Partida Rol por web

Terl se acerca a la humana y la mira unos segundos a los ojos, antes de aprisionarla en la silla, atándole los brazos con unas fuertes correas de cuero. A Martha no deja de resultarle extraño que la silla esté especialmente diseñada para humanos. No es lo que esperaría encontrar en el antro de los malditos monstruos.

Terl indica a la humana un soporte metálico, donde quiere que coloque la cabeza. Tras atarla de igual modo que los brazos, el psyclo se acerca a unos extraños controles que procede a activar, desatando un infierno para Martha. Del cristal que hay frente a ella comienzan a surgir una serie de colores y voces, que se agolpan en la cabeza dela humana provocándole un terrible dolor, prácticamente insoportable.

El dolor cuando el monstruo me ata sin contemplaciones mi brazo roto a la silla casi hace que me desmaye, pero no es nada comparado con el aluvión de luces y ruidos inconexos que inunda mi mente una vez que me ha colocado como deseaba.

Al principio me pregunto qué es todo esto y que me están haciendo. luego ya no puedo ni pensar.

Martha siente como si cientos de personas le gritaran a la vez, dentro de su cabeza. Un intenso dolor le golpea por las paredes de su cráneo.

Finalmente, el proceso concluye. Un hilo de sangre surge de la nariz y oídos de la joven. Siente que se desmallará en cualquier instante.

Martha se desmaya.

Terl observa a la humana en el aleccionador. Al igual que el que pasó por él antes también se ha desmayado. El que ellos llaman Reverendo es el único que resistió a la máquina. El psyclo se carga a la humana sobre sus hombres y marcha en dirección a las jaulas.

Al llegar a una sala en un cobertizo mal oliente, el ser indica al humano con una barra metálica que se siente en una especie de silla que hay.

¡Parry Balashy Atrom!

Refuerza el gesto con esa voz de gruñido tan desagradable.

Archibald observa la sala intentando encontrar la manera en la que le van a instruir al ver el gesto del monstruo se sienta en la silla

Como piensan instruirme aquí sentado? Esto me recuerda las historias de mi padre, de como aprendían los antiguos en sitios en los que les obligaban a sentarse y mirar una pared Se reconforta pensando que su cuchillo le puede sacar de esta situación pero adonde iría? No. Tengo que esperar, el cuchillo solo me dará ventaja una vez, necesito saber el camino para salir de aquí antes de usarlo.

Archibald observa la sala intentando encontrar la manera en la que le van a instruir al ver el gesto del monstruo se sienta en la silla

El monstruo agarra a Archiwald a la silla con unas correas rígidas de metal, con una mano. La otra mantiene firme la barra de luz cerca de la cabeza de la rata.

Mira a la máquina que hay enfrente. Tiene una protuberancia en la parte frontal, con una luz amarillenta.

Una vez fifa los brazos y manos del humano activa el aparato.

Archibald se preocupa un poco al ver los grilletes metálicos, y el rayo le preocupa aun mas... la intensidad del rayo aumenta...

En la cabeza de Archiwald se acumulan palabras y la cabeza le duele. Pronto se convierte en nauseas, vomita todo lo comido sobre sus piernas, mientras el dolor continúa.

La cabeza parece estallarle. Hasta el punto que pierde el conocimiento.

Al llegar a una sala en un cobertizo mal oliente, el ser indica a la humana con una barra metálica que se siente en una especie de silla que hay.

¡Parry Balashy Atrom!

Refuerza el gesto con esa voz de gruñido tan desagradable.

Tomo asiento donde me dice aquel ser sin dejar de mirar todo cuanto me rodea bastante asustada.

El monstruo agarra a Kathrina a la silla con unas correas rígidas de metal, con una mano. La otra mantiene firme la barra de luz cerca de la cabeza de la rata.

Mira a la máquina que hay enfrente. Tiene una protuberancia en la parte frontal, con una luz amarillenta.

Una vez fija los brazos y manos de la humana activa el aparato.

Una luz potente parte de la protuverancia directa a sus ojos.

El dolor es insoportable. En la cabeza aparecen mensajes y otras imágenes de palabras, nombres, letras. Aprende con rapidez. Pero el dolor de cabeza es brutal.