Partida Rol por web

Ciudad de Cuervos

Ladronburgo

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12/01/2012, 20:24
Enricco Tagliagole

- Por la barba del mismísimo diablo. Soltó Enricco con un bufido de desaprobación al perder de vista a Tymos. - Si seguimos con semejante tipejo, no tendremos oportunidad de ver engrosar nuestra bolsa. Y por tipejo se refería a Tymos, no cabía duda. - De que clase de manicomio lo sacaron. La cara de Enricco era de pura incredulidad.

- No se vosotros, pero empiezo a estar hastiado de las sandeces del "caballerete". Se reclino más sobre la mesa, para que pudieran oírle sus compañeros, y sus palabras no llegaran a oídos menos indeseables. - ¿Que me decís si hacemos el negocio por nuestra cuenta, y dejamos a Tymos con fantasías infantiles?

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12/01/2012, 22:39
Rod

- Cierto, pero cálmate Enricco, - mientras se acerca a él -por ahora es un brazo a nuestro favor y no precisamente patoso, tampoco creo que se oponga a nuestros intereses mientras no sean demasiado deshonrosos y te aseguro que tiene bastantes por resolver que con facilidad estaran nuesto favor. Se que no deberia decir esto pero és hasta divertido de ver, no creeis? - sonrisa algo maliciosa-.

A pesar de la sonrisa está claro que le cae bién. Es como si en otra vida le hubiera gustado ser algo así: simple, feliz y sin remordimientos, ... aunque en su caso es evidente que en esta vida esto es ser algo idiota.., probablemente si está vivo es gracias a su pericia o a su dinero, o a tener la "flor en el culo"! quien sabe.. y quizás por eso algo ronda por la cabeza de Rod...  Luego su faz cambia de inmediato y añade con seriedad:

- Por el momento le acompañaré, Enricco, aunque si no lo veis como yo podéis decidir lo que os parezca más sensato, sin rencores. Yo quizás esté perdiendo ya esta facultad...

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13/01/2012, 09:43
Director

 Cuando alcanzas la habitación y cierras la puerta tras de ti, en la penumbra de unas contraventanas medio aviertas, ves la figura del contrahecho Foyle encorbado sobre la mujer que yace cubierta por unas sábanas. Parece que la está despertando con asombrosa ternura, a la vez que desliza un trapo húmedo por el rostro de esta.

 A pesar de la penumbra de la habitación puedes apreciar que la mujer está muy débil, con la piel muy blanca. A pesar de ello, no la ves peor que cuando la trajistéis.

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13/01/2012, 09:49
Stefanie Koufman

 Finalmente esta se despierta ante las atenciones del escudero. Poco a poco, perezosamente, la mujer abre los ojos.

Su expresión es de confusión, está desorientadaa no llega a recordar donde está, sus ojos vagan por la habitación y se posan finalmente en la figura de Foyle. Hace un intento de incorporarse un poco, pero un latigazo de dolor escapa en sus facciones, desistiendo débilmente. Luego parece que se percata de tu presencia.

Separando sus agrietados labios, tras varios intentos logra susurrar quedamente.

- ¿Qui-quiénes soys?... ¿D-dónde estoy?- Su voz sale distorsionada por sus labios rigios y agrietados. Finalmente parece que se va espabilando un poco.- Ladronburgo... y vos... ¿soys Sir Tymos?

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13/01/2012, 23:50
Dareus "Daganocturna"

- Pues me parece bién darles su "merecido". Puso enfasi en esa palabra con un tono lleno de sarcasmo y un ligera sonrisa dedicada a Rod y Enricco. - De hecho también tenía un recado para ellos, de parte de un amigo. "Si el recado es entre las costillas o en la espalda mejor", me dijo.
También le pareció que estaban siendo demasiado osados pronunciando esas palabras delante de gente que poco o nada conocian, pero de perdidos al rio. Si tan bravucones eran no creía que se pueran a esconder por unas simples amenazas.

Bien parecia que esos mercenarios se habian labrado su reputación con acero, así que Dareus pensó que entre todos sería tarea más facil decirles adiós con la mano que no estuviera ocupada con la espada.

- si no nos los encontramos por aquí, es posible que también nos los encontremos en la ciudad esa.

 

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14/01/2012, 18:21
Sir Tymos Fowlhust de Audfolk

El joven caballero al ver los nervios y la actitud con la que despierta la joven, empiezó a reír a carcajada limpia. ¡Que energía gastaba la mujer para estar tan herida!

-Calma, calma bella doncella. Nos os conviene tanta excitación.  Solo somos los que te llevan algo de comida.- Dijo sonriendo, levantando las manos en son de paz y acercándose un poco. –Debes de estar hambrienta.-

Al sentir su nombre hincho el pecho con orgullo. -Y ciertamente, soy Sir Tymos Fowlhust de Audfolk, para serviros, y este es mi escudero Foyle, el cual tiene un pequeño problema para expresarse pero no os hará ningún daño. Estáis en la posada… la posada…bien, ¡da igual! cuyo nombre no recuerdo, la cual es regentada por maese Gordon y efectivamente esta se encuentra en Ladronburgo.-

Hizo una pausa y se recordó el porqué él estaba en la habitación de una dama, lo cual, como era de esperar, le pareció inoportuno y se sonrojó un poco. -En cuanto a mi he subido porqué maese Rod creyó oportuno que os echara un ojo para saber que estáis bien, pero veo que así es, puesto que os sobran energías para dar saltos en la cama. Siendo así, si me disculpáis, estaré abajo junto al resto. Procurad descansar, y no os exaltéis tanto por tan poco.- El bretoniano se rió de nuevo mientras se giraba e iba a abrir la puerta dispuesto a reincorporarse a la charla que sus compañeros mantenían.

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15/01/2012, 20:15
Enricco Tagliagole

Enricco aun estaba enfrascado en la conversación con Rod, y tuvo que para un momento a encajar las palabras de Darius. Al cabo de un momento, asintió con la cabeza. - Parece ser que las ruinas de la ciudad no llaman como cantos de sirena, cada uno por sus asuntos, pero todos al mismo lugar... Sin duda es curioso, muy curioso... Meditó el espadachín en voz alta, y con la mirada perdida en los engranajes de su pistola.

- Pero bueno, con respecto a Tymos, allá vosotros. Dijo encogiendo los hombros. - No se porque, pero me da en la nariz que será más un problema que una ayuda. Espero que no os equivoquéis maese Rod, espero que os equivoquéis. Y así Enricco volvió a concentrarse en sus armas, dejando el tema como zanjado. Pues creía que sin Tymos todo sería más fácil, pero no creía que un grupo de tres saliera indemne de las ruinas de la maldita ciudad.

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18/01/2012, 11:53
Gordon, el Comiditas

 En una pausa entre los tertulianos, el posadero pone brazos en jarras mientras ríe con esa vocecita chillona. Jijijijijij.

 - Bien al parecer está a punto de nacer otra banda, eso siempre es bueno. O por lo menos entretenido jejeje.- Entonces lleva una de sus manos de dedos regordetes a la cara y se acaricia el mentón.- Ahora os falta un lugar en donde instalaros, ¿no querreís que os roben mientras no estéis, verdad?

 Ensancha su sonrisa entre esos redondos carrillos antes de añadir.

 - No me malinterpretéis, amigos, solo era un pensamiento en voz alta. ¿Aunque sería bueno que tuvieráis un lugar donde refugiaros y dejar el peso de todas vuestras victorias, no? Si necesitáis podríamos llegar a algún tipo de acuerdo...

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21/01/2012, 13:28
Enricco Tagliagole

- Supongo que tenéis razón. Dijo Enricco ante las palabras del posadero. - Aunque antes deberíamos tener peso que aligerar, porque ahora mismo, la bolsa está algo vacía. Añadió con una sonrisa alegre.

Guardó sus armas de pólvora, ahora limpias y apunto de ser utilizadas, en su cinto.

- Entonces, será mejor que esperemos al bueno de Tymos, antes de ponernos en marcha hacia la ciudad maldita y su fortuna... Dijo con cierto tono condescendiente. - Pero me da en la nariz que algo le ocurrido, me sorprendería que no fuera así. Finalizó entre divertidas carcajadas.

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23/01/2012, 09:33
Stefanie Koufman

 La mujer asiente, agotada, en la cama ante las observaciones, evidentemetne desorientada. Cuando de repente se reclina de nuevo, con evidentes gestos de dolor en el rostro.

 - La Roca... debo llegar a la Roca, debo... debo avisar a... mis hermanas.- La voz de la guerrera suena desesperada, urgente.

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24/01/2012, 20:06
Sir Tymos Fowlhust de Audfolk

El caballero se giró y la miró con el rostro grave: -Calma, calma, mujer…- alzó las manos mostrando sus palmas tranquilizadoramente. –El médico aconsejó que tomarais reposo.- Sin embargo con aquellas palabras le había afligido el corazón, sus creencias fantasiosas no le podían permitir que una dama en apuros quedara a su suerte. -Pero decidme, bella dama, ¿tenéis hermanas y corren peligro alguno? Contadme eso.- Eso eran cosas de otra índole, pues si él lo había entendido bien, tenía que prestar ayuda fueran cuales fuesen las circunstancias. –¿Qué es eso de una roca? Vos no estáis para recorrer distancias pero si hay que alcanzar una letra o mensaje, dad por seguro que se la haré llegar tan raudo como las circunstancias lo permitan.-

Foyle seguramente se estrecía de pensarlo pero el perfil de una nueva aventura asomaba al horizonte de Sir Tymos instigando sus ilusiones y esperanzas.

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24/01/2012, 20:20
Stefanie Koufman

 A pesar de las palabras afables de caballero y de la persistencia del escudero en que la mujer se tranquilizara y reposara fueron en vano.

 - Mis-mis hermanas... no mis hermanas de sangre... sinó... mis hermanas de fe.- Un gesto de dolor cruza el semblante de piel clara de la mujer.- Tengo un mensaje para enviarles. En nuestro templo... en la Roca.

 Finalmente la mujer se desploma de nuevo en el colchón, con la frente perlada en sudor. Respirando fatigosamente. Pero tras unas bocanadas posa su mirada de ojos de color azul glacial para decir.

 - Tengo que entregarles un mensaje... la integridad del Imperio depende de ello.

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24/01/2012, 20:30
Sir Tymos Fowlhust de Audfolk

Estaba asombrado de aquella vitalidad a la vez que turbado, no solo estaba en la habitación de una mujer, sino que además la forma en que respiraba y se contorsionaba sin saber porqué le incomodó muchísimo. La guinda ya era que aquella mujer fuera una devota, seguro que estaba ultrajando unas cuantas leyes no escritas de la caballería y se sentía fatal, aún así su obligación era asistirla. Le acercó mejor la manta cubriéndola hasta los hombros con cariño y sin tocarla. -Usted no llevará nada ni irá a ninguna parte…- Intentaba sosegarla por lo que prosiguió. -No estáis para hacer ningún viaje, confiadme vuestro mensaje o escribid una letra y selladla. Por mi honor de caballero que se la haré llegar. No temáis por eso.- Y la miró a los ojos procurando sonar firme, digno de confianza y intransigente al respecto al máximo posible.

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24/01/2012, 20:58
Stefanie Koufman

 La mujer centra su mirada en la tuya, escrutando en tu interior. Sientes claramente como esa mirada te está juzgando. Ya antes la habías sentido, cuando Audley Audfolk había sospesado tu valía para poderte armar caballero. Aquella mirada era perturbadora.

 Tras unos momentos que te parecieron eternos, la joven rompe el silencio que se había formado como un halo de escarcha a vuestro alrededor.

 - Veo que vos no soys de estas tierras... que no soys Imperial... veo verdad y tesón en vuestras palabras, caballero.- La mujer hablaba con solemnidad, más sosegada pero aún así con leves gestos de dolor cruzándole el rostro en algunos momentos.- Acaso soys un caballero de las lejanas tierras de Bretonia, pues ningún hombre que se haya hecho llamar caballero por estas tierras me ha parecido que encajara en tan fantástica idea. Quizás lo que veo sea por la gracia de Sigmar.

 La joven hace un silencio, como si dudara.

 - Tengo un mensaje muy importante que entregar en la Roca, tiene que llegar a Bertha Bestraufrung, la matriarca del monasterio. Os escribiré una nota para que se la hagáis llegar. ¿Hariáis esto por vuestros votos de caballero?

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25/01/2012, 15:43
Sir Tymos Fowlhust de Audfolk

Aquella mirada escrutadora de la joven, obviamente tenía una razón de ser, pues para ella era mucho lo que estaba en juego, pero para el caballero comenzaba a resultar ofensiva. Se levantó de golpe de la cama donde se había reposado para cubrirla con aquella manta, pero sin embargo acalló las palabras que galopaban con ansias de salir. “¡Señora ofendáis a mi casa y a mi linaje!” Apunto estaba por rechistar. “Por todas las lanzas jamás rotas en justa alguna no había visto nunca una dama tan obstinada y testaruda.” Pensó el caballero pero por suerte su voz quedó ahogada cuando vió que se disponía a hablarle de nuevo.

-No, gentil doncella, no vivo del Imperio, ciertamente provengo de Bretonia donde, por desgracia, los antiguos valores de caballería también según parece que se están diluyendo con los años.- Afirmó ante las indagaciones y deducciones de la aletargada. –Bertha Bestraufrung…- repitió dejando claro que retenía dicho nombre. –… la matriarca del monasterio. –

Se hinchó de orgullo a la vez que Foyle lamentaba su suerte. -Haré esto con o sin los votos de caballero.- Aseguró un poco herido por el hecho de tener que repetirse. -He dicho que lo haré y no dudes que mantendré mi palabra o moriré en el intento. Escribid la letra cuando os sentís dispuesta a ello, y partiré tan pronto esta se encuentre en mis manos.-

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25/01/2012, 21:20
Stefanie Koufman

 La aceptación por parte del caballero, y cierta resignación en Foyle, hacen que el semblante de la guerrera asceta se relajen un punto.

 - Si no fuera por que el tiempo apremia yo misma entregaría el mensaje. Pero me temo que solo sería perjudicial el ir al encuentro de mis hermanas en estas condiciones.- Mirandote de nuevo, asiente.- Os escribiré la nota, recordad que es importante de que llegue a su destino. El poder detener la entrada de los poderes ruinosos... en este rincón... del Imperio... depende de ello.

 Tras estás últimas palabras la joven parece desfallecer, agotada. Foyle sa sacude levemente, tantenado la frente de la mujer con el reverso de su mano, luego le aplica un paño húmedo por el rostro. Tras unos instantes parece recobrar el sentido.

 En el rostro de la mujer hay una mueca de desprecio, que empatizando con ella, atribuyes a la debilidad que muestra en estos momentos, algo propio de un guerrero.

 - ¿Tenéis pergamino y tinta?

 ***

 Foyle partió raudo a por lo que pedía la mujer y con estas herramientas la mujer escribió con pulso trémulo la misiba para que pudieras entregarla. Finalmente la plego sobre si misma y la selló con cera.

 - Tomad caballero. Sed discretos en la empresa, pues son muchos los peligros que pueden acecharos en el viaje. La Roca está en la parte sur de las ruinas de la ciudad, en medio del río que las cruza, la Roca está construida encima de un gran islote de granito. Destaca como una perla en una concha... es el único lugar que se mantiene en pié.

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27/01/2012, 21:05
Sir Tymos Fowlhust de Audfolk

El caballero asintió y sentenció aquellas palabras destiladas, al fin de sensatez. Pues estaba claro que la mujer no estaba para trotes, y aunque el Bretoniano tampoco era su deber llevar a buen cabo aquella “sagrada” misión.

No necesitaba saber mayores detalles de todo aquello, le bastaba con saber que una joven necesitaba de un mensajero para hacer llegar una letra suya a alguna parte, así que Sir Tymos cortó en sano cualquier otra explicación. –No se hable más.- pero la verdad es que saberse luchador contra las fuerzas oscuras, tan solo hacía más digna aquella empresa.

En cuanto se desmayó miró a su escudero. –Lo ves mi querido primo, hay que ayudarla, no es más que nuestra obligación.- Y ahí quedó cualquier brote de discusión.

 ***

-No sufrís más por ello mujer santa, encontraré la Roca y entregaré vuestra misiva.- Tomó la carta de su mano, se la guardó junto al pecho, y salió de la habitación con un cortés y respetuoso saludo de despedida. Al llegar al pasillo su voz retronó.

-¡¡Foyle!! ¡Mi equipaje, partimos de inmediato!-

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28/01/2012, 01:34
Director

 Tras esas últimas palabras de Enricco, véis como el bretoniano abandona la habitación, con porte orgulloso y triumfal, pero lo que más destaca es esa mirada típica de los fanáticos, aquellos que se saben con una misión sagrada.

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28/01/2012, 01:36
Director

 El caballero desciende del piso superior por las escaleras de madera, a la vez que ordena a su lacayo.

 -¡¡Foyle!! ¡Mi equipaje, partimos de inmediato!

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31/01/2012, 13:24
Foyle, el escudero

 El siervo del caballero bretoniano se apresura para ir a recoger los pertrechos de su amo, como las armas, escudo y mochilas para apresurarse a obedecer.