Partida Rol por web

Cinderella Phenomenon

Efemérides

Cargando editor
30/12/2019, 20:41
Directora

¿Les ha pasado que quieren ahondar en una conversación y no pueden porque la trama debe avanzar? Bueno, esta escena es para eso, para esas conversaciones que requieren mucho más tiempo y no se pueden extender para no ralentizar la partida.

Las reglas son sencillas:

1. Los implicados deberán estar de acuerdo en rolear la escena.

2. La directora (es decir yo XD) debe aprobarla.

3. Todo post en esta escena debe ir encabezado por un título en negrita y subrayado donde se especifique el lugar y el momento exacto de lo que vas a narrar.

Ejemplo:

Antes del almuerzo. The Marchen.

De esta manera, será más sencillo que no se pierda la cronología de la historia.

4. Ningún suceso de estas escenas puede contradecir lo que ocurre en la trama principal. Si es así, el post sufrirá la maldición de OBLIVION o.o. 

Cargando editor
02/01/2020, 05:58
Parfait

Dos meses atrás. The Marchen. Fiesta de bienvenida

Parfait, la dueña de The Marchen, había salido esa mañana muy temprano, dejando a Delora a cargo de todo en la taberna. No estaba muy segura de que fuera una buena idea, pero afortunadamente no pasó nada. Delora era una bruja buena, pero tenía una personalidad bastante ácida, en comparación con Parfait.

Réamann había sido encargado del aseo de The Marchen, ya que era un día bastante ocupado en la taberna. Se decía que era por el calor del verano que tantas personas llegaban allí buscando beber algo, y no era descabellada la idea. El joven había estado limpiando mesas casi todo el día, mientras que Parfait guiaba a una joven Stella hacia la cabaña.

- No te preocupes. Estarás a salvo aquí. Ninguna bruja puede entrar aquí. Además, tu maldición no puede afectar a otros que estén malditos. Todos somos una gran familia y buscaremos ayudarte en todo lo que podamos - la dulce y a veces empalagosa voz de la portadora del cristal Lucis se escuchaba por la puerta, cuando entró junto a Stella a The Marchen.

The Marchen era una taberna bastante modesta con varias mesas y sillas de madera dispuestas para los clientes, además de una barra donde se exhibían bastantes botellas de diferentes tipos de licores con una entrada a lo que parecía la cocina y una joven amable atendiendo.

- Bienvenida, Stella. Tu habitación estará en la segunda planta. Por el momento, puedes acomodarte que daremos una fiesta mañana de bienvenida para quienes, como tú, son nuevos aquí - y se acercó al joven con una expresión amable -. Acomódate que me aseguraré de que tu habitación esté preparada y lista para ti. Siéntete como en casa - y se fue, tocando el hombro de Réamann, haciéndole una señal para que cuidara de la chica. O al menos eso esperaba que hubiera entendido.

Cargando editor
02/01/2020, 18:43
Réamann Lockheart

Dos meses atrás. The Marchen. Fiesta de bienvenida

Sus ojos marrón recorrían la taberna en busca de alguna imperfección, siendo ésta señal el único atisbo de atención que reflejaba en su mirada carente de brillo y facciones sin emoción. Réimann Lockheart hacía bien su trabajo, o al menos eso intentaba para ser de ayuda en The Marchen; aunque cualquier ajeno podría pensar que él hacía su labor con demasiada seriedad o lo aborrecía; sin embargo, cualquier interpretación que le diesen no le importaba. Tal vez lo único que valoraba era sentirse útil... O solo se ocupaba para no sentir el paso del tiempo. 

Réamann ya llevaba tres meses trabajando ahí, viviendo ahí... Más bien, existiendo, siguiendo órdenes cual soldado con una rutina para descansar entre distintas jornadas, pues no era extraño verle tomar asiento para retomar fuerzas aunque sólo fungía como un mesero y no hacía alguna actividad extraordinaria. Eso sí, hoy, que hubo más actividad, se le vio más veces sentado de  lo normal aunque procuraba no descuidar su labor.

Cuando Parfait y la pelilavanda llegaron, encontraron al peliblanco sirviendo un par de bebidas. El joven miró a la anfitriona fugazmente y a la extraña con menos tiempo. Asintió a quienes atendía y se encaminó a la pelirosa escuchando lo que decía. Ya se imaginaba que la chica estaba maldita, aunque no reaccionó a nada ni cuando se le tocó el hombro. 

Miró... O al menos posó sus ojos en la recién llegada y abrió su boca de manera mecánica.

-Bienvenida-saludó con un tono de voz que ni siquiera era frío, sonaba vacío y sin deje de calidez o cualquier emoción-. ¿Quiere algo en lo que preparan su habitación? 

Notas de juego

>:3

Cargando editor
03/01/2020, 00:55
Stella Brewster

Dos meses atrás. The Marchen. Fiesta de bienvenida

¿Qué había llevado a Stella a The Marchen? Ni ella lo sabía muy bien y si alguna parte de ella lo sabía no quería reconocerlo.

Caminó todo el rato acompañada por Parfait. De tanto en tanto la miraba de reojo, admirando la belleza de la chica. "Qué hermosa...", pensó en más de una ocasión. Cuando no estaba mirando a Parfait, se encontraba observando el edificio, un poco nerviosa por lo que conseguiría al entrar. ¿En verdad su maldición no podía afectar a otros que estuviesen malditos? ¿Acaso ella en verdad podría...? Agradeció a Parfait su hospitalidad algo desconcertada, asintiendo con la cabeza. De ser cierto todo eso... Desde que recibió la maldición todo había cambiado para ella, desde entonces no podía...

Su mente por un momento se quedó en blanco cuando la puerta del local se abrió. La pelinegra se quedó maravillada mirando cada detalle, sintiendo, de alguna forma, un sentimiento acogedor que la bañó de calidez. La taberna no era ostentosa y quizá allí estuviese su encanto. Stella no supo por qué sentía todo aquella, pero por un momento casi dejó escapar una linda sonrisa.

Con sus ojos bien abiertos recorrió el lugar con la mirada. Apenas cuando Parfait le volvió a hablar fue que Stella vino a aterrizar por completo, dándose cuenta del peso de la maleta de cuero que cargaba con ambas manos. ¿Fiesta de bienvenida a los nuevos? Parpadeó al escuchar eso, sin saber bien qué decir. 

Mu-muchas gracias, Señora Parfait —su voz trastabilló un poco, mientras asentía de nuevo con su cabeza mostrando agradecimiento a la que ahora sería su jefa. ¿Sentirse como en casa? ¿En verdad podía hacer eso allí? 

Después de eso Parfait se fue, dejando a Stella como un pajarito en medio de un gran valle. No sabía qué debía hacer ahora. Se volvió hacia Réamann cuando este le dirigió la palabra, apenas dándose cuenta de que todo el rato había estado allí. Dio un pequeño respingo por eso.

Gracias... —contestó Stella de forma seca, dándose cuenta de el tono vacío en Réamann. ¿Qué pasaba, acaso no le agradaba? "¡No es como si me importase!", pensó. ¿Qué importaba si el chico era un poco guapo? De cualquier forma Stella no había ido a la taberna a hacer amigos. Ella solo quería deshacerse de su maldición, únicamente eso. Su mirada se volvió algo dura, tanto como su frío tono de voz— ¿Podrías no tratarme con tanta formalidad? Es algo embarazoso —le dijo a Reámann, negando con la cabeza—. No deseo nada —respondió al chico de forma un poco tosca, volviéndose a admirar el local. 

No era como si ella hubiese llegado a The Marchen con la intención de hacer amigos; no importaba..., ¿verdad?

Notas de juego

7u7

Cargando editor
03/01/2020, 04:42
Réamann Lockheart

Dos meses atrás. The Marchen. Fiesta de bienvenida

Ante la frialdad de la recién llegada, Réamann no se mostró incómodo ni perturbado ni cuando ella le pidió un trato más familiar. El peliblanco, con su cabello un poco largo y abundante que daba un aire desarreglado y a su vez contrastaba con lo impecable de sus ropas junto a un porte que podría recordar a un militar, se limitó a parpadear y asintió una sola vez cuando escuchó que no deseaba nada.

-Si desea que no la trate así, al menos podría proporcionar su nombre-señaló el joven con un toque de hasta indiferencia, pero en realidad solo era que sus palabras no venían acompañados de algo más-. El mío es Réamann.

Ya sabía que ella se quedaría ahí, por lo que no sería raro que se presentasen porque estarían conviviendo y ni modo que se refiriese a la chica bajo algún apodo o denominación física. Así, mientras esperaba que ella dijese algo, el joven tomó asiento y aspiró con una respiración muy controlada.

Notas de juego

Yo calculo a Réamann que mide 1.87, por ahí xD es alto el morro 

Cargando editor
03/01/2020, 04:50
Stella Brewster

Dos meses atrás. The Marchen. Fiesta de bienvenida

La falta de expresión en el chico ponía un poco de los nervios a Stella quien, al escucharle hablar, volvió su mirada hacia él sin demasiadas ganas. ¿Acaso le estaba tomando el pelo? ¡Si era así en verdad se enfadaría! 

Luego de exhalar un suspiro para calmarse, y luego de escuchar el nombre de Réamann, decidió decir el suyo. Sería de mala educación no hacerlo. Además, parecía que se verían todos los días. Y si su nombre bastaría para que dejase de dirigirse a ella con tanta formalidad, estaba bien decírselo. Realmente no era como si no hubiese estado dispuesta a hacerlo, de cualquier forma, no era una chica tan insufrible... solo lo justo.

Mi nombre es Stella —dijo la chica, mirándolo a los ojos. Por momentos la falta de expresividad en el chico le hacía pensar a Stella que hablaba con un muñeco de trapo—. Así que... —viendo que se había sentado no quería quedarse en silencio sin más mientras el chico solo la miraba, sería algo... incómodo— ¿llevas demasiado tiempo trabajando aquí? —puso la maleta en el suelo, sus brazos ya habían empezado a cansarse.

Cargando editor
03/01/2020, 05:54
Réamann Lockheart

Dos meses atrás. The Marchen. Fiesta de bienvenida

Mientras tomaba asiento, Réamann apoyó sus manos en sus muslos mientras bajaba la vista por unos momentos concentrándose en algún punto perdido realizando tal actividad hasta que escuchó el nombre de la pelilavanda*. En ese momento volteó a verla parpadeando un poco y luego siguió la línea de acción de ella dejando las maletas.

-No mucho-respondió mientras se levantaba y, sin decir palabra alguna, se retiro rumbo a la cocina llevándose un trapo consigo y dejando sola a la chica. ¿Por qué siquiera no dijo un "adiós" o algo similar? Su caminar al dar la espalda fue muy recto, en la que sus pasos resonaban sobre la madera sin siquiera vacilar.

No obstante, a los pocos minutos Réamann volvió con una jarra de madera y un vaso con un aro de metal del mismo material que tendió frente a Stella y así, ella podría ver que aquello contenía frutas de temporada que, debido a la circunstancia, debió estar resguardado en una bodega bajo tierra con salitre** para que estuviese fresco por el calor que estaba haciendo.

Notas de juego

*>:3

** no se, buscando lógica para que no todo sea magia xD

Cargando editor
03/01/2020, 06:10
Stella Brewster

Dos meses atrás. The Marchen. Fiesta de bienvenida

¿Eh...? —Stella se quedó parpadeando al ver cómo el chico se retiraba— ¡Qué grosero! —murmuró, un poco molesta, sin saber bien a dónde mirar o caminar. Algo picada por la actitud de su recién conocido compañero, la pelinegra se sentó en la mesa donde estaba Réamann, deseando que Parfait llegase rápido. ¿En verdad tendría que trabajar con alguien así de ahora en adelante? ¡Un grosero, sin duda alguna! Ni siquiera tendría que preocuparse por su maldición; le daba igual si el chico estaba maldito o no, ni siquiera intentaría relacionarse con él, no señor. No le hacía ninguna falta.

Mientras resoplaba por la nariz intentó distraerse mirando una vez más el lugar en donde trabajaría. El enfado poco a poco se fue convirtiendo en un leve y agradable cosquilleo en el estómago. Tenía mucho tiempo sin pisar una taberna; el olor a comida le traía muchos recuerdos.

Un rato después, entre las vagas miradas de una aburrida Stella a los clientes, Reámann llegó de nuevo. Los ojos de Stella se entrecerraron en torno al chico, casi brotando chispas. Apartó la mirada y se cruzó de brazos. No volvió a mirar a Reámann hasta que este se le puso en frente, extendiéndole un vaso. Le tomó unos cuantos segundos procesar la situación.

Con una ceja enarcada Stella miró a los ojos a Réamann. Una vez más no pudo descifrar nada. ¿Quizá el chico estaba algo nervioso por su belleza y por eso no actuaba correctamente? De ser así lo entendería, se dijo a sí misma mientras asentía. ¡Pero eso no quitaba que fuese algo grosero! ¿Y si quizá era demasiado tímido? Miró el vaso con algo de recelo, pero lo tomó por cortesía. Las frutas se veían apetecibles, eso no podía negarlo.

Supongo que... gracias —contestó Stella, algo confundida, mientras se volvía a mirar a Réamann. La expresión de la pelinegra se había suavizado un poco. Se llevó el vaso a la boca y dejó caer un poco de fruta con delicadeza. Luego bajó el vaso y se llevó una mano a los labios mientras masticaba—. ¡Delicioso! —dijo, maravillada por la explosión de sabores en su paladar. Se sentía mucho más fresca. Miró a Réamann y le extendió el vaso— ¿No comerás?

Cargando editor
03/01/2020, 06:29
Réamann Lockheart

Dos meses atrás. The Marchen. Fiesta de bienvenida

La expresión de Réamann al ver que la bebida fue del agrado de Stella no evocó nada en él, asintiendo solo una vez indicando que había aceptado las palabras de la chica por la bebida. ¿Habría notado que estaba cansada y por eso le llevó eso o buscó un pretexto para alejarse y volvió para que no soltase algún berrinche? Sea como fuere, el peliblanco posó su atención en el vaso que se tendía y negó levemente.

-Estoy trabajando-y en eso, otros clientes solicitaron más bebidas y caminó hacia la mesa donde era llamado para recoger los recipientes e ir por más. En el camino fue llamado por otros que encargaban comida mientras tomaba notas mentales de todo lo que pedían.

Así, nuevamente Réamann se ocupó yendo de un lado a otro cargando cosas, limpiando mesas y atendiendo; sin embargo, a pesar de sus movimientos mecánicos se notó que lo hacía con rapidez y sin equivocarse con los pedidos, siendo únicamente la falta de cortesía en sus palabras y lo raro que se escuchaba cuando decía "disfruten su comida". En menos de unos minutos había acabado y tuvo que sentarse de nuevo junto a Stella, sitio donde aun quedaba lugar. No habló, pero se mantuvo haciendo una respiración profunda y justo cuando hizo eso, los demás habían dejado de pedir algo de momento.

-¿Quieres algo, ahora sí?-preguntó, sabiendo que la bebida podría no ser suficiente luego de un viaje.

Cargando editor
03/01/2020, 06:40
Stella Brewster

Dos meses atrás. The Marchen. Fiesta de bienvenida

Stella sonrió con amargura al escuchar la respuesta del chico. Antes de que pudiera decir algo este ya se había esfumado una vez más. La pelinegra se limitó a suspirar y a terminarse lo que le quedaba en el vaso mientras veía a Réamann andar de aquí para allá llevando cosas. "Qué chico tan extraño", pensó Stella, aunque de inmediato se encogió de hombros; "¿Quién soy yo para juzgarlo?"

Para cuando Réamann volvió a sentarse en la mesa que ocupaba Stella el vaso de frutas ya estaba vacío. Stella tenía el codo apoyado en la mesa y dejaba descansar su mejilla derecha sobre su mano. Con la mano que tenía libre se estaba echando aire; estaba empezando a sudar un poco por el calor. Stella ni siquiera lo miró esta vez.

Me parece que estás lo bastante cansado como para traerme algo. Será mejor que descanses. No quiero que te dé algo por mi culpa —bostezó luego de decir eso, llevándose la mano rápidamente frente a la boca para, luego de bostezar, seguirse echando aire de manera despreocupada—. ¿Tienes alguna historia qué contar? —preguntó Stella, como quien no quiere la cosa. Se estaba empezando a aburrir y Réamann era el único con quien podía hablar en esos momentos. Aunque algo le decía que no tardaría en irse una vez más. "En verdad es rarito".

Cargando editor
04/01/2020, 03:49
Réamann Lockheart

Dos meses atrás. The Marchen. Fiesta de bienvenida

Al escuchar la sugerencia de descanso de Stella, Réamann cerró los ojos mientras sus labios se apretaban levemente demostrando por fin "algo". ¿O acaso se estaría quedando dormido? No obstante, eso no era posible debido a que continuaba con un tipo de respiración muy controlada hasta que ella preguntó otra cosa. Abrió sus ojos para voltear a verla y negar una sola vez.

-No-afirmó para reforzar su negativa al querer revelar algo de su vida personal. O a lo mejor no había nada interesante y no quería aburrir a las personas; era eso u otras interpretaciones que cualquiera pudiese dar. Al fin y al cabo, todos debían tener una historia por haber llegado hasta The Marchen-. ¿Segura que no quieres algo más?

Bueno... al menos ya la estaba tuteando. 

Cargando editor
04/01/2020, 04:01
Stella Brewster

Dos meses atrás. The Marchen. Fiesta de bienvenida

¿Se había quedado dormido por un momento, en verdad lo había hecho o era algo más? ¡En verdad le estaba tomando el pelo! Eso o... ¿Cómo se supone que debía interpretar el actuar del chico? Stella se estaba haciendo un lío. ¿Acaso era ella lo odiosa, en verdad lo era? Y la respuesta seca de Réaman no hizo más que molestar a Stella una vez más. Encima seguía con aquello de ofrecerle algo más; ¿era amable o un idiota que se estaba burlando?

No —contestó haciendo mucho énfasis en la palabra. Se afincó con un tono bastante frío. Ni siquiera lo miró al responder. Estaba bien, en serio no le molestaba. No pasaba absolutamente nada, no tenía nada por qué molestarse. "Una que intenta ser amable y... ¡Espero que la señora Parfait llegue pronto!".

Cargando editor
04/01/2020, 04:31
Parfait

Dos meses atrás. The Marchen. Fiesta de bienvenida

La conversación parecía ir bastante bien sin ayuda. Parfait bajó después de un rato con una expresión complacida y saltó de uno a otro varias veces para notar la molestia de Stella. Eso le sirvió para hacerse una idea de lo ocurrido.

Perdona la tardanza, Stella. Tu habitación está lista. ¿Necesitas ayuda? Puedo pedirle ayuda a alguien para subir tu equipaje - bajaba despacio.

Luego le sonrió a ambos para agregar - Lo haría yo misma, pero tengo algunos problemas de salud. ¿Qué has traído contigo? Y por cierto, después de que te instales, tendremos una cena especial para darte la bienvenida. No tardo, iré a buscar ayuda - y se dirigió a una sala de estar cercana a la taberna. 

Cargando editor
04/01/2020, 04:45
Stella Brewster

Dos meses atrás. The Marchen. Fiesta de bienvenida

Ver por fin a Parfait hizo que Stella relajase un poco su expresión. No se iba a dignar de mirar de ninguna manera a Réamann. Era cierto que necesitaba un poco de ayuda, pero tampoco quería molestar a nadie más. Estaba cansada, pero ella misma todavía podía cargar su equipaje. Sin embargo, antes de poder decírselo a Parfait, esta ya se había ido para buscar ayuda.

¡Espere, Señora Parfait! ¡No necesito ayuda! —se levantó de un salto y se inclinó un poco para agarrar la maleta con ambas manos. Haciendo un poco de esfuerzo la levantó— ¡Espere! —¡quería huir de Réamann!

Entre sus ganas de irse, el peso, el cansancio y incluso un poco de torpeza, al dar el primer paso su pie tropezó con una tabla de madera un poco levantada. Stella perdió el equilibrio mientras la maleta la halaba hacia abajo. Profirió un pequeño gritito y cerró los ojos, se iba a caer.

Cargando editor
04/01/2020, 04:52
Réamann Lockheart

Dos meses atrás. The Marchen. Fiesta de bienvenida

Réamann continuaba sentado cuando escuchó que Parfait llegaba y veía cómo observaba a ambos. Sabiendo cómo era la hada, el peliblanco no tendría que contar ni aclarar lo sucedido, cosa que no parecía molestarle o agradecer. En realidad continuaba mostrando esa nada desde que Stella le había visto.

Siguió con sus ojos marrón cómo la pelilila se iba y escuchaba a su lado los llamados de la recién llegada para mostrarse autosuficiente. El chico se quedó sentado sin hacer ningún movimiento hasta que vio que Stella se tropezó. Sus ojos por fin reaccionaron abriéndose un poco y se incorporó a gran velocidad para sujetar a la joven por la cintura con su brazo derecho y con el izquierdo mantener el equilibrio para que ninguno de los dos terminase por caer al suelo.

Sin embargo, aquél movimiento veloz y que, por unos breves momentos, el peso de la caída aunado al que proporcionaban las maletas, fue demasiado para el esfuerzo físico de Réamann y provocó que pasados unos segundos el cuerpo del chico comenzara a temblar. Rápidamente intentó hacer que Stella se mantuviese de pie, pero el peliblanco no logró mantenerse equilibrado y cayó con una rodilla mostrando por primera vez algo en su rostro: dolor.

Se llevó una mano libre a su pecho mientras comenzaba a respirar con dificultad mientras mantenía su cabeza gacha, inhalando por la nariz y  exhalando por la boca. Gotas de sudor comenzaron a rodear su rostro mientras se notaba el esfuerzo que hacía para no caer.

-Llama... a Parfait-exclamó Réamann aún con ese hilo sin emociones en su voz; sin embargo, lo único que se podía dejar entrever era el sufrimiento que estaba tratando de controlar.

Cargando editor
04/01/2020, 05:34
Stella Brewster

Dos meses atrás. The Marchen. Fiesta de bienvenida

Stella estaba preparada para el impacto, pero cuando sintió un brazo sostenerla de la cintura abrió los ojos, un poco sorprendida. No se esperaba una reacción así del chico. La sorpresa duró unos segundos. Cuando por fin se proponía a agradecerle, vio que Réamann empezó a comportarse de manera extraña. Stella logró mantenerse en pie, pero él cayó al suelo apoyándose en una rodilla con una expresión muy extraña; la primera expresión que le mostraba a Stella.

La chica dejó caer la maleta al suelo con un ruido sordo. Stella, aún presa del desconcierto, abrió sus manos y vio con algo de pánico el estado del chico. ¿Tan pasada de peso estaba? ¡Claro que no, no era eso! Era... algo más. ¿Qué pasaba con Réamann? Lo había visto estarse sentando y respirando de aquella peculiar manera; ¿quizá sufría de alguna grave enfermedad? Pensar en eso hizo que Stella se sintiese mal por actuar de aquella manera con el extraño chico.

Lo... Lo... Lo siento... ¿Estás bien? No... es claro que no lo estás. Parfait... Parfait... —Stella, con todo su cuerpo tenso, buscó con la mirada al hada. Apenas la encontró miró de nuevo a Réamann y le dijo:— Iré por ella. Perdón... ¡por favor aguanta! —y empezó a correr hacia donde el hada se encontraba, gritando el nombre de Réamann algo alarmada.

Cargando editor
04/01/2020, 05:48
Parfait

Dos meses atrás. The Marchen. Fiesta de bienvenida

Parfait se giró muy alarmada hacia Stella al escucharla que la llamaba con insistencia y cuando se disponía a preguntar el motivo de esto, vio el equipaje en el suelo y a Réamann hincado de rodilla. Se llevó una mano a la boca preocupada y gritó.

- ¡Garlan! ¡Karma! ¡Necesitamos su ayuda rápido! - y así ella también corrió hacia Réamann mirándolo preocupada.

- Santo cielo. La pócima debió haber perdido su efecto - se agachó hasta el joven y le puso una mano en la espalda para luego tratar de sostenerle, de modo que el joven pudiera relajar un poco la tensión. Minutos más tarde, llegó un hombre con todo el porte de ser un caballero de la guardia, junto a una mujer elegante y con una apariencia delicada.

  

- Karma, por favor carga sus piernas - dijo Parfait a la pelirroja -. Y Garlan, cárgalo de los hombros - los dos asintieron sin titubear, mientras la pelirroja cargaba las piernas del joven con firmeza y bastante facilidad y el pelinegro entrelazaba sus manos por debajo de los hombros de Réamann y posándolas sobre su pecho para asegurarlo. Entre los dos, llevaron al joven a su habitación. Réamann podía no ser muy fornido, pero era difícil llevarlo entre una sola persona por su estatura.

Parfait se giró hacia Stella y acarició su cabello con delicadeza - No te preocupes, cariño. Cuidaremos de él. Ahora ve y refréscate que el banquete será en algunas horas - y siguió a quienes se habían llevado a Réamann.


Dos meses atrás. The Marchen. Un día después de la fiesta de bienvenida

El colapso de Réamann parecía haber sido algo delicado, ya que el joven no estuvo trabajando en el bar esa mañana. Por el contrario, se le pidió a otros huéspedes que le cubrieran para que este pudiera descansar. Stella pudo haber sido la más indicada para desempeñar dicha función, pero Parfait insistió que lo que el chico necesitaba era descanso.

Visitó a Stella esa mañana y le encargó una misión especial de llevarle algo a Réamann. El hada sabía que no se habían llevado muy bien de entrada, así que era la oportunidad perfecta para orquestar una pequeña reconciliación. Además, Stella había visto un atisbo de lo que era verdaderamente el peliblanco. Él merecía ser comprendido.

- Gracias por disponer de tu tiempo en esto. Sé que un té con un bocadillo será ideal para su recuperación. Solo dale una oportunidad. Su maldición es... Algo complicada. Pero no soy nadie para revelarte detalles. Es mejor que se lo preguntes directamente - y con un guiño en el ojo, guió a la joven a una habitación en la primera planta para que llevara su encargo.

Lastimosamente, la poción de Réamann no podía ingerirse más de una vez al día, así que el joven debía recurrir a un método no mágico de sanación: el descanso. Debía ser muy frustrante, pero era lo mejor. De lo contrario, sería una carga si no descansaba adecuadamente.

Cargando editor
04/01/2020, 06:12
Stella Brewster

Dos meses atrás. The Marchen. Un día después de la fiesta de bienvenida

Después de lo pasado el día anterior Stella se encontraba bastante preocupada por Réamann. Se sentía culpable por haberlo tratado de una manera tan cortante, pese a que él había hecho lo mismo. Se pasó preguntándose toda la noche si la actitud de Réamann se debía a su maldición. ¿Acaso él era como ella?

La mañana siguiente, sin poner ninguna traba, accedió a llevar algo de comer a Réamann. En parte Stella sentía que era su responsabilidad, así que quería compensarlo.

Frente a la puerta de la habitación Stella se quedó unos cuantos segundos con la bandeja en las manos. Miró a Parfait un par de veces antes de, por fin decidida, tocar un par de veces la puerta, para luego entrar.

Buenos... días, Réamann —dijo Stella, deteniéndose en el marco de la puerta—. ¿Puedo pasar? —si el chico le decía que no Stella entendería.

Cargando editor
04/01/2020, 06:51
Réamann Lockheart

Dos meses atrás. The Marchen. Un día después de la fiesta de bienvenida

Desde que fue llevado a su habitación, la cual estaba ubicada en la misma primera planta de la edificación, parecía que Réamann no estaba en The Marchen, salvo quienes iban a verlo de vez en cuando a visitarle y llevarle la comida y la cena. No había ruido ni movimiento que indicase si alguien dormía ahí. ¿Era normal que hubiese tanto silencio?

Aquella mañana, el peliblanco estaba obligado a descansar, teniendo una larga noche en la que sólo él y los visitantes lidiaban con un dolor que luchaba para que fuese mermando con ese silencio. Alguna vez, Réamann había leído que existían tres tipos de silencios: uno hueco y resonante, lo que recordaba cuando algo faltaba; el segundo era pequeño y sombrío, similar a cuando una conversación callaba para evitar discusiones; y el tercero, el más difícil de detectar, se encontraba sobre el suelo de madera, en el peso de la cama, en los hilos que se mecían por la brisa que entraba por las cortinas de su ventana, algo profundo y ancho que envolvía los dos anteriores. Así era el silencio en esa mañana.

Sin embargo, aquello se dispersó cuando escuchó que llamaron a su puerta, pero no contestó de inmediato. Podrían haber sido solo unos segundos o minutos, pero luego se pudo escuchar su voz a través de la puerta.

-Pasa-se podía oír cansado, aunque eso podría ser debido a que había un trozo de madera estorbando. Cuando Stella entrase, se toparía a Réamann mirando por la ventana mientras sostenía en su mano un libro.

Cargando editor
04/01/2020, 07:03
Stella Brewster

Dos meses atrás. The Marchen. Un día después de la fiesta de bienvenida

Stella tragó saliva y entró con paso firme al cuarto. Ver que Réamann parecía estar mucho mejor que el día anterior le hizo suspirar con alivio. ¿Estaría molesto con ella? Se disculparía, de cualquier forma. 

Buscó con la mirada una mesilla que estuviese cerca de Réamann y, cuando la encontró, puso sobre ella la bandeja.

Ese día Stella se había vestido bastante sencilla. Llevaba su cabello recogido en una cola de caballo y un vestido corto de corte simple color azul. Miró a Réamann un poco preocupada y caminó hasta ponerse al lado de su cama, sin embargo, a una distancia algo prudencial de él; no quería incomodarlo.

Sobre ayer... quería disculparme. No quería que te pasase esto —no haber visto el día anterior a Réamann en la cena de bienvenida le pesó un poco—. ¿Tú...? —¿acaso sería correcto preguntarlo?— ¿Esto se debe a...? —¿sonaría muy grosera si lo hacía? Al fin y al cabo no se conocían, pero... se suponía que en The Marchen todos eran una gran familia, ¿no? Además de que sus maldiciones no afectaban a otros malditos— ¿Es culpa de tu maldición? —preguntó por fin, mirando con seriedad a Réamann.