Partida Rol por web

Cinderella Phenomenon

Efemérides

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04/06/2020, 07:13
Réamann Lockheart

The Marchen. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Réamann ya no se mostraba tan rígido que cuando entró junto a Stella. Había pasado poco tiempo desde que inició la conversación, pero como las palabras fluían de manera amena y le ayudaba a no mostrarse tenso, aunque continuaba con su cara inexpresiva y aburrida. 

No obstante, la plática ahora iba para la pelinegra y decidió guardar silencio de momento para no interrumpir... hasta que Parfait contó ese chiste extraño.

-Creo que no hay que arriesgarnos a tanto-declaró sin emoción ni asustado-. Podría ser que simplemente cuando pase.. lo sabrás-volteó a ver a la chica, su mirada se volvió gentil-. Tu misma te darás cuenta. Es un cambio que deberá ser palpable porque has vivido con eso mucho tiempo. Como te dije, estoy dispuesto a ayudarte si quieres.

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04/06/2020, 07:21
Stella Brewster

The Marchen. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Escuchó con atención a Parfait, atenta a si podría encontrar la respuesta en alguna de sus sugerencias. Reflexionó un momento cuando mencionó el cuento de hadas de su maldición... Y Stella sonrió algo incómoda. El cuento de hadas de su maldición no acababa demasiado bien. De hecho, la protagonista del cuento ni siquiera... Lo mejor era no mencionarlo. No había sentido nada de lo que el hada decía y, sin duda alguna, la broma que había hecho... Eso en verdad le traía malos recuerdos a Stella, solo sonrió por decencia.

Gracias..., Réamann ―en ese momento podría haberlo abrazado, pero por su propia vergüenza, y la que le estaba causando estar allí con Parfait, no lo hacía. Sin embargo, como un destello mágico, algo le pasó por la cabeza en ese momento―. Creo que hay una forma segura para averiguarlo ―miró a Réamann y luego al hada―. Las ortigas del cementerio. Si ninguna termina por herirme... Así podríamos comprobarlo... sin matar a nadie ―eso último lo dijo algo cabizbaja.

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04/06/2020, 07:34
Parfait

The Marchen. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Seguía mirándolos enternecida y asintió ante la idea de la chica - Sin duda, es una mejor sugerencia que la mía. Solo no olvides llevar tu ungüento por si acaso - sonrió mirando a Stella para luego girarse hacia Réamann.

- Ve con cuidado y procura no alejarte mucho, ¿de acuerdo? Sabes que debes ser más cuidadoso estos días - y aunque su tono era amable, se podía percibir cierta firmeza en sus palabras.

Las últimas palabras de Réamann sorprendieron al hada - Veo que han hablado abiertamente de sus maldiciones el uno con el otro. Me alegra saberlo. Solo cuídense las espaldas cuando salgan y no tarden mucho -.

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04/06/2020, 23:44
Réamann Lockheart

The Marchen. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Réamann continuó mirando a Stella hasta que ella dio la sugerencia de ir al cementerio, pues volteó a ver a Parfait cuando ésta le indicó que tuviese cuidado. Asintió sabiendo que no debería sobreesforzarse, pues ya había pasado por una fatiga emocional e incluso sospechaba que ese día se cansaría más rápido de lo usual. Sin embargo, apremiaba averiguar si la pelinegra sentiría cambios o no, por lo que era mejor ir cuanto antes.

-Volveremos pronto. Pero antes de ir comeremos algo-y miró de reojo a la chica, sabiendo que esta vez no se escaparía de engullirse algo antes de salir-. Si te sientes mal en el camino no podré ayudarte de manera efectiva.

Él tampoco había comido, así que caminar con hambre no era recomendable para ninguno de los dos.

-Gracias, Parfait-y le sonrió fantasmalmente antes de salir de ahí.

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05/06/2020, 00:21
Stella Brewster

The Marchen. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Sí, Stella concordaba con el hada: era una mejor opción que hacerla hablar con una persona normal. Con lo que no concordaba... ¿por qué de repente sonaba como que Rémann la acompañaría? Espera... ¿Él también lo quería?

¿Antes de ir? Pero Réamann... ―no pudo protestar. ¿Por qué ahora debía dejar que la acompañara y, además, comer? Solo le quedó suspirar. ¿Realmente era una buena idea? Le preocupaba lo que podría sucederle a Réamann... debía recordarle que llevase sus pociones― Está bien ―y volvió a suspirar.

¡Gra-gracias, Señora Parfait! ―Stella hizo una reverencia algo atropellada y salió de la habitación detrás de Réamann, algo emocionada.

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05/06/2020, 01:00
Réamann Lockheart

The Marchen. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Ver que Stella había cedido era una buena señal, asintiendo una sola vez y terminando de salir una vez que Parfait se despidiese. El joven caminó a paso lento y, al bajar por las escaleras, usó todo el apoyo posible para no cansarse de más por descender en algo que era simple para los demás en The Marchen. Una vez en la planta baja, le dijo a la pelinegra que iría a su cuarto a cambiarse de nuevo y luego desayunaría pan y café, pues tampoco podía sobrellenarse si debían caminar. 

-Tu procura desayunar la mayor cantidad de líquido posible-fue lo que le dijo antes de irse y meter sus manos en los bolsillos de su pantalón, revelando un pequeño destello verde de su pulsera debido a que su manga se desacomodó. Ese era el único vestigio del cambio en el peliblanco, pues seguía comportándose como siempre.

Poco tiempo después volvió ya cambiado, ropa seca y limpia y preparado para salir. Se dirigió a una mesa a comer, haciéndolo lento y en pausas. Cuando acabó, ya fuese que Stella lo esperase o él a ella, ambos partirían indicando (si alguien preguntaba) que tenían un encargo de Parfait y volverían pronto. El cansancio en el rostro del peliblanco fue un poco más notorio, pero con su expresión neutra aquello no cambiaba mucho realmente.

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05/06/2020, 02:09
Stella Brewster

The Marchen. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Stella ayudó a Réamann a bajar las escaleras, sin dejar de pensar si llevarlo hasta el cementerio en verdad era una buena idea. Pensó en si preparar algo para comer, pero concluyó que les tomaría algo más de tiempo. Además, no se sentía demasiado bien para cocinar. Se separó de Réamann cuando este se fue a su cuarto, diciéndole que iba a tomar una ducha y que la esperase. Así fue. 

La pelinegra procuró tomar una ducha rápida y se vistió con una ropa casual, pero uno de los conjuntos más lindos que tenía. Se peinó el cabello y se lo dejó suelto. En menos de media hora, ya estaba bajando, encontrándose con Réamann, apenada por ver que ya había comido y el tiempo que ella se había demorado. Tomó un té, comió algo de pan y metió un frasco de vidrio lleno con agua en un pequeño bolso donde cargaba un peine y un ungüento. Preparada por completo, salió de The Marchen junto a Réamann, algo nerviosa, pero emocionada por partes iguales.

Después de caminar poco menos de media hora, Stella guió a Réamann hacia la entrada del cementerio. Sobre ese lugar se cernían muchos rumores. Los más oscuros, quizá, era que las brujas malvadas se arremolinaban en ese lugar para hacer maldades. Stella podía dar fe de ello, aunque nunca la habían molestado.

Anduvo al lado del chico a un paso cómodo para él, procurando que no se agitase. A medida que entraban más y más en el cementerio, el ambiente cambiaba, todo se veía más opaco y la temperatura bajaba considerablemente. ¿Stella cuántos años llevaba visitando un lugar así? Mientras seguían inmersándose en el tenebroso lugar, Stella decidió hablar a Réamann.

¿Te sientes bien? No creo que nos falte mucho. ¿Quieres descansar un poco?

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05/06/2020, 02:34
Réamann Lockheart

The Marchen. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Réamann caminaba apaciblemente por el cementerio, sin molestarse por encontrarse en tierra santa ni mucho menos por los rumores que había de dicho sitio. Su mirada recorría las lápidas y prestaba suma atención al camino, incluso desviándose de su andar si pisaría alguna tumba visible sin dar explicación por sí mismo de por qué lo estaba haciendo. 

El frío comenzaba a engullir, al igual que entrar a lo que parecía un lado abandonado y descuidado. En ningún momento el peliblanco dejó de observar ni se alejó de la pelinegra, incluso vigilando por dónde caminaba ella.

-Me siento bien. Cuando lleguemos ahí descansaré, de todas maneras aquí no hay un sitio idóneo donde pueda relajarme-luego volteó a verla y metió sus manos en los bolsillos del pantalón-. ¿Tu requieres descansar? 

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05/06/2020, 02:49
Stella Brewster

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Stella también caminaba apaciblemente por aquel tenebroso lugar. No parecía temerosa por el ambiente, de hecho, parecía estar bastante relajada en él. Se había acostumbrado a recorrer ese mismo camino casi todos los días, por lo que tampoco se cansaba por la caminata... al menos no demasiado. Normalmente, no lo hacía. Sin embargo, después de lo de la noche anterior... Resentía el haber bebido tanto.

No, tampoco quiero descansar ―le sonrió a Réamann un poco tímida. Aunque en su cuarto lo había abrazado al ver lo de su brazalete... ¿cómo se suponía que debía tratarlo de ahora en adelante? Ambos se habían dicho lo que sentían, y ahora... ¡Todo era demasiado nuevo para Stella!―. Sigamos un poco más ―y volvió su mirada hacia el frente, sosteniendo con firmeza la correa de su bolso para relajarse.

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05/06/2020, 04:00
Réamann Lockheart

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Réamann volteaba a ver con cierta curiosidad la calma de Stella en el cementerio, imaginándose por su actitud que se pondría nerviosa en un sitio así. El caballero, en cambio, no veía este sitio como algo tenebroso o con tabú de la muerte, su trabajo en la Orden y su maldición le hicieron perder el miedo habitual al cese de la vida, aunque era extraño que siguiese evitando pisar las tumbas.

-Si necesitas descansar avisa-comentó el peliblanco mostrándose tranquilo y manteniéndose cerca de la pelinegra-. ¿Quieres tomar mi mano?-preguntó al ver que sujetaba la correa del bolso con fuerza.

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05/06/2020, 04:14
Stella Brewster

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Seguían entrando al cementerio, Stella esperaba pronto ver ortigas. No venía muy atenta a Réamann, o al menos eso aparentaba. La verdad es que trataba de no mirarlo por pura vergüenza. Los recuerdos borrosos que tenía sobre la noche anterior todavía le daban vuelta en la cabeza.

Asintió cuando Réamann le indicó que le indicase que le avisase si se cansaba. Pero se volteó al verlo cuando escuchó su pregunta. La chica procesó la pregunta... probablemente de otra forma, eso hizo que no se pusiese más nerviosa de lo que estaba. De hecho, asintió con calma.

¿Tienes miedo? ―le preguntó, con total inocencia. Extendió su mano izquierda hacia Réamann y, un poco sonrojada, le dijo:― Yo las primeras veces que vine también me asusté un poco.

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05/06/2020, 04:23
Réamann Lockheart

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Con la pregunta que le hizo Stella, Réamann no pudo evitar parpadear un poco y mirar al frente perdiéndose un poco en sus pensamientos.

-No, no tengo miedo-se quedó callado, como si esa hubiese sido toda su respuesta. Tal vez con otra persona lo hubiese hecho, pero...-Estar en la Orden me dio una nueva perspectiva de los que viven y fallecen; y mi maldición hace que baile con la Muerte más frecuentemente que cualquiera. Un cementerio es un sitio de descanso. Le temo más a los vivos que a los muertos-regresó sus ojos miel a la pelinegra y su gesto se suavizó un poco-. Tal vez si le preguntaras a mi yo más pequeño te habría dicho que sí, pero es normal temerle a lo que no sabemos. ¿Qué pasa cuando fallecemos? ... Pero mira, incluso aquí hay vida-señalando el pasto-. No deberían temerle a este sitio... o al menos es lo que pienso.

Pero aún así tomó su mano, incluso entrelazando sus dedos como lo había hecho anoche. La tomó con el de la derecha, donde yacía su pulsera de serpiente.

-¿Aún tienes miedo?

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05/06/2020, 04:32
Stella Brewster

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

¿Entonces no tenía miedo...? Hm... Stella pensó en si debería creerle. Sin embargo, lo que le dijo el peliblanco le dejó más que claro que era verdad. Realmente podía ponerse filosófico cuando quería... Quizá Stella no pudo ocultar su asombro en esos momentos. Al final de todo, tenía razón. Stella sonrió y le asintió.

Al sentir que Réamann le tomaba la mano, estaba segura de haber sentido aquella sensación antes. Intentaba recordarlo, pero su memoria no rememoraba lo que había hecho anoche, al menos no eso. A pesar de eso, la calidez y esa sensación reconfortante, la llenaron. Aunque no sentía miedo por el cementerio y tampoco se sentía ansiosa por saber si su maldición por fin había desaparecido, de alguna forma se sentía más... segura.

No tengo miedo, creí que tú tenías miedo ―suspiró, y devolvió su mirada hacia el frente. ¡De verdad estaban tomados de la mano! Tuvo que aclarar su garganta―. Creo que en esta zona ya debería... ―y, dicho y hecho, cerca de unas lápidas unas cuantas ortigas habían crecido―. Creo que... tomarte de la mano me dio suerte ―miró algo expectante la ortiga, apenas sintiéndose algo ansiosa por hacer algo que había hecho ya miles de veces―. Supongo... que es hora.

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05/06/2020, 04:44
Réamann Lockheart

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

-Está bien, entonces no era eso-contestó el peliblanco aún caminando a su lado mirando aún por todos lados. Sin embargo, los ojos azules se toparon primero con aquella planta buscada mientras veía la mano que sujetaba la de Stella y suspiró-. ¿Debo mantener a distancia o puedo quedarme cerca por si lo requieres?-preguntó, pues desconocía mucho de la maldición de la chica y no quería incomodarla o que empeorase su situación.

Apretó levemente su mano como si quisiera darle ánimo y la soltó con cuidado, cruzándose de brazos en lo que todo aquello se desarrollaba. 

-Recuerda que si me necesitas estoy aquí. Ya no estás sola-dijo en un tono afable, deduciendo que, así como él, debió sufrir mucho tiempo en silencio.

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05/06/2020, 04:51
Stella Brewster

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Puedes quedarte cerca ―Stella le sonrió un poco a Réamann―. Mi maldición no te afectará, aunque... ―miró las ortigas― Ahora no estoy tan segura si de verdad esto pueda decirme algo... ―sintió el apretón de Réamann y luego cómo este la soltaba― Gracias ―dijo ante sus palabras.

Llegaba la hora de la verdad, pero... ¿en verdad llegaba? ¿Cómo sabría si algo había cambiado? Indiferentemente de si se había librado de su maldición o no, la ortiga la dañaría. ¿Debería esperar... alguna sensación de desvanecimiento o algo por el estilo, tal y como Parfait había dicho?

La chica, luego de suspirar, caminó decidida hasta la lápida y se agachó frente a las ortigas. Vaciló un poco durante un par de segundos, pero no más. Dirigió su mano hacia una de las ortigas y la arrancó. Sintió la familiar comezón en el área que la ortiga había liberado su sustancia, pronto se hincharía. La chica no mostró un gesto de dolor, parecía estar acostumbrada a aquello. Se quedó mirando la ortiga unos segundos, aún agachada. ¿Había cambiado algo en ella?

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05/06/2020, 05:33
Réamann Lockheart

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Réamann se acercó a Stella dejando un espacio de un metro en lo que observaba lo que ella hacía. Se mantuvo así a la espera de que la pelinegra reaccionara o dijese algo, pero no estaba pasando nada de momento. Dudaba si intervenir, así que decidió guardar silencio sin dejar de ver la mano que sujetaba la ortiga. Habían mencionado que le hacía daño, ¿pero a qué punto?

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05/06/2020, 05:58
Stella Brewster

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Nada.

Soltó la ortiga que sostenía y tomó otra. Y otra, y otra y otra; terminó por arrancar todas las que habían crecido cerca de la tumba. La mano derecha de Stella estaba completamente enrojecida. Más allá de la hinchazón y la comezón que aquella planta debía causarle a su piel, feas ampollas empezaron aparecer en toda su piel que tuvo contacto con las ortigas. Solo ahí Stella mostró una pequeña expresión de dolor. No podía cerrar bien su mano. Se quedó unos cuantos segundos más allí, en silencio, observando las ortigas que había arrancado y que ahora solo yacían en el suelo. No había nada nuevo. Las horribles ampollas seguían apareciendo, nada había cambiado. La pelinegra sonrió con tristeza.

No podía ser tan fácil... ―susurró, resignada. ¿Acaso Réamann no era...? Luego de pensar en eso por un momento, llegó a una conclusión, ¿por qué debía condicionarse a su maldición? No le importaba si Réamann era aquella persona o no, en esos momentos se sentía feliz de saber que sus sentimientos eran correspondidos y... su maldición era algo con lo que podía vivir. ¡Lo demás no importaba!― Perdóname por hacerte venir hasta aquí por nada, Réamann ―con la mano que sí podía usar, Stella buscó en su bolso y sacó el pequeño ungüento. Aún agachada, se lo extendió a Réamann―. Lo siento, ¿podrías abrirlo por mí? ―no se volteó hacia el peliblanco al pedirle eso.

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05/06/2020, 06:12
Réamann Lockheart

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Ver que Stella arrancaba una ortiga tras otra y ver que el daño era mayor del que debería haber, supo que lo dicho por Parfait de que él a lo mejor podría haber influenciado algo era una resolución basada en falacia. Podía imaginarse la frustración que debía sentir y Réamann no pudo evitar sentir una punzada de decepción al ver que no le había ayudado, más con lo que susurró. El chico caminó un poco acortando la distancia y se sentó al lado de la lápida procurando no estar encima de alguna tumba, aprovechando para descansar y dejar que su respiración fuese levemente agitada y profunda.

La pelinegra no podía verle ya que no volteó a mirarlo cuando le tendió su remedio; pero si lo hubiese hecho habría visto que los ojos del peliblanco no brillaban en absoluto.

-No te preocupes por eso-contestó en un tono cortante mientras tomaba el recipiente y lo abría para dejarlo a un lado suyo-. Dame tu mano, es mejor cubrir la superficie con dos manos en vez de una-y extendió su palma para que la chica pusiese su mano lastimada-. Será mejor que te sientes. Cuando uno mismo se sana su umbral de dolor aumenta, cuando lo hace una tercera persona no.

Y así se quedó, esperando alguna reacción de ella.

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05/06/2020, 06:21
Stella Brewster

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Sintió que Réamann se sentaba cerca de ella. No dijo nada. No sabía si en verdad Réamann tenía razón, nadie más que ella se había puesto el ungüento todas esas veces. Se mantuvo unos segundos más sin mirar a Réamann. Se pasó el dorso de la mano izquierda por la cara muy rápido y asintió.

Cuando se volteó, Réamann pudo ver algo de humedad regada por su rostro. Sus ojos estaban algo brillantes, aunque realmente no parecía que fuese a llorar. La chica se sentó sobre sus rodillas y extendió su mano lastimada hasta la palma que Réamann le ofrecía, sonriéndole un poco.

Se ve peor de lo que es ―si era así... en verdad se veía muy mal. Toda su mano se empezaba a inflamar notoriamente y habían muchas ampollas con un aspecto... verdaderamente fatal; eso no lo podía causar tocar una ortiga―. Era muchísimo peor cuando no tenía este ungüento, aunque creo que ya me he acostumbrado ―trataba de escucharse algo animada, como si contase una anécdota divertida, pero no se podía deshacer de un pequeño deje de tristeza que había en su voz―. Llevo años haciendo esto, pero siempre termino igual ―sonrió un poco―. Solo existen dos formas de deshacerme de la maldición. Una de ellas, es encontrar una ortiga que la romperá al instante. Llevo buscándola mucho tiempo... y es algo imposible, ¿no lo crees? ―mantuvo esa sonrisa algo triste, dejando de mirar por un momento a Réamann.

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05/06/2020, 06:45
Réamann Lockheart

Cementerio. Nueve días después del incidente en Caelfall.

Ver la mirada cristalina de Stella no fue algo que lo perturbara, tampoco se mostró triste o comprensivo, pues Réamann se centró en la mano herida para tomarla con cuidado y comenzar a untarle el ungüento. Las manos del chico eran ásperas, viejas cicatrices de sus años como caballero y notándose de un esfuerzo físico del que ya no podía presumir ni realizar. No habló en ningún momento que la pelinegra lo hizo, ni parecía estarla escuchando. El joven intentaba no ser brusco, pero se les instruyó en la eficiencia de remedios y no en el cuidado de éstos para usarlos, por lo que no sería raro que la lastimase aunque no quisiera.

-Si te duele avísame-contestó aún sin verla concentrado en su tarea de aliviar su mano-. ¿Es necesario que la ortiga esté en un cementerio? ¿No te sería más fácil buscarlo en otra parte?-preguntó aún con esa seriedad más fuerte en él, como si no viese esa posibilidad como remota-. Las brujas no darían soluciones tan sencillas, pero eso no las hace imposibles-continuó con aquello hasta que finalizó-. La existencia de una segunda forma fue la que te hizo venir hasta acá... ¿no es así?

Cerró el recipiente y lo guardó en el bolso de la chica para que ella no tuviese que hacerlo. Los ojos del caballero aún no habían cambiado.