Partida Rol por web

Castillos y Caballeros

Por el simple placer de narrar...

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11/06/2017, 15:17
(0) Alyra Vaelys

No había que conocer demasiado a Alyra para saber que estaba inquieta aunque si eran gestos muy sutiles los que revelaban este problema que perturbaba su tranquilidad. Le costaba más concentrarse y perdía un poco el tiempo antes de continuar con sus estudios, pero no podía culpársele, estaban a solo dos semanas del dichoso baile y era evidente que la idea no le entusiasmaba ni un poco. 

También por eso pasaba casi todo el tiempo libre en la biblioteca, lo que hacía, para su familia, más difícil verla, aunque claro, nunca ha sido alguien que se relacione en demasía con sus hermanas y hermanas, pero si con su padre, con el que pasaba gran parte de su tiempo y el resto, entre manuales y libros. Alyra mostraba un verdadero deseo a aprender y en inteligencia no se quedaba atrás con los hombres, y aunque claro, no le interesaba mucho saber que flores poner en una cena (además de no saberlo del todo) si sabía dónde conseguir esas flores y cómo estás sé producen. Aprendía con la mayor rapidez que podía, la forma en que sus tierras se administraban, confiando completamente en Marvin para esto, lo que el castellano le enseñase, era lo que aprendía, aunque iba más allá de sus lecciones, buscando en los libros y quebrandose la cabeza cuando algo le era especialmente complejo. 

Había estudiado gran parte de la tarde, sentía el cuerpo entumido y la espalda adolorida, pero el dolor no era problema para ella, lo soportaba estoicamente, todo parte de su entrenamiento, algo que no sólo se limitaba a bordar y saber protocolo. Muchos secretos guardaba la joven, que en su búsqueda por la aceptación, la llevaba a ir más allá de lo establecido. Alyra apartó el libro un poco y masajeo su entrecejo cansado, y con un pequeño quejido estiró su espalda, a veces no sabía si tenía 16 o 36, con el dolor que sentía, por lo menos las vendas que Ginevra le había puesto, ayudaban bastante. Miró de reojo a Marvin, quien seguía trabajando, ella le había pedido por favor que la dejara estudiar con él, en un intento de concentrarse y lograr terminar los textos, habia funcionado por lo menos ya no pensaba con su oscuro destino.

- podríamos pedir a Fiona que trajera algo de té, ¿no cree? - se puso de pie, vestía de negro y dorado, lo que resaltaba su clara piel. Se puso al lado del hombre y de refilón intentó ver en que estaba trabajando, la curiosidad era uno de sus mayores defectos y virtudes, porque ella la llevaba a aprender siempre más, por eso había estado hablando de aprender leyes y profundizar historia, aunque para eso, el día debería tener 25 o 28 horas para que pudiera dormir decentemente al menos. Alyra buscó la mirada del hombre y le sonrió ampliamente, aunque por dentro rogaba que se pudieran dar un breve descanso.

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11/06/2017, 17:59
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

A Fiona le sorprendió la cordialidad con la que Alyra se expresaba respecto a su prima Ginevra. La sirvienta no tenía tan buen concepto de ella, para Fiona la antigua ama de llaves, Anna Arryn, la madre de Sebastian si era una mujer respetable y trabajadora. Tanto así que la consideraba como una segunda madre. En cambio Ginevra era una auténtica vaga a la que solo le encantaba pasar tiempo con sus primas, dar órdenes y no predicar con el ejemplo ensuciándose las manos.

Fiona sufría el doble de trabajo en el castillo por su culpa y guardaba en silencio aquel malestar solo para ella. Sin embargo, la joven estaba llegando al límite de sus fuerzas, estimaba a la familia Vaelys, había hecho de ella su hogar pero creía que su destino no era acabar sus días en la fortaleza como lo haría el bueno de Sloth.

Asintió a las palabras de Alyra, observando con una sonrisa tierna y sincera su acto generoso hacia ella cortando en dos el bizcocho, ofreciéndole un pedacito. - Que amable eres… - dijo emocionada acariciando sus manos con suavidad. - Muchas gracias. - probó el dulce dando un pequeño bocado. - Está muy rico. - dijo riendo divertida tapándose la boca.

Después de eso, Alyra le comentó que estaba estudiando sobre derecho y administración, y que Marvin la iba a interrogar sobre esas cuestiones dentro de unos días. - Nadie mejor que el castellano para instruirte en esas lides, amiga. - estaba convencida de que Alyra podía ser una buena líder, tanto o más que Astrid, tener un buen dominio sobre las cuentas administrativas de la familia y su patrimonio.

La pregunta siguiente que salió de los labios de Alyra dejó pensativa a Fiona, quien agachó la cabecita por unos segundos meditando en Einar, su amor del pasado y el nuevo caballero que ocupaba sus pensamientos. Su corazón amaba a alguien en secreto pero no podía decírselo a su amiga. - Lo he pensado, pero… - se pausó mirándola a los ojos. - Es complicado, yo… soy una sirvienta. ¿Qué caballero se fijaría en mi y de verdad tendría en consideración mi persona? ¿Quién convertiria una criada en su esposa? vosotras sois el orgullo de esta familia, esos caballeros vienen a pretenderos a vosotras, no a alguien como yo. - cierto que Fiona tenía ascendencia noble, pero no gozaba de posición alguna en la casa de los Ironsmith. Aquello lo dijo porque lo pensaba de verdad y porque su corazón en el fondo no quería renunciar al otro amor que la hacía suspirar.

Notas de juego

Por aquí no podemos hablar sobre las intrigas de la partida sino te diria el nombre del caballero en cuestión :(

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11/06/2017, 18:58
(0) Alyra Vaelys

comLa cabeza de Alyra trabaja rápidamente, urdiendo entretenidos e inverosímiles planes que descarta rápidamente, y creando otros con igual velocidad, es que su cabezas funcionaba así, siempre trabajando, siempre en diversas ideas, proyectos que la mantenían en vilo, como ahora, que con el cubierto con el bocado de bizcocho que aún no se llevaba a la boca pues prefería ver la expresión de su amiga, la pena que transmitía la vibración de su voz, y cómo iba adentrándose en un bosque de penas al que ella no podría llegar ni ayudarla, solo esperar a que decidiera salir.

- no es nada, amiga - en esa intimidad la trataba con cercanía y cariño, y ahora la comprendía y mucho, ella también estaba padeciendo una triste suerte y la idea punzante de haber sido traicionada la mantenía intranquila y nerviosa. De ahí que Fiona la encontrara llorando hace algunos días, sin saber aún la razón por la que Alyra lo hacía, lo que era todo un evento, pues desde que Fiona conocía a la muchacha, pocas veces la había visto llorar - el orgullo de esta familia es Lady Astrid, Fiona - no era un misterio el profundo rechazo que le producía su hermana mayor, a la que nunca trataba de hermana, cuando Alyra trataba a algún miembro de su familia con las formalidades de su posición es porque había una marcada distancia con ella, así sucedía con Astrid y a veces, con su madre - aunque es verdad, esos hombres vienen por una esposa y su enorme dote, tampoco es que sea tan romántico todo, solo seremos piezas de carne que se las disputarán los lobos - ahí estaba presente esa frialdad de la que los criados hablaban.

- sin embargo eso no quiere decir que alguno de aquellos hombres realmente desee encontrar a su compañera o incluso, sus sirvientes que los acompañarán, solo pido que.. que abras tu corazón y no te quedes solo aquí, atrapada entre estas paredes, marchitándote cuando lo que deseas es vivir - le habla con ternura, quizás su voz llegue a su corazón - y sobre ser criada o no... pues... quizás pueda hablar con madre para que te deje ser mi dama de compañía, por lo menos durante el baile, le diré que deseo comportarme como una dama y que tú puedes instruirme y evitar que cometa errores, además provienes de un linaje noble, no veo cuál sería el problema, más allá de que Lady Myriah no quiera - ese plan parecía mejor pensado que las locas se ideas que se le habían venido a la cabeza - aunque sin lugar a dudas eso aumentaría el trabajo de Ginevra y Gwen - eso era verdad, no quería ser desconsiderada con ellas, así que lo dejó en manos de Fiona - ¿qué me dices? ¿Voy a hablar con Lady Myriah? -  remata esperando la decisión de su amiga. 

Notas de juego

No te preocupes XD ya me imagino por dónde va el tema   XD 

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11/06/2017, 19:14
(2) Ser Galbart Glover

La tenue luz que generaba la chimenea creaba sombras caprichosas a lo largo de toda la habitación, una oscuridad oscilante que se fundía con un brillo anaranjado se deslizaba y fluía sobre los bloques de piedra desnuda que conformaban las paredes. El crepitar y chasquidos secos de la madera consumiéndose contrastaban con el suave repiqueteo de la lluvia aún presente, esos eran los únicos sonidos reinantes, sin voces vivas ni risas felices.

No había adornos, ni cuadros, ni siquiera un simple tapiz que diese algo de vida, alegría o color al lugar. Un gris austero reinaba en la estancia comunicando tristeza y pesar que no tenía intención de remitir ni siquiera con la luz del día.

El mueble principal de la habitación era la sencilla pero gran cama que ocupaba gran parte del espacio donde una figura menuda yacía inmóvil cubierta de pieles gruesas, era la figura de Fiona y el suave movimiento bajo las pieles de su respiración era la única prueba de que seguía viva. Estaba hecha un ovillo, cerrada sobre si misma ofreciendose su propio calor pues no había nadie que pudiese compartir el suyo con ella. Era una visión triste y Gal la miraba con pena, era tan frágil..

- ¿Eres tu? ¿De verdad eres tu? -su fina voz amaneció debajo de las sábanas mostrando parte de su cara, buscándolo y Gal sonrió al escucharla -Si, dulce Fiona soy yo…he venido...a pedirte perdón- dijo casi en un susurro.

Gal se acercó a la cama para que Fiona pudiese verle con claridad y la miró con gran pesar-He sido cruel contigo, te he hecho daño, lo sé y no..No podía irme. No podía dejarte Fiona. Perdóname, por favor-Gal se mantuvo firme a los pies de la cama, esperando, buscando el permiso para poder acercarse más.

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11/06/2017, 19:15
(0) Alyra Vaelys

En pocos días sería el día de su nombre, aunque aquella celebración era en honor a su padre, pues compartían fecha pero él, pero como señor de la Casa, todo se hacía en su honor y ella solo era un agregado, lo que estaba bien, claro, era su padre al que idolatraba, es solo qué... a veces sentía que no tenía un lugar en aquel sitio, o por lo menos, no el lugar que sentía merecer, por eso a ella esforzaba tanto en todo, por eso se esforzaba en demostrar siempre su valor, porque solo así se sentía apreciada. Cuando hay tantos hermanos, y cada cual con virtudes tan marcadas, se requerían un poco de esfuerzo no ser invisible.

Sin embargo, cuando se acercaba su decimosexto día del nombre, deseaba no existir, y como todos los años, esos días costaba aún más encontrarla, lo que era un problema, pero ya se lidiaba con aquello. Alyra se perdía en la biblioteca o en los parajes de los caballos, procurando esa soledad que le sentaba tan bien. Oírse y sentir era algo que solo podía hacer cuando estaba sola, y de ahí que procurará aquello, más en ese momento, tan cercano a la fecha de la celebración y donde según la creencia, los niños pasan a ser adultos, aunque con las mujeres es distinto, el momento en que se vuelven mujeres corresponde al instante en que su sangre baja, pero en su caso, aún se sentía muy pequeña cuando a aquello ocurrió. Ahora, en cambio, era distinto.

Estaba con Indómito, su caballo, el que estaba sin montura porque la chica había salido a montar en él a pelo, Alyra había aprendido a montar antes de caminar, decían los criados, como si desde muy pequeña, hubiera intuido la necesidad de destacarse. Iba con ropas sencillas y su guante de cetreria. Alma, su halcón estaba con ella, imponente mientras Alyra acariciaba su lomo, domesticar a Alma le tomó casi tanto tiempo y esfuerzo cómo domar a Indómito, que era un potro difícil de llevar pero que se volvía dócil con Alyra, quien se había ganado su corazón y confianza, tal como lo había hecho con Alma.

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11/06/2017, 22:38
(0) Evan Ross

Su corazón y sus instintos clamaban por la libertad que les permitiese galopar desbocados. En contrapunto, esa vocecita insistente le decía desde lo más profundo de su ser que debía detenerse si de verdad la amaba. Por eso cuando se puso en pié y le cogió de la mano, tirando de ella para ayudarle a incorporarse y asiendola de la cintura para darle otro beso en respuesta a su declaración, un beso más inocente que los anteriores pero capaz de alimentar de nuevo lo que aún seguía ardiendo, dio un paso atrás y negó con la cabeza, cómo sacudiéndose todo aquello de la mente.  Alyra tenía razón, si se repetía no podría parar y lo último que quería Evan era que sucediese algo de lo que ella pudiese arrepentirse o sentirse avergonzada en un futuro, sobretodo porque aquello significaría que ella se alejase de él. 

-Tienes razón, ahora mismo soy como un arma, armada y cargada, mejor no jugar con fuego- Sonrió pícaro, sin estar seguro de si Alyra comprendería la comparación y la metáfora que escondía, quizás era mejor así, pues su confesión no era del todo políticamente correcta. 

Miró alrededor, entre los juegos y la pasión habían dejado a su aire a sus monturas, que habían quedado lejos, fuera de la vista, y moviéndose libremente. Miró a los ojos de Alyra, sonrió ampliamente, era un momento ideal para poner en practica lo que llevaban tiempo entrenando.

-Hagámoslo, esta vez es una circunstancia real, aunque no de vida o muerte- Le animó, Alyra comprendería que se refería a que llamase a Indómito como habían practicado. Ella había escogido un sonido que el caballo pudiese escuchar a distancia, si lo había aprendido bien respondería a la llamada y acudiría en busca de Alyra. Evan sabía que si funcionaba Apache seguiría a Indómito, los caballos son así, siguen a sus compañeros de manada. 

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11/06/2017, 23:36
(0) Alyra Vaelys

Levantó una ceja, no había comprendido su referencia, aunque gustosa había aceptado su beso, ya mas tranquilo que la sujetó por la cintura y casi la hizo caer, menos mal que no fue así, sino... sus palabras se cumplirían. Lo bueno es que Evan ideó un plan para poder mantenerlos ambos alejados de la tentación.

- ¿ahora? -era el momento ideal - está bien - asintió con determinación, esa expresión que tomaba cuando estaba siendo probada en sus habilidades, cualquiera que fueran estás, claro, menos las de una dama. Alyra pasó la punta de su lengua por sus labios, y luego llevó el dedo índice  y el pulgar a su boca y silbó, eran notas precisas, tres que iban en declive, un sonido que Indómito entendería, pues además había ideado un sonido distinto para Alma, su halcón.

El potro levantó la cabeza y se giró en dirección de Alyra, reconociendo el llamado de su compañera, y yendo hacia ella, había funcionado, la instrucción y esmero de Evan por enseñarle rendía sus frutos y Alyra se sentía orgullosa de poder demostrarle a Evan que había aprendido muy bien de él.

- ¿qué te pareció?... - llevó sus manos a su cintura y se giró hacia él con un gesto de victoria, y con ganas de picar a su amado, en plan de broma - dilo... dilo.... Alyra eres lo mejor... dilo - empezó a picar su costado, riendo mientras llegaba Indómito y Apache - diiilo - le empezó a picar su mejilla, riendo. Podía ser solo una chica normal y no la hija del señor de la fortaleza de sangre cuando no sentía el peso de serlo. 

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12/06/2017, 00:03
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

Fiona volvió a sonreír ante la ocurrencia del joven vendedor de caballos. ¿Invitarle a comer? Si por ella fuera quizás lo haría pero no estaba en su mano hacerlo, era Anna Arryn la que debía permitirlo.

- No depende de mi... - dijo un poco contrariada. Aquel chico rubio sonreía radiante y parecía ser una persona agradable, con buenos sentimientos. - Yo solo soy una mandada, pero quizás hablando con la persona adecuada puedas probar la hospitalidad de esta casa, si es que a la hora de comer todavía sigues aquí. - explicó para que entendiese que su posición era poco importante en el castillo. Ofrecer comida porque si a un desconocido no era de recibo, si ni siquiera ella se atrevía a coger comida sin permiso...

Claro que eso era la teoría y otra la imaginación de Fiona, que se puso a trabajar rápidamente imaginándola salir a hurtadillas de la cocina con una pequeña cazuela de barro llena de estofado para el muchacho. Se sorprendió a si misma pensando en aquello.

Asintió a la reflexión que hizo después sobre ambos sexos. Parecía que se había iluminado por los siete, la joven sonrió. - Los hombres tienden a comportarse como niños, y nosotras hemos de ser más inteligentes. - se aguantó reir pero lo que había dicho tenía todo su fundamento, los hombres se iban a la guerra, eran valientes y estrategas, si, pero torpes para otras tantas cosas que las mujeres habian de enmendar con su buen hacer y sabiduria femenina.

Cuando el joven le enseñó cómo debía presentarse a la yegua, los ojos de Fiona se cargaron de un brillo húmedo de emoción por dos razones, era la primera vez que tocaba un caballo desde que abandonase su hogar, no el castillo Ironsmith, su verdadera casa, antes de que su padre muriera. La otra el recuerdo vívido de una yegua que le perteneció siendo pequeña y que no sobrevivió al duro invierno que azotó las tierras del norte.

- Hola… - siguió los pasos que marcó el mozo deslizando con suavidad y tranquilidad su mano por la cara de la yegua. Su pelaje parecía terciopelo, habia olvidado como se sentia ese tacto en sus dedos. - Me llamo Fiona… - le dijo con voz suave y una sonrisa amplia cargada de entusiasmo. Se veía feliz. Luego miró al chico, que también sonreía. Los dos parecían unos estúpidos frente al animal pero es que la belleza de la yegua era incomparable. - Aquí te cuidarán muy bien...

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12/06/2017, 00:19
- Muerto (terremoto) - Ser Tyler Risefeller

Como cada año había llegado el día en que Lord Vaelys cumplía un año más, y como no, Tyler asistía como heredero de la casa Risefeller. El señor de la Fortaleza de Sangre siempre daba grandes fiestas el día de su nombre, quizás no tanto por egocentrismo si no porque aquel día celebraba dos cosas, su día del nombre y la llegada de uno de sus más preciados tesoros, su hija Alyra, que como un regalo había llegado al mundo justo en la misma fecha que lo hizo su padre años antes. 

Para el camino había escogido una de sus monturas ligeras. Llegando a las puertas del castillo pudo ver como cruzaba la muralla una muchacha noble, montando a pelo un corcel de guerra blanco y portando un halcón. Esta imagen sorprendió a Tyler, quien hizo un poco más de presión con los talones en los costados de su yegua para que aligerase el paso y así poder saciar su curiosidad descubriendo la identidad de la joven. 

Así entró en la Fortaleza de Sangre, montando y dirigiéndose hacia los establos sin entretenerse demasiado. Finalmente llegó hasta donde se encontraba la dama. Le costó un poco reconocerla, pues había crecido mucho desde la última vez que la vio. No pudo ocultar su sorpresa al darse cuenta de que se trataba de Alyra, penúltima de las hijas de Lord Rhys y Lady Myriah. Al pasar por su lado y sin poder ocultar una sonrisa el caballero le saludó con una leve inclinación de cabeza.

 

-Buenos días Lady Alyra. Veo que sois madrugadora-

Notas de juego

Esto podría haber pasado al menos seis meses antes de la fecha de la fiesta, Tyler se ha dejado crecer el pelo y la barba desde entonces, un cambio de look. :P

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12/06/2017, 00:49
(0) Evan Ross

Evan rió divertido. Fingió resistirse un poco a admitir que ella había realizado un excelente trabajo, pero era cierto, lo había hecho.

Entre risas finalmente cedió, aunque queriendo chincharle un poco.

- ¡es increíble pero cierto! Has hecho un gran trabajo, ¡eres la mejor!-  Y levantó la mano para chocarla como haría con un compañero y amigo varón. Pues comprendía las inquietudes de Alyra y le alentaba, y en estas cuestiones la trataba como un igual, exigiéndole al máximo en el trabajo hípico, apelando a su orgullo para que no se rindiese cuando parecía que podía desistir o si estaba agotada. No le daba un trato distinto ni suavizaba las cosas por el hecho de que fuese una fémina, si ella quería ser caballero debía ser dura como la roca en estas cosas.

 

Esperaba que la noche no les pillase antes de cruzar las puertas de la fortaleza. Los sirvientes tenían mucho trabajo, pero algunos preferían usar sus capacidades mentales para urdir chismorreos que normalmente eran lascivos y destructivos. Si llegaban juntos y en plena noche estaba seguro de que algo comentarían. 

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12/06/2017, 01:07
(0) Alyra Vaelys

Alimentaba a Alma, sacando los trozos de carne cruda del pequeño moral que tenía y que Fiona había preparado para ella. Alma había llegado a sus manos siendo solo un pichón, ella la adiestró, la hizo dormir en su cuarto hasta cuando fue grande, cubría sus ojos y no dejaba que nadie más entrara a su cuarto, Alma sólo debía reconocerla a ella, la cetrería era una disciplina que quería tiempo paciencia y mucho amor, porque la obediencia se podía ganar con miedo y terror, pero el amor y  respeto se ganaba con tiempo y paciencia. Cada día se debía trabajar poquito a poco.

Al escuchar los cascos acercarse, pensó que sería Evan o Ginevra que ya venían por ella, seguramente la llamaban para algo, cualquier cosa que ella debería atender, como el vestido, el peinado o comer, claro, comer, aveces lo olvida. Pero su sorpresa fue mayúscula al ver que era el heredero de la casa de Risefeller, y si bien esperaba su llegada, no esperaba verlo ahí, y parecía que se dirigía a ella en particular. No pudo dejar de sentir un poco de perturbación, cierto nerviosismo.

Tyler era un hombre atractivo, de buen trato aunque aún la veía como una niña, pero en su defensa, había sido un niña hasta no hace mucho, pero para una mujer como Alyra, y en especial Alyra, que al tratarla con condescendencia cuando le pidió enseñarle a usar la espada, le hacia desear enseñarle ahora cuanto había avanzado, cuanto de aquella niña que le causaba gracia quedaba y cuanto de mujer ahora había.

Levantó su brazo para que Alma emprendiera el vuelo, justo antes de que el hombre la saludara. Alyra le hizo una reverencia y constató su rostro, buscando en él rasgos distintos, siempre pregutándose cuáles eran las cicatrices que quedaron en él de la guerra, conocía las que había marcado a John, y no se refería a su brazo, sino, a las marcas en su alma, en su corazón, que lo había hecho volver distinto a pesar de haber vuelto vivo.

- el viento del alba espanta los pesares del alma - respondió, era un saludo cordial, aunque su rostro había recobrado esa distancia y frialdad de la que muchos hablaban - bienvenido Ser Tyler  - Indómito se puso intranquilo, era un caballo de guerra, preparado para atacar a cualquiera que amenazara a su compañera, ella puso su mano en el lomo del animal y le susurró algo, para que el animal se calmara a lo que él obedeció sin miramientos y recobró la tranquilidad volviendo a pastear y beber el rocío de la mañana.

- ¿ acaba de llegar? - nota que parecía no haber siquiera entrado a dejar sus cosas - ¿ha comido?, tengo algo de pan y fruta, y la comida de Alma - se acerca un poco más a él.

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12/06/2017, 01:12
(0) Evan Ross

Ambos estaban junto a la yegua, brindándole atención y colmándola de cariño. 

De pronto sonó la voz de Adnan: "buenos días señor"

Evan se giró, el jefe de caballos había llegado para examinar el lote y, si todo iba bien, comprar algunos ejemplares. 

El rostro de Evan se volvió más serio, era momento de ser profesional.

-Le dejo aquí señorita, si me disculpa ahora debo ir a cerrar un trato- Le dijo mientras le guiñaba un ojo.

La compañía de la joven le era muy grata pero no podía dejar sus obligaciones, siquiera su mentor le disculparía aquello, por muy bonita y dulce que fuese la muchacha. 

Mientras Evan se acercaba a los hombres el jefe de caballos preguntó: "¿Es este el muchacho del que me hablaste?"  y su mentor respondió "Sí, justamente. No le decepcionará" 

Aunque Evan no comprendía a que venía todo aquello pronto descubriría que su vida iba a dar un giro.

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12/06/2017, 01:57
(0) Alyra Vaelys

Choca su mano con la de Evan y se queda contenta por el reconocimiento, pues esas cosas eran las que le producía felicidad porque sentía que sus esfuerzos rendían frutos, y que Evan, si se volvía su marido, no la intentaría retener, y la respetaría como a una par, lo que era una locura para una mujer en aquellas tierras, ya lo que había logrado en esos pocos años era mucho y todo un reto.

- iré yo primero, - alargó su mano a las riendas de Indómito y se montó en él con agilidad  - ya bastante hablan de mí como para agregar que ando revolcándome como el mayordomo  - se mordió el labio inferior, con un gesto descarada - opps... verdad que lo acabo de hacer, pero no es necesario que todos lo sepan -  se acerca a Evan y se inclina hacia él, para buscar un último beso - ve... descansa y piensa en mí, como yo lo haré... te amo mi estrella - lo vuelve a besar, y sale al galope de vuelta a la fortaleza.

Notas de juego

me ha encantado mucho jugar contigo :*

espero verte pronto rol on ^^ que andado dando vueltas sholita XD

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12/06/2017, 10:08
- Abondonó el castillo - Marvin Curton

Marvin estaba sentando cuando escuchó a la muchacha. Esto provocó que rememorase el pasado con la noble dama. Aún recordaba la primera vez que lady Alyra le había preguntado acerca de su cometido en la Fortaleza de Sangre, siendo la primera de sus hermanas en mostrar curiosidad por sus labores. Esa pregunta, realizada mucho tiempo atrás, fue la que unió en gran manera a la cuarta hija de la casa Vaelys con el castellano. Hubo un tiempo en el que sólo pensaba que la joven tenía curiosidad por su cometido, algo propio de su juventud, y nada más, pero la muchacha seguía acercándose a él para realizar preguntas que demostraban un afán de querer saber, de aprender, de aumentar sus conocimientos en campos que poca gente del castillo tomaba como importantes. Las primeras charlas sobre temas tan básicos como las necesidades de mantener impuestos pasaron a preguntas más incisivas y complicadas, muchas de las cuales ponían en apuros a Marvin para contestarlas y saciar la mente de Alyra. Poco a poco, todo terminó llevando a charlas de diversos temas, algunos muy alejados del trato de un maestro a una alumna, sino que eran más cercanos al trato de dos buenos amigos.

- Desde luego, milady Alyra, ese té es una justa recompensa. Lleváis un tiempo encomiable de estudio, mucho más de lo que yo hubiese aguantado con vuestra edad. - En sus palabras se veía una familiaridad muy poco habitual en Marvin, quién nunca se hubiese atrevido a comparar su persona con la de otros nobles de la casa Vaelys. - Siempre he defendido que para mantener la mente despierta y aguda hay que saber cuando darle un pequeño descanso. Alguien aletargado nunca destacará por mucho que se empeñe.

El castellano abandonó su asiento y se incorporó al lado de la dama Alyra, devolviendo una leve sonrisa cómplice que correspondía a la que la muchacha mostraba en su rostro. Le agradaba verla sonreír, algo no tan habitual tras el anuncio de la futura fiesta, para la que faltaban un par de semanas. En su interior deseaba preguntar a la joven acerca de todo ese tema, conocer su opinión y ser participe sobre las inquietudes que apreciaba notar en ella. De no haber sido educado desde pequeño en la necesidad de ser ayuda y aligerar las cargas de la familia Vaelys, hubiese preguntado a la joven sobre todo ello, pero era algo que, aunque quisiera, sabía que no debía hacer.

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12/06/2017, 15:05
(0) Alyra Vaelys

Le dedicó una sonrisa algo acongojada, no sabía que había sido ya demasiado el tiempo que llevaba estudiando, pues su afán de mantenerse ocupada le estaba pasando la cuenta. Se cruzó de brazos lo que hizo que las mangas de su vestido mostrarán su muñeca derecha, la que delataba una venda, Alyra al darse cuenta de que era visible, bajó rápidamente los brazos volviendo su mirada hacia Marvin con ánimos renovados aunque ligeramente sonrojada por la acotación de su maestro, ya no estaba concentrada y perderían tiempo si intentaba retomar el estudio, además el dolor estaba aumentando y debía disimularlo perfectamente, como siempre.

- entonces, un té para dos  - acotó y luego de pedirlo  volverían a sentarse en el escritorio, esta vez, Alyra frente a Marvin, acomodándose en el situal para visitas que tenía el escritorio - a estas alturas, pensé que ya me habría hecho algún comentario sobre el baile y la boba, y no sé si es por modestia o porque no es algo que le importe, aunque por lo que alcanzo a ver, le toca sacar los cálculos para que no desfalque las arcas - ahí vamos, esa franqueza sin rodeos que usaba cuando quería saber algo y respetaba a la persona lo suficiente para guardarse su cinismo - aunque no sé cuánto lujo deseará Lady Myriah - fue una pregunta retórica, pero luego suavizó su gesto, mirándolo fijamente, era curioso que llamara a su madre por su título, lo que marcaba distancia entre las dos. A la otra que llamaba por su título era a Astrid.

- tranquilo, no es un reclamo, solo que esperaba más curiosidad de su parte - se río, justo cuando la puerta se abrió y entró la sirvienta con el té y panecillos dulces, Alyra agradeció y bebió un poco antes de endulzarlo con una cucharada de miel mientras la sirvienta los volvía a dejar solos.

- la verdad es que yo solo temo que las cosas cambien tanto, que estos momentos no sean más que parte del pasado - reflexionó con la taza entre los dedos y su mirada nuevamente triste y cansada.

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12/06/2017, 16:21
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

La joven contempló con gran sorpresa la visión de Gal a los pies de su cama, hablándole apesadumbrado, pidiéndole perdón por haberla dejado. No pudo creerlo después de cómo la ofendió, pensaba que no volvería a verlo jamás, que ni tan siquiera se acordaría de su nombre, y en cambio ella como una tonta recordaría cada segundo que había pasado junto a él al lado del riachuelo.

Recordaría el consuelo que le había dado, fuese un espejismo o no, en aquel momento la preocupación que Gal le transmitió fue real para Fiona… Su ser le dio paz a su alma, su voz la hizo creer que aún quedaba esperanza para ella, sus brazos la hicieron sentir protegida, y aunque después la sumiera en un dolor más profundo del que ya sentía previamente por su marcha, sus labios… su primer beso, sabía que se acordaría de eso hasta el fin de sus días, pasase el hombre que pasase por su vida. Gal siempre sería especial y nunca lo olvidaría.

Se incorporó un poco más sobre la cama tapándose el pecho con las pieles. Frunció el ceño observándole en silencio, sintiendo como la mirada de color verde, dulce y arrepentida del norteño la traspasaba, la emoción crecía dentro de ella viéndolo tan cerca y... su corazón se aceleró, los nervios se hicieron más fuertes y palpables marcando rápido sus pulsaciones y apresándose de ella.

Le dolía sentir tanto por aquel desconocido pero la emoción de verle allí podía con ella y sus ojos vidriosos así lo fueron reflejando, extendió la mano con timidez hacia él y le dijo con ternura. - Acércate… - su pequeña mano temblaba sostenida en el aire y sus dulces mejillas parecieron adquirir un tono rosado pidiéndole que se acercase a ella.

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12/06/2017, 19:08
(0) Evan Ross

Recogió aquel último beso esperando que pronto pudiesen llegar más. 

-Si lo descubriesen serías la envidia de todas- bromeó al otorgarse el título del hombre más deseado, a pesar de que sabía que no lo era. -Ve con cuidado mi amor, no quiero tener que colarme en tu cuarto para curarte las magulladuras- Bromeaba, pero realmente prefería que no cabalgase sola en la noche. Si no se entretenía llegaría antes de que el sol terminase de ponerse, además era un chica fuerte y sabía cuidarse, pero no podía evitarlo. 

Evan aguardaría unos minutos más para salir hacia la fortaleza al trote. 

Notas de juego

Yo también lo he pasado muy bien. A ver si nos encontramos pronto, Evan anda un poco intrigado xDDD

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12/06/2017, 19:12
(0) Evan Ross

Los sirvientes iban llegando a la cocina para el primer turno de la comida. Jevic y el resto se apresuraban a disponer lo que faltaba.

La puerta de la cocina se abrió un poco timidamente para dejar asomar la cabeza de Evan, observó desde aquella posición "segura" todo lo que ocurría allí dentro, todo el ir y venir de los sirvientes. De pronto un golpe en su espalda

Thiago:-¡Anda pasa chaval! ¿O quieres que te tire los restos de mi plato cuando termine?- Thiago entró riendo sonoramente y abriendo la puerta de par en par, dejando a Evan sin cobertura y ahí plantado. En su cara se podía apreciar perfectamente que no estaba del todo seguro qué hacía allí ni como debía actuar. Eran tan probable que entrase y se sentase a la mesa como que saliese corriendo a toda prisa.

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12/06/2017, 21:16
(2) Ser Galbart Glover

Los ojos de Gal se iluminaron cuando al final consiguió ver el rostro de Fiona al completo. Su corazón, se alegró más de lo que habría esperado, esa pequeña muchacha con rostro inocente había dejado una extraña marca en él y no lograba comprender por qué, era un duro norteño, el Señor de Bosquespeso y no era un hombre que se impresionase con facilidad, ahí radicaba su sorpresa. Sus ojos somnolientos se tornaron en sorpresa cuando vieron al norteño y no parecía creer que Gal se encontrase allí con ella.

Después de todo el sufrimiento que había experimentado en la guerra, todo esa oscuridad que albergaba en su corazón, toda esa terrible violencia que él había presenciado, Fiona había conseguido mitigarla en parte sólo con el breve encuentro que habían tenido al borde del riachuelo aquella misma tarde y Gal a cambio le había ofrecido una gran pena y un horrible pesar. La besó para luego abandonarla con total frialdad ¿había perdido la humanidad que antes reinaba en su interior?¿la guerra le había cambiado para siempre arrebatándole la compasión?.

Fiona se incorporó en la cama casi sentándose en ella y cruzando un brazo sobre su pecho, mantuvo cubierto su cuerpo con las pieles y miró a Gal con fijeza. Su piel blanca como la porcelana que recordaba haber visto esa tarde, ahora se cubría de continuas sobras y luces anaranjadas provocadas por las llamas de la chimenea.

-Acércate-

Su voz sonó como un susurro en la estancia pero Gal la escuchó perfectamente y la invitación al extender el brazo ofreciendo su mano, fué suficiente para que él se acercase, lo hizo con cuidado como si tuviese miedo de hacer ruido, bordeó la cama y sujetó la menuda y blanca mano de Fiona con las suyas, grandes y masculinas desapareciendo entre ellas como si la hubiesen engullido.
Su mano temblaba, estaba fría aún cubierta de pieles y Gal la apretó con suavidad y ternura intentando transmitirle su propio calor. La miró con ternura y se sentó en la cama a su lado, Fiona tenía los ojos empañados y Gal no sabía si era de emoción o tristeza.

-Fiona…- comenzó mirando sus preciosos ojos marrones-te imploro perdón, lo que te he hecho no tiene nombre, he abusado de tí de una forma terrible-tragó saliva y continuó-he traicionado tu confianza, no tenía ningún derecho a hacer lo que hice..te he herido...Por favor perdóname, te lo suplico-dijo con voz triste y apesumbrada, esperando respuesta, nervioso, al igual que un reo esperando el veredicto de su juicio ¿merecía el perdón o en cambio sería castigado por su terrible osadía?.

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13/06/2017, 00:11
- Muerto (terremoto) - Ser Tyler Risefeller

Rió, pues le hizo mucha gracia que le ofreciese la comida del halcón.

-Me encanta la carne cruda, pero por la mañana es más sano tomar algo de fruta-

Miró a Alyra, a ver si realmente le daría fruta, a pesar de que había desayunado y podía tomar lo que quisiese al entrar en  el castillo ahora aceptaría la fruta de ella ya que se la había ofrecido, y sobretodo por seguir con lo que para el fue una broma.