Partida Rol por web

Dionís decide

perfecto

Esta misma noche. 

Pero tengo que avisar yo a Vicenç

Busco a Vicenç desesperadamente por el castillo. Su encargo está preparado y tengo que ponerlo sobre aviso. Esta noche, su hermana Clara saldrá del castillo. Le hemos dicho que habrá una actuación de un trovador que recita bellos versos a la luz de la luna y que varias personas cultas se reúnen allí por la noche para escuchar su poesía. Ella irá pero en lugar del trovador se encontrará con una horda de maleantes que intentarán secuestrarla. 

-Dichos maleantes tienen orden de asustar a la chica, como ordenaste, pero no son diestros con la espada y al verte aparecer, estate seguro que retrocederán al momento y tu podrás "salvar" a tu hermana como me dijiste. Todo estará preparado a las 12 de la noche. 

Le digo en voz baja a Vicenç y me escabullo para que nadie sospeche. 

Perfecto, entonces tu y yo estaremos allí a las 23:00, necesitamos preparar todo.

Necesito que Clara dude de mi odio por ella, o al menos que me odie un poquito menos de lo que lo hace. Estoy consiguiendo que empiece a sospechar de las intenciones de nuestro tío Manel, esto será otro paso más para hacerme con su apoyo.

- Entonces si ninguno tenemos nada que perder no sé qué haces perdiendo el tiempo frente a mi puerta cerrada, ahí parado como un vulgar bufón... ¿No tenéis nada? Y yo que creía que vuestra ramera era importante para vos... Seguro que le alegrará oír esas palabras... Id con el demonio Vicenç que seguro que nuestro Señor os tiene preparada una grata sorpresa... Y por cierto, no deberíais olvidar las palabras de la tata... Nunca te fíes de la palabra de un demonio... Ahora, si no tienes nada más inteligente que decir me gustaría poder estar sola... 

Jamás volverás a estar sola hermanita, morirás aquí, sin nadie que te quiera ni te ame pero follarás con quién yo te ordene, mis invitados podrán disfrutar de tu cuerpo por algunas monedas a menos que te quites la vida, aunque en ese caso serás una suicida y no alcanzarás el cielo ¿No? 

Ese es tu Dios al fin y al cabo Clarita, a mi no me mires, ese Dios no es el mio. Y si aceptas tu destino y sufres como la perra que eres, entonces seguramente el altísimo estará encantado de recibirte ¿No? Serás una de esas mártires del gran libro, aunque nadie recordará tu nombre ya que nadie sabrá lo que has padecido.

Te dejo que pienses en tu destino. Un besito hermanita. Aprovecha el tiempo que madre y padre siguen por aquí, de momento puedes ser medianamente feliz, pese a que nuestro tío se vaya pronto de nuestro lado.

Jajajajaja. Me voy riendo por el pasillo en dirección a mi habitación.

Avisa si me estoy pasando que no quiero hacer sentir mal o incómodo al jugador que lleva a Clara, o incluso a ti como máster.

Pronto, en ese momento, empezó a organizarse la cena de inauguración del Torneo, que iba a comenzar al día siguiente. Todos nuestros personajes fueron invitados a la caída del sol a reunirse en el patio de armas, donde se colocaron largas mesas para acomodar a los más ilustres invitados.

Antes he bajado al pueblo y he contratado a los comediantes para que hagan la escena. La orden era muy clara, esperar en un rincón del claro de detrás del castillo, y en cuanto vieran aparecer a una muchacha, simular su secuestro llamándola Clara, y a la que vieran que alguien se acercaba, salir corriendo.

Voy al patio de armas y me coloco cerca del conde Nunyo Sanç, quizás sea raro protocolariamente hablando pero nunca he hecho mucho caso a lo que digan de mi en la corte.

Baja a la cena con un elegante vestido en tono azulado, sus pechos casi sobresalían por la parte superior del vestido al llevar la prenda algo apretada.

Su rostro, antaño dulce y sonriente, se muestra mucho más serio y observador. 

Realiza los saludos y reverencias pertinentes y se sienta allá dónde le indicase su madre. Aunque su mirada parece buscar a alguien como si esperase encontrarse de nuevo con su rostro... 

Ver a mi hermanita llegar vestida como una vulgar prostituta y mostrando todos sus encantos como si fuera una puja al mejor postor fue maravilloso, sinceramente, me alegró bastante por dentro.

Me acerco a madre.

Madre, ¿Va a dejar que Clara se muestre en público de esta forma? No es nada aconsejable que vaya vestida como una prostituta delante de la corte.

Si queremos conseguirla un marido así no vamos a conseguirlo, es más, conseguiremos que tenga posibles amantes y no pretendientes serios.

Me uno a la cena en la zona reservada a los mozos y escuderos. Estoy seguro de que si me pusiera cerca de Vicenç, a nadie le extrañaría, pero prefiero no causar ningún problema protocolario. 

Y hablando de protocolo, aquella cena iba a ser una pesadilla. La llegada de los invitados castellanos, el conde Gonzalo Fernández de Lara y su hermosa hija, Teresa, complicaba las cosas aún más que la llegada del rey. 

Era evidente que el rey debía presidir la mesa, puesto que era el miembro de mayor grado dentro del castillo. Pero, ¿después? Gonzalo Fernández de Lara era quizá el hombre más poderoso de la Península Ibérica, ¿debía sentarse cerca del rey? Y, pronto llegarían los señores de Empúries, vuestros lièges, ¿dónde sentarlos? Para no olvidar al belicoso señor del Rosellón... Y a vosotros mismos, los anfitriones, que debéis sentaros también de manera distinguida.

Las mesas estaban colocadas en forma rectangular, pero en uno de los lados cortos del rectángulo no había nada, de manera que fuera más fácil servir la comida. El lado corto del rectángulo donde sí había mesa se consideraba la parte más distinguida. ¿Dónde sentar a los comensales?

Master, tú quieres que estire la pata. Pobre Peire, vaya tortas le estas dando a su pobre sique.

Me retrase en llegar con el resto, se me veía ojeroso y bastante deteriorado, como si hubiera estado toda la noche en vela trabajando, en comparación con los días anteriores. Aunque algunos sirvientes trataron de ayudarle se negó, en retundo y cumplió con el protocolo, de una forma lenta pero correctamente. Tras saludar a todos los invitados, se colocó en su sitio y se sentó.