Partida Rol por web

espro otro turno cargando y le añado el poder del bastón.

trato de ver que pasa en el mar

- Gracias Maese enano, este alboroto en la cubierta me tiene preocupado, voy a echar un vistazo antes de seguir las órdnes del capitán - me dirijo hacia el borde del barco para intentar entender que pasa en la mar

Coreruil salió a la cubierta a causa del alboroto que escuchaba. Allí había varias personas mirando al cielo. -¿Qué pasa aquí? - Preguntó.

Al mismo tiempo que un destello de rayo iluminaba la noche y el mismo barco, Aêrandir corría rápidamente hacia la cubierta. Sabía a ciencia cierta y con experiencia lo que sucedería al menos en términos de cielo, ya que al igual que al resto, el "color" que tomaba el mar, con sus olas burbujeantes le llamaba profundamente la atención. Mucho tiempo había pasado sobre barcos y barcazas, pero esto de que el mar se tornaba rojo era algo nuevo.

Así llego apurado justo donde se encuentra el capitán del barco.

-Señor, le ofrezco mis servicios si tiene problemas. Si tiene la suficiente confianza en mi, podría tomar el timonel del barco. Tengo cierta experiencia en barcos. No es mucha, pero creo que lo podré hacer bien.

- Me alegra saber de  gente conocedora de este duro oficio del mar, coge de inmediato el timón, intentaremos bordear la TORMENTA que se aproxima.

El Mar desde abajo se empieza a alzar, enormes masas de agua empapan la cubierta, se forman enormes olas, el barco se empieza a mecer con peligrosidad.

De camino a coger las cuerdas empiezo a notar como el barco se menea más de la cuenta - que estará pasando ahí arriba - empiezo a notar como todo en mi cabeza da vueltas y me cuesta más trabajo llegar a las cuerdas - ¡Tritón! ¿como vas con esas cuerdas? aqui la cosa se está poniendo complicada, creo que el vaiven del barco no me está sentando nada de bien - intento recuperar un poco la compostura agarrandome a un poste que hay por allí cerca

Coreruil se sentía mareado, muy mareado hasta tal punto que se desmayó y se quedó en el suelo de la cubierta estirado.

De pronto el barco se tambalea bajo mis pies, y el mareo viene a mi cabeza, procuro mantenerme en pie lo que más puedo pero las ganas de vomitar golpean mi estomago con mucha fuerza. Esto no pinta bien.

Yo  rescata el chico que tenia problemas por el temporal  y lo lleva al camarote.

Tomo rápidamente el timonel apenas el Capitán del barco lo menciona. La nave comienza a hacer los típicos vaivénes de marejada y tormenta marina. Pero resisto el mareo y sus embites debido a la vida que he llevado a bordo desde los primeros años de mi infancia.

Sostengo el timonel firmemente y éste no me presenta ninguna dificultad para su conducción, al menos por ahora.

Los otros barcos si se pudieran ver tampoco lo están pasando bien.

Desde nuestra posición parece que el fenómeno es más fuerte, y Empeora trozos de Roca Ardiendo como si fuera carbón en un horno son escupidos, algunos trozos son tan grandes como las barcas de salvamento.

Pero nuestro TIMONEL y su intuición marinea logra ir esquivando las peligrosas y Llameantes Rocas.

Como me había dicho Malleus, comencé  a atar los barriles de agua, una vez terminado el trabajo observo que lo peor que había hecho mi nuevo camarada humano era dar un trago de aguamiel en estas condiciones. 

Necio, ahora tendrás que responder ante tan irresponsable acción.

Con los movimientos del barco estaba claro que le vendrían mareos tarde o temprano y por lo que pude observar este guerrero no iba aguantar los vaivenes del barco. Me acerco a Malleus y le ofrezco mi ayuda para salir de la bodega, no antes si terminar de ayudarle a atar el último barril de aguamiel.

Gracias amigo enano por la ayuda. La verdad es que el trago me había sentado bien, pero con todo este meneo del barco.... ¡¡buuufff!! se me está empezando a subir el efecto del agua miel a la cabeza - con el mareo que tenía en la cabeza ya no estaba seguro de si había alguien más o no y de si había atado bien los barriles, entrecerrando un poco los ojos, me pareció ver la figura de un marinero - Tritón, ¿estan los barriles bien amarrados? me dá la impresión de que ha venido alguien a echarnos una mano, pero con este mareo, no estoy seguro - Me aferro con fuerza a los hombros del enano (es la parte mas alta de donde podía agarrar a Tritón, no creo que le molara agarrarlo de la cabeza) para no caer al suelo y salir de allí.

El guerrero visiblemente afectado por el movimiento del barco, comienza a hablar y ha preguntarme cosas que en ese momento no tenían ya mucha relevancia. Amigo, será mejor que te intereses en no caerte, de los barriles ya me ocupé yo.

Y con Malleus a mis hombros salimos de la bodega. 

Cuando ellos salen yo llego y me dirijo al enano 

¡Um! - Compruebo que la legendaria resistencia enana es cierta. Con esta  movimiento cualquiera que no este acostumbrado echaría la pota. Pero mirate, estas tan fresco como una Lemba.

Y cojo las cuerdas para llevarlas arriba. 

Bracel tira el yo sin dudarlo un momento pues empieza a sentir un terrible mareo que no le gusta nada y lo tira al agua.

Brancel Klom Elfo Noldor y conjurador decide antes que le afecte el mareo lanzar un poderoso conjuro y un desafió al oceano, 

tras unos cánticos mágicos su mano se llena de energía Lanza un espectacular relámpago que se confunde el sonido con los decenas de relámpagos que caen ya al mar por la tormenta eléctrica. Si la gente del barco no estuviese tan apurada por la situación se hubiesen impresionado por ver algo así, pero no era el caso, todos intentaban poner el barco a salvo.

El mar Pareció corresponder al Conjurador Brancel escupiendo por primera vez rios de lava, el barco intenta alejarse del lugar ¿pero lo conseguirá ? 

El pequeño hobbit iba a echar una mano atando las cuerdas a la barandilla del barco, pero en ese momento el barco se empezó a mover mucho. Una ola pasó por encima de Sam, lanzándolo contra un mástil. Intentó levantarse, pero todo daba vueltas a su alrededor y sus ojos se habían nublado. Caminó tambaleándose por la cubierta, hasta que un par de pasó más adelante se cayó y empezó a vomitar.

En ese momento añoró si agujero hobbit, cálido, con el olor de las especias y de pastelitos de arándanos.

-¿Quién me habrá mandado a mí meterte en este desaguisado?-pensó con amargura mientras vomitaba.