Partida Rol por web

Cinderella Phenomenon

Efemérides

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29/05/2020, 02:13
Réamann Lockheart

The Marchen, habitación de Réamann. Dos días después del incidente en Caelfall.

Al ver que Stella no tenía hambre, asintió y procedió a comer para satisfacer su hambre. En apariencia, no se incomodaba por el silencio que había llegado entre los dos. ¿Estaría tan acostumbrado a eso? De vez en cuando daba una mirada rápida a la pelinegra, pero era algo que hacía de manera rápida, así como a otras partes de la habitación como si estuviera atento a su alrededor. Sin embargo, cuando la chica mencionó que podría ser un caballero y su disculpa inmediata, el chico llevó un último bocado a su boca aunque aún no había terminado de comer, masticando con más calma para después limpiarse los labios cuando terminó.

Sin mirarla, le hizo señas a Stella para que se sentara al lado de ella en la cama con una invitación resuelta del movimiento de su mano izquierda. Una vez que la chica se sentara... o le rechazara, suspiraría y se recargaría sus codos sobre sus muslos para mirar al suelo, donde sobresalía aquél mango que no se guardaba con cuidado.

-Conocí a Garlan y a Jurien cuando estuve en la orden hace ya varios años. Entré cuando tenía 15, después de que le prometí a mi padre que ganaría lo suficiente para poner mantenernos-la forma en como relataba la historia era como si fuera el de otra persona, no él mismo. Tono lejano, distante; sin añoranza o sentimiento similar-. Estuve sirviendo al reino por al menos 5 años, casi 6. Aprendí muchas cosas de supervivencia, entrenamiento militar, conocimiento que no se obtendría tan fácilmente al ser civil. Amaba mi oficio, sentía que cumplía mi propósito  de vida. Hice muy buenos amigos ahí-su mirada se ensombreció aún más, parecía que se perdía en el sendero de los recuerdos y se había tropezado con algo no muy agradable. Solo sus ojos indicaban tal sensación-. Pero.. luego de ser maldecido, no quise dejar la milicia. Seguí entrenando aunque me doliese el pecho, aunque por las noches mordiese la almohada para evitar gritar y llegué al límite. No obstante, cuando mis únicos amigos fueron expulsados y vi por mis propios ojos cómo ocurrió... mi corazón ya no pudo más. Al día siguiente en un entrenamiento básico me desmayé y poco tiempo después me citó el Rey Genaro para indicarme que "debía retirarme temprano" por mi condición. Casi 6 años siendo leal al reino y aunque el Rey fue amable, dentro de la orden y la sociedad... y para mí mismo, era una baja sin honor. En esos momentos pensé que ya no tenía razón para vivir, estaba solo. El dolor... el dolor que tenía en esos momentos era peor, el peor que he tenido hasta ahora.

Réamann bajó un poco más la cabeza, sintiendo que el cansancio estaba volviendo a él y con más fuerza. No obstante, la historia no había acabado y decidió permanecer en silencio, tal vez para que Stella asimilara lo que le estaba contando. 

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29/05/2020, 02:40
Stella Brewster

The Marchen, habitación de Réamann. Dos días después del incidente en Caelfall.

Pensaba que había tocado un tema muy sensible, no se equivocaba. Sin embargo, además de eso, también pensaba que había preguntado algo que no tenía que preguntar. Tal vez hubiese incomodado mucho a Réamann; no se conocían desde hacía mucho tiempo y, en un principio, ella no fue demasiado amable con él. Entendería que no le quisiese decir nada, o que le respondiese mal por inmiscuirse en asuntos que no le concernían; eso creía, pero no fue así. Al ver que le hacía una seña para que se acercase más a él, con algo de timidez, lo hizo; estaba cerca, bastante cerca.

Entonces, todo el relato del joven comenzó.

En un principio se mostró tímida, no lo estaba mirando. Sin embargo, conforme la historia se fue desarrollando, Stella miró al chico con algo de tristeza. Cuando se quedó en silencio, Stella extendió una mano, dudosa, hacia el rostro de Réamann, pero se detuvo, retrayendo la mano hacia su pecho. Ella también se quedó mirando el suelo por un momento, procesando lo que el chico le acababa de decir. Sentía que debía decir algo, y así lo hizo.

¿Después de eso, qué... pasó? ―preguntó, apenas más alto que un susurro.

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30/05/2020, 01:29
Réamann Lockheart

The Marchen, habitación de Réamann. Dos días después del incidente en Caelfall.

Réamann aún se mantenía encorvado mientras el silencio inundaba su porte. Se le podía ver más cansado, como si la fatiga lo estuviese consumiendo y podría deberse simplemente a que le faltaba más reposo o hablar de eso le costaba. Pero, sea como fuere, su rostro era frío e inexpresivo.

-Apareció Delora y me indicó que viniese aquí a The Marchen. Partí al día siguiente de lo que una vez fue mi hogar y.. no pude descansar ni comer. Me tomó toda la noche llegar, así que podrás imaginarte el ritmo con el que lo estaba haciendo. Me desmayé justo cuando vi a Garlan y Jurien; pero desperté en lo que sería mi habitación junto a Parfait, explicándome lo que hacían en la taberna-se incorporó, pero cuando apenas se enderezaba se llevó una mano a su pecho,revelando una pequeña molestia a la altura de su corazón-. He estado aquí por casi medio año*, cuando llegaste tenía tres meses, por eso conocía a esos dos mejor que ustedes. Verlos fue un regalo que aprecio cada día.

Respiró hondo y se mantuvo en esa posición para calmarse. Esta vez no habló mucho, posiblemente porque no había más que contar. 

Notas de juego

*tomando en cuenta que cuando inició el cap Rémann llevaba 5 meses y han pasado dos semanas 

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30/05/2020, 01:51
Stella Brewster

The Marchen, habitación de Réamann. Dos días después del incidente en Caelfall.

Stella escuchó lo que quedaba de la historia de Réamann con su mirada fija en el suelo. Había entrelazado sus manos y ahora jugaba con sus pulgares. ¿Él también había perdido lo que amaba? Más que ello, quizá su misma razón de ser. ¿Siempre había sido tan frío e inexpresivo, o antes solía hablar de forma animosa y sonreír junto a sus compañeros? Imaginarse un Réamann así fue difícil para Stella, pero, al mismo tiempo, le hizo ilusión.

Levantó su mirada cuando el peliblanco ya estaba terminando el relato, viendo cómo se llevaba una mano al pecho por el dolor. Se preocupó, pero viendo que aún estaba hablando, no quiso interrumpirlo. Por fin, cuando todo se quedó en silencio, Stella se decidió a hablar.

Perdóname por hacerte recordar cosas desagradables ―sentía que debía disculparse por haber hecho hablar a Réamann sobre su pasado. Después de todo, aunque lo había hecho, se lo había contado por la curiosidad de Stella―. ¿Qué... piensas hacer cuando te deshagas de tu maldición? ―no se le ocurrió mucho más qué preguntar en ese momento, por lo que apeló por cambiar ligeramente el rumbo de la conversación.

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30/05/2020, 02:58
Réamann Lockheart

The Marchen, habitación de Réamann. Dos días después del incidente en Caelfall.

-No pidas disculpas... De cierta manera es liberador poder hablarlo con alguien-reveló Réamann suspirando y controlando el pequeño molestar que yacía en su pecho. Debido a que no estaba mostrándose frío, la chica podría ver que se veía realmente frustrado de estar así. ¿Qué significaría para alguien que estuvo con un propósito que era su propia vida y de pronto arrebatárselo? ¿Por qué otras situaciones habrían pasado los demás maldecidos?

El peliblanco se mantuvo callado a la última pregunta. De nuevo el silencio lo rodeaba haciéndolo mostrarse incómodo. Sin embargo, por fin volteó a verla y la mirada del antiguo caballero era... resignada.

-No lo se, Stella... -su semblante se tornó levemente triste y decepcionado-. No se si podré librarme de mi maldición antes de que me mate-fue directo y sincero. No había ápice de duda o inquietudes, era ver la sombra de un soldado asumiendo responsabilidades aunque fuesen dolorosas-. Por eso me bebo las pociones diariamente y no puedo sobreesforzarme. Solo sé que... no tendré una vida tan larga si continúo maldito. 

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30/05/2020, 03:08
Stella Brewster

The Marchen, habitación de Réamann. Dos días después del incidente en Caelfall.

No sabía si decía aquello por amabilidad, o estaba hablando en serio. A pesar de eso, no sentía correcto seguir ahondando en el tema, aunque presentía que el peliblanco tenía mucho más qué contar.

Se mantuvo mirándolo, expectante a su respuesta, cuando por fin se la dio, Stella se mostró sorprendida. Quizá, más que sorprendida, impactada; dándose cuenta de algo fundamental y que había estado tan claro como el agua siempre. Ella lo había visto muy cerca de la muerte dos veces, en tan solo un par de meses. Por un momento, la chica no pudo ocultar su tristeza. Sin embargo, inmediatamente, apretó sus puños. No podía comprender su angustia del todo; debía ser frustrante vivir de esa forma, tanto, que Réamann no podía ocultarlo. Pero, a pesar de eso, no podía rendirse. No... ¡No iba a dejar que se rindiera tan fácil! No quería verlo morir así, por su maldición, no ahora que lo había empezado a conocer.

¿Y qué? ¿Eso es todo? ―dijo Stella, mostrándose, de repente, enfadada― ¿Te rendirás tan fácil? ¿No eres un caballero...? ¡Idiota! ―la chica se levantó y caminó un par de pasos para ponerse frente a Réamann, quería mirarlo frente a frente― Escucha bien, te ayudaré a deshacerte de tu maldición. No es una opción. ¿Qué es lo que hay que hacer para que quedes libre de ella? ―seguía luciendo enfadada.

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30/05/2020, 03:32
Réamann Lockheart

The Marchen, habitación de Réamann. Dos días después del incidente en Caelfall.

Cuando Stella comenzó su verborrea disciplinaria, Réamann solo pudo seguir sus acciones con la mirada debido a que ella se estaba volviendo demasiada intensa, perdiendo el pequeño ápice de brillo cuando ella le recalcó si no era un caballero... que ya no lo era, técnicamente.

Al plantarse cara a cara y decirle que lo ayudaría a romper su maldición, el  joven literalmente dejó de respirar observando el rostro tan cercano de aquella joven. Su mirada al principio veía directamente a sus ojos azules y después bajó un poco más de la nariz, deteniéndose menos de segundo ahí hasta retomar su atención a la vista azúlea. Dándose cuenta que debía inhalar aire, aspiró hondo mientras que, durante todo este tiempo, su rostro se tornaba imperturbable.

-Esto...-alzó su brazo derecho y Stella pudo ver una pulsera negra donde un extremo tenía la cabeza de una serpiente mordiéndose la cola*-.... debo realizar tres actos de amor hacia otras personas. Por cada uno aparecerá una hoja de árbol en esta pulsera. En cuanto aparezca el tercero, la serpiente dejaría de morderse a sí mismo para liberarme.

Exhaló y bajó el brazo sosteniendo la mirada de la ahora pelivioleta. 

Notas de juego

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30/05/2020, 03:44
Stella Brewster

The Marchen, habitación de Réamann. Dos días después del incidente en Caelfall.

La chica se quedó allí, cruzándose de brazos, esperando la respuesta de Réamann. No importaba lo que fuera, definitivamente lo ayudaría. No podrían haber demasiadas cosas más difíciles que su propia maldición. Con eso en mente, se esperaba algo que pudiese ser resuelto sin mayor complejidad. Al ver el brazalete y escuchar la explicación sobre la maldición, el rostro de Stella, lejos de expresar ahora molesta, no expresaba absolutamente nada. Se le había quedado mirando a Réamann así durante unos segundos. Sin embargo, pese a lo que se había podido esperar, Stella parpadeó incrédula, y dijo:

Seguro, te ayudaré ―dijo, sin parecer escandalizada o algo por el estilo―. ¿Es solo realizar actos de amor...? ¿Entonces por qué no empiezas por Parfait y Delora? ¿No les tienes cariño? Podrías hacerles un bonito regalo, y de esa forma demostrarles tu afecto. También tienes a tus compañeros, si le haces un bonito regalo, tu maldición se rompería, ¿no? Pensé que era algo más complicado.

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30/05/2020, 03:59
Réamann Lockheart

The Marchen, habitación de Réamann. Dos días después del incidente en Caelfall.

La mirada de Réamann que mostraba un mínimo de fortaleza, se fue apagando con cada palabra que Stella le decía hasta ser el mismo joven que ella conoció cuando llegó a The Marchen mientras limpiaba las mesas con una personalidad de muñeco que no parecía importarle nada. Mantuvo su mirada en ella, parpadeando pocas veces.

-¿Crees que es tan simple? Antes de que me expulsaran de la orden hice eso, regalaba cosas a mis amigos. Estuve haciendo eso por medio año; incluso ayudaba a extraños por "amor a mi país".... y no, no funciona-los ojos de Réamann se fueron perdiendo, parecía que no la veía a ella en realidad.... más bien que no veía nada-. No valen los actos de amor disfrazados para liberar la maldición. Deben ser sinceros, de corazón y sin esperar nada a cambio. Stella, tengo poco más de un año intentándolo y no son cosas tan sencillas. 

Réamann parecía hundirse en un pozo, uno que había abierto y que se había tropezado para caer. ¿Con cuántas personas habría hablado de esto? Siquiera... ¿lo había hecho?

-¿Crees que estoy resignado? ¿Te parece que de verdad quiero morir?-aunque sus palabras podían sonar a reclamo, su voz era completamente vacía-. ¿Crees que es fácil confiar en los demás cuando tu mejor amigo y tu prometida te...?

Súbitamente, se llevó una mano a su pecho, cayendo de rodillas debido a la posición en la que estaba y llevándose una mano a su pecho, apenas evitando caer de cara por su otro brazo. Se llevó ambas manos a la altura de su corazón gimiendo de dolor puro, profundo y terrible que raspaba su garganta para no gritar. Observó el armario con el rabillo de su ojo y con un dedo tembloroso apuntó.

-Por favor... Stella.. una... una... po.. poci...-no había tomado la que le correspondía, así que aún surtiría efecto. Sin embargo, no pudo completar la acción porque ya no podía hablar. 

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30/05/2020, 04:36
Stella Brewster

The Marchen, habitación de Réamann. Dos días después del incidente en Caelfall.

Si bien no lo había dicho con malas intenciones, el resultado de lo que sucedió a continuación era algo que no se esperaba. Había sido desconsiderada al pensar que Réamann no lo había intentado antes, eso la llevó a hablar de más. Fue entonces que se estrelló contra la pared de impotencia que aplastaba al peliblanco. Ella lo sabía: había hablado de más.

Yo... ―había perdido su expresión de confianza, comenzando a sentirse abrumada por la culpa. Si seguía vivo hasta ese momento, era porque precisamente quería vivir. Era algo evidente. Ahora el peliblanco dejaba salir todo lo que tenía guardado y, al final del todo, verlo caer en el suelo, con un dolor agonizante, paralizó por completo a Stella― Re... ―el color había abandonado su rostro y Réamann no tuvo que pedir dos veces que le buscase una poción, aunque hubiese podido; Stella corrió.

Abrió el armario y, desesperada, buscó lo que mantenía vivo a Réamann. Tomó la botella y, sin preocuparse por cerrar el armario, se lanzó de rodillas a un lado de Réamann; sus rodillas se estrellaron con fuerza contra la madera, le dolió, pero no le importó. Quitó la tapa del frasco y llevó este a la boca del chico, expectante, esperando que pudiese beber su contenido.

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30/05/2020, 04:49
Réamann Lockheart

The Marchen, habitación de Réamann. Dos días después del incidente en Caelfall.

No había escuchado que Stella había ido por la poción ni cuando ésta se arrodilló, los oídos le zumbaban con fuerza. Este dolor era más fuerte que los que la chica había visto, tal vez porque los efectos anteriores permitieron que fuesen un poco menores porque ya había tomado la poción con anterioridad, pero como aquél brebaje no estaba en su cuerpo, el efecto era peor. Por lo mismo, cuando sintió el recipiente en sus labios, se derramó un poco porque no podía siquiera ingerirlo. 

Sin embargo, con un sobreesfuerzo evidente, tomó lo que pudo de un solo trago casi ahogándose en el intento y tosió con brusquedad, lastimándose en el proceso debido que no se controlaba. Podría haberse escuchado afuera, pero el peliblanco esperaba que nadie entrara. No ahorita, no quería a nadie más en la habitación. A los pocos segundos sintió que el terrible dolor se iba para poder respirar con más tranquilidad, abriendo la boca para sentir más aire aunque esto no llenara sus pulmones en realidad. Recuperaba color y sus brazos perdieron fuerza, cayendo en el regazo de Stella con brusquedad. Sus ojos estaban cerrados y su rostro fruncido comenzaba a relajarse.

-Perdóname, Stella-susurró con el aliento que comenzaba a recuperar-. No quise... desquitarme así contigo... solo he hablado con Parfait de esto.... es difícil para mí-su voz agotada dejó rebelar una amargura muy arraigada en su corazón-. La bruja que me maldijo... fue mi prometida, Phoisa. Yo... creí que era una sastre normal, me enamoré de ella al instante... mi mejor amigo iba a ser mi padrino... pero... ella me engañó con él y cuando salí corriendo del sitio donde los vi, ella me alcanzó y rebeló ser una bruja. Me dio esta maldición en la que... si me sobreesforzaba físicamente, me dolería el corazón... y si le llegaba a contar a cualquiera... de que era una bruja... y que me traicionó junto a mi mejor amigo, me dolería también... 

El chico tragó saliva y su voz se quebró levemente.

-Todos mis amigos, el pueblo... cree que abandoné a mi prometida días antes de la boda. Réamann Lockheart no es bienvenido en la sociedad. No podía contarle a alguien... Solo Parfait lo sabe... y.. ahora tú-su respiración se volvió agitada, aunque no se veían señales de que le doliese el pecho-. Delora tiene razón, fui muy ingenuo...

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30/05/2020, 05:38
Stella Brewster

The Marchen, habitación de Réamann. Dos días después del incidente en Caelfall.

Stella dio de beber a Réamann la poción, mientras posaba su mano libre en la mejilla del chico. Las manos de Stella se habían puesto frías. La chica lo observaba, expectante, temerosa, hasta que por fin Réamann dio muestras de haber reaccionado. Sin embargo, quizá por la brusquedad de lo que había pasado, la expresión de Stella no había cambiado. Apenas reaccionó, para mal, cuando lo vio toser; por un momento creyó que su corazón se detendría. Siguió en silencio, asustada, pálida, al sentir los brazos del peliblanco caer en su regazo. Entonces, Réamann comenzó a hablar y, al mismo tiempo, Stella comenzó a llorar.

Las lágrimas que la pelinegra estaba derramando no se debían únicamente al desastroso pasado del peliblanco, sino por el mismo alivio y quizá muchos sentimientos más que se estaban mezclando. Las lágrimas de Stella surcaban su rostro, hasta caer sobre los brazos de Réamann. Lloraba desconsolada, como una niña pequeña. Dejó el frasco a un lado de ella y, con esa mano libre, empezó a limpiarse las lágrimas del rostro, mientras sollozaba.

Perdón, Réamann ―aunque se estaba limpiando las lágrimas, más seguían saliendo―Perdóname ―a pesar de que el chico ya podía hablar, cosa que indicaba que la poción había hecho efecto, Stella no podía sentirse aliviada; casi lo veía morir una vez más―. Perdón ―quitó la mano que había mantenido sobre la mejilla del chico para cubrirse el rostro, las lágrimas no dejaban de salir y ella no hubiese querido que el peliblanco la hubiese visto de esa forma. No pudo dejar de llorar, hasta casi pasado un minuto. Apenas ahí pudo comenzar a calmarse.

Por unos segundos no pudo escucharse más que el llanto de Stella. Ahora que estaba calmada, se estaba enjugando el rostro con su delantal.

No sabía que te sentías de esa manera, ni todo por lo que habías pasado ―dijo, ahora con su voz más clara, aunque mermada por haber llorado hacía poco―. ¿Me perdonarías? Yo solo... quería ayudarte ―se descubrió el rostro; sus ojos estaban irritados y brillantes por algunas lágrimas rebeldes que amenazaban por escapar―. No debí... Lo siento ―Stella no podía mirarle a la cara. Al parecer, después de todo eso, sentía que no podía hacer más que disculparse.

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30/05/2020, 05:59
Réamann Lockheart

The Marchen, habitación de Réamann. Dos días después del incidente en Caelfall.

Ahora sí podía escucharla sollozar, y Réamann apenas pudo abrir los ojos topándose con sus rodillas magulladas. ¿Eso había pasado cuando se arrodilló para ayudarle? No pudo evitar sentirse culpable por pensar que él lo había causado, y más porque sabía que las cosas se pondrían peor para él. Suspiró, cerrando sus ojos nuevamente mientras aspiraba para poder hablar.

-¿Cómo ibas a saberlo? No te habías enterado.., no es tu culpa-exhaló profusamente para volver a inspirar-. Aún espero que me ayudes con mi maldición... y me gustaría ayudarte con la tuya si quieres.

El peliblanco pudo incorporarse torpemente, usando sus brazos como apoyo para dejar de estar ejerciendo presión en las piernas de la pelinegra. Por primera vez, Stella se percataría que, a pesar de su tristeza infinita, la mirada de Réamann reflejaba alivio y decisión.

-No necesitas disculparte... soy yo quien debería hacerlo, y agradecerte. Gracias, Stella, por permitirme volver a confiar-miró a la cama y soltó un enorme suspiro para regresar su atención a la chica. No había miedo ni arrepentimiento en su cara, parecía que su porte frío se había descongelado por unos instantes. Incluso recordaba al semblante de Garlan-. Stella,  necesito un favor más. Ayúdame a subirme a la cama. ¿Recuerdas que te dije que parte de mi maldición es revelar cómo sucedió? Ahorita estoy bien, pero tendré que pagarlo una vez que la poción acabe su efecto-logró sentarse con pesadez y tomó una mano de Stella, apretándosela-. Creo que por unos dos o tres días no podré levantarme de la cama y necesitaré comer con ayuda de alguien. Dile a Parfait cuando puedas, aunque seguramente me lleve una llamada de atención de ella-suspiró y esa chispa vivaz comenzó a apagarse-. En los siguientes días, prométeme, que no te sentirás mal ni culpable por lo que llegues a ver o escuchar. Fue mi decisión contarte y no me arrepiento. ¿Puedes?

Apretó su mano una vez más, esperando que la chica dijese algo.

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30/05/2020, 06:26
Stella Brewster

The Marchen, habitación de Réamann. Dos días después del incidente en Caelfall.

¿Ayudarte a pesar de esto... y ayudarme? ―¿ayudarla? ¿Cómo podría? Solo habían dos maneras, y él...― ¿Confiar? ―quizá fuese por el momento, pero Stella no entendía muy bien las palabras de Réamann. ¿No estaba molesto? De golpe había tomado un porte algo diferente, uno que no había visto hasta ahora en el chico. 

Cuando le pidió que le ayudase a subirse en la cama, Stella asintió un poco. Se acercó al chico, sintiendo algo de temor por las consecuencias de revelar su pasado. Sintió la calidez de su mano. ¿Necesitaría a alguien...? ¿Cómo podía prometerle algo así con lo que le estaba contando? En ese preciso instante ya se estaba sintiendo culpable. Todo había sido por hacerle esa tonta pregunta. Réamann sentiría mucho dolor...

No me puedes pedir eso ―las lágrimas amenazaban con salir una vez más, aunque Stella rápidamente las contuvo―. No puedes pedirme que no me sienta mal si sé que sufrirás ―la poco sincera Stella, estaba siendo lo más sincera que podía ser en esos momentos. Ella también apretó la mano del chico―. Yo te cuidaré, es mi responsabilidad ―empezó a levantarse, preparándose para ayudar al peliblanco a llegar hasta la cama―. También te ayudaré con tu maldición, definitivamente lo haré. Quiero que, al menos, uno de los dos pueda deshacerse de la suya.

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30/05/2020, 07:36
Réamann Lockheart

The Marchen, habitación de Réamann. Dos días después del incidente en Caelfall.

-¿Por qué lo dudas?-preguntó el peliblanco mientras ponía de su parte para llegar a la cama. Cuando sintió el confort del colchón, su cuerpo inmediatamente se relajó para caer y comenzar a acomodarse bajo las sábanas con un poco de esfuerzo-. ¿No podré convencerte de lo contrario, verdad?-comentó ante la negativa de que Stella dejara de sentirse culpable-. Es un trato, nos ayudaremos entre sí.

Tal vez siguió un poco más de conversación, tal vez no. Pero la joven estaría segura que una vez que se despidiese de él y recogiera la comida sobrante, luego de que cerrara la puerta algo muy complicado pasaría aquél peliblanco que había vuelto a ser inexpresivo. Posiblemente algunos veteranos habían mirado a la puerta porque sí escucharon a Réamann así, lo cual confirmaron horas después cuando escucharon sus quejidos de dolor al otro lado del umbral. No había llegado la tarde cuando el peliblanco cayó en una condición de dolor como muy pocas veces lo habían visto, durando un tiempo así hasta que perdió la conciencia por el sufrimiento.

Al día siguiente fue lo mismo, Réamann apenas y podía mantenerse consciente para comer y estar en intervalos de despierto y desfallecido, siendo visitado en ocasiones por Parfait, Garlan y Jurien para supervisar cómo estaba. El joven caballero no podía seguir ninguna conversación, logrando apenas concentrarse en no gritar o lastimar de más sus dedos cuando apretaba las sábanas para mitigar. El segundo día fue menos pesado, siendo más que dormía con pocas agitaciones y logrando comer un poco más, indicando que el ataque parecía estar un poco mejor.

Por fortuna, para el tercer día, el chico ya podía mantenerse despierto y en una visita de Garlan, algo hablaron a puerta cerrada de lo que pocos se habrían enterado, pidiendo permiso a Parfait de hacer "algunas cosas". Y, para el cuarto día, Réamann ya estaba mejor, pero aún no podía unirse a las labores en The Marchen para ayudar. Cualquiera que entrara lo podía ver leyendo o simplemente descansando, comiendo por su cuenta y siendo el mismo indiferente que hasta parecía no habría sufrido penurias días antes. Y así, los días pasaron hasta que transcurrieron 8 días luego de Caelfall.

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

Ese había sido el primer día de jornada de Réamann luego de estar descansando. Sin embargo, no duraba mucho tiempo en la labor y, particularmente ese día casi no hizo nada y además pidió permiso de solo estar muy poco tiempo. Al cabo de una hora, llamó a Garlan, Jurien y Stella a la bodega donde almacenaba su hidromiel y una vez que todos llegaran, el chico habló en su voz monótona y fría.

-Parfait nos dio permiso de tomarnos la noche para beber, pero que no nos sobrepasemos. Este barril apenas y tiene un mes que está, pero la del fondo ya tiene más de tres meses. ¿Cuál quieren?-y luego miró a Garlan para asentirle-. Tu tienes derecho a doble voto porque me ayudaste mientras no podía.

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30/05/2020, 07:57
Stella Brewster

The Marchen, habitación de Réamann. Dos días después del incidente en Caelfall.

Los días que siguieron, hicieron que Stella se sintiese mucho más culpable. Cumplió su promesa. El primer día que cuidó de Réamann, al salir de la habitación no se aguantó las ganas de llorar. El día siguiente pudo mantenerse más fuerte, aunque se veía cabizbaja. Los días que siguieron a esos se esforzó en asistir a Réamann en todo lo que el chico quisiera; esos días se dice que Stella se esforzó dos veces más con cada comida que preparaba a Réamann.

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

Stella acudió al llamado de Réamann expectante y con mucha curiosidad. No sabía para qué el chico la había llamado a ese lugar. Sin embargo, no se cuestionó demasiado eso, yendo sin rechistar. Al ver a Garlan y Jurien también, ni siquiera los saludó. Stella pensó que esa sería una situación complicada. Aún no le había contado a Réamann de su maldición, así que el peliblanco no podía saberlo, pero...

¿Beber? ―preguntó, genuinamente sorprendida. Ver la animosidad de Réamann la dejó con la boca cerrada. Tímidamente levantó una mano y dijo:― Yo no suelo beber. Supongo que... tal vez debería irme.

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30/05/2020, 08:21
Garlan

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

Tanto Jurien como Garlan tendrían esa noche su descanso de la guardia, por lo que Karma se encargaría del patrullaje. Él aseguraba que no tendría problemas en cubrir la labor de ambos y los caballeros parecían creerle, así que ¿por qué no?

Los dos bajaron con interés cuando escucharon al peliblanco bajar y miraron los barriles. Jurien sonrió divertida y Garlan un poco más - En ese caso, tres meses. Oye, no creas que hice todo ese trabajo por nada - y así el hombre se encargó de ayudar a Réamann a sacar el barril o lo que el peliblanco quisiera hacer con este.

Cuando Stella comenzó que se iría, Jurien la abrazó con una sonrisa un tanto traviesa - No te preocupes, no debes beber mucho. Toma un vaso y bébelo despacio. Además, debemos festejar que Réamann está de pie una vez más, ¿no crees? No lo cuidaste tanto por nada. ¿Y te digo algo? Este chico lleva aquí casi medio año y nunca nos había ofrecido abrir un barril de tres meses. Es una oportunidad única que no podemos dejar pasar - y le guiñó un ojo a Stella de manera cómplice.

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30/05/2020, 08:35
Réamann Lockheart

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

-Además, si no quieres beber no hay problema-comentó Réamann haciendo señas para indicar que sí sacarían el barril. Estaba pesado y el peliblanco no aportaría con mucho, pero si podía aligerar el peso con Garlan al menos sería más fácil sacarlo-. Pero te invité porque me gustaría que estuvieras con nosotros. Así puedes conocerlos mejor.

Por más que sus palabras sonaran amigables, su cara y su expresión era completamente contrastante con indiferencia y aburrimiento. 

-Le invitamos a Karma aunque sea un vaso, también le gusta esta bebida-no escuchó lo que Jurien le comentaba a Stella, así que no volteó a verlas en ningún momento para darles privacidad-. Lo que sobre podemos guardarlo para que siga conservándose. Si logro que llegue al año...

No estaba emocionado, pero... 

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30/05/2020, 08:39
Stella Brewster

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

¿Conocerlos? No, no, no. Réamann definitivamente no entendía la gravedad del asunto. Estaría bien si se tratasen personas con maldiciones, pero Jurien y Garlen... Fue entonces que Jurien atrapó a Stella en un abrazo; la chica terminó soltando un chillido por el desconcierto.

¡No, no, no! ¡Estaba siendo muy irresponsable! ¡Definitivamente Parfait les había dicho, y estaban comportándose de una forma irresponsable! Stella miró a Jurien, en medio de un hándicap tremendo. ¡No era justo, la estaban poniendo entre la espada y la pared! Además... ¡no conocía ese lado de Réamann!

¿Te importaría soltarme? ―dijo con frialdad a Jurien. Sí quería que la soltasen, aunque esa no era la manera de decírselo; ¿por qué se comportaba así con ella y con Annice? Stella suspiró y miró a Réamann. No podía negarse, después de todo. Al final, lo que había sucedido había sido por su culpa, y si esta era una celebración...― Como quieran, me quedaré ―aceptó por fin, con indiferencia―. Pero que les quede claro ―dijo a Jurien y a Garlan―. No es que desee conocerlos, no simpatizo con ustedes.

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30/05/2020, 08:47
Jurien

The Marchen. Ocho días después del incidente en Caelfall.

Al percibir la reacción de Stella, la rubia de lejos parecía enojada. De hecho, comenzó a reír - Oh, es cierto. Bueno, con eso me conformo, así que iré por esos vasos y empecemos a festejar - se fue despreocupada.

Garlan mientras tanto, negó a Réamann la posibilidad de ayudarle. De hecho, se veía bastante cómodo cargando el barril - No abuses - le dijo con una mirada severa. Luego se lo llevó y lo ubicó en la barra del bar, de modo que pudieran servirse y lo dejó en su base. Era la mejor manera de asegurarlo, no fuera que se rodara o algo así.

Jurien trajó los cuatro vasos y tal cual lo prometió, sirvió a Stella un vaso a la mitad para que esta pudiera degustarlo de manera lenta, mientras que para los tres llenó los vasos casi a rebosar, asegurándose que la espuma que se formara al verterla no fuera a desbordar el recipiente.

Alzó la copa contenta y dijo - Por la reserva de tres meses de hidromiel - y le hizo el gesto a Stella para que se uniera al brindis.