Partida Rol por web

Cinderella Phenomenon

Efemérides

Cargando editor
01/06/2020, 04:20
Stella Brewster

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

Ahora estaba segura de su victoria, aunque, muy en el fondo, en verdad no quería ganar... no tan rápido. El alcohol poco a poco le subía más a la cabeza; la chica ya se empezaba a marear un poco más. Sintió la frente de Réamann contra la suya y abrió los ojos.

¿Te das por vencido, o quieres otro? ―Stella volvió a sonreír con picardía, hipeando a cada tanto. Pero el peliblanco actuaba extraño y empezaba a murmurar algo ininteligible. Stella por un momento se preguntó si se había pasado un poco. Sin embargo, fue entonces que escuchó las palabras de Réamann. Por el alcohol, su aletargada mente tardó en procesar unos momentos eso. Segundos después, asintió un poco― Seguro. ¿Quieres otro para estar seguro?

Cargando editor
01/06/2020, 04:35
Réamann Lockheart

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

La repuesta de Stella provocó otra pequeña risa en Réamann, quien ahora sí se movió y agitó sus cabellos para alzarse un poco y tocar su punta de la nariz con la de la chica.

-Me gustaría otro, de ser posible-volvió a reír y cerró los ojos sonriendo-. Supongo que solo tengo que aceptarlo. No se manda en esas cosas... aunque al final puedas salir lastimado- el peliblanco volvió a abrir sus párpados y ya había olvidado por qué estaba en esa posición y que quería evitar que Stella bebiese de más. Lo estaba disfrutando y de cierta manera eso lo hacía sentir culpable. 

Por fin, apretó de nuevo sus manos para recuperar la firmeza que ya no era la misma de antes, pero ahí estaba tratando de apoyarle en lo que fuera hacer. Fue entonces que besó la frente de la chica y dejó ahí su boca, dejándose llevar por algo que creía que no volvería a sentir.

Cargando editor
01/06/2020, 04:51
Stella Brewster

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

¡Muy cerca, demasiado cerca! Eso era lo que pensaba Stella al ver que sus narices se estaban tocando. Esto, claro, la tomó desprevenida, ya que era ella quien llevaba la iniciativa de aquel "juego". No pudo sino mirarle con los ojos bien abiertos, ruborizada hasta las orejas y sin poder terminar de hacer que su boca escupiese una palabra. Así se quedó, sin saber muy bien qué hacer ahora. Mucho menos cuando sintió que Réamann le besaba la frente. ¡Ay, Dios! ¿¡C-cómo se suponía que...!? Aún estando borracha, era capaz de avergonzarse hasta ese punto... o no.

Creí que yo debía darte el beso ―la chica cerró sus ojos, el alcohol le hacía ignorar en gran medida la gravedad de todo lo que estaba pasando. Sí, podía relajarse, como si fuese uno de sus sueños―. Aunque no me molestaría estar así... Hip... Tampoco si me abrazaras. De esa forma me detendrí... Hip... Aunque aún puedes darme más hidromiel.

Cargando editor
01/06/2020, 05:32
Réamann Lockheart

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

-Y aún puedes seguir con el beso. Recuerda que acepté el otro-comentó Réamann aún con sus labios posando levemente en la frente de Stella, aunque luego se separó para tomar distancia así como habían iniciado aquél reto y luego resopló en una suave risa-. Decídete, ¿un beso o un abrazo? Puedo aceptar ambos, pero eso no quiere decir que te siga dando hidromiel. Yo tampoco lo voy a beber ya, así que es justo que tu tampoco.

Definitivamente se estaba dejando llevar por el momento, con sus mejillas aún rojas por el alcohol y el aire juvenil que revelaba su edad aunque a momentos del día se viese más grande debido a su postura o el cansancio para evitar algún ataque mientras trabajase en The Marchen. Al menos no había nadie más observando; además, Garlan y Jurien debían seguir ocupados por ahí. 

-¿Qué dices? Mi reto aún está en pie.

Cargando editor
01/06/2020, 05:40
Stella Brewster

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

La pelinegra, sin lugar a dudas, también se estaba dejando llevar por el momento, sin freno alguno. Era poco probable que sobria (y eso iba para Réamann también), pudiese ser tan lanzada en circunstancias normales. Pero ahí estaba, frente a frente a Réamann, a punto de pedirle algo que de verdad quería.

¿Qué tiene eso de justo? Tú eres el que... Hip... termina ganando. Pero está bien, acepto, te daré ambos. Aunque... Hip... luego tendrás que compensármelo llevándome a... Hip... Hip... comer algo en el... Hip... pueblo ―la chica abrió sus ojos y, con una pequeña sonrisa, volvió a darle un beso en la mejilla a Réamann―. Ahora... Hip... mi abraz... ―no pudo terminar la frase, bostezó―... zo.

Cargando editor
01/06/2020, 05:53
Réamann Lockheart

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

-¡Oye! Tu fuiste la que pidió el abrazo-Réamann se soltó a reír agachándose un poco para luego asentir a su petición-.D-de acuerdo, te llevaré a comer cuando me sienta mejor. No creo aguantar en estos días caminar hasta allá.

Seguía riendo, sintiendo un calosfrío cuando ella volvió a besarle y también como si algo le quemara por dentro. ¿Podía permitirse este juego? El peliblanco era consciente que el alcohol inhibía gran parte de sus decisiones y actitudes, portándose de manera similar cuando aún estaba sano. ¿Debería beber más seguido? Río un poco sabiendo que no lo haría, no lo necesitaba. 

Después, procedió a caminar rodeando la barra para estar de nuevo al lado de la chica y abrazarla. El peliblanco era demasiado alto, por lo que la cabeza de ella le llegaba a la altura de su pecho y si se acomodaba bien, podría escuchar los latidos rápidos del joven que la rodeaba con cuidado, un brazo rodeando su espalda hasta parte de su cuello y el otro un poco más abajo. Una mezcla de emociones invadía al mesero que experimentaba dolor, alivio y alegría. Era consciente que estando sobrio jamás habría hecho algo así, pero no se arrepentía de nada.

-¿Quieres ir a tu cuarto? Quisiera acompañarte, pero no creo poder subir las escaleras...-si lo hiciera, tendría que dormirse en el piso porque ya no podía bajar... y no porque no quisiera quedarse con ella, cosa que sí quería. Su cuerpo quedaría débil y antes de que se recuperase caería dormido-. Y no quisiera que te durmieras aquí. Aunque...-tuvo una idea y parpadeó-. Si quieres duerme en mi cuarto, yo puedo recostarme en alguna de las mesas. No sería la primera vez que me duermo así, pero como tu gustes.

Y seguía sin soltarla.

Cargando editor
01/06/2020, 06:06
Stella Brewster

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

Es una promesa ―le dijo con algo de severidad; pobre, como si horas después no fuese a olvidarse de ello.

Cuando Réamann le soltó las manos, lo siguió con la mirada hasta que el chico estuvo frente a él. Sentada aún, tuvo que subir la mirada para ver la suya. ―Eres realmente alto... ―aunque, inmediatamente, se levantó y abrazó a Réamann de un salto. Apoyó su cabeza en el pecho del chico, lucía tan cómoda que parecía y se podría dormir en cualquier instante. Con uno de sus brazos rodeó al peliblanco, sin embargo, llevó su mano libre hacia el pecho del chico y cerró sus ojos― Tu corazón... late. Puedo escucharlo ―sonrió sola y así se quedó, hasta que Réamann habló.

¿Dormir en una... Hip... mesa? ―la chica no parecía tan a gusto con la idea― Duerme conmigo. Aún sigues... recuperándote ―la chica cada vez hablaba más pastoso.

Cargando editor
03/06/2020, 22:56
Réamann Lockheart

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

Sentir el abrazo de Stella y lo cómoda que se veía en él provocó que el chico cerrase sus ojos por unos momentos, pensando que si no hubiese sido maldecido jamás la habría conocido; además, de estar soltero era probable que ella rehuyera de él debido a que, aunque no sabía cómo era, la maldición de la pelinegra afectaba a terceros y por el glamour ella tendría otra apariencia que le permitiese escabulirse. ¿La habría notado en primer lugar? Y no solo eso, Parfait y Delora le dijeron que había sido afortunado de seguir con vida... ¿Qué le habría pasado a su amigo?

-Claro que late, imagina si no-Réamann rió un poco y entonces ella rechazó la idea de que durmiese en una mesa, proponiéndole dormir juntos. El peliblanco jamás tuvo un atrevimiento tal antes, ni siquiera con su ex-prometida e imaginar hacer eso fuera del matrimonio y menos sin ser pareja hizo que retuviese su respiración por unos momentos. Sabía que si se negaba ella continuaría de terca y... no necesariamente debían compartir el lecho-. ... C-claro. Si quieres eso entonces debería ser en mi habitación.

Entrar cuando una mujer estaba despierta en su cuarto era una cosa, otra era llevarlo a cabo cuando estuviese alcoholizada sin pensar bien las cosas. Se imaginaba a la ojiazul al día siguiente gritándole y haciendo escándalo innecesario... mejor evitarlo.

-Vamos, ya te estás durmiendo y si te quedas así será un problema para mí.

Cargando editor
03/06/2020, 23:08
Stella Brewster

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

No es que Stella fuese así de atrevida estando sobria... ¿o sí? Todo lo que estaba diciendo era gracias al alcohol..., ¿verdad? Ella se sentía muy cómoda y con mucha confianza hacia Réamann en esos momentos. Su experiencia con los hombres era nula y su recato hacia ellos, estando sobria, por eso era tan grande. En esos momentos la chica se estaba dejando llevar sin malicia alguna, genuinamente quería dormir con Réamann, no pensaba en nada más. Se alegró al ver que Réamann cedía a su petición, abrazándolo un poco más, con cariño.

Está bien~. Vamos a... Hip ―la chica por un momento se llevó una mano a la boca. Por suerte, para ambos, no vomitó; solo era un eructo que se aguantó―. ¿Así se siente beber tanto? Creo que de verdad... no me gusta tanto... ―reflexionó sobre ello, aunque solo un par de segundos― ¡Vamos!

Cargando editor
03/06/2020, 23:18
Réamann Lockheart

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

-La primera vez es difícil, pero si quieres luego podemos beber sin que haya competencias de por medio. Es agradable tomar alcohol con carne, es una buena combinación-explicó el chico comenzando a caminar a su cuarto, mirando por atrás al barril que estaba dejando a merced de quienes quisiesen beberlo. Soltó un suspiro de resignación, esperando que no le tomasen mucho... claro, era demasiada hidromiel y se preocupaba de más, pero era no lo era lo más importante.

Mientras caminaba, trataba de que el peso de la chica no le cansara, pues no querría tener un ataque mientras dormía. Había procurado no trabajar de más para aguantar la bebida, aunque las pociones ya no estaban surtiendo el mismo efecto de antes. Ya faltando poco para llegar a pesar de lo lento que caminaban, el joven sonrió de nuevo.

-¿Cómo la pasaste? ¿Te gustó?-... y no la había dejado de abrazar.

Cargando editor
03/06/2020, 23:32
Stella Brewster

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

En verdad eres un experto... ―eso lo dijo Stella genuinamente asombrada. Nunca se le había pasado por la mente que Réamann amase la hidromiel hasta tal punto. Aunque eso era algo que no recordaría el día siguiente, esa noche, la chica estaba determinada a recordarlo sin lugar a dudas. ¿Qué tal si usaba la hidromiel para alguna de sus recetas?

Caminando pegada como un chicle a Réamann, los ojos de Stella cada vez empezaban a cerrarse más y más, mientras bostezaba.

No me divertía tanto desde hace muchos años. Desde que fui maldecida, nunca más pude divertirme con papá o mis hermanos... ―eso lo dijo un poco triste.

Cargando editor
03/06/2020, 23:39
Réamann Lockheart

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

Réamann sonrió de lado cuando ella mencionó que era un experto. Él jamás se había considerado así, pues era de los más jóvenes de la orden y aún le quedaba mucho por recorrer, aprender y experimentar. Sin embargo, su maldición frenó aquél camino y ahora transitaba otro que había iniciado solo; mas ahora, luego de llegar a The Marchen, ya no podía decir eso mismo. La escuchaba bostezar, sabiendo que no le quedaba mucho tiempo para mantenerse consciente y ya esperaba llegar pronto para acomodarla en su cama.

Sin embargo, cuando ya habían atravesado todo el camino y estiró su mano para girar la perilla, ella dijo eso último y se detuvo para voltear a verla abriendo sus ojos un poco. ¿Desde cuándo sufría su maldición? Ella tenía 18 años y por la forma en la que dijo, le dio la impresión que era más joven cuando ocurrió aquél evento desafortunado. Él apenas tenía casi un año y habría sufrido un calvario... ¿Cómo había sido ese infierno para la pelinegra por este tiempo?

-Aunque no hayas podido divertirte más con ellos, debes guardar recuerdos preciados. Stella, el pasado debe ser parte de ti; no que tú vivas aferrándote a ella-giró el pomo y fueron recibidos por la soledad de su cuarto, simple y sencillo, que revelaba una vez más que alguien estaba ahí por sus pocas pertenencias-. No se qué tan duro habrá sido tu camino, pero no olvides que no estás sola. Quedamos en que nos ayudaríamos mutuamente, no lo olvides.

Y entraron directamente a la cama, la cual estaba arreglada de una manera rápida, sin las sábanas lisas y desacomodado como si solo hubiese estirado sin arreglar. 

Cargando editor
03/06/2020, 23:59
Stella Brewster

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

Las palabras que Réamann le dijo a Stella, la hicieron sonreír un poco. Tal vez una parte de ella estaría triste al saber que, al día siguiente, gran parte de lo que pasó no sería más que un recuerdo borroso, al menos para ella. Dejó de abrazar a Réamann, sin perder su sonrisa, cuando este abrió la puerta y, apenas empezaron a caminar, se soltó del todo del peliblanco para, tambaleante, apresurarse hacia la cama del chico, lanzándose boca abajo sobre ella. Estuvo así, antes de darse vuelta, quedando contra la pared. Su largo y sedoso cabello negro se fundía como una sombra sobre las sábanas de Réamann. La luz nocturna que se filtraba a través de la ventana del cuarto, hacía que una extraña belleza mágica se cerniera sobre una Stella sonrojada y sonriente.

Hoy dormiré con Réamann. Es como un sueño... ―sus ojos, poco a poco empezaban a cerrarse, aunque Stella estaba firme en negarse. Se acostó de lado, haciendo espacio al peliblanco para que se acostase y lo miró expectante.

Cargando editor
04/06/2020, 00:21
Réamann Lockheart

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

Verla arrojarse a su cama provocó que riese un poco, llevándose una mano a su boca para mitigar la carcajada que quería salir. Le dio ternura y risa verla cómo se aventaba, recordándole que era probable que ella perdiese parte de su infancia y por eso se comportaba así a veces. Él tampoco había tenido una buena debido a las carencias económicas de niño, pero una cosa era madurar a conciencia para ser de ayuda y otra era que te lo arrebatasen de manera cruel. Miró con total afabilidad a la chica, dándose cuenta que efectivamente era una mujer la que estaba en su cama, sintiendo un cosquilleo en su estómago y un nerviosismo agradable, emociones que había pensado no volver a sentir. 

Cuando ella afirmó una vez más que se dormiría con él, el chico cerró la puerta y, guiado por la luz plateada que se filtraba por la ventana, se quitó su calzado y caminó a su cama. Su lado racional decía que era una pésima idea, que debía irse de ahí; pero su lado emocional y, su corazon, imperaban sus acciones en ese momento. Se acostó sin dudarlo, acomodando las sábanas para estar debajo de ellas. Como era una cama individual, se pegó un poco a ella mientras acomodaba algunos mechones de ese cabello oscuro. La cara de Réamann era completamente diferente a la que mostraba de día y frente a los demás. Mucho de ello influía por el alcohol, pero al joven no le importaba en ese momento.

-No creo que recuerdes esto, pero... Stella, me gustas-le sonrió levemente, esperando que la chica se rindiera ante Morfeo para que pudiese descansar.

Cargando editor
04/06/2020, 00:30
Stella Brewster

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

Haciendo todo el acopio de su voluntad y terquedad para no dormir, Stella esperó que Réamann se acostase junto a ella. Por alguna razón, en ese momento parecía inmensamente feliz. Una vez Réamann también se acostó, se vio arropada bajo la calidez de las sábanas, pero también por la calidez que solo el calor de otra persona podría brindar. Se acomodó para estar mucho más cerca del chico y, cuando escucho su repentina declaración, por alguna razón, rió.

Yo... quería decirlo primero ―buscó refugio en el pecho de Réamann, mientras su respiración poco a poco se iba haciendo más y más calmada. Sus ojos se cerraron y, antes de que quedase dormida del todo, susurró algo al peliblanco―. ¿Me odiarías si fuera una bruja? ―después de eso cayó rendida ante un dulce y agradable sueño. Durante toda esa noche, Stella no dejó de sonreír.

- Tiradas (1)
Cargando editor
04/06/2020, 00:53
Réamann Lockheart

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

Cuando Stella había dicho que quería decirlo primero, la mirada de Réamann brilló y abrió levemente su boca para querer decir algo, pero no pudo. ¿Por qué? ¿Por qué le gustaba? ¿Qué vio en él? Su pecho comenzó a doler, pero la sorpresa era mayor y por lo mismo no resintió aquello ni pudo tener la fuerza para decir algo. Algo en su interior le decía que Stella sentía algo, pero escucharlo de es manera lo confirmó y prácticamente no supo qué hacer. No quería lastimarla ni él salir herido, tenía miedo, mucho miedo.

Después ella se refugió en su pecho y cerró sus ojos con fuerza, percibiendo que sentía que se rompería. ¿Y si aparecía Phoisa para dañarla? ¿Y Si Viscount se enteraba y la buscaba para hacerle algo? ¿Y si lo que ella sentía era solo un enamoramiento superficial? Comenzó a tener inseguridades, los cuales hicieron que su pecho continuase doliendo, temblando levemente hasta que ella realizó esa pregunta que le hizo parar en seco sus pensamientos. Ella también sufría y aún así se quedó a su lado, le prometió ayudarlo a costa de su propia maldición y llevaba sufriendo más tiempo ese destino que él.

El peliblanco se sintió egoísta y tonto por dejarse llevar por sus inseguridades, abrazándola con fuerza mientras por fin hablaba, aunque la chica no pudiese oírle.

-No te odiaría. Jamás lo haría-besó una de sus mejillas y se quedó así hasta que percibió que ella no se volvería a despertar. Se levantó con cuidado y buscó en el armario alguna sábana que sobrara, sentándose al pie de la cama y arropándose para dormir. Al menos que de algo sirvieran sus entrenamientos, quedándose dormido en poco tiempo por el alcohol y el cansancio. A diferencia de Stella, no sonrió; pero su rostro reflejaba una paz y tranquilidad que su mente anheló por bastante tiempo.

Notas de juego

El oculto para Dios 

Cargando editor
04/06/2020, 01:04
Réamann Lockheart

The Marchen. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Cuando los rayos del sol entraron por la ventana, Réamann sintió aquello a través de sus párpados y entrecerró con fuerza para despertar y darse cuenta que ya había amanecido. Debido a que estaba acostumbrado al alcohol y a despejarse temprano, fue el primero en incorporarse del sueño reparador, doliéndole un poco la espalda por el frío suelo. Con su rostro indiferente, aburrido y añadiendo un par de ojeras, caminó al armario a paso torpe y silencioso buscando una pócima para que el día le rindiese bien.

Miró a Stella aún dormida, sabiendo que de un momento a otro ella abriría sus ojos. ¿Qué pensaría al ver que no estaba en su cuarto? Sin perder tiempo, bebió el brebaje para sentir sus fuerzas renovarse, aunque no del todo y continuó pensando que no estaban funcionando como antes. Dejó el envase vacío y comenzó a preparar su ropa para tomar un baño.

La sábana que usó para dormir estaba en el piso al pie de la cama, la única evidencia de que él se quedó ahí.

Cargando editor
04/06/2020, 01:10
Stella Brewster

The Marchen. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Aún momentos después de que Réamann se levantase, Stella dormía apaciblemente como había hecho durante toda la noche. No se había movido para nada, aún después de que Réamann dejase de dormir con ella para hacerlo en el suelo. 

Los rayos de luz que se filtraban por la ventana, daban un color algo violeta a todos los mechones de cabello esparcidos por la almohada. Aún quedaba el celaje de una pequeña sonrisa que Stella había mantenido durante todo su sueño. Aunque, de golpe, poco a poco esa pequeña sonrisa fue desapareciendo.

Sea por el poco ruido que Réamann estaba haciendo, o por los rayos de luz que ya le daban en la cara, Stella poco a poco fue abriendo los ojos, no con demasiadas ganas. Lo primero que sus ojos se encontraron fue la espalda de Réamann. No se sorprendió por eso. Cubriéndose con el dorso de la mano un bostezo, Stella se sentó en la cama y estiró sus brazos. Suspiró y, aún medio dormida, dio un vistazo al lugar en el que se encontraba.

Réamann, ¿no es muy temprano? ―esas palabras salieron solas de su boca. Se detuvo un momento para escucharse a ella misma. ¿Había dicho "Réamann"? Su mirada volvió a posarse en la espalda del peliblanco y, como si le hubiesen abofeteado por sorpresa la cara, Stella abrió los ojos― ¿R-R-Réamann? ―observó el armario donde guardaba sus pociones, la cama donde estaba sentada, las cosas que no eran suyas... Su primer impulso fue taparse con las sábanas, aunque luego dejó de hacerlo, notando que no estaba desnuda― B-Bu-bu-buenos días ―la chica de golpe se ruborizó mucho, poniéndose muy nerviosa. A pesar de eso, no había gritado... aún. ¿Eso significaba algo?

Cargando editor
04/06/2020, 02:20
Narradora

The Marchen. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Tal vez había sido el licor, tal vez la compañía o tal vez y solo tal vez el sopor de la noche que no permitió que notaras un cambio en el brazalete de esa serpiente. Solo cuando fuiste a darte una ducha y en un momento en que pasabas tu mano por tu cabello, notaste que había algo colgando en el cuello de la serpiente, algo de lo cual estabas seguro que antes no estaba allí, algo que llevabas más de un año buscando. Sin duda, una pequeña y hermosa hoja colgaba de la cabeza de la serpiente.

Notas de juego

1/3 hojas :D.

Cargando editor
04/06/2020, 03:08
Réamann Lockheart

The Marchen. Nueve días después del incidente en Caelfall.

El chico escuchó cuando Stella se estaba moviendo en su cama, pero lo atribuyó a que era entre sueños y no quiso molestarla, por lo que continuó preparando su ropa cuando ella le habló. Su tono casual le sorprendió un poco, pensando que se levantaría más nerviosa o reclamándole hasta que la interrogante y el cambio de tono le hizo ver que la chica ya estaba cayendo en cuenta de dónde estaba. Se volteó a verla con su rostro impávido, sin importarle que una mujer estuviese ahí donde él dormía.

-A esta hora suelo levantarme. ¿Quieres seguir descansando? Bebiste mucho anoche-con su ropa y toalla en mano, caminó hacia ella mientras inspeccionaba con su vista que no hubiese nada malo en ella-. Buenos días, tomaré una ducha. Si gustas permanece aquí, si te levantas bruscamente te puedes marear y sentirte mal.

Caminó a la puerta y, dándole la espalda, detuvo su mano en la perilla.

-¿Recuerdas algo de anoche?