Partida Rol por web

Antes de volver a la cama, Nkrumsh muerde al humano hasta dejarle seco.

Una nueva noche llega. La luna llena se encuentra en lo alto, como una espectadora de los sucesos que pueden ocurrir. Es la hora de tomar decisiones. Está claro que Roberto ya sabría que su plan no había tenido éxito, pero no había mandado más hombres a vuestro encuentro

Una nueva noche llega. La luna llena se encuentra en lo alto, como una espectadora de los sucesos que pueden ocurrir. Es la hora de tomar decisiones. Tu ghoul estará esperando en el parque, tal cual le ordenaste. Además, Roberto también estará esperando tu llegada, para informarte de lo ocurrido por la mañana

Al abrir los ojos, lo primero que siento es alivio al encontrarme todavía vivo y libre, lo cual ya es mucho teniendo en cuenta que se nos podría haber echado encima todo un ejército mientras dormíamos.

La casa está totalmente silenciosa (salvo por el zumbido de las moscas que empiezan a amontonarse sobre los cadáveres), así que al parecer, soy el primero en levantarme.

Mientras espero a que los demás aparezcan, recorro la casa en busca de algún material inflamable que se pueda usar para causar un incendio en la casa y tapar así nuestro rastro tanto para los posibles sicarios de Roberto como para la policía humana. Una casa con una veintena de cadáveres, algunos de ellos descuartizados no era algo fácil de ignorar...

Alexander, tras abrir los ojos sale de debajo de la cama -lugar donde había dormido-. No se habían producido mas ataque. Roberto no había mandado mas hombres, y no sabías como interpretar eso. ¿Quizás esperaba un ataque de ellos a su castillo? pudiera ser. Hoy debían planificarlo todo a la perfección, sabedores de que les estarían esperando.

Al poco rato ve a Salvatore, al cual saluda con la cabeza. El resto aún no aparecía. 

A primera hora me reúno con mi gohul y le doy ordenes específicas de reunirse con Roberto. Su dirección, su nombre y el mio para que pueda decir quien le manda. Le digo que le esperaré en el mismo punto de aquel parque y que extreme las precauciones de seguridad y vigile de no ser seguido en su camino de vuelta para traerme el informe del ataque a mis ex-compañeros.

Tal y como acuerdo con él, espero su llegada oculto entre la vegetación y con un plan de huida bien elaborado por si vuelve con "compañía" a pesar de todas mis advertencias.

Siempre he encontrado que atenerse a las cadenas del tiempo es una mala costumbre difícil de olvidar después del abrazo. Supongo que ser inmortal nunca significó despojarse de todo lo que nos hace humanos, en mayor parte, agradezco estas incoherencias si bien me mantienen cuerdo.

Por instinto, al levantarme busco algo que me informe de qué hora es. No hay mucho retozar cuando me hayo secuestrado en un país desconocido con un loco visionario pisándonos los talones y en una casa que será consumida por las llamas en breve.

Salvatore anda buscando algo mientras el resto ya se ha preparado y yo examino mis escasas pertenencias regocijándome ante la idea de mover ficha y poner en jaque a Roberto.

Nkrumsh busca algo que le indique la hora y no tarda en encontrarlo: Un reloj de pared en la cocina, que le dice que son las 21:30. La noche ya ha llegado, ya es seguro salir a la calle.

Y en la cocina encuentra Salvatore lo que busca. La casa es un poco antigua y todavía funciona con bombonas de butano y hay un par de ellas más la que está conectada. Por el peso que tienen, tienen gas en su interior

El tiempo pasaba muy lento mientras esperabas al joven escondido, vigilando los accesos al parque por si te intentaban tender una emboscada. Pero los únicos que pasaban eran parejas que buscaban pasarlo bien durante un rato, tras el cual se iban.

Y por fin, el chico regresó. Viste que tenía el ojo un poco hinchado y en la comisura de los labios tenía sangre seca.

El joven empieza a buscarte y, al no verte, se empieza a poner nervioso. Comienza a frotarse las manos y a moverse por todos sitios, susurrando tu nombre

Me desperté con la satisfacción de darme cuenta que no habíamos sido asaltados de nuevo. Busqué a todos mis compañeros para ver si se habían marchado ya o si todavía me estaban esperando. Cuando les vi ya tenían todo preparado para hacer arder la casa con todos los cadáveres de quienes nos habían asaltado dentro.

Antes de que mis compañeros hicieran nada, me dispuse a recoger todas las pistolas que tuvieran todos los cadáveres y a recoger algunas astillas que nos podrían servir de utilidad en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo.

Después me dispuse a repartirlas entres mis compañeros por si las necesitaban.

- Bien, creo que deberíamos trazar el plan con exactitud, intuyo que Cristoph nos ha delatado. Pero no sabemos si solo lo ha hecho a cambio de que le dejaran en paz a él o porque se ha unido a Roberto. El Príncipe podría ayudarnos, nos dijo que no podría declarar una Caza de Sangre* contra él, pero quizá si que pueda declararla contra Zimbardo y así nos quitaríamos un supuesto enemigo de encima. Total, él ya nos ha traicionado y yo no tengo ningún tipo de piedad sobre él. Después deberíamos planear un plan nuevo, todo lo que habíamos decidido ya se lo habrán chivado así que de seguro que el factor sorpresa ya no contará a nuestro favor si no todo lo contrario. Seguro que nos estará esperando. ¿Se os ocurre algo que podamos hacer? Quizá podamos buscar aliados en la ciudad que nos ayuden en la cruzada contra Roberto.

Al comprobar que está solo, salgo de mi escondite y me acerco al chico.

Le agarro por la barbilla y le muevo la cabeza comprobando sus heridas. Era solo ganado, era cierto. Pero no estaba bien que trataran así al ganado de los demás sin su consentimiento.

- ¿Qué te han dicho?

Mis ordenes, como siempre, eran secas y directas. Parecía haber cumplido bien con sus tareas, pero no quería recompensarle con halagos antes de tiempo.

El chico pega tal bote cuando sales de la nada que por poco se sube a un árbol del susto. Contiene la respiración mientras le inspeccionas la cara y sólo se atreve a hablar cuando le preguntas.

Roberto me dijo que su plan había fallado. Que tus antiguos compañeros habían acabado con los hombres que había enviado. Que esperaba que fueran a por él a su castillo, para poder cazarles de nuevo

Desvió la mirada

Además... Me he enterado que los hombres que envió Roberto eran sólo humanos. A lo mejor por eso les derrotaron

No tenemos muchas posibilidades de maniobra- dice Alexander- podemos avisar al príncipe para lo de la caza de sangre, pero, ¿y luego? estaríamos en la misma situación. Sigo diciendo que lo mejor es atacar de frente. Ir a por ellos ahora y acabar con esto de una vez.

- ¿Y el resto? ¿Qué opináis vosotros?

Cuando regreso de la cocina con una de las bombonas al hombro, veo que el resto de mis compañeros ya se han levantado y están otra vez discutiendo sobre qué hacer.

Dejo la bombona en el suelo y escucho lo que propone Anubis, antes de responderle.

Creo que sería una idea nefasta. El Príncipe ya dejó claro que no iba a declarar una caza de sangre contra Roberto, y el que lo haga contra Christoph ahora mismo no nos ayuda en nada. Si se ha aliado con Roberto, podemos acabar con ambos de un solo golpe, y si ha huido siempre tenemos tiempo para buscarlo y acabar con él.

Yo sigo pensando que un ataque contra la mansión de Roberto es nuestra mejor opción. No se si nos estará esperando o no, pero estoy dispuesto a correr el riesgo. No podemos seguir dando tumbos por la ciudad buscando aliados potenciales cuando ni siquiera conocemos a nadie.

- Bien, pues si Nkrumsh no quiere agregar nada más, atacaremos directamente a Roberto. Prended la casa entonces y vayamos a por él. Acabemos con esto cuanto antes y que sea lo que tenga que ser...

- ¡¡Scheiße!!

grito indignado

- Ese maldito Lebronch... ¡menudo inepto!

meneo la cabeza nervioso

- ...humanos. ¡tsk!

digo reflexionando para mi mismo. Luego me sucede el silencio por unos largos minutos.

Recupero la compostura y me vuelvo a acercar al chaval con una sonrisa en los labios. Le doy un par de palmadas en la mejilla

- Has hecho muy bien tu trabajo, heifer

Hago una pausa para mirarle friamente a los ojos

- Un buen comienzo que puede augmentar tu longevidad significativamente

Ahora me giro planeando bien mi siguiente movimiento

- Volverás a probar tu lealtad. Esta noche. Necesitaremos todo el combustible y la ayuda que podamos conseguir ...o comprar.

Empiezo a darle ordenes paseándome por el lugar

- ¿Dijiste que tu padre era rico?

Era una pregunta retorica. Si el chico era listo habría entendido que estaba pidiéndole su colaboración una vez más para que tirara de todos los hilos posibles 

- Vamos a convertir ese maldito castillo en una pira. Haremos que paguen por haberte puesto las manos encima y por su incompetencia