Partida Rol por web

-¿Librarse de gente que nos puede ayudar? -Hermann escuchó perplejo al Navy Seal-. Disculpe, ¿de qué manera nos pueden ayudar Alex Gibaja y el del perro muerto si están catatónicos? Todos hemos llegado a la misma conclusión: el doctor Maligno, el de barba negra, el tío del traje, la mujer mayor... Todos los que de verdad estamos intentando hacer algo por sobrevivir. Tenemos que acabar primero con los que siguen sin reaccionar.

- No te hagas el tonto chico, la segunda parte de tu mensaje era clara, primero a por los fáciles y luego "... poco a poco tendremos que ir eligiendo a los que resulten más peligrosos." -dijo mientras apretaba fuerte el puño. - He estado más veces en guerras que tú besando chicas, no vas a engañar a los adultos de aquí. ¿Quienes son los peligrosos para tí?

-¿Y no es acaso cierto que, una vez que acabemos con los ausentes, tendremos que ir por más gente para aguantar todo el tiempo que podamos? -El argentino se mostraba airado-. Muchos de los que están aquí ni siquiera han hablado aún, pasando inadvertidos. Mientras usted o yo nos exponemos con palabras, hay otros que no dicen ni pío para no llamar la atención. A medida que esto vaya avanzando, vamos a necesitar considerar quiénes son sacrificables y tenemos que pensar fríamente. Este hombre -señaló con un dedo a Alfred Black- está dando ideas y cada vez que habla, se expone. ¿Puede alguien decirme de qué manera se exponen los que no están hablando? Porque hasta ahora todos los que han muerto eran personas que abrieron la boca. ¡Despertad todos de una vez! ¡Tenemos que organizarnos y decidir a quiénes votar!

Los menos peligrosos o sea que quieres matar a los que se quedan callados pero y si no tenemos nada que decir

-¿Callado tú? Pero si has hablado ya por lo menos siete veces... Por cierto, ¿eres un niño o un enano disfrazado?

- De acuerdo, veo algo de lógica en tu razonamiento. Pero no me fío del todo de tus triquiñuelas. - Rudy se lleva la mano a la cabeza, pensando. - Sólo hay una forma de que me fíe de ti, votemos al calvo de tu lado que no ha hablado todavía.

Rudy señala a Giorgio Jackson.

- Así nos comprometemos los dos, eliminamos a alguien que no ha hablado nunca y quitamos a uno de tu lado, con los que estabas intentando agruparte. Los dos sabemos que esa es la razón no lo has mencionado nunca en el grupo de los callados, porque pretendías aliarte con él. - Después decir esto, Rudy mira alrededor, para ver las caras del resto - ¿Qué opináis los demás?

Pues hablo por que no me quiero morir, y solo tengo 12, yo solo quiero ver a mis hermanas

-Por mí, perfecto -declaró Hermann a la proposición de Rudy, sin inmutarse-. El calvo este estuvo medio respirando hasta que se murió el Bonifacio. Luego se quedó catatónico y lleva así un buen rato, así que me convence como víctima. Y que yo sepa, tampoco ha hablado en ningún momento, así que es uno de los peligrosos a los que tarde o temprano habrá que liquidar. A mí me convence el trato. Mi voto va para el calvo como se llame.

Luego se fijó en el chiquillo de doce años. Le había llamado la atención algo de lo que había dicho.

-¿Qué edad tienen tus hermanas? -preguntó, con interés.

No te voy a decir eso tienes cara de pervertido capaz y piensas meterte conmigo, me das miedo

El alpinista seguía callado estudiando la situación. Muchas veces había visto en alta montaña como la gente gastaba energía en discusiones inútiles como esta. No se había avanzado nada y se había perdido mucho. Pero parecía que la inquisición sobre los callados había empezado y si no quería ser incluido en ese grupo tendría que hablar. Tendremos que sacrificar a otro inocente a los dioses de la montaña. Me adhiero al quórum de la mayoría. Dijo con expresión cansada.

- Pues trato hecho chico, te doy mi palabra de Navy Seal de que votaré al calvo.

-¿Cara de pervertido? ¡Pero si soy un sol! Mi madre me dice siempre que seré el nuevo Brad Pitt.

Guiñó un ojo, pícaramente, no al niño, ya que ese tipo de cosas siempre le habían parecido repulsivas, sino a todo el personal femenino medio follable a sus ojos, que básicamente eran Phoebe y... Phoebe.

-¿Tú has visto qué musculos tengo? -le preguntó al niño, pero en verdad se dirigía a las féminas en general-. Son propios de un auténtico macho alfa. -Escuchó entonces al Navy Seal y asintió-. Perfecto. Yo también he votado al calvo. Tiene mi palabra de argentino.

Si todos opinais igual al calvo a mi me parece bien, pero la Gigi no va a señalar a "naide" no recaerá sobre mi conciencia ninguna muerte, bueno, salvo si se vota al argentino, que tiene una guantá con to la mano abierta, que te daba tal bofetada que te dejaba la boca de lao como a Heidi, que te tiro de los pelos,que te metía una patada como al negro de 300, que si fueras un animal pondrían carteles con tu cara con la frase "el si lo haría" que te que te que te buff mejor me callo que me enciendo.

ASCO, ASCO, eres un enfermo, mejor me hago bolita en mi lugar

Después de meditarlo unos segundos asiento -Está bien, yo también votaré por el calvo ese...- Después me dirijo a Hermann con el puño en alto -Como me vuelvas a guiñar el ojo así te lo arranco y te lo hago tragar!! Te lo advierto!!! -

-Ah! oye Phoebe, yo me sé la canción de "el dulce gatito", cuando quieras hacemos hacemos un crossover de los dos-la pregunta era, ¿como era posible que un cantante de una de las bandas más grandes y famosas de la historia del Metal sé sepa una canción que le cantaban a Sheldon cuando estaba malo?.

Escuchaba pacientemente lo que la gente tenía que ofrecer y sus alegatos de defensa pero nada me parecía interesante, así que decidí actuar cuando la gente se disponía a votar a don limpio- Como bien dicho antes yo me mantendré neutral por el momento no tengo ninguna razón para votar por nadie, cualquiera de vosotros puede aportarme algo de utilidad para llevar a cabo alguna de mis posibles teorías para escapar,  de momento os pediría que no matarais a carapolla  porque  si resulta verdad que tiene un chip podría sernos muy útil, en cuanto los objetos que me ofrecéis lo siento pero no me sirven de nada, necesitaría baterías, algún cable de donde extraer cobre y demás.

Después miro a la señora con pinta de capitán Pescanova- Disculpe señora,se me ocurre que esa soga que tiene  se ve usted capaz de con un lazo engancharse al próximo  ejecutado para que cuando lo maten y lo arrastre la mano ser llevado con él al exterior, es probable que cuando la mano este activada no se dispare el laser.
Bueno si se le ocurre alguna manera a alguien de salir a la vez que un cadaver pues que la exprese, de todos modos haga el favor de lanzarlé los anzuelos a carapolla, el sera el centro de una par de mis planes de huida y los anzuelos siempre son útiles.
 

-Un momento señor G-man voy a ver que tengo un los bolsillos.Se mete las manos en los bolsillos y las saca tras varios minutos.-Mira, esto es lo que tengo, aunque no sé por que tengo esto, pero bueh. En las manos tenía un micrófono con cable, varia monedas de 10 céntimos, un clip de hierro y las llaves de su casa.- Por cierto, el niño con cara de no haber roto un plato tiene un móvil, le podríamos quitar la batería y tendríamos una batería.

Interesante, hagan el favor de desmontar el micrófono y la batería, después pásenlas a cualquier sujeto que se ofrezca a probarlo y que quede entre ustedes, para que no halla ningún conflicto de intereses por ninguna de las dos partes que aporta el material, si sale bien posiblemente ese sujeto posiblemente sea el único capaz de salir de aquí a pedir ayuda, ¿algún voluntario?, de todos modos que la señora de la soga pruebe a enganchar al calvo al que están votando para probar la teoría de la cuerda-comento pensativo
 

 Rosa aprieta fuerte el rosario que hay en su mano apoyada en su pecho. Mira a todos los presentes con cierta incertidumbre.

- Así que... ¿haremos eso, no es así? Iremos... mandando a mejor vida a los más silenciosos, mientras buscamos alguna forma de salir de aquí. Todo ira bien hasta que... todos los vivos hayan hablado.

 La curandera trago saliva, nerviosa. Tal vez los primeros momentos serían fáciles pero... el desafío mayor se encontraba adelante. Era el peso que Dios le mandaba a la gente que vive sobre la muerte de los demás.