Partida Rol por web

CAZADORES DE SANGRE [Finalizada]

Crónica Común: La Unión de la Sangre

Cargando editor
02/09/2008, 00:26
Esmeralda
Sólo para el director

Me oprime la estancia en que me encuentro. Es pequeña, cerrada, en exceso ordenada para mi gusto. Y lo peor es la situación, escondida aquí mientras a tan solo una pared de distancia Steffanie parlamenta con los Aparecidos con los que siento la necesidad de contactar.

Me oculto, como una rata de cloaca. Es indigno de mí.

Pero este es el precio que debo pagar. Por mis errores, por no verlo venir, por no reaccionar a tiempo.

Ellos pagarán los suyos a su manera.

Pero la situación sigue aprisionándome. La espera, los nervios, la tensión, las prisas. Quiero terminar cuanto antes, pero no puedo hacerlo antes de esto. Antes de ESTO no.

Me pongo en pie lentamente, tratando de ignorar mi patente nerviosismo. Mi ojo sano se abre y decido observar detenidamente el contenido de la armería, en lugar de sus dimensiones que se cierran ante mí. Pistolas, armas blancas, accesorios. Me acerco a la mesa y curioseo los modelos que hay. Algunos los he conseguido yo misma, en el mercado negro, aunque la mayoría de lo que aquí se encuentra ha sido suministrado por Vasily. Él cuida de los suyos. Me pregunto si me considerará de los suyos ahora, con todo lo que ha sucedido. Me pregunto si me culpará o sabrá entenderme.

Nadie parece entenderme. Me parecería un milagro encontrar a alguien que lo hiciera, más aún si se tratara de Vasily.

Decido mantener la mente ocupada, apartar mis fantasmas y centrarme en algo físico. Un arma. Sencillo y práctico, estoy en la armería ¿No? Tomo un arma entre mis dedos, una Glock 20. Las Glock tuvieron su momento de fama en los 80, cuando sus materiales de construcción hicieron creer a todos que serían indetectables por rayos X. Una patraña, claro, pero las hicieron muy populares. Es un arma moderadamente potente y bastante versátil, no como esa enorme monstruosidad Desert Eagle que tanto gusta a los pistoleros más fantasmas. Tomo un cargador y lo introduzco, escuchando el chasquido pertinente.

Me detengo, consciente de haber hecho algo de ruido. Un ruido que podría alertar de mi presencia aquí a alguien que estuviera en estos momentos en el pasillo. Afortunadamente, Steffanie está en la otra habitación.

No puede haberme oido.

Con el arma cargada, aunque sin amartillar, decido probar el aspecto que tendría con un silenciador puesto. El silencio siempre es un buen aliado, especialmente para un vampiro que sabe como ocultar su presencia con discrección. Busco el adecuado para este modelo de pistola, y al encontrarlo lo sitúo en la boca del cañón y comienzo a enroscarlo.

No queda mal...

Aunque se puede mejorar. Una mira láser. Se que he visto alguna por aquí... Rebusco sin hacer ruido entre los complementos, y no tardo en encontrarla. Ni siquiera sabía que tenían ese aspecto. Busco las instrucciones para saber como demonios se acopla, y me afano en hacerlo lo mejor podible. Se que falta ajustar el disparo, para hacerlo fiable, pero no es éste el momento.

Me he mantenido ocupada, que es lo importante. Ahora, a desmontar.

No se puede llevar un arma en estas condicions a ninguna parte, de modo que tomo una funda de transporte. No es mayor que un neceser, y permite transportar el arma y sus accesorios con comodidad. Claro que me lo voy a llevar, es un buen arma y tengo derecho a contar con algo de lo que hay aquí. Una pistola, un silenciador, una mira láser, dos cargadores más el que he dejado puesto, y la bolsa de tansporte.

No es excesivo pago a mis servicios durante estos años.

Me apoy en la pared de nuevo, esperando a que Steffanie termine de una maldita vez. Ahora abrazada a mi nueo "regalo", con más paciencia, con menos nervios.

Necesitaba estar ocupada. Necesito estarlo. Es lo que me espera a partir de ahora, mantenerme ocupada.

Cargando editor
02/09/2008, 11:15
Dominic

Miro a Sejmet de un modo melancólico, extraño. Durante unos segundos vuelvo a recorrer el sendero que ha dejado atrás Esmeralda, suspiro y vuelvo a centrar mi mirada en mi hermana.

-Me temo que hoy no me encuentro demasiado bien, es increíble la cantidad de dolor que somos capaces de tolerar en nuestro cuerpo….en cambio nuestra alma resulta, en ocasiones, extremadamente delicada.

Mi mirada se detiene en las retorcidas cicatrices, tienen mejor aspecto que hace un rato “Aquello que no nos mata, nos hace mas fuertes” aunque nuestra triste verdad es que ya estamos muertos…una realidad terrible…

-Desapareciste durante la reunión, y por lo que veo fuiste a un lugar poco amigable ¿Hay algo que te preocupe, algo en lo que te pueda ayudar?

Vuelvo a suspirar, hoy me siento vulnerable, dolido…es una sensación que no me gusta, la debilidad es para otros no para mi, no en estos tiempos tan variables, tan caóticos, tan corruptos y sucios….tal vez algún día…

No espero a que mi hermana me conteste, se que aunque necesitase mi ayuda jamás la pediría, es orgullosa como yo…como todos aquí, eso nos honra…y nos condenara.

-La sangre es de Esmeralda, nuestra antigua hermana…ahora nuestra nueva presa…

Muevo la cabeza como intentando despertar de un mal sueño, pero hace ya muchos siglos que deje de soñar…de ser minimamente humano.

-Nos ha abandonado, nos ha traicionado…se ha arrojado al abismo, y nosotros iremos tras ella, por que así esta escrito y así ha de ser…

Apoyo mi mano en el hombro de mi hermana, lo hago con cuidado casi dudando.

-Hemos de ser fuertes, quizás tu mas que nadie…me gustaría decirte que todo se arreglara, pero no puedo mentirte, no a mi hermana…debemos ser fuertes…

En mi cabeza resuenan mis propias palabras, se aproximan tiempos difíciles, las noches mas oscuras que jamás haya recorrido…

Cargando editor
02/09/2008, 11:54
Sejmet

Miro a mi hermano con aprensión, sin poder evitar un sentimiento de culpa y compasión al verle tan afectado por lo sucedido. Supongo que me sentiría igual o peor si por ejemplo fuera él o Steff los que se marcharan, pero si debía irse alguien... Me alegro de que haya sido ella y no otra.
-En realidad desaparecí antes de la reunión, tuve una discusión y prefería marcharme antes de perder más el control...- niego con la cabeza y después chasquea algo frustrada mientras me cruzo de brazos -Que conste que esta vez no me metí en la pelea voluntariamente, pero tampoco iba a huir cómo una cobarde... Lo intenté al menos- mi mirada desciende al suelo, avergonzada al admitir que sólo lo "intenté", que al final de nada sirvieron las graves heridas y mis golpes, tuve que huir o hubiera muerto sin duda.

-Ahora ya estoy bien, las heridas han sanado, no te preocupes-
le sonrío amigablemente ante su ofrecimiento, después asiento. Así que la sangre es de Esmeralda... bueno, quizá pregunte más tarde a Steff o a Nika, apuesto a que lo está viendo todo en este preciso instante. Es cómo la voyeur perfecta.

-Somos fuertes Dominic, sé que puede ser duro y difícil, pero nosotros seguimos estando juntos pase lo que pase. Yo no me voy a rendir... seguro que tú tampoco. Lo superaremos- le digo esto mirándole directamente a los ojos, para que compruebe que soy sincera, es lo que pienso, y lo digo totalmente en serio.

Enseguida mi expresión se suaviza y me adelanto dándole un abrazo que dura pocos segundos, no quisiera incomodarle, sólo mostrarle mi apoyo de forma directa y palpable.
-Descansa, nos conviene a todos... Pero mañana quizá nos distraigamos un poco en el ring... En fin, algo pensaremos, si quieres apuntarte ya sabes que estás invitado- le sonrío abiertamente, provocando que mis mejillas se hundan en sus propios hoyuelos antes de separarme y alejarme a menos que quiera decirme algo más.

Notas de juego

Cargando editor
02/09/2008, 14:26
Sejmet
Sólo para el director

Mientras me alejo del pasillo y de Dominic no puedo evitar sentirme algo sorprendida por su reacción. Me temo que no le conozco tan bien cómo debería o querría, pero tenemos tiempo, podremos hacerlo... Además creo que la dimisión de Esmeralda nos unirá más a todos los que nos quedamos.

Me dirijo al baño "público", normalmente sólo lo usan Iván, Nika y yo misma así que no está demasiado frecuentado, creo que ahora deben de estar comentando la jugada entre ellos mismos, o quizá con Steff, Steff... ¿dónde andará? Mañana tendré que preguntarle un par de cosas, seguro que no se corta en arme todos los detalles sucios.

El baño resulta reparador y relajante, pero intento no recrearme demasiado y una vez la sangre y otra suciedad desaparecen pro el desagüe salgo y me seco mirándome en el espejo mientras lo hago.
¿Que siempre soy sexy? Debía de ser una especie de chiste... Río para mis adentros y busco el botiquín, haciéndome con él y con una toalla seca antes de salir con otra enorme enrollada alrededor de mi cuerpo, pero me desvío a la cocina.

Me "paseo" un poco por el refugio, en realidad buscando cosas concretas, no me lleva demasiado tiempo pero a punto estoy de caerme con los pies aún húmedos.
Finalmente vuelvo hasta el pasillo adornado d sangre gracias a nuestra querida traidora y llego a mi habitación dejándolo todo sobre la cama, algunas cosas con más cuidado que otras.
Abro el armario y me visto con una de las pocas prendas de color blanco que hay en él, un pijama de pantalón y manga corta. Podría decirse que es un top bastante corto así que debajo me pongo otra camiseta de tirantes negra y unos calcetines bajos, por el tobillo.
Contemplo nuevamente mi reflejo bastante conforme, aunque la ropa blanca todavía me da un aspecto más pálido si cabe pero me recuerda a mi "forma secreta", la que no mostraré a nadie por el momento excepto a él.
Recojo mi cabello a un lado, de forma un tanto extraña con muchos mechones sueltos y desordenados, es así cómo me gusta.
Maquillo mis ojos cómo siempre para que resulten más, sin embargo hago lo mismo con los labios lo cual ya no es habitual, dándoles un aspecto más húmedo y jugoso. Sonrío traviesamente y vuelvo a salir, creo que me estoy demorando mucho...

Cuando llego a la habitación de Hamza debe haber pasado casi media hora, bien y eso que me dijo que no tardara demasiado...
Carraspeo por lo bajo y ajusto la puerta hasta cerrarla con suavidad, girando la llave puesto que es lo que hizo la otra vez y dejándola en el pomo mientras me acerco a la cama.
-Qué tardona soy, ¿verdad? He hablado con Dominic y buscado unas cosas...- me excuso mientras subo con un cuenco en las manos, el botiquín y la toalla en un hombro.

Lo dejo todo con cuidado a un lado, si intenta incorporarse le detengo obligándole a tumbarse de nuevo mientras mojo el paño del cuenco y lo escurro.
-Me parece bien que quieras dejarla abierta cómo símbolo, pero no es necesario que vaya chorreando, ¿cierto?- le miro un momento, casi con severidad, no voy a aceptar un no por respuesta así que empiezo a limpiar la sangre con meticuloso cuidado, sin acercarme en exceso al corte.
-¿Voy a poder vendártelo?- pregunto ahora sí manteniendo lo que él quiera, aunque debería al menos poner una gasa pero no le obligaré.

Notas de juego

Quizá no pega mucho pero... ^^

Cargando editor
02/09/2008, 19:54
Sejmet
Sólo para el director

Cuando subo a su robusta cama y le veo aparentemente dormido me quedo unos segundos extrañada aunque esa sensación enseguida es substituida por una ternura que me hace quedar embobada hasta que su cálida y gruesa voz me saca del hechizo.
Lo preparo todo adecuadamente junto a mí, para poder disponer de los diferentes utensilios con facilidad. Nunca me he considerado muy ordenada pero esta vez quiero ser tan metódica cómo lo sería una enfermera.

Ríe ante mi comentario de una forma que todavía no había visto en él, abierta y sincera, lo suficiente para crear unos preciosos hoyuelos que ni siquiera sabía que existían en su rostro, le convierten en un ángel de paz todavía más perfecto.
-¡Me los has robado!- exclamo hundiendo un poco la yema de mi dedo en su mejilla antes de centrarme en limpiarle con toda la delicadeza que soy capaz de ejercer.

La herida queda limpia, al menos todo su tórax, aunque aún sigue sangrando por supuesto, debido a su testarudez... Sé que no podré cambiar eso, es una promesa, no entiendo del todo sus costumbres y mentalidad pero lo voy haciendo poco a poco. Me encanta descubrirle, siempre me asombra con cosas nuevas y enigmáticas.

Su última frase me sorprende lo suficiente para quedarme observándolo perpleja y con ojos temblorosos. Sonrío y niego con la cabeza trayendo el pequeño botiquín sobre mis piernas para extraer gasas, esparadrapo y una botella de antiséptico.
Empiezo a recortar la gasa con unas tijeras para que estorbe lo menos posible pero cubra la herida.
-Las personas no pertenecen, no somos objetos... Pero tengo tu amor igual que tú tienes el mío, eso es mucho- baño lo que tengo entre manos con el desinfectante -Esto puede escocer un poco- aviso antes de colocarlo sobre la herida con cuidado y fijarlo con el esparadrapo cómo si de un feo parche se tratara. Beso cariñosamente justo al lado de esto y entonces me incorporo nuevamente.

-Para dormir será suficiente, quizá mañana haya que vendarte para que no se mueva...- recojo todo lo que he traído y salgo de la cama para llegar a la antesala y dejarlo todo relativamente ordenado en una de las pequeñas mesas.
Carraspeo entonces mientras una sonrisa traviesa se asoma a mis labios, pero la contengo antes de volver hasta la cama.

Subo a ella con agilidad y me pongo de pie, estirando los brazos hasta rozar con las yemas el bajo techo, lo cuál levanta suficiente mi camiseta para mostrar el ombligo y poco más.
-¿Así que piensas que siempre soy sexy...?- me acerco hacia él con una lentitud planeada, pero mis caderas se mueven con la misma suavidad que siempre, nunca he sabido contonearme cómo Esmeralda ni tampoco es lo que quiero.
-¿Soy sexy ahora...?- pregunto mientras uno de mis pies se apoya con cuidado sobre su pecho, envuelto en un cálido y suave calcetín que no permite el contacto directo.
Es tan lindo cuando se muere de vergüenza... Sólo de imaginarlo mis dientes muerden mi labio de forma casi inconsciente.

Notas de juego

este post es para que te asustes, bu! ^^

Cargando editor
03/09/2008, 00:46
Sejmet
Sólo para el director

Cita:

- Sólo existen contigo.

Su frase me hace sonreír satisfecha y complacida. Sólo para mí... Cómo un secreto que sólo yo descubriré y me siento de verdad afortunada por ello. Su sonrisa es más cálida que muchas de las caricias que he recibido a lo largo de mi vida. Quizá no haya sido tan extensa cómo la suya pero aún así... Él se me antoja a todo lo conocido anteriormente.

Su mano recorre mi cuello y mi rostro con la suficiente suavidad para hacerme estremecer de arriba a abajo, cerrando los ojos un instante antes de devolverle una mirada luminosa que se intensifica tras sus sentidas y sinceras palabras.
Me llena. Me llena tanto que desborda mi propia alma y apenas me siento capaz de albergar tanta dedicación hacia mi persona. Sin duda es la primera vez que puedo pensar esto acerca de alguien respecto a mí.
-Me haces sentir tan especial y única... Gracias- apenas sé qué responder ante su hermosa sumisión. ¿Haría yo lo mismo por él? Sin duda alguna, él es mi Elegido y no hay sitio para nadie más en mi interior porque él lo es todo.

Tras volver y apoyar el pie en su pecho noto su mirada encendida sobre mi cuerpo, la cuál le devuelvo del mismo modo, silenciosa pero directa, intensa, pudiéndose ahogar en las profundidades de mi propio deseo eterno.
Me responde y mi delgada pero oscura ceja se arquea ligeramente. "Lo eres tanto que duele...".
Todavía estoy recapacitando sobre esta confesión cuando empieza a incorporarse hasta quedarse sentado, por lo que aparto mi pie de su pecho pero sigo terriblemente cerca de él, sintiendo su presencia de forma casi palpable, deseando precisamente que eso haga y en realidad sus manos no se hacen rogar demasiado y recorren mis piernas acompañadas de una mirada ávida.

Se la devuelvo con creces, fogosa, encendida, sintiendo mi sangre hervir y agitarse por todo mi cuerpo acompañada de un suspiro que ni siquiera me molesto en disimular, presa de sus ojos silenciosos, diciéndome más incluso que sus propias palabras.
Sé que me desea del mismo modo que yo a él, pero algo le retiene, quizá simple timidez. Podría intentar que se olvidara de ella si le elevo al Paraíso.

Me sitúo frente a él, una pierna junto a cada una de las suyas, contemplándole por unos segundos desde mi altura antes de descender con lentitud hasta acabar sentada sobre sus piernas.
Mis manos recorren su vientre y su pecho con suavidad, sintiendo cada una de las formas que componen su cuerpo mientras mi mirada sigue fija en la suya cómo si de un hechizo irrefrenable se tratara. Acaban junto a sus hombros y entonces me inclino más hacia él, hundiendo el rostro en su cuello hasta brindarle un beso húmedo y prolongado justo sobre su enigmático tatuaje; embriagándole con el olor de mi propio cuerpo mezclado con la fresa más dulce.

-¿Qué significa...?- pregunto con voz melodiosa, más baja de lo habitual en mí, sensual,apartándome para observarle, pero esta vez me centro en sus labios, los cuáles acaricio con el índice distraidamente antes de que responda.

Notas de juego

Cargando editor
03/09/2008, 10:12
Dominic

Aprecio el gesto de mi hermana, y sonrío levemente. No me apetece descansar y estoy demasiado turbado para hablar con Hamza será mejor que salga a pasear, a poner en orden mis ideas…

-¿Quién te hizo esas heridas, y por que lo hizo?

Le pregunto bajando la cabeza, con un tono neutro sin mostrar ninguna emoción, pero solo disimulo, finjo…como casi siempre la ira en mi interior pugna por consumirme.

En este momento considero que ya la he retenido suficiente, quiero salir gritar, darle rienda suelta a mis instintos asesinos, convertirme una vez mas en el Ángel de la Muerte, liberarme al menos durante unas horas…encontrar paz…

Demasiado complicado explicar a mis hermanos lo que siento, lo que me consume por dentro, mejor alejarse buscar el consuelo en las entrañas de algún desconocido…antes de verme tentado a hacerlo en las suyas…la muerte caminara de nuevo esta noche…

Cargando editor
03/09/2008, 13:29
Sejmet

-¿Sabes? No estoy muy segura...- mi ceño se arruga presa de la duda mientras me detengo a unos pasos de distancia de Dominic y me giro hacia él -Era parecido a un Hombre Lobo pero no era igual... Aunque sí muy grande y contundente con sus golpes, me hubiera matado, sin duda, si no hubiera podido irme volando- muevo el brazo hacia arriba indicando la acción antes de dejarlo caer de golpe.

-No os pienso decir dónde, estáis locos y seriáis capaces de ir a buscarle... Pues no, esta vez no, si os hacen daño por mi culpa tendré que arrancarme los ojos y de momento no me apetece- digo medio en serio y medio en broma, pues no quiero darle demasiada importancia al asunto pero lo cierto es que esa criatura es muy peligrosa. Demasiado, incluso para mis hermanos a pesar de conocer sus capacidades. Ellos no podrían huir cómo yo lo he hecho o quizá su honor y orgullo ni siquiera se lo permitiría. No podría soportar la carga de perder a uno de ellos por esto...

-¡Anímate! Relájate un rato, no pienses en cosas negativas ahora, suficiente hemos tenido todos por esta noche, ¿no crees? Yo voy a darme un baño- sacudo un poco mi raído y mugrienta ropa -Quizá te convendría uno también. O algo de...¿meditación?- no es algo que yo practique pero le oigo a menudo y supongo que le ayuda a relajarse.
Después de esto le sonrío de nuevo cómo si pretendiera animarle con ese pequeño gesto y finalmente me doy la vuelta para marcharme al baño.

Cargando editor
03/09/2008, 13:56
Ivan Zantosa

Observo lo que recoge Steff, y lo miro con cierta desconfianza... Esta noche pasan cosas muy raras. Aún más raras de lo normal si tengo en cuenta que vivo con vampiros... y llevo parte de su sangre en mis venas.

Guardo el contenedor en los congeladores, asegurándome de recordar dónde lo he puesto, y de que está bien protegido.

Miro a Steff que también ha acabado de guardar los "tarritos", y avanzamos juntos hasta la Sala de Seguridad.

La puerta está ligeramente abierta.

Notas de juego

(Perdona el retraso, pensé que te había contestado antes)

Cargando editor
03/09/2008, 14:05
Nika Zantosa

He seguido los últimos minutos con una gran intriga... Ivan llevando el extraño contenedor con sangre, Steff diciendo en el pasillo que dormirá en otra habitación, tarros que aparecen de la nada... Tarros que Steff recoge sin apenas inmutarse...

Abro la puerta de la sala, esperando a que vengan a hablar conmigo, sonriente.

Al fin voy a enterarme de algo...

- Buenas noches, Steff...

Giro la silla ergonómica hacia la puerta, casi despreocupadamente, divertida.

- ¿Vas a ponerme al día?

Con un poco de información y lo que he podido ir viendo, creo que todo comenzará a cuadrar en mi cabeza... Y creo que tendré que hacer una llamada, esta misma noche.

Vasily tiene que saber que hay problemas.

Cargando editor
03/09/2008, 15:28
Steffanie Wilson

Buenas noches Nika digo cerrando la puerta detras de mi y sentandome en otra silla si la hay alli con una sonrisa en los labios.

Cita:

¿Vas a ponerme al día?

Arqueo una ceja mientras la miro a los ojos pasando el brazo por encima del respaldo y dejandolo laxo como si estuviera muerto.

Creo que has visto suficiente en esos monitores, pero solo dire que desde hoy somos uno menos en la manada. Esmeralda se marcha, sus motivos tiene y yo no soy quien para cuestionarlos. Quiero pediros a ambos que si llega a deciros donde va a ir me lo digais a mi y... respiro hondo antes de continuar, es extraño, ya no lo necesito pero tengo esa mala costumbre y ni todo la eternidad me hara que la pierda. Me tomo unos segundos antes de continuar.

Los tarros que he cogido tambien son un secreto, son un recuerdo de Esmeralda que prefiero que no vean los demas antes de pase un tiempo y se calmen las cosas, lo que me lleva a que deberia hablar con alguien que no hay aqui. Pero seguro que tiene sus propios problemas y muchas cosas que hacer espero que sepan a quien me refiero Aunque tal vez deberia hablar Hamza con el, pero creo que deberia hacerlo yo. Lo hare cuando pueda.. ¿Alguna pregunta?

Notas de juego

Tranquila, el ajetreo de los examenes, no pasa nada ^^

Cargando editor
03/09/2008, 23:51
Sejmet
Sólo para el director

Sentir sus manos cerca de mi cuerpo hace que mi cuerpo se estremezca y se encoja un poco, cerrando más las piernas alrededor de las suyas a pesar de que todavía no siento su piel de forma directa sobre la mía cómo me gustaría, encendiéndonos con cada roce. Pero de todas formas es agradable que sea él el que se haga desear, por variar un poco.

Acaricio su tatuaje con mi índice, tan suave es el roce que provoca un ligero cosquilleo en su piel.
-Todo en ti tiene un significado tan especial y enigmático cómo tu mirada- me acerco a él repentinamente, rodeando su cabeza con uno de mis brazos, enredando mi mano por su grueso cabello y mirándole de cerca.
Mi boca roza la suya, casi dejando percibir su sabor igual al de mi aroma, nuestra visión es tan directa que podríamos perdernos el uno en el otro sin retorno posible y sin embargo no me importa en absoluto...
Mis labios se separan con lentitud, dejándole sentir levemente la calidez de mi aliento sin nada más puesto que él debe ser el que "muy pronto me besará".

Sigo anudada a su cabello cómo una serpiente entre las lianas de una selva frondosa, salvaje e indómita pero de movimientos suaves y sensuales.
Mi rostro se desvía, acariciando el suyo con mi propia mejilla hasta llegar a su oreja, cuyo lóbulo beso con ternura antes de volverme a apartar de su cuerpo, despegando mi ropa de su pecho con lentitud cómo si me costara lo mismo que separar al atracción magnética de unos polos opuestos, siguiendo con el juego de acercamiento y alejamiento hasta que decida que vale al pena perder la vergüenza por una vez.

Le miro, de forma desafiante y directa antes de recoger el pequeño top blanco y quitármelo, tirándolo fuera de la cama y asegurándome de que observa su recorrido antes de sujetarle de los brazos y dejarme caer con él hacia un lado, apoyado sobre mi pequeño cuerpo y sobrepasándolo con creces.
Río por lo bajo, lo cierto es que pesa un poco... Pero apenas me doy cuenta de ése detalle, mi pecho se mueve acompañado de un sonido que no llega a escapar de mi boca, ahogándose en el camino y silenciado por una sonrisa mordida.

Doblo una de mis piernas apoyándola en la suya para empezar a enredarme nuevamente cómo una constrictora. Un brazo alrededor de su cuello y cogote y el otro rodeando su costado hasta su amplia espalda.
Si necesitara respirar me ahogaría, sin embargo ahora simplemente mi pecho se mueve de forma agitada a pesar de no necesitarlo. No es algo que pueda controlar, puro instinto, puro deseo.

Notas de juego

*Cómo sobo.... xDDDDDDDDDD

Cargando editor
05/09/2008, 00:10
Sejmet
Sólo para el director

Sus suspiros, sus miradas... me desarman completamente. Me siento débil, susceptible a cualquiera de sus gestos. Me conmueve, me enciende, me estremece... tantas sensaciones simultáneas que apenas soy capaz de asumirlas, mi mente vaga en una nebulosa de deseo todavía parcialmente apaciguado pero sin duda presente en cada uno de mis latidos.
Su cuerpo se sostiene junto al mío, apenas separado por menos de un palmo de distancia. Siento su respiración acelerada y entrecortada, la oigo, la veo.
Mis brazos siguen apresándole cómo si temiera perderle en cualquier momento, pero en realidad creo que está tan atado a mí cómo yo a él, por algo mucho más intenso y contundente que los medios físicos...

Apenas puedo controlar mi cuerpo, mi sangre acelerada bullendo por todo mi cuerpo, encendiendo mi temperatura corporal sin que ni siquiera lo desee, provocando que algunas partes olvidadas durante años empiecen a reaccionar de forma instintiva.
Al principio me avergüenza un poco pero de todas formas es inevitable y en parte natural así que dejo que todo fluya y siga su curso a pesar de que él es el que decide. Muy pronto...

Su cabeza reposa en la única parte de mi tórax descubierta y sus labios húmedos recorren parte de mi piel, prendiéndola en cada uno de sus roces.
Mis piernas se encogen ligeramente y mis manos ejercen mayor presión en su piel, dejándole notar mis uñas en apenas una caricia.
Un suspiro entrecortado y placentero surge de lo más hondo de mi alma, casi agradecido ante su primer contacto íntimo con todas sus facultades plenamente activas. Es tan dulce que no puedo compararlo con nada que mi memoria recuerde.

Sus escasas palabras provocan que mi pecho se mueva más agitadamente bajo su rostro, dejando fluir mi deseo de forma explícita y provocativa.
Su mano se apoya en mi cuello y no puedo evitar mover el rostro, buscando sus yemas con mis labios antes de cesar en el empeño y observarle con mirada encendida y algo entrecerrada.

-Hazme tuya...- le pido en un susurro meloso y seductor. Entregándome por completo a él y sus decisiones, casi sumisa en este momento que me hace perder la razón y la consciencia, y aún así desearía que no acabara nunca.
Mis brazos aflojan su abrazo, uno de ellos abandona su piel para enredar la punta de los dedos en mi camiseta de tirantes y elevarla hasta dejar entrever apenas una porción de la ropa interior.

Notas de juego

Cargando editor
06/09/2008, 01:21
Sejmet
Sólo para el director

Sus labios se enredan en mi cuello poseyéndolo y apenas puedo hacer otra cosa que limitarme a disfrutar plenamente de su pasión desatada, de su cuerpo apoyado en el mío reteniendo parte de mis movimientos cómo queriendo mostrar que él es el que domina la situación en estos momentos.
No me importa, no ahora. Me entrego con un hondo suspiro que se torna en jadeo al sentir sus piernas sobre las mías, demostrándome que se encuentra en un punto de desenfreno tan alto cómo el mío.
Sonrío satisfecha, sintiéndole libre al fin sobre mi cuerpo, dejando fluir sus sentimientos y sus instintos de manera natural. Sé que le resulta difícil, siempre ha sido extremadamente autocontrolado, pero ahora se entrega del mismo modo que yo a él y eso me halaga y me enciende por igual... pero todavía deseo más de él, nunca quedaría suficientemente satisfecha de su roce, tan intenso...

Y repentinamente la unión se quiebra por completo. Sin previo aviso, sin motivo aparente, simplemente se aparta por completo musitando disculpas.
No doy crédito a lo que oigo, no me lo puedo creer... Mi cuerpo se encoge y mis brazos me rodean, aún puedo sentir su calor y su intenso aroma. No lo comprendo... ¿tan importante es el autocontrol?, ¿lo es más que yo?
Me incorporo con una lentitud pesada, cómo si de repente todo mi cuerpo pesara toneladas. Todavía anhelante, húmedo. Parece que ni siquiera lo entienda.

Quedo sentada, con las piernas aún extendidas pero replegadas sobre sí mismas. Le miro en un silencio tenso y sofocante que delata sus sonoros jadeos y ver cómo intenta cubrirse me irrita y me resulta patético.
-Te comportas cómo un niño- le espeto del todo malhumorada, dándole un manotazo en el brazo para que deje de cubrirse -Los instintos son naturales, no tienen nada de malo, ¿sabes? Pero si tanto te molestan me parece que no pinto nada aquí- me levanto y camino por la cama hasta bajar con un pequeño salto, tambaleándome al tocar el suelo debido al temblor de mi propio cuerpo, todavía incandescente pero apaciguándose por momentos.

Llego hasta la puerta y giro la llave para salir al pasillo, cerrando tras de mí con un pequeño portazo antes de internarme en mi cuarto, furiosa.
Me dejo caer en mi cama y me enredo entre la colcha, escondiéndome debajo de ella cómo si fuera a protegerme de cualquier mal, cómo cuando era pequeña...
Mi cuerpo se encoge sobre sí mismo, esta vez al completo, hecha un ovillo. Miz brazos me rodean ofreciéndome el único consuelo que nunca me fallará, dándome cuenta de lo insignificante que soy. No soy suficiente para un legendario assamita del desierto.

Notas de juego

Cargando editor
06/09/2008, 23:52
Nika Zantosa

Observo los gestos confiados y sinuosos de Steff, sin que nada me pase desapercibido. Sonrío, divertida, y escucho sus palabras.

Cita:

Creo que has visto suficiente en esos monitores, pero solo dire que desde hoy somos uno menos en la manada. Esmeralda se marcha, sus motivos tiene y yo no soy quien para cuestionarlos. Quiero pediros a ambos que si llega a deciros donde va a ir me lo digais a mi y...

Me gustan los secretos... Pero esperaba un poco más de información. De momento ya hay una noticia jugosa...

Creo que a Vasily ésto le va a sorprender.

Mi sonrisa se intisifica, deseando que termine su frase.

Cita:

Los tarros que he cogido tambien son un secreto, son un recuerdo de Esmeralda que prefiero que no vean los demas antes de pase un tiempo y se calmen las cosas, lo que me lleva a que deberia hablar con alguien que no hay aqui. Pero seguro que tiene sus propios problemas y muchas cosas que hacer espero que sepan a quien me refiero Aunque tal vez deberia hablar Hamza con el, pero creo que deberia hacerlo yo. Lo hare cuando pueda.. ¿Alguna pregunta?

Un brillo nuevo nace en mi mirada...

Así que quieres que guarde tu secreto... Mi sonrisa se tuerce, ladeada y un tanto cínica. Miro a Ivan, deseando que no diga nada. Las "órdenes" de Vasily habían sido claras, y privadas.

Puede que vosotros tuvieraís unas reglas... Nosotros jugábamos en otra liga. Nuestras lealtades estaban claramente jerarquizadas.

- No te preocupes, seremos... "buenos chicos". ¿Verdad Ivan?

Cargando editor
06/09/2008, 23:59
Ivan Zantosa

Escucho a Steff y lo que dice me parece adecuado, razonable. Sin embargo mañana convenceré a Nika y miraré cada minuto de lo que ha ocurrido. No pienso quedarme al margen de ésto...

Sin embargo, veo como mi prima sonríe, y sonríe, con esa mirada peligrosa, que ya conozco. Mierda... No va a esperar...

¿Por qué lo dudo? Es la excusa perfecta para que pueda llamar a Vasily... Siempre me he preguntado si esa atracción enfermiza suya tenía que ver con la Sangre, o simplemente con el poder... Tal vez, sólo tal vez, fuera carisma...

Aún así debería darse cuenta de que no tiene nada que hacer.

Es como pensar en alguna de las hermanas de la manada como algo más que... espera, ¿qué son para mí? ¿Amas? Ultimamente sólo sirvo para cumplir recados y lavar sábanas...

Tal vez no sea mala idea llamar ya a Vasily. Al parecer necesitaría "hacer méritos" para dejar de ser una chacha toda mi juventud... No trabajar y éso estaba bien... pero empezaba a tener ciertas "inquietudes" respecto a mi futuro.

- No lo dudes, Steff, nos portaremos bien.

Y haremos lo que tenemos que hacer...

Cargando editor
07/09/2008, 00:10
Steffanie Wilson

Os lo agradezco a los dos, seguro que mañana con los animos calmados se vera todo mejor, con otros ojos me levanto de la silla y me aliso la ropa un poco para volver a caminar hacia la puerta.

Me caeis bien, espero no tener que cambiar de opinion. Os vere luego, voy a dar una vuelta, necesito despejarme. salgo y cierro la puerta. Meto las manos en los bolsillos y salgo al exterior con la cabeza baja, voy a dar una vuelta, a despejarme y comer algo. La ciudad esta cercana, me pierdo en la noche con paso calmado. Vuelvo pasadas tres horas, con el mismo gesto pero con una pequeña mancha de sangre en la piel, voy a mi cuarto y me encierro en el, han ocurrido muchas cosas esta noche, no deberian haber pasado, no deberiamos haber llegado a esto.

Cargando editor
07/09/2008, 00:29
Steffanie Wilson
Sólo para el director

Frio, tal vez, pero no lo noto, hace mucho que el frio no me afecta como el calor. Piel muerta en un cuerpo muerto. Las luces de la ciudad me llaman, al final decido ir, llegar hasta alli y alimentarme, pero de quien, eso sera mas dificil o tal vez facil. La ropa que llevo suele ayudar bastante, demasiado, deberia recordar que ya no soy humana, que soy una vampira, que me alimento de sangre y da lo mismo que lleve... A quien quiero engañar, soy una esclava de la moda o al menos lo intento.

Camino sin rumbo, centrada en mis pensamientos cuando me choco con alguien, un chico de ojos negros que me mira y pide perdon en español. Sonrio diciendo que no pasa nada, que me he perdido y si puede acompañarme hasta una parada de autobuses cercana. Pobre, no sabe que es lo que le pasara al aceptarlo.
En el callejon lo llevo contra la pared y le muerdo con rabia en el cuello, para beber su sangre hasta dejarlo seco, un ruido a mis espaldas hace que me gire y que una gota de sangre caiga sobre mi piel. No veo a nadie, puede que sea solo mi imaginacion, el chico esta en las ultimas, le he desgarrado el cuello muy fuerte, creo que no sobrevivira. Un ultimo favor despues de cerrarle la herida, le rompo el cuello, es papel en mis manos y lo meto en un contenedor bajo la basura, otra desaparicion.

Vuelvo a casa, aunque me giro un par de veces para ver si esos pasos que oigo son reales o solo imaginacion mia Steff, centrate y vete a casa, descansa

Cargando editor
07/09/2008, 01:30
Esmeralda
Sólo para el director

Oigo un ruido.

Click.

El pomo de la puerta.

Ya sale.

Me acurruco contra la pared de la armería, tratando de mantener la compostura. Hace escasos segundos que me he dado cuenta de que la cámara me está grabando. Confío en que la sangre me proteja, que encubra mi existencia, aún a través de los aparatos de grabación. Se que no lo hará durante mucho tiempo, pero me basta por esta noche. Mañana pueden ver que estuve aquí, ya dará igual.

Ya todo dará igual.

Me quedo pegada a la pared con la mirada clavada en la pequeña rendija con que he dejado abierta la puerta. Abrazada a mi pequeño "recuerdo", el regalo que me llevaré del que ha sido mi hogar. Veo una figura pasar frente a la puerta, ropa fina, cabellos largos y rubios. Escucho sus pasos alejándose hacia la recepción.

Steffanie.

Se marcha.

Es el momento. Abro la puerta de la armería con cuidado, asomando la cabeza y observando el pasillo con mi único ojo. No parece haber nadie, aunque veo luz brotando de la sala de seguridad, y creo oir pasos en ella. Sea lo que sea lo que Steffanie les ha dicho, no parecen dispuestos aún a hablar de ello. Mejor. Así lo digerirán todo junto.

Salgo de la armería y doy un par de pasos hacia la puerta, plantándome justo en el marco, con mi neceser bajo el brazo. Supongo que les sorprenderá mi aspecto, tuerta y con un dedo seccionado. Más aún les sorprenderá que no haya curado mis heridas, cuando evidentemente podría hacerlo con un simple pensamiento. Estoy acostumbrada a sorprender a la gente, aunque esta noche me he sorprendido a mi misma en más de una ocasión.

Puede que sean los espíritus, que me maldicen por mi falta de fe.

Necesito regresar a mis raices.

Pero antes, he de dejar las cosas atadas.

Los miro a ambos con mi ojo sano. Entro en la sala y cierro la puerta a mi espalda, sin mediar palabra. Al girarme, echo un vistazo desganado a los monitores, consciente de que sabrán bastante de lo que ha sucedido, aunque no todo. No se cuanto les habrá revelado Steffanie, pero dudo que se haya sincerado con ellos.

- Buenas noches, chicos. He venido a... despedirme.

Es un inicio. Me intriga conocer sus reacciones. He descuidado mi relación con los mortales durante demasiado tiempo. Es hora de retomarlas, olvidar a la Sacerdotisa y volver a las raices. De algún modo, este pensamiento hace que sienta algo extraño al dirigirme a estos dos siervos de Vasily. Algo inusual. Temo pensar que les haya tomado cariño. No puedo permitirme ese lujo.

Cargando editor
07/09/2008, 12:51
Sejmet
Sólo para el director

Un par de lágrimas amargas descienden por mi rostro pero ni siquiera me molesto en limpiarlas o contenerlas, alivian parte de mi frustración y mi dolor, pero tan sólo una mínima parte...
Me muevo en la pequeña cueva formada por mis propias mantas, incómoda, quizá conmigo misma. Quiero un abrazo, ahora... No quiero estar sola.
Quedo quieta e inmóvil cuando este pensamiento cruza mi mente. En realidad es más que eso, una necesidad. Me siento cómo la niña desamparada que siempre he sido en el fondo, la coraza parece caerse a pedazos pero no importa porque no hay nadie para verlo.

Tras unos minutos de duda acabo por incorporarme, quedándome sentada todavía rodeada de la calidez de la colcha, deshaciendo los nudos y horquillas de mi cabello hasta sentirlo acariciando mis hombros y mi espalda.
Quizá debería ir al cuarto de Steff y dormir con ella esta noche, ¿por qué no? Porque no quiero que me vea así, haría demasiadas preguntas que no me apetece responder ni ahora ni mañana.

La puerta suena repentinamente y me hace dar un respingo en la cama bastante notable. ¿Quién llama a estas horas?
Bajo las mantas de mi cabeza y observo extrañada la madera.
-¿Steff...?- pregunto inevitablemente debido a mis pensamientos más inmediatos, con un ápice de esperanza que enseguida disimulo carraspeando.
-¿Quién es? Pasa...- a pesar de que al principio lo pregunto el permiso es dado de inmediato porque todos mis hermanos son bien recibidos en mi habitación, además no creo que se trate de Esmeralda ni de Hamza.
Paso las manos rápidamente por mi cara, limpiándola completamente antes de dejarme caer tumbada boca arriba con un resoplido, mirando el techo distraidamente y empezando a notar el sueño ineludible... Ni siquiera tengo ganas de oponerme esta vez, mis párpados se mueven con pesadez así que mi hermano, sea quién sea, va a tener que darse algo de prisa.

La puerta se abre y me sorprende darme cuenta de que me equivocaba del todo respecto a mis suposiciones.
Mi cuerpo se tensa bajo las mantas, eso me mantiene más alerta y despierta, al menos por un momento.
-El León del desierto sigue buscando su Oasis...- musito por lo bajo mientras me cubro hasta la nariz. Ya no quiero que me vea, mi cuerpo está vedado. Sin tentaciones no habrá nada que detener.