Partida Rol por web

Ser Lance - Conociendo a Manchado no rechazará un capricho, le gusta la atención.

 Lenia sonrió feliz porque Ser Lance le diera permiso para poder darle azúcar a su caballo también, a Lenia le encantaban los caballos y poder conocer a los caballos de los invitados, le gustaba, porque sentía que en parte, así conocía una parte mas de dichos invitados. - Le daré azúcar pues, y un par de cariños - sonrió feliz.

Ser Lance - Voy a procurar que alguien pueda acompañarme a mis dependencias. declaró con tranquilidad. Me gustaría liberarme de la armadura y demás enseres del viaje antes de la comida.

Lenia asintió y llamó a una de las doncellas para que pudiera acompañarle - Por favor, acompañar a Ser Lance a sus aposentos, que le proporcionen todo lo que necesite - dijo con respeto a la doncella - Ha sido un placer conocerle Ser Lance - hizo una pequeña reverencia ante la inclinación de cabeza del Ser Lance. 

Cuando Ser Lance se marchó con la doncella, Lenia miró a Ser Galbart con ese brillo travieso y le pidió que se alejara uno poco del resto para poder hablar sin llamar la atención.

Lenia se alejó unos pasos del resto, con disimulo, fingiendo enseñarle a Ser Galbart unos cuadros en la pared, dándole la espalda al resto - ¿Sigue en pie la idea de ir a montar a caballo Ser Galbart? - le miró de reojo conteniendo una sonrisa traviesa. - He pensado que ciertamente, va a ser un día largo, mis padres no nos quitarán ojo a mis hermanas y a mi a partir de que empiece la fiesta y voy a tener que conterme para ser lo que ellos esperan - dijo con voz sutil - Pero ... he pensado que a la que voy a darle azúcar a los caballos, igual puedo escaparme unos minutos para montar a Noche y soltar energía, si no, esta noche en la fiesta, no prometo ser la hija perfecta - bromeó divertida, invitándole a la travesura con el. Lenia tenía prohibido montar hoy, tenía demasiadas cosas que hacer ... pero a Lenia le encantaba romper las reglas, siempre que no la pillaran, claro.

Galbart se inclinó ligeramente en forma de saludo hacia Lance quedando ambos sólos y siguió a Lenia hacia unos cuadros, imitando interés.

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El norteño miró sonriente a la joven su mirada traviesa animaba en gran medida a Galbart -Por su puesto que sigue en pie, sería un placer cabalgar a vuestro lado Lady Lenia- respondió con una mirada cómplice observando sus profundos ojos grises e inclinándose hacia ella casi imperceptiblemente asegurándose de que nadie les miraba habló, casi susurrando -Por favor, conmigo no seáis la hija perfecta, sed vosotras misma-le guiñó un ojo cómplice.

Lenia tuvo intención de apartar su mirada de la de Galbart pero no lo hizo, aquel hombre hacía que su lado mas "rebelde" aflorara y al contrario que todo el mundo, que intentaban enseñarle a que no era correcto, el parecía alentarla a ser tal y como era, eso, le agradó.

- Cuidado Ser Galbart, mira que dicen que las hijas de Lady Myriah hemos sacado mucho de ella y mi madre es capaz de agotar a un ejército con su energía - dijo divertida - A ver si esta pequeña Vaelys va a ser capaz de agotar al norteño, que energía no me falta - dijo en un susurró sin apartar la mirada de el, luego volvió a poner su cara de inocente y miró el cuadro que tenía en frente.

- Quiero preguntaros algo y no lo haría, porque sería demasiado atrevido, pero vos me habéis pedido que sea como soy y ... soy curiosa por naturaleza - dijo con ternura - Mi hermana Alyra ... - su voz sonó un poco fría - ¿Se ha postulado ya como candidata a ser su esposa? creo que en teoría sois los invitados los que tenéis que luchar por nosotras, eso nos dijeron, pero tengo la sensación de que Alyra está buscando la mejor opción y vos - se giró y le miró - Sois una gran opción - dijo sin titubear.

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Las palabras cada vez más atrevidas de la joven Vaelys sorprendían y complacían a la vez al norteño. Las conversaciones tan poco distendidas y casi marciales típicas de la corte no eran precisamente su fuerte y la compañía de la rebelde joven le resultaba muy cómoda y estimulante-Lady Lenia, os recuerdo que habláis con un norteño, que en ratos libres, si no era cazar, o montar a caballo, uno de sus ejercicios era cortar troncos de madera, dudo que... podáis agotarme- contestó casi con tono pícaro respondiendo a su traviesa sonrisa.

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Galbart fijó con intensidad sus ojos en Lenia, el interés por él parecía patente-Oh, me halagáis diciendo que soy una gran opción como marido. Respecto a vuestra hermana charlé con ella en el jardín de varios temas, pero entre frase y frase dejó entender que tiene cosas mucho más importantes en las que pensar ahora mismo, que en encontrar marido, no se encuentra entre sus planes de hecho el hacerlo en el presente-en ese momento el norteño entrecerró los ojos mirando a la joven con curiosidad.

-¿Por qué lo decís? ¿Acaso lucharíais por mí?-dijo interrogante con una sonrisa.

-Lady Lenia, os recuerdo que habláis con un norteño, que en ratos libres, si no era cazar, o montar a caballo, uno de sus ejercicios era cortar troncos de madera, dudo que... podáis agotarme-

- Os sorprendería Ser Galbart, os sorprendería - dijo divertida. En sus mejillas se dibujaron unos hoyuelos, que solos e dibujaban cuando realmente Lenia intentaba no reir, pero no era capaz de conseguirlo.

 Oh, me halagáis diciendo que soy una gran opción como marido. Respecto a vuestra hermana charlé con ella en el jardín de varios temas, pero entre frase y frase dejó entender que tiene cosas mucho más importantes en las que pensar ahora mismo, que en encontrar marido, no se encuentra entre sus planes de hecho el hacerlo en el presente-

- Lamentablemente mi hermana no podrá escapar de sus obligaciones, puede que entre sus planes no esté casarse ... pero si entre los planes de mi padre y como poco, saldrá prometida, puede que con suerte se case en un año, dos ... pero os aseguro, que saldrá con un marido asignado - Lenia miró al frente y alzó el mentón con cierto orgullo contenido. - No se que particular lucha tienen mis hermanas con eso del matrimonio ... yo creo que es una buena decisión y más, cuando en el fondo, nos están dejando elegir - Sin bajar el mentón, Lenia volvió a mirar a Ser Galbart.

- La mayoría de las mujeres piensan que por ser mujer, no pueden disfrutar de los grandes placeres de la vida, que nacer hombre hubiera sido mejor opción, algunas incluso que no nacer, sería la mejor opción pero ... creame si le digo que me encanta ser mujer, tiene un sin fin de beneficios y en cuanto al matrimonio, también me agrada la idea, cierto es que crecí con la idea romántica de casarme enamorada y tener un matrimonio feliz, como el de mis padres - sonrió con ilusión, sus ojos brillaron - Soy una enamorada del amor, Ser Galbart - aseguró - Y nadie dijo que no pudiera enamorarme esta noche o que el marido de mis sueños se encuentre ... aquí - hizo un gesto con la mano, que bien podía simbolizar el cuarto o bien el castillo entero.

- Ya que me han dado opción a elegir, elegiré al caballero capaz de cuidar de mi, de traer honor a mi gloria, de querer tener conmigo unos hijos fuertes y que dejen huella en la historia, que me respete y sobre todo, que aprenda a quererme, como yo aprenderé a quererle porque a pesar de que en los libros dicen que el amor es un sentimiento que no se elije ... creo que se puede educar siempre y cuando, antes, exista una chispa - sonrió sensualmente, ladeando la cabeza. - Todo comienza con una Chispa - susurró.

-¿Por qué lo decís? ¿Acaso lucharíais por mí?

- ¿Acaso querríais que luchara por Vos Ser Galbart? - dijo sutilmente dibujando una sonrisa inocente lentamente mientras jugaba con uno de los rizos de su oscura melena. 

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Galbart enarcó las cejas y sonrió pícaro-Lady Lenia...las palabras se las lleva el viento, tendréis que demostrármelo, en algún momento- inclinó la cabeza hacia ella, susurrándole, para luego recuperar la posición y seguir mirando el cuadro de cuando en cuando.

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-Tenéis toda la razón, su hermana podrá demorar sus obligaciones como mujer casadera y desconozco totalmente que otras obligaciones puede tener, pero habló con mucha seguridad sobre ello-se detuvo un instante y volvió a mirar a la joven-Y en cuanto al matrimonio, entiendo la reticencia de vuestras hermanas, la sensación de sentirse ganado en venta es inevitable, nosotros pujando por las hijas Vaelys..- dejó las últimas palabras en suspenso con cierta mirada de molestia.

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Las dulces palabras y mirada clara de Lenia hacían que Galbart sonriera y obtuviera toda su atención-En estos tiempos que vivimos, en muchas regiones las mujeres están relegadas a un plano meramente secundario en el que sólo deben tener hijos y cumplir todos los deseos y órdenes de su Señor. Yo no creo en ello y en cuanto al amor... el amor es caprichoso, impredecible e imparable, es cierto que enamorarse en una noche es muy difícil, pero nunca se sabe, quizás la persona amada, puede estar en ésta sala, en el establo..o ante vos- dió un paso para acercarse a ella, un acercamiento ínfimo, pero perceptible.

Cita:

-Vuestras palabras son muy sabias y cabales Lady Lenia. Os seré totalmente sincero, yo he venido aquí a buscar una esposa, en efecto, pero no por obligación, no quiero apartar a ninguna hija Vaelys de su familia si no es deseo suyo. Cierto es que el amor, se puede educar, puede haber un cariño que con el tiempo puede convertirse en amor, ¿Pero ese amor sería real, o simplemente conformarse?. La mujer que esté a mi lado tiene que amarme por lo que soy, no por quién soy- dejó una pequeña pausa y prosiguió -y esa chispa, a ese respecto tenéis toda la razón, una pequeña chispa puede crear la hoguera más ardiente..¿No creéis?-

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El norteño no apartaba la vista de la joven y negó suavemente con la cabeza-Siento decepcionaros pero de momento no tendréis contra quién luchar. En cambio ¿Yo debería de preocuparme de tener algún contrincante si quisiera luchar por Vos?-la pregunta era directa, sin duda, pero Lenia tampoco se andaba por las ramas.

-Lady Lenia...las palabras se las lleva el viento, tendréis que demostrármelo, en algún momento- 

Lenia sonrió, mordió su labio inferior y miró nuevamente al cuadro, humedeciendo inconscientemente sus labios, pues por dentro estaba pensando en que manera podía demostrar que su energía sería capaz de agotar a un caballero como Galbart. Le miró de reojo, ensanchó su sonrisa y con las mejillas coloradas, volvió a mirar al frente unos segundos, tratando de recomponerse.

Nunca había conocido a nadie como Galbart, lo cierto es que había conocido a unos cuantos caballeros, apuestos y de buena posición, pero Galbart tenía algo, tenía fuego interior ... y a Lenia, el fuego siempre le había atraido, de una forma que no podía explicar. Empezaba a sentir que Galbart había captado su atención.

 -Tenéis toda la razón, su hermana podrá demorar sus obligaciones como mujer casadera y desconozco totalmente que otras obligaciones puede tener, pero habló con mucha seguridad sobre ello-se detuvo un instante y volvió a mirar a la joven-Y en cuanto al matrimonio, entiendo la reticencia de vuestras hermanas, la sensación de sentirse ganado en venta es inevitable, nosotros pujando por las hijas Vaelys..-

- Oh, pero eso es lo que mis hermanas piensan, que somos ganado ... cuando en realidad,somos el pastor - dijo alzando las cejas - El objetivo de nuestro padre es que esta noche encontremos ... a un buen prometido, cierto, pero somos todas las niñas de nuestro papá y no nos obligará a casarnos si así no lo deseamos, aunque será alargarlo porque no desistirá hasta que encontremos a un buen marido, supongo que como padre, es normal su preocupación por que estemos bien cuidadas cuando el, espero que dentro de muchos años, no esté - puntualizó - Pero no sois vosotros los caballeros quienes habéis venido a pastorear este rebaño Ser Galbart... vosotros sois, siento tener que explicarlo así, las ovejas - dijo divertida - Mi madre siempre dice que los hombres tenéis el poder, pero somos las mujeres quienes decidimos - Lenia nunca había hablado así con nadie, lo cierto es que sabía que eso podía traerle problemas, pero por alguna razón, Ser Galbart le daba la confianza de poder expresar como pensaba. 

- Pero tenéis razón, ni nosotras somos ganado, ni lo sois los invitados, al menos vos - se giró para quedar frente a el y le volvió a mirar fijamente a los ojos - Hagamos un pacto ... vos no me veréis como una mujer oveja ... y yo no os veré como un hombre cordero - dijo divertida posando durante unos segundos su mano en el antebrazo de Galbart - Siento respeto por todas y cada una de las criaturas de este mundo, por lo que siento gran respeto por vos mi señor, no me atrevería a veros como ganado - se sinceró - Os veo como un invitado del norte, muy interesante, por cierto, que ha venido a conocernos en una fiesta y que quien sabe, quizás, sea futuro yerno de Lord Vaelys - Lenia no dejó de mirarle a los ojos hasta ese instante, pero lentamente, dejó de tocar su antebrazo y miró por si su madre se había percatado de ese detalle.

- Si queréis, a Alyra podéis verla como una cabra, muy cuerda no está - bromeo - Perdón, no debería hablar así de mi adorable, dulce y cariñosa hermana - dijo divertida, fingiendo arrepentimiento. Cada vez se sentía mas cómoda en presencia de Galbart.

En estos tiempos que vivimos, en muchas regiones las mujeres están relegadas a un plano meramente secundario en el que sólo deben tener hijos y cumplir todos los deseos y órdenes de su Señor. Yo no creo en ello y en cuanto al amor... el amor es caprichoso, impredecible e imparable, es cierto que enamorarse en una noche es muy difícil, pero nunca se sabe, quizás la persona amada, puede estar en ésta sala, en el establo..o ante vos- 

 - Me alegra, no sabéis cuanto, saber que vos no pensáis que una mujer deba ser exclusivamente para ... criar hijos, he de decir que siempre me agradó la idea de ser madre, pero tener la oportunidad de ser algo mas que eso ... me gusta, tenéis una forma de pensar maravillosa - dijo impresionada.

- El amor es caprichoso, sin duda ... podéis pensar una cosa y sentir otra - dijo con cierto tono de confusión en la voz que no pasó por alto para Galbart. Cuando dijo "Quizás la persona amada pueda estar en esta sala" Lenia abrió los labios y soltó un pequeño suspiro, sonrió y bajó el rostro con cierta verguenza.

- Quien sabe, quizás - alzó la mirada, sin levantar el rostro, lo que le otorgó cierto aire de fragilidad - Creo que ciertamente nunca me he enamorado, pero lo estoy deseando - susurró.

Vuestras palabras son muy sabias y cabales Lady Lenia. Os seré totalmente sincero, yo he venido aquí a buscar una esposa, en efecto, pero no por obligación, no quiero apartar a ninguna hija Vaelys de su familia si no es deseo suyo. Cierto es que el amor, se puede educar, puede haber un cariño que con el tiempo puede convertirse en amor, ¿Pero ese amor sería real, o simplemente conformarse?. La mujer que esté a mi lado tiene que amarme por lo que soy, no por quién soy- dejó una pequeña pausa y prosiguió -y esa chispa, a ese respecto tenéis toda la razón, una pequeña chispa puede crear la hoguera más ardiente..¿No creéis?-

- Agradezco que seáis totalmente sincero, pues es lo que trato de ser yo - dijo de nuevo sorprendida y tremendamente agradada por como se estaba dando la conversación con sel norteño - Que no queráis "secuestrarnos" es todo un detalle - rió - Pero dejadme que os diga algo ... la mujer, sea una Vaelys o no ... que esté con vos el resto de su vida, puede considerarse afortunada - en los ojos de la muchacha brilló la sinceridad - Sois ... - mordió su labio nuevamente - Fascinante, quiero decir - se ruborizó - Un hombre admirable - carraspeó y miró al cuadro. Agradeció que su pelo tapara sus orejas, pues debían de estar coloradas. 

- Una chispa es capaz de incendiar un bosque entero - dijo sumida en sus pensamientos.

Siento decepcionaros pero de momento no tendréis contra quién luchar. En cambio ¿Yo debería de preocuparme de tener algún contrincante si quisiera luchar por Vos?

- Luchar contra alguna de mis hermanas no es lo que más deseo - bromeó, luego volvió a mirarle - Vos ... no tenéis de que preocuparos, si os puedo ser sincera, de los pocos invitados a los que conozco, quizás  Ser Tyler era de los pocos que podían parecerme interesantes, por el hecho de conocerle ... me aterraba la idea de terminar prometida con un desconocido, pero - alzó el dedo índice para puntualizar lo que iba a decir - Vos no sois un desconocido para mi y he podido ser con vos, mas sincera y clara de lo que he sido incluso con mis hermanas - se llevó un mechón de pelo tras la oreja.

La diferencia de altura y tamaño entre Galbart y Lenia era más que evidente, así que cada vez que Lenia quería mirarle fijamente a los ojos, debía alzar el rostro.

- Ser Galbart - dijo pronunciando su nombre con profundidad - Me alegro de que esteis aquí y no os moleste como soy, no consigo contenerme con vos ... tantos años siendo educada para ser comedida y correcta y vos habéis llegado como una brisa fresca haciendo que todas esas formas fingidas se tambaleen - sonrió suavemente.

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-Esa promesa de seguridad y tranquilidad por parte de vuestro padre le honra profundamente, en muchas ocasiones, por el simple hecho de ser mujer, una hija y por muy duro y cruel que suene, existen padres que buscan su propio provecho sin tener en cuenta el futuro de sus hijas sea cual sea- endureció el rostro por un instante, pero ver la dulce e intensa mirada de Lenia le reconfortaba y la sonrisa volvió a sus labios y llegó a soltar una pequeña risa por lo bajo-¿Sabéis? tenéis toda la razón, no os disculpéis, los hombres seremos fuertes, seremos decididos, duros y consecuentes, pero una mujer nos puede doblegar con una sola mirada y realmente decidís nuestro destino-el norteño se sentía tan cómodo con Lenia que se veía capaz de hablar de cualquier cosa sin tapujos.

Cita:

-Muy bien Lady Lenia, cerraremos ese pacto-dijo sonriendo e inclinando la cabeza frente a ella, consiguiendo oler su perfume, fresco y dulce[/b]-os agradezco el cumplido, vos para mí sois más que interesante, habéis sido toda una sorpresa y muy grata he de decir, ya no sólo por vuestra inteligente, sino por vuestra belleza, sé que no es correcto decirlo tan abiertamente, pero al igual que vos no prometo ser el caballero perfecto- [/b]la sonrisa cómplice volvió a repetirse.

Cita:

-Desde luego que no lo es, la mujer es mucho más! mi esposa sería mi apoyo, mi compañera, compartiría mis pesares con ella y sería partícipe de mis decisiones, sería la Señora de Bosquespeso.- remarcó con orgullo.-Os diré que yo tampoco he llegado a enamorarme realmente, sí, he llegado a sentir algo por otras mujeres, pero ese amor sincero y profundo, aún no he llegado a sentirlo-

Cita:

El norteño río por lo bajo ante las palabras de la joven-Por favor, no sigáis o me voy a sonrojar- continuó con gesto divertido, para luego sincerarse de nuevo -y si le añadís el aceite de la pasión, arderá un reino entero- susurró con gran atrevimiento -Disculpadme, Lady Lenia, espero no haberme excedido con tal comentario-quizás en esa ocasión había ido demasiado lejos, pensó el norteño.

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Galbart era capaz de ver la pureza de Lenia en sus ojos y sus palabras tan sinceras era algo poco habitual en lugares como aquel castillo. Traiciones, intrigas..pero ella estaba al margen de todo ello, pero ¿Por cuánto tiempo?-Me complace saber que os sintáis tan libre en compartir vuestras ideas y opiniones conmigo, el sentimiento es mutuo creedme, con vos me siento muy cómodo y vuestra compañía me es muy grata y...extremadamente agradable- sentenció.

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Ante tal confesión, el norteño se acercó un paso más hacia la joven[b]-Lady Lenia..cuando recibí la invitación a éste magnífico evento, al principio tuve mis dudas en asistir, pues me veía fuera de lugar y no entendía el por qué me invitaban, pero ahora que estoy aquí y os he conocido, he de confesar que ha sido una de las mejores decisiones que habría podido tomar-[b]las palabras surgieron de su boca, suaves y tenues, cálidas como si formaran parte de una confesión prohibida.

-Esa promesa de seguridad y tranquilidad por parte de vuestro padre le honra profundamente, en muchas ocasiones, por el simple hecho de ser mujer, una hija y por muy duro y cruel que suene, existen padres que buscan su propio provecho sin tener en cuenta el futuro de sus hijas sea cual sea-

 - Por suerte, tengo un padre que se ha ganado el respeto a base de actos que le honran, tanto con su familia, como con sus aliados y sus posibles enemigos - dijo orgullosa. La verdad es que para Lenia, su padre era sin duda el hombre de su vida, pero esperaba que su marido, fuera tan hombre de su vida como lo era su padre.

-¿Sabéis? tenéis toda la razón, no os disculpéis, los hombres seremos fuertes, seremos decididos, duros y consecuentes, pero una mujer nos puede doblegar con una sola mirada y realmente decidís nuestro destino-

Lenia le miró profundamente, como si quisiera comprobar que realmente ella pudiera doblegarle con una mirada, pero le entro la risa, se puso colorada y apartó la mirada - Sois un romántico en el fondo Ser Galbart - dijo divertida. 

-Muy bien Lady Lenia, cerraremos ese pacto-dijo sonriendo e inclinando la cabeza frente a ella, consiguiendo oler su perfume, fresco y dulce-os agradezco el cumplido, vos para mí sois más que interesante, habéis sido toda una sorpresa y muy grata he de decir, ya no sólo por vuestra inteligente, sino por vuestra belleza, sé que no es correcto decirlo tan abiertamente, pero al igual que vos no prometo ser el caballero perfecto- la sonrisa cómplice volvió a repetirse.

- No espero que lo seáis, veamoslo de este modo - se giró y fue puntualizando - Imaginemos en el hipotético caso que entre nosotros surge una chispa - sonrió - Que quien sabe, acabemos prometidos ... ¿de que serviría fingir ser lo que el otro necesita para luego vivir una vida de desgracia y engaño porque no somos lo que el otro esperaba? - alzó las cejas - Prometo comportarme con vos tal y como soy, cuando estemos juntos, claro, porque si delante de mi madre me comporto como soy, me ganaré una buena regañina - dijo divertida - Pero nos comportaremos tal y como somos, creo que tenemos esa confianza ... porque si por casualidad vos fuerais el hombre de mi vida, quiero que veáis desde el primer instante como soy, prometo no suavizar nada - alzó la mano haciendo la promesa. 

- Puede que no seamos la doncella y el caballero más perfecto para el resto del mundo, pero con que lo seamos el uno para el otro, me basta - dijo suavemente.

-Desde luego que no lo es, la mujer es mucho más! mi esposa sería mi apoyo, mi compañera, compartiría mis pesares con ella y sería partícipe de mis decisiones, sería la Señora de Bosquespeso.- remarcó con orgullo.-Os diré que yo tampoco he llegado a enamorarme realmente, sí, he llegado a sentir algo por otras mujeres, pero ese amor sincero y profundo, aún no he llegado a sentirlo-

Lenia sonrió con cariño, Galbart hablaba con respeto de lo que esperaba de su futura esposa y le gustó que pensara que sería más que una mujer que pariría sus hijos, que le ayudaría a tomar decisiones, que sería su apoyo. - Vos tenéis mas años que yo y habéis vivido más, pero tampoco os habéis enamorado de verdad, quien sabe cuando puede ser ese primer momento, igual yo, que tengo menos años de vida, os saco ventaja - pestañeó suavemente con cierta coquetería. - Puede que a alguna de mis hermanas el título de "Señora de Bosquespeso" le parezca atractivo, pero créame si os digo que "Esposa de Galbart Glover" puede sonar incluso mas atractivo - rió. Lady Lenia Glover ... se dijo a si misma, como si quisiera comprobar como le quedaba el apellido.

Por favor, no sigáis o me voy a sonrojar- continuó con gesto divertido, para luego sincerarse de nuevo -y si le añadís el aceite de la pasión, arderá un reino entero- susurró con gran atrevimiento -Disculpadme, Lady Lenia, espero no haberme excedido con tal comentario-

- Oh, ahora no podré parar, me habéis metido en la cabeza la curiosidad por saber como es un norteño rudo, sonrojado por una pequeña mujer como yo - dijo con diversión cruzándose de brazos, adoptando un estado mas jovial y relajado. Ante la frase del aceite de la pasión, Lenia se sonrojó y Galbart le pidió disculpas.

- No os disculpéis - dijo con rapidez - Os mentiría si negara mis ansias por conocer el amor y todo lo que ello conlleva - dijo con atrevimiento. Se había dado cuenta de que con Ser Galbart no necesitaba ser frágil y jugar al juego que dominaban sus hermanas de aparentar ser buenas y dulces. 

- Solo espero encontrar al hombre adecuado que me enseñe todo lo que el amor conlleva - susurró en confianza.

-Me complace saber que os sintáis tan libre en compartir vuestras ideas y opiniones conmigo, el sentimiento es mutuo creedme, con vos me siento muy cómodo y vuestra compañía me es muy grata y...extremadamente agradable

- Creo que hacemos un buen equipo después de todo - aseguró -  Quien lo iba a decir ... Lady Lenia y Ser Galbart - sonrió - pase lo que pase esta noche y ... decidáis lo que decidáis, me gustaría ser vuestra amiga, me habéis caído muy bien y me gustaría, espero que no sea un atrevimiento decirlo, ser parte de vuestra vida y seguir siendo tan trasparente con vos - volvió a clavar sus ojos grises en los del caballero.

-Lady Lenia..cuando recibí la invitación a éste magnífico evento, al principio tuve mis dudas en asistir, pues me veía fuera de lugar y no entendía el por qué me invitaban, pero ahora que estoy aquí y os he conocido, he de confesar que ha sido una de las mejores decisiones que habría podido tomar-

 - El destino es caprichoso Ser Galbart ... nada pasa porqué si y puede que el destino fuera que nos conociéramos - se acercó a el con disimulo, para que nadie pudiera verlo como un acercamiento premeditado si no como algo ligeramente casual - Vuestra presencia hace mas llevadero mi día, pensé que sería un día plagado de nervios y miedos, pero me habéis hecho sentir segura y agradecida - susurró mirando al frente.

Alzo una de sus manos para volver a colocar su largo y rizado cabello, pero al alzarla, su mano rozó la de Ser Galbart con rapidez. En sus rostro se dibujó una sonrisa traviesa y le miró de reojo.

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-Asi es, pero por desgracia los enemigos acechan sin descanso, los rumores crecen en estos lares, pero no temáis, si algo ocurriese, los Antiguos Dioses así no lo quieran, los caballeros os protegeremos, aunque...yo me tomaré la libertad de protegeros personalmente, si vos me lo permitís- preguntó elevando una de sus negras cejas.

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El norteño consiguió ahogar a duras penas una de sus sonoras carcajadas-callad por favor, nadie debe oiros- susurró con una sonrisa burlona-nadie debe de enterarse, mi fama de hombre rudo y frío quedaría hundida en el lodo-dijo mirando de soslayo fingiendo preocupación.

Cita:

El norteño no daba crédito a lo que oía. La madurez que albergaba la muchacha no parecía corresponder con su reducida edad-No puedo estar más deacuerdo con vos, el protocolo oculta lo que en realidad somos, nuestras emociones, escondidas bajo una capa de fingida neutralidad y excelencia-la miró fijamente -y eso es lo que me gusta de vos Lady Lenia, mantenéis esa fachada porque no tenéis más remedio, pero que demostréis vuestro verdadero yo conmigo, significa mucho para mí, mi promesa es igual que la vuestra, siempre seré yo mismo con vos. Es sorprendente, jamás esperé que me encontraría a alguien como vos aquí..sois..diferente- quizás no fuese el adjetivo más propicio, pero era el que mejor podía definirla en ese instante.

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-Nunca se sabe Lady Lenia, nunca se sabe, pero sin duda vos lo tenéis más fácil ahora mismo, sois más joven y muy bella, conocéis más personas de todas regiones, mis relaciones son más... mercantiles por así decirlo y las damas no son dadas a viajar tan lejos- sonrió -Coincidimos al completo entonces, la mujer que desee casarse conmigo, deberá hacerlo con el hombre, no con el Señorla miró sonriente -Vuestra forma de pensar es tan refrescante y estimulante, jamás lo habría adivinado-su mirada se intensificó por un instante-volvería con gusto al jardín y volver a pasear con vos-era un gran atrevimiento por su parte tal confesión, pero se sintió libre al decirlo.

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-Bueno, aún queda mucho día por delante y la noche también, para que sigáis intentándolo, pero dudo que lo consigáis- retó con tono divertido -yo llevo ventaja, pues ya lo he conseguido con vos- sonrió con gesto bromista de triunfo.-Y no os preocupéis, el amor, la pasión, es un todo, cuando lo descubráis, seréis una mujer completa-el tono atrevido entre ambos aumentaba, pero de forma sutil y natural, el norteño se dejó llevar sin tapujos.

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-Yo no creo que seamos un buen equipo-dijo con gesto grave-De hecho sé que hacemos buen equipo- rió entre dientes-Perdonadme, pero me ha salido natural- recobró la compostura para no llamar la atención -Nos es ningún atrevimiento, por favor, aquí tenéis una amistad de por vida tenedlo por seguro y bueno...aunque queda mucho día por delante y pueden ocurrir muchas cosas ¿No creéis?- preguntó enigmático.

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-Estoy seguro de ello Lady Lenia, el destino lo ha querido así y nos ha unido... aquí-el norteño se percató del disimulado acercamiento de la joven y él hizo lo propio, quería estar más cerca de ella-Y vos a mí, éste día comenzó con hostilidad y frialdad. En cambio ahora, me siento cómodo, y una calidez me rodea gracias a vos-en ese momento sus manos se rozaron y sintió por un segundo la suavidad de la piel de Lenia sobre su mano. Su mirada traviesa contenía un fuego que quería salir a flote.

Se giró observando el cuadro con los brazos cruzados sobre el pecho y con delicado cuidado los descruzo para llevarlos a su espalda uniendo las manos de manera distraída, pero de forma totalmente medida y controlada el rozó con sus dedos la mano de la joven mientras la miraba de reojo cómplice y sonriente.

Entró en el recibidor y observó alrededor. Habían allí algunas caras nuevas y otras conocidas. Sonrío a lady Myriah y se acercó para saludarle.

-Mi señora- dijo acompañando sus palabras de la reverencia pertinente.

Después al ver a Ser Galbart y Lenia les brindó igualmente una ligera inclinación de cabeza, a modo de saludo. Miró a Astrid, que estaba junto a él y le sonrió. 

Se acercó a Galbart y Lenia .

-Que alegría vernos de nuevo. Espero que nuestros corceles hayan sido amables con vos, mi señora.- 

No creía que tardasen mucho en tener preparado el gran comedor, eso si no estaba ya listo para que ellos pudiesen entrar a tomar asiento. Suponía que algún sirviente acudiría para informar a la señora cuando así fuese.

Asi es, pero por desgracia los enemigos acechan sin descanso, los rumores crecen en estos lares, pero no temáis, si algo ocurriese, los Antiguos Dioses así no lo quieran, los caballeros os protegeremos, aunque...yo me tomaré la libertad de protegeros personalmente, si vos me lo permitís-

 - Como negarme ante tal honor - dijo Lenia sorprendida y agradecida - Sin duda eso me agradaría, sentirme protegida por vos minimizaría los peligros - Lenia mordió su labio inferior, su mente joven e imaginativa voló un instante a uno de esos libros de amor que había leido, los que estaban "prohibidos" de la biblioteca pues el amor era demasiado ... explícito e imaginó por un instante una escena de uno de esos libros, en donde Ser Galbart aparecía descamisado protegiéndola de los enemigos. Se sonrojó, sonrió y carraspeó mirando al frente divertida.

callad por favor, nadie debe oiros- susurró con una sonrisa burlona-nadie debe de enterarse, mi fama de hombre rudo y frío quedaría hundida en el lodo-

Lenia alzó las cejas y puso cara de sorprendida, sin perder su sonrisa traviesa - Oh, perdon, no quisiera que vuestra fama de hombre rudo - entrecerró los ojos - Quedara en entre dicho, será nuestro secreto - le dijo terminando en un susurró e inclinándose suavemente hacia el - Creo que nuestra amistad comienza a ser peligrosa, pero muy estimulante - rió volviendo a erguir su espalda. 

No puedo estar más deacuerdo con vos, el protocolo oculta lo que en realidad somos, nuestras emociones, escondidas bajo una capa de fingida neutralidad y excelencia-la miró fijamente -y eso es lo que me gusta de vos Lady Lenia, mantenéis esa fachada porque no tenéis más remedio, pero que demostréis vuestro verdadero yo conmigo, significa mucho para mí, mi promesa es igual que la vuestra, siempre seré yo mismo con vos. Es sorprendente, jamás esperé que me encontraría a alguien como vos aquí..sois..diferente

 Lenia suspiró suavemente cuando Galbart dijo "Es lo que me gusta de Vos" notó como su corazón se encogía un instante para comenzar a latir con fuerza. ¿Que le estaba pasando? era obvio que entre ambos empezaba a haber un juego sutil de coquetería mas allá de lo "normal" y eso, le estaba empezando a gustar bastante, porque Ser Galbart estaba comenzando a despertar en ella una ilusión que solo había sentido al emocionarse con la historia de los libros.

- Adoro ser diferente - dijo de pronto - Odio ser como mis hermanas ... creo que lo diferente hace especial a una persona, quizás por eso, vos me resultáis tan ... - mordió su labio, casi le dijo "atractivo y llamativo" pero pensó las palabras - tan ... - su corazón volvió a acelerarse, ¿tan nerviosa se ponía que ya no encontraba ni las palabras? - único - dijo, pero no era eso lo que realmente quería decir.

 -Vuestra forma de pensar es tan refrescante y estimulante, jamás lo habría adivinado-su mirada se intensificó por un instante-volvería con gusto al jardín y volver a pasear con vos-

 - Me alaga que mi forma de pensar os resulte refrescante, os aseguro que si pasáis tiempo conmigo descubriréis un sin fin de matices Ser Galbart, mi madre muchas veces dice que soy como un amanecer, aunque predomina el tono rojo, si os fijáis bien, hay cientos de colores en realidad ... no os voy a mostrar todas mis cartas hoy, porque tengo ganas de que queráis seguir conociéndome - tragó saliva - Yo también querría salir de esta sala y poder pasear a solas con vos, donde no tuviera que sentir la mirada de mi madre sobre mi cabeza cada dos por tres - rió.

-yo llevo ventaja, pues ya lo he conseguido con vos- sonrió con gesto bromista de triunfo.-Y no os preocupéis, el amor, la pasión, es un todo, cuando lo descubráis, seréis una mujer completa

Lenia se sonrojó nuevamente - No es justo - dijo divertida - Me gustan los retos, conseguiré que os sonrojéis antes de la noche - dijo divertida mirándole con ternura. - Ya me siento una mujer completa, pero ...quizás porque no conozco todo lo que una mujer debe conocer - dejó en el aire aquella frase, que podría interpretarse de cientos de formas, todas ciertas, ella no conocía el matrimonio, ni la pasión, ni el amor maternal ... ¿como se podía sentir incompleta al no conocer esas áreas? pero sin duda, al ir conociéndolas, se iría completando más. 

-Yo no creo que seamos un buen equipo-dijo con gesto grave-De hecho sé que hacemos buen equipo- rió entre dientes-Perdonadme, pero me ha salido natural

Lenia abrió la boca y soltó una carcajada que contuvo tapándola con su mano - Ser Galbart - dijo divertida y con disimulo, le dio con los nudillos en el brazo - No bromeeis así conmigo, por un instante pensé que había metido la pata - susurró asegurándose de que nadie había visto el gesto. 

Nos es ningún atrevimiento, por favor, aquí tenéis una amistad de por vida tenedlo por seguro y bueno...aunque queda mucho día por delante y pueden ocurrir muchas cosas ¿No creéis?-

- Mucho día, a decir verdad, pensé que el día sería eterno, como os dije, pero por alguna razón, le habéis dado la vuelta al día y ahora se me hará corto, estoy disfrutando tanto de vuestra compañía que no querría que acabara - le miró sutilmente. ¿Que le pasaba? ¿desde cuando ella se comportaba así? le estaba diciendo abiertamente a un hombre que disfrutaba de su compañía y cientos de veces le habían dicho que las señoritas no hacían eso.  - Pero es cierto - se susurró a si misma, en apenas un murmurllo, era cierto que disfrutaba con el, ¿porqué no era correcto expresarlo? el mundo iría mejor si la gente expresara realmente que quería y como se sentía.

Y vos a mí, éste día comenzó con hostilidad y frialdad. En cambio ahora, me siento cómodo, y una calidez me rodea gracias a vos-

Lenia no fue capaz de pronunciar nada, el roce de su mano en la de ella hizo que su corazón, una vez mas, se disparara con fuerza. Si Ser Galbart era capaz de provocar ese acelero en su corazón, con apenas un roce, una mirada o una sonrisa ... ¿que no podría provocarla cuando estuvieran a solas? 

Tragó saliva e instintivamente le miró a los ojos, su sonrisa no era tan amplia y jovial como hasta el momento, más bien se trataba de una sonrisa sutil, tímida y con una pizca de nervios, pero claramente agradecida.

Entonces, Lenia escuchó una voz tras ellos y al girarse se encontró con Ser Tyler, tragó saliva sintiendo que el corazón le daba un vuelco del susto, esperaba que no hubiera visto el detalle de la caricia porque no quería tener problemas y eso, reforzó que quería estar a solas con Galbart, para ver que sucedía.

Ser Tyler-Que alegría vernos de nuevo. Espero que nuestros corceles hayan sido amables con vos, mi señora.-

Lenia, que estaba hablado con Ser Galbart y ambos miraban un cuadro, alejados de la mayoría de la gente del recibidor, se giró ligeramente sorprendida - Ser Tyler - dijo con voz nerviosa, como si no hubiera esperado verle a el - Disculpad, no os vi llegar, estaba mostrándole a Ser Galbat este cuadre de ... - Lenia se giró para mirar el cuadro - Caza - dijo al ver que el cuadro reflejaba una escena de cacería. 

Cruzó una mirada cómplice con Ser Galbart y luego miró a su hermana Astrid que parecía bastante contenta - Si, su montura está perfectamente, se dejó acariciar y le di una manzana - le informó - Mas tarde iré a llevarle unos azucarillos a Noche, Brego y Manchado, que es la montura de Ser Lance, os presentaría pero marchó a su habitación hace unos instantes, posiblemente luego podáis conocerle, ¿o le conocéis ya? - preguntó curiosa - Si me dais vuestro permiso, también le daré un azucarillo a vuestro caballo, se lo he prometido - dijo divertida.

- Espero que vuestro paseo en compañía de Astrid fuera agradable - trató de ser cortés, volviendo a mirar a su hermana a lo lejos.

Ser Edric se mantenía al lado de la puerta, con los brazos cruzados, observando como los invitados se movían e interactuaban. No podía parar de fijar su mirada en Lady Myriah, pero cuando Lady Astrid entró con el caballero, instintivamente la siguió con la mirada, apretando los carrillos y mirando al suelo.

Cita:

-Os contaré un secreto-dijo acercándose a ella-hay peligros que sabiendo controlarlos y siendo cuidadosos, pueden ser en efecto, muy estimulantes y Lady Lenia teneros a mi lado, está siendo un peligro que disfruto-la mirada del norteño se intensificaba y sus palabras eran claras y directas.

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-La definición de vuestra madre sobre vos es totalmente acertada, teniendo en cuenta el poco tiempo que nos conocemos, estoy descubriendo en vos una sorpresa tras otra y he de decir que siento mucha curiosidad y será un placer seguir conociéndoos sin interrupciones- miró a su alrededor deseando por un instante que todo el mundo se esfumase para seguir charlando ambos sin miradas indiscretas.

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-¡Espléndido!, entonces espero que vuestras armas sean lo suficientemente buenas como para conseguirlo, lo váis a tener muy difícil os lo advierto- miró a la joven con picardía -Y no os preocupéis por ello, todo tiene su tiempo y llega con naturalidad, sois una mujer cultivada e interesante, además de muchas otras cualidades, os podéis sentir completo con orgullo- su sonrisa era franca y sincera.

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El norteño mantuvo la risa por lo bajo, y dió un pequeño respingo cuando recibió el suave golpe-¡Vaya! Eso ha dolido, sois una mujer fuerte, tendré que andarme con cuidado, no quisiera sufrir vuestra ira sobre mis huesos-dijo frunciendo el ceño con motivo burlón.

Cita:

-El sentimiento es mutuo, creedme. Vuestra presencia me ha otorgado nuevos bríos para seguir a vuestro lado- cuanto más tiempo miraba los ojos de la joven Vaelys, más se perdía en ellos, un gris puro y claro como era ella. Percibió los nervios de Lenia y él empezaba a sentir en su ser, algo extraño, no sabía lo que era ¿O tal vez sí? De lo único que estaba seguro era de que Lenia lo estaba provocando.-Además, he de confesaros que vos me…-en ese momento sintió una presencia a sus espaldas lo que provocó una violenta interrupción en su conversación privada, giró el cuerpo de manera despreocupada, aunque en su interior le atenazó una sensación de fastidio. Era Ser Tyler.

-Ser Tyler, un placer volver a veros- contestó con una inclinación de cabeza para luego seguir la mirada de Lady Lenia hacía el cuadro.

-He de decir que lamentablemente no soy muy entendido de pintura, pero si diré que es muy precisa en los detalles- contestó mirando al caballero-Lady Lenia me estaba instruyendo sobre ella, desconocía totalmente lo que puede llegar a contar y transmitir un cuadro-dijo mirando de reojo la pintura mientras la joven Vaelys y Tyler hablaban.

Lenia:

- Ser Tyler - dijo con voz nerviosa, como si no hubiera esperado verle a el - Disculpad, no os vi llegar, estaba mostrándole a Ser Galbat este cuadre de ... - Lenia se giró para mirar el cuadro - Caza - dijo al ver que el cuadro reflejaba una escena de cacería. 

Mantuvo su amable sonrisa ante  Lenia, a pesar de que tenía la sensación de que en realidad ella le ocultaba algo. 

Ser Galbart:

-He de decir que lamentablemente no soy muy entendido de pintura, pero si diré que es muy precisa en los detalles- contestó mirando al caballero-Lady Lenia me estaba instruyendo sobre ella, desconocía totalmente lo que puede llegar a contar y transmitir un cuadro-

Ensanchó su sonrisa ante  el noble norteño.

-Muy cierto. Al menos en las pinturas que valgan la pena. Si uno se fija puede apreciar ciertos detalles, ciertos guiños, quizás historias bajo la historia principal de la escena. Una buena pintura no puede conocerse bien en una sola ojeada. A veces, incluso, ante una situación aparentemente inocente uno puede descubrir que se trata de una obscenidad en realidad.- explicó sin perder la sonrisa.

Escuchó cómo Lenia hablaba de sus monturas. Una sombra cruzó su rostro al oír el nombre de Ser Lance. ¿Acaso sería Ser Lance Dayne? 

-Vaya, ¿Manchado? parece un nombre muy apropiado. Austin es un apasionado de las manzanas, seguro que con ese gesto habréis terminado de conquistar su corazón. Y si le habéis prometido un azucarillo, entonces ¿Quien soy yo para pediros que faltéis a vuestra promesa? Me siento afortunado por que brindéis tanta atención y mimos a mi corcel.- 

Recorrió la estancia con la mirada, allí habían varios de los invitados, así pues conocería a muchos ya en la comida. 

-Si me disculpáis, desearía saludar algunos viejos conocidos- Dijo mientras inclinaba un poco la cabeza ante Ser Galbart y Lady Lenia. 

Dirigió sus paso a Ser Mordred, y cuando estuvo a cierta proximidad de él le saludó.

-Que grata sorpresa verle Ser Mordred. Hacía mucho tiempo que no coincidíamos.-  

Ser Tyler -Muy cierto. Al menos en las pinturas que valgan la pena. Si uno se fija puede apreciar ciertos detalles, ciertos guiños, quizás historias bajo la historia principal de la escena. Una buena pintura no puede conocerse bien en una sola ojeada. A veces, incluso, ante una situación aparentemente inocente uno puede descubrir que se trata de una obscenidad en realidad.-

Lenia se sorprendió por el entendimiento que parecía tener Ser Tyler sobre la pintura, le miró asombrada y sonrió ante la palabra "Obscenidad" siempre le había hecho gracia. Intuitivamente miró al cuadro para comprobar si en el, podía haber alguna obscenidad oculta, pero aparentemente no vio ninguna.

Ser Tyler -Vaya, ¿Manchado? parece un nombre muy apropiado. Austin es un apasionado de las manzanas, seguro que con ese gesto habréis terminado de conquistar su corazón. Y si le habéis prometido un azucarillo, entonces ¿Quien soy yo para pediros que faltéis a vuestra promesa? Me siento afortunado por que brindéis tanta atención y mimos a mi corcel.- 

- Supongo que por el nombre, será gris y con lunares, no lo he visto aún - dijo emocionada, a Lenia le apasionaban los caballos casi más que las personas. - Austin es muy simpático - dijo asintiendo - Os confesaré que Brego y Austin se han convertido, junto a Noche, en mis niños consentidos - dijo feliz por la idea de poder mimar a las 3 monturas.

Ser Tyler -Si me disculpáis, desearía saludar algunos viejos conocidos- 

- Claro, no os preocupéis, quizás luego podáis presentarme a algunos conocidos, la verdad es que no conozco a la mayoría y me da verguenza presentarme sin más - le dijo a Ser Tyler antes de que se marchara - Nos vemos luego - hizo una ligera reverencia.