Con un gesto distante, discreto, viste cómo te saludaba con la cabeza el heredero del condado, Ponç d'Empúries. Habían pasado muchas cosas desde aquel fatídico torneo. El heredero había florecido, pero tenía la misma expresión que su padre.
Le devolviste el saludo.
Sabía que no era lo adecuado ni lo cortés pero aquella mirada de mi tío me partió el alma... Me acerqué y lo abracé, lo abracé igual que una niña abrazaría a su padre... Era curioso, era curioso como su tío estaba más presente en su infancia que su padre o su madre... Sabía que ambos tenían sus propias labores y que ella no era más que la hija pequeña y la última de la casa... Nunca le había importado y siempre le había beneficiado... Le había permitido leer, escuchar y observar en silencio... Y ahora, ahora le decían que era posible temer por su propia vida...
- Tío... Gracias... No sabéis cuan importantes son vuestras palabras para mi... No quiero ningún mal para nuestra casa... Y menos para padre, madre o mis hermanos... Y nunca, nunca había temido nada de Vicenç... Y ahora, ahora sus miradas me asustan...
Sonreí, sonreí como siempre lo hacía cuando quería animar a alguien, mostrando mi mejor lado, mi mejor sonrisa... Sabía que cuando sonreía la gente sonreía también... Las amas y sirvientas siempre me decían que era muy hermosa, que tenía un rostro hermoso y que podría conseguir cuanto quisiera con él...
Cuando nuestras almas se calmaron besé con dulzura la mejilla de tío manel, volví a sonreír y me dispuse a salir al encuentro de su majestad...
Cabalgar no era su especialidad aún así era capaz de mantenerse en su montura con el porte digno de una dama noble, su padre se había encargado de ello...
Me despedí de madre y de mi hermano con una sonrisa rezando para que todo les fuera como debía y continuamos cabañgando, escoltados... Era agradable sentir el aire fresco en la piel y el viento en los cabellos...
Al fin llegamos y allí estaba su majestad, tan hermoso como recordaba...
-- Saludos, señores del valle. He venido desde lejos, un clima más suave y menos duro, hasta esta región fría para disfrutar de vuestra hospitalidad. --y, mirando repentinamente a Clara, añadió-- Aunque al parecer las frías montañas del norte no son tan frías.
Saludé con la pertinente inclinación de cabeza al saludo de su majestad, esperando a que tío Manel hablase primero, pues tal era su posición. Cuando su majestad me miró y se diriguió a mi con ellas palabras no pude evitar que mis mejillas se sonrojasen... No pude evitar esquivar un instante la mirada, avergonzada e incapaz de devolver mi mirada a aquellos ojos... Aunque fue sólo un instante y después sonreía a su majestad, inclinando mi cabeza en agradecimiento a sus palabras... Pues no hablaría hasta que fuese presentada por mi tío...
Motivo: PER x2
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 65 (Fracaso)
(Estoy demasiado ruborizada como para fijarme en algo más allá de su majestad xD)
Al ver el conde parado ante nosotros hago una formal reverencia, y me quedo esperando a Vicenç.
Espero que lo haga bien, de lo malo podre interceder para apoyarle en caso de que sea necesario. Después de todo conozco al conde y podría desviar la conversación.
Motivo: Percepción
Tirada: 1d100
Dificultad: 56-
Resultado: 5 (Exito)
Master que se del conde o me puedo inventar algo.
Sabes que traicionó al rey en su momento, hace años, y que finalmente le encerró en Zaragoza hasta que accedió a firmar privilegios para él y otros nobles. El rey tenía entonces 14 años, y han pasado unos cuatro.
No parece ser un hombre cruel, pero sí que es un hombre que tiene claro lo que quiere y cómo conseguirlo.
Fuente: https://ca.wikipedia.org/wiki/Segona_revolta_nobil... (no hay enlace en castellano, pero vaya, que esto sucedió de verdad)
Mi señor, será un honor cabalgar a su lado, mi sobrina Clara... hago un gesto con la mano presentándola, aunque ya en la ciudad creo que se conocieron... Estará también encantada de acompañaros, su dulzura cura hasta el corazón mas abatido y desasosegado. Pero contadnos, ¿Qué tal vuestro viaje? Espero que sin contratiempos.
También sospechas que el Conde de Rosellón querría más ayuda con la frontera norte de la que el rey le ofrece.
Me detengo ante la tumba y, en ese momento, ato cabos.
-Maese Rodrigo, ¿Queréis decir que esta pudiera ser la tumba de Gerard de Mormont?¿Que sabéis de lo sucedido?Yo a penas conozco su existencia y no he oído más que murmullos inconexos.
Disculpa, he tenido un poco de faena extra estos dias.
Hago una formal y exagerada reverencia, demostrando que estoy a su servicio. Será un honor cabalgar a su lado señor conde, la última vez que nos vimos fue en el torneo de hace unos meses y fue un auténtico placer conocerle y verle participar, por eso insistí tanto en venir a recibirle yo en persona. Espero que le agrade nuestra compañía.
https://www.youtube.com/watch?v=i9X4LHumxRk
Una sombra oscureció el rostro del padre Rodrigo, y quedó en un silencio meditabundo durante unos instantes.
-- Oh, por el amor de Dios. Realmente... realmente no sabéis nada de lo que sucedió. --parecía sorprendido-- En fin, supongo que es lo habitual: erais demasiado joven.
>> Creo que hay monstruos, nacidos en este mundo de padres humanos. Al igual que hay monstruos físicos, ¿no puede haber monstruos mentales o espirituales? La cara, el cuerpo, pueden ambos ser perfectos... pero de la misma manera que el trabajo sutil del Otro puede generar malformaciones físicas, ¿no puede el mismo proceso generar malformaciones en el alma?
>> Por lo que cuenta la gente del valle (porque no consta que esté escrito en ningún lugar), Gerard tenía esa cualidad del espíritu que le hacía invulnerable a cualquier tipo de piedad. Era un niño que había nacido de espaldas a Dios. Pero así como su alma era retorcida, su belleza era conocida por todos, incluso por los aldeanos.
>> Alrededor de 1210, cuando el anciano Joan de Mormont murió, la baronía de Alós pasó a su heredero, Gerard. No puedo contarte exactamente lo que pasó, hijo, porque ni yo mismo lo sé. Y lo que sé... Lo que sé es algo que no repetiré aquí. Baste decir que su crueldad se cebó en el pueblo y, sobre todo, en las más indefensas de las criaturas. Se obsesionó por las almas inmaculadas de los niños, que comenzaron a desaparecer.
>> Gobernó hasta el estío de 1212, cuando su hermano Carles, el actual barón, apoyado por el pueblo llano y las tropas del abad de Olot, su cuñado, tomaron el castillo. Al parecer, como en tantas otras ocasiones la traición abrió las puertas de la fortaleza a los asaltantes, y se evitó así un baño de sangre. Pero lo que pasó con Gerard lo desconozco.
>> Más o menos al mismo, una banda de mercenarios franceses devastó el valle, pero las tropas combinadas de Alós y Olot los pusieron en fuga. Fueron tiempos duros.
Antes de que empezaran a volar virotes, Pèire se abalanzó sobre Vicenç y ambos cayeron al suelo, evitando así recibir una herida de ballesta. Pèire también tuvo tiempo de gritar, lo que alertó al Conde de Rosellón y a sus hombres, aunque algunos de ellos no tuvieron tanta suerte. Estabais siendo emboscados.
Toma crítico de Pèire.
Tiradme iniciativa.
El rey avanzó su caballo y se puso al lado de los tres jinetes de la Casa Mormont, saludando cortésmente al heredero, Joan. Contiuasteis el avance con paso lento y relajado, para poder hablar. Cerrando la comitiva iban los caballeros del Temple, con los que el rey tenía una relación estrecha.
-- Bien, bueno, ya sabéis. Cuando estoy en la ciudad, los nobles amenazan con levantarse en armas contra mí; cuando estoy en el campo, la burguesía de la ciudad estalla en descontento y amenaza con dejar de subvencionar las armas de la Corona.
>> Supongo que por eso estoy aquí, porque haga lo que haga nadie estará nunca contento conmigo.
Quedasteis impresionados por su franqueza (bueno, todos menos Joan, que parecía perdido en algún pensamiento).
-- ¿Y vosotros? ¿Qué tal la vida en el valle?
En un momento dado, el rey te hizo una confidencia discreta.
-- Debo hablar contigo a solas cuando lleguemos al castillo. Hay asuntos que requieren atención.
Por supuesto mi señor, será todo un placer.
Tras abalanzarme sobre Vicenç e incorporarme un poco torpemente pero todavía en el suelo.
¿Se encuentra bien, Vicenç?
Al ver, que estaba bien y sin ningún rasguño más que el polvo levantado cuando le derribe.
Deprisa, id con el conde a un lugar seguro. Y cuando podáis, id al castillo.
Yo iré por otra ruta, solo os relentizaria y por lo visto no soy el objetivo prioritario.
El viejo más hábil del medievo xDxD
Todo esa escuadra y es el viejo el que les salva el cuello.
Me separé de mí familia con un gesto afable y un amago de sonreír, pero la realidad es que tenía el corazón en un puño. Sentía que ni doblando la guardia me sentiría del todo segura, pues las causas de aquella desazón que me invadía eran muchas. En cualquier caso, traté de alejar de mi mente aquellas tribulaciones y afrontar la parte que me había tocado, el papel que me había asignado yo misma (aún a regañadientes) en aquella función. Recibí a los dos hombres, a mi señor Hugo y su hijo, que ya se había convertido en todo un hombre.
-Mis señores -les saludé, y proseguí a recibirles según el protocolo, con toda la pompa que estos merecían recibir por parte de su humilde vasalla.
-Espero que el viaje hasta esta tierra les haya sido placentero y sin contratiempo -intenté dar pie a algo de conversación banal. A pesar de esto, era más que evidente la diferencia en el ambiente respecto a la recpeción de nuestros anteriores invitados. -Yo me encuentro bien, siento que el clima del valle es bueno para crecer y madurar. Por desgracia no puedo decir lo mismo de mi señor, el Barón que, como sin duda habréis oído, mis señores, padece de unas fiebres a las que ni nuestro más sabio doctor ha sabido encontrar razón. Paso las noches en vela junto a él, rezando para que Nuestro Señor le conceda a bien una pronta recuperación -admití. Quizás asumir una posición de debilidad, de mujer humilde y piadosa, ablandara a aquel hombre de aspecto amojamado.
-¿Vuestra tierra sigue tan resplandeciente...? Recuerdo... oh, hará tantísimos años, mi hermano me llevó en cierta ocasión, bajo el pretexto de ver ciertas ruinas paganas -esto era cierto, bien recordaba, en cambio, la inmensidad del mar: el color, el ruido de las olas al romper, el olor a sal...
No tengo muy claro cual es el protocolo a seguir, así que asumiremos que lo llevo a cabo a rajatabla y sin desviarme una coma al respecto. Si quieres te hago una tirada de Corte, por ejemplo.
Cuando oí las palabras de Rodrigo mis oídos no podían creer lo que escuchaban. Siempre habia tenido estima. Estima, no, devoción por el apellido Mormont y oír tales crueldades me sobrecogió de tal forma que no pude disimular un escalofrío al descubrir de qué habia sido capaz Gerard.
-Había escuchado historias similares en noches oscuras alrededor del fuego y siempre creí que eran bromas que nos hacían a los chiquillos para asustarnos. Pero llegar a pensar que eso pudiera haber ocurrido de verdad, jamás se me habia pasado por la cabeza. Me encantará descubrir quien trae flores a esta tumba y como alguien puede querer recordar tan macabra criatura.
Y entonces pensé un poco más.
-Quizá tenga algo que ver con lo que nos ocurrió a nosotros, o incluso, con el ataque a las carretas. ¿Podreis ayudarme a prepararme contra este enemigo con las oraciones y recursos de la madre Iglesia?
- Un placer, Su Majestad...
Dije haciendo una reverencia con la cabeza y con una voz algo tímida.
Me coloqué en mi posición asignada, algo retrasada respecto a su majestad, tío Manel y mi hermano Joan. De nuevo, volvía a esperar que ellos hablaran antes que yo.
No podía dejar de mirar a aquel rey tan joven, tan sincero y cercano. Aunque me fijé en la actitud de mi hermano, así que me acerqué un poco a él
- Joan... Joan... - Dije intentando llamar su atención - ¿Estáis bien, hermano? Os veo muy callada y pensativo...
Motivo: Percepción
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 96 (Fracaso)
La he pifiado xD
Nah, el rey me tiene encandilada xD