, la cara de Tosur cambia por completo... una rabia interna le invade, como si jamas hubiera tenido dicha sensación o sentimiento....

- Grrrrrrr!!!!! Porrrr donde? Porrrr donde? Porrr donde han ido?? Soy malisimo siguiendo rrrrastrrrros... alguien tiene que saberrr porrr donde han ido esos lacayos del maldito Melkor!!!! GRRRRRRRRR!!!!! dice con cara de perro soltando todo su equipaje, cogiendo con ambas manos su hacha de guerra y poniendose en postura de ataque medio encorvado....

Narmo fue uno de los primeros en estar listo para partir, estaba contento de no tener que pasar demasiado tiempo en un lugar tan abarrotado de gente como Bree en esta época del año.
Sin duda formaban un grupo bastante pintoresco, con representantes de muchas de las razas que poblaban la Tierra Media, desde los tozudos enanos a los valientes eorlingas, pasando por los escurridizos hobbits, no era demasiado común ver algo así.

El avance del grupo no fue tan rápido como al montaraz le hubiera gustado, los cortos pasos de algunos de sus integrantes y la excesiva carga de otros hacían que el viaje fuera lento. Narmo avanzaba próximo a la cabeza del destacamento, con la capa cerrada y la capucha puesta para protegerse de la fina lluvia. Aquel camino era un lugar bastante concurrido cuando el sol estaba en el cielo, pero al parecer quedaba desierto en cuanto este se escondía; de todas maneras, y tal como había dicho el Senescal, entre todos formaban un pequeño ejercito y nadie se atrevería a atacar a un grupo tan grande y bien armado.

Cuando se acercaba el alba, el lugar de la masacre se presentó de súbito ante ellos en forma de carretas y cadaveres calcinadosy esparcidos por todo el suelo. El elfo vió como algunos de sus compañeros hicieron gestos evidentes de repugna, o como otros, como el enano, se ponían en posición de guardia esperando que los asaltantes salieran de los lindes del camino dispuestos a luchar; sin embargo el montaraz sabía que aún pasaría algún tiempo para encontrarse con ellos, puesto que habría que seguir su rastro hasta quién sabe donde.

Sin más tardar, Narmo de puso a examinar con ojo experto el lugar, dispuesto a saber lo que allí había ocurrido hace unas horas, algunas cosas eran evidentes, como que no habían tenido piedad con aquellos medianos, pero seguro que encontraba detalles ocultos que les serían de ayuda, como en que dirección se habían retirado los asaltantes o cuantos eran.

Giroth había intentado mantener alguna conversación con todos los miembros del grupo para intentar conocerlos mejor durante el viaje. Al parecer, la sangre de burócrata que corría por sus venas le servía para algo. 

Al llegar al lugar de la emboscada el silencio entre los compañeros es roto solo por la voz de Tosur en la que se perciben los fuertes tonos de la indignación. Sin embargo, ni siquiera la rabia del enano perturba el silencio interior del espadachín. Resultaba raro. Giroth había muchos cadáveres en su viaje desde el sur. Muchos de ellos caídos bajo su propia espada. Pero esta vez era distinto. Tal vez, el hecho de tratarse de hobbits trastoca la visión del humano.

Mientras el elfo se pone manos a la obra con el rastro, Giroth se acerca al hobbit más cercano de los que yacen en el camino y se agacha para contemplarlo intentando no entorpecer al montaraz.

Narmo, Adrahil y Gregori se disponen a seguir los rastros dejados por las huellas, lo que resulta en principio algo tan sencillo que un orco borracho podría hacerlo. Las huellas, de bastantes huellas humanas se adentran en el bosque, y el lugar por donde lo hacen está claramente delimitado por los montaraces y el explorador. Hecho eso, se afanan en determinar la naturaleza de las huellas y el número.

La labor de los montaraces y el pequeño hobbit en conjunto es de gran eficacia, y entre los tres determinan que han sido entre 14 y 16 bandidos, con poco margen de error. Llegaron desde los dos lados del camino, sin duda escondidos a la espera de alguna caravana. Al llegar a su altura, todos cayeron como un vendabal sobre los desprevenidos hobbits y descargaron una gran furia sobre ellos. De hecho, Giroth advierte que hay medianos con heridas de diferente tipo, lo que indican que fueron heridos de muerte por más de una persona al mismo tiempo. Sin duda fue una suerte que Sacovilla saliera vivo, un descuido desconcertante, dada la fiereza del ataque.

El en lugar donde cayó Sacovilla, donde se ven claras las huellas del hobbit dando vueltas por los alrededores, e incluso acercandose a la entrada del bosque, buscáis bien otro rastro del hijo, y veis en principio algunas huellas que luego desaparecen, por lo que deducís que lo cargaron como un fardo y se lo llevaron junto al botín.

Dadas las circunstancias creéis que no os va a ser difícil seguir un rastro tan burdo y tan claro, y más con todo el material que arrastran, aun contando con la dificultad de rastrear a través del bosque viejo.

Durante el viaje...

Mientras cumplíamos funciones de avanzada, era normal que la sangre tirara para averiguar un poco más sobre mi compañero de monta.

- Amarath, no es cierto? De que región del reino eres? Mientras sonrío le digo.. Apenas he escuchado unas palabras tuyas, por lo que no llego a reconocer el acento...

(Imagino que luego de la respuesta nos topamos con la escena, así que espero la respuesta y la seguimos después...)

En el carruaje...

La escena era lamentable.

(En Rohirrico) Argento, mi amigo, algo me dice que esta no será la última escena desgraciada que veremos...

Bajo de mi caballo y reviso los cadáveres de los hobbits. Meto las manos en los bolsillos para ver si encuentro alguna moneda y busco algún indicio del origen del ataque.

Aboldir no encuentra nada, salvo lo dicho anteriormente. Ningún cadáver tiene nada de valor, y su orien está claro, venían de la comarca. En cuanto a los bandidos, nada han dejado que pueda identificarles, salvo sus burdas pisadas.

Monto nuevamente a Argento mientras miro a mis compañeros que están examinando las huellas.

- Y bien? tienen idea contra cuantos nos enfrentamos?

Ajusto bien la silla y me acomodo la armadura.

- Solo han visto huellas de botas.. nada de herraduras? puede que fuera del camino encontremos algo más... Sigamos el rastro.

Y me acerco con mi caballo a donde está el rastro.

Tosur observa al elfo impaciente...

- Brrrr... que? que? algún rrrastrro??? A que esperrramos!!!! Corrrrramos trrrras esos asesinos!!!!! Grrrrrr

Tosur se calma ligeramente pero sin dejar de poner esa cara de rabia. Recoge el equipaje que se echa nuevamente a la espalda, se lo ajusta, y hacha en mano se acerca al elfo y a los montaraces observando el suelo... Vamosss!!!!!

Narmo, Adrahil y Gregori, que al parecer sabía hacer algo más que beber cerveza y decir estupideces, rastrean bastante bien la zona. Los rastros eran  evidentes y antes de partir bosque adentro, Narmo informó a sus compañeros de viaje -El ataque lo perpetraron entre 14 y 16 humanos, todos a pie, los rastros son bastante evidentes y no creo que sea demasiado dificil seguirlos, tranquilo Tosur...-dijo hablando por primera vez con el enano- ...son un grupo muy grande y andan cargados, llegaremos pronto a su altura o a su escondite-El montaraz salió del camino por donde se supone que partieron los bandidos-El hijo del mediano parece que sigue vivo y a pasado a formar parte de la carga, todo son buenas noticias por ahora, demasiado buenas...- Acabo apostillando en señal de sospecha de que no era normal que todo fuera tan facil.
Mientras, miraba las caracteristicas de aquel bosque llamado "el bosque viejo" e intentaba seguir el rastro de los asaltantes con los otros rastreadores en la vanguardia del grupo.

Algo cambia en el ánimo de Giroth mientras contempla el cadáver de los hobbits. El humano se levanta suspirando. De espaldas a sus compañeros mira hacia el bosque.

- Pues no entiendo qué hacemos parados - el tono del espadachín se torna extraño, triste - ¿Hacia dónde, Narmo?

Al escuchar al espadachin, Tosur se yergue.... Pues eso opina un serrrrvidorrr!!! grrrr

Gregori no dice gran cosa tras comunicar sus descubrimientos a Narmo para que él se los explaye al grupo, simplemente se pasea por la zona de la masacre contemplando con mirada melancólica a los hobbits caidos. De vez en cuando se para para mirar alguna cara, o para remover un objeto con el pie y después dejarlo donde estaba.

Aunque el conciso examen de la situación no ha llevado más de cinco minutos, el gondoriano y el enano se muestran inquietos por su inactividad, por lo que el grupo comienza a adentrarse en el bosque. La vegetación es densa, y el piso muy irregular, lo cual va a suponer un problema para los mearas, aunque, de momento, les indican a sus dueños que pueden continuar el viaje.

Aunque no has estado nunca aquí, conoces leyendas sobre el bosque y hablan que tiene una reputación siniestra: se dice que los árboles pueden comunicarse entre ellos, desplazarse, cambiar y crear a voluntad sendas y caminos, y lo peor, que odian a los viajeros.

El terreno del bosque lo constituye una serie de lomas, rotas al sur por el profundo Valle del Tornasauce, donde circula el río Tornasauce entre cenagales, juncos y sauces. Unos profundos surcos cubiertos de espinos y densos matorrales cortan las abruptas laderas del valle, forzando al caminante a dirigirse hacia el río, que es el centro de las rarezas del bosque.

En 2340 de la Tercera Edad, los Hobbits de la vecina La Comarca crean la colonia de Los Gamos, una estrecha franja de tierra entre el Brandivino y el Bosque Viejo. Erigen la Cerca alta que les protege del bosque, desde el Puente de arcos de Piedra hasta la desembocadura del Tornasauce.

Aunque no has estado nunca aquí, conoces mucho sobre el bosque. Limita al norte con el Camino del Este, con las Quebradas de los Túmulos al este, y con el Brandivino al sur y al oeste.

El bosque tiene una reputación siniestra: se dice que los árboles pueden comunicarse entre ellos, desplazarse, cambiar y crear a voluntad sendas y caminos, y lo peor, que odian a los viajeros. En la mitad sur dominan los fresnos y los robles, mientras que en la norte abundan los pinos y los abetos. Sin embargo, la mayor parte de los árboles pertenecen a especies desconocidas, aunque todos son altos, oscuros y espesos. Están cubiertos de musgo o líquenes con formas extrañas, mientras que sus raíces retorcidas se entrelazan, dejando poco espacio para la maleza en el suelo.

El terreno del bosque lo constituye una serie de lomas, rotas al sur por el profundo Valle del Tornasauce, donde circula el río Tornasauce entre cenagales, juncos y sauces. Unos profundos surcos cubiertos de espinos y densos matorrales cortan las abruptas laderas del valle, forzando al caminante a dirigirse hacia el río, que es el centro de las rarezas del bosque.

En 2340 de la Tercera Edad, los Hobbits de la vecina La Comarca crean la colonia de Los Gamos, una estrecha franja de tierra entre el Brandivino y el Bosque Viejo. Erigen la Cerca Alta que les protege del bosque, desde el Puente de Arcos de Piedra hasta la desembocadura del Tornasauce.

Aunque no has estado nunca aquí, conoces mucho sobre el bosque. Limita al norte con el Camino del Este, con las Quebradas de los Túmulos al este, y con el Brandivino al sur y al oeste.

El bosque tiene una reputación siniestra: se dice que los árboles pueden comunicarse entre ellos, desplazarse, cambiar y crear a voluntad sendas y caminos, y lo peor, que odian a los viajeros. En la mitad sur dominan los fresnos y los robles, mientras que en la norte abundan los pinos y los abetos. Sin embargo, la mayor parte de los árboles pertenecen a especies desconocidas, aunque todos son altos, oscuros y espesos. Están cubiertos de musgo o líquenes con formas extrañas, mientras que sus raíces retorcidas se entrelazan, dejando poco espacio para la maleza en el suelo.

El terreno del bosque lo constituye una serie de lomas, rotas al sur por el profundo Valle del Tornasauce, donde circula el río Tornasauce entre cenagales, juncos y sauces. Unos profundos surcos cubiertos de espinos y densos matorrales cortan las abruptas laderas del valle, forzando al caminante a dirigirse hacia el río, que es el centro de las rarezas del bosque.
En 2340 de la Tercera Edad, los Hobbits de la vecina La Comarca crean la colonia de Los Gamos, una estrecha franja de tierra entre el Brandivino y el Bosque Viejo. Erigen la Cerca Alta que les protege del bosque, desde el Puente de Arcos de Piedra hasta la desembocadura del Tornasauce.

Conoces poco sobre el bosque, aparte de que se cuentan leyendas acerca de que los árboles pueden comunicarse entre ellos, desplazarse, cambiar y crear a voluntad sendas y caminos, y lo peor, que odian a los viajeros. En la mitad sur dominan los fresnos y los robles, mientras que en la norte abundan los pinos y los abetos. Sin embargo, la mayor parte de los árboles pertenecen a especies desconocidas, aunque todos son altos, oscuros y espesos. Están cubiertos de musgo o líquenes con formas extrañas, mientras que sus raíces retorcidas se entrelazan, dejando poco espacio para la maleza en el suelo.

También sabes que es un antiguo y tenebroso bosque que se encuentra al este del río Baranduin (Brandivino), en la Tercera Edad. Es el remanente de los inmensos bosques que cubrían Eriador en tiempos antiguos, y que fueron talados por los Numenoreanos durante la Segunda Edad. Limita al norte con el Camino del Este, con las Quebradas de los Túmulos al este, y con el Brandivino al sur y al oeste.