Partida Rol por web

CAZADORES DE SANGRE [Finalizada]

Crónica Común: La Unión de la Sangre

Cargando editor
24/08/2008, 20:39
Sejmet

Me aparto un poco para dejarle espacio mientras rebusca en su cajón. Me hace gracia comprobar que después de todo él también tiene un poco desordenadas algunas de sus pertenencias, y no me pasa desapercibido el detalle del otro cuaderno.
-¿Y no me dejas leer el otro?- pregunto abiertamente señalando el cajón ya cerrado y riendo por lo bajo. Obviamente no voy a insistir en ello, es algo privado. Apuesto a que a mí también me gustaría si pudiera.

Me siento en el borde de la cama, junto a él, dejando los largos guantes sobre mi regazo mientras miro con interés el estuche del cuál saca una reluciente pluma, casi parece nueva peor apuesto a que es porque la trata con mucho cuidado.
-Qué bonita...- digo mientras cojo su muñeca y la acerco con suavidad a mí, mirando lo que contiene antes de soltarle, quedándome pensativa unos segundos.
-Pues no sé, simplemente que vamos a hacer una Danza del Fuego y que evidentemente están invitados a asistir en la parte trasera...- me encojo de hombros, sabe de sobras que los discursos y la dialéctica no es lo mío, seguro que él adapta mucho mejor el mensaje.

En cuánto empieza a escribir me acerco de forma casi molesta, aunque no me percato de ello, mi mirada se centra exclusivamente en su mano sujetando la pluma, moviéndose con gracilidad y más rapidez de la que puedo asimilar.
En cierto modo me da envidia... La mayoría de gente no se da cuenta de que sus palabras escritas pueden ser obras de arte. Al menos para mí lo son.
-¡Esmeralda!- espeto repentinamente al levantar la cabeza y verla entrar a la habitación.

Cargando editor
25/08/2008, 01:38
Esmeralda

Me sorprende el modo en que encuentro a Sejmet en la habitación de Hamza. Sabía que iba a advertir a los demás acerca de nuestros planes, pero pensé que lo haría impulsivamente, gritándoselo a cada uno desde la puerta de cada habitación. Ver cómo se toma su tiempo me agrada, es buena señal. Sabe hacer las cosas correctamente, cuando se lo propone.

- Prósperas noches a ambos. Prósperas y sangrientas, espero.

Me acerco a ambos con mi habitual caminar contoneante y mi eterna sonrisa familiar. Paso junto a Sejmet mirándola sin malicia pero con el recuerdo del desagradable sonido que dejó en la habitación para despertarme. Sin embargo, mi atención se centra en el Ductus, al que me acerco por su espalda, dándole un abrazo para hablarle al oído, aunque a un volumen que Sejmet pueda apreciar.

- No es una invitación, en realidad. A pesar de la educación de nuestra cazadora, la asistencia no es negociable. -Le propino un beso en el cuello, cerca de donde el hombro se convierte en espalda, guiñándole un ojo a Sejmet al retirar mis labios- Es un ritae sagrado para la manada. Todos hemos de estar presentes ¿O tienes algo más importante que hacer?

Cargando editor
25/08/2008, 16:24

Cita:

-¿Y no me dejas leer el otro?-

Niego, divertido, y sigo haciendo caso omiso a su pregunta. Ese "cuaderno" es especial, personal. Nadie va a leer una sóla línea por el momento.

Y además, aunque te lo permitiera, no entenderías nada. Los símbolos de mi lengua te serán extraños, casi seguro al 100%.

Cita:

-Qué bonita...-

Miro la pluma, sonriendo. Para mí es un objeto especial... Lleva conmigo años, y está en perfecto estado. Siempre la he cuidado con especial atención. Ésa, junto con las otras dos, que apenas has podido ver, forman parte de un regalo de antaño...

- Fue un regalo. De alguien importante.

Sonrío de nuevo, y te miro, esperando sugerencias.

Cita:

-Pues no sé, simplemente que vamos a hacer una Danza del Fuego y que evidentemente están invitados a asistir en la parte trasera...-

Asiento, y me dispongo a escribir, tras pensar brevemente el "mensaje".

Cita:

- Prósperas noches a ambos. Prósperas y sangrientas, espero.

Alzo la vista, sereno, mirando a Esmeralda con una de mis cejas "levantada" a modo de saludo, sin dejar de escribir las notas siguiendo las indicaciones de Sejmet.

- Buenas noches.

Es extraño cómo me mira al escribir, aunque atribuyo su atención a que soy zurdo... Y tal vez a que siempre que inicio una nueva hoja mi tendencia es hacerlo de abajo a arriba, de derecha a izquierda.

Como en mi idioma natal.

Éso me hace pensar. ¿Qué idioma uso? Normalmente usamos el castellano entre nosotros, así que supongo que será el idioma correcto.

Comienzo a escribir con una caligrafía casi perfecta, cuidada y detallada.

Mientras, siento como Esmeralda me rodea, abrazando mi cuerpo mientras levanto la pluma, para no manchar la hoja.

Cita:

- No es una invitación, en realidad. A pesar de la educación de nuestra cazadora, la asistencia no es negociable. -

Siento su beso en mi homoplato, tras de mí, sientiéndome algo extraño. Aún no lograba acostumbrarme a las cercanías físicas de mis hermanos... Siempre me ponía tenso... A la defensiva.

Cita:

Es un ritae sagrado para la manada. Todos hemos de estar presentes ¿O tienes algo más importante que hacer?

A decir verdad, esta noche no. Vasily y yo habíamos planeado un "descanso" tras lo de anoche, pactando que me quedaría en el Refugio. Así evitaríamos "levantar sospechas"...

- No te preocupes. Asistiré, junto a vosotros. Conozco mis nuevas obligaciones.

Mi tono no es demasiado alegre... Sigo sintiéndome presionado con el nuevo cargo, pero supongo que poco a poco me sentiré mejor, y lo iré asumiendo.

Después de contestar continúo escribiendo, separándome de Esmeralda para mover libremente la muñeca.

Cargando editor
25/08/2008, 16:33
Sejmet

A pesar de que me intriga su comentario acerca de la pluma decido que reservaré esa pregunta para un momento más propicio. Más cálido e íntimo, dónde podamos compartir secretos especiales sólo los dos, ahora no es un buen momento.
Esmeralda, cómo es habitual en ella, se sube a la cama y se encarama a Hamza, a lo cuál hago caso omiso concentrada cómo estoy en su mano, moviendo mi derecha y mirándola intentando adoptar su posición, lo cuál resulta un poco complicado al ser el punto de vista inverso... Bueno, ya me acabaré apañando.

Miro a Esmerala cuando empieza a hablar y arrugo la nariz ante su guiño sin comprender a qué ha venido, al igual que el beso otorgado a Hamza. Si fuera cualquier otro vástago pensaría que puede haber "algo más", pero no con ella, su trato pegajoso es igual con cualquiera que le atraiga un poco.
-Odio esa palabra "obligar". No es obligatorio, pero si no asistes obviamente podremos pensar que eres un cobarde, ¿no? Eso es lo que debes pensar antes de decir si participar o no, a mí nadie me dice lo que tengo que hacer ni decir- me levanto de la cama con un pequeño salto ya que los pies apenas alcanzan el suelo al estar sentada y recojo una de las notas ya acabadas.

-Me encanta tu letra, voy a tener que pedirte un autógrafo- comento con algo de envidia despreocupada antes de recoger la segunda, casi arrebatándosela de las manos y asintiendo satisfecha.
-Te esperaremos en el gimnasio mientras lo preparas todo, nosotros vamos a entretenernos un rato en el ring, ¿verdad? - digo a Altaïr estirándole de la mano para que empiece a levantarse antes de que su educación le impida llevarle la contraria a la Sacerdotisa.
A mí no me van los protocolos absurdos, se los pude meter dónde le quepan.

Cargando editor
25/08/2008, 17:51
Esmeralda

Incomodidad. Es divertida. Ver cómo los vampiros sienten la misma incomodidad que los mortales ante protocolos sociales que se salgan de su propio esquema. Mi Sire me dijo una vez que los mortales nos consideraban monstruos simplemente porque nuestra visión del mundo chocaba con la suya. En el Sabbat, lo curioso es que hay miles de formas distintas de ver el mundo. Montones de caminos diferentes. Unidos por un propósito, separados por una visión. En estas noches, me siento más separada que nunca de algunos de mis hermanos.

Me pongo en pie con sosiego y tranquilidad. Las palabras de Hamza me tranquilizan, aunque ya sabía que no pondría pegas al Ritae. Aún así, me desagrada su falta de motivación. Conozco mis nuevas obligaciones. Parece que el cargo le pesa demasiado. No es que no esté a la altura, estoy convencida de ello, sencillamente parece desagradarle el tener que cargar con ese peso. Supongo que a mi me pasa lo mismo, me veo arrastrada a obligaciones serias y formales cuando quisiera alejame de todo y abandonarme a los placeres que el mundo puede ofecerme. Sin embargo, yo me arrojo a mis obligaciones con pasión. Nuestro frío asesino no logra hacerlo. De momento.

Cita:

Odio esa palabra "obligar". No es obligatorio, pero si no asistes obviamente podremos pensar que eres un cobarde, ¿no? Eso es lo que debes pensar antes de decir si participar o no, a mí nadie me dice lo que tengo que hacer ni decir

Es adorable, tan salvaje, tan libre, tan rebelde. Encarna la mayoría de las cualidades que hacen del Sabbat lo que es. Pero también muchas de las cualidades del Sabbat que exigieron la creación del cargo de Sacerdote. El Sabbat es libre, pero no anárquicamente libre. Y cada vez que uno de mis hermanos confunde libertad con anarquía, tengo la obligación de recordarle la verdadera esencia de la secta. Nuevamente, cargando con mis responsabilidades. Nuevamente, lejos de mis hermanos.

- No es obligatorio saltar a través de las llamas, cielo. Te llamaremos cobarde, si, pero no podemos obligarte a atravesar el infiero abrasador. Solo los mayores demonios pueden entrar y salir del infierno a su antojo. Sin embargo... -Mi rictus se torna frío, seco, duro, una expresión que uso en contadas ocasiones. Me desagrada, lodesprecio cuando tengo que usarlo, pero es la mirada del Sacerdote encauzando a su congregación. Lo que estoy diciendo es vitalmente serio, clave para la existencia de mi hermana. No quisiera ver cómo desperdicia su inmortalidad- Asistir a los Ritae SI es obligatorio. Recuerda el Código de Milán, que tú misma juraste, pequeña. Estatuto III: TODOS LOS SABBAT OBSERVARÁN FIELMENTE TODOS LOS AUCTORITAS RITAE. Negarte a asistir no forma parte de ejercicio de tu libertad, que la secta garantiza. Negarte a asistir sería considerado... -Mi mano se eleva, señalándo a mi hermana con un dedo índice fino y frío- traición.

¿He sido demasiado dura? Quizás. Pero es mi obligación hacerlo así. En beneficio de la secta, en beneficio de la manada, en benefico de la propia Sejmet. Debe darse cuenta de la gravedad de lo que ha dicho, del peligro de pensar así. Puede que, algún día, estas advertencias le salven la no-vida.

- Pero dejémonos de tonterías, se que no lo decías en serio ¿Verdad, hermana? -Trato de quitarle hierro al asunto, de dejarlo correr. Me pongo encamino hacia la puerta con pasos gráciles apartando el incidente de mi mente- Por cierto ¿Has avisado ya a alguien más? Si no, ya lo haré yo...

Notas de juego

Esmeralda saca lo peor de mí... ¬¬

Cargando editor
25/08/2008, 18:21
Sejmet

-Yo no he dicho que no vaya a....- la frase queda congelada en el aire mientras mi cuerpo se sacude con cierta violencia, presa de un espasmo provocado por la ira de una acusación tan grave cómo falsa pero directa. Al menos ha tenido el valor de decirlo a la cara esta vez.
Mis manos sueltan la de Hamza, dejando de existir éste mientras mi mirada se tiñe de un rojo intenso cómo la sangre, iluminada por la rabia a punto de desbordarse mientras miro a mi supuesta "hermana". Siempre fue la más despreciable pero ahora...

Veo su dedo estirado y cojo su delicada mano partiéndola con un sonoro "crack" en su muñeca, cómo si de mantequilla se tratara.
Sonrío de forma siniestra, mi cuerpo se vuelve a agitar deseoso de más acción, de hacerle tragarse sus palabras de forma clara y concisa. Quizá incluso sus perfectos dientes.
-Vuelvo a repetirlo... Dame el gusto, vuelve a repetirlo si tienes valor...- la insto, provocándola. Si no lo hace la única cobarde será ella y si lo hace... está claro que me dejaré llevar por mis instintos más depredadores, esté el ductus presente o no me da igual, una ofensa así no la voy a dejar pasar cómo si de una de sus patéticas bromas se tratase.

Cargando editor
25/08/2008, 18:31
Esmeralda

Veo su mano lanzarse contra la mía. No me molesto en defenderme, y realmente entiendo que aunque lo hiciera daría igual. Sejmet es mejor que yo en estas lides, todos lo son. Nunca he estado a la altura de esta manada cuando comienza la acción, por eso trabajé duro para hacerme Sacerdotisa. Para tener algo que ofrecer.

Su mano toma mi muñeca con fuerza, como si fuera la de un simple mortal. Oigo el sonoro chasquido, lo siento. Duele horrores, casi tanto como ver mi propia muñeca en esa posición imposible. Cuando la Gangrel me suelta, mi mano cuelga como si solo la carne la uniera al resto del brazo. Me quedo mirando mi propia mano con extresión neuta, y sin apartar la vista de ella me siento de nuevo en la cama de Hamza, cuya presencia desaparece para mí. Espero que no intervenga, pues se cual es s modo de solucionar este tipo de asuntos. Yo tengo el mío, y a fin de cuentas éste es un asunto de moral y convicción, un debate ideológico. Asuntos del sacerdocio.

- "Nadie me dice lo que tengo que hacer ni decir" -Repito sus palabras como una simple grabación, carente de expresión, de emotividad. Mis ojos se entrecierran, aún clavados en mi mano, alzada para verla mejor, para que ella la vea mejor- Estatuto III: TODOS LOS SABBAT OBSERVARÁN FIELMENTE TODOS LOS AUCTORITAS RITAE -Nuevamente, una repetición. Estoy convencida de que no me scucha cando hablo, que ye mis palabras, pro solo para buscr el modo de responder a ellas- "Nadie me dice lo que tengo que hacer ni decir" -Otra vez, en esta ocasión justo después de la sagrada norma del Código- Estatuto III: TODOS LOS SABBAT OBSERVARÁN FIELMENTE TODOS LOS AUCTORITAS RITAE -Mi mano regresa con un sonoro chasquido a su posición natural. La giro en un par de ocasiones, comprobando su movilidad. De repente, mi rostro está envuelto en un ligero velo de tristeza. Parece que mis enseñanzas no calan en algunos hermanos. No quiere entender, no ve el peligro que le acecha- "Nadie me dice lo que tengo que hacer ni decir"

- ¿Crees que dándome una paliza te sentirás mejor, cazadora? Vamos, dámela. Destroza mis huesos y abre mi carne, pero eso no te dará más razón. El Sabbat no es anarquía, es libertad. Y la libertad tiene ciertas normas. No puedes decidir si observar o no un Auctoritas Ritae, es tu obligación. Una de las pocas que tienes. Ahora... pues calmarte sin más o explayarte en tu violenta forma de arreglar las cosas y calmarte al acabar conmigo. Esa es tu elección. Pero después, asistirás a la Danza del Fuego. Quieras o no.

Cargando editor
25/08/2008, 19:08
Sejmet

La energúmena toma asiento y empieza a repetir mis palabras, y luego las suyas, volviendo a empezar en una especie de bucle estúpido, humillándome cómo si fuera una estúpida incapaz de comprender lo que me está diciendo, cómo si ella fuera más inteligente que yo. Apuesto a que se cree superior, sólo hay que ver cómo se pavonea. Siempre.

-¿Me quieres poner a prueba? ¡Por mí estupendo!- exclamo violentamente y fuera de mí, abandonado la habitación, golpeando uno de los muchos espejos de la antesala y rompiéndolo en mil pedazos que caen estruendosamente sobre el suelo alfombrado.
Salgo al pasillo con paso decidido, de mi boca sobresalen los colmillos y un gruñido gutural, animal, amenazante. Veo a alguien moverse en él pero mi vista empieza a nublarse, siento cómo si todo fueran amenazas contra mí, pudiendo asaltarme en cualquier momento y atacarme a traición desde la oscuridad o de forma directa.

Le gruño con el vello erizado al pasar junto a ella y entonces empiezo a correr a toda velocidad... me alejo, abandono el refugio, el aire sopla en mi cabello y mi ropa que pronto desaparecen para dar paso a unas plumas de un intenso negro, alejándome en el cielo nocturno y en dirección a la luna sin rumbo aparente.

Cargando editor
25/08/2008, 19:36
Esmeralda
Sólo para el director

Triste. La situación lo es. Yo lo estoy. Mi rostro lo refleja. No lo haría si otros hermanos estuvieran presentes, pero con Hamza me lo puedo permitir. Él sabe lo duro que es la responsabilidad. Lo sabe muy bien, demasiado. Espero que nunca llegue a sentir este vacío en el interior del alma, el vacío de la caída, la caída al abismo. El fracaso.

He fracasado, ahora lo veo. Esta manada precisa un fuerte liderazgo y un fuerte sacerdocio. Se que Hamza será un líder fuerte, pero yo... No, sigo sin estar a la altura de las circunstancias. El sacerdocio es lo mejor para mí, pero yo no soy la mejor para el sacerdocio. No soy lo que ellos necesitan.

Miro a mi Ductus de reojo, esperando algun tipo de reacción. Porque, por un instante, me estoy planteando abandonar mi cargo.

Cargando editor
25/08/2008, 21:42

Despacio, voy transcribiendo palabra a palabra mis pensamientos. La hoja se llena de caracteres, y yo voy quedándome en blanco, sin nada más que escribir.

Cita:

-Odio esa palabra "obligar". No es obligatorio, pero si no asistes obviamente podremos pensar que eres un cobarde, ¿no? Eso es lo que debes pensar antes de decir si participar o no, a mí nadie me dice lo que tengo que hacer ni decir-

Sonrío, sin mirarla, admirando esa fuerza. En éso consiste la verdadera libertad, en decisiones mantenidas. En mi caso, decidir aceptar y asumir el nuevo cargo estaba costándome demasiado.

Las ataduras me pesaban... Dependencia. Una palabra que había odiado siempre. Éso sentía. La dependencia de la manada... hacia mí.

Sus manos retiran ambas hojas, y guardo la pluma en mi bolsillo, dejando el cuaderno en el cajón, levantándome.

Cita:

-Te esperaremos en el gimnasio mientras lo preparas todo, nosotros vamos a entretenernos un rato en el ring, ¿verdad? -

Asiento, y doy un paso hacia adeltante, cerca de ambas hermanas.

Cita:

- No es obligatorio saltar a través de las llamas, cielo. Te llamaremos cobarde, si, pero no podemos obligarte a atravesar el infiero abrasador. Solo los mayores demonios pueden entrar y salir del infierno a su antojo. Sin embargo...

Escucho las palabras de Esmeralda, inmóvil, con un duelo en la mirada y tensión en mis gestos. La Vigilia se apodera de mí, esperando la primera sangre... ¿Qué pretende?

La primera puñalada no se hace esperar... Y como espero, es la Sacerdote quién la empuña. Incosciente... O tal vez consciente de las reacciones que va a crear en Sejmet.

Cita:

- Asistir a los Ritae SI es obligatorio. Recuerda el Código de Milán, que tú misma juraste, pequeña. Estatuto III: TODOS LOS SABBAT OBSERVARÁN FIELMENTE TODOS LOS AUCTORITAS RITAE. Negarte a asistir no forma parte de ejercicio de tu libertad, que la secta garantiza. Negarte a asistir sería considerado... -Mi mano se eleva, señalándo a mi hermana con un dedo índice fino y frío- traición.

Sus palabras y sus gestos... Me avergüenzan. ¿Qué lealtad hay en acusar a un hermano? ¿En amenazarlo?

Si ni siquiera respetas tus vínculos de Sangre, ¿cómo ser leal a la Secta, sin rostros?

La ira me ahoga, inundándome, mientras su dedo acusador consume mi paciencia... Siento como la furia llena mis iris, rojizos... Mientras la Sangre grita dentro, clamando LEALTAD. Si no sentida... Impuesta.

Sin embargo, mi violencia es más lenta y fría que la de mi hermana salvaje... Y se abalanza sobre Esmeralda vengando su honor, como yo mismo haría si me hubieran acusado. Como Esmeralda debería hacer ante una acusación así.

Has quebrado nuestro vínculo, nuestra fidelidad. Has quebrantado su confianza. Te has atrevido a señalar con tus palabras y tus gestos a tu propia hermana...

Cita:

-Vuelvo a repetirlo... Dame el gusto, vuelve a repetirlo si tienes valor...-

Deseo que Sejmet halle paz tras vengarse... Aunque entiendo su ira, y la respeto. Es la respuesta natural de alguien que valora su nombre, y su honor.

Espero "mi turno", entendiendo que mi hermana tiene derecho a su propia respuesta...

Cita:

- ¿Crees que dándome una paliza te sentirás mejor, cazadora? Vamos, dámela. Destroza mis huesos y abre mi carne, pero eso no te dará más razón. El Sabbat no es anarquía, es libertad. Y la libertad tiene ciertas normas. No puedes decidir si observar o no un Auctoritas Ritae, es tu obligación. Una de las pocas que tienes. Ahora... pues calmarte sin más o explayarte en tu violenta forma de arreglar las cosas y calmarte al acabar conmigo. Esa es tu elección. Pero después, asistirás a la Danza del Fuego. Quieras o no.

Al parecer Esmeralda no entiende su reacción, ni mi propio código de honor. Continúa provocándola... jugándose en parte su existencia.

Es su duelo. Yo no puedo parar lo que ella misma ha empezado.

Cita:

-¿Me quieres poner a prueba? ¡Por mí estupendo!-

Oigo a Sejmet, y siento que sus palabras podrían ser mías... Sinténdome de nuevo atado por el estúpido cargo, que ahora es más necesario que nunca. Puede que yo no hubiese actuado, ahora... Puede que hubiera esperado... Pero su acusación sembraría en mí la semilla de la desconfianza.

Finalmente parece hallar la calma suficiente para actuar con sensatez, y no culminar lo que en cierto modo podría exigir por derecho. Se marcha, enfurecida... Y maldigo mil veces mi cargo, y mis responsabilidades.

La habitación queda en silencio, mientras Esmeralda me mira, sentada en mi lecho.

Las palabras se me amontonan, embravecido... Indignado. Decepcionado. Surgen, afiladas con el filo de mi pueblo, con la misma "verdad" tajante aprendida mil veces del Talión, con la verdad coránica que exige siempre una justicia helada, manchada en sangre.

Mi mirada se funde en puro rojo, mientras mi voz brota, exaltada, hecha de aire y furia, apenas humana, culimada con el timbre que provocan mis colmillos, afilados y prominentes.

- ¿Actúas en nombre del Sabbat o de tus apetencias, Esmeralda? ¿Acusas a tu hermana de traición por hablar de Libertad?

Mi puño se tensa, duro y firme, hecho un nudo de nudillos blancos, presionados.

Cada una de mis frases sale de un hueco de mi mente apenas conocido, que sólo despierta cuando la ira emerge... Un rincón de violencia y sagacidad.

Me acerco a ella, todo violencia e instinto.

- ¿Tú elegiste ser Sabbat, Esmeralda? ¿Tu maldito Sire te dio opción, o te enterraron viva entre los muertos y tu Sed te hizo renacer? No hables de libertades y de opciones. Ninguno las tuvimos... Sólo la Sangre elige. ¡Y tú haces discursos citando un código que se escribió para unirnos... usándlo para separarnos....! Me avergüenzo.

Doy un paso atrás intentando calmarte... Pero tu expresión triste me hace perder los nervios... ¿Triste? ¿Ahora? Después de generar el Caos entre nosotros...

- ¿Acaso contaste con nuestras opiniones? Decidisteís el rito entre juegos nocturnos, embriagadas de Sangre y diversión... Un rito debe unirnos. Ser pactado con todos, teniendo en cuenta a todos. ¡No lo hiciste así! ¡No puedes reclamarlo como un Autoritas Ritae! Lo elegiste como apetencia personal, "por la manada", sin contar con la manada al completo. ¿¡ES ÉSO LIBERTAD!? ¿¡ES ÉSO SABBAT!?

Sin poder aguantar más, mi puño golpea la pared... Salvaje. Perdido en la ansiedad que me consume.

- ¡NO HABRÁ AUTORITAS RITAE ESTA NOCHE! ¿¿¿ME OYES??? ¿QUIERES UN LÍDER, QUIERES UNA MANADA FORMAL? ¡¡TE LO PROHIBO, COMO DUCTUS!!

Me acerco a ella, con los ojos sangrientos, mirándola de tú a tú.

- Y TE JURO QUE SI VUELVES A ACUSAR A UNO DE LOS NUESTROS, EN MI PRESENCIA... NO VIVIRÁS PARA ARREPENTIRTE, ASÍ ME QUEDEN MINUTOS DE EXISTENCIA.

Y no es una amenaza...

Es una promesa. A Sangre y Fuego.

Cargando editor
25/08/2008, 21:43

Tras unos cuantos pasos marcados a conciencia en el pasillo, los gritos interrumpen rompiendo el silencio.

Parece la voz de Hamza... Aunque nunca antes habíais oído ese timbre.

- ¡Y tú haces discursos citando un código que se escribió para unirnos... usándlo para separarnos....!

Apenas ha transcurrido un minuto cuando nuevas frases rompen el orden.

-¡No lo hiciste así! ¡No puedes reclamarlo como un Autoritas Ritae! ¿¡ES ÉSO LIBERTAD!? ¿¡ES ÉSO SABBAT!?

La batalla verbal continúa, enloquecida, acompañada de un fuerte golpe en la pared.

- ¡NO HABRÁ AUTORITAS RITAE ESTA NOCHE! ¿¿¿ME OYES??? ¿QUIERES UN LÍDER, QUIERES UNA MANADA FORMAL? ¡¡TE LO PROHIBO, COMO DUCTUS!!

Después... Apenas segundos... Una última frase, a gritos.

- Y TE JURO QUE SI VUELVES A ACUSAR A UNO DE LOS NUESTROS, EN MI PRESENCIA... NO VIVIRÁS PARA ARREPENTIRTE, ASÍ ME QUEDEN MINUTOS DE EXISTENCIA.

Cargando editor
25/08/2008, 22:02
Steffanie Wilson

Sejmet a pasado como una exhalacion y no he podido decirla nada, no se que narices ha pasado y entonces escucho gritos en el pasillo. Asomo la cabeza y veo a Hamza como nunca le he visto, discutiendo con quien, no lo veo bien. Termino de abrir la puerta apoyandome en el quicio terminando de ver el espectaculo.

Ahora cualquiera dice algo no sea que me lleve una reprimenda que no tengo de algo que no he echo, pero bueno habra que hacer de tripas corazon... Mis tacones resuenan en el silencio que se acaba de producir.

Buenas noches, una noche perfecta para salir a dar un paseo. ¿Me acompaña alguien? habia pensado buscar cierta ave de plumaje negro la verdad es que es solo una excusa para sacar a alguien de esta conversacion, bueno mas bien discusion.

Cargando editor
25/08/2008, 21:48
Esmeralda
Sólo para el director

Cita:

¿Acusas a tu hermana de traición por hablar de Libertad?

Mis ojos, oscurecidos por el rojo de la sangre, no de furia o pasión sino de tristeza, se clavan ahora sorprendidos en Hamza. ¿Libertad? ¿El también? ¿Es que nadie entiende la diferencia?

Cita:

¿Tú elegiste ser Sabbat, Esmeralda? ¿Tu maldito Sire te dio opción, o te enterraron viva entre los muertos y tu Sed te hizo renacer? No hables de libertades y de opciones. Ninguno las tuvimos... Sólo la Sangre elige.

No puedo creer lo que oigo, no lo alcanzo a comprender. No elegí ser vampiro, pero sí que elegí ser un verdadero Sabbat, abadonar a mi Sire para servir realmente a la secta. Sin embargo ¿Qué importancia tiene eso? A la secta no le interesa como llegamos, le importa que estamos aquí. Importa como actuamos. El Sabbat pregoniza la libertad que otorga a sus hijos, pero no la hace ilimitada ¿Tan complicado es de comprender? Parece que si...

Cita:

¡Y tú haces discursos citando un código que se escribió para unirnos... usándlo para separarnos....! Me avergüenzo.

Yo también me averguenzo. Seguramente más que tú. Me averguenzo de mi falta de capacidad para transmitir a mis hermanos las enseñanzas del Sabbat. Y me averguenzo de los hermanos que ven en las pocas normas que tenemos una excusa para la división. Y me averguenzo de tí, Hamza. Me has decepcionado.

Cita:

¿Acaso contaste con nuestras opiniones? Decidisteís el rito entre juegos nocturnos, embriagadas de Sangre y diversión... Un rito debe unirnos. Ser pactado con todos, teniendo en cuenta a todos. ¡No lo hiciste así! ¡No puedes reclamarlo como un Autoritas Ritae! Lo elegiste como apetencia personal, "por la manada", sin contar con la manada al completo. ¿¡ES ÉSO LIBERTAD!? ¿¡ES ÉSO SABBAT!?

Nueva falta de comprensión. La ira comienza a mostrarse en mis ojos, y la visión rosada que me ofrecían comienza a tornarse en rojo intenso. Pero no faltaré a mi control, no le daré tal placer.

¿Desde cuando un Sacerdote debe pactar los ritos con sus hermanos? Dos de mis hermanas hablaban de hacer una Danza del Fuego, y como Sacerdotisa sentí que la manada lo necesitaba. No surgió en juegos nocturnos ni con embriague sangriento, fue antes, pero eso poco te importa ¿Verdad? Crees que tu libertad está por encima de todo, de nuestros ritos, de nuestros códigos, de nuestra cruzada... esta no es ya la manada que yo amaba, es una panda de anarquistas desbocados.

Cita:

¡NO HABRÁ AUTORITAS RITAE ESTA NOCHE! ¿¿¿ME OYES??? ¿QUIERES UN LÍDER, QUIERES UNA MANADA FORMAL? ¡¡TE LO PROHIBO, COMO DUCTUS!! Y TE JURO QUE SI VUELVES A ACUSAR A UNO DE LOS NUESTROS, EN MI PRESENCIA... NO VIVIRÁS PARA ARREPENTIRTE, ASÍ ME QUEDEN MINUTOS DE EXISTENCIA.

Mis ojos encendidos mantienen la mirada de mi Ductus. Del Ductus. En estos momentos, no lo siento como mío. No lo siento como Sabbat. La ira me inunda, mi vitae hierve en mi interor, enerva mis sentidos, oscurece mi piel canela con tonos rojizos y escarlata.

¿Acusar? Parece que esté oyendo a Sejmet hablando por boca de Hamza ¿¿Acusar?? No logran entender la diferencia entre acusar y advertir ¿¿¿ACUSAR??? Veo que jamás respetarán mis decisiones respecto a la moral, códigos y reglas del Sabbat. Se creen mejores y más dotados, creen saberlo todo ya, que no precisan mis servicios para recordarles lo que es realmente pertenecer al Sabbat...

Pero mi ira va desvaneciéndose como la bruma al aparecer el viento cortante. Mi furia se ve reemplazada por la nada, por el vacío. El vacío, de nuevo, más asolador, más doloroso. Mi mirada vuelve a ser rosa por la fina película que queda al remitir la sangre de la pasión incontenible. Ya estuvo aquí antes, perono logré ver su significado. Ahora lo veo. Y duele. Pero está ahí, la dolorosa verdad. No soy su Sacerdotisa. No me ven como tal. No me respetan como tal.

- Dalo por hecho.

Me pongo en pie, lenta y pesadamente. Por primera vez en mucho tiempo, cuido con detalle cada palabra que va a salir de mi boca. Mi mirada ya no es dura, ni se clava en los ojos de Hamza, el Ductus de mis hermanos. se pierde en algun punto del suelo.

- No celebaré ningún Auctoritas Ritae.

Camino hacia la puerta, lentamente, luchado por evitar cuaquier excusa para despertar nuevamente las iras del líder al que no respeto. Mis ojos se etrecierran, pero hago un esfuerzo por evitar que la sangre brote de mis párpados y se deslicepor mi rostro. No le daré tal satisfacción. Al llegar a la puerta, me detengo. Apoyo una mano en el marco y respiro hondo. No me giro, hablo lenta y pausadamente dándole la espalda a Hamza.

- En cinco minutos habrá una audiencia en la sala de reuniones, para quien quiera acudir. Será corta.

Me alejo por el pasillo, en dirección a la habitación de Sejmet. Intuyo que no estará, pero recorreré igualmente todas las habitaciones para avisar a "los" hermanos. Que no vengan si no quieren, pero tengo algo que decir. A quien le interese, escuchará.

Cargando editor
25/08/2008, 22:27
Esmeralda

Al acercarme a la puerta, no me percato de la presencia de Steffanie, aunque la veo nada más comenzar a hablar a Hamza. Aún así, no detengo mis palabras, pues son importantes.

- En cinco minutos habrá una audiencia en la sala de reuniones, para quien quiera acudir. Será corta.

Salgo de la habitación con la mirada clavada en mi hermana, sin poder evitar la triste mirada que refleja el estado de mi vacío corazón. Aún puedo sentir losplaceres que compartimos al llegar el anochecer. parece que hubiera pasado una eternidad desde entonces.

- Espero que acudas. No te robará mucho tiempo.

Le doy la espalda, apesadumbrada, y camino pasillo adelante como si me costase un triunfo. A pesar de ello, a cada paso mi propio orgullo me lleva a erguirme un poco más. Si he de hacerlo, hagámoslo bien.

Llego a la habitación de Dominic y golpeo su puerta.

Cargando editor
25/08/2008, 22:41
Steffanie Wilson

Mi mirada se cruza con la de Esmeralda al salir, asi que ella era la otra parte implicada en la discusion, no se como no me di cuenta antes. Una reunion, creo que esto se pone interesante, tal vez sea por que...mejor que no diga nada por el momento

La sigo con la mirada un segundo antes de centrarme de nuevo en Hamza, en nuestro lider, esperando su respuesta y salir a buscarla, espero que no se haya ido muy lejos, aunque si tengo que irme sola lo hare, es como mi hermana pequeña

Cargando editor
26/08/2008, 00:46

Su voz rompe mi silencio... Buscando... ¿Retarme?

Cita:

- Dalo por hecho.

Lo hago. No es discutible.

Sonrío, viendo como me da la espalda. Ese gesto dice mucho más de lo que su lengua enuncia.

Cita:

- No celebaré ningún Auctoritas Ritae.

- No, no lo harás.

Mi voz surge de nuevo, casi animal... Pero suavemente, sin gritos. La frialdad del depredador que llevo en mi interior.

Ya has decidido un bando... Y sé que no es el mío.

He confiado en ti. Has sido mi hermana. Pero tu lealtad era de cristal. Ahora me lo demuestras.

Cita:

- En cinco minutos habrá una audiencia en la sala de reuniones, para quien quiera acudir. Será corta.

De nuevo un desafío. ¿Me amenazas? ¿Crees que puedes hacer algo que tema? ¿Qué realmente me importe?

No puedes dañarme. Cualquier acción que inicies, en mi contra, o a "tu favor", me es indiferente. No puedes afectarme.

Ya no te respeto.

Sé que puedes traicionarme. Sé que puedes intentarlo. Y ésa única certeza alimenta un desprecio que dudo puedas apagar de ningún modo.

La calidad del alma es lo único que no se puede fingir. Somos lo que somos.

- Vuelves a olvidar a tus hermanos, Esmeralda. ¿Su iniciativa, su libertad, dura 5 minutos?

La idea de Sejmet abandonando la habitación, sin rumbo, viene a mi mente. Concisa y clara. Sin ella nada de lo que decidas, valdrá para mí.

Si quieres tomar decisiones que afecten a los tuyos, cuenta con ellos, con su presencia.

Y no las tomes en caliente... No desvirtúes las consecuencias, y el modo en que puedes afectarlos... No actúes siguiendo caprichos o reacciones.

De nuevo, me decepcionas.

Sin embargo, ya has dejado la habitación. Haciendo caso omiso. No esperaba menos dada la situación, y tu "convencimiento repentino".

Mi mirada aparta levemente la niebla roja que la ha cubierto hace apenas minutos, dando unos cuantos pasos hacia la puerta. Mi semblante es tenso, totalmente encendido, preparado... Agresivo, pero latente.

Me encuentro con Steff, ajena a todo ésto, y víctima de nuestro desencuentro. Intento suavizar mi voz, y mostrar un rostro más "afable" con resultados no demasiado buenos.

Cita:

Buenas noches, una noche perfecta para salir a dar un paseo. ¿Me acompaña alguien? habia pensado buscar cierta ave de plumaje negro.

Sus palabras me llenan, reconfortan parte de mi sentimiento de unidad dañado. Al menos, algunos de nosotros, recordaban sus lealtades y lazos.

- Gracias, Steff. Claro que te acompaño.

Gracias por recordarme que algunas cosas aún vale la pena. Que hay algo que vale la pena defender, algo que proteger, que sentir mío. Por demostrarme tu lealtad en un momento como éste.

Camino junto a ella, aún en trance, sintiendo el calor acariciándome el cuerpo, anticipándose a la "reunión", sin abandonarme.

Buscaríamos a Sejmet, y acudiríamos. Juntos, todos. Como una manada...

Con sus dos polos enfrentados... Odiándose.

Como una familia desestructurada. Como un hogar... Roto.

Dentro, la ansiedad palpita.

Notas de juego

Cargando editor
26/08/2008, 01:10
Esmeralda

Al golpear la puerta de Dominic con los nudillos, mi intención es esperar a que salga para informarle de la reunión. Sin embargo, al ver salir a Hamza de su dormitorio mi mirada se enciende. Decido avisar a mi hermanos de un modo más informal.

- ¡¡Dominic, asamblea. En la sala de reuniones en cinco minutos!!

Tras el aviso, aún sin saber si lo ha ído o no, siquiera si está o no en su habitación, me alejo de su puerta. Tengo que avisar a lo demás, pero mi habitación está más cerca, y hay cosas que necesito en ella. Entro en mi cuarto velozmente, dispuesta a salir al poco tiempo. No tardaré mucho.

Notas de juego

Necesito saber si los jugadores van a participar en ésto ^^

Cargando editor
26/08/2008, 01:18
Esmeralda
Sólo para el director

Entro en mi habitación apresurada. Es el orgullo quien me guía, la ira y el desprecio. Sin embargo, no me dominan, porque yo les he pedido que me ayuden a seguir. Solo un poco más solo para actuar de motor y llenar en vacío que siento en realidad.

Entro en mi cuarto de baño, cerrando la puerta desde dentro. La primera vez en años que pongo defensa a mi privacidad. No pienso permitir que me vean así, tan vulnerable, tan debil. Tan mortal. El rojo intenso cubre mi rostro, mientras mantengo la mirada en el fondo del lavabo con las manos apoyadas a ambos lados de éste, frente al espejo. La sangre brota, necesita salir, resbalapor mi rostro y comienza a gotear sobre el lavabo. Giro la manilla del grifo y dejo que el agua cristalina vaya arrastrando mi vida por el desagüe. Es algo que necesitaba, un desahogo. Sonrio amargamente al pensar lo placentero de la sensación, una necesidad satisfecha. La Bestia parece sosegada, vacía como yo.

Tras casi un minuto de lágrimas desconsoladas, la tranquilidad regresa a mi alma. Continúo observando mi sangre diluyéndose en agua y corriendo hacia el oscuro abismo de los desagües, y al elevar la mirada me veo en el espejo, radiante, con el rostro cubierto de roja sangre resecándose por momentos. Qué desperdicio, Vitae derramada por mi propia debilidad. Tomo una toalla y la empapo de agua, restegándomela para eliminar la sangre de mi rostro.

Al terminar, salgo a mi habitación y me acerco decidida al tocador. Allí, un pequeño joyero guarda algunas de mis joyas favoritas. Lo abro, y busco en su compartimento superior. Ahí está. El anillo. No vale nada, es un simple anillo de plata que me regaló Vasily hace tiempo. En realidad, ni eso. Lo vi entre sus cosas y le pedi que me lo diera, a lo que accedió con desgana. Este anillo no significa nada. Pero esta noche, lo significará todo.

Lo tomo entre mis dedos y me dirijo al pasillo, dispuesta a avisar a los demás.

Cargando editor
26/08/2008, 01:50
Esmeralda

Salgo al pasillo de nuevo, con un nuevo frescor en el rostro. Lo necesitaba. Ahora me siento mucho mejor, y tengo lo que precisaba para la reunión. Solo falta avisar a los demás y que tengan a bien acudir. Si es que se dignan.

En realidad, nada más pisar el pasillo me doy cuenta de que solo me resta tocar la puerta de Mariela. Hamza ya lo sabe, y Steffanie también. He tocado la puerta de Dominic, anque no he obtenido respuesta, si bien es lo habitual. seguro que estaba detrás de la puerta escuchando, sumido en sus rezos o algo así. Sejmet no parecía estar en su habitación, y por las palabras de Steff y el modo en que salió del cuarto de su Ductus, lo más probable es que se haya marchado de la Parroquia.

Golpeo la puerta de Mariela con decisión.

- ¡¡Mariela!! ¡¡Tenemos una reunión urgente!! ¡¡No durará mucho, espero que asistas!!

Con estas simples palabras, me encamino escaleras abajo. Mis pasos son ahora más decididos, casi apresurados. Siento deseos de correr, de perderme en la noche, de olvidarme de todo y de todos. Si no sintiera nada por nadie, no tendría este vacío dentro de mí. El vacío que deja la decepción.

Salgo al recibidor del hotel, y de ahí a la sala de recreo. Empujo con fuerza uno de los butacones, solo por desahogarme, lanzándolo para que se estrelle estrepitosamente contra sus iguales. Como yo, chocando con mis iguales, incapaz de que me vean como tal. Me acerco a la barra y salto al otro lado. Tomo un cuaderno de notas, un bolígrafo, y un cuchillo. Puede que no llegue a necesitar todo ésto, pero ocuparme de las previsiones, asumir los imprevistos, me ayuda a mantenerme centrada. Me agacho y saco mi pequeña pistola de la bota, abriendo su cargador un instante para comprobar la munición. Esta noche voy a salir de caza, y me gusta estar preparada. Quién sabe cuando voy a volver. Una vez comprobada, la devuelvo a su lugar, salto la barra de nuevo y me encamino a la sala de reuniones.

Al entrar, la excitación se adueña de mi. Cuantas ganas de empezar, cuantas de terminar, cuantas de salir de aquí y olvidarlo todo... Camino con aire ausente hacia el fondo de la habitación, dejando sobre la mesa las cosas que he traído, el cuchillo, el bolígrafo y el cuaderno de notas. Me pongo el anillo, lenta, delicadamente. Mis ojos se quedan pensativamente mirándolo. No significa nada, pero significa tanto...

Notas de juego

Lo dejo aquí hasta que los demás posteeis que venís o que no teneis intención de hacerlo ^^. Aviso que la reunión se celebrará aunque no vengáis (incluso aunque no venga nadie ¬¬)

Cargando editor
26/08/2008, 08:17
Steffanie Wilson

Asiento mientras camino hacia la salida y al salir el frio aire de la noche me da en la cara, no alborota el pelo gracias a la gorra que llevo pero aun asi se mueve un poco, nos alejamos hacia la noche.

¿Donde crees que puede estar? anoche estaba tan contenta y al levantarse que no se que... bueno si pero puedes pensar que no es asunto mio, te equivocas. Sejmet es como mi hermana pequeña y me afecta lo que la afecta a ella, al igual que me afecta lo que pueda pasarte a ti. No solo eres mi ductus, tambien eres mi hermano y hagas lo que hagas me tendras a tu lado

Guardo las manos en los bolsillos mientras seguimos caminando.