Partida Rol por web

Una noche cómo tantas otras en el refugio, me detengo junto a las amplias puertas que conducen a la parte trasera y observo el sombrío invernadero de cubierta metálica.
Me quedo largo rato simplemente de pie, observando los árboles de detrás mecidos por la brisa y alzando la mirada a las estrellas y la luna que puedo contemplar esta noche, aunque no es de las mejores el cielo está algo nublado.

Chasqueo la lengua y doy un paso adelante para ir a mi preciado Jardín de las Delicias, pero entonces giro en redondo pensándomelo mejor.
Hoy estoy algo alterada, quizá malhumorada, no me apetece quedarme quieta en un sitio así que iré a dar unos cuántos golpes... Quizá luego a jugar y cazar.

Abro las puertas del gimnasio de repente, estás chirrían apenas un instante debido a la potencia a la que son sometidas.
Miro alrededor y me dirijo hacia los sacos, aunque uno de ellos ya está siendo utilizado por, la siempre perfecta, Steff.
-Eres la hermana que menos esperaba encontrar aquí- admito dando un par de puñetazos contundentes y frustrados al saco que tengo delante.
-¿Tienes algún plan para hoy?- pregunto interesada. Creo que necesito estirar las piernas.

Esa noche me habia levantado con el cuerpo entumecido, tras cambiarme de ropa me habia dirigido hacia el gimnasio a dar unos golpes al saco. Estaba tan absorta que ni me habia dado cuenta que Sejmet habia entrado en la sala, al oir sus palabras, pare abrazando al saco.

Creo que me conoces lo suficiente como para saber que no soy una toreador normal. ¿Que te trae a este lugar Lid? y no le pegues asi sin proteccion te harias daño y podrias hacerte sangre me aparto del saco y me quito los guantes dejandolos a un lado No tengo ningun plan para hoy, pensaba entrenar y poco mas, luego iba a ver si podia practicar un poco de tiro. ¿Que piensas hacer tu?

-¿Y qué? Así se endurecen los nudillos y pegas más fuerte, ¿no sabías eso?- doy un par de golpes más al saco, apretando los dientes y los colmillos, provocando que se mueva de lado a lado peligrosamente y con el consecuente tintineo de las cadenas antes de que lo detenga con una mano.

-No me refería a que fueras a ir a una fiesta o algo por el estilo pero... Bueno, yo qué sé- me encojo de hombros y me aparto alguno de los revoltosos mechones de pelo negro que caen de mis extraños nudos hacia atrás.
-Estaba pensando que podríamos ir a cazar algo las dos, ¿qué te parece? Me encanta jugar al pilla pilla, dos y dos, es tan divertido encerrarles en un callejón con una en cada extremo...- emito un suspiro ensimismado y luego me río animadamente, cómo una niña pensando en su juego o película favorita.

-¿Qué te parece? Podemos visitar algún sitio si quieres, ya de paso. Supongo que el museo Ripley no te interesará...- digo esto último con desinterés aunque en realidad sí me apetece pero no quiero que se note, alejándome un poco de los sacos.

Deberias dejar que te arreglara ese pelo, cada dia lo tienes mas enredado, terminare rapandotelo digo medio embroma mientras niego y apoyo una mano en algun sitio mirandola La verdad es que seria muy divertido, pero seria mas divertido si tenemos a alguien con el que competir esas bolsas de zumo son tan... dejo la frase a medias mientras se marcha. Cinco minutos, si me dejas me cambio, no voy a salir asi, ademas voy a coger algo por si hay problemas paso a su lado y la guiño un ojo y ese museo no es nada del otro mundo, pero si tanto te apetece no verlo no le veremos Voy a mi habitacion y me cambio, con algo comodo para salir. Cuando me vuelve a ver voy mas arreglada, aunque bajo el abrigo llevo una par de sorpresas por si acaso.

-Me lo rapo más a menudo de lo que puedes imaginarte- respondo con una sonrisa burlona -Si quieres puedes competir contra mí misma, a ver qué sale de eso...- arqueo la ceja y asiento, dejando que se vaya a vestir, por supuesto después de todo necesita cuidar su "imagen" o reventaría...
Yo me acerco a la armería y recojo uno de los revólveres más ligeros y pequeños para ajustarlo en mi muslo con una correa. Me gusta más el trabajo "manual" pero las pistolas son una forma de asustar a los humanos cómo tantas otras y convencerles de que sería mejor empezar a correr. Cómo si pudieran superar la velocidad de una bala...

Después de eso atravieso la zona de recepción, vacía y siniestra cómo siempre, por lo que grito una sonora palabrota para que se propague y acalle en su propio eco antes de salir al exterior y volver a inspirar el aire nocturno hondamente, tranquilizándome un poco entonces.
Steff aparece y la miro negando con la cabeza. Parece sacada de una de esas películas... En fin, dejémoslo, cada uno es libre de decidir cómo pensar y vestir.

-Precioso abrigo- digo con sorna mientras empiezo a caminar junto a ella, alejándonos por el tortuosos terreno que rodea el hotel hasta llegar a la carretera, una vez allí seguimos caminando para llegar a la ciudad...

Dudo que tanto como yo imagino replico mientras me abrocho el abrigo y compruebo que todo esta en su sitio. Mientras salimos, seguro que el resto esta haciendo algo importate e interesante como para molestarles. Cuando salimos, la luna esta iluminando la zona, te miro de reojo ante el comentario del abrigo y niego comprobando que el movil tiene bateria por si hay que llamar.

Pues habia pensado regalartelo, creo que te quedara mejor a ti que a mi, he pensado vaciar la mitad del armario y quemarlo por que no me gusta nada de lo que hay. Despues me iria de tiendas para ver si consigo algo mas adecuado te guiño un ojo mientras seguimos el camino hacia la ciudad, es largo pero no importa, me encanta caminar en buena compañia. Tu elegies el premio, tengo ganas de un pilla pilla

-Renovación de vestuario ya veo... Bueno quizá pueda aprovechar un 2% de lo que haya en él, así que esta noche cuando volvamos me lo enseñas y me quedo a dormir contigo, ¿vale?- doy un brinco inesperado y me agarro a ella rodeándola con los brazos apenas un par de segundos antes de volver a soltarla entre risas y acelerar un poco el paso. Qué bueno es no cansarse... a menos que hagas esfuerzos muy evidentes, claro.

Me detengo cuando al ciudad se alza ante nosotras y me quedo un rato callada y contemplándola, casi embobaba bajo la pálida luz de la luna, que queda amortiguada y dispersada por las de los edificios.
-Pues ya estamos aquí, será mejor la zona centro para jugar, allí todos pasan de todos, cómo la mitad están colgados- admito despreocupadamente ascendiendo a esa zona de la ciudad.

Ante el abrazo solo puedo responderle con un poco de estupor, no me acostumbro pero estoy muy agusto siempre con ella, tanto como otros y mas que con otros.

Claro que si, te lo enseñare y te puedes quedar a dormir, la cama es muy grande me paro tambien a ver la ciudad, no es como donde naci, creci y vivi, pero es buena, muy buena para algunas cosas, algo impresionante. Perfecto pues a la zona centro solo espero que nuestro compañero de juego no se canse muy pronto tanto ejercicio me ha abierto el apetito

-¡Y eso que aún no hemos empezado!- exclamo con una pequeña palmada mientras nos internamos por las diferentes callejuelas, mirando a los borrachos y otros "malas pintas" de poca monta con una sonrisa ladeada que intento disimular a menudo.
-Lo mejor sería una pareja o algo así, ¿verdad?- miro alrededor y asiento con entusiasmo corriendo hasta un callejón algo más estrecho y oscuro, con varios contenedores de basura rebosantes y otros desperdicios por el suelo.

-Bueno, sé que no será tu sitio favorito para pasar las vacaciones, pero será discreto... Podrías atraer a alguien con tu innata presencia y yo le pego el susto de sus vidas, entonces empieza el juego. ¿Qué tal?- digo todo esto de carrerilla y precipitada, dejándome llevar un poco por la emoción y entusiasmo a pesar de que el plan sea totalmente simplista.

Un plan sencillo me gusta, busca a alguien y si no es mi lugar favorito de vacaciones niego mientras miro a todas partes, la verdad aun me pregunto por que narices no me he largado de esta ciudad, creo que es porque ya no sabria donde ir pero bueno al menos tengo estos momentos de diversion. Camino sorteando los desperdicios y viendo a las ratas corretear por los contenedores, mientras busco a alguien para que comience el juego Busquemos a alguien, a ver a quien, no veo a muchas parejas a parte de nosotras

-Bueno, tampoco era cuestión de que se acabe enterando media ciudad...- me defiendo por el lugar elegido y me detengo al fondo de la calle, asomándome por ella y volviendo adentro con una pequeña risa juguetona.
-Ahí están, van los dos un poco borrachos pero no importa, todavía caminan bastante rectos y no parecen haber vomitado, sólo deben de estar "contentos"- vuelvo a mirar a ambos chicos con una sonrisa algo maliciosa. Tendrán unos veinti-pocos, quizá salgan de una fiesta universitaria o algo por el estilo, quién sabe.

-Te esperaré aquí hermanita, tú encárgate de traerlos- digo antes de internarme más en el callejón para resultar más imponente desde la oscuridad.

Miro a las victimas, la verdad es que no son de mi estilo tampoco, pero al menos espero que no esten lo suficientemente borrachos como para no darnos una buena diversion. Sonrio mirandola y asiento. Procurare no tardar mucho, o eso espero, tan borrachos puede que no se sientan receptivos a mis sutiles encantos guiño un ojo mientras camino hacia ellos con suavidad sobre mis botas de tacon, les miro a los ojos levemente mientras

Buenas noches, ¿puedo preguntaros algo? es que me he perdido y tal vez dos chicos tan fuertes y valientes puedan ayudarme a arreglar mi coche que se me ha estropeado y ayudarme a salir de aqui. Os daria una bonita recompensa sonrio mientras hablo mientras dejo que mis habilidades actuen. NO parecen muy receptivos, tal vez sea el alcohol o tal vez sea otra cosa.

Veo a Steff parcialmente desde la oscuridad del callejón, desenfundado mi revólver con los ojos de un color rojo tan intenso cómo la propia sangre que pienso tomarse. Los colmillos surgen y los relamo con al lengua algo impaciente, parece ser que mi querida hermana está perdiendo parte de sus encantos a pesar de tratarse de dos estúpidos borrachos...

Sin embargo acaba engatusándoles con sus propias palabras sin el uso de sus "trucos" manipuladores, los cuáles no me agradan y detesto bastante pero hago caso omiso de ese detalle esta vez.

Cuando llegan al callejón pensando que al atravesarlo irán a algún otro lugar yo ya estoy preparada y les apunto con el revólver y una sonrisa siniestra que les hace detenerse con un traspiés.
Se quedan dubitativos, no saben si reírse o cagarse de miedo así que me río por lo bajo y disparo a la pared que tienen al lado.

Ellos dan un respingo, uno empieza a gritar cómo una nenaza y se giran corriendo en dirección contraria, dónde ya les debe esperar Steff.

Al menos la cara de niña buena sigue dando sus frutos, la proxima vez me pondre algo mas escotado, eso solo hace que miren a donde no deben mientras les hablas. Les acompaño un par de pasos mas atras mientras marcan el territorio como todos los hombres, si supieran lo que les va a ocurrir. Me quedo a la entrada mientras van a su pequeña sorpresita, el disparo es mi señal cuando vienen hacia mi, estoy preparada. Me relamo los labios con la punta de la lengua mientras los colmillos crecen poco a poco, no mucho aun pero cuando los vean sera demasiado tarde. Pongo la zancadilla mientras pasan a mi lado a uno de ellos callendo en uno de los charcos, salgo detras del otro, creo que despues de esto tendre mucha hambre y... ya pensare como los hare desaparecer.

Uno de ellos cae mientras Steff sigue corriendo detrás del otro. Yo me limito a dar un buen salto hasta caer encima de él pesadamente, sujetándole los brazos con el peso de mis rodillas.
No es exactamente lo que esperaba, quizá algo más difícil, una caza cómo debe ser... Por desgracia eso es demasiado complicado si no se quiere armar demasiado jaleo y no quiero meter en follones a mis hermanos, así que me limito a sujetarle del pelo con violencia levantando su cabeza mientras lloriquea y se queja de dolor, pero tras hundir los dientes en su cuello y empezar a beber se calma un poco y acaba por callarse del todo... Más que anda porque he bebido tanto de él que ha perdido la consciencia. Llevaba algo de hambre acumulada...

Cicatrizo sus heridas y me levanto relamiéndome, todavía con sangre resbalando por el cuello y perdiéndose en el escote que no me molesto en limpiar del todo bien mientras camino en dirección a dónde fue Steff.

Aunque le doy algo de ventaja, aun se que le puedo atrapar, solo un ligero empujon con mi sangre hirviendo por las muertas venas de mi cuerpo y le adelanto como un borron esperandole tras una esquina en la que se para esperando recuperar el aliento.

Mira que dejar a una dama en apuros con alguien con un arma, eso no es de caballero. digo haciendo que me mire y antes de que reaccione le sujeto contra la pared y le acaricio el rostro poniendole un dedo sobre los labios No te preocupes que no te hara ella ningun daño. una lagrima recorre su rostro ya ha visto mis colmillos, creo que este sera de los que no sobrevivan a esta noche, no de momento. Hundo mi rostro en su cuello y mis colmillos desgarran carne, musculo hasta llegar a la vena, al preciado liquido que me mantiene con vida desde hace tanto tiempo. Patalea un poco y se revuelve lo unico que consigue es desgarrarse mas la herida y hacer que la sangre me comienza a manchar el cuello, al final desiste. Cuando le suelto cae de rodillas al suelo, esta muy debil, es muy estupido, tal vez deberia darle la puntilla pero mejor que se encarguen las ratas. Mis labios, mis dientes estan manchados de sangre, con un suave y sensual lametazo le cierro la herida dejandole con los ojos vidriosos en el suelo. Saco un pañuelo y me limpio un poco la sangre girandome y viendo a Sejmet, la tiendo otro Limpiate, ambas parecemos un autentico desastre, necesitamos un baño

-¿Un baño por esto? Qué va, esto no es nada- replico con una risa algo infantil mientras limpio mejor mi cuello y barbilla con el pañuelo húmedo que me ha tendido mi siempre-atenta-y-precavida hermana.
-La verdad es que me ha sentado genial, siempre me despierto con mucha hambre, ya sabes...- me froto un poco el vientre dado que ella ya sabe que desde mi abrazo conservo una fea herida en él que debo sanar cada noche. Un inconveniente bastante incómodo pero al menos tiene remedio.

-Está bien, vamos ya para casa, preguntaré si alguien quiere visitar el museo alguno de estos días- entrelazo las manos sobres la cabeza y empiezo a andar distraidamente. Sé de sobras que ese tipo de exposiciones no la entusiasman así que prefiero prescindir de la visita por hoy.
-¿Sabes si van a celebrar alguna fiesta o algo interesante por la ciudad? Y ya sé que no eres de "esas" pero seguro que pones más veces las noticias que yo- digo encogiéndome de hombros mientras chuto una piedra por la casi abandonada carretera.

Me rio mientras me arreglo un poco el abrigo y paso una mano por sus hombros Si tantas ganas tienes podemos ir a verle, me aburrire pero es un precio pequeño si te apetece

Se que esa herida siempre estara ahi, yo tuve suerte, mis heridas las cerraron y sacaron la maldita bala, sino estaria en su situacion, una pena que no hicieran desaparecer algunas que hay en la espalda. Camino con las manos en los bolsillos del abrigo con el rostro serio. No, no se nada, es algo que la verdad no me interesa mucho, voy a tener que cambiarlo y mezclarme mas con los de clan, no sea que piensen que no soy nada mas que una farsante como muchos. A la que me entere te prometo que te llevo la primera, aunque ya sabes que nuestra "amada" sacerdote se mueve mas en esos circulos

El camino de vuelta es gracioso, es extraño que con ella me sienta tan bien, con poca gente puedo ser tan abierta, ademas es como la hermana que nunca tuve.

-No te preocupes, tengo toda la eternidad para visitarlo hasta quedarme más que harta y acabar incendiándolo- me limito a admitir encogiéndome de hombros, después me río arrugando la nariz y acabo negando con la cabeza ante la referencia irónica hacia Esmeralda.
-No, no me gustan demasiado los ambientes por los que se mueve ella y tenerla de acompañante no me suele divertir demasiado, a veces hasta me hace sentir... incómoda- digo eso por no decir vergüenza ajena aunque sería lo más correcta debido a su tendencia a calentar braguetas ajenas.

Caminamos pro la carretera colindate a la ciudad de amaino a la Parroquia, alejándonos del sonido y las luces de la gran ciudad, lo cuál me hace relajarme un poco más mientras alzo la mirada al cielo nocturno.
-¡¡Mira!!- espeto de repente con un respingo, arrancando a correr hacia delante y separándome un poco dela carretera, pro lo que te da tiempo a distinguir cómo intento alcanzar a una liebre que se escabulle rápidamente por el bosque.
Me quedo ahí plantada y totalmente fastidiada, esperando a que llegues a mi altura para volver a tu lado.

-Tengo que pedirle a Hamza que me enseñe a hablar con los animales, le he visto algunas veces hacerlo con su águila y no creo que sea de los que hace eso "porque sí"- admito empujando las puertas del recibidor de forma contundente y algo ruidosa, cómo siempre.

Es como una niña pequeña, creo que eso es lo que la hace especial.

Tal vez cielo, deberias preguntarselo. tal vez acepte y en poco tiempo sepas como lo hace asiento mientras seguimos al refugio me desabrocho el abrigo para entrar y me lo pongo en el brazo mientras abrimos la puerta y entramos de nuevo en nuestro pequeño hogar, parece que nadie se ha dado cuenta de que nos hemos ido, estaran con sus cosas.

Anda vamos, que te guste o no te daras un baño y tenemos que mirar la ropa que voy a tirar a ver cual te gusta, mañana saldremos a "comprar" ropa si te apetece bien sabe como es mi manera de comprar ropa a veces. Comienzo a caminar por el pasillo hacia mi cuarto.