Partida Rol por web

Caballeros de la Antigua República - Vol. 1

Taris

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06/02/2012, 13:47
Korr-Nad-Ul

Los títulos no hacen grande a una persona, sino sus gestos y su actitud... esa farsante jedi debería dejar de molestar y hacer honor a los créditos que dice poseer.

Bajo la capucha de mi túnica dirigí una fugaz y desdoñosa mirada a Bastila. Su disfraz de impertérrito jedi no hacía sino evidenciar la fragilidad de su espíritu, y tal vez la debilidad de su propia Orden en estos tiempos oscuros.

-Para ser un jedi os mostráis bastante iracunda y temerosa. Creía que los miembros de vuestra "hermandad" tenían un absoluto control de las emociones. Si yo fuera vos, estaría más agradecido a aquéllos que os rescataron. Dada la escena de vuestra liberación, no parecía que tuvieseis en modo alguno controlada la situación.

El soldado de la República tenía razón. -Nuestras vidas no corren peligro, al menos de momento-, dije con la intención de calmar los ánimos de mis compañeros. -Quell, me gusta tan poco como a ti, pero debemos ser pacientes. Ese mercenario es lo único a lo que podemos aferrarnos, no tenemos más alternativa. Ahora debemos ser pacientes y esperar; te necesitamos al máximo de tus facultades para cuando las cosas pinten peligrosas... algo que no tardará en suceder. Te aconsejo que bebas algo- le recomendé antes de ingerir el brebaje azul de un pequeño vaso.

Ordo no faltará a su palabra. No es él quien me preocupa, sino lo que pueda haber detrás de todo esto... Taris aún nos guarda una última sorpresa.

 

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08/02/2012, 11:05
Ruld

Había soñado infinidad de veces en salir de Taris, visitar otros lugares, aprender nuevos trucos y quizás, cuando fuera poco menos que un anciano, montar una pequeña tienda de droides en Ralltiir o algún otro planeta similar.

Y ahora que me encontraba tan cerca de salir de Taris, sentía que estaba aún más cerca de perder mi oportunidad para siempre. Me había pasado horas pensando en las variables de nuestra fuga y en cuales serían nuestras posibilidades. Había apuntado todo en mi módulo de datos y ahora me encontraba calibrando los posibles planes de fuga basándome en la información de la que disponíamos.

-T3, ven aqui - me dirijo al droide y espero a que se acerque -revisa los datos que te estoy pasando y calcula las trayectorias de huida del planeta- digo mientras le conecto una tarjeta de datos con mapas, variables y los cálculos que he ido realizando -genérame las tres alternativas para salir de Taris que más posibilidades tengan y muéstrame el porcentaje de éxito que se prevee para cada una de ellas-. Tengo la esperanza que esto arroje algo de luz a estos momentos en donde me encuentro tan perdido.

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08/02/2012, 23:23
Quell Breyard

Y si sencillamente salimos un rato, fisgamos un poco, y luego volvemos a entrar, antes de que nos pillen, claro.

Es que estar aquí parado, después de todo lo que hemos tenido que hacer estos días atrás, me parece sencillamente….imposible. Imposible, y muy imposible.

Venga, que alguien abra la puerta, yo salgo a dar una vuelta, y luego vuelvo, prometo no meterme en líos.

Lentamente fue pasando los ojos de compañero en compañero, descubriendo que aun ninguno se había decidido a echarle una mano a salir de aquella celda de lujo.

Si eran invitados porque tenían que estar encerrados. No, sabía que el protocolo dicta una serie de normas. Si no te fías de tus invitados, les pones un guardia, o una docena, pero no los dejas encerrados sin más y luego te pierdes.

Y si a Canderous le estaban dando una paliza, y luego lo mataban. A nadie le preocupaba aquel muchacho fuerte y…, para que auto engañarse, a él tampoco le importaba mucho la vida del mercenario.

Porque entre otras cosas, los mercenarios eran así, se metían en problemas ellos solitos todos los días.

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09/02/2012, 00:48
Korr-Nad-Ul

Comprendía el nerviosismo de mi compañero; a mí tampoco me gustaba quedarme ahí encerrado malgastando minutos que podían ser cruciales, pero desgraciadamente no teníamos muchas más alternativas.

-Te aconsejo, una vez mas, calmarte. Es evidente que no quieren que nos vayamos de aquí, se han tomado muchas molestias para ello. Y en el hipotético caso de que lográsemos burlar la seguridad de la puerta, es más que probable que haya guardias apostados al otro lado para impedirnos el paso... de todas formas, si estás dispuesto a salir, te ayudaré.

No me hacía gracia la idea de abandonar la estancia sin Canderous, pero se estaba demorando demasiado. Nada me garantizaba que no le hubiese ocurrido algo malo. Cada segundo que pasaba nos alejaba de esa nave capaz de atravesar el bloqueo. Miré a Quell, había algo en su mirada que me movía a actuar. Tal vez... tal vez no fuese tan mala idea ponernos nuevamente en acción.

Me incorporé esperando respuesta, ya fuera de mis compañeros o del exterior.

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17/02/2012, 02:22
Bastila Shan

 - ¿Agradecida? - interumpió a Korr-Nad-Ul en su intento por establecerse como voz más sabia entre los presentes, aquello parecía haberle dolido en su orgullo, no obstante, sólo lo demostraba con su absoluta prepotencia, sutil, a su manera. Bastila frunció el ceño ante la pasividad de Doe, cuyos métodos debían ser más que cuestionados, pero sobretodo ante el desconcierto que le generaban aquel grupo de "rescatadores".

 - Ya podría estar fuera de todo peligro si no me hubieseis interrumpido en el momento adecuado. - reprochó - y no tendríais que haber arriesgado la vida de tantas personas inocentes, ni las vuestras.

 Competir en una carrera de motos de swoop con un hipermotor trucado por diversión, no es una buena forma de distraer a los guardias. - criticó los métodos empleados - Puede que para alguien como tu - dijo con falso respeto, sin duda reprochando lo contrario, que era inferior o corto de miras - no sea sencillo ver de que forma tenía controlada la situación en realidad.

 Sonrió con desdén, alzó el mentón y ladeó la cabeza con cierta violencia de modo que su cabello onduló con un carácter terriblemente femenino y autosuficiente. Sin embargo, con la diestra, se acarició el cuello con suavidad, casi con miedo, no había dejado marcas, pero el disruptor neuronal que la había mantenido en aquel extasis como prisionera no debía de haber sido realmente cómodo.

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17/02/2012, 02:34
T3-M4

 T3 obedeció sin rechistar, en realidad, diciendo que el podría encargarse de la puerta con bastante confianza, casi con un tono alegre si eso era posible en el binario de un astrodroide de su tipo. Se detuvo frente a Ruld y comenzó con el volcado de datos.

 Pronto siguió con un pequeño silbido, propio de la sorpresa por la cantidad de datos que tenía que manejar, pero era servicial y la simulación no tardó en realizarse.

 - ¡Breep, deet!

 al que le siguió una amalgama de sonidos que cualquiera entendería como un enfado por parte del droide. Decía que aquello era un suicidio y que no le tomasen en cuenta si iban a intentarlo con aquellos porcentajes...o...algo parecido.

 Dibujó holográficamente la órbita del planeta y Taris, en aquella representación se veían avanzar tres trayectorias muy diferentes, una directa, otra hacia el norte hasta salir impulsados por la propia órbita y otra que hacía lo propio desde el hemisferio contrario, todo, desde su posición actual. Con los datos que habían recuperado, también podía preveer las posiciones de la flota de Malak y calcular un porcentaje bastante fiable de las posibilidades.

 Todas las líneas de puntos verdes acababan convirtiendose en un punto rojo que se apagaba muy lentamente antes de salir de la órbita.

 En el punto superior aparecía un 0,7% de posibilidades, en el inferior, un 0,3%, en el que trataba de atravesar directamente el bloqueo en una línea casi recta, el procentaje era de un 0,9% con las naves de un solo pasajero más rápidas conocidas, y de un 0,009% si viajaban todos los miembros de su grupo actual.

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17/02/2012, 02:47
Director

 Quizás los intentos de Quell no fueran en vano, a fin de cuentas, tenía un buen manejo de los dispositivos electrónicos, no era un ingeniero técnico como Ruld, pero tenía sus métodos y lo más importante, funcionaban.

 La puerta cedió por un instante, tratando de abrirse y estuvo a punto de dejar una brecha desde la que hacer palanca, pero inmediatamente se cerró. Quell no necesitaría volver a intentarlo, antes de que Bastila terminase de quejarse, las puertas se abrieron por completo.

 Detrás, una figura imponente que lo observaba, Canderous, y junto a él, la afilada nariz de un mercenario sin escrúpulos, pero no uno cualquiera. Su armadura era extraña, eso normalmente significaba que era una armadura cara, tenía reflectores de energía, una buena defensa contra disparos blaster, también gozaba de una especie de fibra de duracero, seguramente algo muy resistente pero pesado, pensado para los golpes con armas. Parecía alguien que pensaba estar dentro de una violenta refriega...sin duda era alguien con recursos.

 Canderous iba aparentemente desarmado, almenos no llevaba su blaster de repetición con él, demasiado pesado para pasear por aquella gigantesca base del crimen.

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17/02/2012, 02:53
Davik

- ¿Estos son?

 Son mayor número de lo que mencionaste. No podemos reclutar a cualquiera. - expuso con la comodidad de alguien que puede insultar a otros con la seguridad de que no va a ocurrir nada. Sin embargo, no parece su intención ofenderos. Es un hombre de una edad destacable, humano, sin duda, con cabello canoso, arrugas y un extraño tatuaje en la sien izquierda.

 - Soy Davik, y estais en un enclave de mi propiedad.

 Explicó. Ya habíais oído hablar de Davik, era el líder del intercambio en la galaxia, un tipo duro, sin escrúpulos, dominaba todos los trapos sucios de Taris, contrabando, sicarios, el intento por encontrar un medicamento contra los rakghoul y venderselo a los más ricos...era todo un nombre dentro de aquel sistema y también fuera de él.

 - Canderous dice que sois gente que vendría bien para el intercambio, gente capaz. ¿Qué os parece si damos una vuelta por el enclave y hablamos de un posible ingreso en el gremio?

 Preguntó afable, dispuesto incluso a contar con todos y cada uno de ellos.

Canderous permanecía en silencio, era su guardaespaldas, o algo parecido, no tenía voz ni voto en sus decisiones aunque almenos había cumplido con parte del trato, les había llevado al lugar acordado donde aseguraba, tendrían una opción de escapar junto a él. Quizás Davik estuviese dispuesto a salvarles si se unían al intercambio.

Notas de juego

*El intercambio es un grupo muy activo en la galaxia que se dedica a toda clase de actividades ilegales, es, como os habreis imaginado, terriblemente peligroso.

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17/02/2012, 03:01
John Doe

 John se puso en pie con naturalidad, pareciera que todo le daba un poco igual. La espera, el plan...iba improvisando sobre la marcha y hasta ahora todo había salido bien. Bastila había resultado ser una niñata, asique lo mejor era no hacerle mucho caso y seguir confiando en que Quell sería capaz de mantenerse firme a pesar de las adversidades y que Ruld podría ayudarles con los aspectos más técnicos. Además ahora contaban con otro as en la manga. Korr-Nad-Ul parecía autosuficiente y se agradecía mucho no tener que hacerle de niñera. Además sus comentarios llevaban buena razón, no era tan desconfiado como Onasi, o eso quería hacerles ver.

 - Ya nos estabamos cansando de esperar. Tienes suerte. - le espetó a Davik - estabamos a punto de tomar el enclave.

 al decir aquello casi lo oyó con la voz de Breyard. Se le había pegado su forma de hablar.

 No era extraño después de todo, llevaban mucho tiempo juntos. Habían vivido de todo en muy poco. Demasiado intenso...aunque no para él.

 Aún no había despejado las lagunas en su cabeza, y Bastila no parecía estar por la labor de echarle una mano. Tampoco había encontrado un momento adecuado. Era mona, pero tampoco se moría por estar con ella a solas.

 - John Doe.

 Se presentó con la educación con la que el señor del crimen les había recibido, casi escupiendoselo a la cara. Debía de estar acostumbrado a eso, y también a los que vivían con la lengua pegada a su protegido e intocable culo.

 Hizo un gesto con la cabeza para que los demás tomasen la iniciativa, no les iba a presentar.

 - Puedo asegurarle que somos más que capaces. - avanzó, era evidente que Doe era un mercenario, se notaba en cada uno de los poros de su piel.

 Dejo para Quell un comentario ingenioso, algo que los delatase como un grupo compacto, quizás algún apodo para alguno o todos los miembros de aquel escuadrón mortal...y esperaba que Bastila no tuviese una iniciativa pésima de revelar su identidad como jedi, aquello no les serviría con el intercambio, eran gente echa de otra pasta.

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17/02/2012, 17:33
Quell Breyard

Como en ya incontables ocasiones, Quell estaba sorprendido. Si bien era plenamente consciente de que el Intercambio era el grupo del hampa intergaláctico más peligroso que existía, ver a un vejestorio, pertrechado hasta los huesos dentro de su propio refugio era algo que no podía pasar por alto.

Mientras el viejo hablaba no pudo dejar de pensar,  que le faltaba un parche, un diente de platino, o algo así. Que no parecía tan malo. Soy un abuelo con armadura para contener el pis.

Sin embargo, no llego a decir nada. Doe se había puesto en pie y había empezado a hablar. En una línea de haber quien es mas macho. Cosa, que sinceramente, estaba completamente en su línea.

Supuso que ahora le tocaba a él hacer las presentaciones.

Si, encantado señor Davik, somos un grupo de lo más variado y resolutivo. Este es nuestro tecnico y su droide. Es un hacha con las teclas, y además, ¿ha visto alguna vez desmontar un Rancor desde dentro?, pues él sabe hacerlo, yo lo he visto en directo.

Allí tenemos al pistolero. Bueno al pistolero simpático. Doe es más de disparar primero y preguntar después. El bueno, pregunta mientras dispara.

Como si su propio ingenio le hubiera hecho gracia, Quell paro un momento. Parecía que al señor del crimen no le terminaba de hacer gracia lo que él decía. Y se recordó, que tampoco era necesario dar muchas explicaciones.

Este es nuestro piloto. Capaz de conducir lo que sea por donde sea.

Dijo esto señalando a Korr. Entre otras cosas porque conducía las motos swoop como un verdadero profesional, y porque prefería que Davik no lo viera como una amenaza. Y llegados al punto final, quedaba Bastila. Tenía que ser rápido y quitarle interés.

Y ella es cara bonita y manos rápidas. Guarde su cartera en... bueno, en donde quiera que lleve la cartera dentro de esa armadura.

Satisfecho de su presentación, y sabiendo que con mala suerte, la mujer tomaría lo dicho por un insulto, seguramente había que pasar a otras cosas.

Bueno, ahora que ya somos una familia bien avenida, por favor, no se prive de enseñarnos su enclave, pero sobre todo, una nave para salir de este bloqueo. Porque le juro que estamos de Sith hasta el trasero.

Noto entonces que el hombre lo miraba con cara de pocos amigos. Algo muy natural en la gente de aquel triste planeta. Y entonces recordó algo. 

Yo soy el relaciones publicas del grupo. Quell Bre..., bueno, supongo que no le importa, ¿verdad?

En realidad no termino de decir su apellido, porque, podía darse el caso de que aquel hombre pudiera relacionarlo con su familia y prefería que nadie supiera quien era en realidad. 

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18/02/2012, 21:05
Korr-Nad-Ul

Me sorprendió la situación; ha decir verdad, era lo más cercano que había estado a la comicidad en mucho tiempo: la flota Sith circundaba la órbita del planeta y el más insignificante minuto podía marcar la diferencia entre mantenernos con vida o ser diseminados como el más despreciable microorganismo de la galaxia, y aún así teníamos tiempo para presentaciones.

Por otro lado, la actitud de mis nuevos compañeros de viaje sofocaba la asfixiante tensión que asolaba el ánimo. Tal vez la estrategia de Quell no fuera tan descabellada como me pareció en un primer momento. La aparente cercanía que había mostrado con Davik podría habernos granjeado la suficiente confianza como para poder hacernos con su nave.

No me fiaba de Davik; su aspecto senil era la mejor máscara que podía llevar. Era la cabeza dirigente del Intercambio en este planeta, puesto al que, sin duda, no había llegado sin aplastar unas cuantas cabezas. Y todo ello quedaba camuflado por las muchas arrugas que surcaban su rostro hasta ocultarse en su pelo cano. Debo ser cauto si quiero escapar de esta roca. No será fácil engañarle.

Lo mío no era el trato con las personas. Había estado solo la mayor parte de mi vida, adoptando ademanes y manías ermitañas que podrían poner en peligro nuestros planes. Así pues, me decidí por el silencio. Me limité a inclinar solemnemente la cabeza cuando Quell pronunció mi nombre. Fue un gesto rápido, mas lo suficientemente expresivo como para mostrar mis respetos a Davik. En lo que duró mi movimiento de cabeza busqué la compinchada mirada de Ordo; encontré sus ojos, pero no podría atreverme a aventurar si hizo o no una señal igualmente cómplice, o si simplemente se trató de un movimiento involuntario.

Volví en mí. Abandoné el mundo de mis pensamientos para apurar la escena. No podíamos seguir allí mucho más tiempo o acabaríamos nuestros días en aquella roca, condenada a la extinción. Me erguí en toda mi estatura y recorrí la escena; todos parecían dispuestos a actuar...

Hora de quitarse el óxido

-Ese paseo estaría bien, tengo las piernas entumecidas y me gustaría ver algo más grande que este cubículo-

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01/03/2012, 13:19
Ruld

-Guarda el informe- le digo en voz baja al astrodroide en cuanto Davik entra por la puerta. No quería que nadie viera mi plan de huida, o de suicidio según se mirara, al menos hasta que estuviéramos solos.

Puede ser que poniéndolo en común con los compañeros con los que me encontraba y añadiendo sus capacidades a las variables, se pudiera hacer subir aquel porcentaje tan desastroso, aunque no tenía demasiadas esperanzas en ello.

Seguía al grupo esperando mi momento, a la vez que le daba vueltas a la cabeza por si me había dejado atrás algo que aumentara nuestras probabilidades. Escuchaba a cada uno, sobretodo a Davik, por si podía añadir algún dato a la formula. -Estate atento T3, por si encuentras algo que podamos usar para aumentar nuestras posibilidades- le susurro a mi pequeño compañero, sin dejar de caminar.

 

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02/03/2012, 22:01
Davik

 - ¿Lo que quieres decir es que eres el miembro del grupo más prescindible? - Espetó Davik con la cara de pocos amigos que Quell ya había advertido antes, incluso, de que pudiese volverse más evidente aún. La empatía del joven Quell podía ser útil, pero Davik tomaba nota de sus palabras, quizás más de lo que fuera adecuado para el grupo de pistoleros.

 - Chico, nadie va a salir de este jodido planeta hasta que yo lo diga, y menos en una de mis naves. Aunque me complace saber que también estais cansados de su maldito bloqueo.

 Hasta ahora he mantenido a los Sith a raya con mis negocios, no han metido sus narices donde no les llamaban, pero la gente se asusta con facilidad y está siendo dificil adaptarse. De todos modos, lo hemos hecho.

 Canderous asintió. Davik no pudo ver como miraba a Doe y a Korr de una forma más particular, con aquella complicidad propia de los asociados.

 - No me gustan las bromas.

 Como comprendereis pronto, soy alguien que no ha llegado hasta donde está por dejar los acontecimientos al azar.

 Sonrió de soslayo regocijandose en su propio ego.

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02/03/2012, 22:07
T3-M4

- ¡Beep-deeet!

 Fue la peculiar y dispuesta respuesta del astrodroide, todo estaba guardado. Su presencia pasaba inadvertida, más para Davik que para cualquier otro. Era una máquina, no podía hacer daño alguno allí, no sin que se arriesgase a que se frieran sus circuitos.

 La cabeza del droide giró de una manera poco aconsejable incluso para un aparato mecánico, retrocedió con las orugas que le permitían movilidad y adoptó un plano muy secundario, escondiendose tras Ruld y Bastila.

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02/03/2012, 22:09
Director

Ambos tenían buen ojo para eso, Ruld porque había estudiado mucho sobre el tema, almenos en la escuela que era la vida de planeta en planeta y Quell...Quell era un diamante en bruto, gestado en el estómago de algún lagarto, aún por salir...poco brillante, pero que apuntaba maneras:

 La armadura de Davik era de la mejor calidad y con una tecnología nunca vista y...técnicamente imposible hasta el momento. Era terriblemente avanzada, combinaba la defensa física con la defensa contra haces de luz y energía, es decir, protegía de los disparos bláster. Era dificil de comprender, pero ambos podían intuir donde se desactivaba...quizás lo más importante de todo no fuese su funcionalidad sino su precio, aquello en cualquier mercado, pero sobretodo el que maneja el intercambio, les daría suficiente dinero como para montar su propio grupo de mercenarios. Bueno, quizás fuese una exageración...no basta con tener un buen material, hay que saberlo vender y tiene que haber alguien dispuesto a comprar algo que se ha quitado por la fuerza...Davik no iba a regalar su armadura al primero que dijese que trabajaría para él.

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02/03/2012, 22:15
Director

 El paseo sería algo muy recomendable considerando no sólo las apetencias de Korr sino que Bastila estaba a punto de fulminar a Quell por su comentario. Parecía que hubiese herido su orgullo jedi con eso, como si fingir ser otra cosa a parte de lo que era atacase todo cuanto había llevado a cabo para llegar hasta allí...bueno, hasta su posición en la orden, si tenía alguna, ya que no había quien estuviese orgulloso con haber llegado hasta Taris y haber sobrevivido como buenamente podían. Quizás Quell fuera el único capaz de mantener el ánimo y guiarles por un buen lugar, Doe y él eran el motivo por el que todos permanecían unidos, además, claro, de querer salir de allí a toda costa.

 Davik no se tomó el comentario de Quell como algo literal, si pensaban poner las manos en una de sus naves se las cortaría y luego se las daría de comer a sus Nexu mientras él miraba y esperaba para ser el plato principal de su cena. Tener a Ordo cerca ayudaba, sólo podía tomarse aquel comentario como una broma desafortunada.

 Era un enclave con muchisimas habitaciones, tenía su propia prisión, con calabozos de todo tipo, incluso los más suspicaces entenderían de sus explicaciones que tenían varias salas de tortura para sacar información a los desgraciados que caían en sus manos. También tenían un montón de servicio, la mayoría eran mujeres twi'lek, con poca fortuna, esclavas sin derechos.

 Había habitaciones que no podían ser visitadas, porque Davik siempre tenía "invitados" distinguidos. Pero lo que llamó incluso la atención de T3, fue la nave, en el gigantesco hangar.

 No muy lejos de allí se encontraba un viejo conocido, almenos de Doe y de Quell, un peligroso tipo armado con dos bláster, uno en cada mano, con un atuendo de blanco y azul bastante peculiar y gafas grandes y circulares, se debían de tratar de gafas termosensibles autorregulables, nada que un humano normal y corriente necesitase en su día a día. Observaba de lejos, pero no se perdería aquello....era un humano con poca estatura, de mentón cuadriculado y hombros altos, parecía peligroso, aunque su físico no fuese del todo intimidante en algunos sentidos.

 Canderous no estaba nervioso, pero en su mirada se percibía la necesidad de golpearle, algo que reprimiría por el momento. Davik habló:

 - Esta es mi joya. El Halcón de Ébano.

 Es MI nave. - resultaba hostil al defender su propiedad - Y os aseguro que es capaz de romper el bloqueo.

 Reservo la sorpresa justo para cuando termine unos negocios aquí. No es bueno estar encerrado en una jodida roca como Taris toda la vida, ¿no creeis?

 Antes de que detecten a esta preciosidad, ya estaré muy lejos, más de lo que puedan aventurarse a seguirme, desde luego no conseguirar seguirme a esa velocidad.

 Orgullo, pero no había sólo vanidad en sus palabras, no mentía al decir que... : - Es la nave más rápida de la galaxia.

 Os la mostró con orgullo comentando un pequeño detalle...

 - Está atrapada, bien segura con un mecanismo que sólo yo puedo descodificar. Vereis que tiene parte de su estructura sujeta al hangar.

 No puede despegar. Además, al mínimo indicio de un intento para hacerlo sin mi consentimiento...¡BOOM!

 Se elimina la amenaza.

 Señaló al techo del hangar, había potentes láseres que seguían sus movimientos tildandolos de intrusos, además, en la puerta principal del hangar había potentes cañones, nadie se iría de allí robando aquella nave o cualquier otra, por rápida que fuera.

 Le gustaba que admirasen sus propiedades de modo que esperó sus palabras de admiración.

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05/03/2012, 10:25
Quell Breyard

Bueno, ha sido sin duda, ver la vida de los ricos y los famosos.

Quell se había quedado impresionado, había escuchado solo rumores acerca del intercambio, siempre pensó en un grupo de hombres armados y peligrosos en la parte trasera de una cantina, y sin embargo, ahí estaba en una misión, en la que cabria media ciudad.

Con la tecnología más puntera, y todos los lujos.

Desde luego, era interesante ver que, fuera como fuera. Había gente que vivía bien incluso en situaciones como las del bloqueo.

Ahora que ya habían visto todo, era el momento de hablar de negocios.

Bueno, aun a riesgo de ser mas prescindible incluso. Creo que es el momento de que nos diga, qué planes tiene para nosotros. Y saber cómo encajamos en sus pequeños quehaceres del día.

No le gustaba que le intimidaran, y bien podía librarse de él, aunque supondría que el grupo le atacaría. O no, después de ver que su única vía de escape era una nave con una bomba pegada, con la misma se lo pensaban mejor antes de echarle un cable.

Y hablando de cables, seria Ruld capaz de desactivar el sistema de seguridad de la nave, en caso de ser necesario. Sin duda, ese hombre era capaz de muchas cosas.

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18/03/2012, 21:12
Calo Nord

- ¿De dónde has sacado a estos insectos?

 La pregunta no iba dirigida a Davik, era evidente, no con aquel desdén impropio de personas de tan poca talla. Calo no era un humano alto, de allí, era el más bajo de todos los presentes, incluso más bajo que Bastila, que apenas rondaba la estatura de Quell. No era simple orgullo o narcisismo lo que brotaba de cada uno de los poros de su piel, se trataba de algo muy real...tenía poder, poder de meterle un disparo de bláster entre ceja y ceja antes de que pudiesen decir "Pazaak".

 Tras aquellas gafas cabría la posibilidad de una mirada de superioridad. Los ignoraba, sólo miraba a Canderous. Se habían formado dos frente entonces, a la siniestra de Davik estaba Calo Nord, el cazarrecompensas, y al otro lado, se encontraba aquel heterogeneo grupo junto con Canderous Ordo.

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18/03/2012, 21:16
Canderous Ordo

- ¿Preocupado por no ser el perro Kath más fuerte del corral, Calo?

 Le respondió Canderous con una mirada llena de determinación. No le importaría comenzar a dispararle allí mismo, un duelo nunca estaba mal si había un oponente digno, uno que estuviese a la altura. No sería un bravucón admitiendo que Calo Nord no era para tanto, era un cazarrecompensas habilidoso, pero eso sólo animaba a Ordo a enfrentarse a él.

 Si ambos no trabajasen para Davik aquel encuentro, como otros anteriores, habría terminado mal para alguno de los dos. Seguramente para Nord.

 Canderos parecía controlarse, de hecho, daba muestras de un completo autocontrol, no mostraba que se tomase en serio a Calo, más bien, era como un niño al que podía hacer rabiar si quería o aplastar bajo sus manos si lo deseaba. Canderous era alto, musculoso, atlético, casi lo contrario de su contrincante directo, aunque era bajo tenía un mentón de aspecto cuadrado, tan viril como el de Canderous.

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18/03/2012, 21:29
Davik

- ¡Ya es suficiente!

 Bramó, aunque sin perder la calma. sólo elevó el tono de su voz, reconociendo en su actitud aquello para lo que les había contratado....aún así, tenían que obedecerle, si había alguien poderoso allí, era él, pues tenía el control de casi la totalidad del intercambio. Ellos sólo eran perros guardianes, no tenía sentido que se peleasen entre ellos...Davik jamás hacía comparaciones entre los suyos, o no sin una apuesta de por medio.

 Le miró de soslayo con una sonrisa de medio lado, casi orgulloso de su fuerza y de como deseaban hacerse con el control de la situación. Le recordaban a él...algo más joven. Aún así no tenían la madera suficiente como para llegar a ser como él.

 La atención de Davik nunca se evadió de lo que realmente importaba, lo que señalaba Quell. Breyard debía aprender que era mejor dejar que el anfitrión disfrutase mostrando todo lo que tenía y de aquello que los demás carecían, incluso Ordo parecía más inteligente...

 ¿O esque piensas que puedes ser más listo que yo?

 - ¿Creo que es evidente no?

 Espetó Davik con naturalidad. En ese instante desenfundó su pistola blaster y le apuntó.

 - Canderous, ¿creías que podrías vendernos sin que me enterase?

 Y vosotros...¿realmente pensabais que su plan iba a salir bien?

 Dijo con autosuficiencia, era de locos...

 Movió la diestra que sujetaba con fuerza el arma para que retrocedieran, mientras el hacía lo propio. Cuanto mayor fuera la distancia...mejor.

 Calo desenfundó sus dos bláster al instante, les apuntó y sonrió como diciendo yo gano.

 Las torreatas automáticas del techo se desplegaron, mostrando su ubicación y apuntaron al grupo cargandose para comenzar a disparar.

 - Recomiendo una rendición pacífica.

 ¿Para que enseñarles la base?

 Porque disfrutaba tendiendoles un caramelo que no podrían llegar a saborear.