Partida Rol por web

Asintió a todas las premisas que John le dió.Fuera de sus obligaciones eran iguales, como mayordomo él era su superior, pero tenía bien claro que en las clases el jefe sería John. Confiaba plenamente en aquel hombre, sería el mejor aprendiz posible, estaba decidido a ello.

Antes de que respondiese, su amigo bromeó arrancándole una gran sonrisa y una espontánea carcajada.

- No puedo negar que te quiero John, pero si se diese lo nuestro tengo claro quien recibiría más "amor".-hizo un ademán bromeando - No es por nada personal, esque no me gusta que me despeinen la nuca- sonrió a su amigo, Evan era muy dado a las bromas.

Pasado un breve rato miró a John más serio, un brillo en los ojos y una sonrisa soñadora que escapaba por la comisura de sus lábios le delataban.

- quizás haya una doncella que podría estar despertando sentimientos en mi, pero prefiero no adelantar nada, por ahora-

Esperaba que John lo entendiese. Solo a él le había confesado esto, pero no estaba preparado para decir su nombre.

- Por otro lado quiero darte las grácias. Por aceptar enseñarme y porque piensas tomarme en serio. Prometo estar a la atura- No sabía lo que se le venía encima, pero no temía el dolor físico, al menos en esa ocasión no llegaría cargado de odio y desprecio, si no de severidad y honor.

Por los labios le asomaba una sonrisa, pequeña pero sincera, de esas que solo se le veían cuando miraba a su pequeña.
- Si, seguro que eso se lo dice a todas.- dijo continuando la broma cuando Evan prometió estar a la altura. - Ya veremos si puede seguir el ritmo.
John se volvió a tumbar en la cama, tapándose con la manta de nuevo y resoplo.
- Me alegra saber que en sus pensamientos hay una dama... hace que duerma mas tranquilo, empezaba a molestarme dormir siempre con el culo pegado en la pared.- dijo siguiendo la broma pero esta torno un punto algo mas melancólico.
- En todo caso, si sentís por ella algo tan fuerte como para poneros en mis manos, no perdáis mucho tiempo en remilgos. La vida es corta y esta llena de trampas, se de lo que hablo.- asevero pensando cuantas damas podrían verlo sin camisa y aguantar una arcada de asco o algo peor, sentir lastima o pena. Encontrar a una mujer con su cuerpo destrozado era difícil, no solo por el peso que aun tenia su difunta esposa en su corazón.
- Ahora basta de charla, que me esta desvelando.- gruño al darse cuenta de que había bajado las defensas demasiado.- Mañana sera un día duro, apague la vela y duérmase ya o voy a empezar a pensar que le interesa mi culo peludo.

Kyle se alegró de que Evan finalmente trajera tres monturas, ya que estaba cansado y tenía ganas de regresar al castillo lo antes posible. La espera, aunque no había sido muy larga ya que Evan se había dado bastante prisa, se le hizo tensa debido a un par de aullidos que había escuchado a lo lejos. Con el jabalí abatido, Evan había temido que algún depredador hiciera acto de presencia mientras se encontraba esperando, pero por suerte no fue así. 

Kyle rió con la broma de Evan sobre la yegua, y continuó con el chiste - Me tenías que haber avisado que la ibas a traer, me habría acicalado con boñiga de jabalí para estar más atractivo. Acto seguido acarició a la yegua y le dió un beso cariñoso - Buena chica. Después, cogió las cuerdas y la manta y envolvió al jabalí. Con ayuda de Evan, pusieron al animal sobre chocolate y lo ataron bien para que no se cayera por el camino. Cuando estuvo todo listo para regresar, se subió al caballo mirando hacia el corazón del bosque por última vez para comprobar que no hubiera nada esperando atacar. - Todo en orden. Es hora de regresar al castillo y llevar el jabalí a las cocinas para que lo preparen. Y nosotros deberíamos darnos un buen baño, que tenemos un olor...

Evan sonrió ante su última frase. Apagó la vela y se acostó también.

Tras unos segundos sumidos en la oscuridad de la habitación Evan murmuró como si estuviese en sueños 

-Esculpido en mármol.... - 

Esperaba así alejar la mente de ambos de las cosas pesadas y oscuras que acechaban esperando colarse en los sueños, para Evan no había mejor remedio a los temores que el buen humor. 

Sin embargo, algunas de las frases que había pronunciado su amigo se repetían como un eco en sus pensamientos. La última antes de conciliar el sueño fué:

...no perdáis mucho tiempo en remilgos. La vida es corta y esta llena de trampas...

-Seguro otro dia Señor Kalhan, ahora tengo que ir a ver al Señor Tyziano, pero sera un placer en otra ocacion- mostraba entusiasmo pero por su torpeza tenia miedo a pasar verguenza en publico. -con su permiso, me retiro para no estorbarle e ir a ver al Septon, que seguro necesita de mis servicio.- hace una leve inclinacion de caveza en reverencia como saludo.

-He estado a punto de enviarte un cuervo para avisarte, pero me ha pillado el maestre, ¡casi no logro escapar, no veas como corre el viejales cuando se cabrea!- bromeó riendo - De todos modos ya ves, lo de Perla es amor verdadero. Te adora incluso sin tratamiento de boñigas- Sonrió, le gustaba pasar tiempo con Kyle, era divertido y se evadían un poco del mundo real. A pesar  de que solían bromear ambos sabían que se tenían el uno al otro para las cosas serias. 

Que Kyle dijese que no había peligros a la vista tranquilizó mucho a Evan. Seguramente el camino de vuelta sería tranquilo y agradable. La adrenalina aún corría por sus venas a borbotones, se sentía muy vivo e imaginaba la llegada de ambos al castillo, entrando mientras les vitoreaban y les lanzaban pétalos de flores a su paso. Recibidos como unos caballeros que regresan vencedores tras una gran hazaña. Sí, tan sólo habían cazado un jabalí, pero Evan se sentía de este modo.

Perla, por su parte, caminaba y trotaba con su cola en alto, expresando a los cuatro vientos su felicidad. Sus orejas estaban erguidas y atentas a cualquier señal que pudiese darle Kyle. No se portaba así con nadie más, quizás Kyle no lo supiese, pero Evan la conocía bien. Sonrió, no todo el mundo encuentra una media naranja equina, y Kyle, sin buscarlo, la tenía.

- Está loquita por tus huesos- Dijo sinceramente - seguramente no es la única, pero ya te digo yo que Perla no es celosa con las mujeres. - Cogió aire profundamente por la nariz, como para calmar esos nervios a flor de piel, esa energía causada por la adrenalina, era una sensación estupenda, pero si no se controlaba era capaz de salir al galope y gritando como un loco. - En cierto modo te envidio, ¡tu vida es apasionante Kyle!-

A Kyle le animó mucho cuando Evan le contó que le gustaba a Perla, ya que él sentía mucho cariño por la yegua. Le encantaba cabalgar, hacía que se sintiera libre, sobre todo cuando llovía y las gotas golpeaban su rostro. Evan continuó hablando y dijo dos cosas que le sorprendió; que Perla no era la única loca por sus huesos y que envidiaba su vida. Le miró extrañado intentando descifrar si se trataban de más bromas o si lo decía en serio.

- ¿Locas por mis hueso? No creo que se fijen mucho en mi cuando estás tú delante. Tú si que tienes a todas loquitas, que me fijo cómo te miran Dijo sonriendo - Y mi vida no es tan apasionante, en realidad no mucho más que la tuya. La verdad es que se podría decir que llevamos vidas paralelas. ¿Quién diría que nos haríamos jefes al mismo tiempo? Kyle agradecía la suerte que había tenido, aunque le parecía muy extraño que sus respectivos jefes hubieran muerto al mismo tiempo y de la misma enfermedad que nadie más tuvo.

Evan sonrió a su amigo. Era muy cierto que sus vidas coincidían en distintos aspectos. La extraña y despiadada enfermedad que se había llevado a sus jefes en un corto periodo de tiempo les había unido más. No solo porque ocuparon su lugar, si no porque llevaron el duelo y preocupaciones juntos.

- vamos, ¿estás seguro de que ninguna dama te presta una atención especial? Me cuesta creerlo. Eres apuesto, interesante y excitante. Si yo fuese una fémina ahora mismo estaría intentando que me despeinases apasionadamente.-

Evan hablaba en tono divertido, pero había verdad en sus palabras.

- entiéndeme, me gusta mi vida, la adoro. Pero en la tuya hay más emociones fuertes, me temo.

Kyle pensó en alguna mujer que le atrajera, pero no había ninguna que le llamara la atención especialmente. Ya estaba cansado de tontear con campesinas ingenuas e iba siendo hora de casarse y formar una familia.  Aunque ya tenía edad para tener mujer y varios hijos, no había conocido a ninguna con la que se viera así. 

- Agradezco tus palabras, pero me temo que mi época de engañar jovencitas y llevarlas al pajar acabó hace tiempo. Es hora de casarse y tener un par de niños para enseñarles mis conocimientos. ¿Y tú? ¿Alguna que ocupe tu corazón?

Evan hizo una mueca mezcla de una sonrisa y ponerse pensativo.

- bueno, la verdad es que estamos rodeados de damas hermosas. Las hijas de Lord Rhys, Ginevra y... tu hermana-

Miró de reojo a Kyle

-¿Que te parecería tenerme por cuñado?-

Evan ya volvía a bromear, aunque sabía que Kyle tenía razón, y como él sentía que lo que ahora deseaba era estabilidad junto a la mujer de su vida.

Kyle echó una mirada fulminante a su amigo cuando nombró a su hermana y comenzó a hablar muy serio y de forma amenazante - ¿Tenerte a ti de cuñado? Si te acercas a ella, no tendrás bosque para correr...  Dejó pasar unos segundos para ver la reacción de Evan, pero no pudo aguantar mucho y comenzó a reirse. - No me sale ponerme en plan hermano protector contigo. La verdad es que serias un cuñado excelente; el mejor que podría encontrar. Aunque algo me dice que te sientes más atraido por alguna de las hijas de Lord Vaelys Se rascó la barbilla mientras pensaba cuál podría ser - ¿Lady Tabitha quizá? Creo que haríais buena pareja, me recuerda un poco a los caballos, por su espíritu indómito. Y creo que es una de las razones por las que podría atraerte. En parte me recuerda a Lady Lyanna Stark. El recuerdo de Lyanna hizó que su semblante cambiara. La llegó a conocer en alguna de sus visitas que realizó a Invernalia junto con su padre Esa belleza salvaje que fué la causante de tantas desgracias...

Sacudió esos recuerdos de su cabeza y se volvió a centrar en su amigo - Aunque quizá esté equivocado y de quién realmente estás enamorado es de mí Dijo con voz melosa mientras intentaba poner su cara más seductora y no reirse.

Al principio se preocupó un poco por si Kyle le atacaría pero pronto rió de nuevo.

- has estado muy cerca de acertar, pero, por poco, has fallado - Respondió a su amigo.

Ya se veía aparecer el castillo entre los árboles y Evan lo miró emocionado.
Se preguntaba qué dirían o harían al verles llegar con ese manjar ellos dos solitos. Sí, vale, todo lo había hecho Kyle, pero Evan había estado allí y traerlo ellos dos le hacía partícipe de la gloria.

Kyle se sorprendió cuando Evan le dijo que había estado cerca de acertar, pues estaba convencido de que su interés amoroso era Lady Tabitha. Como no dijo nada más ni dió más pistas sobre el asunto, Kyle supuso que no querría hablar más del tema, así que no insistió más en intentar descubrir quién le había robado el corazón a su amigo.

Kyle se percató del cambio de mirada de Evan, y al mirar en la misma dirección, vió el castillo aparecer entre los árboles - Ya casi hemos llegado. Gracias por proponer esta excursión; ha estado bien estar un rato a solas antes de que lo que nos espera estos días. Con tanta gente en el castillo, será casi imposible relajarse un poco.

- La verdad es que sí. Aún no se muy bien que se nos viene encima, pero espero que pase rápido . Siempre es como coger aire fresco salir a dar una vuelta contigo.- le dijo a su amigo con una sonrisa sincera. Realmente Kyle siempre había conseguido levantar el ánimo de Evan cuando éste tenía un día duro o le empezaban a ganar terreno la tristeza, desesperación o rabia. Unos minutos le bastaban a Kyle para devolverle a Evan la buena energía. Estaba agradecido por ello.

- Seguro que será una fiesta divertida. Ahora lo mejor será darnos un buen baño y descansar. Al llegar al castillo, Kyle notó cómo el cansancio invadía su cuerpo. Deseaba quitarse la suciedad de encima y dormir varias horas seguidas. Junto con Evan, entregó el jabalí en las cocinas para que estos lo prepararan para la fiesta. Sin que Evan se enterara, arrancó un colmillo del jabalí y se lo entregó a modo de regalo - Te lo has ganado. A modo de colgante queda bien, y seguro que a las mozas les encantará.

Evan estaba de acuerdo.
- Sí, un buen baño largo y relajante se agradecería. Y una copa de vino después.- sonrió.

Cuando Kyle le dió el colmillo se sorprendió, todo el rostro de Evan se iluminó de alegría. La idea de usarlo como colgante al cuello le pareció estupenda.

- ¡Muchas gracias Kyle!- no pudo reprimir darle un abrazo. En ocasiones Evan era demasiado efusivo cuando se sentía querido. - Nunca olvidaré este día. Y cuando explique a las mujeres cómo cazamos al gran jabalí tendré la prueba de que no miento. Seguro que las atrae como la miel- rió un poco.

Una noche, en la intimidad de su habitación, Evan estirado sobre su cama, jugueteaba con un corcho de botella haciéndolo pasar entre sus dedos. Estaba vestido y con las botas aún puestas. Se le veía pensativo. De pronto preguntó a John:

- ¿Que opinas de nuestros subordinados? ¿Dirias que son trabajadores y personas de bien? ¿estas contento con ellos?-

Evan daba por sentado que John trataba más con ellos, pues el mayordomo también era el jefe de caballos, y el trabajo con los animales le ocupaba gran parte de su tiempo. Si no fuese por el ayudante de mayordomo sería imposible dirigir a los sirvientes y criados correctamente.

John estaba pensando en sus cosas cuando la pregunta de su compañero de cuarto le tomo por sorpresa. Se encontraba preparando la ropa para el día siguiente, ya que había aprendido que tardaba menos en vestirse por las mañanas si lo hacia de este modo.
Se giro y miro pensativo a Evan. Era algo parecido a cuando un superior requería un informe.
- Bueno, no son los mejores del mundo ni los mas eficientes bajo el sol pero parecen leales a esta casa y se esfuerzan por cumplir sus tareas... aveces hay que empujarles un poco para que se mantengan alerta y debo confesar que evito el trato directo con el personal femenino.- Kalhan soltó el aire y confeso.- Hace unas semanas levante la voz a una muchacha que llevaba medio día limpiando el mismo espejo.... se puso a llorar...salio corriendo... ¡mujeres!, ya sabes. Así que ahora hablo con Ginevra cuando tengo alguna queja con el personal femenino y ella se ocupa.

Se acerco a su cama y se dejo caer cansado.- Sospecho que Slot tiene algún tipo de retraso mental, se esfuerza mucho por ser útil y es uno de los mas trabajadores pero algunas veces se comporta como un niño o un cachorro, buscando un reconocimiento que nunca le llega. Le haría bien ir al pueblo, ya sabes, a una casa donde una dama le haga pasar un buen rato.

Se encogió de hombros.- Son los que tenemos, podrían ser peores, supongo. Al menos se comportan y son buenas personas.- comento con cierta resignación. Si fuera por el los haría formar al alba y no les dejaría descansar hasta que no quedara piedra que no brillara.

Asintió tras escuchar a su amigo. Se quedó en silencio un par de segundos, mirando el corcho fijamente y finalmente volvió a hablar.

- Es que hoy recordaba mis inicios. Empecé a trabajar muy joven, siendo un crío. Y, aunque siempre me esforzaba en mi trabajo mi motivación por entonces era la de tener contento al jefe. Cuando alcancé la adolescencia descubrí mi pasión y tuve la gran suerte de empezar a trabajar en ello. Sin embargo mi trabajo empezó a ser realmente bueno y con gran dedicación cuándo vi que se reconocían mi trabajo.-

Miró a John

- Creo que una cosa lleva a la otra y la otra a la una. Si se hace un buen trabajo y tu superior lo valora haciéndote ver que se da cuenta, eso alimenta tu motivación. Y al final tu trabajo no lo haces para tener contentos a los demás, si no porque quieres ser el mejor.

Quizás este vino se me haya subido demasiado a la cabeza, pero estaba valorando si quizás merecería la pena hacerles ver que los esfuerzos y el trabajo bien hecho tienen recompensa. No se... Quizás dándoles de vez en cuando un día o una tarde libre. Se podrían introducir sus nombres escritos en papeles en una caja e ir sacándolos de uno en uno, o dos.. así a todos les llegaría tarde o temprano, pues dentro quedarían los nombres de quiénes no habrían disfrutado de un descanso para hacer lo que gustasen.-

Hizo una mueca mientras se encogía de hombros.

- En cuanto a Sloth estoy de acuerdo, aunque a veces no se si se burla de mi. En todo caso dudo que jamás haya estado con mujer alguna y podría hacerle bien. Pero debería ser una profesional que no le hiciese sentir avergonzado y le hiciese un buen trabajo-

Se sentó en la cama y mirando a John a los ojos le preguntó.

-¿que opinas? ¿estaría bien o por el contrario he bebido demasiado hoy?-

El Jabalí era bastante pesado, pero entre Evan y Kyle pudieron llevarlo facilmente hasta las cocinas. Al aparecer por las cocinas, los sirvientes dejaron lo que estaban haciendo para admirar la pieza. Algunos empezaron a asentir mientras miraban a Kyle a modo de aprobación, como solian hacer cuando este aparecía con buenas cazas. Esta vez, Kyle no se llevaría toda la gloria, y en seguida empezó a negar con la cabeza mientras se explicaba - Este no lo he conseguido yo sólo, vuestro jefe, Evan, me ha ayudado a cazarlo. Estoy seguro de que el próximo lo traerá él sólo.