Partida Rol por web

Bienvenidas a la casa H.O.T.S:

Entre estas paredes han estado las más grandes celebridades: Paris Hilton, Britney Spears, Kim Kardashian... ¿Qué ellas no han estudiado nada? ¿Y quién estaba hablando de estudiar?  ¡Estamos hablando de fiestas descontroladas con la jodida jet set! ¡Joder, cabezas huecas! ¿Dónde creéis que la Kardashian hizo ese vídeo que la hizo tan famosa? ¡Exacto! ¡Pero es un secreto y nunca diremos en cuál de las habitaciones fue!

En sus comedores han fingido comer las más grandes mujeres de la historia, todas bien casadas y con carreras que no le importaban un bledo a sus maridos. Pero a la universidad no se viene a estudiar, no, aquí puedes pagar a un nerd cualquier para que te haga los exámenes, mientras papi unta al profesor de turno para hacer la vista gorda.

Fue en estos pasillos donde se forjaron los matrimonios más sonados, como Kate Middleton, que en realidad se encontró con el príncipe en una de las famosas fiestas privadas de la fraternidad. Entre las hermanas se sabe que se lo llevó al baño a "explicarle una cosa" y que poco después tenía un pedrusco en el dedo, pero shhhh, es un secreto que solo conocen las hermanas más fieles a la fraternidad.

 Igual de cómo la señora Obama cazó al actual presidente en una fiesta de togas, al parecer a Michelle le gustaba enseñar más que insinuar y al presidente no le pareció tan mal el que no llevara ropa interior aquella noche.

Mujer de presidente, ains... Quien pudiera, ¿verdad? Solo hay que buscar al chico adecuado y ser una H.O.T.S. es el trampolín adecuado para ello. Para eso quiere entrar toda chica con un mínimo de aspiraciones... Por eso y porque somos animadoras universitarias, es otro escalafón social. El glamour y el estar en forma no están reñidos, al contrario, así controlamos las pocas calorías que podamos ganar de la ingesta de champán (sí, chicas, el alcohol tiene calorías, no preguntéis cómo lo descubrimos. También es un secreto de sumario).

Es por ello que aparte de nuestros salones para fiestacas...

Tenemos un gimnasio privado con sauna, que es el único lugar donde está permitido sudar en toda la fraternidad...

Pero lo mejor de todo era poder alojarse en la misma fraternidad, en sus lujosas habitaciones. Aquello no tenía nada que ver con las habitaciones cochambrosas compartidas de las residencias, en la fraternidad H.O.T.S. las habitaciones eran mejores que en el Hilton (Paris se había encargado de confirmarlo también con otro vídeo que la lanzó a la fama. Es obvio por qué las famosas hacen sus vídeos en estas habitaciones, ¡son perfectamente cómodas para follar lanzarse a la fama!).

Además, todas las chicas que llegan a la fraternidad quieren quedarse para poder ser la presidenta de la misma, todo por tener la habitación presidencial...

Y el vestidor presidencial, surtido por Gucci, Dior, Chanel, Dolce & Gabbana, Vittorio y Lucchino, Manolo Blahnik y hasta una tal Agatha Ruiz de la Prada manda sus diseños, pero esos suelen ir para la mucama (creemos que tiene familia o algo para dárselo).

Y como no, sin olvidarnos que en toda el edificio hay ¡¡WiFi gratis!!

Queréis entrar en la fraternidad, son obvias las múltiples razones: habitación de lujo gratis, comidas gratis, WiFi gratis... Además que te abría las puertas a los mejores puestos de la sociedad: "ser la esposa de". Porque seamos sinceras, aquí ninguna venía porque fuera un hacha en los estudios o el deporte, como para ser animadora profUUUUJAJAJAJAJAJAJJAJA, en fin... En serio, ¿de verdad esas chicas esperan otra cosa que casarse con un deportista macizorro y forrado? Pero ser animadora en la universidad de abre más puertas, puedes abarcar más campos e incluso llegar a ser la mujer trofeo de algún futuro magnate del país. Solo había un problema, pequeño, insignificante y era pasar las duras pruebas de iniciación para ser una aspirante a "hermana H.O.T.S.". Y aparte de las pruebas, había que caer en gracia a la general nazi de Channel.

Esa zorra sádica era la presidenta de la fraternidad y a lo que todas aspirabais llegar. Tenía al novio perfecto, forrado, popular y guapo; una fortuna familiar, su padre era asquerosamente rico; y además poder e influencia en toda la universidad; aparte de ser una reina de las redes sociales. Channel contaba con miles de seguidores en twitter, instagram, facebook y badoo.

Si superabais las pruebas de esa mini Hitler, podríais entrar a la fraternidad y gozar de todos sus lujos. Además que si le caíais en gracia puede que hasta acabarais sucediéndola en el trono. Estáis en la puerta de la fraternidad, a punto de entrar a vuestro futuro y como respuesta a la convocatoria de aspirantes. Algunas os conocíais, otras no, pero el objetivo era el mismo: ENTRAR EN H.O.T.S.

Allí estabais esperando a Channel, en su fabuloso vestidor que todas esperabais heredar. Obviamente que aquel era el sueño erótico de cualquier chica con un mínimo de gusto, allí había todas las mejores marcas a elegir e incluso diseños exclusivos. La presidenta de la fraternidad no podía ir mal vestida, ni repetir ropa a no ser que fuera por razones forzosas. Oh dios, repetir, ni que fuerais pobres o algo así. Si hasta los uniformes de animadoras eran de un solo uso, una vez usados no se lavaban, se incineraban y se cogían unos nuevos. Una cosa era sudar y ponerte de nuevo ropa que habías sudado, qué horror.

Las aspirantes de este año estaban por entrar, debíais pensar una prueba para torturarlas un poco, o varias. Ese día era entero para probarlas y ver si alguna de aquellas zorritas con aspiraciones podía ser algo más. De momento a saber qué entraba por la puerta. Una vez fueran aceptadas las elegidas, lo celebraríais con una fiesta de pijamas, con sus juegos de verdad o reto y sus experimentos lésbicos. Una vez que pillarais marido aquello no sería posible, sino mirar qué le pasó a Katy Perry, que besó una chica y se divorcio de Russell Brand. 

Sadie estaba mirando la nueva adquisición de joyas de Chantal, sin hacer ni una mueca. Era bien sabido que esa chica no sonreía casi nunca y era implacable en todos los sentidos, sobre todo en lo referente a hombres. Muchos chicos del campus besaban el suelo que pisaba, pero su ambigüedad sexual, su incapacidad de sentir y su ignorancia hacia el resto de la humanidad hacía que no se supiera nada de su vida privada. Sadie Swenson estaba hecha para ser una gran celebridad, pero de esas que no tienen fans locos que la acosan, sino depresivos que la adoran desde la lejanía y el anonimato que les daba una pantalla de ordenador.

Miró hacia arriba donde estaba Chanel, vistiéndose y preparándose para el gran día. -¿Y ya pensaste qué pruebas de iniciación harán las novatas hoy? ¿Y cuándo será la fiesta de pijamas de bienvenida?- se miró la manicura francesa, tenía que limarse la uña del dedo anular, nunca sabías cuándo lo podías necesitar y sería una falta grave que no estuviera perfecto.

Here we are,
Born to be queens,
We're the princess of the universe,
Here we belong,
Fighting to survive in a war with the darkest powers,

And here we are,
We're the princess of the universe,
Here we belong,
Fighting for survival,
We've come to be the rulers of your world.

I am immortal,
I have inside me blood of kings,
I have no rival,
No man or bitch can be my equal,
Take me to the future of your world,

Born to be queens,
Princess of the universe,
Fighting and free,
Got your world in my hand,
I'm here for your love and I'll make my stand,
We were born to be princess of the universe,

No man could understand.
My power is in my own cunt,
Ooh, ooh, ooh, people talk about you,
People say you've had your day.

I'm a woman, woman that will go far,
Fly the moon and reach for the stars,
With my croch and head held high,
Got to pass the test first time, yeah.

I know that people talk about me
I hear it every day,
But I can prove you wrong
'cause I'm right first time,

Yeah. Yeah.
Alright, let's go, let's go, ha, ha
Yeah. Yeah.
Watch this bitch fly,
Bring on the girls,
Come on, come on, come on.

Here we are.
Born to be queens.
We're the princess of the universe.
Here we belong.

Born to be queens,
Princess of the universe.
Fighting and free,
Got your world in my hand.
I'm here for your love and I'll make my stand,
We were born to be princess of the universe.

Oh Dios, esa canción tan TAN tan vieja, tan tan out, de los años 50 o peor, le pondría los pelos del coño como escarpias si no fuera impecablemente, sedosamente, terciopélicamente depilada. Esos ritmos tan jodidamente viejos que casi parecía que le iban a salir arrugas solo de escucharla… pero TAN TAN TAN jodidamente apropiada. Porque sí. Porque la habían escrito para ella, para ella y la zorra de su hermana. SUPERTOTAL PORQUE ERA PARA ELLAS.

Porque sí y punto, estaba claro. Ahí estaban ellas, princesas del universo, nacidas para ser putas reinas de un puto reino que ya quisieran todas las putas princesas Disney con sus putos reinos de fantasía y purpurina. Ahí estaba ella, ella y su superhermana de la muerte, las dos, princesas del universo, luchando por sobrevivir contra esos poderes oscuros que eran:

a) El techo de cristal que impide a las mujeres profesionales, preparadas e inteligentes ascender en un mundo heteropatriarcal cisnormativo que hunde la iniciativa femenina y pisotea el empoderamiento de la sororidad.
b)Channel.
c) Mantenerse alimentándote de lechuga y chicles.

Contra lo primero no se puede luchar porque el mundo es así y oye, las chicas están para estar guapas y pescar marido. La que no lo crea es una lesbiana con entrecejo. Pero lo segundo…

Lo segundo iba a bajar por la escalera aquella de ese vestidor QUE TENÍA QUE SER SUYO POR SU COÑO MORENO. Le debía obediencia  a Channel porque el mundo funciona así: unos arriba y otros abajo hasta que los de abajo se ponen arriba, pero ese vestidor, esas prendas que representaban el poder omnímodo, eso lo era todo, lo representaba todo. Era EL TODO. Era la cámara del tesoro, el final del arcoíris, la lámpara de los deseos, el botón rojo de la guerra nucelar. En ese vestidor Atenea portaba su égida, Freya se ponía el Brisingamen y Afrodita se perfumaba la vieira. Ese era el centro de poder de la H.O.T.S., quien gobernaba allí gobernaba la Tierra. El vestidor fue forjado en la sangre de mil divas sacrificadas tras su primer vídeo porno con un rapero de 100 millones de dólares por cada diente de oro. Un vestidor para atraer a todas las zorras y atarlas en las tinieblas. Pero qué tinieblas, tías.

Luzbel se pondría un manto de tinieblas sin ningún dilema. Había nacido para eso y por eso.

… I am immortal… I have inside me blood of kings… I have no rival … No man or bitch can be my equal … take me to the future of your world…

Sí, Channel, tu mundo hoy es el futuro de Luzbel Monroe. Bueno, sí, de Lilith también, claro. Quizá pudieran compartir tener dos piezas de cada. Pero sí… ese mundo refulgente, reverberante, vibrante, supercalifragilisticoespidalidoseánte tenía que cambiar de manos.

Pero no hoy. Hoy no. Hoy toca recibir a la escoria. A las putas zorras de mierda que venían a mendigar una migaja del paraíso.  Las que venían, no a quitarle el puesto a Channel (imposible, para eso hay que ser UN PUTO SER SUPERIOR como la propia Luzbel. No, las que venían a quitarles el puesto a ELLAS. A Luzbel y a Lilith. Las que venían a arrodillarse dispuestas a lamer cieno del fondo de un cubo de basura fermentado a cambio de una simple mirada distraída de las Diosas Sobre La Tierra ™.

Joder. Y Luzbel era una de ellas. Una puta Diosa. Nacida para ser reina. Se iban a cagar.

Por fin, la universidad. El lugar donde puedo convertirme en una gran abogada o fiscal, aún tengo que escoger eso. Me ha traído al campus Carlos, el nuevo chófer. Es latino, muy agradable, no paraba de hablar de los hijos a los que quería enviar a la universidad cuando crezcan, e incluso me ha deseado suerte de corazón. El pobre no sabe que mi padre cambia de chófer cada semana por algo de evitar trapos sucios o algo así. Me da pena, parecía simpático.

Ahora estoy en el campus, ahora solo necesito orientarme con los lugares, las aulas y preguntar cómo puedo unirme a la fraternidad H.O.T.S. Sí, eso último es importante por la fama, asegurar una elevada posición en el futuro, ver a otras chicas con sus faldas cortas...

Observo a mi alrededor, buscando a alguien a quien preguntar y, si no le importa, haga de guía. Logré convencer a un chico, con gafas y aparato, y me guió hasta la puerta de la Fraternidad. El edificio es impresionante, lleno de lujos. Ya solo queda entrar y hablar con la presidenta.

Allí estaba. En las puertas de la fraternidad más cool. Le había costado ParisHilton y ayuda entrar en la carrera. Bueno, en realidad no tanto. Había sido poner morritos al nerd de turno y había cambiado sus nota. ¡¡Pero ey!! Que había tenido que hablar con esa pedazo de chusma. Pero su conseguía entrar en H.O.T.S habría merecido la pena.

No era el matrimonio con la élite lo que atraía a Darcy. Era más divertido y recibías más regalos y mimos siendo la amante que la esposa, pero H.O.T.S ofrecía posibilidades de conocer a futuras cornudas amigas, mucha fiesta, mucho alcohol. Y mucha comida. ¡Exacto! Pese al asombro de muchos Darcy no le importaba comer. De hecho, la comida era su secreto para tener una gran pechonalidad. Aún no pertenecía al club de Silicon Valley (se llamaba así por la silicona pectoral femenina ¿no?), pero cuando la gravedad hiciese su efecto se apuntaría sin dudarlo. ¿Como se mantenía entonces tan en forma? Fácil: era la mejor amiga de la Bully de su insti y a ella le gustaba mucho hacer el mico. Juntas entraban en un club superexclusivo.

Durante los primeros momentos luchó por no esbozar una sonrisa que revelaba sus pensamientos. Pero ¡oh! Todo el mundo sabe que aguantarse la risa es la mejor forma de empezar a reír. Algo que había que evitar a toda costa. Darcy miró a Kimberly y luego a la puerta que les separaba de esa presidentucha, Channel. La muchacha esbozó entonces su mejor sonrisa de no haber roto un plato en su vida. Aunque con los que había roto podía llenarse toda las cristalerías que se rompieron en Hiroshima. Hiroshima...rimaba con plastilina...y con vaselina. AL final no se le iba a dar tan mal la lengua. Esa lengua no. Esa estaba claro que se le daba bien. La otra, malpensados.

Por fin estoy en el edificio de la fraternidad. Aquí chico de ingeniería informática fue lo suficientemente amable como para guiarme hasta aquí. Una vez dentro veo a otras chicas. Parece ser que han venido para lo mismo, unirse a la Fraternidad. Me acerco a la chica rubia, pues es a quien tengo más cerca.

- Buenos días. ¿Estáis aquí también para uniros a la fraternidad? - pregunto amablemente, exhibiendo una dulce sonrisa.

'Kimber' se preparó a tope para la gala de iniciación. Iniciación, -vaya mierda- pensaba siempre Kimber del tema.

¿Acaso no iban a escogerla? ella era la más guapa, la más lista y sobre todo...la más fuerte y marrullera del lugar, y todo aquel que decia lo contrario, recibía una buena patada en las pelotas, en caso de ser un tio, o un buen puñetazo en las berzas, si era mujer. Seguramente su papá no era el más rico de todos, pero seguro que si uno de los más.

No le había costado mucho conseguir las notas para ello, pues tenía a una legión de frikis dominados a base de punta de navaja, amenazas varias, y por qué no decirlo, a uno casi le prendió fuego sin querer.

¿Por que entrar en aquel club de futuras zorras amargadas pre operadas, operadas y post operadas?

Porque Kimber era la mejor, y lo iba a demostrar. Antes de la ducha tuvo que estar pegándole una hora al saco de boxeo que su padre tenía en su gimnasio personal (A tope de preparado claro está, no una chusma de gimnasio de barrio). No quería sacar los puños a paseo, al menos no tan pronto y si nadie le tocaba el c..ño.

Por supuesto, la entrada de Kimber, junto con Darcy fue triunfal.

Y allí estaban las dos, frente a esa furcia inmisericorde de Channel, con Darcy sonriendo como cada vez que quería engañar o reirse de alguien.

Por su parte, Kimber puso el bolso colgado de la silla, cerca de la mano, por si las cosas se iban de madre y tenia que sacar la navaja mariposa....oh mierda! se la había quedado en casa!

Intentó poner una cara que no dijese -eh no soy una perra rabiosa sonriente- en cierta medida lo consiguió.

Ayer tuve un sueño. Si, era un sueño. En él, el cantante Lordi  aparecía de debajo de mis sábanas, extendiendo un brazo y agarrando con fuerza mi cuello. Apretaba hasta que podía sentir como sus uñas negras y medio engarfiadas perforaban mi piel, y su aliento gélido y pestilente acariciaba mi rostro, mientras de su boca manaban palabras que no olvidaré:

 Prepárate para sentir, sucia putilla barata...

Entonces, me arrancaba las bragas con sus garras, me ponía  a cuatro patas, y..*****-dfasd****___***----*******+·#######*+****************. ¡Y me corrí en sueños!

No es que pudiera contar ese tipo de experiencias con mi hermana, ni con nadie. Sabía perfectamente cómo me mirarían. ¡Porque era popular! ¡Asquerosamente popular, claro! Y no quería perder eso por unos pequeños gustos peculiares que podía ocultar y vivir en secreto sin problema. Como las hemorroides, como cuando tuve mi primer orgasmo pesando en el chico deforme de los Goonies…ese tipo de cosas. Eso sí, que orgasmo. Ahí descubrí, que cuando me corro de verdad, echo un chorrazo de cosa viscosa por el jardín mis delicias. A partir de entonces, cuando me masturbo viendo El Ciempiés humano, pongo una toalla absorbente sobre el colchón

Pero total, que me voy por las ramas. Tenía remanente aquel sueño y estaba de un humor estupendo. Ademas ¡hoy llegaban las nuevas! Sentía buenas vibras, y algo me decía que esta vez si que si. Que esta vez encontraría una best friend con la que compartir todas las cosas que tengo para compartir, y que mi alrededor nunca entendería. Pero para este año también tenia otras aspiraciones: UN NOVIO. Un novio, rico, de cuerpo atlético, guapo…Y que le gustara jugar en la cama. Juegos del tipo de ponerse una careta de licántropo y dejarse cabalgar como si no hubiera un mañana, es el juego de “caperucita y el lobo”. Eran cosas que ya iríamos negociando. Todo hombre se pude convencer de hasta la cosa más insospechada. Son hombres.

Todo eso y más, pensaba mientras me paseaba por el vestido de Channel. No necesitaba hablar con mi hermana de esto para saber lo que pensaba: golpe de estado. Hacerle la pelota a esa putilla sifilítica era fácil, pensaba que éramos tontas, pero nos iba a comer todo el coño tarde o temprano. No en el sentido literal, claro. Creo que me habéis entendido.

- Propongo abrirles a todas las maletas y hurgar en su ropa interior, exponiéndola a todas. Se puede saber mucho de una persona por sus bragas. Encaje, bien. Algodón  o licra, iuuuu – hago un mohín con la nariz. 

Había llegado el día y aquí estoy, en la puerta de aquella fraternidad de la que me habían hablado. Sí, aquí estoy, y tenía que conseguir entrar.

Soy guapa, tengo que entrar. Tengo dinero, tengo que entrar. Soy animadora, tengo que entrar. Y sobre todo ese chico... ese chico al que escuché hablar de H.O.T.S y al que tenía que volver a ver a toda costa. Tengo que entrar.

Cuando llego allí, ya hay chicas esperando. Todas calcadas unas de otras, tan típicas, con sus cerebros tan huecos. Sus cabezas sólo sirven para llevar esas melenas que tanto se esfuerzan en cuidar. La sospecha de ser la única que había entrado en la universidad por méritos propios me hacía sentirme superior. Me encantaba lo que estudiaba. Y me era útil. Esperaba no tener que mostrarle mis conocimientos sobre lesiones y enfermedades a ninguna de mis posibles compañeras de fraternidad.

Está claro que llamo la atención, así que pongo cara de niña buena a pesar de mi forma algo grotesca de vestir, para no empezar tan pronto a mostrar mis pensamientos sobre aquellas Barbies.

Cara inocente tiene esta...podría gastarla una pequeña broma para romper el hielo...Sí. Las bromas son lo mejor para romper el hielo. Y además creo que hoy Kim está con la regla. Y cuando está con la regla devora cachorritos adorables como esta chica. Y encima, Morticia acaba de unirse al club. Vale, el estilo de la chica es tope molón, del tipo molón de abrirse las venas, pero molón...Quizás pueda pedirla el pintauñas... Aquí puedo gastar una broma de las buenas.

–Ey, hola. Sí. Estamos aquí desde hace un rato...Hemos hecho ya el número que pedían ¿Y vosotras?¿Os animáis a entrar?  Ya sabéis. Lo de subirse al árbol para que os vean desde la ventana.– El tono de voz sonaba totalmente sincero y convencido. Y es que cuando Darcy actuaba no había quien la ganase. Insistimos en que la lengua era el arma más poderosa de la joven bromista. En todos, todos los sentidos.

Darcy miró a las chicas con sus inocentes ojos oscuros, esperando que Kim afirmase que la broma era cierta. Así podría convencerlas, pero fijo.

Kimber miró a aquellas dos mojigatas con cierta cara de asco, pero la idea de Darcy le parecía graciosa, luego, si les reclamaban algo, podia machacarles un poco el cráneo.

-Eso chicas, ¿No lo habeis hecho? bejj...pocas posibilidades os veo...digamos que eso que dice esta-

Le doy unas palmadas con cariño a Darcy en la espalda

-...Es como una especie de tradición de las nuevas ¿No os lo habían dicho? muy mal informadas...-

Esperó a ver si caían, tenia ganas de reirse de la novia cadáver y de la panoli

-Llego tarde... llego tarde... llego tarde...-

Vengo corriendo... pero poco, porque sudar es taaaaaannn ordinario.

Cuando estoy cerca de la entrada veo que hay más chicas esperando. "Normal, ¿quien no querría entrar en HOTS?"

Las observo desde detrás de las gafas y decido darles un aprobado a todas "Tampoco hace falta ser muy generosa". Si va a ser la gente con la que me vean, ahora que he dado el salto a las ligas mayores de la Universidad, me harán quedar bien. Seguro que chicas tan guapas, atraeran a chicos igual de guapos.

-Hola a todas- saludo con mi mejor sonrisa

Miro a Darcy cuando dice lo del árbol y empiezo a reírme discretamente poniendo la mano delante de la boca. Ha sido divertida esa broma.

Guardo silencio y espero a la reacción de la chica de aspecto gótico cuando otra candidata más se une al grupo.

- Buenos días. Llegas a tiempo para hacer la prueba del árbol - digo siguiendo la corriente a las otras dos.

-Si, hay que subirse a ese árbol que da a la ventana y saludar a las chicas de la frater...ya sabes. para demostrar que somos más que caras bonitas y que estamos ágiles. - añadió Darcy con toda la confianza y simpatía del mundo. Quizás la pelirroja no hubiese caído, pero con que cayese una...y si se caía del árbol...bueno, pues a lo mejor arreglaban alguna neurona. No había tanto que perder– ¡Eso sí, procura sacudirte luego las hojas!