Cuando acabas de recoger las cosas del cadáver del que solo recoges el arma con su célula de energía correspondiente. Te das cuenta que tu escondite ha sido seriamente comprometido.

Quedarse demasiado tiempo ahí te supondrá que no solo los dos soldados que te buscan caminen por esa cueva, sino que además todo un ejercito podría venir a acabar contigo.

También es posible que ahora sea un buen momento para huir y no encontrarte con el otro soldado, por la pinta que tenía parecía el más veterano de los dos.

Una vocecilla en tu interior te dice que deberías huir a la ciudad más próxima con un espaciopuerto y abandonar el espacio Mandaloriano cuanto antes.

Cuando apenas había terminado de recoger el arma y las cosas del soldado, Hardenberger sintió como ese instinto que ya le había salvado otras veces comenzaba abrirse paso a través de sus sentidos para gritarle que lo mejor sería desaparecer cuanto antes de allí. Puede que su orgullo mandaloriano le urgiese a ir a buscar al otro guardia y acabar con él, pero no era el orgullo el que le permitiría vivir para luchar otro día.

Con todo el sigilo de que fue capaz, salió de la cueva y se encaminó hacia la población más próxima, donde vendió su rifle de postas y compró raciones, munición para el bláster y un pasaje hacia la ciudad más cercana con espaciopuerto. Si sabían que estaba en aquel planeta lo mejor era dejar atrás el espacio mandaloriano cuanto antes.

Al llegar al pueblo, buscando pasaje para la ciudad principal un campesino se ofrece a llevarte, dice que sería un honor acompañar a un gran guerrero mandaloriano como tu visión ofrece ser.

Nerffiss es la ciudad más cercana con espaciopuerto al que el campesino puede llevarte, en realidad no es una ciudad, es un espaciopuerto en si.

El campesino te deja a la entrada de este y se despide de ti, alejándose en la lontananza.

Hardenberger entró al espaciopuerto de Nerfiss con cautela, tratando de pasar desapercibido pese a que era muy consciente de que su raza no era de las más habituales ni entre sus talentos estaba el de la actuación. 

Caminando con aparente tranquilidad, aunque lo cierto es que trataba de  no perder detalle de lo que sucedía a su alrededor, se acercó a las pantallas para echar una ojeada a los primeros vuelos que salieran de allí. 

Miras en los monitores sin ningún resultado satisfactorio, todos los viajes más allá del Sistema Mandaloriano se te escapan del presupuesto.

Te diriges al droide de información, que te da la misma lista de precios y horarios.

También te añade una lista de hangares dedicados a transporte de mercancías.

- Quizá ahí pueda conseguir un mejor precio señor

Conteniendo a duras penas el impulso de soltarle un bofetón al droide, Hardenberger se dirigió con impotencia a los hangares de transporte de mercancías. Su objetivo era encontrar a alguien que tuviera la apariencia de saber coger algo de dinero con discreción por hacerle un hueco en una bodega más o menos habitable y largarse lejos de allí.

Estás viajando a través de los hangares cuando llegas a uno en los que se encuentra una bella twi'lek que dice que puede ayudarte a salir del planeta.

Esta se presenta como Na'fenna. Dice que te puede llevar a Coruscant, un lugar dentro de lo que cabe seguro, pero antes tendréis que pasar por Nar Shaddaa, a hacer un recado.

Mientras hablas con ella, un par de soldados de una tribu mandaloriana cercana a la tuya aparecen en la entrada del hangar.

- ¡Eh tu! ¡No vas a llegar mucho más lejos!

Un láser de blaster vuela por encima de tu cabeza, y a tu derecha.

*La twi'lek desenfunda sendos blasters que llega a ambos lados de la cadera disparando a los soldados fallando por bastante distancia su primer disparo pero acertando en el segundo sin problemas haciéndole caer de espaldas sobre el suelo*

El soldado que queda en pie dispara a la transportista que se mueve con agilidad para evitar el disparo.

Con una agilidad que solo puede dar la experiencia, Hardenberger reacciona al momento moviéndose hacia la cobertura que tiene más cerca y abriendo fuego contra el soldado que queda en pie.

*El soldado cae al suelo alcanzado por otro de los láseres de Na'fenna* ¿Sorprendido de no ser al único al que buscan por aquí? Sube, parece que vales tu precio en créditos para alguien, más te vale salir pitando de aquí *dice señalando al transporte que hay estacionado en el hangar*

-Si tú supieras -dijo Hardenberger echando a correr hacia el interior de la nave-. Será mejor que vaya directamente a un puesto de artillero. Con tu permiso -añadió haciendo un amago de reverencia en dirección a la Twi´lek.

La nave se alza en vuelo, y partís en una travesía de unos dos días según te informa Na'fenna.

Al llegar a Nar Shaddaa, tu chofer te pide que esperes dentro de la Lullaby (que es como se llama el transporte) pacientemente a que vuelva, pues tiene que recoger a un compañero.

FIN DE PRÓLOGO