Partida Rol por web

—No tiene nada de salida —digo con una gran sonrisa—. Se acabó su tiempo, esto está mejor que nunca.

Me deleitaba por dentro ver como la niña no podía más, mi respiración se aceleraba en forma de disfrute, quizás algo morboso, pero consiente de la realidad, nunca juzgar un libro por su portada, pude ser mucho más cruel por dentro.

Entre todos, decidís capturar a Mary. A pesar de que al principio se resiste y os intenta desgarrar con sus manos, cede ante vuestra fuerza. Nkrumsh, Alexander y Christoph le mantienen presa, mientras Patricia coloca la espada en el cuello de la niña como una amenaza bastante clara

La furia de la niña al no poder liberarse se va trasformando lentamente. Su cara comienza a irradiar una dulzura e inocencia típica de una niña. Con una sonrisa juguetona, como divertida, os pregunta

¿Qué pretendéis con esto? Qué necios sois... Jijiji

A pesar de todos los esfuerzos de la niña por liberarse, parece que la fuerza combinada de mis compañeros es suficiente para mantenerla sujeta, al menos de momento. Me acerco cautelosamente hasta colocarme junto a Patricia y le expongo la situación

- No creo que estés en posición de insultar a nadie. Si quisieramos, podríamos acabar con tu miserable no-vida en un pestañeo, pero esto no tiene por qué acabar asi. Verás, vamos a acabar con Roberto y toda su organización, y tu nos puedes ayudar a conseguirlo.

Tienes damos dos opciones. La primera es que te vienes con nosotros a ver al Príncipe, y con esa preciosa boquita tuya le cuentas todo lo que sabes sobre Roberto y sus actividades. Si eres lo suficiente convincente, te dejaremos libre para que continues con tu vida en otra parte. La segunda opción es que te cortemos la cabeza ahora mismo. Tu elijes.

Miro a los ojos de Salvatore que es quien toma la iniciativa y el que parecía estar tomando mayormente el rol de líder en aquel desorganizado grupo al que pertenecía. Sus intenciones eran de lo más inteligentes, sin embargo quise añadir algo:

- La vamos a vincular

Dije con convicción.

Yo mismo me ofrecería a hacerlo; conocía los secretos de la sangre más que ninguno de los presentes.

Solo teníamos que obligar a la niña a beber de mi sangre tres veces y tendríamos una interesante infiltrada en las líneas de Lebronch o él mismo se encargaría de matarla sin que tubieramos que ensuciarnos más las manos.

Alexander no tenía mucho que decir en estos momentos. Él había tenido intención de matarla desde el principio, pero bien era cierto que podía servirles mejor viva que muerta. Dejo simplemente que sus compañeros se encargasen de ese asunto: parecía que se le daba mejor a ellos que a él.

¿Pero alguno me puede explicar quien narices es la niña esta? Anubis no iba a decir mucho sobre la negociación con la pequeña pero seguía sin saber que conexión tenía ella con todo esto y le gustaría que alguno de los que no estuvieran enfrascados en la conversación le pudiera ayudar a disipar sus dudas.

Yo también me mantenía al margen, si bien es cierto, anhelaba la idea de ver a la niña en baños de sangre, pero lo que estaba haciendo Christoph era una mejor estrategia, se podía obtener mucho más de esa forma, además, una vez que ella cumpliera su función como diario abierto, no habría motivos para dejarla aun con vida…

El hecho de que Anubis volviera a preguntar de nuevo quien era Mary me causa cierto enojo y desconcierto teniendo en cuenta que ya se lo expliqué saliendo de la tetería cuando nos dirigíamos al Alcázar. No soy hombre de muchas palabras y menos costumbre tengo de repetirlas a la misma persona.

-¿Tu simplemente no escuchas o eres estúpido? Atiende:- Le digo despacio y tajante como si le hablara a un niño- Esta es Mary. Por ahora solo sabemos que Mary es un lacayo de Roberto pero estoy seguro que va a ser una buena niña y va a contarnos muchas otras cosas antes que la soltemos-

Termino mirándola a ella, sonriente, triunfante y burlon, aunque todavía no me puedo dar por satisfecho. Todavía no me teme a mí ni a su suerte y más que una mueca de dolor lo que ansío es contemplar su bello rostro trémulo y desencajado por el terror.
La idea de vincularla me parece adecuada, ese doctor parece que sabe lo que se hace, así que no hago ninguna objeción como tampoco la haría si proponen cortarle la cabeza ahora o más tarde. Bueno, si. Seguramente preguntaría si me dejan hacer los honores.

Pues o hacemos algo ahora o la matamos ya. No podemos estar aquí eternamente- dice Alexander, algo impaciente. Estaban perdiendo el tiempo- quizás sea mejor que la vincule Patricia- dice.

Si la vinculamos completamente, perdería su independencia, y al mismo tiempo la credibilidad ante el Príncipe. Creo que sería mejor simplemente immovilizarla con una estaca.

Patricia se quedó al margen. Guardo su espada y se sentó en un banco, a la espera

Esa maldita zorra no os va a ayudar, ¡jajajajaja!

¿De verdad tengo que temeros? Me da igual lo que me hagáis. Tengo maneras de mantener la boca callada. ¡No me importa morir! Además, estáis perdiendo el tiempo.

En estos momentos, vuestro amigo Eurídico debe estar ardiendo, ¡jajajajaja!

De mi boca no saldrá nada. El tiempo es oro, seguramente a estas alturas Roberto ya haya conseguido muchas cosas...

¡Todos vais a morir! ¡Jajajajaja!

¿Por que no le claváis la estaca en el corazón y ya esta?- pregunta- o matémosla directamente- dice, impaciente.

- Agarradla fuerrte

Dije para situarme delante de la niña.

Cogiéndola por el cuello, me hice un fino corte en la muñeca y dejé caer la sangre en su boca.*

Cuando me aseguré de que había bebido suficiente para conseguir un vínculo completo.

Me volví a mis compañeros lamiéndome la herida para que cicatrizara

- El príncipe no sabrra de ningún vínculo si no haze test a su sangre

Luego volví a dirigirme a la niña mirándola fijamente

- Acabas de ser salvada de la muerte definitiva, me debes tu existenzia ahora.

- Dime, ¿quién es tu sire?

Empezé el interrogatorio

- ¿Hay algún otro vínculo que te ate a algún vástago?

- ¿Cuál es tu relazión con Roberto Lebronch?

- ¿Por qué trataste de matarnos?

Anubis continuaba esperando a la espera del desarrollo de los acontecimientos.

Los ojos de la niña cambiaron con velocidad, y una especie de mirada de asombro y devoción apareció en ella cuando Christoph la hizo beber su sangre

Son muchas preguntas, espero hacerlo bien... Ahí van las respuestas.

Mi sire es tu madre, a la que maté cuando me cansé de ella. ¡Ajajajajajajaja! ¡No puedes vincularme con tu sangre, estúpido! ¡Ni tu ni nadie! ¡Caín me ha elegido, gobernaré con Roberto sobre todos!

A su mirada vuelve la oscuridad y la frialdad anterior y le suelta

Y tú, estúpido, serás mi lacayo, y morirás por ello

Me rechinaron los dientes. Que fuera invinculable no era tan difícil de comprender; mi propia sangre tenía aquella capacidad.

Forcé una sonrisa a pesar de que lo quería era retorcerle el pezcuezo. Si por mi fuera ahora mismo la estacabamos y la mandábamos al fondo del océano donde nunca jamás pudieran encontrarla.

Di un par e pasos atrás retirándome de la escena

- Hased lo que querrais con ella.

Dije dándome finalmente por vencido

Lo siento por ti pequeña, pero si el vincularte no funciona, no nos dejas alternativa. Anubis, ¿todavia te queda alguna estaca? Si no siempre podemos apañar una de un banco.

- Mis estacas os la he dado a vosotros. Instantes después Anubis tomó uno de los banco de la catedral y le dio una fuerte patada haciendo unas astillas y estacas. Bueno, ahora esto parece un buffet, tomemos las que necesitemos.