Partida Rol por web

Cinderella Phenomenon

Efemérides

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05/06/2020, 06:55
Stella Brewster

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Asintió cuando el peliblanco le dijo que si le dolía le avisase, no creía que fuese muy importante... ya que dolía sin que Réamann le hubiese puesto un dedo encima aún.

Sí, es necesario que esté en un cementerio. Después de tantos años, creo saber por qué, aunque aún no estoy muy segura ―Stella cerró por un momento los ojos, sin poder evitar arrugar el rostro por momentos. Algunas lágrimas más se acumularon en sus ojos, y esta vez no fue por sentirse triste.

Cuando el pelinegro terminó de untar el ungüento en la mano de Stella, pudo notar como, poco a poco, la inflamación y las ampollas en la mano de la chica iban reduciéndose. Era poco a poco, pero el efecto era visible. Estaba claro que no era un ungüento cualquiera.

Tienes razón ―contestó Stella a la pregunta de Réamann, sin mirarlo al rostro. Con cuidado, retrajo su mano y se la llevó hasta el regazo. Lucía más aliviada―. Gracias ―le sonrió un poco a Réamann, pero la sonrisa desapareció ante lo que le diría a continuación―. La otra forma de romper la maldición es encontrando el amor verdadero ―y, al decirlo, sus azules ojos se quedaron fijos en los del peliblanco―. Mi maldición... no me permite relacionarme bien con las personas. Tengo prohibido expresar sentimientos de bondad, amistad o amor a cualquier persona... Si lo hiciese, podría causarle la muerte ―en ese momento, volvió a sonreírle al peliblanco.

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05/06/2020, 07:12
Réamann Lockheart

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Al escuchar que debía ser forzosamente que debía estar en un cementerio, Réamann asintió un par de veces mirando por un breve momento las ortigas que ella había arrancado mientras las heridas en la piel de Stella sanaban lentamente. Seguramente aquél remedio debía ser a causa de Parfait y Delora, así como las pociones que él tomaba para poder seguir haciendo actividades cotidianas que requiriesen un mínimo de esfuerzo.

Sin embargo, comprender la verdadera naturaleza de su maldición y el por qué de su renuencia a convivir con otros lo aclaró todo. Sabía que tenía que ver con relacionarse con las personas, pero no a ese nivel y eso explicaba por qué era muy seca y grosera con las personas "normales". Cuando terminó ella de explicar todo, Réamann se levantó usando la lápida como apoyo murmurando algo en voz baja y después le tendió la mano a Stella para ayudarla a levantarse.

-Es demasiado irónico todo esto, ¿no lo crees?-el brillo volvió a su mirada, permitiéndose sonreír levemente de lado-. Nuestras maldiciones se relacionan con el amor y aunque esto signifique que no sea el amor de tu vida, no lo veas como algo malo. El amor es subjetivo, Stella, es caprichoso y ambiguo. Puede que ese ser amado que busques sea algún hijo que logres tener a futuro, otra persona de la que puedas enamorarte, alguna amistad verdadera... o un amor verdadero que deba ser construido y no a primera vista. Ambas opciones pueden sonar imposibles, pero no dudes que podrás obtenerlas algún día y que eso no te impida ser feliz.

Réamann suspiró levemente, relajando su rostro a uno más afable y cariñoso.

-Cada vez que necesites probar una ortiga avísame y si puedo te acompañaré; y no te rindas ante el amor verdadero. Recuerda que un "para siempre" puede durar un instante nada más-no quería alterarla, pero sentía que debía decir aquello. Tal vez ya lo hubiese escuchado de alguien más, pero nada estaba garantizado.

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05/06/2020, 07:25
Stella Brewster

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Stella se levantó con ayuda de Réamann, aunque no tuvo que someterlo a un gran esfuerzo, ya que estaba de rodillas.

¿Irónico? Creo que sí ―ella mantuvo su sonrisa. De verdad era muy irónico, quizá demasiado irónico. ¿No podría ser esa una señal? Todo lo demás que dijo Réamann, cautivó a Stella. No pudo más que quedarse mirándolo fijamente, casi sin respirar. Sintió algo cálido en su pecho a medida que escuchaba sus palabras y, poco a poco, de nuevo empezó a sonreír. Se llevó una mano hecha un puño a los labios, ocultando su pequeña sonrisa. Sus ojos estaban brillando de nuevo. Cuando Réamann terminó de hablar, por alguna razón, Stella empezó a reír. Rió y rió, divertida por algo. Las lágrimas le saltaron de repente, sin que pudiese contenerlas. Tuvo que llevarse la mano que aún sanaba al estómago, sintiendo que le dolía de tanto reírse―. Lo siento, Réamann. No me río de ti ―empezaba a calmarse, pero también se empezaba a ruborizar; ¿le faltaría el aire?―. Es solo que... en verdad es irónico ―al decir eso, no pudo contenerse y rió un poco más, aunque se calmó rápidamente―. Yo... pensé que podrías sentir que estaba decepcionada y que tal vez quería que te alejases. Estaba... pensando decirte algo parecido a lo que me has dicho tú. Solo... Es todo de verdad muy... irónico ―se limpió las lágrimas de nuevo, lágrimas que esta vez habían salido por felicidad. Puede que fuese por el momento, pero Stella se acercó un poco más a Réamann, se puso de puntillas y le dio un beso en la mejilla. Después de eso, volvió a tomar unos pasos de distancia―. No quiero enamorarme de alguien más. A menos de que me hagas algo horrible, no creo que suceda ―aún se limpiaba las lágrimas, sin poder esconder sus ganas de reír―. Aún y si no puedo romper mi maldición, estoy feliz de poder estar con la primera persona que me hizo sentir de esta manera. Aunque un "para siempre" no exista, quiero ayudarte a romper tu maldición. Quiero poder estar contigo hasta que ese "para siempre" dure. Así que procura no morir tan pronto ―y con una sonrisa que nunca le había mostrado a Réamann, una sonrisa sincera, gentil y muy linda, las mejillas de Stella se ruborizaron más―. Gracias, Réamann ―le dijo, desde el fondo de su corazón.

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05/06/2020, 07:55
Réamann Lockheart

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Cuando vio que Stella comenzó a reír de esa manera, Réamann relajó más su sonrisa dejando escapar un leve suspiro aún observándola cómo se comportaba de nuevo. Poco a poco su rostro comenzó a relajarse más, dejando a un lado su porte indiferente y austero e incluso relajando su postura levemente. Verla así le estaba cautivando, dándose cuenta de lo fuerte que había sido todo este tiempo.

-Stella, debido a todo lo que vivido, he aprendido a ver el amor de otra manera. Antes era muy ingenuo y consideraba que el "felices para siempre" existía; pero ahora simplemente sé que es mucho más complejo de lo que parece-cuando le dio el beso en la mejilla, se llevó una mano a esa parte de su cuerpo, desviando su mirada un poco-. Cuando estábamos los dos en la cama, sentí miedo. No quería que te pasara algo por mi culpa o yo sufrir de nuevo, no creo poder tolerar otro corazón roto. Sin embargo, cuando me preguntaste si te odiaría por ser una bruja, me di cuenta que tu también intentabas sobreponerte a tus inseguridades. Y, para que lo sepas, sí te respondí-se acercó a la chica, agachándose para estar a su altura y tomó con suavidad su mentón para por fin hacer algo que él quería desde hace tiempo aunque no se hubiese dado cuenta. Posó con cuidado sus labios sobre los de ella, evitando lastimarla. Después, pasó a besar sus mejillas para limpiar sus lágrimas para después mostrar unos ojos brillantes por la sonrisa que ella le acaba de brindar-. No puedo y no quiero odiarte... creo que también es irónico que me atraigan las brujas.

Réamann soltó una leve risa, pequeña, sigilosa. Podría haberse hecho pasar por un pequeño gemido, pero no había sido el caso.

-Mantengo mi promesa de querer ayudarte, así que permíteme estar a tu lado hasta que el tiempo lo permita y busquemos juntos liberarnos de esto-puso su frente sobre la de ella y suspiró-. Sé que no es idóneo hacerlo en un cementerio, pero... Stella, me gustas, y estoy seguro que siento algo muy fuerte por ti. ¿Quieres ser mi novia?

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05/06/2020, 08:10
Stella Brewster

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Ambos habían sido un poco tontos, aunque no se arrepentía de cómo había sucedido todo. Ella tenía una idea de lo que Réamann podría creer sobre el amor. Desde que había escuchado lo de su prometida, Stella veía inalcanzable el día en que pudiese decirle lo que sentía al peliblanco. Existían muchas posibilidades, que él la rechazase por miedo a ser herido, o que la rechazase porque había perdido la fe en el amor... O que simplemente no le gustase. Sin embargo, todo había pasado de esa manera y ella no se arrepentía.

¿Me respondiste...? ―no tuvo demasiado tiempo para avergonzarse, o pensar en qué pudo haberle dicho Réamann. Los labios del chico se juntaron con los de ella y, antes de poder darse cuenta, sus ojos se habían cerrado. Sintió los besos del chico en sus mejillas... Sentía algo en el pecho demasiado sobrecogedor como para describirlo en una palabra. Nunca se había sentido de esa manera y, más que estar avergonzada, se sentía feliz. La mano izquierda de Stella fue a reposar en la mejilla de Réamann, mientras abría sus ojos. Se sentía más segura al escuchar esas palabras de Réamann.

Aunque yo soy una bruja buena.

Stella no podía dejar de sonreír. Cerró sus ojos al sentir la frente del peliblanco contra la suya y acarició su mejilla. Rió un poco cuando mencionó el lugar en donde estaban, por un momento llegó a olvidarse de eso. 

Después de la proposición de Réamann solo había una respuesta posible, ¿no?

Eso me haría muy feliz, acepto ―Stella rió un poco, recordando algo, y agregó:―. No olvides tu promesa de llevarme a comer.

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08/06/2020, 00:21
Réamann Lockheart

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Réamann también había cerrado los ojos para dejarse llevar por el momento y disfrutar de este sentimiento que había creído imposible de alcanzar otra vez. Comenzaba a sospechar que Parfait debió hacer cosas entre ellos y más por el comentario que había soltado, pero no era algo que le fuese a quitar el sueño. Lo único que pensaba era que entre ambos se ayudarían con la maldición. Tal vez no sería el amor verdadero de la pelinegra, pero podría hacerle compañía en su búsqueda de las ortigas y estar ahí como apoyo moral aunque fuese nada más eso.

-Claro, deja que me recupere e iremos a comer-se alejó de Stella y permitió que una brisa rebelde le despeinara un poco. Se dio cuenta que necesitaba refrescarse, estaba sintiendo un poco de calor-. ¿Quieres volver? Parfait debe estar inquieta... o querrá que tardemos, no lo se, pero debemos cumplir nuestras tareas en la taberna. 

Dio un paso al frente y estiró su mano esperando a que la chica la tomase. Era extraño todo esto, pero lo disfrutaba. 

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08/06/2020, 00:31
Stella Brewster

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Cuando Réamann se alejó de ella, Stella se sintió algo insatisfecha. No le hubiese molestado estar así un poco más, pero tampoco se lo diría. Como Réamann, no fue consciente hasta ese momento del calor que tenía hasta ese momento. El rubor no bajaba de sus mejillas, aunque no se sentía precisamente avergonzada.

Creo... que tienes razón ―Stella rió un poco, aunque también se avergonzó, al hacerse la idea de que Parfait en verdad estuviese esperando que llegasen tarde y... Terminó por suspirar.

Cuando se preparaba para caminar, vio cómo Réamann le extendía la mano. No podía decir que no lo esperaba. Sin embargo... Sintiendo un cosquilleo en su estómago. Tomó la mano de Réamann y la apretó con cariño. 

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10/06/2020, 01:48
Réamann Lockheart

Primera semana de novios. Detalles a conocer.

Conforme pasaba el tiempo en el que Stella y Réamann se conocían luego de comenzar una relación, la pelinegra podría haber notado algunas cosas en el comportamiento del joven ya que éste era más abierto a ella y comenzó a ser más fácil de leer.... en la medida de lo posible.

*Lo primero es que en privado, Réamann era mucho más expresivo sin llegar a los extremos de la borrachera o cuando descubrió su hoja.
*No tenía una comida favorita en sí, comiendo y bebiendo de todo... a excepción de la hidromiel, la cual no la bebió en esa semana. Si ella preguntaba, él diría que solo era para ocasiones especiales. Antes bebía más seguido, pero optó por no hacerlo de momento.
*Aunque su ropa era algo deteriorada, siempre era impecable.
*A veces se le podía ver en las noches mirar cómo Julien y Garlan entrenaban, notándose una añoranza extraña en su mirada y revelando, en la teoría, que él sabía bastante del tema. No poseía la misma experiencia que esos dos caballeros, pero daba la sensación de que podría darles guerra si se lo hubiese propuesto.
*El comportamiento indiferente y frío era prácticamente con todos, dejando a un lado ciertos detalles que evidenciaba más trato ameno con los más veteranos como Karma y Waltz.
*Si llegaba a ir al pueblo, era muy rehuyente a convivir y dedicarse a hacer sus obligaciones y ya, evitando mirar directamente a la guardia que llegara a pasar y a ciertas zonas del sitio.
*Si sentía que su presencia no era necesaria, él se retiraba en silencio sin decir nada.
*Una vez a punto de irse a dormir, dijo que ya tenía tiempo de no tener pesadillas. No ha dicho de qué son y no se ha visto que padezca de ellas, salvo que sea bueno fingiendo.
*No es bueno cocinando, pero tampoco malo. No es que le quede mala la comida, pero prefiere la rapidez y eficiencia cuando se trata de comer.
*Se ha disculpado una que otra vez con Stella por su actitud frente a todos, aclarándole que no es personal ni nada por el estilo.
*Hijo único y huérfano, no le queda nadie vivo de su familia.
*No ha revelado el nombre del quien fue su amigo traidor, aunque si ella preguntó le habría dicho. Pero de su boca y por propia iniciativa, no.
*Jamás se le ha visto enojado o iracundo, salvo aquella vez que él le reclamó por sentir que ella menospreció su maldición.
*En alguna oportunidad, Réamann le contó a Stella que en Caefall llegó una casa donde vivían... la antigua pareja de Phoisa y su hija pequeña. Evidentemente no podría entrar en detalles por su maldición, pero sí que aquél hombre era un brujo que fue maldecido por Hildyr a morir como un humano normal por petición de su antigua prometida. Tanto él como la niña les ayudaron a llegar hacia donde estaban los demás. Esa misma noche que le contó aquello, el peliblanco se quejó de un leve dolor en su pecho, pero no fue para ponerlo en peligro.
*Extraña la orden, pero duda volver si se recupera de su maldición. No ha pensado aún qué haría porque era un futuro que veía inalcanzable. 

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10/06/2020, 02:05
Stella Brewster

Primera semana de novios. Detalles a conocer.

Después de que comenzasen su relación formalmente, Stella fue mucho más abierta con Réamann. Día tras día se fue acostumbrando a la nueva relación que ambos tenían. Cada vez se avergonzaba menos de abrazarlo, hasta llegar al punto de abrazarlo sin avergonzarse (al menos en privado), aunque aún se mostraba tímida con respecto a todo lo demás. Además, en esos días, Réamann notó algunas cosas que, si bien había podido haber sospechado, ahora las podía confirmar de primera mano.

  1. Stella era una chica madura en muchos aspectos; sabía cocinar, remendar y hacer todas las labores del hogar. Realizaba todo esto de forma eficiente y con una gran maestría.
  2. También advirtió que, emocionalmente, en algunos aspectos la chica era sumamente inmadura. En ocasiones puntuales solía reaccionar como una adolescente o niña lo haría, sobre todo cuando se trataba de romance o cuando estaba bajo mucha presión (como lo que sucedió en Caefall).
  3. A Stella le gustaba leer y escribir (aunque no podía hacerlo con mucha fluidez y cometía muchos errores). Su nivel de educación no era alto, por lo mismo, no comprendía muy bien cosas demasiado complicadas.
  4. Le gustaba ir al pueblo, pero procuraba no estar en lugares llenos de personas. También procuraba no tener que cruzar palabras o miradas con nadie que no conociera. En la calle era tan fría que nadie nunca llegaría a pensar que Stella podría siquiera sonreír.
  5. Le contó a Réamann que tenía a su padre vivo, así como a dos hermanos. Pero que no los veía desde que escapó de casa. En Caefall, sin embargo, pudo ver a uno de sus hermanos, aunque lo perdió de vista poco después. Le contó que la andaban buscando. No mencionó nada de su madre, a menos de que el peliblanco preguntase.
  6. Stella podía llegar a ser sumamente despistada, podía llegar a ser un lado tierno de ella. Sin embargo, cuando se enfadaba... Sí, lo mejor era no hacerla enfadar.
  7. Su familia tenía una taberna. Por eso es que la pelinegra puede manejarse tan bien en The Marchen.
  8. Solía vestir prendas bonitas y sencillas. Se notaba que su familia no había sido rica, pero había vivido de forma cómoda.
  9. Algunas mañanas, no era raro ver a Stella sentada en una mesa de The Marchen con su mirada fija al cielo a través de la ventana, probablemente pensando.
  10. Desde que habían comenzado a ser novios, Stella únicamente se recogía el cabello para cocinar. La mayoría del tiempo solía dejárselo suelto.
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12/07/2020, 17:18
Stella Brewster

Angielle. Dos semanas después del incidente en Caefall.

Después de que el príncipe Rod les encomendase aquella misión y todos eligieran la bonita ropa que usarían en la fiesta, Fiorella y Stella se embarcaron en la aventura de ir a comprar lo necesario para preparar el almuerzo. Normalmente esa era una tarea que Stella no disfrutaba sola, por eso la mayoría del tiempo prefería que alguien más lo hiciese. Sin embargo, esta vez era distinto. Ella nunca había salido así con otra chica, no en su etapa adolescente/casi adulta, por lo que todo eso era una nueva aventura para ella.

En la calle Stella se comportaba fría e indiferente, odiosa incluso, con todos los que se les atravesaban. Recordaba mucho a la forma en que trataba a los guardias de The Marchen, o a la chica que la ayudaba en la cocina. Esa forma de comportarse distaba mucho de cómo lo hacía con sus compañeros maldecidos. A pesar de estar en guardia, cuando se dirigía a Fiorella era extraño ver cómo volvía a comportarse amable. ¿Quizá era bipolar?

¡Es genial que quisieras venir conmigo! ¿Esto es lo que podría llamarse un momento solo de chicas?

Notas de juego

Listo el efemérides :D.

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31/08/2020, 06:06
Narradora

Angielle. Hospital. Después de la fiesta

Parfait se te había acercado a advertirte que fueras con cuidado y, antes de que salieras, se aseguró de cambiar el glamour que tenías, para cambiar tu apariencia nuevamente. Con un "Ten cuidado", te vio partir como si de una madre se tratara. Y así, te observó caminar hasta que cruzaste la barrera de la taberna.

Solo restaba seguir la dirección de la tarjeta y cuando miraste dónde estabas para tomar rumbo, notaste que te encontrabas en el lugar de la fiesta. Al parecer, los sirvientes estaban limpiando el lugar y recogiendo. ¿Quién diría que estaría todo tan pacífico después de lo que acababa de suceder?

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02/09/2020, 19:19
Narradora

Angielle. The Marchen. Al día siguiente de la fiesta

Con todo lo que había sucedido, era más que natural que quisieras hablar con Delora. Por fortuna, Delora aún no había regresado al castillo, así que podías hablar con ella de manera normal.

La bruja tenía un ritual mañanero muy marcado y era que cuando empezaba el día, ella desayunaba y tras esto, se quedaba en la taberna disfrutando de una espumosa taza de chocolate. Esta solía decir que el chocolate borra las preocupaciones, así que se tomaba su tiempo. Y esa mañana no fue la excepción. Tras terminar tu labor en la cocina, ella seguía allí con un taza a la mitad, por lo que tendrías suficiente tiempo para hablar con ella.

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02/09/2020, 19:25
Stella Brewster

Angielle. The Marchen. Al día siguiente de la fiesta

Aquella noche Stella durmió algo intranquila. Todo lo que había pasado en la fiesta la mortificaba un poco. Aunque no lo había demostrado en la reunión, estaba algo preocupada por lo que podía haber sucedido entre Phoisa y Réamann, irónicamente, mucho más de la razón por la cual esa bruja la buscaba a ella. Y es que la raíz de su preocupación no eran los celos. De cierta forma, le preocupaba saber por qué había aparecido otra hoja en la pulsera de Réamann. Conociendo su maldición, solo había una forma de que esto sucediera. ¿Acaso Réamann aún seguía...? No, pero era imposible, ¿verdad? Phoisa le había hecho cosas horribles. Confiaba plenamente en él, pero no podía dejar de sentirse inquieta por algo. Además, estaba el asunto de que Réamann estuviese ahora un paso de romper su maldición; de hecho, eso era lo que más la inquietaba. Gran parte de ella, casi todo lo que la conformaba, estaba feliz de ello. Sin embargo, una muy pequeña parte de ella, la más egoísta, se sentía ansiosa y triste. Si Réamann rompía su maldición antes que ella... Pero era algo que ambos sabían que podía suceder desde un principio, ¿no? No tenía caso lamentarse.

Así, entre uno y otro pensamiento, Stella se pasó dando vueltas en la cama, observando el hermoso cielo nocturno a través de la ventana.

La mañana siguiente despertó más tranquila, aunque aún sentía cosquillitas en su estómago al pensar sobre todo lo que la noche anterior la había atormentado. Sin embargo, eso no la perturbó de más. Al bajar de su habitación era la misma Stella de siempre. Era tan ácida como siempre con Annice, y tan amigable con los demás. Nadie sospecharía de los hándicaps internos que la pelinegra tenía.

Si había algo que la había ayudado a despejarse un poco esa mañana, era la idea de hablar con Delora. Hasta ese día, a pesar de todo lo que la admiraba, nunca se había atrevido a hablar directamente a solas con ella. Nunca había querido molestarla. Además, le daba algo de vergüenza hablar con ella. Sin embargo, ese día todo acabaría. Luego de haber visto día tras día los hábitos de Delora, esa mañana se decidió a preparar un delicioso pastel lo suficientemente suave como para comerlo en la mañana con café o chocolate. No sabía con certeza si le gustaría a Delora, pero estaba apostando una de sus mejores recetas a ello. Una vez se cercioró de que Delora aún seguía allí, Stella se quitó el delantal y tomó una bandeja con el trozo de pastel y una taza con café. Después de tomar la valentía suficiente, se acercó a la bruja.

Señora... Delora, ¿cómo está? Yo... Bueno... ―Stella no podía evitar que los ojos le brillaran al tener a su ídolo al frente― Le traje algo de pastel. No sé si quiera... bueno... probarlo.

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02/09/2020, 20:21
Delora

Angielle. The Marchen. Al día siguiente de la fiesta

La bruja parecía mirar la ventana un tanto preocupada, así que no se dio cuenta al instante que le hablabas a ella. Apenas te notó, se giró hacia ti un tanto sorprendida y te escuchó sin siquiera interrumpirte. Miró el pastel y luego se volvió a girar hacia ti con una sonrisa sutil, pero un gesto habitual en Delora.

- Seguro. Se ve muy bien - y con un gesto de la mano, te indica que te sientes frente a ella. Miraba en ocasiones el pastel expectante, pero también a ti. Tras dar un sorbo a su taza de chocolate, te miró con una sonrisa un tanto traviesa.

- Hay algo que te preocupa. Dime, ¿puedo ayudarte con algo? - y aunque lo decía con las mejores intenciones, su tono mostraba que estaba viendo algo en ti, tal vez se estaba imaginando algo que nada tenía que ver, pero incluso así no dijo nada y solo esperó.

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02/09/2020, 20:34
Stella Brewster

Angielle. The Marchen. Al día siguiente de la fiesta

Cuando Delora le sonrió a Stella y dijo aquello sobre su pastel, la chica no pudo evitar sonreír con ilusión. No tardó nada en sentarse frente a ella, no sin antes servirle el plato con el pastel justo al lado de su taza de chocolate. Luego de eso, se sentó y se sirvió a ella misma el café, dejando la bandeja de lado.

¡Bingooooo! Delora lo había hecho. ¿La experiencia, quizá? Sea como fuese, había visto a través de Stella, y eso la había sorprendido un poco. Jugó nerviosamente con la oreja de su taza, antes de dar un pequeño trago al café. Estaba muy emocionada de poder hablar con Delora, pero que viese a través de ella tan rápido hizo que la sonrisa de Stella se tornase algo triste, desvelando parte de su preocupación.

¿Las brujas de verdad nos odian tanto? He escuchado la historia de lo que les hicieron en el pasado. ¿Por qué decidió rebelarse a las brujas malas, señora Delora?

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03/09/2020, 05:49
Delora

Angielle. The Marchen. Al día siguiente de la fiesta

Cuando te sentaste y colocaste el pastel junto a su chocolate, Delora sonrió y agradeció el gesto. Esperó a que te acomodaras para luego cortar un trozo de pastel con delicadeza y llevárselo a la boca con gesto elegante. Te miró sorprendida - Está delicioso. Muchas gracias - para ser una  mujer de comportamiento bastante áspero, parecía tener cierta debilidad por el dulce.

Degustaba con bastante gana el pastel mientras te miraba y esperó tu contestación. Apenas las recibió, pudiste ver que el entusiasmo que mostraba antes se había ido. Se detuvo, bajó el tenedor que estaba utilizando y bajó la mirada a su vez. Al parecer, aquello que habías mencionado había resultado ser un tema un tanto delicado para ella.

Suspiró profundamente y te miró con cierta calidez en sus ojos, a pesar de una profunda tristeza para sonreír un poco - Supongo que es más que natural que te preguntes esas cosas cuando tan poco sabes sobre tu propio origen. Sí que nos odian, pero no siempre fue así - tomó la taza de chocolate y le dio un par de vueltas antes de comenzar.

- Hildyr no solo era la reina de Angielle, sino que era la portadora del cristal Tenebrarum, aquel del cual deriva toda nuestra magia. Hildyr y Parfait trabajaban de la mano para mantener el equilibrio, pero por culpa de los cuentos de hadas de Hans, los humanos empezaron a cazar brujas por temor. Mataron a miles y aunque tanto Hildyr como Hans trataron de frenarlo, ya no había nada que hacer. Hildyr enloqueció presa del dolor y el sufrimiento de los asesinados y rompió el tabú. El cristal se alimenta de energía negativa, así que eso le dio el poder que necesitaba para revelarse y arremeter contra los humanos. Fueron muchas las brujas que enloquecieron a la par también presas del dolor, pero quienes logramos luchar contra eso, fuimos declaradas traidoras. Al igual que tu madre - y por primera vez, te había vuelto a mirar -. Nos odian por no ser como ellas y... - sus manos temblaban, pero su faz no mostraba debilidad, era más firmeza y enojo lo que tenía. Al parecer, un recuerdo difícil.

- Y Hildyr mató a mi hija por no unírmele. Una inocente brujita con potencial. Por ella es que no me uní a Hildyr -.

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03/09/2020, 06:10
Réamann Lockheart

A las afueras de The Marchen. Dos días después de los eventos en Angielle.

Esa noche, Réamann había ido directamente a dormir porque era consciente que necesitaba descanso, simplemente llegó y se acomodó en su cama siendo recibido rápidamente por los brazos de Morfeo sin que quisiera negarse. Cuando despertó, el tono de la luz del sol que entraba por la ventana y el ángulo de la sombra le indicaron que era bastante tarde, pasaba del mediodía. Con bastante pereza y cansancio acompañados con su dolor habitual del pecho, se incorporó para comenzar su rutina pensando en cambiar de lugar las pócimas para no tener que ir al armario.

Completamente despeinado y desarreglado con ese traje elegante arrugado, mal acomodado en donde se veía parte de su piel y un aire extraño de vagabundo rico, caminó a su reserva para beber una justo cuando escuchó que tocaron la puerta. Terminó de ingerirla y sonrió porque se imaginaba quién podría ser, imaginándosela espiando a través de la puerta para escuchar si se había levantado. Le dijo que podía entrar, estirando su espalda y adoptando una posición más erguida porque la poción estaba surtiendo efecto y ahí fue que, efectivmente, entraba Stella con una bandeja de comida.

Réamann no se resistió, era mucha el hambre que tenía y la invitó a sentarse en su cama para que ella se quedase con él, aunque no sabía si ella comería con él o no.  Conversaron sobre cómo cada uno había descansado y, debido a la premura del tiempo, el peliblanco le comentó que querría hablar con ella sobre algunas cosas, acordando hacerlo al día siguiente.

"Te debo una comida. Puede que no podamos ir a comer al pueblo por un tiempo, pero podríamos improvisar algo".

Así, cada quien hizo sus tareas respectivas. El peliblanco esperó al día siguiente, avisando a Parfait dónde estarían para evitar algún susto innecesario y cuando él entró en la cocina... se evidenció lo malo que era cocinando, Podía preparar frutas y verduras con buena destreza y seguir indicaciones; pero al momento de usar el fuego... se notaba que estaba entrenado para sobrevivir, no para una vida enteramente hogareña. 

Cuando todo estuviese listo, partiría junto a Stella a un pequeño prado donde se podía ver la taberna, pero con la distancia prudencial de tener una buena conversación sin que alguien escuchara. A comparación de aquella noche en la fiesta, Réamann lucía bastante fresco, sin rastro del cansancio extremo al que fue sometido. ¿Todo eso era únicamente por el brebaje?

-¿Te sientes bien?-preguntó volteando a verla, esperaba que un poco de aire le ayudase.

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03/09/2020, 06:31
Stella Brewster

A las afueras de The Marchen. Dos días después de los eventos en Angielle.

Aquella noche de la fiesta, aunque Stella tenía ganas de hablar con Réamann, notó que no era el momento indicado ni para quedarse con él esa noche. Por lo mismo, luego de terminar de hacer las labores de limpieza, subió a su habitación, se cambió y se entregó a los brazos de una noche en la que no haría más que dar vueltas en la cama hasta dormirse por fin.

La mañana siguiente, luego de prepararse y hacer las tareas matutinas, estuvo pendiente de Réamann desde temprano. De tanto en tanto escuchaba a través puerta para saber si el chico estaba despierto. Sin embargo, cada vez que se encontraba con que no era así, se devolvía por donde había venido. Así fue, al menos hasta poco después del mediodía, donde se decidió a llevarle el almuerzo y dejarlo en su mesita de noche por si aún no se había levantado. Escuchar movimiento dentro de su cuarto le hizo saber que Réamann ya se encontraba trasteando. Después de tocar, entró un poco animada luego de que Réamann le diese permiso. Siempre verlo bien era un alivio, y ese día no sería la excepción. Lo observó comer mientras se sentaba en su cama y conversaba con él. Cuando le mencionó que quería hablar con ella, Stella se dejó ver algo nerviosa, pero aceptó sin problemas. Así pues, pasó un día.

Lo estoy, ¿por qué no lo estaría? ―contestó Stella, un poco a la defensiva. La verdad es que estaba un poco nerviosa, pero a la vez emocionada por poder salir con Réamann así. De hecho, ese día se había acicalado. Y, por supuesto, también se había dejado el cabello suelto― ¿Tú cómo te sientes? ¿De verdad es seguro de que salgas de la taberna tan pronto? ¿No necesitas descansar un poco más?

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03/09/2020, 06:44
Stella Brewster

Angielle. The Marchen. Al día siguiente de la fiesta

¡El pastel había sido todo un éxito! No se esperaba que Delora siquiera le agradeciese, eso la alegraba mucho. Incapaz de poder ocultar su alegría, se ruborizó un poco. Siempre era agradable ver que alguien disfrutase de lo que hacías. Para Stella en ese momento, sin embargo, era el doble de agradable... ¡quien lo estaba disfrutando era Delora! De cierta forma, le hacía gracia ver que tenía debilidad por lo dulce. Aunque bueno, ante los ojos de Stella, eso solo hacía más genial a Delora.

No obstante, aunque sabía que había tocado un tema delicado, no sabía que podría entristecer tanto a Delora. Por un momento, se arrepintió de preguntarlo. Sin embargo, ver que no la había enfadado o algo así hizo que no retrocediese. Al fin y al cabo, era como la bruja decía: ella quería saber de dónde venía.

Escuchar toda la historia de nuevo, aunque ahora del lado de las brujas, le dio una perspectiva diferente de todo a Stella. Los humanos le habían hecho mucho daño a las brujas. Se llevó una mano al pecho al pensar en eso. Podía entender parte de su dolor. Sin embargo, ella había sido maldecida por algo de lo que no tenía culpa. No podía perdonárselos. Además, cuando saltó la mención de su madre, Stella dio un pequeño respingo. Ya lo había escuchado de Parfait, incluso a más detalle, pero no podía dejar de sorprenderse al escucharlo. Aunque, más que sorpresa, quizá sentía alivio. Su madre era una de las brujas buenas, una de aquellas brujas geniales como Delora, y ella era su hija... ¿Cómo era su madre? ¿Quizá se parecía a Delora, o era tan dulce como Parfait? No tuvo tiempo para pensar en ello, ya que cuando escuchó lo que le había sucedido a la hija de Delora, se quedó completamente paralizada.

La noche anterior Parfait había hablado sobre ese tema. Stella se había sentido perturbada ante eso. Sin embargo, no conocía el pasado de Delora. Saber que ella había tenido una bruja y había sido de aquellas que habían pagado el precio por rebelarse... Se sintió triste.

Stella soltó la taza de café y entrelazó sus manos. Delora había pasado por tanto...

Siento haber tocado un tema tan delicado, señora Delora. Por un momento creí que yo podría sentir empatía por las brujas malas, pero es imposible ―negó con la cabeza―. Han hecho cosas horribles que no pueden justificarse. Su hija no se merecía eso... ¿Por qué usar la magia con esos fines? La magia es hermosa. No puedo entender por qué alguien disfrutaría usarla para hacer el mal. Me entristece...

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03/09/2020, 05:33
Hogward Malthael
Sólo para el director

Angielle. Hospital. Después de la fiesta

Hogward salió del The Marchen con un portazo. Estaba irritado. ¿Por que tenía que pasar por todo eso? Uno pensaría que al estar mas cerca de acabar con su maldición se alegraría, sin embargo, era todo lo contrario. El peliblanco no quería admitirlo, pero había ayudado a Lara sin pensar en algún beneficio y eso le irritaba. Sentía que la bruja que lo maldijo ganaba y eso no le gustaba para nada.

Pero lo peor de todo es que si la maldición se había acortado por ayudar a Lara, las cosas se ponían peor. Si la para resolver la maldición tenia que ayudar sin esperar nada a cambio le iba a ser imposible. ¿No era deshacerse de la maldición algo por lo que ayudar? Hogward sentía que lo habían puesto en un encerrona.

Mientras mascullaba para sus adentros, Hogward se dirigió hacía donde decía la tarjeta hasta llegar a la clínica donde se suponía que estaría Lara.