Partida Rol por web

Los oscuros músculos de las piernas de VII se tensan brevemente bajo la ropa un segundo antes de que la descarga de adrenalina golpee como un disparo que invita a la carrera.

Su imagen apenas reflejada en la cristalera del pasillo tétricamente iluminado bajo las intermitentes luces de neón lo acompañan mientras recorre los metros que le separan de la criatura a toda velocidad. En sus pulmones el aséptico aire reciclado de las instalaciones se abre paso dilatando sus fosas nasales al tiempo que la ira desatada juega a su propio juego dentro de su cerebro.

En apenas un parpadeo ya ha recorrido el pasillo cercenando con su velocidad la distancia que le separa del monstruo que sabe no va a recibirle con los brazos abiertos. ¿O tal vez sí? se pregunta a si mismo.

La ironía es la única manera de combatir los nervios y alejar la sensación de que lo que va a poner en marcha es algo propio de la locura de un suicida. Pero al menos es él mismo. Y se siente libre...

La descarnada espalda de la criatura frente al hueco de la puerta de la sála de máquinas se acompaña de un intenso rugido que estremece sus músculos mientras sus brazos suben trazando la trayectoria de las Berettas que encañonan a su objetivo. Intenta en el último segundo alejar el miedo que le produce ese sonido inhumano, que bien podría helar la sangre en las venas de cualquiera que no hubiera sobrevivido a un primer encuentro con la criatura.

-Oye guapa, ¡He quedado con ganas de una segunda cita!- dice con una sonrisa burlona mientras apunta el cañón del arma. Vamos a jugar un rato, cariño... piensa de forma desesperada.

La primera ráfaga impacta en la espalda de la criatura y el violento traqueteo del retroceso confiere a VII un aspecto ferozmente endemoniado que los demás pueden ver desde el circuito de cámaras de vigilancia.

La criatura aulla de dolor y su espalda se arquea mientras su verdosa sangre salpica de nuevo el rostro de VII, y un parpadeo después se gira mostrando su mutilada lengua recuerdo del encuentro anterior, de nuevo enmarcada en una brutal pesadilla de dientes afilados como cuchillas.

Los ojos de VII se deslizan hacia el suelo al tiempo que la monstruosidad sin piel se avalanza sobre su presa favorita. Sus ojos parecen prometer que no dará pie a que se escape de nuevo. Este será el último baile para ambos.

Sobre el impoluto y blanquecino suelo iluminado por las intermitentes luces todo está salpicado por el verduzco líquido que anima los músculos de la criatura marcando el reguero que ha dejado desde su posición inicial.

Ahora o nunca... se dice VII...

Y con la mayor velocidad que puede desplegar se lanza a la desesperada hacia adelante en claro encuentro con la criatura que a su vez se lanza sobre él. El macabro baile comienza con un paso extraño a más no poder cuando el cuerpo de VII se gira de medio lado mientras el tiempo parece ir más despacio y la criatura se impulsa saltando sobre sus talones...

Los tacones de sus botas de VII resbalan sobre la sangre de la criatura y su espalda trata de equilibrar la posición oblícua que su cuerpo adopta para ofrecer un blanco más dificil. Intentando pasar entre el hueco que la criatura deja entre sus piernas...

Pero ese esfuerzo... no es suficiente.

El material antideslizante de las suelas de las botas esta vez juega en contra de su audacia, y queda apenas a unos centímetros de conseguir su objetivo mientras su movimiento pierde inercia con su espalda pegada al suelo. De pronto la sombra de la criatura planea sobre él. Sólo dispone de un segundo, quizás menos...

La pareja de Berettas abren fuego sobre el pecho y estómago de la criatura que ha tomado demasiado impulso sin preveer la acción de deslizamiento de VII.

Un nuevo aullido rompe el silencio del laboratorio mientras la criatura rueda sobre si misma, dándole el tiempo justo a VII para incorporarse casi a gatas y lanzarse a la desesperada por el hueco que lleva a la sála de máquinas del laboratorio.

VII se vuelve y camina despacio hacia atrás con los ojos fijos en los de la monstruosidad.

Vamos cariño, sigueme el juego... Ven a por mi, sabes que lo estás deseando... transmite su mirada. Por un segundo la criatura parece dudar y teme que el plan no salga bien. Que todo se venga abajo...

Pero los ojos brillantes de la criatura ahora destilan odio. Su rojiza ausencia de piel se encuentra bañada por sus propios fluidos verdosos, y visiblemente magullada se incorpora con un nuevo rugido que arranca suavemente desde lo más profundo de su garganta...

FlyBy se sitúa detrás de VII, lo suficientemente cerca como para reaccionar a sus acciones, pero lo bastante lejos como para que en cuanto él se encuentre al alcance de la bestia ella pueda seguir adelante con su ruta alternativa, y con el plan.

El valiente tipo vocaliza mientras se gira hacia ella: Des-pa-cio. Luego hace un 3 con los dedos, y sigue -No te mue-vas, tra-se-ro-bo-ni-to-. Ella asiente levemente. -No te dejes matar, rambo. -Y entonces él sale como una exhalación hacia delante, en busca de su objetivo.

Lo que hace después ya no queda en el marco de consciencia de VIII. A su vez, la chica se lanza como un muelle elástico hacia la mampara del otro lado, para conseguir rodear a la alimaña por su derecha, intentando alcanzar la biblioteca y de allí avanzar para alcanzar a su vez la sala de contención de muestras.

Sus ojos claros se entrecierran, y si alguien pudiera mirarla directamente notaría un leve velo en sus pupilas. Concentrada, pendiente, su visión le permite localizar con claridad y precisión cada obstáculo, y su entrenamiento le dicta a su cerebro el mejor modo de salvarlo. Siente la adrenalina secretarse en torrente a sus arterias, y la respuesta automática de su organismo. La fisiología se adapta, ávida de velocidad, y aunque cada tendón, cada músculo, cada articulación se tensan o destensan, se preparan para el salto, el giro o la pirueta, su mente se nivela, se equilibra. El tejido nervioso se oxigena, y sus neuronas estallan en comunicaciones sinápticas coordinadas y armónicas. Inhibiendo, estimulando, ordenando y prohibiendo simultáneamente según qué acción, a según qué zona de su cuerpo...

-No te dejes matar Rambo- susurra FlyBy a modo de respuesta ante el sarcástico y provocativo comentario de VII sobre su anatomía.

VII corre delante de ella como una exhalación. Es un tren bala de músculos de ébano lanzados a la carrera. Fuerte y enfurecido exhalando el aire con fuerza. Ella en cambio es su opuesto...

Se desliza rápidamente sobre las baldosas del suelo casi sin producir sonido alguno, apenas unos metros detrás de su compañero. Cuando ve girar a VII para encarar a la criatura, contiene la respiración desviando la mirada hacia su objetivo. Sabe que lo que le ocurra a su compañero a partir de ahora no estará en sus manos, y pese a todo ella debe de cumplir con su parte del plan...

Con ún ágil movimiento su cuerpo se tensa y gracias a la inercia de la carrera se apoya en el cristal propulsándose hacia la su derecha y hacia arriba como una flecha lanzada en diagonal en mitad de la escena, bajos las parapadeantes luces de neón.

Las manos de VIII se aferran en el último instante a la mampara de cristal de la biblioteca y con la respiración contenida sus pies avanzan suavemente, un paso cada vez, en cámara lenta. Con los brazos extendidos y en equilibrio sobre la delgada superficie de cristal mientras el silencio se rompe con rugidos y disparos de armas semiautomáticas.

FlyBy no vuelve la mirada y toma velocidad terminando de propulsarse con un salto que la hace girar sobre si misma en el aire al tiempo que aterriza sobre el suelo de la habitación próxima al vestíbulo.

Sabe que desde allí apenas un centenar de metros la separan de las salas de contención de muestras. No tiene tiempo que perder.

De nuevo lanzada a la carrera, una respuesta automática la guía en mitad de las titilantes luces sorteando mesas de recepción, deslizandose por encima de mostradores, aterrizando en el suelo mientras derrapa con exactitud sin detenerse. Puede sentir la adrenalina bombeando y recorriendo sus arterias, alimentando sus músculos como pistones hidráulicos de una máquina bien engrasada. Su cuerpo se adapta al esfuerzo físico sin apenas esfuerzo: Cada tendón, cada músculo, cada articulación, formando parte de un todo mayor en continua tensión y fricción mientras su tejido nervioso se oxigena y sus neuronas estallan en comunicaciones sinápticas coordinadas y armónicas. Toda ella concentrada y avída de velocidad aún cuando su pulso apenas ha variado.

La carrera se frena y detiene seco, con un chillido proveniente de la goma de sus botas al derrapar suavemente apenas ha traspasado el umbral de la enorme estancia que representa el laboratorio.

Concentrada su mirada se posa sobre las puertas del final de la habitación, pero sus ojos claros se entrecierran y si alguien pudiera mirarlos de cerca apenas notaría un leve velo que ha aparecido de repente sobre sus pupilas. Todos sus sentido la advierten de que algo no va bien...

¿Qué está ocurriendo? piensa para si misma al tiempo que obedece a su instinto y sus músculos se tensan en respuesta a una sensación de peligro inmimente.

Una sensación de adrenalina recorre su espalda mientras su entrenamiento la persuade de no seguir adelante.

Mide dos veces, corta una. Le previene voz surgida de su cabeza y de ninguna parte a la vez.

Mira bien a tu alrededor. ¿Qué ves?

Apenas un nuevo parpadeo después, FlyBy encuentra la respuesta a la pregunta que ella misma se ha formulado...

Asegurándome que IV controla ahora el monitor, aparto mi vista de las cámaras en busca de algún cajón como sugiere.
-Creo que nos tendremos que apañar con lo que tenemos por ahora, poca cosa más hay por aquí que registrar... -respondo, al no ver a primera vista ningún compartimento más. Aunque me gustaría realmente quedarme a controlar la actuación desde la pequeña habitación en la que estamos, siento que el plan estará seguramente condenado al fracaso si no ayudamos a nuestros compañeros con apoyo más cercano.

-V, si alguien va a ocuparse de las cámaras, será mejor que seas tú. Vigila los movimientos del bicho y los nuestros, eso lo podrás hacer -le digo rápidamente a V mirándole a los ojos, que parece estar todavía algo desubicado. - No apartes ni un segundo la vista del monitor, esa cosa es rápida y no debemos perderla de vista. Si algo saliera mal con la carnada, protege a VI.

Me dirijo seguidamente a IV mientras apoyo una mano en su hombro y controlo durante un momento los monitores con él, esperando a que V tome el relevo:
-Me parece que te gusta tan poco como a mi acercarte a ese bicho, pero debemos avanzar y no dejar solos a VII ni a VIII -digo levantando la vista también fugazmente hacia II. -Necesitan cobertura, y aquí solo nos entorpeceremos. Vamos.

Salgo de de la habitación dirigiéndome sin tardar al lavabo contiguo, y golpeo secamente y con cuidado un espejo con la culata de mi arma, no quisiera alertar a la criatura con el ruido. Recojo dos trozos de espejo manejables y me los guardo en uno de los bolsillos, teniendo en mente que nos podrán venir bien para poder vigilar al bicho sin estar tan expuestos a su vista...

Noto la mano de I en mi hombro y sus palabras me trasmiten un sentimiento de confianza y miedo a la vez.
-Necesitan cobertura, y aquí solo nos entorpeceremos. Vamos.

Echo un último vistazo al ordenador comprobando la situación actual de la criatura, VII y VIII.

-V ven aquí y controla el monitor, avísanos a través de VI si hay algún problema. Le digo.

Rápidamente miro a I con complicidad, cuando cruzo el umbral que separa la estancia del resto del complejo aspiro una gran bocanada de aire y mi mente entra en modo operativo.

Mi cuerpo es pesado al principio pero mi cerebro manda impulsos nerviosos que me hacen dar un paso detrás de otro a lo largo del pasillo que destella con sus neones intermitentes como si de la pista de un avión apunto de despegar se tratase, cuando paso junto a I le ago una señal para avanzar mas rápido no quería llegar demasiado tarde a lo largo del pasillo observo la situación que se da detrás de los cristales dentro de la sala de maquinas.

A cada paso el siguiente se movía con más facilidad hasta llegar a la puerta que unos segundos antes la criatura había arrancado con toda la facilidad.

Cuando II ve salir a sus dos compañeros en pos de la criatura, toma su arma con firmeza y les sigue con paso felino a lo largo del pasillo. Pronto se pregunta para qué servirán los espejos de I si la única razón por la que la criatura no advierta su presencia a través de la amplia cristalera en una zona decentemente iluminada es porque está demasiado ocupada jugando al gato y al ratón con VII. Si no fuera una simple bestia parecería que estaba más ofuscada en vengarse que hambrienta.

II ve la puerta arrancada de sus goznes por el ser y sabe que no será fácil y no será bonito, pero ya está demasiado pringado para pensar en eso.

Mientras flotas y te dejas llevar por la sensación de ingravidez del no-espacio donde estás sumergida, a través del circuito de videovigilancia tu mirada se centra en las carreras de tus compañeros. En la forma en la VII hace frente de una manera casi suicida, y en como contrasta esa escena con el paso ligero y firme del trío que acude firmemente a su rescate...

En la otra punta de las instalaciones, tu compañera FlyBy ha recorrido una distancia todavía mayor con una agilidad y una rapidez sorprendentes y parece que ya está a punto de llegar a su objetivo cuando... la observas detenerse en seco.

Por un momento, al contemplarla quieta, con las rodillas flexionadas y los brazos abiertos hacia ambos lados jurarías que lo único que ha podido frenarla bien pudiera haber sido una fuerza invisible.

Pero ahí permanece. Quieta, estática, observando el entorno despejado frente a ella.

Invisible... la palabra se vuelve a repetir en tu cabeza. No puede ser, pero después de lo que estás viviendo: ¿Quién podría ya estar seguro de qué es posible y que no?

El sistema de videovigilancia no es ninguna maravilla, las cámaras están montadas en posiciones fijas y el zoom no permite un gran enfoque. Nada de modernos sistemas con lentes de alta definición y escalado de imágenes por software en tiempo real... Pero, todavía podrías hacer algo.

Con un gesto de tu mano, la imagen entóptica desplegada ante tus ojos se detiene y accedes al disco duro de grabaciones. Los fotogramas se desplazan a toda velocidad, acelerados hasta el momento anterior y de nuevo la imagen de FlyBy queda congelada delante de tu mirada. Justo ahí... te dices a ti misma.

Con otro gesto acelerado de tus dedos amplias la imagen. Es casi imperceptible, todo parece correcto, no parece haber nada, pero justo enfrente de VIII hay... algo.

Invisible al ojo humano, la forma es extraña, inhumana, ni siquiera es antropomórfica... Y es grande. No puedes verla, pero si te acercas lo suficiente se puede adivinar el contorno de la misma débilmente en el pixelado.

¿Camuflaje óptico? ¿Su cuerpo imita el entorno reflejándolo y haciéndola invisible?. Estás casi tan intrigada como aterrada. La silueta de la figura refleja algún tipo de insecto enorme o algo parecido...

Y FlyBy está sola frente a eso...

Tu mente vuelve durante unos segundos a acceder a las comunicaciones por prompt, con una total sensación de alerta pero... Entonces a través del circuito cerrado ves apostados a I, II y IV en la esquina de la zona de máquinas. Esperando el momento para sorprender a la primera criatura.

Sólo III y V custodian tu cuerpo. Sabes que el equipo te necesita todavía dentro del sistema para cerrar las compuertas de una de las salas de contención de muestras y activar el sistema de emergencia, y además podrían pasar tantas cosas que requiriesen tu intervención... Todavía no puedes salir y regresar a tu cuerpo. Es demasiado pronto y sin tu parte el plan no funcionará.

Y de nuevo en un costado la imagen fija de FlyBy enfrentada a una presencia ominosa e invisible.

Podrías avisar por megafonía al trio de rescate... Si no pensaras que VII por muy cabrón y desagradable que resulte no lo está teniendo fácil tampoco. Él los necesita. Otra opción sería enviar a III y V en ayuda de VIII pero...

¿Pero si te quedas sola... quién te garantiza que... no habrá más sorpresas?. El pensamiento se cuela por tus sinapsis cerebrales dándote una muestra de pánico que tratas de controlar.

Respiras hondo, pese a que sabes que es sólo una sensación reflejo de un instinto aprendido. No hay aire a tu alrededor, ni pulmones que lo absorvan por ti.

Es hora de tomar una decisión.

La sangre golpea tus sienes ante la sensación advertida de que no estás sola.

Ahí delante, justo a unos cinco metros de distancia frente a ti no parece haber nada... Pero las apariencias engañan, los sentidos pueden ser confundidos y la realidad es que sí que hay algo...

Informe. Deforme. Disforme... No se te ocurren términos para describirlo de manera adecuada ni proporcional al lenguaje humano. Una vaga monstruosidad semitransparente de aspecto insectoide, enorme y quitinosa, delgada en sus extremidades y presidida por una imponente protuberancia que hace las veces de cabeza.. Se sostiene sobre seis delgadas patas propias de una forma aracnoide que alzan el volumen de su cuerpo un metro y medio por encima de tu cabeza.

La parte posterior de la criatura es una mezcla de enorme aguijón y columna vertebral horriblemente deformada que se pliega sobre si misma como si luchara por escapar del resto del cuerpo, y que contrasta con las extremedidades similares a antenas móviles que coronan su cabeza; apéndices que aletean de manera independiente y que hacen restallar el aire como si azotasen presencias invisibles...  su extraño movimiento genera la extraña idea que de manera pausada pero inexorable parecen estar buscando algo.

En ese momento te ves obligada a luchar contra una sensación primigenia de terror porque eres consciente de ello.

Me está buscando a mi... no puedes evitar pensar con una mezcla de asombro y miedo.

Cuando se mueve lo hace de manera lenta, torciendo la protuberancia que hace las veces de cabeza y rostro. Un caparazón desprovisto de fosas nasales pero repleto de dientes. Su cuerpo parece reflejar el entorno, y el mecanismo vuelve a la criatura poco menos que invisible al ojo humano cuando permanece quieta.

Por eso no aparecía en las cámaras... te sorprendes a ti misma pensando mientras tratas de sobreponerte a la mezcla de sensaciones que confunden el comienzo del horror y el final de la sorpresa.

No produce ningún sonido al desplazarse, únicamente destellos que provienen del contorno de su figura mientras su cuerpo se adapta continuamente tras cada pequeño y lento movimiento, para reflejar el entorno que le rodea. Sólo tu reciente capacidad de de contemplar el mundo más allá del espectro visual común y corriente para el ser humano te permite salvar su complejo y delicado sistema de camuflaje óptico...

Y ahora que puedes verla en todo su desagradable explendor desearías no tener este precioso don por más que te haya salvado la vida justo a tiempo... Porque te ha permitido darte cuenta de que no estabas sola. Salvo para tratar de conservarla...

La primera figura abandona el pequeño cuarto de servidores sin vacilar, con paso firme, decidido y una pequeña escala en el lavabo contiguo. Apenas dos fotogramas espaciados por un pequeño fundido en negro: El puño se estrella certero y seco contra el cristal y los restos del espejo caen sobre el lavabo. Con seguridad recoge dos trozos e intercambia una mirada cómplice y serena con sus compañeros.

El segundo hombre sigue al primero con aire grave y serio, su respiración se vuelve pesada y espaciada mientras se concentra a cada paso del camino. Su cuerpo se mueve de manera densa al principio, como si lo hiciera atravesando una profunda estancia llena de mercurio, pero cada paso que da a lo largo del largo pasillo le acerca a su objetivo y le imbuye de decisión.

La tercera figura cierra la avanzadilla sujetando con firmeza y decisión el subfusil de asalto, con movimientos suaves y acompasados y la mirada fija en los cristales de su izquierda. En su interior asume que lo que va a ocurrir no va a ser un asunto limpio y su gesto se vuelve duro y frio preparándose para la situación.

El grupo avanza despacio, mientras preparan sus armas con chasquidos de cargadores, correderas y seguros. Con pasos cortos y determinados mientras a su izquierda una dura escena de sangre verdosa y gritos se proyecta sobre sus ojos como una cruda película de terror a través de los gruesos cristales blindados.

Los tres hombres aceleran su paso, y sus pisadas firmes quedan ahogadas entre la cacofonía amortiguada de gritos y disparos mientras se abren paso por el pasillo con sus luces de neon intermitentes. El presagio de un mal vuelo a punto de despegar... Un viaje aciago que tal vez no tenga billete de regreso.

Su compañero se abre paso con agilidad y locura y planta cara a la bestia abriendo fuego bajo ella provocando con ello que su verdosa sangre lo salpique todo seguido de un largo ahullido de ira incontenible, mientras él rie con una carcajada suicida.

Apenas ha conseguido esquivarla cuando su mirada la invita a volver a por él.

Tras unos interminables momentos que parecen haberse detenido en el tiempo, el grupo se aposta en la esquina de la sala de maquinaria, contemplando el hueco destrozado de la puerta como un ominoso aviso de lo que la bestia puede llegar a ser capaz de hacerles...

Tres figuras han caminado por un largo pasillo para salvar una vida, y a través de ese pasillo han renacido como soldados que vuelven al frente tras un largo tiempo de sueño.

"Muy listo Sherlock, eso te ha salido de maravilla..." repite en su mente mientras toma aire esperando a que la bestia entre. Observa hacia el laboratorio, un sitio amplio, ideal para ser devorado sin que molestasen a trasero-bonito. "...ahora repítete que tenías esto planeado desde un jodido principio" Su cabeza palpita con increíble fuerza, el sabor amargo y asqueroso de la sangre (sangre que ya ha tenido en su rostro) le hace recordar la adrenalina de hace un rato.

-Vamos... cariño...vamos...- repite hasta que ve entrar a su peor pesadilla. Retrocede lenta y cautelosamente, paso tras paso, mientras oye la respiración potente del mastín infernal. No puede evitar sentirse frente a un enorme toro que va a embestirle con toda su furia. La diferencia, es que él no tiene capa... "eso es Sherlock..." dice ante sus propios pensamientos. Tiene poco tiempo y... poca vida por delante si no se apresura.

-Concédeme esta pieza, dulzura...- dice con una sonrisa -... ¿bailamos?- dice guardando una de sus armas y luego extendiendo la mano de forma sardónica. "Sabía que debía haberme quedado en el tanque esta mañana..." esperando a que el animalejo cayera por esa. Se posiciona en línea con el segundo pasillo entre las estaciones de trabajo.

"vamos... vamos..." siente los bufidos que se acercan. Siente la furia en su mirada, siente que su corazón se acelera. Tensiona todos sus músculos, sus sentidos entran en acción, es una lucha de voluntades...

La rabia del aullido, la fuerza de una estampida hacia él, la bestia se enfila a desgarrarle mortalmente, a terminar el trabajo a consumar su venganza. VII se queda quieto. "No aún" alcanza a pensar a velocidad supersónica y en cuanto el sabueso infernal está frente a él, se dispone a tensar cada músculo de su cuerpo. La escena transcurre lentamente, las milésimas se detienen, puede sentir cada latido de su corazón, el aliento putrefacto de su enemigo... y se agacha de nuevo gritando:

-¡¡LUCES!!-

Con algo de suerte, la chica geek (VI) entendería el mensaje, o quizás no, no podía tener idea. Milimétricamente esquiva la garra de la criatura con un movimiento violento, una sacudida de su cuerpo plegándose rápidamente, lanzándose hacia el corredor. "Un, dos, un dos, un dos" Cuenta en su mente sin razón aparente, tiene escasas milésimas antes de que ella girase.

Mira hacia su derecha, busca un espacio junto a un ordinador y lo que parece ser un espacio de muestras. No se lo piensa más, adelanta su brazo libre y con fuerza apoya su cuerpo para saltar apenas rápidamente, pegando mucho sus piernas al cuerpo, y ponerse a cubierto, muy junto a la estación de trabajo. "Tres segundos Sherlock, pero te va a hacer picadillo tarde o temprano" dice conteniendo la respiración y pegándose a su arma. Una gruesa gota de sudor cae por su piel oscura y gruesa, enfila su oído a escucharla. Su corazón late con fuerza... Contiene el aire en sus pulmones con fuerza. "Si sales de esta, serás un jodido cabrón con suerte..."

El aplomo de VII es puesto a prueba más allá de cualquier duda, sea esta humana o inhumana. Con los pies fírmemente plantados en el suelo incita a la criatura...

-Vamos... cariño... vamos...- le espeta mientras contiene el instinto inmediato de echar a correr al tiempo que observa a la criatura dar un paso de trás de otro, con su respiración furiosa y pausada y sus ojos encendidos de ira que comienzan a centellear de una manera totalmente sobrenatural.

Comienza el baile... A cada paso de la criatura, VII retrocede lenta y cautelosamente. Siente como una parte de sí mismo, en alguna parte muy muy produnda de su ser, allí donde habitan los instintos más primarios, golpea contra un cristal invisible empujándole a salir corriendo. Pero la bestia todavía está demasiado cerca de la puerta, y sabe que debe de darle espacio de maniobra a su grupo de apoyo para que las cosas salgan bien...

No va a tener demasiado tiempo, ni demasiada vida por delante si no consigue apresurarse y hacer que la bestia entre a su condenado juego suicida.

Con movimientos lentos, mientras el profundo gruñido se asoma a la garganta de la descarnada bestia, VII coloca una de sus Berettas entre las ropas a su espalda y le tiende una mano, flexionando levemente los dedos, añadiendo una frase provocadora típica de su repertorio; si va a irse al otro mundo lo hará a su modo y manera que nunca se ha caracterizado por ser un estilo agradable y respetuoso, y menos con semejante pareja de baile...

Vamos un poco más... vamos sólo un poco... se dice a si mismo, mientras retrocede, la bestia comienza a dar un paso tras otro, acompasándose a los suyos mientras él se coloca frente al segundo corredor que separan las estaciones de trabajo de la sála de máquinas.

Los bufidos se incrementan, la furia crece en la mirada depredadora de la bestia, y como si de un espejo se tratara, en respuesta automática el pulso de su propio corazón se dispara y los músculos se tensan listos para garantizar la mejor jugada posible.

El aullido es ensordecedor. Y prácticamente sin aviso la bestia se lanza sobre VII en una carrera desbocada, con sus dientes y garras en primera línea de contacto dispuestos a desgarar su carne, a terminar lo iniciado, a terminar este juego de cazadores cazados y consumar su venganza...

El tiempo se ralentiza.

1... La bestia se impulsa sobre sus patas traseras buscando el punto final.

2... VII tensa los músculos de su cuello aguantando los deseos de no gritar. Todavía no... todavía no... se repite a si mismo mentalmente; quieto como una estatua.

3... Su rostro se gira en último instante hacia una de las cámaras de vigilancia de la sala, deletreando una palabra con la esperanza de que alguien al otro lado esté mirándole...

4... Los latidos de su corazón marcan el tempo, como un tambor rítmico... el aliento descarnado y putrefacto inunda sus pulmones, una sacudida de su cuerpo plegándose rápidamente, lanzándose hacia el corredor.

5... Sus músculos se retuercen casi hasta el límite de lo imposible con un grito ahogado mientras esquiva las mortíferas garras en el último momento... Se escurre literalmente de nuevo bajo el mortífero abrazo de la criatura y enfila el corredor...

6... Sin tiempo para otra cosa que no sea la improvisación apenas a un metro y medio de distancia adelanta su brazo y lo apoya en uno de los bancos de trabajo. Con firme decisión todo su cuerpo se niega a creer que no puede realizar la proeza, y con la inercia del movimiento su cuerpo se impulsa hacia arriba sorteando el obstáculo, las piernas flexionadas sobre el plexo solar, describiendo un semicírculo en el aire hasta caer al otro lado mientras la bestia se gira tratando de deshacer el engaño...

7... VII cae al otro lado de la estación de trabajo sin poder estar seguro de la cantidad de ruido que ha hecho al rozar el suelo. Sus propios latidos amortiguan cualquier otro sonido...

8... La bestia vuelve ahullar desconcertada mientras VII la escucha conteniendo la respiración con su otra Beretta pegada al cuerpo...

9... Una fria gota de sudor recorre su frente mientras escucha a la bestia moverse al otro lado del banco de trabajo. Esto no va a darme más de unos segundos de ventaja... el pensamiento se le pasa por la cabeza mientras se vislumbra a sí mismo destripado en manos de la criatura. Masticado entre sus dientes y su pútrida lengua. VII mira al techo..

10... Las luces siguen encendidas... ¡Mierda... Si sales de esta serás un jodido cabrón con suerte!

Diez segundos más tarde todavía tiene una oportunidad...

Inmovilidad total, absoluta, en una fracción de segundo la dinámica vertiginosa pasa a la estática gélida. De piel a fuera. De piel a dentro la alerta es total, y el movimiento se localiza a nivel celular, sanguíneo, neural. El cerebro de FlyBy estalla en un entramado de procesos lógicos aplicando teorías, exponiendo y valorando hipótesis, y luchando contra el descarado sentimiento que partiendo de su centro intenta inundar cada rincón de su consciencia: el miedo, irracional, atávico. Y no menos incuestionable.

La criatura que está apenas a tres saltos de distancia es el engendro más increíble que una mente humana pueda imaginar, y, sin embargo, ahí está, vivo, acechante. Real. Y buscándola. Sus apófisis queratínicas tantean el aire, atrapando información. Su cuerpo se adapta a cada ínfimo lapso de tiempo a su entorno, reflejando las formas que le rodean con precisión, apenas hay un ligero enturbiamiento del espacio que ocupa, a cada cambio. Pero se mueve. Y con todo el tiempo de lo antinatural busca, implacable. Su aspecto es, una vez delimitado para la visión ultrasensorial de VIII, terrorífico. A la mujer se le eriza cada uno de los vellos de su cuerpo, mientras trata de domeñar su sentimiento y traer a la razón a un primer plano. Por un segundo le viene a la memoria una letanía, su vida es extraña, y su memoria más. "El miedo mata a la mente..." ¿Quién sabe de dónde le llega esa frase...?

Pero sirve. Reacciona, tan fría como su fisiología le permite. Aún sigue estática, y procesando. Todo el torbellino de sensaciones ha durado una micronésima de segundo. A la siguiente sabe que ha de buscar una salida, una manera, y ganar. Ganarle a esa cosa.

No la ve, sus antenas son su medio de interacción, toda su información es atrapada por ellas. Y quizá haya alguna manera de neutralizarlas. No serviría de nada apagar las luces, supone, porque no la ha visto con las luces encendidas. Tampoco puede pedir ayuda. La cámara, y por tanto Vi, no detectan su organismo mimético. No lo han visto, y no lo verán.

Piensa, piensa, maldita sea, piensa deprisa...

Busca en su interior alguna solución puesta ahí en algún momento anterior, quizá la han preparado para esto. Quizá no, quizá la salida sea la tan humana y convencional salida que a su rambo tanto le encanta: Volarle los apéndices de rastreo a esa cosa con su arma. O la cabeza. Quizá sea la mejor salida. Aunque entonces la bestia lo sabrá. Sabrá que está ahí, y cambiará de rumbo. Irá a por ella, antes de que haya podido preparar los cables de la sala de muestras para poder freírle.

Piensa, piensa, no hay tiempo, reacciona...

FlyBy se había detenido frente a su enemigo. Le había percibido pero no le veía. ¿Había dicho que veía en la oscuridad? quizás el exceso de luz era lo que paradójicamente constituía su mayor desventaja ante su oponente.

Parecía un insecto. Los insectos no tienen capacidad de escuchar, ¿Qué era eso? ¿sería posible que estuviera ante ella algo que no podía ver el ojo humano y que la cámara vagamente podría percibir? ¿reflejaría los cambios de luz en su piel? ¿podría ser lo suficientemente camaleónico si no doy tiempo a su piel a adaptarse a las nuevas condiciones de luz? quizás eso lo haría parcialmente visible. Fly quizás no tendría problema para adaptarse al contraste entre la luz y la oscuridad.

A gran velocidad busqué un programa de audio. La neutral y fria voz surgió del sistema de megafonía cuando comencé a hablar para advertirla del problema que tenía enfrente.

FlyBy, soy VI. Tienes un enemigo enfrente. No puedes verle, y yo vagamente puedo percibirlo. Pero hoy seré tus ojos.

Pase seguidamente a describirla su situación y la de su oponente. Experimenté con las luces. Subí su intensidad, la reduje, la volví a subir, la aumenté, fijándome en el pixelado contorno por si eso lo podría hacer mas visible.

Y al tiempo la consola dictaba nuevas órdenes al mundo exterior.

C:> III, V, ¡Id con Flyby! ¡está en peligro! hay una figura invisible frente a ella. Yo por mi parte estaré bien sola

No.

El escaneo de su mente, con su parcial memoria y sus recién advertidas habilidades, le está devolviendo el vacío. No hay nada insertado en ella para poder evaluar y responder a un ataque por una criatura como esa, con efectividad.

Por otro lado, con el tiempo transcurrido sin ninguna acción por parte de VI está claro que ella no ve al engendro, incluso con sus medios. O haría tiempo que habría activado una persiana, o un ventilador, o cualquier cosa que se pusiera en movimiento para atraerla hacia un sector distinto del que FlyBy se encuentra, y no ha sido así.

No. Deberá resolverlo sola.

Aún tiene encima el casquillo con el jarabe de menta. El que quiere analizar cuando sea posible. Pero también VI ha tomado la precaución de guardar una muestra, no serán necesarias dos. Ok. Tiene un objeto que lanzar. Y un tiempo de reacción vital. Y un reto. Y... nada más, no tiene opción. Sólo la suerte.

Bueno, araña preciosa, voy a por ti. Espero que tus antenas, o lo que coño sea eso que sacudes allá arriba, sean vulnerables a las balas. Allá vamos...

Su intención es clara. Reproduce en su cerebro la secuencia de movimientos y acciones, anticipándose a cada posible reacción para modificarlas sobre la marcha, obteniendo un set de posibilidades y los siguientes pasos lógicos.

Uno. Lanzo el casquillo hacia esa lámpara de la esquina, para que se caiga, y la "vea". Dos. Espero a que salga en dirección al movimiento, y con la ventaja de la distracción, disparo a sus antenas, y a su "cabeza". Tres. Sé que la otra bestia escuchará los disparos y se alertará. Debo correr a la sala para efectuar los cortocircuitos antes de que llegue, contando con que los demás puedan retenerla lo suficiente. Cuatro. Hum. No hay cuatro, joder...

Tras decidir el plan retrocedí sobre mis pasos para dirigirme al laboratorio mi misión era la guinda del pastel, hacer que la criatura entrase en una de las habitaciones de manipulación de muestras solo pensarlo me ponía la pile de gallina.

Cunado llegue a la primera habitación y vi tan cerca la salida al exterior tuve que luchar con mi mente para no abandonar a los demás y no tengo muy claro porque no lo hice.

No conozco a ninguno de aquellos tipos que mas me da si ellos se quedan aquí entreteniendo a la criatura mientras yo me doy a la fuga. Pensé pero cuando regrese a la realidad ya estaba saliendo de la segunda habitación en dirección al laboratorio, mire a través de los cristales para ver si tenía contacto visual con VIII.

Cuando llegue a la esquina eche un vistazo al largo pasillo que separaba el laboratorio de la sala de maquinas que desde esa posición se me antojaba mas largo que antes, I paso por mi mente durante unos segundos corriendo por ese largo pasillo con el engendro del mal pisándole los talones rápidamente borre esa imagen de mi mente y atravesé las puertas del laboratorio.

Tranquila que no vas a meter la pata ;)

- La primera tirada va a ser de Juego de Manos (para distraer al bicho).

- La segunda obviamente de Disparar (para acertarle en las antenas y la "cabeza" como mencionas)

- La tercera de Atletismo para tratar de "sobrepasarla" y correr hacia la cámara de contención de muestras.

Como siempre puedes indicar los gastos en las propias tiradas ^^

Suerte!!

Lucinder

El problema es que las dificultades están ocultas así que nunca vas a saber cuanto deberías de gastar (es parte de la gracia del sistema xD).

Piensa que la media de un resultado en un D6 tiende a ser 3, y que una dificultad chunga estará entre 6 y 8.

Gastar la mitad de tu reserva en una sola tirada es bastante arriesgado, porque si te quedas sin puntos puedes encontrarte "vendida" en una ocasión posterior hasta que tus reservas se recuperen. Atletismo para ti es una excepción ya que recuperas puntos según "narres acrobacias" ;)

Te sirve de ayuda mis respuestas? Si tienes más dudas no te cortes en preguntar que para eso estoy ^^

Lucinder