Partida Rol por web

CAZADORES DE SANGRE [Finalizada]

Crónica Común: La Unión de la Sangre

Cargando editor
22/08/2008, 21:24
Steffanie Wilson

Sonrio volviendo a subir el dedo hasta pararlo en los labios acercandome mas tocandose las puntas de las narices

Me alegro mucho cielo, pero mucho, me preocupaste mucho digo con un pequeño mohin mordiendome el labio inferior un poco y acariciandome los dientes con la punta de la lengua mientras me atrae hacia ella quedando los labios mas cerca si respiraramos sentiriamos el aliento de la otra en el rostro

Cita:

Así tendremos más tiempo para nosotras...

Pues no es cuestion de desaprovecharloun sonrisa maliciosa cruza mi rostro mientras los labios se unen y juego con su lengua con al mia y cuando la saca intento atraparla con los colmillos, pero solo consigo morderme a mi.

Cita:

Claro que no...

Pues ¿a que estas esperando? me acerco de nuevo acariciando el hombro con mi mano mientras fusiono de nuevo los labios terminado de recostarme en Esmeralda.

Notas de juego

XD desfasando ^^
Veamos sus fichas de usuarios, no sea que haya menores presentes XD

Cargando editor
22/08/2008, 23:03
Esmeralda

Siento a mi hermana recostándose en mí, sus tiernos labios sobre los míos. Mi lengua se avalanza a bailar con la suya, unidas en la serpentina danza del cortejo, destilando vitae que se funde como nuestros cuerpos, aún más. La mezcla, sensual, sabrosa, elixir de amor, humedece nuestras bocas, unidas en un éxtasis de la sangre al que ningún mortal llegaría a acercarse con su sexo vulgar. Compartir el sagrado líquido de la vida eterna con una hermana es una sensación inigualable.

Mi mano abandona su pecho, sobre el que he perdido interés. Ahora serpentea bajo su brazo, buscando el camino a su espalda, donde apoyo mi mano con fuerza, casi arañándola con mis finos dedos. Mi pierna también busca tras mi hermana, con el muslo ascendiendo su cadera. Mi rodilla se cierra sobre ella y mi talón empuja su nalga contra mí. La atraigo, firme, apasionada pero cariñosamente. Nuestros cuerpos se unen aún más eliminando cualquier resquicio de distancia entre ellos. Su vientre contra el mío, mis pechos contra los suyos, abrazadas y fundidas en el sangriento beso al que me abandono con gusto.

El placer es mi vida.

Cargando editor
22/08/2008, 23:22
Steffanie Wilson

Sangre que se mezcla en un caliz carnoso, mientras pequeñas gotas intentan escapar en un fino hilo hacia las sabanas por las comisuras de los labios.

Reprimo un leve gemido o quejido al notar los arañazos por mi espalda, placenteros como el beso. En el jugeteo de lenguas las llevo a los colmillos, mas heridas no son importantes, luego se curaran pero si el placer del momento es lo importante. Separo los labios aunque o quiera y paso mi lengua por los hilos de sangre que hay en las comisuras, preciado liquido que nos da la vida. Una pequeña gota comienza a recorrer un hilo desde mis labios hacia mi cuello

Cargando editor
22/08/2008, 23:46
Mariela
Sólo para el director

Mariela se ha levantado esta noche algo más fuerte de lo normal, la alimentación de anoche la dejó saciada por bastante tiempo y ahora podía notar como la sangre joven de aquel chico que caminaba por la calle corría por sus venas y la daba fuerzas.

Se levantó y separó ligeramente el saco de arena que pendía del techo de su habitación. Abrió el grifo y dejó que el agua cayera durante un poco de tiempo para que cogiera temperatura, en el fondo eso daba igual, pero le gustaba sentir el agua fria nada más despertar, llamalo... una costumbre mortal.

Cuando levantó la cabeza y vio su rostro reflejado en un espejo ligeramente partido por abajo, empezó a escuchar las voces de los demás no demasiado lejos de su habitación, seguramente en la habitación de Steffanie... parece como si estuvieran montando una fiesta... típico de ellas...

Vuelve a la habitación y se prepara para dar unos golpes al saco, simplemente le apetecía. Así que se colocó los guantes que tenía para ese tipo de prácticas.

Cuando ya estuvo preparada, comenzó a golpear despacio, derecha, izquierda, uno, dos...

A cada serie que pasaba el golpe iba siendo más fuerte, pronto arenilla empezó a caer del techo de la potencia de los golpes.

Un sonido de golpe sonó fuera y quizas la voz de... ¿Hamza?... parecía que estaban todos, pero hoy no estaba de humor para juegos, daría unos cuantos golpes más.

Cargando editor
22/08/2008, 23:47

La noche transcurre entre recuerdos, imágenes y sonidos en mi mente, retorcidos y convulsos. La culpa parece desear atormentarme, llamándome asesino, gritando en mi interior.

Todo parece girar, extraño, inhóspito, afilado. Recuerdo mis colmillos desgarrando la carne, la sangre brotando dentro de mis labios, derramándose a dentelladas. Recuerdo el hambre y los gemidos, el dolor y el placer.

Dormido vuelvo a recordar a la Bestia que duerme en mi interior.

Flashes hacen que me desoriente, ajado, desconcertado, confuso. Diferentes lugares, diferentes víctimas, diferentes gritos... El mismo asesino... Hasta recordar mi propia muerte. Mi abrazo...

Recuerdo los colmillos penetrando en mi cuello, sentir la muerte para sentir la vida, entrando en mí, líquida y ardiente. Hace tantas noches, que apenas recuerdo el verdadero color del sol.

La sensación de agobio se incrementa, poco a poco, hasta casi resultar insoportable... Soy... Soy una de mis víctimas, tendido, inmóvil, impotente.

Deseo hallar la muerte, desaparecer, terminar... Pero el sopor me domina, sin soltarme...

Ese extraño sopor, profundo, físico... Es... es como un... Letargo profundo.

Quiero gritar, acabar la agonía... Me esfuerzo, tanto, que mi cuerpo suda, mojado en sangre, exiliado...

Cita:

-Toc toc-

El sonido me hace casi enloquecer, despertándome de forma precipitada, convulsa, al borde del peligro. Mis brazos buscan mi daga, bajo la almohada, desenfundado en un acto instintivo mientras me incorporo violentamente, manchado en mi propia sangre, con los ojos casi desencajados.

Al verte, la agitación cesa, poco a poco, quebrando mi cuerpo en respiraciones que no necesito, pero me ayudan a centrarme.

Mi rostro es extraño, laso, casi agotado.

Cita:

-Hamza...¿te vas a apuntar a lo de la danza del fuego o no?-

Mi mirada te busca, intentando ordenar mi mente, saber a que te refieres, y dejar los sueños atrás.

- Sejmet...

Mi voz parece dubitativa, agitada, y ajena, lejana.

Notas de juego

Cargando editor
23/08/2008, 00:12
Sejmet
Sólo para el director

Y ahí está él, recién despertado pero más agitado que si acabara de luchar contra el ejército del propio Caín. Parece tan confuso y perdido que incluso me hace dudar un poco, pero apenas unos segundos.
-Baja eso antes de que te hagas daño...- le replico cómo a un niño pequeño, apoyando la mano sobre la suya con suavidad para que deje nuevamente su elaborada y brillante daga en la cama. La sigo con la mirada, interesada, pero no creo que sea un buen momento para pedirle que me deje verla de cerca.

-Estás... hecho un desastre- admito algo sorprendida, la verdad es que es la primera vez que le veo despertarse pero presupongo que su estado se deberá a lo de anoche. Ya estaba algo agitado y no sé que pudo decirle Esmeralda pero quizá incrementó la sensación.
-Será mejor que vuelvas a descansar...- propongo en un susurro, arrepintiéndome de golpe de haber interrumpido su descanso, sosteniéndole de los hombros y guiándole para que vuelva a tumbarse en su dura cama para que se tranquilice un poco, pero a pesar de su agitación no me preocupa ni provoca temor, sólo preocupación.
Bajo de la cama con más cuidado del que he tenido en subir y beso su sudorosa frente cariñosamente, notando algo de su intenso sabor, pero apenas perceptible.

-¿Me dejas tus guantes...?- pregunto en voz baja mientras abro su cajón sin esperar demasiado su respuesta. Supongo que no habrá demasiado donde buscar después de todo...

Cargando editor
23/08/2008, 01:14

Segundo a segundo logro despejarme. Ante todo, tu presencia me ayuda. Estoy en casa, seguro.

"Todo va bien".

Cita:

-Baja eso antes de que te hagas daño...-

Noto tu mano en mi mano, y me siento avergonzado por la amenaza implícita en mi gesto. Jamás desearía empuñar un arma contra ti.

Pero mis despertares no suelen ser pacíficos... Y no termino de sentirme a salvo, nunca. Siempre hay riesgos, siempre quedan enemigos.

Cita:

-Estás... hecho un desastre-

Apenas he podido reaccionar siguiendo su movimiento con mi mano, soltando la daga, manso. Mi mirada baja humildemente, aún más avergonzado.

Ciertamente no te ofrezco mi mejor impresión.

- Lo siento... Yo... No he dormido bien.

No me atrevo a levantar la vista por el momento. Me conozco, me he visto al despertar... Conozco mi rostro desencajado, y mi mirada tensa. No quiero que me veas así, ni siquiera me gustaría ser así.

A veces La Bestia asoma sin que pueda evitarlo.

Cita:

-Será mejor que vuelvas a descansar...-

Siento como me ayudas a tumbarme... Pero la sola idea de volver a lidiar con mis fantasmas, en sueños, me pone tenso.

Creo que por hoy no volveré a cerrar los ojos...

Tomo tus manos con cuidado, y me incorporo de nuevo, con aire cansado, pero despierto.

- No quiero dormir más.

Mi voz es suave, pero hay un deje angustiado en ella.

Me quedo sentado al borde de la cama, mirándote revolver en los cajones, con cierta curiosidad, y la cabeza amaneciendo.

Cita:

-¿Me dejas tus guantes...?-

¿Mis guantes?

Sonrío imaginándote con ellos, con tu mano perdida dentro de la tela, a mi medida.

Espero a que los encuentres y te los pruebes.

Cargando editor
23/08/2008, 01:30
Sejmet
Sólo para el director

Le miro de reojo y de forma inquisitiva, arqueando mi ceja y el piercing con ella cuando menciona que ya no quiere dormir más.
-Niño revoltoso...- comento en tono de broma, riendo despreocupadamente y quedándome con una sonrisa que hunde mis pálidas mejillas de forma infantil, casi inocente.
-¡Ahá!- me limito a exclamar de forma triunfal tras apartar un par de pantalones y un chaleco. Cojo uno de esos largos guantes y lo miro satisfecha, observando las costuras con interés antes de enfundármelo. Tengo que admitir que está bien cosido y... ¡maldito él y maldita yo!

Mi ceño se frunce y mi sonrisa se pierde en una expresión de fastidio, enfurruñada al comprobar que aunque lo deje a la altura de mi axila sigue cubriéndome la mano dejando visibles apenas las yemas de los dedos. Además no se ajusta en absoluto a mi estrecho brazo y en cuanto lo bajo cae limpiamente al suelo.
-Deberías aprender lo que son los cordones...- comento impulsada por mi chasco mientras estiro los de mi corsé, los cuáles permiten ajustarlo relativamente a la talla deseada.

-Entonces, ¿te apuntas a la Danza del Fuego?- pregunto nuevamente ahora que se encuentra lúcido, recogiendo los guantes del suelo y dejándolos a su lado en la cama.
-Quizá vaya un rato al ring mientras Esmeralda lo prepara, por si te animas- me encojo de hombros y espero sus respuestas antes de salir de la habitación.

Cargando editor
23/08/2008, 09:58
Esmeralda

Más heridas, más sangre. Nuestra danza del cortejo torna en un duelo a primera sangre, a segunda, a infinita. Nuestras lenguas entrelazadas se empujan mutuamente hacia los colmillos, los suyos, los mios, los nuestros... Nuevas punzadas en nuestras delicadas lenguas, de las que brotan nuevas gotas de sangre, regueros de ella, vida que compartimos como un solo ser.

Nos apretamos más la una a la otra, atrayéndonos con nuestros brazos, incluso atrayéndola con mi pierna, mientras el placer hace que mi cuerpo se contonee y dance, que nuestra piel se roce y restriegue. Aunque ya no hay tanto placer en el contacto, el placer de la piel no es comparable con el placer de la sangre ¿Que importa el dolor? Son apenas punzadas, como mucho algun pequeño desgarro ¿Acaso puede limitar el placer que siento? No, si acaso incrementarlo, volverlo más atractivo, más sugerente.

Cargando editor
23/08/2008, 17:04
Steffanie Wilson

Si fuera mortal me estaria muriendo doblemente por el placer, pero con la muerte hay cosas que se pierden. La sangre, es tan... no hay palabras, me separo poniendo las manos en sus hombros mirandola a los ojos acariciando mis colmillos con la punta de la ensangrentada lengua y pongo un dedo sobre los labios para que no hable, mientras acerco mis labios a la cuello lo chupo y macho tirando de la fina piel, comienzo a bajar por la piel hacia el pecho donde jugeteo con el pezon con mi lengua antes de morderlo y hacer que mane la sangre bebiendo unas gotas antes de continuar hasta el vientre, donde vuelvo a morder y a beber antes de desaparecer bajo las sabanas.

Solo nota mis caricias y besos en sus piernas, en sus muslos antes de que vuelva anotar el mordisco, esta vez no me separo y sigo bebiendo un rato largo. Me incorporo echando la sabana hacia atras, en el muslo muy cerca de la ingle hay una pequeña herida de la que brota un poco de sangre, sangre que mancha mis labios.

Cargando editor
23/08/2008, 18:25
Esmeralda

Eso es lo que tiene el placer, su magia, su poder. Que cuando parece que ya has alcanzado su punto más álgido, descubres que puedes llegar más y más lejos.

Es lo que nuevamente me sucede ahora. Como cientos de veces, antes de esta noche, e infinitas veces me sucederá en las noches venideras. Cuando creo que ya estoy disfrutando del mayor de los placeres, descubro con júbilo que aún puedo disfrutar más. Y más. Y mucho más. Es el destino de los buscadores de placeres, el destino de los albiguenses.

Su boca recorriendo mi cuerpo es un éxtasis incomparable. Un placer tan doloroso no es más que el sacrificio por el más alto estado de consciencia, por un estado del alma que apacigua a mi Bestia y me une a mi propia naturaleza. No soy humana ¿Por qué disfrutar como una humana? ¿Por qué no disfrutar del dolor, tanto como del sexo y la sangre? Mi espalda se arquea cuando su boca llega a mi muslo, extasiada, pero lo vuelve a hacer con más fuerza cuando mi hermana clava sus colmillos en él. Siento la sangre brotando, de mi tierno cuerpo a su boca, mientras sus carnosos labios se pegan a mi piel y succiona mi esencia. Mis manos bajan hasta su pelo, enredándose mis dedos entre sus mechones, pidiendo sin palabras que continúe.

Más, más, mucho más...

El sensual beso se alarga una eternidad, durante la cual mi cuerpo se arquea hacia un lado y hacia el otro, seducido por el dolor y el placer, disfrutando de todo ello. Incluso llega un punto en que creo que no voy a poder soportarlo por más tiempo, que me moriré del mismo placer...

Pero ese trágico final no llegará. Porque no se puede morir de placer. Y porque mi hermana, mi hermosa hermana, esencia de lujuria y pasión, deja de beber de mí. Se alza, majestuosa, apartando las sábanas, dejando que la observe, radiante. Mi sangre aún asoma en sus labios, goteando por las comisuras hacia la barbilla. Tan hermosa, tan sensual.

Es mi turno.

Me incorporo, sentándome frente a ella, atrayéndola con mis manos en sus nalgas. Ella arrodillada, acerca sus caderas a mi cara. Mis labios besan su vientre, lo acarician con suavidad.

Despacio, muy despacio.

No puedo herirla con mis colmillos. No son tan afilados, ni tan largos, como los de mis hermanos, como los de los demás vampiros. Son practicamente mortales. Ellos lo saben, se que bromean sobre ello cuando creen que no los oigo. Pero no me importa. Donde el lobo no llega, la serpiente entra reptando. La sangre me otorgó el poder de prescindir de los colmillos, suplantados por... otra cosa.

De entre mis labios, carnosos y húmedos, brota mi lengua. No es ya una lengua humana, no es como la de los mortales. No somos humanos, no somos mortales, Steffanie lo sabe, no tendrá reparos. Somos lo que somos, monstruos inmortales. Esto es lo que tenemos. Es una larga y gruesa lengua bífida, carnosa, afilada. Con ella comienzo a cortar la fina piel de mi hermana, mi amante, mi locura, mi delirio. Finos cortes, punzadas tenues, regueros de incesante goteo sangriento. Mi larga lengua se agita nerviosa, cubriendo la mayor porción de piel posible, buscando la sangre según va brotando. Mis rodillas se doblan, mis talones buscan mis nalgas y me incorporo arrodillada, ya casi a la misma altura que mi amada hermana, continuando con los ligeros cortes, bebiendo de todos ellos, abrazándome a ella con mis manos a su espalda, pegándome a ella, y haciendo que ella se pegue a mí. Buscando que me devuelva el abrazo que le dispenso.

Más, mucho más...

Ascendiendo por su vientre, por sus pechos, punzando junto a sus suaves pezones, hacia sus hombros, hacia su cuello... Clavando mi bífida lengua en su cuello, penetrante, afilada, absorviendo su vitae hacia su organuismo, vitae que salió de mí y vuelve a mí, pero con la intención de regresar a ella y volver a venir, un flujo constante, un solo sistema circulatorio, un círculo, un solo ser. Dos hermanas, un vampiro, la unión definitiva. En eso pienso mientras le ofrezco mi cuello de nuevo, con mi larga lengua en el suyo, aspirando, succionando, atrayendo sangre que pueda volver a ella.

Que esto no pare, por favor, que no pare...

Notas de juego

* Lo de los colmillos es el defecto Mordisco Debil. Doy por hecho que ya todos los hermanos lo sabéis ^^
** Espero que no te de asco mi Lengua de Aspid ^^U

Cargando editor
23/08/2008, 23:07
Steffanie Wilson

El placer, no hace nada mas que continuar, manteniendo el momento, solas mientras la musica sigue sonando casi ocultando nuestros gemidos. Me lamo los labios chupando la sangre aunque con la lengua termino de mancharlos mas. Una decepcion que no use los colmillos pero con su pequeño problema lo suple bastante bien con la lengua, tan bifida como la de una serpiente y tan afilada como una daga.

Contraigo el vientre al notarla sobre mi piel, pegajosa y tan...da lo mismo hace su trabajo tan bien como lo que mas. Al notar la puncion en el cuello cierro los ojos abrazando a Esmeralda, es justo que yo disfrute tambien como ella ha disfrutado de mis atenciones.

Acaricio su cuello con el dedo al ofrecermelo, antes de clavar los colmillos y comenzar a beber formando un ciclo como si fueramos un Urobos, de mi a ella, de nuevo a mi y de nuevo a ella. Demasiado placer, demasiado.... la mente comenza a embotarse a desear mas cuando suena el movil un par de veces, dejo de beber mirandolo Creo que tengo que cogerlo

Cargando editor
23/08/2008, 23:56
Esmeralda

El sonido del teléfono, aún dificil de oir bajo la estridente música que tan "amablemente" nos ha dejado Sejmet, es estridente y molesta. No por el sonido en si, ya que no es más que música lo que suena, sino por lo que representa. Pero no, eso no nos detendrá, Steff no cederá ante algo tan nimio como una llamada, no detendrá este placer, no romperá el momento, el clímax...

Cita:

Creo que tengo que cogerlo

¡¡Mierda!! ¡¡Joder!! Mi lengua se libera de su cuello, y mi cuerpo se deja caer con fuerza y desgana sobre el colchón. Mi lengua se agita, pega varios latigazos antes de pentrar completamente en mi boca de nuevo. Mis ojos se mantienen cerrados en un esfuerzo mentalde recordar lo más posible la sensación de placer, de retenerla unos instantes más. Mis muslos se frotan y acarician entre ellos, mientras comienzo a envolverme en mí misma, adoptando un postura similar a la fetal.

- Haz lo que debas.

Cargando editor
24/08/2008, 00:04

Poco a poco me desprendo de esa sensación pesada y densa, que me incita a mirar a atrás y a arrepentirme.

¡No me arrepiento de nada! Y esas absurdas pesadillas no impedirán que continúe avanzando en mi camino, acercándome al Padre Oscuro, buscando el verdadero conocimiento y el verdadero poder.

Cita:

-Niño revoltoso...-

Tu voz, de nuevo, logra arrojar los fantasmas, y hacerme sonreír. Es curioso... Jamás he sido revoltoso... Y hace tanto, tanto tiempo que no me siento un niño.

Tú me regalaste un retazo de "infancia" hace unas cuantas noches... Entre las flores. Pero ciertamente, la inocencida infantil debe ser más pura que todas las dudas que habitan en mi alma.

Me incorporo, aún un poco plegado, despertándo mi piel, mis músculos, mis manos. Me estiro un poco, sin llegar a ser informal, moviendo mis hombros y mi cuello, abriendo y cerrando mis puños.

Cita:

-¡Ahá!-

Mi rostro se relaja mientras te miro, descubriendo los guantes y disfrutando, tú sí, como una niña traviesa. Es divertido verte, especial, conocer una parte de ti que es dulce y ajena al mundo oscuro que nos rodea.

Tu rostro se frunce y mi sonrisa se acentúa. Como era obvio, te quedan grandes. Observar tus facciones contrariadas y el fastidio en cada uno de tus gestos hace que casi esté al borde de la risa...

Ya sé que puedo hacer en uno de mis ratos libres...

Cita:

-Deberías aprender lo que son los cordones...-

- Cordones... ¿eh?

Me acerco a ti y miro con cierta curiosidad los que penden de tu.. ¿corsé? a la vez que estudio tus medidas, mirando tus manos y tus brazos. Probablemente necesite 3/4 de la piel que uso habitualmente...

Tu voz me hace mirarte de nuevo a los ojos, y al encontrarlos ahí, cercanos y vivos, sonrío otra vez.

Cita:

-Entonces, ¿te apuntas a la Danza del Fuego?-

Tus palabras me sorprenden. ¿Estaba planeada? Llevo unos días un tanto ausente... Y ayer... ayer tenía obligaciones más importantes.

- ¿Danza? ¿Esta noche?

Estudio la posibilidad, y en cierto modo me siento "obligado". Soy el nuevo Ductus... quiera o no. Unirme a mis hermanos en los ritos nos hará más fuertes. Nos cohesionará.

Asiento, convencido. El fuego siempre me ha atraído, y a pesar de intranquilizarme, tenía la suerte de poder aguantar con valentía su amenaza.

Dejas los guantes en la cama, pasándo levemente junto a mí, y sigo tu movimiento.

Cita:

-Quizá vaya un rato al ring mientras Esmeralda lo prepara, por si te animas-

La sugerencia me resulta extraña. ¿Entrenar juntos en el ring? ¿Enfrentarme a ti? La imagen acude a mi mente, contradictoria. Nunca querría hacerte daño, y sin embargo, medirme contigo me resulta evocador... Interesante.

Respeto tu fuerza y tu pasión, ese lado guerrero en tu alma, igual al mío.

- Sabes que yo no suelo practicar allí... ¿Me enseñarías?

El Arte de la lucha si estaba inscrito en mí, en mi cuerpo. Pero desconocía las reglas exactas y los movimientos permitidos dentro de las cuerdas.

Cargando editor
24/08/2008, 00:31
Steffanie Wilson

Creo que no la ha gustado, pero el deber es el deber y si me llaman sera importante. La doy un beso en la frente suave y humedo aun por la sangre

Sabes que si no fuera importante, no lo cogeria. No te enfurrunes o tendras arrugas me levanto y camino por el suelo descalza a coger el telefono para ver quien es, camino al baño para hablar con mas calma mientras apago la cadena y con un dedo recorro uno de los hilos de sangre para luego chuparmelo.

El tiempo que tardo dentro no lo sabes, cuando salgo lo dejo a un lado y comienzo a vestirme, ya no hay sangre sobre mi cuerpo.

Cargando editor
24/08/2008, 00:28
Sejmet
Sólo para el director

-Sí... es una sugerencia que surgió ayer de repente, ya sabes cómo somos- respondo quitándole importancia al asunto ante sus preguntas dubitativas. Creo que aún está medio dormido o quizá es la "resaca", vete a saber.
Miro alrededor cómo si buscara algo mientras dejo las manos sujetando las múltiples cintas de cuero y tela que penden del pantalón.

-¿Enseñarte? Es muy fácil. No se permite el uso de disciplinas ni de armas, y preferiría que de zapatos tampoco. Por lo demás se vale todo- le sonrío ampliamente mostrándole todos los blancos dientes cómo queriendo mostrarme toda una "niña buena".
-¿Puedes escribir un par de notas? Para Dominic y Mariela, por si quieren apuntarse. No quiero interrumpirles, apuesto a que ya estará con sus rezos y demás...- dejo la frase algo en el aire mientras espero a que se decida a moverse, momento en el cuál le sigo de cerca cómo si de una sombra o lapa se tratara, sobretodo si pone a escribirse, entonces le presto una atención inusitada a su mano para fijarme en cómo sujeta el bolígrafo o lo que vaya a emplear intentando memorizarlo bien sin que se note demasiado.

Cargando editor
24/08/2008, 00:38
Esmeralda

Cita:

Sabes que si no fuera importante, no lo cogeria. No te enfurrunes o tendras arrugas.

Sonrío ante sus palabras, pero finalmente no logro evitar una sonora carcajada.

- JAJAJAJA... No me trates como a una mortal, Steff, no soy una de tus bolsas de zumo habituales. Sabes que las arrugas que no tuviera a recibir el Abrazo jamás llegarán a surcar mi rostro. Como tampoco el tuyo.

Dejo que Steff atienda su dichosa llamada, pero en cuestión de segundos me canso de esperar y salto de la cama. Me pongo en pie y comienzo a caminar fuera de la habitación, hacia mi propio cuarto. El momento mágico de la noche ha terminado, quizás sea hora de atender las obligaciones y poner en marcha ese Ritae que les debo.

Cargando editor
24/08/2008, 00:50
Steffanie Wilson

Sola en la habitacion, niego para mi mientras las ultimas palabras de Esmeralda resuenan en mis oidos Si se lo pidiera a un tzismice desde luego que aparecerian esas arrugas y no se irian pienso para mi mientras apago la musica de la cadena.

Saco ropa de mi armario para cambiarme y me recogo el pelo un poco antes de mirar la cama y negar, quito las sabanas, habra que poner unas nuevas y la sangre no saldra de ellas. Salgo al pasillo a ver si hay alguien despierto ya a parte de nosotras tres, es dificil de saber ya que tras la salida de Sejmet no se ha oido nada. Voy a tomar un pequeño bocado, el ejercicio siempre abre el apetito.

Cargando editor
24/08/2008, 17:20
Esmeralda

Llego a mi habitación con tan solo las braguitas puestas. He olvidado recoger mi ropa del suelo del cuarto de baño de Steffanie, pero ya me da pereza volver a por ello. Cuando los Zantosa se ocupen de lavar las sábanas de su cama, ya se ocuparán de mis ropas también.

Me meto inmediatamente en la ducha, dispuesta a eliminar con agua caliente los restos de sangre que aún quedan por toda mi piel. Las heridas han cicatrizado, y las cicatrices desaparecerán con el tiempo, pero la sangre tiene una fuerza superior. Es vida, es poder... pero es tremendamente espesa y pegajosa.

Al salir de la ducha, me doy cuenta del incordio que me supone ya este peinado. Las trenzas comiezan a molestarme, aunque no me apetece ponerme ahora a deshacerlas. Me propongo hacerlo mañana por la noche, al despertar. Salvo que encuentre algo... mejor que hacer. Como hoy. El recuerdo del tiempo pasado con Steff en su cama aún me estremece.

Me visto con ropas cómodas unos pantalones ajustados de color negro brillante, y un top que más parece un simple sujetador. En el armario veo un viejo chaquetón negro con las solapas de cuero, y quedo prendado de él. Me lo pongo y, a pesar de que me queda enorme, decido llevarlo. Dejando un hombro al aire, queda tremendamente sugerente, sexy. El tiempo que dedico a maquillarme, lo hago pensando ya en los planes de esta noche. Una Danza del Fuego, sagrada, formal, salvaje. Y luego, algún juego. No se si les apetecerá, pero es lo mejor. Es mi oblgación proporcionar entretenimiento y entrenamiento a la tropa. Quizás Truco o Trato, o un Partido con alguna banda de jovenes bolsas de zumo del barrio. Aunque mi favorito es jugar a las Carreras.

Finalmente, salgo de mi habitación con caminar decidido, dirigiéndome directamente a la habitación de Hamza. Me pregunto si habrá pensado en nuestra conversación de anoche. Yo no lo he hecho, Steffanie ha robado toda mi atención.

Notas de juego

Nota: Voy a entrar sin llamar, necesito saber lo que voy a encontrar, si Hamza está solo, con aguien...

Cargando editor
24/08/2008, 20:08

Asiento ante tus palabras.

Cita:

-Sí... es una sugerencia que surgió ayer de repente, ya sabes cómo somos-

Sí, sé cómo sois. O al menos lo imagino. Contigo empiezo a estar seguro... Gracias a regalos como nuestras conversaciones en tu Jardín. Sé que sólo ha sido una noche, aún así para mí tiene mucha importancia.

Me acerco a ti un poco más, alejándome por fin de la cama, acabando el día definitivamente. La noche nace, y yo nazco con ella, esperanzado.

Te sonrío de nuevo, de forma un tanto estúpida, mientras tiras de tus cordones. ¿Estás nerviosa o siempre necesitas estar haciendo algo?

Cita:

-¿Enseñarte? Es muy fácil. No se permite el uso de disciplinas ni de armas, y preferiría que de zapatos tampoco. Por lo demás se vale todo-

¿Todo? Éso hace que algunas tácticas deshonorables también estén permitidas. No me agrada del todo, pero parece interesante. Hace años que no me bato "en broma". Siempre hay algo en juego... Y siempre hay un gran riesgo.

Practicar por diversión me resulta innovador. Generalmente siempre entreno a solas, cazando.

Sonrío ante tu sonrisa fingida, que de todos modos me llena igual. Me gusta verte sonreír, es un descubrimiento nuevo. Prefiero tu sonrisa a tu paz.

Hasta ahora la paz había sido mi meta... Éso me hace pensar...

Cita:

-¿Puedes escribir un par de notas? Para Dominic y Mariela, por si quieren apuntarse. No quiero interrumpirles, apuesto a que ya estará con sus rezos y demás...-

Interrumpes parte de mi desconcierto, para devolverme a una realidad en la que sí tengo cierto control.

Asiento y me acerco un poco más a ti, para arrodillarme mirando en los cajones. Sé que tengo un cuaderno en alguna parte. Al buscarlo, muestro otro... cuaderno, con candado, que procuro no veas demasiado, empujándolo hacia dentro al rozarlo. Finalmente encuentro lo que busco y lo pongo sobre la cama.

Después, tomo una pequeña caja de madera, sacándo una de las 3 plumas que hay en su interior. Te miro, y me siento en el borde, guardando el cajón.

Miro hacia a ti, y después a mi lado, en la cama, invitándote a sentarte conmigo. Te sonrío y pregunto.

- ¿Qué quieres que escriba?.

Al formular la pregunta, una nueva duda me inunda. ¿Por qué no lo escribes tú? Doy por hecho que no tendrás papel y tinta a mano, volviendo a mirarte, expectante.

Casi, en cierto modo, deseando tu cercanía.