Partida Rol por web

Castillos y Caballeros

Por el simple placer de narrar...

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17/06/2017, 01:39
(0) Evan Ross

Evan cucharateó un poco. No tenía mucho apetito, a pesar de que era la comida más deliciosa que había tomado jamás. Un plato sencillo sí, pero tenía ese toque del que sabe hacer cada ingrediente en su punto y de quién sabe combinar en las proporciones adecuadas. Además los ingredientes eran de primera clase. Evan no había comido jamás en una casa noble y para su sorpresa, en la Fortaleza de Sangre, parecía que los sirvientes se alimentaban con productos de primera clase, no con sobras y despojos como había imaginado antes de cruzar la puerta de la cocina.

Negó con la cabeza cuando ella le preguntó a cerca del torneo. Esas cosas se le escapaban. Su vida había estado transcurriendo en un nivel distinto, aunque Adnan seguramente sí estaba al corriente de todos esos asuntos de nobles y caballeros, pues sabía que solía ser muy oportuno llamando a las puertas.

- No he estado muy al corriente de esas actividades. Yo no sé usar ningún arma. Tu hermano debe ser un gran arquero si resultó el ganador.-
Evan sonrió al pensar en los hermanos.
- Ha de ser una suerte tener un hermano y poder estar juntos. Me gustaría conocerle, es mayor o menor que tú?- tomó una cucharada mientras esperaba la respuesta.
- A mi me habría gustado tener un hermano o una hermana, bueno, ya sabes, para irnos juntos a ver mundo. La vida no siempre es fácil ni amable,pero cuando trae cosas buenas... En esos momentos me habría gustado tener alguien con quien compartirlo, alguien importante de verdad-

Sus ojos no miraban a ningún punto en concreto, pero se apreciaba en ellos ese brillo soñador de quién idealiza una idea.

Cuando Fiona le respondió a cerca de los Vaelys y el resto de sirvientes Evan apoyó la cuchara en el borde del plato. Su estómago se cerraba. Bajó la mirada, evitando la de ella.

- Bueno...al parecer no eran solo caballos lo que componía el lote de hoy...- Sentía que le habían tendido una trampa, que quien había querido cómo a un padre le había traicionado -...Se han quedado con algunos caballos y conmigo. Ahora trabajo para los Vaelys, soy el nuevo mozo de cuadras-

Notas de juego

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18/06/2017, 01:33
(0) Alyra Vaelys

La joven movió la cabeza de lado a lado con una pequeña sonrisa en los labios, en su mano libre aún estaba la manzana partida y mascada, sus dedos se estaban poniendo azulados por el frío de la mañana.

- realmente no creo haber jugado con una, quizás cuando era muy pequeña, pero... lo que recuerdo era haber estado leyendo o jugando con la espada de madera que mi padre me dio en mi cuarto cumpleaños - ladeó su rostro hacia él - digamos que no era una niña normal, como las demás - aún no sabia si debía sentirse apenada por ser así o no, no lograba determinar cual era su identidad y si esta no era un error.

- el señor John también dice lo mismo, que quien practica la cetrería tiene un alma tranquila y un gran temple, porque si se es alguien iracundo, las aves lo detectarían y... y no se confiarían - no pudo dejar de sentir una conexión con el hombre, de ahí que se le quedara viendo a los ojos por más segundos de los que correspondía, al darse cuenta de esto, carraspeó ligeramente sonrojada y volvió a mirar hacia otro lado.

- podría entregármelo ahora y luego, en la celebración, haré que es una sorpresa - era curiosa, siempre lo había sido, por eso no era de extrañar que no pudiera aguantar las ganas de ver en ese momento el regalo que le había traído - ¿ no es una muñeca, cierto? -  volvió a preguntar, realmente no sabía si él había hablado en serio o no.

Notas de juego

lamento la tardanza, tuve mucho trabajo y he estado enfermita y.y
 

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18/06/2017, 01:57
(0) Alyra Vaelys

LA noble no pudo evitarlo, se giró hacia el castellano y acortó la distancia entre los dos al punto que sus brazos rodearon el talle del hombre y lo abrazó con fuerza, quedándose unos segundos junto a él, apartándose antes de que fuera aún mas incómodo de lo que había sido aquel gesto, aunque le había nacido hacerlo.

- lo- lo siento - lo miraba a los ojos, sus mejillas se habían puesto rosadas por la sensación que le había producido abrazar por primera vez al castellano, y rogaba que a él no le hubiera incomodado en demasía pues conocía lo correcto que era el hombre y ese tipo de intimidades con los miembros de la familia debían serle extraños, o eso pensó Alyra - disculpe por abrazarlo, pero me nació, me ha entendido tan bien, y lo mejor es que... es que confía en mí, más allá de mi edad y posición, poder destacar entre tantos hijos es difícil, y en parte por es intento siempre ser mejor, para que mi padre me vea - juntó sus manos delante de ella, y mordió su labio inferior, sintiendo la necesidad de contarle sobre ella, es decir, ¿cómo podrían ser amigos si no era del todo sincera?.

- debo... debo confiarle algo, - tomó un poco de aire, pero luego se relajó, lo que le iba a decir no era tan extraño considerando que estudiaba materias que pocas mujeres tenían conocimientos - mis heridas, todas las que ha visto, no son por ser torpe, sino.. sino porque entreno desde hace muchos años para ser caballero, bueno, si son por ser torpe, al no evitar los golpes, pero estoy aprendiendo, mi padre me entrena y el señor John también - se encogió de hombros, ahora esperando la reacción de su amigo.

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18/06/2017, 03:04
(0) Alyra Vaelys

Los ojos de Alyra se volvieron fríos e implacables, las palabras de su amiga sobre Astrid no le habían sentado bien y no ocultó aquello para nada, de hecho apartó sus manos y miro hacia otro lado.

- Lady Astrid se cree mejor que nosotras, ya han pasado muchos años desde que volvió, pero para ella, eso es suficiente para considerar que es la joya de esta familia, mis padres sobre todo lady Myriah la ve como toda su luz y a olvidado al resto de sus hijas, - cerró los ojos, se daba cuenta que tenía un profundo rencor por Astrid pues la sentía indigna de toda la atención que recibía, y que no se la merecía, pues nada de aquello lo había logrado por sí misma, sino por el aleatorio hecho de ser la mayor, intentó calmarse, respirar profundamente - para mí, ella no es ejemplo de nada bueno, sólo de todo lo que no deseo ser, así que no me digas esas cosas, porque sabemos que no es verdad, incluso con ustedes es desagradable - torció el gesto, ya hastiada de haber dedicado tantas palabras a Lady Astrid.

- en fin... - decide que desea cambiar de tema, sus ojos recobraron la dulzura de antes  - la fiesta... pues dudo que exista algo sincero en aquel evento, y en realidad hay otras cosas también que me preocupan, - se quedó callada unos segundos, largos segundos - no puedo dejar de estar intranquila, y sé que puedo controlar a los hombres que vendrán o incluso usarlos a mi favor, - se tenía fe, se sabía una mujer lista, sin embargo, era un escenario distinto a los que estaba acostumbrada y lo peor es que las armas no estarían a la vista, pero eso no las hacían menos letales - aunque me hubiera gustado que... que estuvieras conmigo, pero sé que eres fiel a mi padre, y si él te ha ordenado algo, pues solo queda obedecer, pero creo que... -  se puso de pie y fue a su armario, buscando algo en él, sacando uno de los vestidos que tenía.

- creo que podrías usar esto - le sonríe, era un lindo vestido color lavanda, sencillo pero de una tela suave y que era agradable de llevar - por lo menos una de las noches - se acerca a su amiga con el vestido en sus manos - además, podrías usar lazos en el cabello, tu lindo cabello ¿qué dices?-

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18/06/2017, 12:19
- Muerto (terremoto) - Ser Tyler Risefeller

- realmente no creo haber jugado con una, quizás cuando era muy pequeña, pero... lo que recuerdo era haber estado leyendo o jugando con la espada de madera que mi padre me dio en mi cuarto cumpleaños - ladeó su rostro hacia él - digamos que no era una niña normal, como las demás -

Asintió.

-El futuro y los grandes cambios están construidos por aquellos quienes se han atrevido a ser quienes son. Si nadie hubiese roto los esquemas jamás se habría podido evolucionar y llegar hasta donde estamos hoy, con nuestra cultura, nuestras construcciones... El mundo es de los audaces, no lo olvides jamás. Es cierto que conlleva riesgos tan grandes como podría resultar el éxito, y sin embargo, al hacer el cálculo, suele resultar que vale la pena intentarlo.- Miró a la joven, sus manos, sus hombros. No era un guerrero dotado con una gran fuerza, pero había muchas formas de luchar y en ella veía el valor que otros nobles varones no habían tenido - El día en que los tenga, pienso enseñar a mis hijos que no hay que dejar nunca que nadie te diga lo que eres o no eres capaz de hacer. Pues sus miedos y reticencias son sus ataduras y por ello suelen mirar con envidia a quien tiene viento bajo sus alas. Alyra, si se tiene un sueño hay que seguirlo, tan solo intentándolo se pueden alcanzar, y si bien es cierto que muchas veces no se llega a la meta al menos puede quedarse cerca de ella. Si no persigues tus sueños con la vejez llegarán las dudas de qué hubiese sido de tí de intentarlo.-

Realmente no creía que ella lograse romper todos los prejuicios que incluso él mismo de algún modo tenía. Sin embargo, igual que Tyler perseguía sus objetivos sin descanso ni tregua ella tenía ese mismo derecho. La juventud jugaba a favor de Alyra, si en algún momento podía hacerlo era ese. Con los años las obligaciones crecen junto a las responsabilidades. Un legado por el que luchar, unas tierras que proteger y gobernar, una familia a la que cuidar, unos hijos a los que guiar... y poco a poco los sueños de uno mismo van pasando a un segundo plano. 

- podría entregármelo ahora y luego, en la celebración, haré que es una sorpresa - era curiosa, siempre lo había sido, por eso no era de extrañar que no pudiera aguantar las ganas de ver en ese momento el regalo que le había traído - ¿ no es una muñeca, cierto? -  volvió a preguntar, realmente no sabía si él había hablado en serio o no.

Tyler sonrió mientras se encogía de hombros para darle suspense al regalo. ¿Sería una muñeca o no lo sería?

Se levantó y caminó hacia su yegua, abrió una de las alforjas y sacó una bolsita, de su interior una cajita decorada a modo de regalo. Se sentó junto a ella y abrió las manos mostrando el presente. Si quería saber qué era debería cogerlo y abrirlo. 

-Tendréis que descubrirlo vos misma- le dijo con una amplia sonrisa. 

Notas de juego

No pasa nada. Espero que te recuperes pronto, eso es lo más importante.

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18/06/2017, 19:51
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

A la joven le extrañó la confesión de Evan. ¿No sabe usar ningún arma? - volvió a meter la cuchara en el plato pero esta vez partiendo una patata por la mitad sin llegar a comérsela. Estaba atenta a lo que el mozo le iba contando.

Fiona sonrió, su hermano era su única familia y sentía verdadera admiración y adoración por él. - Mi hermano tiene una puntería excelente. Sería mucho mejor con un arco de huesodragón, en vez de uno de madera. - hablaba de su hermano como si fuese un héroe, para ella lo era. - Debe estar a punto de llegar con alguna pieza de caza cargada en su saco o sus manos ensangrentadas. - miró instintivamente hacia la puerta, casi como si tuviera la sensación de que fuera a aparecer en cualquier instante. La conexión entre los hermanos mellizos tenía esa peculiaridad.

Cuando Evan preguntó por la edad de ambos Fiona respondió con una sonrisa. - Nacimos a la vez, claro que él unos minutos antes que yo, por lo que técnicamente es el mayor. - recordaba esa anécdota con cariño, imaginando la felicidad momentánea de su madre al sostenerlos en brazos, pero tan pronto como le contó aquello su sonrisa se empañó por la tristeza. - Por desgracia el parto fue duro para mi madre, y no lo superó. - su cuchará machacó las patatas partidas. Ese era un motivo de peso para que Fiona tuviera miedo de ser madre, abandonar a sus hijos si le ocurria lo mismo que a la suya, perder la vida dando a luz.

- Si, te entiendo. - dijo volviendo su mirada al muchacho, quien parecía idealizar en silencio el hecho de tener un hermano. - La complicidad entre hermanos es única y gratificante, es un lazo de unión y apoyo.- no sabía si su comentario le crearía más nostalgia a Evan.
 
Después de eso, saltó la liebre, el motivo por el cual estaba allí, compartiendo la comida con el resto de sirvientes. - ¿Quieres decir que...? - lo miró un tanto triste observando su gesto, parecia que no esperaba que su jefe le tuviera preparada la sorpresa de quedarse en la fortaleza. - Pero es una buena noticia, Evan. - le dio ánimos en forma de pequeña palmadita en el hombro. - Esta casa no es como las demás, y aquí nadie te quitará el placer de trabajar con los caballos. - le sonrió levemente. - Anímate, yo te ayudaré. - dijo sonriendo más.

Notas de juego

Anímate Evan!! *le tira confetti* xD.

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19/06/2017, 00:10
(0) Evan Ross

Lamentó profundamente que Fiona y su hermano no conociesen a su madre. Seguramente les hubiese amado y cuidado tal y como contaban los cuentos. La vida era cruel, arrebatando lo bueno en unas familias y perdurando lo malo en otras. Fuese como fuese, al final sus destinos habían convergido allí, en la fortaleza de sangre.

- Oh, ha de ser maravilloso poder compartirlo todo entre vosotros. ¿Gemelos o Mellizos?-
preguntó porque intentaba imaginar como debía ser Kyle, quizás sería casi idéntico a ella pero varón, o tal vez serían totalmente distintos físicamente.

- Bueno, de hecho, al parecer lo único que les interesa de mí son mis conocimientos a cerca de los caballos.- se encogió de hombros - Espero que mi jefe sea de los que escuchan. Hago las formas de un modo distinto a la mayoría, y llevo un tiempo sin que nadie me exija lo contrario. No deseo problemas de ningún tipo. Prefiero comer a diario y dormir en una habitación a pasar hambre en un calabozo- sonrió de medio lado. Sus ojos brillaron cuando ella le aseguró que todo iría bien y estaría a su lado.

Notas de juego

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19/06/2017, 01:09
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

Ante el juramento que le hizo Gal prometiéndole que jamás la abandonaría la pequeña Fiona suspiró sintiéndose llena de felicidad. Gracias a sus palabras se imaginaba un nuevo futuro con él, un sol radiante en el horizonte cuya luz curaría cada una de sus heridas del pasado, quizás él fuese el hombre que estaba esperando. - No necesito nada más contigo aquí a mi lado. Me haces feliz... solo te pido que no me dejes otra vez. - estrechó su mano temblorosa mirándolo como una niña indefensa.

Ella lo había perdonado con cariño y amor. Gal le acariciaba la mejilla llamándola mi dulce y preciosa Fiona y ella sonreía feliz sintiendo su cálido afecto y su mano masculina deslizándose con suavidad por su piel, solo quería que la quisiera aunque fuese una niña, y que no se fuera nunca de su lado. Deseaba que él la cuidase para siempre y llegase a quererla con toda su alma.

Al pedirle valientemente que la abrazase él le dijo que se acercase y Fiona lo hizo lentamente. La mano de Gal se aferró a su estrecha cintura y ella observó bajando la mirada su enorme mano rodeándola, el calor volvió a teñir de un rojo dulce sus mejillas. Por un instante no se atrevió a volver la cabeza y mirarlo a los ojos pero al sentir su otra mano acariciando su cabello mojado y besándolo con ternura su corazón vibró provocándole una oleada de sensaciones intensas. Olvidó las pieles que la rodeaban y lo abrazó con afecto infinito, tierna y cariñosa, sin prestar atención al hecho de que estaba desnuda.

Sus brazos delicados rodearon el musculoso cuerpo de Gal, aferrándose con pasión al hombre que quería y por el cual suspiraba,  acariciando su cuello y tras ello, hundiendo su rostro en él, envuelta por su melena oscura. Así se quedó unos largos segundos respirando entrecortadamente, nerviosa y excitada, hecha puro nervio abrazada a él.

El corazón le latía desbocado, era su forma de tratarla, era su afecto, su promesa, sus ojos verdes, su rostro, su cuerpo... no entendía las poderosas reacciones que ese hombre despertaba en ella.

Las pieles se deslizaron hacia abajo y Gal pudo ver como la espalda de Fiona quedaba desnuda, estaba abrazada a él y no podía ver más. Cuando Fiona fue consciente de que no estaba cubierta por la parte de delante se puso más nerviosa. No dijo nada, porque no sabía que decir en una situación así.

Sus pequeños pechos estaban apretados contra el torso de Gal. El caballero solo escuchaba su respiración femenina agitada y nerviosa, mientras el pecho de Fiona se movía ligeramente, sus manos se quedaron inmóviles en su cuello, ni siquiera movía los dedos. Fue como si estuviera congelada en sus brazos, por dentro ardía sintiendo cosas nuevas que no había sentido antes ni siquiera por Einar.

El crepitar de fondo de la leña consumiéndose lentamente en la chimenea acompañaba la respiración inquieta y sonora de la muchacha, que ni siquiera ahogando su boca en el cuello de Gal, conseguia acallar la verguenza de estar desnuda frente a él. Como ella parecía estar consumiéndose dentro de un fuego que por su corta edad todavía no había conocido.

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19/06/2017, 08:13
(0) Alyra Vaelys

tenia justas dudas en su discurso, en una sociedad con tan rígidas reglas, encontrar a alguien que las desafiara era una rareza, ella, en sí, era una rareza. Quizás en Dorne no lo sería, pero en esas tierras. Tyler le acerca la cajita que le había traído, ella alarga su mano libre del guante y la toma, sopesando el qué podría ser, curiosa, entretenida con la sorpresa que le había traído, pero algo debía tratar antes, algo... Alyra llevó sus ojos castaños desde la caja que estaba en sus manos a los ojos de Tyler, con un suspicaz gesto.

- ¿y educará de la misma manera si tiene hijas? ¿Les dirá lo mismo incluso si ellas le dicen que no desean casarse ni tener hijos? ¿Y si ellas desean gobernar? ¿Estudiar o ser caballeros o todas las anteriores? ¿Les dirá lo mismo? - mordisqueó su labio por dentro, conteniendo un gesto de querer decir más, sin poder hacerlo - ¿quisiera a una hija así? O incluso... ¿a una esposa así? - matrimonio, esa palabra que tanta confusión que producía en Alyra - si una mujer así decidiera amarlo... ¿se casaría con una joya tan rara como aquella que decide nadar contra la corriente?- esperaba su respuesta, aún sin abrir la cajita pero era obvio que lo haría en el momento de haberla tomarla.

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19/06/2017, 09:10
- Abondonó el castillo - Marvin Curton

Esa confesión sorprendió de pleno a Marvin. No esperaba tal cosa de la doncella, a la cual conocía desde niña. Abrió mucho sus ojos, mostrando un poco de perplejidad, sin saber bien como reaccionar o que decir. Tal intento de querer entrar en el mundo de la caballería por parte de una dama era algo que revolucionaba su manera de concebir la realidad. Desde luego, lady Alyra se rebelaba contra lo establecido.

- Milady, no sé que deciros - mencionó mientras miraba a los ojos a la noble -. Ese mundo está lleno de complejos entresijos y muchos peligros, y no sólo por el combate, su modo de vida. Tendríais que ser paje y escudero antes de lograr ser nombrada caballero, cosa que veo muy difícil. Es un mundo vinculado plenamente a lo masculino, vuestro sexo juega en contra de lograr esa meta - no endulzaba las palabras. Prefería ser franco con lady Alyra, como ella misma había sido -. De todas maneras, cosa positiva es que partís con una gran y excepcional ventaja, vuestro padre parece aceptar y apoyaros en esta decisión, entrenando con vos. No desfallezcáis en vuestro empeño para lograrlo.

El castellano tomó de la mano a la muchacha, de manera suave y ligera, sin hacer fuerza. Aprovechó para mirar sus heridas, pareciendo querer ver a través de los vendajes. Era una muestra de afecto y de preocupación por una de sus superiores, la joven Alyra, cuarta dama Vaelys, una amiga. Marvin no era dado a saltarse ninguna de las convenciones sociales, protocolos o ceremonias, pero parecía no importarle en ese instante. Para él era importante asegurarse de que la dama estuviese bien, segura y sana. Nunca se habría atrevido si ella no lo hubiese abrazado antes, reforzando una sensación de cariño mutuo.

- Insisto en que cuidéis vuestras heridas y descanséis, milady - remarcó, con preocupación -. He oído de algunas que pueden complicarse y dar futuros males, algunos terribles, a pesar de parecer meros rasguños. No debéis descuidar vuestro bienestar, es lo que realmente importa.

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19/06/2017, 09:09
(2) Ser Galbart Glover

- No necesito nada más contigo aquí a mi lado. Me haces feliz... solo te pido que no me dejes otra vez. -La mirada de Fiona contenía felicidad pero tras esas últimas palabras asomaron unas pequeñas sombras de miedo y duda a las que Gal respondió con una cálida y segura sonrisa-Fiona, no tengas miedo ni dudes un segundo de ello, nunca me apartaré de tu lado, estaré contigo siempre-dijo susurrante sin dejar de acariciar su pelo.

La mano de Gal aún sujeta a la cintura de Fiona, se aferró un poco más sobre ella, como si temiese perderla, se sentía como un gigantesco árbol con ramas gruesas, fuertes, nudosas y que en el extremo de una de esas poderosas ramas hubiese una minúscula y débil hoja, a punto de desprenderse y caer. Sí, ahora Gal se daba cuenta, él tampoco podía estar sin ella, la necesitaba, su corazón lo confesaba y él lo sabía. Sus ojos marrones intensos y fuertes le habáin atrapado desde el primer instante en que la vió, de alguna manera él había caído rendido a sus pequeños pies sin darse cuenta. Gal sonreía feliz, entonces Fiona soltó sus pieles y se abrazó con fuerza a su cuello pegándose ambos cuerpos, quedando semidesnuda.

Sorprendiéndolo por un instante separó las manos para dejarla hacer y él ésta vez la estrecho con ambos brazos, rodeándola como si fuese una enredadera silvestre poblando inexorablemente un muro, el fino cuerpo de Fiona quedaba casi cubierto por completo por sus grandes brazos, creando un gran contraste entre su piel morena, curtida sobre la suave y blanca piel de porcelana de la muchacha. La apretó contra sí mismo-Fiona...mi preciosa Fiona..-dijo con un tono tierno y amoroso-no tengas miedo..-

El cuerpo de Fiona ahora pegado al de Gal le permitía sentir todo de ella, temblaba y notaba su agitada respiración, el corazón latía con fuerza y se transmitía a través de ambas pieles, la emoción embargaba a Gal ¿cómo la iba a dejar? jamás lo haría, nunca más, sólo la muerte podría separarlos, se juró a si mismo-Shhhh, tranquila, tranquila Fiona, estoy aquí abrázame fuerte y siente que estoy aquí-siguió susurrando, notó como sus pequeños y firmes pechos se apretaban contra el suyo propio, la ganas de abrazarle, de sentirle, la necesidad que tenía de él, habían destrozado las barreras del pudor. Tan joven y tan apasionada con cada sentimiento, podía sentir como ese frío que antes reinaba en el cuerpo de Fiona se tornaba en un calor cada vez más intenso.

El poderoso corazón de Gal comenzó a latir más rápido-Fiona, mírame-pidió con ternura, quería mirarla a los ojos, dejando que se separase lo justo para tenerla frente así-desde que te ví arrodillada junto a ese riachuelo no he dejado de pensar en tí-su voz grave escapaba con suavidad entre sus labios-Has iluminado mi corazón, has borrado toda duda y miedo de mí, ya no puedo estar sin tí, mi querida Fiona-durante un instante dudó de haber dicho esas palabras, la quería, el sentimiento era tan fuerte que parecía imposible ¿por eso había llegado a ignorarlo? Gal no lo sabía. Pero lo que sí sabía es que sentía algo muy fuerte e intenso por ella y no era un mero capricho.

Por primera vez en años sonrió mostrando sus blancos dientes, demostrándole a Fiona la felicidad que sentía estando a su lado-Fiona, tú me completas-dijo sujetándola suavemente de la barbilla, la miró con intensidad y se acercó lentamente, besando uno de sus párpados-mi..-para luego besar el otro-querida..-con estrema suavidad-Fiona-para terminar besando sus labios, con dulzura, como si tuviese miedo de que huyera despavorida por tal atrevimiento.

Rememoraba el tierno beso que habían compartido en el bosque, pero éste era diferente, ahora tenía otro sentido más intenso, más íntimo, contenía sensaciones nuevas pero mucho más profundas y sinceras-Mi querida Fiona...-volvió a decir separándose un instante para volver a mirarla, esa frase se había convertido casi en un mantra, para él.

Admiró su rostro con detenimiento amoroso, sus rosados labios ahora brillantes tras el beso, emitían destellos radiantes por la luz de las llamas, el rubor de sus mejillas se había tornado en un rojo intenso y un calor más fuerte empezó a recorrer el cuerpo de Gal, la miró como nunca había mirado a otra mujer posó su enorme mano en una de sus coloradas mejillas acariciándola y volvió a besarla, dulce y profundamente.

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19/06/2017, 19:13
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

La joven sonrió ante la pregunta entusiasta de Evan. A pesar de que el nacimiento de ambos hermanos les arrebatase a su madre y llenase a su padre de dolor y a ellos de desdicha y culpabilidad, cuando tuvieron suficiente edad y conciencia para entender que nunca conocerian su voz y rostro, se percataron de que el sacrificio de su madre dejó dos almas fuertemente conectadas a este mundo, Kyle y Fiona.

- Somos mellizos, no nos parecemos mucho físicamente, mi cabello se ve más rojo al sol, el suyo refleja destellos dorados, él tiene los ojos verdes y yo marrones. - rió, no supo porque pero le entró la risa de repente explicándole a Evan las diferencias físicas que había entre ella y su mellizo. - Él es fuerte y alto. - fue decir aquello y la puerta de la cocina se abrió entrando su hermano con una sonrisa, mostrando un lote de faisanes atados a piñón en una cuerda.

Kyle: - ¿Qué te parece hermanita? - elevó el brazo enseñando su "trofeo de caza" con una actitud orgullosa, habitual en él cuando se trataba de cazar y compartir las piezas con el resto de sirvientes.

Fiona sonrió ampliamente negando con la cabeza. - Muy bien, desde aquí se ven sanos y tienen buen tamaño. - listo, le había dado el gusto al mellizo. Se lo merecía, era un buen cazador.

Kyle seguía sonriendo pero cuando vio que su asiento al lado de Fiona estaba ocupado por un desconocido frunció el ceño pensativo. ¿Y éste... quién es?

Antes de que pudiera abrir la boca para preguntar sobre él Fiona respondió. - Te presento a Evan, es el nuevo mozo de cuadras. - lo miró de reojo haciendo un ademán con la mano y esbozando una sonrisa divertida. - Sabe mucho sobre caballos... y te ha quitado el sitio. - pensó.

Notas de juego

He marcado a Kyle por si quiere intervenir :D

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19/06/2017, 19:35
(0) Evan Ross

Evan estaba sentado, con la cuchara en la mano aunque a penas había comido nada del plato de estofado. Miró a Kyle con una sonrisa. Observó los faisanes, de pronto la vida de Kyle le pareció excitante, en cierto modo envidió su suerte por tener tanta habilidad con el arco y una hermana que le adoraba. 

Se puso en pié, se limpió las manos en la ropa y le extendió la derecha a Kyle. 

- Encantado Kyle-

 

Notas de juego

Me parece genial, también había pensado en añadirle en algún momento si te parecía bien xDDD

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19/06/2017, 19:51
- Muerto (terremoto) - Ser Tyler Risefeller

 

Cuando Alyra formuló aquella pregunta Tyler le miró a los ojos intensa y penetrantemente mientras esbozaba una ligera sonrisa. Parecía como si tras las palabras de ella él pudiese mirarle directamente al alma, como si de pronto hubiese obtenido la ventaja sobre ella de conocer todos sus secretos y ambiciones. Se mantuvo así unos segundos y después le respondió.

 

-Ninguno de mis hijos ni hijas será un cordero mi Lady.  Las mujeres ejercen poder, algunas más que muchos hombres, y de muchos modos distitnos. No deseo subyugar a mi esposa, pero seamos sinceros, soy el señor de mis tierras y tampoco permitiría que me dominasen a mí. Si mi esposa fuese noble y su legado se uniese al mío compartiríamos la carga. Quizás yo dirigiría más en mi hogar y ella en su cuna, todo depende de la valía y deseos que ella tuviese. Desde luego habría que valorar también qué aceptaría mejor el pueblo, simplemente para ser uno o el otro la cara más visible, pues esto es como  una empresa y hay muchos factores a valorar. Por supuesto no cabe decir que creo firmemente que mi esposa formará parte de mi consejo, y claro está, en la intimidad de la alcoba tomaremos decisiones importantes, mi esposa debe ser inteligente, pues deseo descendientes inteligentes y capaces.-

Siguió mirando a Alyra de aquel modo, manteniéndole la mirada mientras esperaba su respuesta.

 

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20/06/2017, 00:51
(0) Alyra Vaelys

Alyra dejó que la mano de Marvin tomara la de ella, sintiendo su piel, que si bien eran masculinas, eran mucho mas suaves que las de Evan o de John, eran como las de ella, que si bien usaba la espada casi tan bien como un hombre, sus manos seguían siendo suaves. Ahora sus ojos castaños sustuvieron  la mirada del castellano, y escuchó uno a uno de los reparos del hombre, los mismo que su padre tuvo cuando ella empezó o el mismo John, pero lo dejó hablar, no quería correguirlo, después de todo ella era la primera en saber todo aquello.

- padre no dejó que fuera a la guerra como escudero y era obvio, era demasiado pequeña y no era un simple encuentro, era una guerra larga y cruda, - aunque lo pidió y suplicó incluso al mismo John e intentó escaparse para ir con su maestro, ahora lo agradecía, jamás hubiera vuelto a ser la misma se se hubiera enfrentado a aquella funesta gesta siendo tan joven, quizás ni hubiera vuelto - y la verdad es que ahora no estoy tan segura de aquel camino, es decir, deseo seguir con mis enseñanzas, soy bastante buena con la espada y con el arco, peleando también, mi padre me ha educado de la misma manera su hubiera nacido hombre, y me he educado en la guerra, también deseo educarme en la paz, por eso pedí estas clases, y las clases con el Septón Tiziano sobre religión ayuda en mi cometido, - sus ojos bajaron un segundo, sus mejillas se sonrojan de la emoción que le hacia sentir aprender.

- a la larga, deseo aprender sobre la gobernación lo mejor que pueda, y la razón de esto es... es... que deseo poder ayudar aquí, sabe lo que pienso de los gobernantes y que se deben a sus súbditos, su futuro depende de sus decisiones y no sé si mis hermanas son concientes de esto, temo que todo lo logrado se pierda por malas decisiones, decisiones que se creen superfluas y de las que dependen tantas vidas y destinos - soltó la mano del hombre para levantar su manga - mis heridas, he tenido peores, Ginevra me ayuda con las heridas para que no queden cicatrices - descubrió la venda revelando un moreton por toda la muñeca y desaparecìa entre los piegles de su oscuro vestido - cuido de mí y de mis sueños, mi querido amigo - le dedicó una sonrisa tibia.

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20/06/2017, 01:44
(0) Alyra Vaelys

Era una mirada depredadora la que le dio, o eso le hizo sentir, y le volvieron los colores al rostro, sin embargo lo que le dijo, todo, le dio una esperanza nueva, una sensación de calidez en el pecho, es decir, hasta no hace mucho luchaba contra lo que se esperaba de ella, pero en verdad, hasta ese punto no había encontrado muchas trabas a sus deseos, Tyler era como aquellos que la habían aceptado, pero ¿ella contra qué luchaba en realidad?.

- secretos de alcoba - se detuvo en esa última frase - el destino de muchos reinos se decide en el lecho nupcial, ¿no? - se dio cuenta de lo que había dicho y sonriendo miró a otro lado - como en el escritorio de un monarca - recalca marcando con fuerza esa última afirmación - espero con el alma que pueda conseguir una esposa inteligente y fuerte que gobierne a su lado, que sea su compañera y leal amiga, como dije, la lealtad es màs valiosa que cualquier fortuna - su mano se colocó sobre la mano del nombre por unos segundos y luego su atención fue hacia el regalo que tenía.

- entonces... - comenzó a abrirlo con mucho cuidado...-
 

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20/06/2017, 09:55
- Muerto (terremoto) - Ser Tyler Risefeller

Sonrió ante la respuesta de ella. El tacto de la mano de Alyra era suave, aunque algo fresco por el frío de la mañana, sin embargo ella no se quejaba buscando calor.

Miró el presente que ella tenía en su regazo y cuándo Alyra empezó a abrirlo Tyler dirigió su mirada a la cara de ella. Las palabras podían disfrazarse pero no los gestos. Esperaba que le gustase su regalo, aunque no estaba seguro del todo de haber acertado. 

Cuándo Alyra abrió la cajita descubrió de que se trataba. No era una muñeca, era un abalorio para el cabello confeccionado en plata y con una labradorita tallada y pulida de forma esférica.

-Me di cuenta de que sueles llevar trenzas o mechones adornados y pensé que podría gustarte-

Notas de juego

Te pongo una fotos para que veas como se pone y quedan estas cosas 

La piedra no se si es exactamente esa, pero he puesto una que creo que encaja. No entiendo mucho de nada de esto, me he documentado un poco xD

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20/06/2017, 11:10
(0) Kyle Ironsmith

Kyle se quedó mirando al mozo de cuadras intentando evaluar si tenia que preocuparse o no. Aunque su hermana ya no fuera una niña, sentía que debía protegerla ante la posibilidad de que intentaran deshonrarla. Su sonrisa parecía sincera, pero por ahora prefería pecar de cauto, ya que no sería la primera vez que alguien intentara llegar a su hermana haciéndose pasar por un amigo suyo. 

Estrechó su mano sonriendo levemente, sospechando aún. - Igualmente Evan.

Notas de juego

Empezando con buen pie XD

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20/06/2017, 11:15
- Abondonó el castillo - Marvin Curton

A pesar de conocer el trabajo que lord Rhys y John Kalhan debían hacer al entrenar a la muchacha, el castellano la observaba y recordaba partes de su pasado, de una pequeña dama que acababa de transformarse en mujer. Concebía a su amiga como muy joven todavía, aún así le sorprendía su manera de pensar, bastante madura.

- Doy gracias a vuestro padre por no permitirlo, a él y a los Siete, por hacer que vuestra edad fuese poca en la guerra. La guerra no es sitio para vos, milady - respiró aliviado, como si una carga tremenda se aligerase. Sólo pensar en la joven Alyra en un conflicto armado suponía un revés -. Vuestra mayor fuerza es vuestro intelecto y vuestra voluntad. Lo habéis demostrado con creces, sois una mujer excepcional. Siempre he pensado que tenéis la fuerza, no física, sino de carácter, señal de una gran señora, característica necesaria para el liderazgo. En un conflicto armado, por menor que este fuese, podríais resultar herida o muerta. Eso sería un tremendo desperdicio de vuestros dones. En la opinión de vuestro humilde servidor, veo que sois más importante para dirigir y mantener el orden de la casa Vaelys, no en un campo de batalla.

Mantuvo un periodo de silencio, buscando no mostrar la preocupación que le suponía la idea de la guerra. Y, de nuevo, volvió a mirar a la doncella, quien siempre resultaba excepcional para él en muchos aspectos.

- Os solicito un pequeño favor, milady, y os pido que me lo concedáis - dijo bajando la cabeza y, con ello su mirada -. Velad por vuestros sueños, mas permitid que yo también cuide de vos. Sería un gran pesar que vuestro empuje y valor os guíen por un camino que suponga problemas. Vuestra personalidad es muy fuerte y creo que puede llegar a dar empuje a situaciones en las que necesitareis alguien que os proteja y guarde, incluso de vos misma - Terminó comentando a modo de confidencia, pensando en como debía haber aguantado anteriores heridas, disimulando el dolor, todo para lograr sus objetivos.

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20/06/2017, 14:46
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

La joven soñó sin saber que su despertar resultaría doloroso. Su joven e inocente corazón idealizó una relación imposible, no fue consciente de ello hasta que la realidad de los hechos se presentó ante sus ojos.

No era cierto que el norteño hubiese regresado a buscarla. Todo estaba en su imaginación. Y, dolorosamente en algún momento tenía que despertar...

Él empezó a desaparecer...

Primero fue su voz, Fiona no pudo escuchar las palabras dulces y amorosas que el caballero le dedicaba. Parecían perderse por el camino, en algún lugar donde ni siquiera sus sentimientos puros y sinceros por él podían llegar, traspasando la barrera que los separaba.

Una lágrima cayó por su mejilla.

Después fueron sus manos. Estaba ahí, abrazándola, acariciándola, dándole calor, pero no podía sentirlo. Sus manos no tenían vida. Su amor se convertía en nada. Se desvanecía. 

El frio, la impotencia y el dolor la invadió.

Y por último su esencia. Lo que él era, más allá de un apuesto físico. Todo desapareció y Fiona no logró recordar como era.
Oscuridad.

Acarició sus labios, las lágrimas caían por sus mejillas. Estaba rota de dolor. Miró a su alrededor y allí no había nadie. Si había esperanza para ella, solo el tiempo lo diría. A veces un corazón puro no obtiene lo que se merece.

Notas de juego

Aquí termina el sueño.